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<blockquote data-quote="SurCeleste" data-source="post: 1862936" data-attributes="member: 28684"><p>Columna de opinión</p><p>Fuerza Aérea y políticas erráticas</p><p></p><p>Cuenta la mitología griega que el arquitecto, artesano e inventor ateniense Dédalo, tras comprobar que su sobrino y discípulo Talos con sólo 12 años de edad se mostraba muy inteligente, llevado por los celos lo empujó desde una altura dándole muerte para luego huir a la Isla de Creta donde residió con su hijo Ícaro. Pero más tarde, obligado a abandonar este sitio y cercado por el control ejercido por el rey Minos en tierra y mar, se propuso construir alas para volar ambos como las aves. Conseguido ello uniendo plumas con hilo y cera, se lanzaron al vuelo advirtiéndole a Ícaro que no subiera tan alto porque el sol derretiría la cera ni tan bajo porque la espuma del mar mojaría las plumas. Ícaro se entusiasmó tanto que finalmente y con las alas destruidas se precipitó al mar. La alegoría permite trazar un simbólico parangón con los graves problemas que padece nuestra Fuerza Aérea, resultante de políticas erráticas.</p><p></p><p><strong>Por Luis María Serroels,</strong></p><p><strong>Especial para ANALISIS DIGITAL</strong></p><p></p><p>En Argentina y en tiempos en que la aeronavegación mundial ha alcanzado logros prodigiosos, no existen Dédalos ni Ícaros. Existen sí avezados pilotos de carne y hueso con un nivel de excelencia y coraje elogiados internacionalmente tras la guerra de Malvinas. Sin embargo, el presente exhibe una situación lamentable que jamás se imaginó en un país que a mediados del siglo 20 empezó a consolidar su autonomía industrial en el terreno de la aeronáutica, situándose a la par de las naciones más avanzadas tecnológicamente al diseñar y fabricar incluso cazas a reacción.</p><p></p><p>La situación que padecen nuestras Fuerzas Armadas es muy crítica y particularmente la Aeronáutica por serios problemas presupuestarios. Ello siempre será un obstáculo para el diseño y actualización de hipótesis de conflicto (sumándose maniobras de apoyo a la lucha contra el narcotráfico) y especialmente de planes acordes con su enorme importancia e inserción dentro del desarrollo nacional. Es esencial tener capacidad de respuesta frente a cualquier contingencia que lo amerite. Este cuadro lleva a que en los distintos niveles escalafonarios y los institutos de formación se genere desazón, en especial en los jóvenes aspirantes a honrar las alas de la patria.</p><p></p><p>Esta crisis viene siendo reflejada hace tiempo en medios nacionales tras investigaciones de lúcidos periodistas cuyos datos, por su solidez y precisión, resultan irrefutables. Sirva el título del informe firmado por Daniel Santoro y Nicolás Pizzi (<em>Clarín</em>) que data de marzo de 2013: “Apenas puede volar un 17 por ciento de los aviones de la Fuerza Aérea” (por falta de mantenimiento y de repuestos), donde además se explica, en base a documentos proporcionados por legisladores y ex ministros de Defensa, que el país no cuenta actualmente con medios suficientes para desarrollar un verdadero control del espacio aéreo. De cada 10 aviones, apenas 1,5 a 1,7 están en servicio por día, revelándose que aunque el proceso de desinversión se remonta a la década de los 80, se profundizó durante los últimos 10 años, debiendo añadirse que las máquinas para entrenamiento de pilotos se redujeron a 34 B-Mentor de los 90 originales. La nota de referencia es más extensa pero valga citar que no hubo ninguna desmentida tranquilizadora del ministerio ni de los altos mandos.