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<blockquote data-quote="Walther Muller" data-source="post: 1156254" data-attributes="member: 15663"><p><strong>Una Historia Militar de las Fuerzas Armadas (V).</strong></p><p></p><p><strong> Por Kelder Toti.</strong></p><p></p><p><span style="font-family: 'Times New Roman'">La gran mayoría de los marineros y oficiales, vivieron el resto de sus días como ciudadanos venezolanos y adoptaron este país como el suyo. Algunos ya habían contraído matrimonio con mujeres de Puerto Cabello como el capitán de la nave italiana “<em>Jole Fassio”</em> el señor Amleto Rovelli quien fundó una importante compañía aduanera en La Guaira.</span></p><p><span style="font-family: 'Times New Roman'">El capitán del “<em>Sesostris”</em> único barco alemán involucrado en el hecho, el señor Karl Ueding también se quedó en Venezuela y se casó.</span></p><p><span style="font-family: 'Times New Roman'">Los barcos incendiados “<em>Jole Fassio”</em>, “<em>Trottiera”</em> y “<em>Teresa Odero”</em> fueron reflotados. Mas tarde todos excepto el “<em>Teresa Odero”</em> fueron vendidos a los americanos por 2.000.000 U$, junto a los otros tres barcos italianos que se encontraban en la bahía, el “<em>Bacicin Padre”</em>, el “<em>Alabama”</em> y el “<em>Dentice”</em>; el “<em>Teresa Odero”</em> sería adquirido por Argentina. El buque alemán <em>Sesostris</em> quedo tan destruido que fue imposible su reconstrucción, y por orden del presidente Isaias Medina Angarita fue desguazado, remolcado y abandonado en una isla cercana a Puerto Cabello llamada la Isla Larga, donde aun permanece hundido, siendo el paraíso de los buceadores de naufragios y una de las principales atracciones turísticas del lugar (3).</span></p><p></p><p><strong><span style="color: #444444">El Capitán que perdió la guerra</span></strong></p><p><span style="color: #444444">Ante la amenaza de los U-Boot, The Departament State de los U.S.A; decide dotar a la Marina de Guerra de Venezuela de lanchas Bucaneras PT, Cañoneras y aviones de reconocimiento aéreo Texan-6; el fracaso en contener la arremetida de los submarinos de la Kriegmarine de la Clase VII-C. Los barcos petroleros eran hundidos ante de ser escoltado por la Séptima Flota de Barlovento en Curazao, dada la incapacidad de la Armada de escoltarlos a la Islas de Aruba y Curazao, pasaban a las Isla de las Aves y seguía por el Estrecho de San Juan hasta llegar a los puertos de Texas y el Misisippi.</span></p><p><span style="color: #444444">The U.S. Navy, se vio obligada a colocar bases aeronavales en Puerto Cabello (base que ampliaron), Margarita, Isla de San Rafael, Isla de Patos, Maiquetía (construyeron el aeropuerto) y Los Roques, bajo supervisión del Teniente General Phillip Swarkoff, que se encargó hacerle frente a la red de espías germano-venezolana conocida por la Red Bolívar, compuesta de agentes venezolanos, espías y saboteadores alemanes, dirigidos por Lisa Ellner y Hans Weisman, que informó sobre el tráfico marítimo y saboteaban las instalaciones petroleras, volaron oleoductos y colaboraban activamente con la Abwher sede Hamburgo, lograron mandar a pique a 34 barcos salidos de puerto venezolanos.</span></p><p><span style="color: #444444">La intervención americana se debió a la ineptitud de la Marina de Guerra Venezolana, en un episodio tragicómico un submarino alemán, que los esperaba frente a la barra de Maracaibo, el 3 de Diciembre de 1942, hundió los petroleros que eran escoltados por el Capitán de Navío Wolfang Larrazábal, que debes de enfrentarlo con valor, con la Cañonera Rafael Urdaneta al emerger el submarino al torpedear y cañonear con el cañón de 88 milímetros los petroleros, huyó en desbandada, después de ser torpedeados volvió la cañonera a recoger los náufragos, y en vez de hacerle frente, salió corriendo como un conejo, perdiendo la paciencia el agregado naval y el embajador americano, quienes disgustados por su pobre actuación, se fueron a conversar con el Presidente, el General Isaías Medina Angarita, a la esquina de Gobernador encontrándolo en un bar, obligándolo a aceptar las bases americanas.