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<blockquote data-quote="YETED61" data-source="post: 764005" data-attributes="member: 9528"><p><span style="font-size: 18px"><strong>Estrategias militares e interpretaciones posteriores</strong></span> <span style="font-size: 10px">Autor: Lic. Samuel Leillen Antecedentes</span></p><p></p><p><img src="http://i30.tinypic.com/2ds3jis.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p>En su corta historia como país independiente, Israel ha enfrentado varias guerras, algunas de ellas relacionadas con ocupación, mantenimiento de áreas ocupadas, y retiradas.</p><p>Durante los primeros años, hubo incursiones sorpresivas a poblados por varias horas o algún par de días, como represalia por atentados terroristas de distinto tipo y gravedad. </p><p>En octubre sw 1956, ante un intento egipcio de nacionalizar el Canal de Suez, Israel -en operación combinada con el Reino Unido y Francia- ocupó la Península de Sinaí hasta marzo de 1957, debiendo retirarse por presión conjunta de Estados Unidos y la Unión Soviética.</p><p>Once años después, la Guerra de los Seis Días enfrentó a Israel con una coalición formada por cuatro países: Egipto, Jordania, Irak y Siria, finalizando con un aumento del territorio controlado por Israel con los Altos del Golán, Judea y Samaria, el sector oriental de Jerusalén, la Franja de Gaza y la Península de Sinaí.</p><p>Israel se retira de Sinaí doce años después, al firmarse en 1979 el Tratado de Paz con Egipto que marcó el término de tres décadas de hostilidades y cinco guerras.</p><p></p><p><strong>Las lecciones de la historia</strong></p><p>En el último decenio, Israel realizó dos retiradas: del Líbano y de la Franja de Gaza, que fueron presentadas por el mecanismo de difusión árabe como “Huidas” del Ejército israelí. De la manera que se las defina, fueron retrocesos israelíes que aún mantienen despierto el debate público. Por lo tanto, el conocimiento de estas retiradas, concertadas o unilaterales, es útil para orientar las medidas a tomar en nuevas circunstancias.</p><p>Retirada unilateral.- El así llamado “Plan de Desconexión” de la Franja de Gaza de 2005, procuró eliminar allí toda presencia permanente israelí, tanto militar como civil. Fueron desmantelados 21 asentamientos en la Franja de Gaza (más la desocupación de cuatro asentamientos al norte de Samaria), y Tzáhal se reservó el control de las fronteras, del espacio aéreo y naval así como la posibilidad de llevar a cabo incursiones militares en el interior de la Franja cuando Israel así lo estimase oportuno.</p><p>Esto estimuló el nacionalismo árabe, impregnado ahora de extremismo religioso; se llegó a una escisión de la Autoridad Palestina y la Administración exclusiva de Hamás en Gaza, y hubo que enfrentar atentados con misiles y morteros que condujeron a una nueva incursión en diciembre de 2008.</p><p>Retirada por presión civil interna.- En junio de 1982, Israel inicia la operación “Paz para la Galilea”, invadiendo el sur del Líbano con el propósito de expulsar a la OLP de dicho país y como repuesta al asesinato en Londres del embajador israelí Shlomo Argov.</p><p>Dieciocho años después, y tras una larga lista de graves incidentes, algunos bochornosos como Sabra y Shatila en setiembre de 1982; los continuados hostigamientos por grupos armados libaneses, en especial Hizbollah; los asesinatos de grupos de israelíes que llevan en 1983 a la operación “Rendición de Cuentas” y a la operación “Uvas de Ira” en 1996. En el interín huídas de población: 300.000 del lado libanés y 30.000 del lado israelí, y una fuerte presión civil por la retirada del “lodo libanés”, hacen que Israel resuelva retirarse en mayo del año 2000.</p><p>A pesar de ello, el clima de desencuentro ha sido constante en la zona, acompañado por escarceos en territorio enemigo y amenazas ampliamente televisadas contra la integridad del país contendiente. La tensión deriva en 2006 en una “Segunda Guerra del Líbano”, que incluyó el bombardeo de instalaciones de transporte, comunicaciones, energéticas y militares del Líbano así como cuarteles de Hizbollah y que concluyó con la intervención de la ONU.</p><p>¿Aprenderemos de la Historia? ¿Se registrarán las lecciones oportunas para mejorar el futuro?