Menú
Inicio
Visitar el Sitio Zona Militar
Foros
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Qué hay de nuevo
Nuevos mensajes
Última actividad
Miembros
Visitantes actuales
Entrar
Registrarse
Novedades
Buscar
Buscar
Buscar sólo en títulos
Por:
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Menú
Entrar
Registrarse
Inicio
Foros
Fuerzas Navales
Noticias y Actualidad de las Fuerzas Navales
Noticias de la Armada Argentina (ARA)
JavaScript is disabled. For a better experience, please enable JavaScript in your browser before proceeding.
Estás usando un navegador obsoleto. No se pueden mostrar estos u otros sitios web correctamente.
Se debe actualizar o usar un
navegador alternativo
.
Responder al tema
Mensaje
<blockquote data-quote="Merchant Marine one" data-source="post: 2187614" data-attributes="member: 13119"><p><strong>EN EL YACHT CLUB DE RÍO DE JANEIRO</strong></p><p><span style="font-size: 22px"><strong>Entregaron los premios a los participantes de la Regata Oceánica Buenos Aires – Río de Janeiro</strong></span></p><p></p><p><img src="http://gacetamarinera.com.ar/wp-content/uploads/2017/02/2402_PremiosRegata_002-960x600.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p><img src="http://gacetamarinera.com.ar/wp-content/uploads/2017/02/2402_PremiosRegata_003-960x600.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p></p><p>25/02/2017. Las autoridades de la Comisión Organizadora de esta competencia otorgaron los galardones a los veleros participantes.</p><p></p><p></p><p></p><p>Río de Janeiro – Anoche en el Yacht Club de Río de Janeiro se entregaron los premios a los veleros participantes de la 25º Regata Oceánica Buenos Aires – Río de Janeiro, la principal competencia del yachting sudamericano organizada por el Yacht Club Argentino (YCA) y su par de Río de Janeiro (ICRJ).</p><p></p><p>La ceremonia representa la recompensa al gran espíritu deportivo de las tripulaciones luego de días de inclemencias climáticas, de agua salada mojando la piel y un sol que quema sin misericordia.</p><p></p><p>Los integrantes de los equipos regatistas vivieron con mucho entusiasmo el haber podido cumplir con la proeza de llegar navegando hacia la Bahía de Guanabara de la ciudad carioca, tras completar las 1.123 millas náuticas (2.079 km) de la competencia que involucraron largas jornadas,donde las escasas horas de sueño les permitieron reponer un poco de energía para continuar la marcha contra viento y marea.</p><p></p><p>En esta oportunidad fueron 23 las embarcaciones que compitieron para realizar el exigente trayecto que comprende esta regata oceánica uniendo la ciudad de Buenos Aires con la de Río de Janeiro y que, junto con las del Circuito Atlántico Sur, forma parte del Campeonato Sudamericano Oceánico de Fórmulas.</p><p></p><p>Entre los tripulantes presentes se encontraban las dotaciones de los dos yates oceánicos participantes de la Armada Argentina, el ARA “Fortuna II” y el “Fortuna III”. Pese a que en la anterior edición, en 2014, no pudieron participar; este año compitieron representando no sólo a la Armada Argentina sino también al país porque entre los competidores había veleros de Brasil y Uruguay.</p><p></p><p>La Armada mantuvo en alto esa representación nacional a través del yate ARA “Fortuna III” que obtuvo la cinta azul al ser la primera embarcación en cruzar la línea de llegada en la ciudad carioca con un tiempo de <a href="http://gacetamarinera.com.ar/el-yate-ara-fortuna-iii-obtuvo-la-cinta-azul-en-la-regata-oceanica-buenos-aires-rio-de-janeiro/">7 días, 13 horas, 14 minutos y 45 segundos</a>. Recibiendo la copa “Distrito Naval Mala do Correo” por ser el velero ganador en tiempo real.</p><p></p><p>Por su parte, el yate ARA “Fortuna II” se hizo acreedor a un reconocimiento por su participación en la competencia.</p><p></p><p>Durante la noche, hubo un <a href="http://gacetamarinera.com.ar/la-armada-argentina-brindo-seguridad-a-los-veleros-participantes/">premio especial para la corbeta ARA “Drummond” por el apoyo a los veleros participantes de la regata</a>, grabado en una placa. Asimismo, su Comandante, Capitán de Fragata Daniel Jara, fue el encargado de entregar anoche los premios en la categoría Doble.</p><p></p><p>El velero brasilero “Ventaneiro” fue el ganador en la fórmula ORC Internacional y en la clasificación general; el “Esperanza” de la Serie A y el “Fjord VI” de la Serie B de ORC Club y el “Lady Mariline” ganó en la fórmula ORC Tripulaciones en dobles.</p><p></p><p><span style="font-size: 12px"><strong>LA ZARPADA</strong></span></p><p>El sábado 11 de febrero, inició la XXV edición de la Regata Oceánica Buenos Aires – Río de Janeiro, competencia de 1.123 millas organizada por el Yacht Club Argentino y el Iate Clube de Río de Janeiro, para las Formulas ORC (Off Shore Racing Congress) Internacional, ORC Club, Veleros Clásicos y ORC Club Tripulaciones en Dobles.