Menú
Inicio
Visitar el Sitio Zona Militar
Foros
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Qué hay de nuevo
Nuevos mensajes
Última actividad
Miembros
Visitantes actuales
Entrar
Registrarse
Novedades
Buscar
Buscar
Buscar sólo en títulos
Por:
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Menú
Entrar
Registrarse
Inicio
Foros
Area Militar General
Conflictos Contemporáneos
Noticias de Siria
JavaScript is disabled. For a better experience, please enable JavaScript in your browser before proceeding.
Estás usando un navegador obsoleto. No se pueden mostrar estos u otros sitios web correctamente.
Se debe actualizar o usar un
navegador alternativo
.
Responder al tema
Mensaje
<blockquote data-quote="ARGENTVS" data-source="post: 3617353" data-attributes="member: 93"><p>[URL unfurl="true"]https://www.rt.com/news/608708-syria-battle-for-aleppo-matters/?utm_source=browser&utm_medium=aplication_chrome&utm_campaign=chrome[/URL]</p><p></p><h3>El crisol de Siria: por qué importa la batalla de Alepo</h3><p>Mientras los militantes avanzan sobre la ciudad de dos millones de habitantes, la debilidad militar de Damasco y la inacción de Teherán plantean preguntas sobre el futuro</p><p></p><p>La reciente escalada de violencia en el noroeste de Siria ha situado a Alepo en el centro de un nuevo conflicto, tras los enfrentamientos que estallaron poco después de que se anunciara un alto el fuego en el Líbano. Este inesperado estallido marca el comienzo de una nueva fase de violencia no vista en cuatro años, ya que una coalición de grupos armados, entre ellos el Ejército Nacional Sirio respaldado por Turquía y facciones yihadistas como la Organización para la Liberación del Levante (antes Jebhat al Nusra), lanzaron una ofensiva calculada contra la ciudad de más de dos millones de habitantes.</p><p></p><p>La batalla por Alepo no se limita a la ciudad en sí. Es un microcosmos de las luchas de poder regionales más amplias que han definido la guerra civil de Siria. Esta renovada ofensiva pone en tela de juicio la estabilidad de la región, así como la eficacia de los esfuerzos diplomáticos del resto del mundo. A pesar de los intentos internacionales de negociar la paz, Siria sigue profundamente dividida y ahora, más que nunca, lo que está en juego geopolíticamente en Alepo no podría ser mayor.</p><p></p><p>En un ataque bien coordinado, combatientes de varios grupos militantes entraron en los suburbios occidentales de la ciudad y avanzaron hacia la plaza Saadallah al-Jabri, el centro simbólico de la ciudad. Esto marca un cambio de estrategia, ya que estos grupos ya se habían apoderado de un territorio significativo en el norte y el oeste de Alepo, así como de partes del este de Idlib. Para muchos lugareños, el rápido avance de los militantes es un acontecimiento impactante, un triste recordatorio de que la paz aún está lejos de alcanzarse.</p><p></p><p>La respuesta del ejército sirio ha sido decepcionante. Su Ministerio de Defensa emitió un comunicado en el que reconoció un ataque <em>“a gran escala”</em> e <em>“inesperado”</em> de las fuerzas de la oposición, pero no presentó una estrategia convincente de contraofensiva. También han surgido informes de ataques aéreos de las fuerzas rusas y sirias contra las rutas de suministro de los militantes en los suburbios de Alepo e Idlib. Es posible que estos esfuerzos no inclinen la balanza, lo que pone en duda la capacidad de Damasco para contener a los insurgentes ante esta nueva ola de agresión.</p><p></p><p>Alepo, la segunda ciudad más grande de Siria, es un centro económico y un bastión vital para el control del gobierno sobre el país. Su captura por grupos extremistas sería un golpe devastador para la autoridad de Damasco. Situada a menos de 310 kilómetros de la capital, la antigua ciudad tiene una importancia simbólica y estratégica. Su caída alteraría el equilibrio de poder en Siria y debilitaría gravemente al gobierno de Bashar Assad.</p><p></p><p>Lo que hace que esta última batalla sea aún más compleja es el papel de Irán, cuyas fuerzas tienen una presencia significativa en Siria. A pesar de la gran cantidad de instalaciones militares iraníes (incluidas 52 bases militares y 177 emplazamientos adicionales en Alepo), las fuerzas iraníes no han tomado medidas decisivas contra el avance de los grupos terroristas. Esta inacción plantea interrogantes sobre la estrategia de Teherán en Siria, ya que su infraestructura militar parece cada vez más vulnerable a los ataques de fuerzas de oposición más ágiles.