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Mensaje: <blockquote data-quote="Barbanegra" data-source="post: 1652650" data-attributes="member: 10064"><img src="http://estaticos02.elmundo.es/assets/multimedia/imagenes/2014/09/30/14121071711125.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /> Kobane, la batalla por la frontera siriaArmada con un bolígrafo Nihayet esboza, con trazos furiosos, un mapa de la zona fronteriza siria. «Aquí está el cantón de la Yasira y aquí el de Afrín», raya en el papel, refiriéndose a los dos enclaves de una autonomía proclamada por los kurdos con el nombre de Rojava. «Aquí en medio», indica, «está Kobane -llamada Ain al Arab en los mapas sirios-. Si la toma, el IS podrá facilitar su aprovisionamiento desde Turquía».El folio de esta participante del Parlamento Femenino de Suruç -asamblea organizada por el Ayuntamiento del prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (***)- revela más cosas. Marcado con un círculo, Kobane, habitada antes de la guerra por 55.000 kurdos y árabes -durante el conflicto elevó su población hasta los 400.000 por la llegada de desplazados-, se asemeja en el dibujo a la perla de un collar formado por todos los territorios de Rojava, extendidos a lo largo de todo el norte de Siria y pegados a la frontera turca, como un cordón. No hay mejor metáfora para explicar lo preciada que Kobane es para los kurdos. También para el Estado Islámico (IS, en siglas inglesas), que inflige a la ciudad un asedio atroz desde julio pasado.Para los kurdos, Kobane es un punto de enlace crucial entre el resto de territorios kurdo sirios, y un oasis hasta que empezó el cerco. Nadie olvida que, hace 35 años y a través de caminos de contrabandistas, allí fue donde recaló el líder de la entonces recién fundada guerrilla PKK, Abdullah Öcalan, al huir de Turquía. No volvería a suelo turco hasta 1999 y lo haría encarcelado.Los yihadistas han dejado patente su obcecación con Kobane al usar contra ella armas de todo calibre. Muchas de ellas, confiscadas en arsenales del ejército iraquí ocupados por el IS durante este verano. La ONG Human Rights Watch ha confirmado incluso el uso de munición de racimo. Estas bombas se obtuvieron, según creen fuentes anónimas expertas, en armamento consultadas por este periódico, de reservas del ejército de Bashar Asad.Las Unidades de Protección Popular (YPG) son las milicias kurdas, organizadas en 2012 a partir de voluntarios, que defienden Kobane de los envites del IS. Después de resistir exitosamente durante meses -ya sufrieron un primer sitio en marzo de este año que no triunfó- las YPG han perdido fuelle. Con el IS a cinco kilómetros por el este, y avanzando también por sur y oeste, sólo los bombardeos de ayer de la coalición les permitieron respirar.La aviación destrozó un arma de artillería del IS en la próxima aldea de Moman y mató a un número indeterminado de radicales. A este punto a favor se sumó el de la efectiva intervención, al sur de Kobane, de los milicianos de la brigada Burkan el Firat. El golpe, según un comunicado del centro de prensa de las YPG, les permitió apropiarse de armas en posesión del IS.Esta nuevo pelotón es resultado de un recién firmado pacto entre el Ejército Libre de Siria (ELS) -primer grupo armado que se alzó contra el régimen de Asad- y las YPG. La alianza es un soplo de pragmatismo entre dos grupos que hasta ahora se habían mostrado reticentes a actuar juntos por sus divergencias políticas. El ELS defiende una siria unificada y los kurdos ya tienen la cabeza puesta en su autonomía y las instituciones de autogobierno establecidas. Pero erosionar al enemigo común que es el IS les es primordial.Freno al flujo de combatientes kurdosDebido a los golpes de la coalición y guerrilleros, Kobane sufrió ayer menos impactos de proyectiles que el día anterior. La mala noticia: excavadoras empezaron a abrir una nueva zanja junto a la valla fronteriza a la altura de Kobane. «Turquía está poniendo otro obstáculo para que los voluntarios que quieran entrar desde aquí a apoyar a las YPG no puedan hacerlo», lamentó Serhat, un activista de Estambul.La población local no perdona a Ankara los impedimentos que ponen sus fuerzas de seguridad, con gas lacrimógeno o cerrando el paso fronterizo, para que las YPG no reciban refuerzos. Pero el hecho de que anteayer desplegara al menos 30 tanques a lo largo de la valla invita a pensar en que no descarta poner las botas en el lado sur de la red de metal. Suruç, a un puñado de kilómetros del confín turco, está tomado por el ejército. Tanquetas y vehículos blindados van y vienen por las avenidas centrales para estupefacción de los vecinos, mayormente kurdos.Ayer por la noche, la Gran Asamblea Nacional dio un paso más en esta dirección renovando el mandato anual que permite al Ejecutivo ordenar operaciones militares en Irak y Siria. Da luz verde, además, para poner las bases militares turcas al servicio de países aliados. El Gobierno turco apuesta por crear una zona tapón en la franja norteña siria a fin, según alega, de permitir que allí se alojen parte del más de un millón y medio de refugiados que aloja.En la misma jornada, el viceprimer ministro turco, Bülent Arinç, aseguró que la sombra del IS se cierne sobre la tumba del Sha Solimán. Se trata de un diminuto pedazo de suelo en Siria, a 30 kilómetros de la frontera y en la provincia de Alepo, que pertenece a Turquía desde 1921. Los analistas dan por hecho que un ataque a este monumento supondría para los turcos un 'casus belli'.Oleada de refugiadosEl empeoramiento de las condiciones de seguridad en Kobane forzó, hace 10 días, un éxodo de más de 160.000 refugiados -según estimaciones de ayer de la ONU- sobre la provincia turca de Sanliurfa. Suruç ha visto doblada su población debido a los huidos: 45.000 en el casco urbano de acuerdo a datos del partido ***. Voluntarios procedentes de toda Turquía, no sólo kurdos, llegan y se reparten por donde pueden para hacer de soporte en tareas de cooperación. Ya se han abierto tres campos para acoger refugiados.Turquía pretende aumentar el volumen de armas que llegan al ELS. Esta cuestión sigue debatiéndose en el seno de la coalición contra el IS que lidera EEUU, escudada por países que han fomentado el extremismo islámico en Siria -financiando a milicias ultra conservadoras- como Arabia Saudí y Qatar, además de Emiratos Árabes y Jordania.A pesar de la cruda adversidad, sí hubo un fino margen para la felicidad en Kobane. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos anunció ayer que el IS había entregado a 70 escolares kurdos que tenía secuestrados. No se detalló el precio de su libertad. Formaban parte de un contingente de 153 chavales que, en mayo pasado, fueron capturados por los yihadistas al volver de examinarse en Alepo. Esa ciudad, Kobane, es el orgullo de la resistencia kurda, que tomó su nombre de una compañía ferroviaria alemana.<a href="http://www.elmundo.es/internacional/2014/10/01/542b0efd268e3e8a3a8b456e.html">http://www.elmundo.es/internacional/2014/10/01/542b0efd268e3e8a3a8b456e.html</a></blockquote>

Verificación: Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982