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Mensaje: <blockquote data-quote="Sebastian" data-source="post: 1189492" data-attributes="member: 8629">Siria, un espejismo de revolución democráticaLa apertura del régimen no ofrece cambios, la guerra está en marcha y cada día cuenta con más víctimas en un país al borde del caos<img src="http://www.abc.es/Media/201206/05/damasco--644x362.JPG" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" />Imagen de un atentado en Damasco con más de 40 víctimas. / Foto: Efe Bajo la apariencia formal y fáctica de un punto muerto completo en el marco político interior y un empantanamiento sobre el terreno en la dimensión militar, el conflicto en Siria ha sufrido variaciones considerables en las dos o tres últimas semanas y es cualitativamente distinto del que se abrió con la revuelta en Deraa hace algo más de catorce meses.En vísperas de que Kofi Annan se dirija a la ONU el jueves el cuadro de conjunto ofrece ahora estas cinco notas definitorias principales:- Ya hay una guerra abierta, no un combate del gobierno y sus medios contra elementos armados y/o “terroristas”. El sábado pasado hubo 87 muertos, pero la mayoría de ellos, 57, fueron por primera vez, soldados del gobierno.- Las aperturas del régimen (nueva Constitución, mucho más democrática, elecciones y amnistías) no han producido efecto alguno.- El plan de pacificación tenazmente seguido por Kofi Annan, ha caducado y ya no es vinculante para la oposición armada.- Las esperanzas de que, tras el espanto producido por la matanza de Hula el 25 de mayo aconsejaran a Rusia reconsiderar su apoyo total a Siria, se han evaporado.- Frente al voluntarismo prodemocrático de la gran mayoría de los países y las opiniones públicas y pese a que crece el apoyo social a alguna clase de intervención, los Estados Unidos y muchos de sus socios centrales no la favorecen por razones de pura realpolitik.Moscú y PekínEl Gobierno ruso, por boca de su ministro de Exteriores, Serguei Lavrov (que acababa de ser confirmado en su puesto en el nuevo gobierno seleccionado por Vladimir Putin) condenó firmemente la masacre citada y no hizo el menor esfuerzo por acreditar la tesis oficial que se atrevió a culpar a elementos terroristas, pero al día siguiente, para cortar toda especulación, reiteró su conocida posición de hostilidad a toda intervención extranjera.Y lo hizo con un énfasis particular y por etapas: un portavoz, primero, un viceministro después, el embajador en la ONU más tarde y el propio Putin en Berlín y París el fin de semana pasado. No tuvo empacho en mencionar como argumento el precedente de Libia y, algo más, vio con satisfacción que el gobierno chino hacía lo mismo: un editorial muy duro del “Diario del Pueblo” el domingo reiteró ese criterio y, en vísperas de la reunión del llamado “Grupo de Shanghai” (la agrupación regional de países que animan Moscú y Pekín) repitió el argumento: no y no a toda intervención foránea… lo que deja claro que no se puede contar a medio plazo con una resolución ad hoc del Consejo de Seguridad que la hiciera posible.Los medios rusos, con todo, han indicado algo sutil: su actitud y la del socio chino son, de hecho, el mejor apoyo al plan de Kofi Annan, pues una de las partes – la rebelión – debe asumir que tendrá muy difícil ganar militarmente y, por tanto, podía ser obligada a considerar un desenlace políticamente pactado.La dimensión regionalEsta situación, hoy por hoy, ha confirmado el único pronóstico universalmente hecho por todos los medios: el régimen sirio pelearía y Siria no es Libia ni Yemen ni Túnez. Como indicó claramente el propio Kofi Annan, sobre el país se dibuja el espectro de nada menos que una guerra con una inquietante dimensión sectaria. Este adjetivo, sectaria, es la clave de casi todo lo que sucede: el régimen no representa tal vez a más de un tercio de la gente, según cálculos de la rebelión y su órgano político, el Consejo Nacional Sirio, pero ese tercio cree estar luchando por su supervivencia física, biológica.La comunidad alauí, en particular, el corazón comunitario y de seguridad del régimen, teme ser diezmada en caso de derrota. Y la verdad es que su estado de ánimo y sus medios militares permiten augurar lo peor en caso de grave riesgo. En un artículo muy claro Chemi Shalev, escribió en el diario israelí 'Haaretz' el viernes pasado esta verdad desnuda: lo de Siria no es el combate de un colectivo pro-democrático contra una tiranía, sino un combate inter-comunitario viejísimo y basado en la exclusión y el rencor entre los alauies y los sunníes mayoritarios (con factores menores adicionales).Shalev, pensando en Israel, iba más lejos y recordaba que el ejército sirio dispone de un gran arsenal de misiles tierra-tierra y de armas químicas y, tal vez, biológicas. Un poder puesto contra las cuerdas las activaría e, incluso sin contar con el importante factor libanés, el Hezbollah, podría causar un desastre sin precedentes. La conclusión de este observador, que tiene en la cabeza que la frontera más tranquila de Israel ha sido siempre la siria, es que ahora si la situación llega al descontrol en Damasco, Siria podría convertirse en un estado fallido cuyas armas letales podrían caer en manos de elementos islamistas renegados (….) Un escenario de pesadilla.<a href="http://www.abc.es/20120605/internacional/rc-siria-espejismo-revolucion-democratica-201206051441.html">http://www.abc.es/20120605/internacional/rc-siria-espejismo-revolucion-democratica-201206051441.html</a></blockquote>

Verificación: Libertador de Argentina