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<blockquote data-quote="Sebastian" data-source="post: 1959006" data-attributes="member: 8629"><p><span style="font-size: 12px">Parte 1</span></p><p><span style="font-size: 12px"></span></p><p style="text-align: center"><span style="font-size: 22px"><strong>El poder naval de la India: de las armas nucleares al refuerzo de la flota oceánica</strong></span></p><p></p><p>Enviado por <a href="http://www.seguridadinternacional.es/?q=es/users/josep-baqu%C3%A9s">Josep Baqués</a> el Mar, 26/01/2016 - 10:54</p><p><img src="http://www.seguridadinternacional.es/sites/default/files/styles/large/public/field/image/arihant.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p><em>Análisis GESI, 3/2016</em></p><p></p><p>Recientemente ha entrado en servicio el submarino <em>Arihant</em>, el primero de una serie de tres con capacidad para lanzar misiles nucleares. De esta manera, el Estado asiático se dota del instrumento más eficaz para disuadir a cualquier potencial adversario, dada la elevada improbabilidad –rayana con la imposibilidad- de detectar y destruir ese tipo de buque, una vez se halla en alta mar.</p><p></p><p><strong>El desarrollo del programa indio de submarinos nucleares lanzamisiles</strong></p><p></p><p>El segmento naval del programa nuclear indio es fruto de una lenta maduración. A su vez, debe ser puesto en conexión con la doctrina geoestratégica seguida por Nueva Delhi. En relación con el primer aspecto, cabe recordar que, si bien la primera prueba nuclear india data de 1974, no fue hasta 1983 que se iniciaron los planes para dotarse de sumergibles de propulsión nuclear. Como no podía ser de otra forma, dadas las fechas, se buscó el apoyo de la URSS, que era el país al que la “no-alineada” India realizaba la mayor parte de sus importaciones de armamento. El siguiente paso fue el alquiler de un SSGN soviético de la clase <em>Charlie</em> (enero de 1988-enero de 1991), que aportó muchas experiencias en el manejo de este tipo de buques (propulsión, permanencia en la mar, nuevos entornos operativos, etc).</p><p></p><p>Pero las circunstancias se precipitaron cuando, tras la segunda prueba nuclear india (1998) se sucedieron hasta cinco ensayos realizados por Pakistán. En ese momento, el gobierno de Nueva Delhi se apresuró a definir la doctrina nuclear que aún hoy está vigente, así como a impulsar el proyecto de dotarse de auténticos sumergibles lanzamisiles balísticos. Dicha doctrina, explicitada en 1999, consiste en la consecución de la denominada “disuasión nuclear mínima creíble”. Hay que tener en cuenta que la India se adhiere al principio de “no-first-use” del arma nuclear. Lo cual implica que para que esa disuasión sea efectivamente creíble, debe dotarse de sistemas de armas que garanticen su inmunidad ante la eventualidad de un primer ataque rival. Por ello, sin perjuicio del desarrollo paralelo de los otros dos elementos de la tríada nuclear (bombardeo estratégico e IRBMs/ICBMs) quienes desean gozar de esa opción deben apostar por los SSGNs/SSBNs.</p><p></p><p>El INS <em>Arihant</em> es el primer producto del objetivo entonces trazado. Puesto en grada en 2004 y botado en 2009, ha entrado en servicio en 2015. Los años transcurridos entre esos hitos no son pocos, pero constituyen una buena muestra (una más) de los problemas inherentes a diseñar y construir prototipos cuando a estas tecnologías nos referimos (valga como consuelo para nuestros AIPs S-80). Es importante reseñar que se trata de un logro de la ingeniería local, si bien en los inicios del proyecto hubo asistencia rusa (a través de la oficina de diseños Rubin) y existen asimismo indicios de que el reactor deriva del también ruso VM-5. Sea como fuere, lo cierto es que este buque ha sido construido en los astilleros de Visakhapatnam y que su reactor es fruto de los desvelos del Bhabha Atomic Research Centre (BARC) de Kalpakkam. De este modo se constata otro hito importante: la India es el primer Estado que no es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU capaz de diseñar y construir submarinos nucleares.</p><p></p><p><img src="http://www.ugr.es/%7Egesi/marina-india1.