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Mensaje: <blockquote data-quote="Merchant Marine one" data-source="post: 2200530" data-attributes="member: 13119">Comunicaciones antárticas<img src="http://gacetamarinera.com.ar/wp-content/uploads/2017/03/21-03-17_ComunicacionesAnta%CC%81rticas_02-960x600.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" />21/03/2017. Los diversos tipos de comunicaciones componen uno de los ejes centrales de la logística antártica y del bienestar de los tripulantes.Antártida – Entre los muchos aspectos a tener en cuenta para el desarrollo de una campaña como la antártica, sin dudas las comunicaciones emergen como uno de los factores centrales para poder desarrollar tareas logísticas. Más aún en un país como el nuestro, con 13 bases y más de cincuenta refugios esparcidos por gran parte del continente blanco.A escasos dos metros del puente de comando del transporte ARA “Bahía San Blas” se encuentra el cuarto de radio, la columna vertebral de las comunicaciones en el buque, y del buque con el resto del planeta. Un espacio de poco más de dos metros y medio cuadrados que contiene equipos de frecuencia radioeléctrica, computadoras, equipos de radio, teléfono satelital y equipos portátiles.En ese espacio, cuya jefe es la Teniente de Fragata Lorena González, trabajan el encargado, Suboficial Principal Sergio Genaro, junto al Suboficial Segundo Miguel Bargas; el Cabo Principal Carlos Fernando Araoz y el Cabo Primero Manuel Alarcón, quienes cubren guardias permanentes de cuatro horas de trabajo por ocho de descanso. La luz del cuarto de radio siempre está prendida; se enciende cuando se inicia la campaña y se apaga cuando el buque vuelve a tomar amarras en su apostadero.El equipo de comunicaciones se ocupa de mantener en servicio y otorgar todos los equipos portátiles que se emplean en la unidad. Sin esos equipos, las coordinaciones para llevar adelante la tarea logística serían casi imposibles. El enlace permanente entre el puente de comando, la cubierta, las bodegas, el oficial y el ayudante de guardia, las lanchas EDPV, los VAR y los botes Zodiac debe ser claro y permanente, y para ello hay que garantizar que todos los equipos funcionen, estén cargados y que, de ser necesario, puedan ser sustituidos.Lo mismo sucede con las comunicaciones entre el buque y las distintas centrales en Buenos Aires, Mar del Plata, Puerto Belgrano y Ushuaia, con las que se mantiene contacto permanente y se intercambian informaciones, directivas y órdenes; y también con las distintas bases y buques con los que operan durante la campaña.Otra tarea importante durante la navegación es la recepción de los informes meteorológicos y las imágenes satelitales, donde trabajan junto al Suboficial Primero meteorólogo Miguel Almeida. Esta simbiosis permite que el transporte “San Blas” cuente con información valiosa para que sea interpretada por los profesionales meteorólogos para emitir un pronóstico certero y actualizado que asesore al comando las mejores rutas y condiciones de navegación.Por último, más allá de las comunicaciones de tipo operativas, la Radio establece un vínculo permanente entre la tripulación y sus familias, con las denominadas comunicaciones de bienestar.TANGO BRAVO<ul> <li data-xf-list-type="ul">Tango Bravo 2, Tango Bravo 2, Tango Bravo 2, aquí Bravo 4, aquí Bravo 4, prueba de enlace, cambio.</li> <li data-xf-list-type="ul">Aquí Tango Bravo 2, recibo Bravo 4, adelante, cambio.</li> <li data-xf-list-type="ul">Tango Bravo 2, buenos días, iniciamos comunicación de bienestar con 21/Alfa.</li> </ul>Segundos después, del otro lado del intercomunicador la voz de Claudia, la mujer del Suboficial Segundo Fernando Villafañe, se hace audible en los auriculares y comienzan a hablar.Tango Bravo 2 es el nombre de la central de comunicaciones en Puerto Belgrano, Bravo 4 (B4) es el indicativo del buque para este tipo de comunicaciones; y el código 21/Alfa, por ejemplo, proviene de un listado que el equipo de comunicación realizó previo a la zarpada y que contiene una numeración para cada tripulante y una letra para cada número de teléfono que estos hayan asentado para poder comunicarse, con un límite de tres. De esta forma se evita emitir información personal –como números de teléfono– durante un contacto.Las comunicaciones de bienestar pueden realizarse varias veces al día siempre que pueda establecerse el contacto, dado que en ocasiones las condiciones climáticas lo impiden. Para ello los tripulantes tienen que anotarse en algún turno y esperar a ser convocados para hacer la comunicación. Si bien los primeros días de navegación no se requiere tanto el servicio, cuando pasa el tiempo esa demanda va aumentando.A pesar de que algunas bases antárticas, tanto argentinas como extranjeras, cuentan hoy con conexión a internet, lo cierto es que los buques no cuentan aún con un servicio libre; sí con comunicación satelital restringida sólo al uso laboral.También puede suceder que desde el continente –el Servicio Auxiliar Radiofónico de la Armada (SARA) de Puerto Belgrano, en este caso– se comunique con el buque para informar a algún tripulante una novedad importante. Así es que la radio termina llevando adelante una función vital en el “humor” del buque y, por ende, es el personal de la radio quien primero se entera de todas las novedades, sean buenas o malas. Cualquiera sea la noticia, ésta se informa a la jefatura de comunicaciones y se deja en manos del comando del buque la decisión sobre como comunicársela al involucrado.Las comunicaciones de bienestar intentan hacer que los tripulantes alivianen el peso de las ausencias, ese tiempo cuyos acontecimientos serán irrecuperables para quienes no puedan asistir. Primer día de escuela de un hijo o hija, cumpleaños, casamientos o nacimientos. Cada ausencia puede afectar de distinta manera a la persona, por lo que poder al menos hablar con sus seres queridos ayuda a minimizar el impacto.Cuando la comunicación trae buenas noticias, es el buque entero el que se alegra. “Es muy emocionante participar de la noticia de que alguno fue papá. Una alegría enorme que tenemos el gusto de compartir en ese mismo momento. Antes, cuando no existían los celulares, había que esperar a que a la mamá le den el alta, pero ahora, horas después del parto la familia puede hablarse”, explicó el Suboficial Genaro.Pero también se viven comunicaciones dolorosas estando en campaña. No en la actual, pero sí en este mismo escenario inhóspito. Tanto el Suboficial Bargas como el Suboficial Genaro, que en años diferentes navegaron en el rompehielos ARA “Almirante Irízar”, recibieron las comunicaciones de que distintos accidentes habían cobrado vidas en bases argentinas. “Recibimos la comunicación del fallecimiento de un científico y un Suboficial en la ex base Jubany (hoy Carlini) durante una salida, cuando ambos cayeron en una grieta; fue un momento muy duro, muy feo”, recuerda el Suboficial Bargas.El segundo, cuando de la base Orcadas avisaron de la desaparición del Jefe de base, un cocinero y un camarada de la Fuerza Aérea que luego aparecieron sin vida. “La peor noticia que recibí estando en la radio”, asegura el Suboficial Genaro. En ese momento el rompehielos fue a Orcadas a buscarlos.De todas maneras, más allá de alcances y limitaciones, el cuarto de radio será el punto de reunión de gran parte de la tripulación para comunicarse con sus familias; y es eso lo que lo convierte en uno de los lugares estratégicos del buque.Crèditos:   Gaceta Marinera Digital</blockquote>

Verificación: Libertador de Argentina