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Mensaje: <blockquote data-quote="Rolando Lero" data-source="post: 1214563" data-attributes="member: 15908">Brasil cierra embajada en la Siria; brasileños tendrán plan de retirada20 de julio de 2012.El embajador de Brasil en el país, Edgard Casciano, dejó la capital siria, Damasco, con destino la Beirute, en Líbano, por vía terrestre. Él fue orientado por el gobierno de la presidente Dilma Rousseff a cerrar la Embajada de Brasil en Damasco. La orden fue retirar los operarios y pasar a atender a las demandas en Beirute. Casciano aguarda aún orientaciones de Brasilia para poner en práctica el plan de retirada de los brasileños que viven en la región. En consonancia con informaciones del Itamaraty, los operarios de la embajada ya llegaron a la capital de Líbano.El gobierno brasileño esperó sinalizações del embajador para definir el momento adecuado para el cierre de la embajada. El Itamaraty divulgó nota informando que decidió dejar un operario en el local, para permanecer como punto de contacto entre los ciudadanos brasileños en el país y el Consulado-General en Beirute y la Embajada en Amã (Jordania). El plan de retirada de los demás brasileños puede ser ejecutado en las próximas horas. Pero sólo será informado, según diplomáticos dijeron a la Agencia Brasil, cuando ocurrir, para evitar riesgos a la seguridad de los envueltos.Casciano dijo aunque la violencia se agravó en las calles de las principales ciudades aumentando el miedo y el pavor no sólo de extranjeros, como también de sirios. “Imposible poner los pies en la calle con tantos tiros. ES una situación extremadamente problemática”, dijo él.El embajador añadió también que la violencia en la capital siria alcanzó tal situación que ayer él se vio gracias a no abrir la representación brasileña. Según él, son los días más violentos a que asistió en el país. “Helicópteros sobrevolaban constantemente y daba para oír muchas explosiones que, por la intensidad, eran consecuencia de armas pesadas.”Hace cuatro años en Damasco, la capital de la Siria, Casciano dijo que la situación en la capital es muy tensa y ya no hay garantías de seguridad para las embajadas extranjeras en el barrio. “Hasta meditamos que el gobierno brasileño enviara agentes de seguridad para proteger la embajada. Pero, con el aeropuerto cerrado, la idea fue dejada de lado”.La estimativa es que existan cerca de 3.000 brasileños en la Siria, la mayoría en la región de Damasco, pero hay una comunidad en la región de Latakia y Tartous, en la costa del país, reducto de alauítas (grupo sectário al cual pertenece el presidente Bashar Al Assad) y cristianos. En consonancia con el embajador, el número es sólo una estimativa, pues muchos brasileños dejaron el país antes del agravamiento de la situación.Para Casciano, el clima es de “guerra abierta” en la Siria. Él dijo que sus amigos sirios se muestran muy preocupados y con miedo del futuro. “La guerra en Damasco los dejó extremadamente apavorados”, dijo él.Reuniones en BrasiliaEl acirramento de la crisis en la Siria y el aumento del miedo en el país motivaron ayer varias reuniones en Brasilia, coordenadas por el Palacio del Planalto en asociación con los ministerios de las Relaciones Exteriores, Itamaraty, y de la Defensa.Situación semejante ocurrió en Libia, el año pasado, cuando la Embajada de Brasil en el país fue cerrada en el transcurso de la inseguridad en el país. Los detalles sobre la acción en la Siria fueron preservados por motivos de seguridad. Sin embargo, lo Brasil aguarda aún el momento adecuado para ejecutar el restante del plan de retirada de los brasileños que viven en la Siria.El plan fue definido anteayer (18), pero hasta las últimas horas de ayer sufría adaptaciones debido a los episodios registrados en la Siria. El plan define la retirada de las cerca de 3.000 personas del país, llevándolas para una área fuera del país considerada de seguridad. El objetivo es garantizar seguridad para los brasileños.Los gobiernos de varios países ya cerraron sus embajadas en la Siria, principalmente europeos y asiáticos. Tradicionalmente, lo Brasil sólo opta por la medida cuando considera la situación insustentável.Después de la explosión del hombre-bomba hace dos días provocando 26 muertes, inclusive de dos ministros (de la Defensa y del Interior), además una tercera autoridad, Damasco amaneció ayer como si el día fuera festivo. Escuelas y tiendas están cerradas y sólo algunos servicios públicos funcionan. Hay un clima de miedo predominando, según relatos de brasileños que están en la capital siria.El embajador y los operarios brasileños de la representación en Damasco dejaron la Siria por tierra, utilizando una carretera considerada de calidad, que conecta el país a Líbano.FUENTE: Renata Giraldi / Agencia Brasil</blockquote>

Verificación: Libertador de Argentina