</p><p></p><p>En marzo de este año y cuando el ministro dormitante reveló su interés en meterse en la lucha por suceder a CFK, no fue casual que lanzara anuncios relacionados con una renovación del potencial de aviones de guerra ante la obsolescencia de los actuales. En ese sentido aludió a los planes para adquirir F 1 españoles, Kfir Block 60 israelíes, FC-1 JF-17 chinos (tasados en 25 a 30 millones de dólares por cada caza “pelado”, es decir, sin armamento) y eventualmente máquinas francesas tras una propuesta informal. Las ofertas de Rusia por el avión Sukhoi Su-24 habrían sido descartadas por su alto costo.</p><p></p><p>En abril último Brasil anunció una negociación para vendernos 24 cazas Gripen que fabrica bajo licencia sueca por un contrato entre la Fuerza Aérea Brasileña y SAAB. Resultó sorprendente que Agustín Rossi confiara que a fin de año le llevaría las distintas opciones a la presidente para que tome la decisión, ya que para ese tiempo Cristina ya no estará en el cargo.</p><p></p><p>El domingo 16 de agosto se publicó por diversos medios que se había dispuesto un fuerte recorte del gasto en el edifico Cóndor, donde funciona el Comando en Jefe de la Fuerza Aérea. Pero la indisponibilidad de material de vuelo no parece impedir los traslados a El Calafate para llevarle los diarios porteños a la presidente los fines de semana en que decide descansar, con una altísima erogación.</p><p></p><p>En la sede central se resolvió reducir el horario laboral fijándolo de 8 a 13 (luego se dio marcha atrás manteniendo el de 8 a 14) para ahorrar en gastos de energía eléctrica, insumos y racionamiento, o sea la comida que se le sirve al personal. Se aclara que “el Cuartel General sólo proveerá racionamiento al personal del sistema de seguridad, turnos y residente en los casinos en el predio de Aeroparque, y el mínimo necesario para el funcionamiento de las Jefaturas, Direcciones Generales y Comandos”, según reza la Orden del Día pertinente.</p><p></p><p>La fuerza sólo dispondría de recursos hasta fin de año para cancelar deudas por unos 500 millones de pesos, de los cuales 200 millones se refieren a la provisión de combustible de YPF con destino a las aeronaves. Pero además, se advierte que cualquier avión que salga de servicio no será recuperado por el momento.</p><p></p><p>En el acto del viernes 14 se dejó formalmente despedido el sistema de armas Mirage que sirvió en la guerra del Atlántico Sur, porque los esfuerzos por estirarles su vida útil luego de 43 años de uso son imposibles. ¿Dispone hoy el país de aviones de reemplazo para maniobras de interceptación?</p><p></p><p>Frente a este panorama, cabe preguntar qué explicación se les ofrece a los futuros pilotos. ¿Deberán por ahora conformarse con pasar horas y horas entre la teoría y los simuladores de vuelo? ¿Conoce adecuadamente la presidencia de la Nación el real potencial aéreo de nuestros vecinos regionales? Es útil efectuar un análisis sobre el “orden de prioridades” diseñado por el kirchnerismo a la hora de asignar partidas, donde la malversación ha sido moneda corriente.</p><p></p><p>Fútbol para Todos insumirá este año –siempre que no haya refuerzos- 1.600 millones de pesos (más de 4 millones por día se disputen o no encuentros), no habiéndose cumplido el “saneamiento económico y financiero de los clubes” prometido. La pauta publicitaria para propaganda oficial en las trasmisiones deportivas y actividades en Tecnópolis alcanza los 3.600 millones de pesos. Se conoce que desde que se puso en marcha el FPT (“gratis, como lo quiso Néstor, para felicidad del pueblo argentino y la grandeza de la patria”, según el relator Javier Vicente), se gastaron 6.000 millones de pesos, unas 14 veces lo destinado en 2013 para construir 112 escuelas en todo el país y más de 10 veces de lo recibido por Buenos Aires para el Programa Techo Digno de viviendas sociales.