</p><p></p><p>Ese día, que se presentó soleado, todas las embarcaciones participantes realizaron un desfile navegando frente al Palo Militar de la sede Social del Yacht Club Argentino para luego dirigirse a la zona de partida. Mientras, desde tierra, la Banda de Música de la Armada despedía con sus melodías a las tripulaciones antes de la travesía.</p><p></p><p>La partida de la flota se realizó ese sábado a las 15 a toda vela desde el kilómetro 12 del Canal de Acceso del Puerto de Buenos Aires. El yate de la Armada cruzó la línea de largada en excelente forma y, junto al resto de las embarcaciones, comenzaron a surcar las oscuras aguas hacia el norte del Río de La Plata.</p><p></p><p>Unas horas antes, a las 10:30, había zarpado desde Dársena Norte la corbeta ARA “Drummond” para comenzar con su función de apoyo a los 23 veleros participantes de la competencia, brindando seguridad náutica y eventual asistencia a los tripulantes y a la flota de veleros participantes escoltándolos hasta Río de Janeiro.</p><p></p><p>Para participar de la Regata Oceánica fue obligatorio que los veleros utilizaran un sistema de posicionamiento satelital lo que permitió, además de mejorar el sistema de seguridad, poder seguir las alternativas de la regata a través de la web del evento.</p><p></p><p><span style="font-size: 12px"><strong>ARRIBO A RÍO</strong></span></p><p>Las expresiones de los rostros de los navegantes del “Fortuna III” al comenzar a divisar la costa y los primeros edificios de la ciudad, al sur de la Barra de Tijuca, después de casi una semana en el mar fueron indescriptibles.</p><p></p><p>Tras combatir contra Neptuno y las fuerzas de Eolo, el sábado 18 arribaron con la luz diurna y un mar calmo mientras vislumbraban, entre maniobras, los característicos morros, los barcos pesqueros, la edificación en toda esa zona el Pan de Azúcar y Copacabana.</p><p></p><p>A pocos cientos de metros apareció Río de Janeiro con su característico Cristo Redentor de fondo mientras ingresaban a la Bahía de Guanabara. Así atravesaron la línea de llegada, primero en el agua, en inmediaciones del Fuerte de Copacabana, para luego tomar amarras en la sede del ICRJ en Río de Janeiro. “Es importantísimo el reconocimiento cuando uno llega y corta la línea de llegada, ahí todo realmente se olvida y vale el sacrificio”, expresó el comandante del “Fortuna III”, Capitán de Navío Luis Sgrilletti,</p><p>Mientras que la tripulación de yate de la Armada disfrutaba del logro obtenido, quedó expectante a la espera del arribo del resto de las embarcaciones y de los resultados finales de esta regata de mayor tradición en Sudamérica.</p><p></p><p>De a poco cada uno de los competidores fueron arribando, los que llegaron de noche pudieron apreciar las luces de la “ciudad maravillosa” como un faro que los guiaba hasta la meta. Sin embargo, el factor común de cada uno de esos rostros fue la alegría por el objetivo cumplido: haber llegado.</p><p></p><p>Por su parte, la Corbeta ARA “Drummond” continuó dando apoyo náutico a los veleros que seguían navegando hacia la ciudad carioca. El buque, al mando del Capitán de Fragata Daniel Marcelo Jara, tuvo a su cargo el control informativo de los barcos, manteniendo actualizadas las posiciones brindadas ante la eventual necesidad de realizar operaciones de búsqueda de yates declarados en emergencia.</p><p></p><p>También difundió diariamente boletines meteorológicos y enmiendas al pronóstico, contando a bordo con un equipo médico destinado a prestar una adecuada atención sanitaria, en caso de ser requerida por alguna de las tripulaciones.</p><p>La tripulación del buque se vio ampliada con la presencia de Buzos Tácticos y nadadores de rescate que quedaron atentos en todo momento a cualquier requerimiento que se les presentase en materia de seguridad náutica.</p><p></p><p><span style="font-size: 12px"><strong>CON HISTORIA</strong></span></p><p>La Buenos Aires-Río, tal como se la conoce, es la competencia oceánica más importante de América del Sur y una de las más renombradas del calendario internacional, no sólo por su historia ya que se corre ininterrumpidamente cada tres años desde 1947, o la exigencia que implica su extenso recorrido, sino también por la calidad y prestigio de los veleros y timoneles que participan.</p><p></p><p>El 4 de enero de 1947 se largó la primera edición de la Buenos Aires-Río con 10 barcos que tardaron un poco más de 10 días en cruzar la línea, en una final que separó por apenas 90 segundos al ganador, el “Alfard” de Felipe Justo del “Vendaval” de Cándido Pimentel Duarte.</p><p></p><p>Pero la idea de organizar una regata que uniera Buenos Aires con Río de Janeiro surgió dos años antes, en 1945, cuando Hipólito Gil Elizalde, director de la revista Yachting Argentino propuso realizar la competencia náutica que, por su distancia, se transformó en la segunda regata más larga del planeta por aquellos años.</p><p></p><p>En las 24 realizaciones anteriores corrieron no sólo naves de nuestro país, sino también de Uruguay, Brasil, Chile, Perú, Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Italia, Portugal, Holanda, Noruega, España, Australia y Sudáfrica.