</span></p><p><span style="color: #444444"> El libro Kelshall. «La Guerra Submarina en el Caribe» hace énfasis interrelaciones complejas y sus efectos, especialmente en la seguridad de los Estados Unidos y de la Gran Bretaña; un ejemplo de ello fue en 1943 dada la incapacidad de los vigías de la Guardia Nacional de informar la emersión de los submarino alemanes, lleva a la Royal Army al tomar las guarniciones de la Guardia Nacional en la Guayana Esequiba, y ocupar el territorio, dando en compensación la Isla de Patos. Quizás en primer lugar la guerra submarina en el Caribe repercutió sobre la política de seguridad de los Estados Unidos y las medidas tomadas como consecuencia de ella, perjudicaron a nuestro país. Esta política siempre era fuertemente orientada hacia el Canal de Panamá como un ojo de aguja altamente sensible, pero también era determinada por la protección de las rutas de transporte marítimo con el fin de asegurar suministros estratégicamente importantes de materiales vitales (véase Sandner 1990). </span></p><p><span style="color: #444444">Con la agudización de la Guerra Fría, ante todo después de la revolución en Cuba en 1959 y el revolcón en Nicaragua en 1979, la "SLOC interdiction-capacity" (SLOC =Sea Lanes of Ocean Communication) jugó un papel importante en el pensar estratégico a gran escala. Después de 1959 y sobre todo después de 1979, el lado norteamericano se refirió repetidamente a la especial importancia del Mar Caribe para el abastecimiento estratégico de los Estados Unidos y de la OTAN en caso de conflictos bélicos (también Europa), por ello el equipamiento en los setenta de las fragatas de guerra antisubmarina Clase Lupo y de los cazas F-16. </span></p><p><span style="color: #444444">A este respecto, se aludió varias veces a la amenaza de este suministro por parte de submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, es la razón de la intervención de la U.S Army, aunque generalmente se expone de manera muy imprecisa. Enders (1982) habla de un «puñado de submarinos alemanes», sin embargo fueron casi cien los que llegaron operar en el Caribe de forma rotatoria, por lo general en oleadas de 5 a 12 submarinos entre 1942-Febrero de 1944, ya que debido a la posible invasión de Francia tuvieron que ser retirados, para proteger el canal de la Mancha del asalto Angloamericano (David Irving, La Guerra de Hitler). </span></p><p><span style="color: #444444">La dimensión de la casi completa interrupción de los transportes vitales de petróleo y gasolina hacia Inglaterra y de los transportes de bauxita para la industria de aviación en Estados Unidos en 1942, que partía del Estado Bolívar, generalmente no son mencionados, como tampoco la vulnerabilidad del sistema de transporte marítimo, concentrado en específicos focos estratégicos, los cuales fueron calificados por Donitz como «nudos de transporte marítimo" (véase Donitz 1958, pág. 196) y por los americanos como «killing areas» o zona de muerte.</span></p><p><span style="color: #444444">La experiencia norteamericana a la cual pertenecieron también los errores, en combatir a los U-Boot en el Atlántico, y las debilidades propias en 1942 y el shock que causaron las operaciones de naves de guerra enemigas en la desembocadura del Mississipi y en el alcance visual del Canal de Panamá, Guantánamo y la costa de Florida, contribuyeron a que el potencial de las amenazas marítimas se convirtiera en un punto focal de la política de seguridad norteamericana. </span></p><p><span style="color: #444444">El 8 de diciembre de 1941, un día después del ataque aéreo masivo de los japoneses contra Pearl Harbor.</span></p><p><span style="color: #444444">Las «Potencias del Eje» declararon la guerra a los Estados Unidos el 9 de diciembre el Comando alemán de la Guerra Marítima (OKM) levantó las restricciones existentes hasta entonces en cuanto al uso de submarinos frente a la costa oriental norteamericana y el mismo día Donitz pidió el permiso para enviar 12 naves de la clase mayor a la costa de los Estados Unidos (véase Donitz 1958, pág. 195). Sin embargo, en la primera ola de ataques, denominada «Operación Golpe de Tambor», sólo pudieron participar 6 submarinos desde sus bases francesas en Vizcaya. Ellos atacaron el 12 de enero en el sector de la costa entre el río St. Lawrence y el Cabo Hatteras y hundieron en el lapso de tres semanas, a veces dentro del alcance visual de la costa, un total 11 buques petroleros y otros 28 barcos de distintos calados.