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<blockquote data-quote="Barbanegra" data-source="post: 1668352" data-attributes="member: 10064"><p style="text-align: center"><img src="http://estaticos.elmundo.es/assets/multimedia/imagenes/2014/10/28/14145287841466.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /> </p> <p style="text-align: center"><u><span style="font-size: 22px"><strong>Irak ya avanza frente al IS</strong></span></u></p><p>Las tropas iraquíes han logrado sacudirse levemente el estigma de la derrota que las acompaña desde que a principios de año comenzaran a perder el control de amplias zonas del país. Por primera vez desde que el Estado Islámico capturara Mosul -la segunda ciudad del país-, el ejército y las milicias chiíes se han anotado un tanto en la guerra contra la insurgencia suní. Bagdad reconquistó el domingo Jurf al Sajar, una ciudad de 80.000 habitantes a unos 60 kilómetros al suroeste de la capital.</p><p></p><p>La villa, de población suní y ubicada en la provincia de Babel, es clave para alejar la amenaza yihadista de Bagdad y la zona sur del país -habitada mayoritariamente por chiíes- y debilitar las conexiones del IS (Estado Islámico, por sus siglas en inglés) en la provincia de Anbar, donde las fuerzas gubernamentales litigan a duras penas para impedir su caída total en manos del califato.</p><p></p><p>Otra de las piezas que pueden contener el inquietante avance es Faluya, una localidad a unos 35 kilómetros al oeste de Bagdad que lleva semanas sitiada por el IS. El ejército iraquí, alentado por su insólita victoria, ha reforzado su despliegue con la ilusión de quebrar el asedio. Pero no está resultando empresa fácil. «No te preocupes por lo que sucedió en Jurf al Sajar. Los muyahidines (guerreros santos) regresarán. Tenemos un centenar de suicidas preparados para la batalla de Amriyat al Faluya», lanzó hace unos días el altavoz de una mezquita en la ciudad de Faluya, bastión del IS en Anbar.</p><p></p><p>Y el guión ha cumplido su terror: el lunes un barbudo a bordo de un Humvee (todoterreno) cargado de explosivos se voló por los aires en la aldea de Faresia, a las afueras de Jurf al Sajar, cobrándose la vida de al menos 27 milicianos chiíes e hiriendo a otros 60. Las autoridades temen una escalada sangrienta coincidiendo con la celebración de la Ashura, la fiesta chií que conmemora el aniversario del martirio del imán Husein, nieto de Mahoma, en la localidad iraquí de Kerbala en el 680 d.C. por las tropas del califa omeya Yazid (cabecilla del islam suní).</p><p></p><p>En un intento de cambiar el sangriento curso de la contienda, el primer ministro iraquí Haidar al Abadi ha logrado pactar con la tribu Dulaim -el principal clan suní de Al Anbar- la formación de una fuerza militar para liberar la provincia de las garras del IS. «Al Abadi está de acuerdo con establecer una división de 30.000 soldados y ofrecerles entrenamiento», detalló ayer el líder de la tribu Majid Ali Suleiman. Bagdad es consciente de las enormes fallas de su estamento castrense, que se derrumbó como un castillo de naipes el pasado junio en Mosul y arrastra el sambenito de sectario y corrupto. «Necesitamos soldados que se alisten para defender el país, no por necesidad», ha declarado esta semana el premier.</p><p></p><p>Los ataques aéreos lanzados desde agosto por la coalición internacional liderada por EEUU han ayudado a la tímida progresión de las tropas pero resultan insuficientes. «Es evidente que el ejército iraquí precisa de una reestructuración importante pero acometerla en tiempo de guerra es complejo y arriesgado. La corrupción y la politización son las principales enfermedades», señala a EL MUNDO el analista iraquí Sajad Jiyad. «Solo el 10% de los bombardeos aéreos han golpeado un objetivo. Aún podemos ver unidades de combatientes del IS asediando pueblos y bases del ejército con total libertad. Es imprescindible una mayor coordinación de la alianza internacional con los militares sobre el terreno», agrega.