</p><p></p><p>El récord en tiempo real, es decir, el total empleado en llegar a Río, está en poder del velero norteamericano “Rambler”, que lo estableció en 2008 con 4 días, 9 horas, 55 minutos y 45 segundos, con una velocidad media de 11 nudos. Este registro mejoró en 8 horas, 57 minutos y 12 segundos la marca fijada 21 años antes, en 1987, por el brasilero “Cisne Branco”.</p><p></p><p>La “Cinta Azul” de la regata, es decir, la que se otorga al primer velero en atravesar la línea de llegada, fue ganada en 9 oportunidades por yates de Estados Unidos, 9 por Argentina, 4 por Brasil, 1 por Sudáfrica y 2 por Uruguay. Cinco de las obtenidas por nuestro país fueron para los yates de la Armada Argentina. En 1956 para el Yate ARA “Fortuna”; en 1990 y 2002 el “Fortuna II” obtuvo la cinta azul al cruzar primero la línea de llegada; galardón que fue obtenido tres años después, en 2005, por el “Fortuna III” y, este año, volvió a repetir la misma hazaña.</p><p></p><p>Mientras que en tiempo corregido, el modificado de acuerdo con una especie de handicap que las fórmulas le otorgan a cada nave, lo posee el “Daphne”, de los hermanos argentinos Germán y José Frers, conseguido en 1987, con 4 días, 9 horas, 4 minutos y 48 segundos.</p><p></p><p>En tiempo corregido la regata fue ganada 15 veces por yates de Argentina, 5 por los del Brasil, 4 por los de Estados Unidos y 1 por Uruguay. El ganador de la cuarta edición, en 1956, fue el Yate ARA “Fortuna” y en 1981, el “Fortuna II” ganó la regata Buenos Aires-Río y obtuvo, además, la copa Presidente de la Nación Argentina al haber resultado el barco ganador en tiempo corregido de la Fórmula “ORC Internacional”.</p><p></p><p>Hasta el momento han participado de esta regata oceánica más de 600 embarcaciones de 15 países: Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Chile, USA, España, Holanda, Italia, Noruega, Perú, Portugal, Reino Unido, Sudáfrica y Uruguay.</p><p></p><p>Cada tres años, que es el tiempo que existe entre cada una de las ediciones, los veleristas renuevan las esperanzas de correr y completar la regata y, aquellos más aventurados esperan una nueva oportunidad para batir récords.</p><p></p><p>Sin embargo, las navegaciones a vela son muy cambiantes debido a las también variables condiciones meteorológicas. Algunos trayectos se pueden ver favorecidos con vientos de través que favorecen para una navegación rápida; otros pueden ser en ceñida, es decir, navegando contra el viento y un mar embravecido, y en otros, se puede llegar a una zona de transición por los caprichos de la meteorología con vientos suaves, enganchando una calma que hace que la tripulación deba esforzarse mucho con la navegación y la táctica, intentando por ejemplo cambios de vela; allí pasa a tomar un rol decisivo el navegante frente a las computadoras, quien deberá decidir cada paso.</p><p></p><p>Generalmente, las unidades de menor eslora deben realizar una navegación más costera dirigiéndose, si fuera preciso, al abrigo del puerto más cercano para evitar riesgos innecesarios ante condiciones muy adversas.</p><p></p><p>El cansancio de las tripulaciones, después de tantos cambios de vela como de rumbo, será inevitable y comenzará a surgir la ansiedad por la llegada de un viento estable.</p><p></p><p>Pero lo que nunca deberá faltar en los navegantes será la concentración; enfocarse en la “regata” y en todo lo que ella involucra, como las posibles variables que pudieran afectar la velocidad y cómo resolverlas con rapidez y seguridad. Algunas de esas variables son el viento, las velas, la escora, el agua dentro del velero, las olas, la corriente, etc.</p><p></p><p>Durante los días de navegación solitaria, a los veleristas de día los abrazará la inmensidad del mar y de noche los cobijarán las estrellas.</p><p></p><p><span style="font-size: 12px"><strong>ACTIVIDAD DE EXCELENCIA</strong></span></p><p>La Armada considera a la navegación a vela como una actividad de excelencia en la formación naval, marinera y personal de los oficiales y los suboficiales, ya que fortalece el espíritu de cuerpo y la templanza ante los desafíos y situaciones de riesgos, en especial, la capacidad de liderazgo para la instrucción en la toma de decisiones.</p><p></p><p>En virtud de la categoría de este evento, resultó importante la presencia de la institución a través de sus yates oceánicos: los ARA “Fortuna II” y “Fortuna III” en representación de la Fuerza, a fin de incrementar la presencia de la institución en actividades náuticas competitivas de orden internacional explotando el uso de los yates oceánicos como elemento de formación y adiestramiento.</p><p></p><p>La dotación del “Fortuna III”, comandada por el Capitán de Navío Luis Rafael Sgrilletti, está conformada por un equipo de 16 hombres, entre personal militar y civil de la Armada Argentina y miembros de distintos clubes náuticos; el velero tiene su amarradero en Puerto Madero.</p><p></p><p>Mientras que el “Fortuna II”, bajo el comando del Capitán de Corbeta Guillermo Madrigal posee una dotación compuesta por profesores y cadetes de la Escuela Naval Militar de la Armada Argentina donde tiene su apostadero.