</span></p><p><span style="color: #444444">Al mismo tiempo el Comando alemán de la Marina de Guerra preparó la «Operación Tierra Nueva» concentrada en el área del Caribe. En la noche del 15 al 16 de febrero de 1942 tres submarinos alemanes atacaron en el lapso de tres horas en el Golfo de Venezuela, Aruba y Curazao, hundiendo barcos y haciendo fuego de artillería sobre las refinerías de Curazao En la tarde del 18 de febrero otro submarino atacó enfrente de la base de la marina estadounidense de Chaguaramas en Trinidad y en los días siguientes otros dos submarinos hundieron barcos al este de Trinidad y en la región Bahamas/ Cuba, complementado por acciones de submarinos italianos al norte y oriente del arco isleño del Caribe. </span></p><p><span style="color: #444444">La primera ola provocó la interrupción inmediata de los transportes marítimos, inclusive los viajes pendulares de buques petroleros pandos especiales entre el Lago de Maracaibo y las refinerías en Aruba y Curazao. La operación duró 28 días y produjo además del bombardeo de refinerías el hundimiento de 18 buques petroleros y otros 23 barcos comerciales, además de averiar otros 7 buques petroleros y 4 barcos, ya que el petróleo enviado era para la industria americana, ya que la producción petrolera americana era para abastecer el esfuerzo de guerra.</span></p><p><span style="color: #444444">La «Operación Tierra Nueva» tomó a los aliados por sorpresa, a pesar de que era conocido la gran necesidad británica de abastecimiento con petróleo, gasolina y aceite para motores diesel (2-4 buques petroleros diarios), tenía que basarse sobre todo en el Caribe y por lo mismo tenía que ser protegida masivamente. Después de la firma del «Acuerdo sobre Destructores» en marzo de 1941, con el cual los Estados Unidos entregaron 44 destructores a la flota británica y seis a la marina canadiense en compensación por el derecho de construir bases militares en Great Exuma /Bahamas, Antigua, St. Lucia, Trinidad y la Guayana Británica, empezó una ampliación de las bases militares orientada inicialmente a la defensa aérea (véase Langer 1952; Langer/Gleason 1964). </span></p><p><span style="color: #444444">Los precursores del «Acuerdo sobre Destructores» fueron los convenios entre Estados Unidos y Gran Bretaña a finales de 1939 sobre la cesión de bases de la marina en Trinidad, St. Lucia y Bermuda. Dentro de este marco también estaba prevista una base como punto de apoyo para hidroaviones cerca de la posterior base de Chaguaramas en Trinidad (Mucurapo Pasture, 7 ha), pero quedó vacante como las otras bases (véase Baptiste 1976 a). La «US/Caribbean Sea Frontier»; que protegería al tráfico marítimo, se organizó alrededor de los tres centros principales, Panamá, Puerto Rico y Trinidad; más tarde se agregó Guantánamo. En Trinidad se crearon en otoño de 1941 las grandes bases Fort Reid y Waller; a principios de 1942 se amplió la base combinada de marina e hidroaviones de Chaguaramas cerca de Puerto España y poco después siguieron los aeropuertos militares en Aruba ("Dakota") y Curazao ("Hato"). </span></p><p><span style="color: #444444">El objeto principal era la lucha contra los esperados ataques y aterrizajes de los bombardeos a larga distancia, lo cual correspondió a la orientación norteamericana en la amenaza primaria de una invasión alemana con la ayuda de los colonos alemanes en América Latina, idea fomentada por Brasil, de tono opuesto a la visión británica, en el caso venezolano los habitantes de la Colonia Tovar se presentaron como voluntarios para luchar por el Reich, siendo la población por orden de la embajada americana deportado al Táchira, Municipio Junín. </span></p><p><span style="color: #444444">Para el 7 de diciembre de 1941, cuando Japón lanzó el ataque a Pearl Harbor, la situación en el Atlántico Norte estaba complicándose para el arma submarina alemana por las nuevas tácticas de viajar en convoy, el uso del radar, el sonar y el empleo de portaaviones de escolta por parte de Gran Bretaña. Debido a eso, el Almirante Doenitz planificó dar un golpe espectacular en las propias costas de Estados Unidos. Sin embargo, el numero de sumergibles disponibles era escaso. </span></p><p><span style="color: #444444">De la flota de 91 U-Boots 23 estaban en el Mediterráneo, 6 en los alrededores de Gibraltar y 4 en Noruega. La mitad de los restantes estaban en reparaciones o mantenimiento y de los que restaban la mitad estaban en operaciones en el Atlántico. Para atacar las costas de EEUU, entre el Cabo Hatteras y el Golfo de San Lorenzo, Doenitz apenas pudo contar con cinco submarinos. La operación denominada Paukenschlag (Redoble de Tambor), fue concebida con el fin de paralizar el tráfico a lo largo de las costas, reduciendo así la navegación mercante que transportaba petróleo y otras materias primas rumbo a las zonas industriales de las costas de EEUU. Cinco submarinos no era una cantidad suficiente, pero la experiencia de los comandantes multiplicaba el daño que podían causar de manera considerable.