</p><p></p><p>Un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), indica que el gobierno desde 2008 gastó más en subsidiar a Aerolíneas Argentinas que en obras para controlar inundaciones. Añade que desde 2002 a la fecha el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica recaudó 10.400 millones de pesos, en tanto en los últimos 7 años la aerolínea de bandera recibió más del doble: 24 mil millones (además es conocido que se debe responder ante la justicia por la compra de aviones a la empresa brasileña Embraer con groseros sobreprecios). Consigna IDESA que los objetivos del Fondo no fueron cumplidos ocasionando enormes pérdidas económicas, sospechándose que los recursos fueron desviados hacia otras finalidades.</p><p></p><p>El CEO de Carta Financiera LLC y docente de la Maestría de Finanzas de la Universidad de San Andrés, Miguel Ángel Boggiano, ha revelado que AA es la aerolínea que más pierde en la región.</p><p></p><p>La estructura, recursos, equipamiento moderno y preparación técnica y profesional de las Fuerzas Armadas de un país, es una cuestión crítica y central de los planes de defensa que apuntan en dos direcciones: poder de disuasión frente a potenciales hipótesis de conflicto y capacidad de respuesta cuando el diferendo desemboque en enfrentamientos bélicos. Ningún país acomete aventuras con final impredecible en perjuicio de otro, sin un cálculo estimativo que considere innumerables situaciones que contemplen reacción internacional y costos propios humanos y materiales. Es bueno apuntar a las hipótesis de integración y esfuerzos diplomáticos, pero ello no exime de una preparación adecuada para la defensa.</p><p></p><p>Los pilotos argentinos no son modernos Icaros con alas artifíciales pegadas con hilos y cera. No son personajes mitológicos. Son profesionales reales decididos, arrojados, cargados de patriotismo y de humildad ante el reconocimiento. Hoy sabemos que no pueden volar por falta de responsabilidad, previsión, idoneidad y visión política para anticiparse a situaciones críticas por parte de quienes deben conducir un área muy sensible de la cual depende nada menos que la seguridad nacional. Dentro de unas semanas será lanzado al espacio el satélite argentino Arsat II. Sería bueno que además se puedan lanzar aeronaves modernas y confiables.</p><p></p><p></p><p><a href="http://www.analisisdigital.com.ar/noticias.php?ed=1&di=0&no=223615">http://www.analisisdigital.com.ar/noticias.php?ed=1&di=0&no=223615</a></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="SurCeleste, post: 1862936, member: 28684"] Columna de opinión Fuerza Aérea y políticas erráticas Cuenta la mitología griega que el arquitecto, artesano e inventor ateniense Dédalo, tras comprobar que su sobrino y discípulo Talos con sólo 12 años de edad se mostraba muy inteligente, llevado por los celos lo empujó desde una altura dándole muerte para luego huir a la Isla de Creta donde residió con su hijo Ícaro. Pero más tarde, obligado a abandonar este sitio y cercado por el control ejercido por el rey Minos en tierra y mar, se propuso construir alas para volar ambos como las aves. Conseguido ello uniendo plumas con hilo y cera, se lanzaron al vuelo advirtiéndole a Ícaro que no subiera tan alto porque el sol derretiría la cera ni tan bajo porque la espuma del mar mojaría las plumas. Ícaro se entusiasmó tanto que finalmente y con las alas destruidas se precipitó al mar. La alegoría permite trazar un simbólico parangón con los graves problemas que padece nuestra Fuerza Aérea, resultante de políticas erráticas. [B]Por Luis María Serroels, Especial para ANALISIS DIGITAL[/B] En Argentina y en tiempos en que la aeronavegación mundial ha alcanzado logros prodigiosos, no existen Dédalos ni Ícaros. Existen sí avezados pilotos de carne y hueso con un nivel de excelencia y coraje elogiados internacionalmente tras la guerra de Malvinas. Sin embargo, el presente exhibe una situación lamentable que jamás se imaginó en un país que a mediados del siglo 20 empezó a consolidar su autonomía industrial en el terreno de la aeronáutica, situándose a la par de las naciones más avanzadas tecnológicamente al diseñar y fabricar incluso cazas a reacción. La situación que padecen nuestras Fuerzas Armadas es muy crítica y