</p><p>Para ello se realizó en el INSS (Instituto para la Investigación de la Seguridad Nacional) un seminario al que concurrió gran cantidad de público.</p><p></p><p><strong>Estrategia y tácticas</strong></p><p>Según el Dr. Gaby Siboni, la retirada del año 2000 fue consecuencia de muchos factores, tal vez el más decisivo: la presión civil interna. Agrupaciones como “Las Cuatro Madres” expresaban el sentir general, pero el análisis debe centrarse en los cargos políticos y la conducta de los marcos militares. ¿Acaso la realización de Tzáhal coincidía con las instrucciones impartidas por los líderes gubernamentales? ¿Era previsible el fortalecimiento posterior de Hizbollah convertido en organismo militar de importancia?</p><p>El resultado fue que Israel pasó de una táctica de ataque a otra de defensa. Ya al iniciarse la Guerra de la Independencia, Ben Gurión estableció la estrategia de defensa basada en tácticas de ofensiva, concepción que primó en todas las épocas. Pero en el Líbano se pasó lentamente a conductas de defensa perdiendo gradualmente la ventaja de la sorpresa y la determinación de la realidad. Este cambio facilitó a los movimientos terroristas, basados en operaciones de guerrilla, a desa-rrollarse e incrementar sus efectos destructivos.</p><p><strong>Líderes políticos y comandancia militar</strong></p><p>Una de las observaciones que realmente debe preocupar es el hecho que el Ejército de Defensa de Israel aún no investigó lo sucedido. “Debemos entender esto como síntoma de la forma como Tzáhal interpretó la realidad existente”, apuntó el Gral. (R.) Shmuel Zakai.</p><p>Mientras los soldados y sus comandantes directos, en el frente de batalla, debían maniobrar frente a acciones de guerrilla, Israel no supo interpretar el raciocinio de Hizbollah: la mentalidad no se actualizó, el armamento no varió, las órdenes no respondían a las nuevas necesidades.</p><p>“El Comando General del Ejército quedó como anquilosado, no trató de adaptar su funcionamiento y sus planes de acción a la realidad cambiante, incluso no intentó entenderla”, recalcó Zakai.</p><p>Solamente en etapas muy posteriores se entendió que había que presentar una imagen de Tzáhal como “ejército vencedor”, y se realizaron deliberaciones sobre el enemigo libanés. Hasta entonces, imperaba la convicción que “el tema libanés no es crucial para la supervivencia de Israel”.</p><p>Hizbollah comenzó a funcionar en el año 1982 en base a análisis intensivos efectuados por la Guardia de la Revolución iraní, el cuerpo élite de las fuerzas de seguridad persas. Ellos entendieron que en cuanto a tecnología, potencial de fuego, armamento, la superioridad es claramente israelí. Por lo tanto buscaron una forma de lucha asimétrica: la guerrilla. </p><p>Tzáhal no supo hacer este análisis. Recién en 1996 se organiza la Escuela de Guerra contra Guerrillas, sólo en 1995 se pone nuevamente en acción la unidad “Egoz”, unidad comando del Ejército que funciona a base de voluntarios especializada en la lucha de guerrillas.</p><p>Los cambios fueron continuos y agravantes: la población shiíta tomó conciencia de su participación, en especial en cuanto a la conducción política del Líbano se refiere; las acciones militares de Hizbollah desde los poblados shiítas resultaron ventajosas para los ataques con misiles y frenaron la posibilidad de una operación militar israelí de envergadura; se acordó tácitamente que Tzáhal no abre fuego sobre los poblados del sur del Líbano pues de lo contrario ellos abrirían fuego sobre la población civil del norte de la Galilea.</p><p>El jeque Hasan Nasralla entendió perfectamente sus ventajas: también consigue posiciones operativas de ofensiva y también mantiene frenado el fuego de las armas israelíes. “Tzáhal no reacciona debidamente, y comienza a debilitarse el aspecto psicológico, la presencia en territorio enemigo resulta inoperante e innecesaria, la moral militar y civil resultan afectadas. Se comienza a hablar de la retirada sin interpretar todos sus significados: el Ejército falla en su análisis”, resumió el Gral Zakai.</p><p></p><p><strong>Testimonio</strong></p><p>“El objetivo de la presencia de Tzáhal en el Líbano era proteger a las poblaciones del Norte de la Galilea, y el Ejército israelí fracasó en esta misión”, recalcó el Gral. (R.) Noam Ben Tzví.