</span></p><p><span style="color: #444444">Mediante una gradual penetración dentro del Golfo de México, entre el 16 y el 25 de diciembre de 1941, Doenitz esperaba debilitar las escoltas aliadas hasta el punto del colapso, eso es lo que esperaba el Almirante debido a lo poco protegidas que eran las rutas del comercio marítimo en el Atlántico Occidental. </span></p><p><span style="color: #444444">Lo que esperaba el Alto Mando alemán era cuando menos hundir 700,000 toneladas mensuales. La operación de submarinos en aguas estadounidenses tomó por sorpresa a las fuerzas de defensa de los EEUU y Canadá. El poderoso grupo Paukenschlag, seguido de cerca por seis barcos de 740 toneladas, cruzó el Atlántico en medio de una feroz tormenta que los siguió hasta llegar a las costas americanas cerca a Terranova. A mediados de 1942, los barcos de abastecimiento eran vitales para los pequeños submarinos clase VIIC dada la distancia que los separaba de los puertos franceses y por eso fueron estacionados a 1000 kilómetros de Nueva York.</span></p><p><span style="color: #444444">En esa época, los mercantes estadounidenses y sudamericanos navegaban libremente con luces encendidas de noche y utilizando libremente la banda de radio de 600 metros con comunicándose acerca de temas triviales o vitales concernientes a sus posiciones de navegación, el curso de los destructores y en cuanto a las ciudades costeras, la vida se desenvolvían normalmente como en tiempos de paz, con plena iluminación en las noches y con las estaciones de radio operando normalmente, una ayuda incalculable para la navegación, no sólo para los mercantes sino también para los submarinos. En circunstancias como esas fue fácil para los U-Boot lograr su primer hundimiento cuando el buque cisterna SS Norness recibió el primer torpedo. Mientras se iba a pique, el operador de radio informó haber tocado una mina, cuando en realidad fue víctima del primer torpedo alemán</span></p><p><span style="color: #444444">El grupo Paukenschlag, pasaba el día en el fondo del mar y emergían en la oscuridad buscando víctimas. Así, debidamente emboscado, pronto se adjudicó el hundimiento de varios buques entre Cabo Hatteras y la isla de Cabo Bretón. Desde el principio estos submarinos encontraron muchos blancos frente a las costas de Carolina Capes, descubriendo muchos mercantes desarmados. En ausencia de convoyes, la llamada "Rudeltaktik" (Manadas de Lobos acechando a sus presas) era innecesaria. Operando individualmente, los U-Boots con sus cubiertas a flor de agua despachaban a sus víctimas con fuego de artillería o torpedos. Las pérdidas globales en tonelaje mercante fueron en ascenso debido a esta operación. La cifra de 124.070 toneladas hundidas por submarinos en diciembre, ascendió a 327.357 toneladas en enero, 467.451 toneladas en febrero y 537.980 toneladas en marzo. En ese último mes 28 buques, con 159.340 toneladas, fueron hundidos en la frontera marítima occidental, solamente. Más de la mitad eran buques-tanque. </span></p><p><span style="color: #444444">El U-123 había hundido 8 barcos (53.000 ton), el U-66 hundió 5 barcos (50.000 tn), y el U-130 hundió 4 barcos (31.000 ton).</span></p><p><span style="color: #444444">Contra esa oleada de hundimientos, las medidas estadounidenses para defender la navegación fueron ineficaces, a pesar del hecho notable de que Doenitz nunca mantuvo más de una docena de submarinos en el Atlántico Occidental. Por las necesidades surgidas en el Pacífico y los continuos traspasos de destructores de los convoyes del Atlántico del Norte a otras comisiones, el comandante de la frontera marítima occidental de EEUU, vicealmirante Adolphus Andrews, contaba con muy escasas fuerzas de superficie y tan sólo con nueve aviones Catalina de patrulla al finalizar 1941. </span></p><p><span style="color: #444444">A pesar de que para finales de marzo de 1942 tenía 170 aviones del ejército y la marina para patrullar la costa, Andrews consideraba que sus cien naves, contando destructores, guardacostas, yates adaptados y buques de pesca de altura armados, eran insuficientes para proteger a los convoyes costeros. Andrews estaba convencido de que "un convoy sin protección adecuada era peor que un convoy sin ninguna protección", opinión contraria a la experiencia bélica británica, la frontera marítima occidental recurrió a una serie de medidas de emergencia, incluyendo grupos de caza, patrullas "ofensivas", barcos