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p>Sus dimensiones y desplazamiento se acercan sobremanera a los de la extinta serie de SSBN estadounidenses de la clase <em>George Washington</em>: 110 metros de eslora por 11 de manga, en el caso que nos ocupa (112 por 10.2 en el de los SSBN de la US Navy aquí comparados). Oficialmente, el <em>Arihant</em> desplaza poco más de 6.000 toneladas. Pero, dados esos parámetros, cabe suponer que bien pudiera alcanzar las 7.000 en inmersión. Su dotación ofensiva (tubos lanzatorpedos al margen, que en este tipo de buques tienen más bien una vocación defensiva) se basa en la disponibilidad de 4 silos para misiles de lanzamiento vertical en inmersión.</p><p></p><p>No son muchos, pero la explicación puede radicar en que cada uno de ellos alberga 3 misiles del tipo K-15 <em>Sagarika</em> (también de diseño nacional). Se trata de ingenios que con su máxima carga bélica (una cabeza de una tonelada) pueden alcanzar una distancia modesta para un auténtico SLBM: 750 kms, pero muy relevante en función de la reseñada capacidad para operar con gran sigilo. Técnicamente, esa distancia sólo justificaría hablar del buque como un SSGN y no de un SSBN, aunque seguramente asistiremos a un baile de siglas en los próximos meses, hasta que los especialistas consensuen la mejor opción. Sin embargo, existe otra opción para ampliar el radio de acción de esos misiles: reduciendo esa carga a 180 Kgrs, el alcance eficaz del K-15 se acerca a los 2.000 Kms.</p><p></p><p>Por otro lado, el programa nuclear indio prevé que cuando la serie de tres submarinos nucleares estén operativos, ya estarán en disposición de emplear los nuevos misiles K-4, de 3.500 Kms de alcance, aunque cada silo sólo podrá alojar uno de esos ingenios (es decir, 3 K-15 o un sólo K-4 en cada lanzador). Dicho crudamente, los K-15 podrían golpear Karachi, pero sólo con los K-4 se podría hacer lo propio con Islamabad. Siempre planteado, claro está, como mera hipótesis disuasoria.</p><p></p><p><strong>China también entra en los cálculos de Nueva Delhi</strong></p><p>Aunque la India tiene como principal objetivo la disuasión nuclear respecto a su vecino pakistaní, también mira de reojo el creciente poder económico y militar chino. Máxime cuando el gobierno de Pekín está haciéndose con una flota de alta mar que, más allá de su peso específico en cuanto tal, denota su interés por ampliar sus miras y proteger las rutas de acceso de sus relevantes importaciones y exportaciones allende sus fronteras.</p><p></p><p>Dada la ubicación geográfica de la India, la necesidad de asegurar el propio abastecimiento de fuentes de energía y materias primas, la proximidad de ese nudo gordiano que es el estrecho de Malaca, las maniobras chinas por hacerse con rutas alternativas para la llegada del petróleo y del gas natural que su economía necesita, ya sea a través de Birmania y del propio Pakistán (Estado con el que Pekín viene colaborando en materia militar desde hace años), por no hablar de los conflictos territoriales mal resueltos entre ambos gigantes, tanto en la zona del Tíbet (Arunachal Pradesh) como en la de Cachemira (Aksia Chin) que en época no tan lejana han motivado varios enfrentamientos armados, incluida una guerra con varios miles de bajas por ambos bandos… dado, en definitiva, ese cúmulo de circunstancias, no es tan raro que Nueva Delhi se haya decidido a potenciar su vector naval más allá de las estrictas necesidades de disuadir al gobierno de Islamabad.</p><p></p><p><img src="http://www.ugr.es/%7Egesi/marina-india2.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p>Desde hace al menos treinta años, la Marina de guerra india es una de las más poderosas del planeta. Ello es acorde con la capacidad económica, con la demografía y con la ubicación de dicho Estado, rodeado por mar y con varios archipiélagos a su cargo, que además constituye el costado oriental del área de “penetración de la violencia” global según Brzezinski. Ahora bien, más allá de la frialdad de las cifras, propia de los análisis puramente cuantitativos (que no suelen llevar muy lejos al analista) en los últimos años se nota la tendencia a un salto cualitativo -al igual que está ocurriendo con la marina de guerra china- en el contexto de una carrera de armamentos de ámbito, cuanto menos, regional.