</p><p></p><p>La operación castrense también aspira a lograr progresos en la provincia de Saladino. Según la prensa local, en los últimos días se han movilizado nuevos batallones para desbaratar la parálisis que habita la ciudad de Biyi, a unos 200 kilómetros al norte de Bagdad y cerca de la refinería homónima, la mayor instalación petrolífera de Irak. La ofensiva está dirigida por el general iraní Qasem Suleimani y el jefe de la milicia chií Badr, Hadi Amri. Tikrit -capital de la provincia, cuna de Sadam Husein y escenario de algunas de las brutales ejecuciones sumarias de soldados chiíes firmadas por el IS- sigue siendo misión imposible después de que varias tentativas acabaran en fiasco.</p><p></p><p>Un objetivo igual de utópico que arrancar a los barbudos el preciado botín de Mosul. «Necesitamos algunos meses más para preparar bien la ofensiva y evitar cualquier error de estrategia. Calculo que la guerra contra el IS podría durar alrededor de tres meses», relata a este diario el gobernador de Mosul en el exilio Atheel al Nujaifi, a cargo -por orden del primer ministro- de rehabilitar la institución castrense y formar una fuerza especial para liberar Mosul.</p><p></p><p>Una fuente citada por el Instituto para el Estudio de la Guerra -una organización que vigila el desarrollo de los acontecimientos bélicos en Irak- indica que el IS se prepara también para el ataque: ha trasladado muros de cemento empleados por el ejército iraquí a distritos del sur y oeste de Mosul.</p><p></p><p>En las desdibujadas fronteras de la vecina región autónoma del Kurdistán, los peshmergas (su ejército «de facto») también han sumado nuevos y prometedores triunfos. A finales de la semana pasada recuperaron la localidad de Zumar, a unos 40 kilómetros al noroeste de Mosul, y una veintena de pequeñas aldeas contiguas.</p><p></p><p>Ayer el comandante peshmerga Mahma Jalil aseguró que Erbil controla tres carreteras estratégicas que enlazan Mosul con el paso de Rabia -fronterizo con Siria-, la urbe de Tel Afar y las montañas de Sinyar, donde permanecen aún varios miles de yazidíes y donde los yihadistas han tratado de avanzar en las últimas semanas hacia los últimos santuarios de esta minoría. «Estas tres vías son vitales para alcanzar Mosul», confesó Jalil.</p><p></p><p><a href="http://www.elmundo.es/internacional/2014/10/29/544ffbbdca4741c6258b4582.html">http://www.elmundo.es/internacional/2014/10/29/544ffbbdca4741c6258b4582.html</a></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Barbanegra, post: 1668352, member: 10064"] [CENTER][IMG]http://estaticos.elmundo.es/assets/multimedia/imagenes/2014/10/28/14145287841466.jpg[/IMG] [U][SIZE=6][B]Irak ya avanza frente al IS[/B][/SIZE][/U][/CENTER] Las tropas iraquíes han logrado sacudirse levemente el estigma de la derrota que las acompaña desde que a principios de año comenzaran a perder el control de amplias zonas del país. Por primera vez desde que el Estado Islámico capturara Mosul -la segunda ciudad del país-, el ejército y las milicias chiíes se han anotado un tanto en la guerra contra la insurgencia suní. Bagdad reconquistó el domingo Jurf al Sajar, una ciudad de 80.000 habitantes a unos 60 kilómetros al suroeste de la capital. La villa, de población suní y ubicada en la provincia de Babel, es clave para alejar la amenaza yihadista de Bagdad y la zona sur del país -habitada mayoritariamente por chiíes- y debilitar las conexiones del IS (Estado Islámico, por sus siglas en inglés) en la provincia de Anbar, donde las fuerzas gubernamentales litigan a duras penas para impedir su caída total en manos del califato. Otra de las piezas que pueden contener el inquietante avance es Faluya, una localidad a unos 35 kilómetros al oeste de Bagdad que lleva semanas sitiada por el IS. El ejército iraquí, alentado por su insólita victoria, ha reforzado su despliegue con la ilusión de quebrar el asedio. Pero no está resultando empresa fácil. «No te preocupes por lo que sucedió en Jurf al Sajar. Los muyahidines (guerreros santos) regresarán. Tenemos un centenar de suicidas preparados para la batalla de Amriyat al Faluya», lanzó hace unos días el altavoz de una mezquita en la ciudad de Faluya, bastión del IS en Anbar. Y el guión ha cumplido su terror: el lunes un barbudo a bordo de un Humvee (todoterreno) cargado de explosivos se voló por los aires en la aldea de Faresia, a las afueras de Jurf al Sajar, cobrándose la vida de al menos 27 milicianos chiíes e