</p><p>Al recibirse la orden de retirada impartida por Ehud Barak, entonces primer ministro, todos entendieron que era inapelable pero nadie se detuvo a definir sus significados: la Comandancia del Ejército estaba en desacuerdo y las unidades en el frente resultaron apáticas.</p><p>En la práctica fue una “huída”, desordenada, apresurada, abandonando equipos valiosos en el lugar, “olvidando” armamento en muchos lugares y todo esto a pesar que Hizbollah mantuvo el cese del fuego durante la retirada.</p><p>El proceso se inició el 21 de mayo del año 2000, sin que el día anterior hubiera habido ningún parte militar al respecto. Fue una “caída de dominó” que concluyó el 24 de mayo.</p><p>“Lo ocurrido no fue investigado. Ninguna comisión, ni militar interna ni gubernamental, fue designada para ocuparse del tema. Con todo, debemos reconocer que la retirada fue un paso correcto. La estadía allí era destructora, y “los que hablan de una retirada concertada no entienden la realidad de las cosas”, enfatizó el Gral. Ben Tzví.</p><p></p><p><strong>Conclusiones</strong></p><p>Después de todas esas retiradas, la situación del conflicto israelí-palestino no ha variado sustancialmente. Por un lado, Israel demostró a sus vecinos árabes que es capaz de defenderse militarmente y utilizar esa capacidad de acuerdo a su voluntad. Pero en el plano político la situación no es tan favorable a Israel y en el plano psicológico el envenenamiento del conflicto ha ido en aumento. De un propósito inicial de que los territorios ocupados podrían ser moneda de cambio para obtener una paz estable y duradera, la imagen de Israel es la de una potencia militar ocupante de una población palestina muy hostil por el sufrimiento que impone la presencia y la acción de los israelíes, alejando toda perspectiva de una solución negociada.</p><p>El actual ministro de Defensa Ehud Barak, al cerrar el seminario, destacó que “está orgulloso de la resolución asumida y de la orden impartida”, a pesar de los errores sobre los cuales asumió completa responsabilidad, aclarando: “Hizbollah no se fortaleció por nuestra retirada, sino por nuestra prolongada presencia allí”.</p><p>Barak acotó: “Nos aguardan varios movimientos unilaterales más, y toda sociedad que procura sobrevivir en Oriente Medio no podrá lograr que todos sus pasos sean perfectos”.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="YETED61, post: 764005, member: 9528"] [SIZE="5"][B]Estrategias militares e interpretaciones posteriores[/B][/SIZE] [SIZE="2"]Autor: Lic. Samuel Leillen Antecedentes[/SIZE] [IMG]http://i30.tinypic.com/2ds3jis.jpg[/IMG] En su corta historia como país independiente, Israel ha enfrentado varias guerras, algunas de ellas relacionadas con ocupación, mantenimiento de áreas ocupadas, y retiradas. Durante los primeros años, hubo incursiones sorpresivas a poblados por varias horas o algún par de días, como represalia por atentados terroristas de distinto tipo y gravedad. En octubre sw 1956, ante un intento egipcio de nacionalizar el Canal de Suez, Israel -en operación combinada con el Reino Unido y Francia- ocupó la Península de Sinaí hasta marzo de 1957, debiendo retirarse por presión conjunta de Estados Unidos y la Unión Soviética. Once años después, la Guerra de los Seis Días enfrentó a Israel con una coalición formada por cuatro países: Egipto, Jordania, Irak y Siria, finalizando con un aumento del territorio controlado por Israel con los Altos del Golán, Judea y Samaria, el sector oriental de Jerusalén, la Franja de Gaza y la Península de Sinaí. Israel se retira de Sinaí doce años después, al firmarse en 1979 el Tratado de Paz con Egipto que marcó el término de tres décadas de hostilidades y cinco guerras. [B]Las lecciones de la historia[/B] En el último decenio, Israel realizó dos retiradas: del Líbano y de la Franja de Gaza, que fueron presentadas por el mecanismo de difusión árabe como “Huidas” del Ejército israelí. De la manera que se las defina, fueron retrocesos israelíes que aún mantienen despierto el debate público. Por lo tanto, el conocimiento de estas retiradas, concertadas o unilaterales, es útil para orientar las medidas a tomar en nuevas circunstancias. Retirada unilateral.