</p><p></p><p>El Yate ARA “Fortuna II”, construido en 1976, dejó de estar bajo la órbita de la Secretaría General Naval para pasar a depender de la Escuela Naval Militar por Resolución EMGA Nº 500/08. Cumple la función de adiestrar a los cadetes en el arte de la navegación a vela; y en esta nueva edición de la tradicional regata internacional conformaron la tripulación cadetes integrantes del equipo de vela.</p><p></p><p>Pero, previo a esta regata oceánica, las tripulaciones de ambos veleros debieron prepararse y adiestrarse en diferentes tipos de competencias náuticas organizadas por el Yacht Club Argentino.</p><p></p><p>A fines de 2015, la Armada Argentina se hizo presente, junto a otras 82 embarcaciones de distintos clubes y categorías de la regata Copa Buquebus, mediante la participación de los yates “Fortuna II” y “Fortuna III” con destacadas actuaciones en sus respectivas series de competencia. En este caso, el “Fortuna III” obtuvo la cinta azul por haber llegado en primer lugar a la línea de llegada en ambos trayectos, de ida y de regreso.</p><p></p><p>En febrero de 2016, el “Fortuna III”, al mando del Capitán de Navío Luis Sgrilletti, participó en la 60ª Regata Oceánica Buenos Aires – Mar del Plata donde obtuvo nuevamente la cinta azul; luego compitió en la Copa Cabo Corrientes donde se corrieron dos regatas Barlovento-Sotavento frente a las playas de Mar del Plata coronándose segundo en su clase.</p><p></p><p>Seguidamente llegó el turno de la regata internacional “La Panela” en marzo de 2016 en la que los participantes navegaron hasta el faro de Montevideo “La Panela” y volvieron a Buenos Aires; terminando el “Fortuna III” la competencia con el 1° puesto en tiempo real y en su serie, y 2° en clasificación general según tiempo corregido.</p><p></p><p>Por último, a fines de 2016 el “Fortuna III” corrió nuevamente la Copa Buquebus obteniendo la Cinta Azul por haber cruzado primero la línea de llegada en los trayectos Buenos Aires- Punta del Este y Punta del Este – Buenos Aires. Con respecto al resultado obtenido su comandante, Capitán de Navío Luis Rafael Sgrilletti, expresó: “Este es el resultado de un año intenso de regatas y entrenamiento, una tripulación afianzada e identificada con el barco con miras a correr la Regata Oceánica Buenos Aires – Río de Janeiro”.</p><p></p><p>Diciembre representó la etapa de alistamiento y abastecimiento final, a efectos de alcanzar las condiciones óptimas para la seguridad durante la regata; lo que implicó el mantenimiento preventivo y correctivo de la unidad, como así también el adiestramiento de toda la tripulación.</p><p></p><p>Los dos veleros navales zarparon desde Buenos Aires en derrota oceánica hacia Río de Janeiro, con el objetivo de flexibilizar su derrota en función de las condiciones hidrometeorológicas que les permitieran asegurar el arribo en el menor tiempo posible.</p><p></p><p><span style="font-size: 12px"><strong>EL ALMA DEL “FORTUNA III”</strong></span></p><p>Completar esta regata demanda un esfuerzo muy grande, por lo que la gratificación de lograrlo es magnánima. Cada barco es un pedazo de carbono, y el espíritu del barco lo hace la gente con su esfuerzo puesto durante la navegación, durmiendo tres horas por día, cubriendo guardias rotativas de seis horas y con un gran espíritu de trabajo.</p><p></p><p>“El ‘Fortuna III´ es un barco muy especial. Yo a veces lo comparo con un equipo de rugby, primero por la cantidad de gente y después porque cada uno tiene un puesto designado especialmente para esa persona. Por ahí en algunas maniobras intervienen todos, pero en otras no”, manifestó el Capitán de Navío Luis Rafael Sgrilletti.</p><p></p><p>Algunos se dedican al trimado, que es la puesta a punto de las velas de proa; otros se dedican al trimado de la vela mayor; otros a la navegación: hay 2 proeles en un barco de 60 pies –es un barco grande-. “En definitiva, cada uno tiene su función dentro de la embarcación”, aclaró el comandante del “Fortuna III”.</p><p></p><p>El comandante coordina las operaciones y su segundo es un agente civil que se encarga un poco del armado del equipo y un poco de la táctica de Regata.</p><p></p><p><span style="font-size: 12px"><strong>HISTORIA DEL GANADOR DE LA CINTA AZUL</strong></span></p><p>Con el diseño donado por Germán Frers comenzó el sueño de continuar la zaga de los yates Fortunas, dicha tarea fue iniciada por personal de la Armada representada por el Capitán de Corbeta Marcelo Goyenechea. Estuvieron a cargo del equipo de construcción los ingenieros navales Edgardo Martinoli, Rosendo Alves y los Capitanes de Corbeta Eduardo Ruiz y Otto Nolter, quienes comenzaron a trabajar en el proyecto el 2 de mayo del 2001.</p><p></p><p>Estos trabajos consistieron desde los moldes de los modelos en aglomerado MDF, hasta el montaje de los hornos para el proceso de laminación.