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Mensaje: <blockquote data-quote="Sebastian" data-source="post: 1477490" data-attributes="member: 8629">Una ‘viuda negra’ causa 16 muertos al inmolarse en una estación de tren rusaAl menos 40 heridos en la explosión provocada por una terrorista suicida en Volgogrado<a href="http://internacional.elpais.com/autor/rodrigo_fernandez/a/">Rodrigo Fernández</a> Moscú <a href="http://internacional.elpais.com/tag/fecha/20131229">29 DIC 2013 - 18:02 CET</a><a href="http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/29/actualidad/1388314399_169618.html#bloque_comentarios">118</a><img src="http://ep00.epimg.net/internacional/videos/2013/12/29/actualidad/1388314399_169618_23799400_fotograma_2.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" />Al menos 16 muertos y decenas de heridos ha dejado un ataque suicida en Volgogrado perpetrado por una mujer, aparentemente una islamista radical. <a href="http://internacional.elpais.com/internacional/2010/04/02/actualidad/1270159205_850215.html">Al estilo de las viudas negras que saltaron por los aires en el atentado del metro de Moscú</a>, en 2010, la terrorista se inmoló a la entrada de la estación de trenes Volgograd-1 cuando, antes de pasar el arco detector de metales, uno de los guardas se acercó a ella para registrarla. El hecho se produjo a las 12.45, hora local, y del medio centenar de personas que fueron atendidas por los médicos, 27 permanecen hospitalizadas graves.«El sistema de seguridad en la estación impidió que la suicida entrara en la sala de espera, con lo cual se evitó un mayor de víctimas», subrayó Vladímir Markin, portavoz del Comité de Investigación de Rusia. «Ahora estamos concentrados en oír a los testigos del crimen y hemos ordenado realizar una serie de análisis que permitirán a los investigadores establer todas las circunstancias del ataque, así como indentificar a los muertos y a la suicida», agregó. Concretamente, se ha enviado la cabeza de la terrorista, que fue encontrada más tarde, para que se le haga el correspondiente análisis de ADN.Los primeros que perecieron como resultado de la fuerte explosión fueron cuatro miembros del servicio de seguridad de la estación, que estaban registrando a la gente a la entrada del edificio. Unos chóferes de microbuses que se encontraban aparcados ante la estación relataron que la explosión fue tan potente que algunas personas salieron despedidas a la calle por las ventanas. Varios muertos yacían en las escaleras de acceso a la edificio, según testigos. Los expertos han determinado que la carga explosiva de la bomba equivalía a 10 kilos de trinitrotolueno (TNT).Imágenes de cámaras de televisión mostraban el momento de la explosión, con una gigantesca bola de fuego naranja llenando la entrada del edificio y abundante humo saliendo por las ventanas. Rápidamente se procedió a evacuar a los numerosos viajeros que estaban en la estación, importante nudo ferroviario del sur de Rusia.El teniente general Alexandr Krávchenko, máximo jefe del Ministerio del Interior en la provincia de Volgogrado, llegó a los pocos minutos al lugar de la tragedia, adonde también voló Vladímir Ústinov, representante del presidente ruso, Vladímir Putin, en el Distrito Federal del Sur, del que forma parte la citada región.<img src="http://ep01.epimg.net/internacional/imagenes/2013/12/29/actualidad/1388314399_169618_1388336488_sumario_normal.png" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" />EL PAÍSVolgogrado —que antes se llamaba Stalingrado y se hizo famosa durante la II Guerra Mundial por la heroica resistencia y victoria sobre las tropas nazis— fue víctima de otro ataque suicida en octubre, cuando una mujer hizo explotar una bomba en un autobús. El día 21 de ese mes Naída Asiyálova —terrorista de 30 años oriunda de la república norcaucásica de Daguestán, que forma parte de la Federación Rusa—, causó siete muertes al inmolarse. Su marido, Dmitri Sokolov, un ruso convertido al islam, había muerto meses antes junto con otros fundamentalistas en un enfrentamiento con la policía en las afueras de la capital daguestana, Majachkalá.El ataque de Volgogrado plantea un serio problema a las autoridades cuando falta poco más de un mes para el comienzo de los Juegos Olímpicos de Invierno. Ahora que los islamistas radicales han llevado su guerra terrorista fuera del Cáucaso del Norte, surgen inquietudes sobre cuán seguros serán los Juegos que se inaugurarán en Sochi el 7 de febrero próximo.Dokku Umárov, <a href="http://internacional.elpais.com/internacional/2010/04/01/actualidad/1270072812_850215.html">terrorista checheno que en 2007 anunció la creación del separatista Emirato del Cáucaso</a>, hizo un llamamiento en julio pasado a utilizar todos los métodos posibles para hacer fracasar los Juegos de Invierno. Sin embargo, las autoridades rusas afirman que se han tomado todas las medidas necesarias para evitar que en Sochi se produzcan atentados terroristas.Los islamistas radicales son especialmente activos en la región caucásica: las principales formaciones fundamentalistas se encuentran en las repúblicas de Daguestán y Kabardino-Balkaria. Este año ha habido 32 ataques terroristas, según la página web Kavkazki Uzel (Nudo Caucásico).La mayoría de las explosiones suicidas en lugares públicos son realizadas por mujeres, con frecuencia llamadas viudas negras porque, por lo general, han perdido a sus maridos o a parientes cercanos en la lucha separatista. Los investigadores creen que la que se inmoló el domingo es, como Asiyálova, oriunda de Daguestán.Las autoridades regionales entregará una compensación de un millón de rublos (cerca de 22.300 euros) a cada una de las víctimas del atentado y han declarado un duelo en la provincia desde el primero al 3 de enero; todas las festividades programadas en Volgogrado han sido suspendidas. En Rusia la fiesta de año nuevo es la principal y es en ella cuando se adorna el abeto a cuyos pies el 'Abuelo Invierno' -equivalente a San Nicolás, Papá Noel, Santa Claus y el Viejito Pascuero de otros países-, deja los tradicionales regalos.<a href="http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/29/actualidad/1388314399_169618.html">http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/29/actualidad/1388314399_169618.html</a></blockquote>

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