- El así llamado “Plan de Desconexión” de la Franja de Gaza de 2005, procuró eliminar allí toda presencia permanente israelí, tanto militar como civil. Fueron desmantelados 21 asentamientos en la Franja de Gaza (más la desocupación de cuatro asentamientos al norte de Samaria), y Tzáhal se reservó el control de las fronteras, del espacio aéreo y naval así como la posibilidad de llevar a cabo incursiones militares en el interior de la Franja cuando Israel así lo estimase oportuno. Esto estimuló el nacionalismo árabe, impregnado ahora de extremismo religioso; se llegó a una escisión de la Autoridad Palestina y la Administración exclusiva de Hamás en Gaza, y hubo que enfrentar atentados con misiles y morteros que condujeron a una nueva incursión en diciembre de 2008. Retirada por presión civil interna.- En junio de 1982, Israel inicia la operación “Paz para la Galilea”, invadiendo el sur del Líbano con el propósito de expulsar a la OLP de dicho país y como repuesta al asesinato en Londres del embajador israelí Shlomo Argov. Dieciocho años después, y tras una larga lista de graves incidentes, algunos bochornosos como Sabra y Shatila en setiembre de 1982; los continuados hostigamientos por grupos armados libaneses, en especial Hizbollah; los asesinatos de grupos de israelíes que llevan en 1983 a la operación “Rendición de Cuentas” y a la operación “Uvas de Ira” en 1996. En el interín huídas de población: 300.000 del lado libanés y 30.000 del lado israelí, y una fuerte presión civil por la retirada del “lodo libanés”, hacen que Israel resuelva retirarse en mayo del año 2000. A pesar de ello, el clima de desencuentro ha sido constante en la zona, acompañado por escarceos en territorio enemigo y amenazas ampliamente televisadas contra la integridad del país contendiente. La tensión deriva en 2006 en una “Segunda Guerra del Líbano”, que incluyó el bombardeo de instalaciones de transporte, comunicaciones, energéticas y militares del Líbano así como cuarteles de Hizbollah y que concluyó con la intervención de la ONU. ¿Aprenderemos de la Historia? ¿Se registrarán las lecciones oportunas para mejorar el futuro? Para ello se realizó en el INSS (Instituto para la Investigación de la Seguridad Nacional) un seminario al que concurrió gran cantidad de público. [B]Estrategia y tácticas[/B] Según el Dr. Gaby Siboni, la retirada del año 2000 fue consecuencia de muchos factores, tal vez el más decisivo: la presión civil interna. Agrupaciones como “Las Cuatro Madres” expresaban el sentir general, pero el análisis debe centrarse en los cargos políticos y la conducta de los marcos militares. ¿Acaso la realización de Tzáhal coincidía con las instrucciones impartidas por los líderes gubernamentales? ¿Era previsible el fortalecimiento posterior de Hizbollah convertido en organismo militar de importancia? El resultado fue que Israel pasó de una táctica de ataque a otra de defensa. Ya al iniciarse la Guerra de la Independencia, Ben Gurión estableció la estrategia de defensa basada en tácticas de ofensiva, concepción que primó en todas las épocas. Pero en el Líbano se pasó lentamente a conductas de defensa perdiendo gradualmente la ventaja de la sorpresa y la determinación de la realidad. Este cambio facilitó a los movimientos terroristas, basados en operaciones de guerrilla, a desa-rrollarse e incrementar sus efectos destructivos. [B]Líderes políticos y comandancia militar[/B] Una de las observaciones que realmente debe preocupar es el hecho que el Ejército de Defensa de Israel aún no investigó lo sucedido. “Debemos entender esto como síntoma de la forma como Tzáhal interpretó la realidad existente”, apuntó el Gral. (R.) Shmuel Zakai. Mientras los soldados y sus comandantes directos, en el frente de batalla, debían maniobrar frente a acciones de guerrilla, Israel no supo interpretar el raciocinio de Hizbollah: la mentalidad no se actualizó, el armamento no varió, las órdenes no respondían a las nuevas necesidades. “El Comando General del Ejército quedó como anquilosado, no trató de adaptar su funcionamiento y sus planes de acción a la realidad cambiante, incluso no intentó entenderla”, recalcó Zakai. Solamente en etapas muy posteriores se entendió que había que presentar una imagen de Tzáhal como “ejército vencedor”, y se realizaron deliberaciones sobre el enemigo libanés. Hasta entonces, imperaba la