</p><p></p><p>¿Por qué Irán, con su importante presencia militar, no ha logrado contrarrestar eficazmente a estos grupos? La ausencia de apoyo aéreo y una mayor dependencia de la infraestructura siria podrían ser factores importantes de este fracaso. Además de estas deficiencias, las fuerzas iraníes han dudado en enfrentarse directamente, tal vez debido al contexto geopolítico más amplio y a la amenaza inminente de ataques de la coalición israelí e internacional. Esta vacilación estratégica está permitiendo que grupos etiquetados como organizaciones terroristas se infiltren en Alepo sin apenas resistencia.</p><p></p><p>Mientras tanto, Damasco se ha visto obligado a reconocer el empeoramiento de la situación y ha anunciado que aumentará los suministros militares para fortalecer su posición. Sin embargo, estos esfuerzos parecen reactivos más que proactivos, una señal de que su estrategia militar es cada vez más defensiva.</p><p></p><p>La insurgencia sorpresiva arroja serias dudas sobre la viabilidad del acuerdo de alto el fuego de 2020 negociado por Rusia y Turquía. Pone de relieve la fragilidad del acuerdo y, a medida que se intensifican los combates, la estabilidad de la región pende de un hilo. También es evidente el fracaso de la diplomacia internacional para lograr una solución duradera en Siria. La declaración del enviado especial de la ONU, Geir Pedersen, sobre un <em>“estancamiento político”</em> refleja una frustración mundial más amplia por la falta de progreso. Los esfuerzos por resolver el conflicto se han visto obstaculizados por la inercia y los intereses en pugna, lo que hace que la paz permanente parezca cada vez más remota.</p><p></p><p>En el plano regional, los intentos del presidente turco Recep Tayyip Erdogan de abrir un diálogo con el presidente sirio Bashar Assad también se han estancado. Erdogan ha expresado su deseo de normalizar las relaciones, lo que, según él, allanaría el camino hacia la paz en Siria, pero no se han tomado medidas significativas en ese sentido. Turquía, que ha acogido a más de tres millones de refugiados de Siria, se enfrenta a una presión cada vez mayor tanto en el frente del desplazamiento humano como en su conflicto en curso con los grupos kurdos. Cualquier avance serio hacia la paz debe pasar por el diálogo entre Ankara y Damasco, un elemento que todavía falta en la estrategia actual.</p><p></p><p>Turquía tiene una presencia militar cada vez mayor en Siria, con 12 bases y 114 emplazamientos militares, incluida una importante concentración en Alepo e Idlib. Si bien las fuerzas iraníes siguen siendo más numerosas, las capacidades militares de Ankara –en particular en defensa aérea, artillería y tecnología de comunicaciones moderna– la convierten en un actor cada vez más influyente en el conflicto sirio.</p><p></p><p>Este cambio en la dinámica de poder ha permitido a Turquía reforzar su posición en Siria, con la capacidad de controlar a varios grupos armados bajo su patrocinio, aunque no lo reconoce oficialmente. Con sus acciones, Ankara está consolidando su influencia, en particular en Alepo, donde está posicionada para desempeñar un papel central en la trayectoria futura del conflicto.</p><p></p><p>La lucha geopolítica se está intensificando. El conflicto sirio y, en particular, la batalla por Alepo reflejan la lucha más amplia por la influencia entre potencias regionales como Turquía e Irán. Es probable que la intervención militar de Ankara en Siria siga aumentando, ya que su influencia se vuelve cada vez más crítica para la estabilidad futura de la región.</p><p></p><p>Las preocupaciones que Israel tiene desde hace tiempo sobre la creciente influencia de las fuerzas apoyadas por Irán cerca de sus fronteras se han vuelto más urgentes a medida que se prolonga el conflicto interno en Siria. En respuesta, el Estado judío se ha posicionado como un actor clave en la configuración del panorama de seguridad regional, adoptando una postura más proactiva para contrarrestar la expansión de la influencia iraní.</p><p></p><p>Este cambio de estrategia israelí se alinea con un enfoque más amplio que probablemente adoptará Estados Unidos durante el gobierno entrante de Trump, que priorizará la lucha contra Irán y el fortalecimiento de los vínculos con aliados regionales como Israel. Con una posible reanudación del compromiso de un gobierno liderado por los republicanos, los intereses estratégicos de Israel y su estrecha asociación con Estados Unidos podrían impulsar acciones coordinadas en Siria, influyendo tanto en los actores locales como en los extranjeros.</p><p></p><p>¿La situación en Siria acabará obligando a un cambio en las estructuras de poder regionales? ¿Podría el creciente papel de Turquía señalar el fin de la influencia iraní allí? Además, mientras Alepo se convierte en un campo de batalla para luchas geopolíticas más amplias, ¿qué papel desempeñarán Israel y Estados Unidos en el resultado final?</p><p></p><p>La batalla de Alepo está lejos de ser un simple enfrentamiento militar: es el punto focal de una lucha de poder que involucra no sólo el destino de Siria sino también el futuro geopolítico de Medio Oriente.