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Mensaje: <blockquote data-quote="Nocturno Culto" data-source="post: 1378783" data-attributes="member: 6896">Un guardiamarina de la Armada Argentina navega como invitado en el “Sagres” 15-6-2013 | El guardiamarina Nicolás Castillo, quién egresó en 2012 de la Escuela Naval militar, fue elegido por sus méritos académicos para representar a la Armada Argentina en el Viaje de Instrucción del velero NRP “Sagres”, de la Marina de Portugal. <img src="http://www.gacetamarinera.com.ar/archivos/notas_imgs/5458_1.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" />En navegación - El buque escuela NRP “Sagres”, de la Marina portuguesa, partió el 2 de junio pasado desde Lisboa para emprender el Viaje de Instrucción de cadetes navales de primero y segundo año de ese país. Allí, también está el guardiamarina Nicolás Castillo, jefe de Detall del destructor ARA “La Argentina”, quien navega como invitado junto a marinos de otras armadas del mundo. El argentino fue invitado a participar de este viaje a bordo del velero por ser uno de los más destacados guardiamarinas de su promoción, la 141º, que egresó el año pasado de la Escuela Naval Militar. Su participación en este viaje incluye una pierna de navegación que comprende la visita al puerto francés de Rouen; a Den Helder, en Holanda; y Praia da Victoria en Azores, Portugal. “Es un orgullo para mí hacer este viaje, estoy muy contento, quiero difundir nuestra cultura y ser un buen representante de la Armada Argentina, además mi abuelo materno, Manuel Dos Santos, es portugués; será un viaje inolvidable”, expresó el marino, previo a su partida, demostrando una mezcla de emociones positivas. Por estos días, a bordo del “Sagres” participa de un encuentro de grandes veleros, que congrega a más de 8 mil marineros de todo el mundo en Rouen. Su periplo en el buque escuela portugués se extenderá hasta el próximo 4 de julio. Con destino de marino Cuando tenía 16 años y aún cursaba sus estudios secundarios, sintió la necesidad que comenzar a descubrir en que ámbito iba a proyectar su vida una vez finalizada esa etapa. No tenía demasiadas seguridades, aunque si varios intereses, como el gusto por la aventura, el deporte, los desafíos constantes y el trabajo en equipo. De esa forma se lanzó desde City Bell, provincia de Buenos Aires, su ciudad natal, hacia Buenos Aires, con la intención de recorrer esa tierra de oportunidades, en busca de la suya. En el camino, visitó universidades, colegios de formación e instituciones, hasta que impulsado por un buen presentimiento se acercó a la Delegación Naval, donde se le abrió la puerta un mundo casi desconocido, pero al que rápidamente sintió que podría pertenecer: la Armada Argentina. “Me brindaron una charla informativa que inmediatamente me motivó mucho y me entusiasmó a volver por más. Me di cuenta que allí había muchos aspectos interesantes y valores que compartía. Fue algo como mágico lo que se despertó en mí”, recuerda el hoy guardiamarina Nicolás Castillo, quien como integrante de la Promoción Nº 141 del Escalafón Comando Naval en 2012 realizó su Viaje de Instrucción a bordo de la Fragata ARA “Libertad”. Una vez decidido el camino a transitar, sólo le bastó prepararse para hacerlo de la mejor manera. Por eso, en forma paralela completó su educación media y se preparó durante un año en una academia para rendir el examen de ingreso a la Escuela Naval Militar. El esfuerzo de viajar todas las tardes varias horas en tren y regresar a su casa bajo la luz de la luna le sirvió para forjar su temperamento y confirmar su vocación. “Pasé rápidamente de no conocer a la Armada, a realizar grandes sacrificios por ser parte de ella”, reflexiona hoy. Durante el transcurso de su formación como cadete fue conociendo y descubriendo todas las opciones profesionales que la carrera naval le proponía; y ahora, desde que descubrió los submarinos, siente que su vida podría transcurrir vinculada a ése componente. Navegando en “Libertad” En 2012, el guardiamarina Castillo completó su formación como oficial, a bordo de la fragata “Libertad”. Allí puso en práctica todos los conocimientos incorporados en la Escuela Naval Militar, experimentó las situaciones cotidianas de navegación, asumió responsabilidades y comenzó a dar sus primeros pasos en la conducción de personal. Su presencia en el Buque Escuela fue motivo de orgullo de sus padres, quienes han estado presentes apoyándolo en los momentos más importantes de su joven carrera. “Me acompañan a todos lados y presencian cada ceremonia en la que participo, desde que juré la Bandera en San Juan como Cadete de Primer Año. Incluso ahora también se interesan por actividades de la Armada en las que yo no estoy implicado”, explica Castillo, quien se siente orgulloso por haber acercado a sus afectos a la Armada.</blockquote>

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