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Mensaje: <blockquote data-quote="pulqui" data-source="post: 773660" data-attributes="member: 194"> Vocación, coraje y perseveranciaPrimera promoción de mujeres en la Infantería de Marina“Ser una mujer Infante es perseverancia”, dijo Silvina Salas (foto). Para Ángela Liistro es "vocación a full”. Cynthia Astudillo aseguró que “el verde inspira coraje”. Son las primeras, el desafío es grande y se sienten a prueba; pero en el fondo saben que pueden hacerlo. Eso las define.<img src="http://www.gacetamarinera.com.ar/archivos/notas_imgs/1047_mujeres_salas_g.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" />La chubutense Silvina Salas“Ser una mujer Infante es perseverancia”, expresó Silvina Salas; Ángela Liistro por su parte definió el sentimiento como “la vocación a full” y Cynthia Astudillo expresó “el verde inspira coraje”. Vocación, coraje y perseverancia, podría ser un buen lema para ellas: mujeres, jóvenes, y entusiastas. Son las primeras en espacios predominantemente masculinos. El desafío es grande, se sienten miradas, a prueba; pero en el fondo de sus corazones saben que ellas pueden hacerlo; es lo que las define a las primeras mujeres Infantes de Marina.Silvina Gisela Salas tiene 27 años. Nació en Trelew, Chubut cuando su padre --suboficial aeronáutico retirado-- estaba cumpliendo destino allí. Ingresó a la Armada Argentina en febrero del año pasado y está desde hace unas semanas en la Compañía Delta del Batallón de Infantería Nº 2 en la Base de Infantería de Marina Baterías. <img src="http://www.gacetamarinera.com.ar/archivos/notas_imgs/1047_mujeres_liistro_m.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" />Ángela del Valle LiistroCynthia Romina Astudillo tiene 19 años, y nació en Resistencia, Chaco. Ingresó a la Armada en febrero del año pasado como Silvina y hoy cumple destino en el Departamento Seguridad del Comando de la Infantería de Marina en la Base Naval Puerto Belgrano. Su función es organizar todos los mensajes que llegan y clasificarlos. Ángela del Valle Liistro también tiene 19 años como Cynthia. Ingresó en el 2007 y cursó un año de Enfermería esperando la apertura del personal femenino para ser infante. Nació en el Jardín de la República, Tucumán. Hoy cumple destino como estafetera en la Secretaría General del Comando de la Infantería de Marina en la Base Naval Puerto Belgrano. <img src="http://www.gacetamarinera.com.ar/archivos/notas_imgs/1047_mujeres_astudillo_m.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" />Cynthia Romina AstudilloA fines del año pasado, Silvina, Cynthia y Ángela egresaron junto a otras mujeres con la jerarquía de Cabo Segundo Infante de Marina de la Escuela de Suboficiales de la Armada, y son parte de la primera promoción de mujeres de la especialidad. “Ingresé con un contrato por tiempo determinado, porque soy mayor de 24 años. ‘Era ahora o nunca’ me dije porque no tuve mucha suerte trabajando como Maestro Mayor de Obra desde que me recibí en el secundario y siempre me motivó la carrera de papá desde pequeña y las ganas de formar parte de la institución algún día”, contó Silvina los motivos que la llevaron ser parte de la Marina.El tío de Cynthia --también oriundo del Chaco-- era Infante de Marina. “Él fue mi fuente de inspiración”, contó. Así fue como desde pequeña lo intentó todo, ingresar al Liceo Naval, a la Escuela Naval Militar y la Escuela de Suboficiales de la Armada para seguir su vocación; “hasta que finalmente lo logré”, confirmó. Desde pequeña, Ángela creció con las anécdotas de su papá, un sargento primero del Ejército que alimentó el sueño de su hija de ser militar hasta que decidió ingresar a la Armada con la idea de ser Infante y vestir con orgullo el uniforme camuflado. “Averigüé todo en la Delegación Naval de mi provincia y rendí el ingreso en el 2007. El ser Infante lo llevo en el alma”, enfatizó.