</p><p></p><p></p><p></p><p><em>Este artículo fue publicado originalmente en ruso en <a href="https://www.globalaffairs.ru/articles/borba-za-aleppo-issak/">Rusia en Asuntos Globales</a> , traducido y editado por RT.</em></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="ARGENTVS, post: 3617353, member: 93"] [URL unfurl="true"]https://www.rt.com/news/608708-syria-battle-for-aleppo-matters/?utm_source=browser&utm_medium=aplication_chrome&utm_campaign=chrome[/URL] [HEADING=2]El crisol de Siria: por qué importa la batalla de Alepo[/HEADING] Mientras los militantes avanzan sobre la ciudad de dos millones de habitantes, la debilidad militar de Damasco y la inacción de Teherán plantean preguntas sobre el futuro La reciente escalada de violencia en el noroeste de Siria ha situado a Alepo en el centro de un nuevo conflicto, tras los enfrentamientos que estallaron poco después de que se anunciara un alto el fuego en el Líbano. Este inesperado estallido marca el comienzo de una nueva fase de violencia no vista en cuatro años, ya que una coalición de grupos armados, entre ellos el Ejército Nacional Sirio respaldado por Turquía y facciones yihadistas como la Organización para la Liberación del Levante (antes Jebhat al Nusra), lanzaron una ofensiva calculada contra la ciudad de más de dos millones de habitantes. La batalla por Alepo no se limita a la ciudad en sí. Es un microcosmos de las luchas de poder regionales más amplias que han definido la guerra civil de Siria. Esta renovada ofensiva pone en tela de juicio la estabilidad de la región, así como la eficacia de los esfuerzos diplomáticos del resto del mundo. A pesar de los intentos internacionales de negociar la paz, Siria sigue profundamente dividida y ahora, más que nunca, lo que está en juego geopolíticamente en Alepo no podría ser mayor. En un ataque bien coordinado, combatientes de varios grupos militantes entraron en los suburbios occidentales de la ciudad y avanzaron hacia la plaza Saadallah al-Jabri, el centro simbólico de la ciudad. Esto marca un cambio de estrategia, ya que estos grupos ya se habían apoderado de un territorio significativo en el norte y el oeste de Alepo, así como de partes del este de Idlib. Para muchos lugareños, el rápido avance de los militantes es un acontecimiento impactante, un triste recordatorio de que la paz aún está lejos de alcanzarse. La respuesta del ejército sirio ha sido decepcionante. Su Ministerio de Defensa emitió un comunicado en el que reconoció un ataque [I]“a gran escala”[/I] e [I]“inesperado”[/I] de las fuerzas de la oposición, pero no presentó una estrategia convincente de contraofensiva. También han surgido informes de ataques aéreos de las fuerzas rusas y sirias contra las rutas de suministro de los militantes en los suburbios de Alepo e Idlib. Es posible que estos esfuerzos no inclinen la balanza, lo que pone en duda la capacidad de Damasco para contener a los insurgentes ante esta nueva ola de agresión. Alepo, la segunda ciudad más grande de Siria, es un centro económico y un bastión vital para el control del gobierno sobre el país. Su captura por grupos extremistas sería un golpe devastador para la autoridad de Damasco. Situada a menos de 310 kilómetros de la capital, la antigua ciudad tiene una importancia simbólica y estratégica. Su caída alteraría el equilibrio de poder en Siria y debilitaría gravemente al gobierno de Bashar Assad. Lo que hace que esta última batalla sea aún más compleja es el papel de Irán, cuyas fuerzas tienen una presencia significativa en Siria. A pesar de la gran cantidad de instalaciones militares iraníes (incluidas 52 bases militares y 177 emplazamientos adicionales en Alepo), las fuerzas iraníes no han tomado medidas decisivas contra el avance de los grupos terroristas. Esta inacción plantea interrogantes sobre la estrategia de Teherán en Siria, ya que su infraestructura militar parece cada vez más vulnerable a los ataques de fuerzas de oposición más ágiles. ¿Por qué Irán, con su importante presencia militar, no ha logrado contrarrestar eficazmente a estos grupos? La ausencia de apoyo aéreo y una mayor dependencia de la infraestructura siria podrían ser factores importantes de este fracaso. Además de estas deficiencias, las fuerzas iraníes han dudado en enfrentarse directamente, tal vez debido al contexto geopolítico más amplio y a la amenaza inminente de ataques de la coalición israelí e internacional. Esta vacilación estratégica está permitiendo que grupos etiquetados como organizaciones terroristas se infiltren en Alepo sin apenas resistencia. Mientras tanto, Damasco se ha visto obligado a reconocer el empeoramiento de la situación y ha anunciado que aumentará los