particularmente la Aeronáutica por serios problemas presupuestarios. Ello siempre será un obstáculo para el diseño y actualización de hipótesis de conflicto (sumándose maniobras de apoyo a la lucha contra el narcotráfico) y especialmente de planes acordes con su enorme importancia e inserción dentro del desarrollo nacional. Es esencial tener capacidad de respuesta frente a cualquier contingencia que lo amerite. Este cuadro lleva a que en los distintos niveles escalafonarios y los institutos de formación se genere desazón, en especial en los jóvenes aspirantes a honrar las alas de la patria. Esta crisis viene siendo reflejada hace tiempo en medios nacionales tras investigaciones de lúcidos periodistas cuyos datos, por su solidez y precisión, resultan irrefutables. Sirva el título del informe firmado por Daniel Santoro y Nicolás Pizzi ([I]Clarín[/I]) que data de marzo de 2013: “Apenas puede volar un 17 por ciento de los aviones de la Fuerza Aérea” (por falta de mantenimiento y de repuestos), donde además se explica, en base a documentos proporcionados por legisladores y ex ministros de Defensa, que el país no cuenta actualmente con medios suficientes para desarrollar un verdadero control del espacio aéreo. De cada 10 aviones, apenas 1,5 a 1,7 están en servicio por día, revelándose que aunque el proceso de desinversión se remonta a la década de los 80, se profundizó durante los últimos 10 años, debiendo añadirse que las máquinas para entrenamiento de pilotos se redujeron a 34 B-Mentor de los 90 originales. La nota de referencia es más extensa pero valga citar que no hubo ninguna desmentida tranquilizadora del ministerio ni de los altos mandos. En marzo de este año y cuando el ministro dormitante reveló su interés en meterse en la lucha por suceder a CFK, no fue casual que lanzara anuncios relacionados con una renovación del potencial de aviones de guerra ante la obsolescencia de los actuales. En ese sentido aludió a los planes para adquirir F 1 españoles, Kfir Block 60 israelíes, FC-1 JF-17 chinos (tasados en 25 a 30 millones de dólares por cada caza “pelado”, es decir, sin armamento) y eventualmente máquinas francesas tras una propuesta informal. Las ofertas de Rusia por el avión Sukhoi Su-24 habrían sido descartadas por su alto costo. En abril último Brasil anunció una negociación para vendernos 24 cazas Gripen que fabrica bajo licencia sueca por un contrato entre la Fuerza Aérea Brasileña y SAAB. Resultó sorprendente que Agustín Rossi confiara que a fin de año le llevaría las distintas opciones a la presidente para que tome la decisión, ya que para ese tiempo Cristina ya no estará en el cargo. El domingo 16 de agosto se publicó por diversos medios que se había dispuesto un fuerte recorte del gasto en el edifico Cóndor, donde funciona el Comando en Jefe de la Fuerza Aérea. Pero la indisponibilidad de material de vuelo no parece impedir los traslados a El Calafate para llevarle los diarios porteños a la presidente los fines de semana en que decide descansar, con una altísima erogación. En la sede central se resolvió reducir el horario laboral fijándolo de 8 a 13 (luego se dio marcha atrás manteniendo el de 8 a 14) para ahorrar en gastos de energía eléctrica, insumos y racionamiento, o sea la comida que se le sirve al personal. Se aclara que “el Cuartel General sólo proveerá racionamiento al personal del sistema de seguridad, turnos y residente en los casinos en el predio de Aeroparque, y el mínimo necesario para el funcionamiento de las Jefaturas, Direcciones Generales y Comandos”, según reza la Orden del Día pertinente. La fuerza sólo dispondría de recursos hasta fin de año para cancelar deudas por unos 500 millones de pesos, de los cuales 200 millones se refieren a la provisión de combustible de YPF con destino a las aeronaves. Pero además, se advierte que cualquier avión que salga de servicio no será recuperado por el momento. En el acto del viernes 