</p><p></p><p>En lo que al arma submarina respecta, la India ha vuelto a aprovechar sus buenas relaciones con Rusia para repetir la jugada de 1988 con los submarinos nucleares de ataque. En esa línea, ha arrendado por diez años (a contar desde 2011) un SSN del tipo <em>Akula, </em>que a día de hoy es plenamente operativo<em>. </em>Tan presente está la anterior experiencia, que el nuevo buque ha sido rebautizado con el mismo nombre de su antecesor (INS <em>Chakra</em>).</p><p></p><p>De nuevo, todo parece indicar que, sin perjuicio de las notorias capacidades ofrecidas por este buque, la idea es iniciar un proyecto a medio plazo para dotarse de SSNs de construcción nacional. De hecho, se prevé una primera serie de 6 unidades de este tipo, pero no para antes del 2025.</p><p></p><p>Por el momento, la solución interina pasa por hacerse con sumergibles convencionales dotados de AIP (otra cosa es que, a nivel conceptual, haya que seguir considerando como convencionales a este tipo de submarinos, cosa que dudo) lo cual ya los dotaría de una significativa capacidad para operar durante prolongados períodos de tiempo sin salir a la superficie (se calcula que tres semanas). Una primera serie (ya contratada) de 6 <em>Scorpène</em>, podría contribuir a ello, dotando a los dos últimos de la misma con dicho sistema de propulsión. Esos buques sustituirán a los 4 <em>Tipo 209</em> actualmente en servicio, incorporando una capacidad ofensiva superior a la de los sumergibles que sustituye, ya que además de torpedos de 533mm podrán lanzar hasta 4 misiles anti-buque SM-39 Exocet, con un alcance de 50 Kms.</p><p></p><p>En cambio, los 9 <em>Kilo</em> supervivientes de la serie de 10 inicialmente adquiridos a la URSS/Rusia (1986-2000) tendrán más recorrido, en la medida en que están siendo modernizados a fin de dotarlos de misiles de crucero (asimismo rusos) del tipo SS-N-27, esta vez lanzables desde los tubos lanzatorpedos de 533 mm. Estos misiles tácticos -considerados muchas veces como de crucero- poseen un alcance algo superior a los 200 Kms y pueden batir tanto objetivos costeros como buques enemigos. De modo que los submarinos convencionales indios también se hallan entre los más poderosos de su tipo, dadas sus amplias capacidades operativas.</p><p></p><p><a href="http://www.seguridadinternacional.es/?q=es/content/el-poder-naval-de-la-india-de-las-armas-nucleares-al-refuerzo-de-la-flota-oce%C3%A1nica">http://www.seguridadinternacional.es/?q=es/content/el-poder-naval-de-la-india-de-las-armas-nucleares-al-refuerzo-de-la-flota-oceánica</a></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Sebastian, post: 1959006, member: 8629"] [SIZE=3]Parte 1 [/SIZE] [CENTER][SIZE=6][B]El poder naval de la India: de las armas nucleares al refuerzo de la flota oceánica[/B][/SIZE][/CENTER] Enviado por [URL='http://www.seguridadinternacional.es/?q=es/users/josep-baqu%C3%A9s']Josep Baqués[/URL] el Mar, 26/01/2016 - 10:54 [IMG]http://www.seguridadinternacional.es/sites/default/files/styles/large/public/field/image/arihant.jpg[/IMG] [I]Análisis GESI, 3/2016[/I] Recientemente ha entrado en servicio el submarino [I]Arihant[/I], el primero de una serie de tres con capacidad para lanzar misiles nucleares. De esta manera, el Estado asiático se dota del instrumento más eficaz para disuadir a cualquier potencial adversario, dada la elevada improbabilidad –rayana con la imposibilidad- de detectar y destruir ese tipo de buque, una vez se halla en alta mar. [B]El desarrollo del programa indio de submarinos nucleares lanzamisiles[/B] El segmento naval del programa nuclear indio es fruto de una lenta maduración. A su vez, debe ser puesto en conexión con la doctrina geoestratégica seguida por Nueva Delhi. En relación con el primer aspecto, cabe recordar que, si bien la primera prueba nuclear india data de 1974, no fue hasta 1983 que se iniciaron los planes para dotarse de sumergibles de propulsión nuclear. Como no podía ser de otra forma, dadas las fechas, se buscó el apoyo de la URSS, que era el país al que la “no-alineada” India realizaba la mayor parte de sus importaciones de armamento. El siguiente paso fue el alquiler de un SSGN soviético de la clase [I]Charlie[/I] (enero de 1988-enero de 1991), que aportó muchas experiencias en el manejo de este tipo de buques (propulsión, permanencia en la mar, nuevos entornos operativos, etc). Pero las circunstancias se precipitaron cuando, tras la segunda prueba