</p><p></p><p>En el casco, cubierta y mamparos, se utilizó por primera vez en el país, sándwich de fibra de carbono preimpregnada unidireccional y biaxial SE-84 con núcleo tipo panal de abeja de Nomex, La botavara y las velas fueron construidas en el país y el mástil y los tangones en Italia, todo ellos posible gracias al aporte de numerosos sponsors.</p><p>Finalmente, el yate ARA “Fortuna III”, de la clase Frers 60, con el número de Vela ARG5000, fue botado el 15 de octubre del 2004.</p><p></p><p>Durante la ceremonia, la madrina Delfina Frers -madre de Germán Frers (hijo), diseñador del velero- efectuó la tradicional rotura de la botella de champagne y deseó “buenos vientos” para la nave.</p><p></p><p>Este velero de la Armada, al igual que sus antecesores, lleva su nombre en honor a la goleta homónima que combatiera en la guerra de la Independencia.</p><p></p><p></p><p></p><p>Crèditos: Gaceta Marinera Digital</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Merchant Marine one, post: 2187614, member: 13119"] [B]EN EL YACHT CLUB DE RÍO DE JANEIRO[/B] [SIZE=6][B]Entregaron los premios a los participantes de la Regata Oceánica Buenos Aires – Río de Janeiro[/B][/SIZE] [IMG]http://gacetamarinera.com.ar/wp-content/uploads/2017/02/2402_PremiosRegata_002-960x600.jpg[/IMG] [IMG]http://gacetamarinera.com.ar/wp-content/uploads/2017/02/2402_PremiosRegata_003-960x600.jpg[/IMG] 25/02/2017. Las autoridades de la Comisión Organizadora de esta competencia otorgaron los galardones a los veleros participantes. Río de Janeiro – Anoche en el Yacht Club de Río de Janeiro se entregaron los premios a los veleros participantes de la 25º Regata Oceánica Buenos Aires – Río de Janeiro, la principal competencia del yachting sudamericano organizada por el Yacht Club Argentino (YCA) y su par de Río de Janeiro (ICRJ). La ceremonia representa la recompensa al gran espíritu deportivo de las tripulaciones luego de días de inclemencias climáticas, de agua salada mojando la piel y un sol que quema sin misericordia. Los integrantes de los equipos regatistas vivieron con mucho entusiasmo el haber podido cumplir con la proeza de llegar navegando hacia la Bahía de Guanabara de la ciudad carioca, tras completar las 1.123 millas náuticas (2.079 km) de la competencia que involucraron largas jornadas,donde las escasas horas de sueño les permitieron reponer un poco de energía para continuar la marcha contra viento y marea. En esta oportunidad fueron 23 las embarcaciones que compitieron para realizar el exigente trayecto que comprende esta regata oceánica uniendo la ciudad de Buenos Aires con la de Río de Janeiro y que, junto con las del Circuito Atlántico Sur, forma parte del Campeonato Sudamericano Oceánico de Fórmulas. Entre los tripulantes presentes se encontraban las dotaciones de los dos yates oceánicos participantes de la Armada Argentina, el ARA “Fortuna II” y el “Fortuna III”. Pese a que en la anterior edición, en 2014, no pudieron participar; este año compitieron representando no sólo a la Armada Argentina sino también al país porque entre los competidores había veleros de Brasil y Uruguay. La Armada mantuvo en alto esa representación nacional a través del yate ARA “Fortuna III” que obtuvo la cinta azul al ser la primera embarcación en cruzar la línea de llegada en la ciudad carioca con un tiempo de [URL='http://gacetamarinera.com.ar/el-yate-ara-fortuna-iii-obtuvo-la-cinta-azul-en-la-regata-oceanica-buenos-aires-rio-de-janeiro/']7 días, 13 horas, 14 minutos y 45 segundos[/URL]. Recibiendo la copa “Distrito Naval Mala do Correo” por ser el velero ganador en tiempo real. Por su parte, el yate ARA “Fortuna II” se hizo acreedor a un reconocimiento por su participación en la competencia. Durante la noche, hubo un [URL='http://gacetamarinera.com.ar/la-armada-argentina-brindo-seguridad-a-los-veleros-participantes/']premio especial para la corbeta ARA “Drummond” por el apoyo a los veleros participantes de la regata[/URL], grabado en una placa. Asimismo, su Comandante, Capitán de Fragata Daniel Jara, fue el encargado de entregar anoche los premios en la categoría Doble. El velero brasilero “Ventaneiro” fue el ganador en la fórmula ORC Internacional y en la clasificación general; el “Esperanza” de la Serie A y el “Fjord VI” de la Serie B de ORC Club y el “Lady Mariline” ganó en la fórmula ORC Tripulaciones en dobles. [SIZE=3][B]LA ZARPADA[/B][/SIZE] El sábado 11 de febrero, inició la XXV edición de la Regata Oceánica Buenos Aires – Río de Janeiro, competencia de 1.123 millas organizada por el Yacht Club Argentino y el Iate Clube de Río de Janeiro, para las Formulas ORC (Off Shore Racing Congress) Internacional, ORC Club, Veleros Clásicos y ORC Club Tripulaciones en Dobles. Ese día, que se presentó soleado, todas las embarcaciones participantes realizaron un desfile navegando frente al Palo Militar de la sede Social del Yacht Club Argentino para luego dirigirse a la zona de partida. Mientras, desde tierra, la Banda de Música de la Armada despedía con sus melodías a las tripulaciones antes de la travesía. La partida de la flota se realizó ese sábado a las 15 a toda vela desde el kilómetro 12 del Canal de Acceso del Puerto de