14 se dejó formalmente despedido el sistema de armas Mirage que sirvió en la guerra del Atlántico Sur, porque los esfuerzos por estirarles su vida útil luego de 43 años de uso son imposibles. ¿Dispone hoy el país de aviones de reemplazo para maniobras de interceptación? Frente a este panorama, cabe preguntar qué explicación se les ofrece a los futuros pilotos. ¿Deberán por ahora conformarse con pasar horas y horas entre la teoría y los simuladores de vuelo? ¿Conoce adecuadamente la presidencia de la Nación el real potencial aéreo de nuestros vecinos regionales? Es útil efectuar un análisis sobre el “orden de prioridades” diseñado por el kirchnerismo a la hora de asignar partidas, donde la malversación ha sido moneda corriente. Fútbol para Todos insumirá este año –siempre que no haya refuerzos- 1.600 millones de pesos (más de 4 millones por día se disputen o no encuentros), no habiéndose cumplido el “saneamiento económico y financiero de los clubes” prometido. La pauta publicitaria para propaganda oficial en las trasmisiones deportivas y actividades en Tecnópolis alcanza los 3.600 millones de pesos. Se conoce que desde que se puso en marcha el FPT (“gratis, como lo quiso Néstor, para felicidad del pueblo argentino y la grandeza de la patria”, según el relator Javier Vicente), se gastaron 6.000 millones de pesos, unas 14 veces lo destinado en 2013 para construir 112 escuelas en todo el país y más de 10 veces de lo recibido por Buenos Aires para el Programa Techo Digno de viviendas sociales. Un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), indica que el gobierno desde 2008 gastó más en subsidiar a Aerolíneas Argentinas que en obras para controlar inundaciones. Añade que desde 2002 a la fecha el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica recaudó 10.400 millones de pesos, en tanto en los últimos 7 años la aerolínea de bandera recibió más del doble: 24 mil millones (además es conocido que se debe responder ante la justicia por la compra de aviones a la empresa brasileña Embraer con groseros sobreprecios). Consigna IDESA que los objetivos del Fondo no fueron cumplidos ocasionando enormes pérdidas económicas, sospechándose que los recursos fueron desviados hacia otras finalidades. El CEO de Carta Financiera LLC y docente de la Maestría de Finanzas de la Universidad de San Andrés, Miguel Ángel Boggiano, ha revelado que AA es la aerolínea que más pierde en la región. La estructura, recursos, equipamiento moderno y preparación técnica y profesional de las Fuerzas Armadas de un país, es una cuestión crítica y central de los planes de defensa que apuntan en dos direcciones: poder de disuasión frente a potenciales hipótesis de conflicto y capacidad de respuesta cuando el diferendo desemboque en enfrentamientos bélicos. Ningún país acomete aventuras con final impredecible en perjuicio de otro, sin un cálculo estimativo que considere innumerables situaciones que contemplen reacción internacional y costos propios humanos y materiales. Es bueno apuntar a las hipótesis de integración y esfuerzos diplomáticos, pero ello no exime de una preparación adecuada para la defensa. Los pilotos argentinos no son modernos Icaros con alas artifíciales pegadas con hilos y cera. No son personajes mitológicos. Son profesionales reales decididos, arrojados, cargados de patriotismo y de humildad ante el reconocimiento. Hoy sabemos que no pueden volar por falta de responsabilidad, previsión, idoneidad y visión política para anticiparse a situaciones críticas por parte de quienes deben conducir un área muy sensible de la cual depende nada menos que la seguridad nacional. Dentro de unas semanas será lanzado al espacio el satélite argentino Arsat II. Sería bueno que además se puedan lanzar aeronaves modernas y confiables. [URL]http://www.analisisdigital.com.ar/noticias.php?ed=1&di=0&no=223615[/URL] [/QUOTE]
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