nuclear india (1998) se sucedieron hasta cinco ensayos realizados por Pakistán. En ese momento, el gobierno de Nueva Delhi se apresuró a definir la doctrina nuclear que aún hoy está vigente, así como a impulsar el proyecto de dotarse de auténticos sumergibles lanzamisiles balísticos. Dicha doctrina, explicitada en 1999, consiste en la consecución de la denominada “disuasión nuclear mínima creíble”. Hay que tener en cuenta que la India se adhiere al principio de “no-first-use” del arma nuclear. Lo cual implica que para que esa disuasión sea efectivamente creíble, debe dotarse de sistemas de armas que garanticen su inmunidad ante la eventualidad de un primer ataque rival. Por ello, sin perjuicio del desarrollo paralelo de los otros dos elementos de la tríada nuclear (bombardeo estratégico e IRBMs/ICBMs) quienes desean gozar de esa opción deben apostar por los SSGNs/SSBNs. El INS [I]Arihant[/I] es el primer producto del objetivo entonces trazado. Puesto en grada en 2004 y botado en 2009, ha entrado en servicio en 2015. Los años transcurridos entre esos hitos no son pocos, pero constituyen una buena muestra (una más) de los problemas inherentes a diseñar y construir prototipos cuando a estas tecnologías nos referimos (valga como consuelo para nuestros AIPs S-80). Es importante reseñar que se trata de un logro de la ingeniería local, si bien en los inicios del proyecto hubo asistencia rusa (a través de la oficina de diseños Rubin) y existen asimismo indicios de que el reactor deriva del también ruso VM-5. Sea como fuere, lo cierto es que este buque ha sido construido en los astilleros de Visakhapatnam y que su reactor es fruto de los desvelos del Bhabha Atomic Research Centre (BARC) de Kalpakkam. De este modo se constata otro hito importante: la India es el primer Estado que no es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU capaz de diseñar y construir submarinos nucleares. [IMG]http://www.ugr.es/%7Egesi/marina-india1.jpg[/IMG] Sus dimensiones y desplazamiento se acercan sobremanera a los de la extinta serie de SSBN estadounidenses de la clase [I]George Washington[/I]: 110 metros de eslora por 11 de manga, en el caso que nos ocupa (112 por 10.2 en el de los SSBN de la US Navy aquí comparados). Oficialmente, el [I]Arihant[/I] desplaza poco más de 6.000 toneladas. Pero, dados esos parámetros, cabe suponer que bien pudiera alcanzar las 7.000 en inmersión. Su dotación ofensiva (tubos lanzatorpedos al margen, que en este tipo de buques tienen más bien una vocación defensiva) se basa en la disponibilidad de 4 silos para misiles de lanzamiento vertical en inmersión. No son muchos, pero la explicación puede radicar en que cada uno de ellos alberga 3 misiles del tipo K-15 [I]Sagarika[/I] (también de diseño nacional). Se trata de ingenios que con su máxima carga bélica (una cabeza de una tonelada) pueden alcanzar una distancia modesta para un auténtico SLBM: 750 kms, pero muy relevante en función de la reseñada capacidad para operar con gran sigilo. Técnicamente, esa distancia sólo justificaría hablar del buque como un SSGN y no de un SSBN, aunque seguramente asistiremos a un baile de siglas en los próximos meses, hasta que los especialistas consensuen la mejor opción. Sin embargo, existe otra opción para ampliar el radio de acción de esos misiles: reduciendo esa carga a 180 Kgrs, el alcance eficaz del K-15 se acerca a los 2.000 Kms. Por otro lado, el programa nuclear indio prevé que cuando la serie de tres submarinos nucleares estén operativos, ya estarán en disposición de emplear los nuevos misiles K-4, de 3.500 Kms de alcance, aunque cada silo sólo podrá alojar uno de esos ingenios (es decir, 3 K-15 o un sólo K-4 en cada lanzador). Dicho crudamente, los K-15 podrían golpear Karachi, pero sólo con los K-4 se podría hacer lo propio con Islamabad. Siempre planteado, claro está, como mera hipótesis disuasoria. [B]China también entra en los cálculos de Nueva Delhi[/B] Aunque la India tiene como principal objetivo la disuasión nuclear respecto a su vecino pakistaní, también mira de reojo el creciente poder económico y militar chino. Máxime cuando el gobierno de Pekín está haciéndose con una flota de alta mar que, más allá de su peso específico en cuanto tal, denota su interés por ampliar sus miras y proteger las rutas de acceso de sus