convicción que “el tema libanés no es crucial para la supervivencia de Israel”. Hizbollah comenzó a funcionar en el año 1982 en base a análisis intensivos efectuados por la Guardia de la Revolución iraní, el cuerpo élite de las fuerzas de seguridad persas. Ellos entendieron que en cuanto a tecnología, potencial de fuego, armamento, la superioridad es claramente israelí. Por lo tanto buscaron una forma de lucha asimétrica: la guerrilla. Tzáhal no supo hacer este análisis. Recién en 1996 se organiza la Escuela de Guerra contra Guerrillas, sólo en 1995 se pone nuevamente en acción la unidad “Egoz”, unidad comando del Ejército que funciona a base de voluntarios especializada en la lucha de guerrillas. Los cambios fueron continuos y agravantes: la población shiíta tomó conciencia de su participación, en especial en cuanto a la conducción política del Líbano se refiere; las acciones militares de Hizbollah desde los poblados shiítas resultaron ventajosas para los ataques con misiles y frenaron la posibilidad de una operación militar israelí de envergadura; se acordó tácitamente que Tzáhal no abre fuego sobre los poblados del sur del Líbano pues de lo contrario ellos abrirían fuego sobre la población civil del norte de la Galilea. El jeque Hasan Nasralla entendió perfectamente sus ventajas: también consigue posiciones operativas de ofensiva y también mantiene frenado el fuego de las armas israelíes. “Tzáhal no reacciona debidamente, y comienza a debilitarse el aspecto psicológico, la presencia en territorio enemigo resulta inoperante e innecesaria, la moral militar y civil resultan afectadas. Se comienza a hablar de la retirada sin interpretar todos sus significados: el Ejército falla en su análisis”, resumió el Gral Zakai. [B]Testimonio[/B] “El objetivo de la presencia de Tzáhal en el Líbano era proteger a las poblaciones del Norte de la Galilea, y el Ejército israelí fracasó en esta misión”, recalcó el Gral. (R.) Noam Ben Tzví. Al recibirse la orden de retirada impartida por Ehud Barak, entonces primer ministro, todos entendieron que era inapelable pero nadie se detuvo a definir sus significados: la Comandancia del Ejército estaba en desacuerdo y las unidades en el frente resultaron apáticas. En la práctica fue una “huída”, desordenada, apresurada, abandonando equipos valiosos en el lugar, “olvidando” armamento en muchos lugares y todo esto a pesar que Hizbollah mantuvo el cese del fuego durante la retirada. El proceso se inició el 21 de mayo del año 2000, sin que el día anterior hubiera habido ningún parte militar al respecto. Fue una “caída de dominó” que concluyó el 24 de mayo. “Lo ocurrido no fue investigado. Ninguna comisión, ni militar interna ni gubernamental, fue designada para ocuparse del tema. Con todo, debemos reconocer que la retirada fue un paso correcto. La estadía allí era destructora, y “los que hablan de una retirada concertada no entienden la realidad de las cosas”, enfatizó el Gral. Ben Tzví. [B]Conclusiones[/B] Después de todas esas retiradas, la situación del conflicto israelí-palestino no ha variado sustancialmente. Por un lado, Israel demostró a sus vecinos árabes que es capaz de defenderse militarmente y utilizar esa capacidad de acuerdo a su voluntad. Pero en el plano político la situación no es tan favorable a Israel y en el plano psicológico el envenenamiento del conflicto ha ido en aumento. De un propósito inicial de que los territorios ocupados podrían ser moneda de cambio para obtener una paz estable y duradera, la imagen de Israel es la de una potencia militar ocupante de una población palestina muy hostil por el sufrimiento que impone la presencia y la acción de los israelíes, alejando toda perspectiva de una solución negociada. El actual ministro de Defensa Ehud Barak, al cerrar el seminario, destacó que “está orgulloso de la resolución asumida y de la orden impartida”, a pesar de los errores sobre los cuales asumió completa responsabilidad, aclarando: “Hizbollah no se fortaleció por nuestra retirada, sino por nuestra prolongada presencia allí”. Barak acotó: “Nos aguardan varios movimientos unilaterales más, y toda sociedad que procura sobrevivir en Oriente Medio no podrá lograr que todos sus pasos sean perfectos”. [/QUOTE]
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