“Ser una mujer infante es perseverancia y orgullo personal”Silvina Salas contó “abandoné todo para ser Infante. Vine a buscar esto -un helicóptero sobrevuela a poca distancia del suelo la zona del kilómetro 7 camino a Baterías y una estela de polvo obliga a cerrar los ojos- esto es lo que me apasiona.” Junto a otros 300 hombres se adiestraron en operaciones helitransportadas para perfeccionar sus capacidades y técnicas en adaptación y seguridad tanto en el interior de un helicóptero como en el campo.Silvina expresó que hace muy poco está en el BIM 2, “la exigencia es doble: ser nueva en el batallón y dentro de la Infantería de Marina; primero porque casi el total del personal es masculino y segundo, porque está muy entrenado al llevar largo tiempo aquí. Todos esperan algo bueno de mí. Es una presión extra.”En este destino sólo hay tres mujeres, de las cuales dos son Infantes de Marina. “Debo admitir que es difícil, pero ellos se van adaptando como yo a los nuevos cambios. Los varones siempre son atentos, me preguntan si estoy bien, y si necesito algo. Ser una mujer Infante es perseverancia, orgullo propio, esto de decir las mujeres también podemos”, enfatizó.“El uniforme simboliza valentía y el verde inspira coraje”“Para nosotros, ser Infante es usar fusil, casco y botas; pero para la gente es algo espectacular. El uniforme simboliza valentía y el verde inspira coraje; los vecinos de mi barrio --sobretodo los chicos-- se entusiasman cuando me ven y eso es realmente gratificante”, enfatizó Cynthia Astudillo. “El Infante es un soldado igual que el Naval, la salvedad es que cuanto más cansado está, saca fuerzas extras porque tiene un objetivo que cumplir. El compañerismo, la confianza y la lealtad es lo más importante”, destacó con convicción la chaqueña.“Los varones siguen observándonos porque somos mujeres, pero la mayoría se esfuerza por ayudarnos. Si las mujeres navales lograron hacer lo que los varones navales hacían, las mujeres infantes también podemos demostrarlo”, reflexionó. “Si bien no tenemos la fuerza física, las mujeres tenemos perseverancia y alcanzamos así el mismo valor que los varones. El papel de la mujer en la Armada es demostrar que el personal femenino tiene la misma capacidad y alcanza el mismo nivel que ellos”, manifestó Cyntia.“Con la vocación a full”Pionera en la promoción, Ángela Liistro pasó por muchas entrevistas y entrenamientos físicos. “Nunca lo dudé, desde que elegí ser Infante me preguntaban ‘¿Usted cree que lo logrará? Y mi respuesta siempre era afirmativa y rotunda: sí. Me propuse una meta y me dije, ‘¿Por qué yo no?’ Y cuando lo logré, ‘me quedo y hago el último intento’. No fue fácil, costó, pero lo hice.”“En la Infantería hay muchos varones, mis compañeros de curso me han tratado muy bien y son unos señores. Siempre está presente el respeto y me hacen sentir un soldado más entre ellos”, contó Ángela. “Noté que las mujeres estamos al mismo nivel del hombre, si bien ellos tienen fuerza nosotras lo compensamos con la constancia y la resistencia: somos orgullosas para lograr lo que nos proponemos y somos muy competitivas”, aseguró. Personal Femenino de la Armada ArgentinaEn 1979 ingresan por primera vez las mujeres como suboficiales en algunos escalafones. Las primeras oficiales ingenieras se incorporan en 1981 y un año más tarde, las médicas y enfermeras profesionales. Recién en 1990 se establece la totalidad de los cursos, excepto Infantería de Marina hasta que en el 2002 la mujer se incorpora en la ESNM (Escuela Naval Militar) y recién hasta el 2008 en la ESSA (Escuela de Suboficiales de la Armada)Las mujeres van ocupando cada año más espacios, legitimados por su capacidad y desempeño en todas las áreas. Al igual que los varones marinos pueden ser parte de la dotación permanente de los buques navales desde el 2007. Este año, así como egresaron las primeras mujeres Infantes, se han recibido las primeras Mecánicas Aeronáuticas y ya se han ocupado las primeras comandancias y jefaturas por parte de Oficiales de Marina femeninos.La Infante Astudillo definió a la Armada como una caja llena de estrellas en la que uno elige cuál sueño soñar y se propone cumplirlo. “La Armada es la oportunidad de cumplir un sueño”, destacó. “A la Armada hay que sentirla en el corazón y servir a la patria significa dar todo lo que uno tiene, es pensar en la familia y en defender lo nuestro”, concluyó la Infante Salas.“Servir a la patria es Orgullo --con mayúscula--”, dijo la Infante Liistro, quien considera a la Armada una institución que une a los jóvenes para construir el futuro. “Y yo me siento protagonista de ese futuro”, reafirmó._________________________GACETA MARINERA</blockquote>

Verificación: Libertador de Argentina