relevantes importaciones y exportaciones allende sus fronteras. Dada la ubicación geográfica de la India, la necesidad de asegurar el propio abastecimiento de fuentes de energía y materias primas, la proximidad de ese nudo gordiano que es el estrecho de Malaca, las maniobras chinas por hacerse con rutas alternativas para la llegada del petróleo y del gas natural que su economía necesita, ya sea a través de Birmania y del propio Pakistán (Estado con el que Pekín viene colaborando en materia militar desde hace años), por no hablar de los conflictos territoriales mal resueltos entre ambos gigantes, tanto en la zona del Tíbet (Arunachal Pradesh) como en la de Cachemira (Aksia Chin) que en época no tan lejana han motivado varios enfrentamientos armados, incluida una guerra con varios miles de bajas por ambos bandos… dado, en definitiva, ese cúmulo de circunstancias, no es tan raro que Nueva Delhi se haya decidido a potenciar su vector naval más allá de las estrictas necesidades de disuadir al gobierno de Islamabad. [IMG]http://www.ugr.es/%7Egesi/marina-india2.jpg[/IMG] Desde hace al menos treinta años, la Marina de guerra india es una de las más poderosas del planeta. Ello es acorde con la capacidad económica, con la demografía y con la ubicación de dicho Estado, rodeado por mar y con varios archipiélagos a su cargo, que además constituye el costado oriental del área de “penetración de la violencia” global según Brzezinski. Ahora bien, más allá de la frialdad de las cifras, propia de los análisis puramente cuantitativos (que no suelen llevar muy lejos al analista) en los últimos años se nota la tendencia a un salto cualitativo -al igual que está ocurriendo con la marina de guerra china- en el contexto de una carrera de armamentos de ámbito, cuanto menos, regional. En lo que al arma submarina respecta, la India ha vuelto a aprovechar sus buenas relaciones con Rusia para repetir la jugada de 1988 con los submarinos nucleares de ataque. En esa línea, ha arrendado por diez años (a contar desde 2011) un SSN del tipo [I]Akula, [/I]que a día de hoy es plenamente operativo[I]. [/I]Tan presente está la anterior experiencia, que el nuevo buque ha sido rebautizado con el mismo nombre de su antecesor (INS [I]Chakra[/I]). De nuevo, todo parece indicar que, sin perjuicio de las notorias capacidades ofrecidas por este buque, la idea es iniciar un proyecto a medio plazo para dotarse de SSNs de construcción nacional. De hecho, se prevé una primera serie de 6 unidades de este tipo, pero no para antes del 2025. Por el momento, la solución interina pasa por hacerse con sumergibles convencionales dotados de AIP (otra cosa es que, a nivel conceptual, haya que seguir considerando como convencionales a este tipo de submarinos, cosa que dudo) lo cual ya los dotaría de una significativa capacidad para operar durante prolongados períodos de tiempo sin salir a la superficie (se calcula que tres semanas). Una primera serie (ya contratada) de 6 [I]Scorpène[/I], podría contribuir a ello, dotando a los dos últimos de la misma con dicho sistema de propulsión. Esos buques sustituirán a los 4 [I]Tipo 209[/I] actualmente en servicio, incorporando una capacidad ofensiva superior a la de los sumergibles que sustituye, ya que además de torpedos de 533mm podrán lanzar hasta 4 misiles anti-buque SM-39 Exocet, con un alcance de 50 Kms. En cambio, los 9 [I]Kilo[/I] supervivientes de la serie de 10 inicialmente adquiridos a la URSS/Rusia (1986-2000) tendrán más recorrido, en la medida en que están siendo modernizados a fin de dotarlos de misiles de crucero (asimismo rusos) del tipo SS-N-27, esta vez lanzables desde los tubos lanzatorpedos de 533 mm. Estos misiles tácticos -considerados muchas veces como de crucero- poseen un alcance algo superior a los 200 Kms y pueden batir tanto objetivos costeros como buques enemigos. De modo que los submarinos convencionales indios también se hallan entre los más poderosos de su tipo, dadas sus amplias capacidades operativas. [URL]http://www.seguridadinternacional.es/?q=es/content/el-poder-naval-de-la-india-de-las-armas-nucleares-al-refuerzo-de-la-flota-oce%C3%A1nica[/URL] [/QUOTE]
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Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
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