Buenos Aires. El yate de la Armada cruzó la línea de largada en excelente forma y, junto al resto de las embarcaciones, comenzaron a surcar las oscuras aguas hacia el norte del Río de La Plata. Unas horas antes, a las 10:30, había zarpado desde Dársena Norte la corbeta ARA “Drummond” para comenzar con su función de apoyo a los 23 veleros participantes de la competencia, brindando seguridad náutica y eventual asistencia a los tripulantes y a la flota de veleros participantes escoltándolos hasta Río de Janeiro. Para participar de la Regata Oceánica fue obligatorio que los veleros utilizaran un sistema de posicionamiento satelital lo que permitió, además de mejorar el sistema de seguridad, poder seguir las alternativas de la regata a través de la web del evento. [SIZE=3][B]ARRIBO A RÍO[/B][/SIZE] Las expresiones de los rostros de los navegantes del “Fortuna III” al comenzar a divisar la costa y los primeros edificios de la ciudad, al sur de la Barra de Tijuca, después de casi una semana en el mar fueron indescriptibles. Tras combatir contra Neptuno y las fuerzas de Eolo, el sábado 18 arribaron con la luz diurna y un mar calmo mientras vislumbraban, entre maniobras, los característicos morros, los barcos pesqueros, la edificación en toda esa zona el Pan de Azúcar y Copacabana. A pocos cientos de metros apareció Río de Janeiro con su característico Cristo Redentor de fondo mientras ingresaban a la Bahía de Guanabara. Así atravesaron la línea de llegada, primero en el agua, en inmediaciones del Fuerte de Copacabana, para luego tomar amarras en la sede del ICRJ en Río de Janeiro. “Es importantísimo el reconocimiento cuando uno llega y corta la línea de llegada, ahí todo realmente se olvida y vale el sacrificio”, expresó el comandante del “Fortuna III”, Capitán de Navío Luis Sgrilletti, Mientras que la tripulación de yate de la Armada disfrutaba del logro obtenido, quedó expectante a la espera del arribo del resto de las embarcaciones y de los resultados finales de esta regata de mayor tradición en Sudamérica. De a poco cada uno de los competidores fueron arribando, los que llegaron de noche pudieron apreciar las luces de la “ciudad maravillosa” como un faro que los guiaba hasta la meta. Sin embargo, el factor común de cada uno de esos rostros fue la alegría por el objetivo cumplido: haber llegado. Por su parte, la Corbeta ARA “Drummond” continuó dando apoyo náutico a los veleros que seguían navegando hacia la ciudad carioca. El buque, al mando del Capitán de Fragata Daniel Marcelo Jara, tuvo a su cargo el control informativo de los barcos, manteniendo actualizadas las posiciones brindadas ante la eventual necesidad de realizar operaciones de búsqueda de yates declarados en emergencia. También difundió diariamente boletines meteorológicos y enmiendas al pronóstico, contando a bordo con un equipo médico destinado a prestar una adecuada atención sanitaria, en caso de ser requerida por alguna de las tripulaciones. La tripulación del buque se vio ampliada con la presencia de Buzos Tácticos y nadadores de rescate que quedaron atentos en todo momento a cualquier requerimiento que se les presentase en materia de seguridad náutica. [SIZE=3][B]CON HISTORIA[/B][/SIZE] La Buenos Aires-Río, tal como se la conoce, es la competencia oceánica más importante de América del Sur y una de las más renombradas del calendario internacional, no sólo por su historia ya que se corre ininterrumpidamente cada tres años desde 1947, o la exigencia que implica su extenso recorrido, sino también por la calidad y prestigio de los veleros y timoneles que participan. El 4 de enero de 1947 se largó la primera edición de la Buenos Aires-Río con 10 barcos que tardaron un poco más de 10 días en cruzar la línea, en una final que separó por apenas 90 segundos al ganador, el “Alfard” de Felipe Justo del “Vendaval” de Cándido Pimentel Duarte. Pero la idea de organizar una regata que uniera Buenos Aires con Río de Janeiro surgió dos años antes, en 1945, cuando Hipólito Gil Elizalde, director de la revista Yachting Argentino propuso realizar la competencia náutica que, por su distancia, se transformó en la segunda regata más larga del planeta por aquellos años. En las 24 realizaciones anteriores corrieron no sólo naves de nuestro país, sino también de Uruguay, Brasil, Chile, Perú, Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Italia, Portugal, Holanda, Noruega, España, Australia y Sudáfrica. El récord en tiempo real, es decir, el total empleado en llegar a Río, está en poder del velero norteamericano “Rambler”, que lo estableció en 2008 con 4 días, 9 horas, 55 minutos y 45 segundos, con una velocidad media de 11 nudos. Este registro mejoró en 8 horas, 57 minutos y 12 segundos la marca fijada 21 años antes, en 1987, por el brasilero “Cisne Branco”. La “Cinta Azul” de la regata, es decir, la que se otorga al primer velero en atravesar la línea de llegada, fue ganada en 9 oportunidades por yates de Estados Unidos, 9 por Argentina, 4 por Brasil, 1 por Sudáfrica y 2 por Uruguay. Cinco de las