suministros militares para fortalecer su posición. Sin embargo, estos esfuerzos parecen reactivos más que proactivos, una señal de que su estrategia militar es cada vez más defensiva. La insurgencia sorpresiva arroja serias dudas sobre la viabilidad del acuerdo de alto el fuego de 2020 negociado por Rusia y Turquía. Pone de relieve la fragilidad del acuerdo y, a medida que se intensifican los combates, la estabilidad de la región pende de un hilo. También es evidente el fracaso de la diplomacia internacional para lograr una solución duradera en Siria. La declaración del enviado especial de la ONU, Geir Pedersen, sobre un [I]“estancamiento político”[/I] refleja una frustración mundial más amplia por la falta de progreso. Los esfuerzos por resolver el conflicto se han visto obstaculizados por la inercia y los intereses en pugna, lo que hace que la paz permanente parezca cada vez más remota. En el plano regional, los intentos del presidente turco Recep Tayyip Erdogan de abrir un diálogo con el presidente sirio Bashar Assad también se han estancado. Erdogan ha expresado su deseo de normalizar las relaciones, lo que, según él, allanaría el camino hacia la paz en Siria, pero no se han tomado medidas significativas en ese sentido. Turquía, que ha acogido a más de tres millones de refugiados de Siria, se enfrenta a una presión cada vez mayor tanto en el frente del desplazamiento humano como en su conflicto en curso con los grupos kurdos. Cualquier avance serio hacia la paz debe pasar por el diálogo entre Ankara y Damasco, un elemento que todavía falta en la estrategia actual. Turquía tiene una presencia militar cada vez mayor en Siria, con 12 bases y 114 emplazamientos militares, incluida una importante concentración en Alepo e Idlib. Si bien las fuerzas iraníes siguen siendo más numerosas, las capacidades militares de Ankara –en particular en defensa aérea, artillería y tecnología de comunicaciones moderna– la convierten en un actor cada vez más influyente en el conflicto sirio. Este cambio en la dinámica de poder ha permitido a Turquía reforzar su posición en Siria, con la capacidad de controlar a varios grupos armados bajo su patrocinio, aunque no lo reconoce oficialmente. Con sus acciones, Ankara está consolidando su influencia, en particular en Alepo, donde está posicionada para desempeñar un papel central en la trayectoria futura del conflicto. La lucha geopolítica se está intensificando. El conflicto sirio y, en particular, la batalla por Alepo reflejan la lucha más amplia por la influencia entre potencias regionales como Turquía e Irán. Es probable que la intervención militar de Ankara en Siria siga aumentando, ya que su influencia se vuelve cada vez más crítica para la estabilidad futura de la región. Las preocupaciones que Israel tiene desde hace tiempo sobre la creciente influencia de las fuerzas apoyadas por Irán cerca de sus fronteras se han vuelto más urgentes a medida que se prolonga el conflicto interno en Siria. En respuesta, el Estado judío se ha posicionado como un actor clave en la configuración del panorama de seguridad regional, adoptando una postura más proactiva para contrarrestar la expansión de la influencia iraní. Este cambio de estrategia israelí se alinea con un enfoque más amplio que probablemente adoptará Estados Unidos durante el gobierno entrante de Trump, que priorizará la lucha contra Irán y el fortalecimiento de los vínculos con aliados regionales como Israel. Con una posible reanudación del compromiso de un gobierno liderado por los republicanos, los intereses estratégicos de Israel y su estrecha asociación con Estados Unidos podrían impulsar acciones coordinadas en Siria, influyendo tanto en los actores locales como en los extranjeros. ¿La situación en Siria acabará obligando a un cambio en las estructuras de poder regionales? ¿Podría el creciente papel de Turquía señalar el fin de la influencia iraní allí? Además, mientras Alepo se convierte en un campo de batalla para luchas geopolíticas más amplias, ¿qué papel desempeñarán Israel y Estados Unidos en el resultado final? La batalla de Alepo está lejos de ser un simple enfrentamiento militar: es el punto focal de una lucha de poder que involucra no sólo el destino de Siria sino también el futuro geopolítico de Medio Oriente. [I]Este artículo fue publicado originalmente en ruso en [URL='https://www.globalaffairs.ru/articles/borba-za-aleppo-issak/']Rusia en Asuntos Globales[/URL] , traducido y editado por RT.[/I] [/QUOTE]
Insertar citas…
Verificación
Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
Responder
Inicio
Foros
Area Militar General
Conflictos Contemporáneos
Noticias de Siria
Este sitio usa cookies. Para continuar usando este sitio, se debe aceptar nuestro uso de cookies.
Aceptar
Más información.…
Arriba