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Mensaje: <blockquote data-quote="Barbanegra" data-source="post: 1494278" data-attributes="member: 10064"><img src="http://estaticos.elmundo.es/assets/multimedia/imagenes/2014/01/16/13898986889888.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /> Más de mil muertos en la guerra entre rebeldes en SiriaLas escaramuzas entre brigadas alzadas, que comenzaron el tres de enero de este año, se han cobrado ya 1.069 vidas. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha ofrecido este jueves la cifra. Del total, detalla, 130 son civiles y 21 de estos fueron ejecutados por el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), un grupo armado afín a Al Qaeda enfrentado a una alianza circunstancial de comandos levantados.De entre los fallecidos, no todos identificados, hay 608 de la liga confrontada al ISIS. El ISIS, por su lado, ha perdido 312 combatientes durante estas dos semanas. Las condenas a muerte como represalia han sido también abundantes: el ISIS ha matado a 99 de los rebeldes enemigos y estos han hecho lo propio con 56 yihadistas del ISIS. El Observatorio Sirio toma estos datos de una red de activistas y médicos sobre el terreno.Los combates han seguido en las últimas horas en la villa de Saraqeb, al suroeste de Alepo, en el norte de Siria. Según varias fuentes, las brigadas aliadas habían logrado acorralar al ISIS, pero estos se resarcieron y contuvieron el avance. El ISIS anunció el miércoles que uno de sus mandos en Saraqeb, ciudadano belga de origen argelino, había sido asesinado por el bando contrario después de capturarle en una emboscada.Tel Abyad, ciudad con un paso fronterizo a Turquía, acabó retomada por los islamistas del ISIS después de haber perdido su control temporalmente. No pasó igual en sus antiguos dominios en Alepo ciudad, donde antes de retirarse mataron a 77 activistas y guerrilleros la semana pasada. Las disputas siguen en diversos rincones de las provincias norteñas de Alepo, Idlib, Hama y Raqqa, donde el ISIS está presente.La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, advirtió el jueves que su oficina ha recibido, durante las últimas dos semanas, informes de "una sucesión de ejecuciones masivas de civiles y milicianos que no estaban participando en hostilidades en Alepo, Idlib y Raqqa". Llevadas a cabo, señaló, "por grupos opositores rigoristas, en particular por el Estado Islámico de Iraq y Siria".Pillay recordó que este tipo de matanzas violan la ley internacional y podrían considerarse crímenes de guerra dado que su número es alarmantemente alto. Las víctimas no sólo están muriendo en fuegos cruzados o ejecuciones en cuarteles. También son presa de los coches bomba que coloca mayormente el ISIS en puestos de control de otras falanges contendientes. En casi tres años de guerra han muerto más de 130.000 sirios.Las masacres que sigue perpetrando el régimen pasaron a un segundo plano informativo, hace dos semanas, cuando diferentes facciones rebeldes entraron en combate entre ellas. El Frente Islámico, una coalición de siete brigadas salafistas - ultraconservadoras-, el Frente de Revolucionarios Sirios, milicia cercana al moderado Ejército Libre de Siria, y algunas falanges bajo la bandera del yihadista Frente Nusra se enfrentan al ISIS al alimón.La irrupción del ISIS en Siria, a mediados de 2013, no fue bienvenida por la mayoría de sirios. Denuncian su rigurosa aplicación de la ley religiosa, impuesta en los territorios que controlan. Desde su llegada, el resto de rebeldes arqueaban la ceja ante las acciones del ISIS. Les veían más preocupados por gobernar las zonas arrebatadas al régimen, con ánimo de extender un gran califato en Oriente Medio, que en vencer al dictador de Damasco.A finales de diciembre, el Ejército Libre de Siria acusó al ISIS de intentar hacerse con su arsenal de armas, en la conocida villa de Kafranbel, y de perseguir a los activistas del lugar. Pero la acción que colmó el vaso y enardeció la furia contra el ISIS fue la brutal tortura y ejecución de un mediador de Ahrar al Sham, socio del Frente Islámico, conocido como Abu Rayyan. Ahrar al Sham tachó al ISIS de ser "peor que el mismo Bashar Asad".La brecha abierta entre los rebeldes, que no ha podido suturarse pese a los intentos de mediación del Frente Nusra, está dando alas a Bashar Asad, quien sigue adelantando posiciones en Alepo, la segunda ciudad de Siria. La Coalición Nacional Siria (CNS), el principal organismo opositor en el exilio, acusó el miércoles al régimen de usar armas químicas el 13 de enero de este año en un ataque perpetrado en Daraya, a las afueras de Damasco, con el resultado de tres muertos.El gobierno sirio, por su parte, se pronunció el jueves sobre la próxima cumbre de Ginebra II - el 22 de enero - por boca del ministro de Reconciliación Nacional Ali Haidar. "No esperamos nada de Ginebra II", declaró durante un seminario en Damasco. E ironizó: "Ni de Ginebra II, ni de Ginebra III, ni tampoco Ginebra X resolverá la crisis Siria". "La solución ha empezado y continuará siendo el triunfo militar del Estado", remató.Esta declaración de intenciones es otro palo para la oposición, que el viernes decidirá si finalmente acude a Ginebra II. Una porción significativa de los miembros de la Coalición Nacional Siria exige que se garantice la salida de Asad del poder como condición para presentarse en Suiza. Al mismo tiempo, EEUU les presiona para que acudan sin reservas. De hacerlo, la ruptura en el seno de la CNS se antoja inevitable.<a href="http://www.elmundo.es/internacional/2014/01/16/52d82a72e2704e716c8b4581.html">http://www.elmundo.es/internacional/2014/01/16/52d82a72e2704e716c8b4581.html</a></blockquote>

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