obtenidas por nuestro país fueron para los yates de la Armada Argentina. En 1956 para el Yate ARA “Fortuna”; en 1990 y 2002 el “Fortuna II” obtuvo la cinta azul al cruzar primero la línea de llegada; galardón que fue obtenido tres años después, en 2005, por el “Fortuna III” y, este año, volvió a repetir la misma hazaña. Mientras que en tiempo corregido, el modificado de acuerdo con una especie de handicap que las fórmulas le otorgan a cada nave, lo posee el “Daphne”, de los hermanos argentinos Germán y José Frers, conseguido en 1987, con 4 días, 9 horas, 4 minutos y 48 segundos. En tiempo corregido la regata fue ganada 15 veces por yates de Argentina, 5 por los del Brasil, 4 por los de Estados Unidos y 1 por Uruguay. El ganador de la cuarta edición, en 1956, fue el Yate ARA “Fortuna” y en 1981, el “Fortuna II” ganó la regata Buenos Aires-Río y obtuvo, además, la copa Presidente de la Nación Argentina al haber resultado el barco ganador en tiempo corregido de la Fórmula “ORC Internacional”. Hasta el momento han participado de esta regata oceánica más de 600 embarcaciones de 15 países: Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Chile, USA, España, Holanda, Italia, Noruega, Perú, Portugal, Reino Unido, Sudáfrica y Uruguay. Cada tres años, que es el tiempo que existe entre cada una de las ediciones, los veleristas renuevan las esperanzas de correr y completar la regata y, aquellos más aventurados esperan una nueva oportunidad para batir récords. Sin embargo, las navegaciones a vela son muy cambiantes debido a las también variables condiciones meteorológicas. Algunos trayectos se pueden ver favorecidos con vientos de través que favorecen para una navegación rápida; otros pueden ser en ceñida, es decir, navegando contra el viento y un mar embravecido, y en otros, se puede llegar a una zona de transición por los caprichos de la meteorología con vientos suaves, enganchando una calma que hace que la tripulación deba esforzarse mucho con la navegación y la táctica, intentando por ejemplo cambios de vela; allí pasa a tomar un rol decisivo el navegante frente a las computadoras, quien deberá decidir cada paso. Generalmente, las unidades de menor eslora deben realizar una navegación más costera dirigiéndose, si fuera preciso, al abrigo del puerto más cercano para evitar riesgos innecesarios ante condiciones muy adversas. El cansancio de las tripulaciones, después de tantos cambios de vela como de rumbo, será inevitable y comenzará a surgir la ansiedad por la llegada de un viento estable. Pero lo que nunca deberá faltar en los navegantes será la concentración; enfocarse en la “regata” y en todo lo que ella involucra, como las posibles variables que pudieran afectar la velocidad y cómo resolverlas con rapidez y seguridad. Algunas de esas variables son el viento, las velas, la escora, el agua dentro del velero, las olas, la corriente, etc. Durante los días de navegación solitaria, a los veleristas de día los abrazará la inmensidad del mar y de noche los cobijarán las estrellas. [SIZE=3][B]ACTIVIDAD DE EXCELENCIA[/B][/SIZE] La Armada considera a la navegación a vela como una actividad de excelencia en la formación naval, marinera y personal de los oficiales y los suboficiales, ya que fortalece el espíritu de cuerpo y la templanza ante los desafíos y situaciones de riesgos, en especial, la capacidad de liderazgo para la instrucción en la toma de decisiones. En virtud de la categoría de este evento, resultó importante la presencia de la institución a través de sus yates oceánicos: los ARA “Fortuna II” y “Fortuna III” en representación de la Fuerza, a fin de incrementar la presencia de la institución en actividades náuticas competitivas de orden internacional explotando el uso de los yates oceánicos como elemento de formación y adiestramiento. La dotación del “Fortuna III”, comandada por el Capitán de Navío Luis Rafael Sgrilletti, está conformada por un equipo de 16 hombres, entre personal militar y civil de la Armada Argentina y miembros de distintos clubes náuticos; el velero tiene su amarradero en Puerto Madero. Mientras que el “Fortuna II”, bajo el comando del Capitán de Corbeta Guillermo Madrigal posee una dotación compuesta por profesores y cadetes de la Escuela Naval Militar de la Armada Argentina donde tiene su apostadero. El Yate ARA “Fortuna II”, construido en 1976, dejó de estar bajo la órbita de la Secretaría General Naval para pasar a depender de la Escuela Naval Militar por Resolución EMGA Nº 500/08. Cumple la función de adiestrar a los cadetes en el arte de la navegación a vela; y en esta nueva edición de la tradicional regata internacional conformaron la tripulación cadetes integrantes del equipo de vela. Pero, previo a esta regata oceánica, las tripulaciones de ambos veleros debieron prepararse y adiestrarse en diferentes tipos de competencias náuticas organizadas por el Yacht Club Argentino. A fines de 2015, la Armada Argentina se hizo presente, junto a otras 82 embarcaciones de distintos clubes y categorías de la regata Copa Buquebus, mediante