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Mensaje: <blockquote data-quote="Daishi" data-source="post: 1108848" data-attributes="member: 10284">Fracaso de la Liga Arabe en SiriaPor <a href="http://www.lanacion.com.ar/autor/emilio-cardenas-31">Emilio Cárdenas</a> | Para LA NACIONLa "primavera árabe", a la que ahora algunos llaman "primavera islámica", parece haber sacado de la modorra a la vieja Liga Árabe, comandada por Nabil el-Arabi, un respetado abogado y funcionario egipcio con amplia experiencia internacional. La entidad, que naciera en 1945, agrupa a 22 países árabes y a algunos estados observadores, entre los que están Brasil y Venezuela.Luego de asumir una primera postura militante en contra de Israel, la Liga comenzó a manifestar, en el 2002, su disposición de acompañar al proceso de paz en Medio Oriente. Hasta ahora, sin embargo, no ha intervenido de manera decisiva.El año pasado, la acción de la Liga Árabe fue realmente útil en Libia, al apoyar la creación de la zona de exclusión aérea que finalmente permitió a la OTAN cubrir los avances de los insurgentes que terminaron desalojando del poder al autoritario régimen de Khaddafy. Para ello, China y Rusia, recordemos, decidieron abstenerse al tiempo de votar en el Consejo de Seguridad, "dejando hacer" a los demásAhora la Liga Árabe está procurando ayudar a resolver la compleja cuestión siria. Para, de ese modo, poder superar la oposición de China y Rusia a que el tema sirio se considere en el Consejo de Seguridad. Para ello el organismo propuso un plan -pergeñado por Arabia Saudita y Qatar- que, luego de algunas demoras, fue aceptado, de mala gana, por el régimen sirio. Se desplegó entonces una misión de observación encargada de verificar el cumplimiento de un plan con el que se intenta poner fin al ciclo de muertes causadas por la durísima represión a las protestas populares por parte de las fuerzas de Bashar al-Assad; lograr el retiro de las fuerzas militares -y sus tanques- del interior de las ciudades sirias rebeldes; liberar los prisioneros políticos; y estructurar un diálogo de paz entre el régimen de los Assad y la oposición, unificada a estos efectos.A fines de diciembre pasado se produjo, en etapas, el despliegue de los observadores de la Liga. Hay ya en el terreno unos 165. Demasiado pocos. Para peor, algunos de ellos han renunciado como señal de frustración. Están comandados, insólitamente, por el General sudanés Mustafa Dabi, a quien se tiene por responsable directo de algunas de las inhumanas atrocidades perpetradas por la teocracia sudanesa contra los habitantes de Darfur.El plan obtuvo algunos logros iniciales. Hubo, es cierto, una primera liberación de más de tres mil prisioneros políticos, pero hay todavía muchos otros que siguen presos y algunos más que acaban de ingresar recientemente a las cárceles del autoritario régimen de los Assad.Para hacer las cosas aún más difíciles, la oposición siria no ha logrado unificarse. El Consejo Nacional Sirio -uno de los organismos más representativos de las fuerzas de la oposición- se ha distanciado públicamente del plan de paz de la Liga, en el que no cree. Lo cierto es que, desde la llegada de los observadores de la Liga, han muerto ya unos trescientos sirios más. El Consejo, por lo demás, ha preferido colaborar con las fuerzas rebeldes integradas por miles de desertores que han abandonado a los Assad.La violencia, es obvio, no ha desaparecido de las calles de las ciudades sirias, pero parece haber disminuido algo en su intensidad, lo que, sin embargo, no alcanza para comenzar a pacificar a una nación muy lastimada. El diálogo con la oposición, simplemente no existe por el momento. Algunos observadores de la Liga han sido objeto de recientes ataques y provocaciones que, se sospecha, provienen del propio gobierno, especialmente en el puerto de Latakia, de donde los Assad son originarios.Hasta el momento los esfuerzos de la Liga Árabe no parecen haber sido fructíferos, lo que cabe lamentar. Por esto el conflicto sirio -pese a que los Assad han ganado tiempo- está muy lejos de haber encontrado una fórmula para poder resolverlo pacíficamente. Lo que significa que el conflicto, que ya tiene unas 5.000 muertes acumuladas, podría endurecerse aún más.Quizás por todo esto es que un Assad ensoberbecido acaba de lanzar un desafío a sus pares árabes en la que fuera su primera alocución pública de los últimos meses. Su posición es la de seguir actuando con "mano dura". Como hasta ahora. Sembrando la muerte sin ningún empacho. Con todo lo que esto significa para el plan de la Liga, que comienza, creemos, a crujir.Para la Liga Árabe, reconocer su fracaso supondrá, según lo anunciado en su momento por sus propias autoridades, tener que pasar a otro capítulo. El de las presiones. Primero a disponer la adopción de sanciones políticas y económicas y, en definitiva, derivar el tema al Consejo de Seguridad. Este momento parece acercarse y las posiciones de China y Rusia, aparentemente, no se han modificado. A punto tal que Rusia continúa entregando armas y municiones al régimen de los Assad.<a href="http://www.lanacion.com.ar/1440882-fracaso-de-la-liga-arabe-en-siria">http://www.lanacion.com.ar/1440882-fracaso-de-la-liga-arabe-en-siria</a></blockquote>

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