hiriendo a otros 60. Las autoridades temen una escalada sangrienta coincidiendo con la celebración de la Ashura, la fiesta chií que conmemora el aniversario del martirio del imán Husein, nieto de Mahoma, en la localidad iraquí de Kerbala en el 680 d.C. por las tropas del califa omeya Yazid (cabecilla del islam suní). En un intento de cambiar el sangriento curso de la contienda, el primer ministro iraquí Haidar al Abadi ha logrado pactar con la tribu Dulaim -el principal clan suní de Al Anbar- la formación de una fuerza militar para liberar la provincia de las garras del IS. «Al Abadi está de acuerdo con establecer una división de 30.000 soldados y ofrecerles entrenamiento», detalló ayer el líder de la tribu Majid Ali Suleiman. Bagdad es consciente de las enormes fallas de su estamento castrense, que se derrumbó como un castillo de naipes el pasado junio en Mosul y arrastra el sambenito de sectario y corrupto. «Necesitamos soldados que se alisten para defender el país, no por necesidad», ha declarado esta semana el premier. Los ataques aéreos lanzados desde agosto por la coalición internacional liderada por EEUU han ayudado a la tímida progresión de las tropas pero resultan insuficientes. «Es evidente que el ejército iraquí precisa de una reestructuración importante pero acometerla en tiempo de guerra es complejo y arriesgado. La corrupción y la politización son las principales enfermedades», señala a EL MUNDO el analista iraquí Sajad Jiyad. «Solo el 10% de los bombardeos aéreos han golpeado un objetivo. Aún podemos ver unidades de combatientes del IS asediando pueblos y bases del ejército con total libertad. Es imprescindible una mayor coordinación de la alianza internacional con los militares sobre el terreno», agrega. La operación castrense también aspira a lograr progresos en la provincia de Saladino. Según la prensa local, en los últimos días se han movilizado nuevos batallones para desbaratar la parálisis que habita la ciudad de Biyi, a unos 200 kilómetros al norte de Bagdad y cerca de la refinería homónima, la mayor instalación petrolífera de Irak. La ofensiva está dirigida por el general iraní Qasem Suleimani y el jefe de la milicia chií Badr, Hadi Amri. Tikrit -capital de la provincia, cuna de Sadam Husein y escenario de algunas de las brutales ejecuciones sumarias de soldados chiíes firmadas por el IS- sigue siendo misión imposible después de que varias tentativas acabaran en fiasco. Un objetivo igual de utópico que arrancar a los barbudos el preciado botín de Mosul. «Necesitamos algunos meses más para preparar bien la ofensiva y evitar cualquier error de estrategia. Calculo que la guerra contra el IS podría durar alrededor de tres meses», relata a este diario el gobernador de Mosul en el exilio Atheel al Nujaifi, a cargo -por orden del primer ministro- de rehabilitar la institución castrense y formar una fuerza especial para liberar Mosul. Una fuente citada por el Instituto para el Estudio de la Guerra -una organización que vigila el desarrollo de los acontecimientos bélicos en Irak- indica que el IS se prepara también para el ataque: ha trasladado muros de cemento empleados por el ejército iraquí a distritos del sur y oeste de Mosul. En las desdibujadas fronteras de la vecina región autónoma del Kurdistán, los peshmergas (su ejército «de facto») también han sumado nuevos y prometedores triunfos. A finales de la semana pasada recuperaron la localidad de Zumar, a unos 40 kilómetros al noroeste de Mosul, y una veintena de pequeñas aldeas contiguas. Ayer el comandante peshmerga Mahma Jalil aseguró que Erbil controla tres carreteras estratégicas que enlazan Mosul con el paso de Rabia -fronterizo con Siria-, la urbe de Tel Afar y las montañas de Sinyar, donde permanecen aún varios miles de yazidíes y donde los yihadistas han tratado de avanzar en las últimas semanas hacia los últimos santuarios de esta minoría. «Estas tres vías son vitales para alcanzar Mosul», confesó Jalil. [url]http://www.elmundo.es/internacional/2014/10/29/544ffbbdca4741c6258b4582.html[/url] [/QUOTE]
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Verificación
Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
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