la participación de los yates “Fortuna II” y “Fortuna III” con destacadas actuaciones en sus respectivas series de competencia. En este caso, el “Fortuna III” obtuvo la cinta azul por haber llegado en primer lugar a la línea de llegada en ambos trayectos, de ida y de regreso. En febrero de 2016, el “Fortuna III”, al mando del Capitán de Navío Luis Sgrilletti, participó en la 60ª Regata Oceánica Buenos Aires – Mar del Plata donde obtuvo nuevamente la cinta azul; luego compitió en la Copa Cabo Corrientes donde se corrieron dos regatas Barlovento-Sotavento frente a las playas de Mar del Plata coronándose segundo en su clase. Seguidamente llegó el turno de la regata internacional “La Panela” en marzo de 2016 en la que los participantes navegaron hasta el faro de Montevideo “La Panela” y volvieron a Buenos Aires; terminando el “Fortuna III” la competencia con el 1° puesto en tiempo real y en su serie, y 2° en clasificación general según tiempo corregido. Por último, a fines de 2016 el “Fortuna III” corrió nuevamente la Copa Buquebus obteniendo la Cinta Azul por haber cruzado primero la línea de llegada en los trayectos Buenos Aires- Punta del Este y Punta del Este – Buenos Aires. Con respecto al resultado obtenido su comandante, Capitán de Navío Luis Rafael Sgrilletti, expresó: “Este es el resultado de un año intenso de regatas y entrenamiento, una tripulación afianzada e identificada con el barco con miras a correr la Regata Oceánica Buenos Aires – Río de Janeiro”. Diciembre representó la etapa de alistamiento y abastecimiento final, a efectos de alcanzar las condiciones óptimas para la seguridad durante la regata; lo que implicó el mantenimiento preventivo y correctivo de la unidad, como así también el adiestramiento de toda la tripulación. Los dos veleros navales zarparon desde Buenos Aires en derrota oceánica hacia Río de Janeiro, con el objetivo de flexibilizar su derrota en función de las condiciones hidrometeorológicas que les permitieran asegurar el arribo en el menor tiempo posible. [SIZE=3][B]EL ALMA DEL “FORTUNA III”[/B][/SIZE] Completar esta regata demanda un esfuerzo muy grande, por lo que la gratificación de lograrlo es magnánima. Cada barco es un pedazo de carbono, y el espíritu del barco lo hace la gente con su esfuerzo puesto durante la navegación, durmiendo tres horas por día, cubriendo guardias rotativas de seis horas y con un gran espíritu de trabajo. “El ‘Fortuna III´ es un barco muy especial. Yo a veces lo comparo con un equipo de rugby, primero por la cantidad de gente y después porque cada uno tiene un puesto designado especialmente para esa persona. Por ahí en algunas maniobras intervienen todos, pero en otras no”, manifestó el Capitán de Navío Luis Rafael Sgrilletti. Algunos se dedican al trimado, que es la puesta a punto de las velas de proa; otros se dedican al trimado de la vela mayor; otros a la navegación: hay 2 proeles en un barco de 60 pies –es un barco grande-. “En definitiva, cada uno tiene su función dentro de la embarcación”, aclaró el comandante del “Fortuna III”. El comandante coordina las operaciones y su segundo es un agente civil que se encarga un poco del armado del equipo y un poco de la táctica de Regata. [SIZE=3][B]HISTORIA DEL GANADOR DE LA CINTA AZUL[/B][/SIZE] Con el diseño donado por Germán Frers comenzó el sueño de continuar la zaga de los yates Fortunas, dicha tarea fue iniciada por personal de la Armada representada por el Capitán de Corbeta Marcelo Goyenechea. Estuvieron a cargo del equipo de construcción los ingenieros navales Edgardo Martinoli, Rosendo Alves y los Capitanes de Corbeta Eduardo Ruiz y Otto Nolter, quienes comenzaron a trabajar en el proyecto el 2 de mayo del 2001. Estos trabajos consistieron desde los moldes de los modelos en aglomerado MDF, hasta el montaje de los hornos para el proceso de laminación. En el casco, cubierta y mamparos, se utilizó por primera vez en el país, sándwich de fibra de carbono preimpregnada unidireccional y biaxial SE-84 con núcleo tipo panal de abeja de Nomex, La botavara y las velas fueron construidas en el país y el mástil y los tangones en Italia, todo ellos posible gracias al aporte de numerosos sponsors. Finalmente, el yate ARA “Fortuna III”, de la clase Frers 60, con el número de Vela ARG5000, fue botado el 15 de octubre del 2004. Durante la ceremonia, la madrina Delfina Frers -madre de Germán Frers (hijo), diseñador del velero- efectuó la tradicional rotura de la botella de champagne y deseó “buenos vientos” para la nave. Este velero de la Armada, al igual que sus antecesores, lleva su nombre en honor a la goleta homónima que combatiera en la guerra de la Independencia. Crèditos: Gaceta Marinera Digital [/QUOTE]
Insertar citas…
Verificación
Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
Responder
Inicio
Foros
Fuerzas Navales
Noticias y Actualidad de las Fuerzas Navales
Noticias de la Armada Argentina (ARA)
Este sitio usa cookies. Para continuar usando este sitio, se debe aceptar nuestro uso de cookies.
Aceptar
Más información.…
Arriba