disfrazados ("Barcos Q") con artillería oculta para hacer que los submarinos emerjan e intenten hundirlos a cañonazos. El escaso valor de esas medidas se hizo evidente pues durante los primeros tres meses de la Operación Paukenschlag ni un solo submarino alemán fue hundido. </span></p><p><span style="color: #444444">Las tripulaciones de los submarinos llamaban a esta época "El segundo tiempo feliz" de los submarinos U Boot. El mando naval estadounidense debió tomar medidas drásticas para evitar una catástrofe en la navegación, ya que en marzo las pérdidas totales de mercantes aliados habían aumentado hasta 800,000 toneladas por primera vez en la guerra. En febrero los británicos habían dado a los Estados Unidos 24 dragaminas y 10 corbetas, todos provistos con el más moderno equipo asdic (sonar). El primer paso en firme para proteger a los convoyes costeros fue el establecimiento de las llamadas "Bucket Brigades", que consistían en pequeños convoyes que navegaban escoltados durante el día y por la noche anclaban en bahías y caletas protegidas. </span></p><p><span style="color: #444444">A mediados de abril, el Almirantazgo disminuyó la frecuencia de los viajes de sus convoyes de cinco a siete días, aumentando el número de mercantes en los convoyes que zarpaban de Halifax y transfiriendo dos grupos de barcos escolta a aguas americanas. Pero, al aumentar el número de mercantes en los convoyes reducía la eficacia de la escolta que debía ser más numerosa para brindar una protección adecuada.</span></p><p><span style="color: #444444">Le tomó a EEUU otro mes establecer un sistema adecuado de convoyes en la costa este. Los submarinos ya habían hundido 87 barcos con 514.366 toneladas frente a estas costas durante los primeros cuatro meses. Pero Doenitz prontamente comenzó a mover sus submarinos enviándolos al Sur, cuando aparecieron los convoyes, sin hacer ningún esfuerzo para atacarlos en manada. </span></p><p><span style="color: #444444">Los alemanes aumentaron los hundimientos en el Golfo de México y el Caribe, donde aún no se implantaba el sistema de convoyes, hundiendo en mayo 41 barcos, con un total de 219.867 toneladas. Casi la mitad de éstos eran buques-tanque torpedeados frente a las Bocas del Mississippi. Este número de hundimientos se redujo al establecerse el sistema entrelazado de convoy, que permitía que los convoyes fueran entregados en el mar con una escolta de buques de la flota de barlovento (3).</span></p><p><span style="color: #444444">Los alemanes detenidos fueron confinados sin juicio por tiempo indefinido en el Distrito Junín del Estado Táchira, las actividades del grupo se limitaron a preparar explosivos en contra de los barcos mercantes aliados, medidas propuestas por la sucursal Abwech de Hamburgo, medida que no se realizaron por “las medidas de precaución…qué sería inútil intentar actos de sabotaje”. Kart Rogggerman recluta un número de agentes de la comunidad germano-venezolana, que eran perseguidos para ser recluidos en el campo de concentración para espiar el tráfico mercante de Guanta, La Guaira, Puerto Cabello y Maracaibo. Roggerman sacó “planos en perspectivas y vistas fotográficas de los puntos clave para el sabotaje, especialmente de los puertos marítimos” (4), Roggerman tenía la cubierta de Gerente del Banco Alemán Antioqueño de Caracas, viajó a Bogotá a sostener una entrevista con el Doctor George Blass, el masterman (el espía maestro encargado por la sede de Hamburgo en dar las instrucciones para recibir instrucciones), darle tinta invisible y una clave especial para su AFU, que se comunicará con Buenos Aires o con las manadas de lobo(5).</span></p><p><span style="color: #444444">Unos de los principales personajes en detener y perseguir a los agentes alemanes, y en hacer amistad con los americanos e ingleses, sería Pedro Estrada, Jefe de la Policía de Caracas, quien era el encargado en coordinar las actividades de las policías municipales con El Servicio Secreto de los Estados Unidos y Gran Bretaña (OSS y M.I.5) bajo supervisión de Arturo Uslar Pietri, que era ficha del M.I.5 en Caracas, en coordinación con el F.B.I. y el OSS, que le sería de mucha utilidad al formar la temible Seguridad Nacional, posteriormente al huir de Caracas en 1958, lo protegerían, dándole asilo político(6).</span></p><p><span style="color: rgb(204,204,204)"><span style="font-size: 10px">--- merged: Apr 9, 2012 8:23 PM ---</span></span></p><p><strong>Una Historia Militar de las Fuerzas Armadas (VI).</strong></p><p></p><p><strong> Por Kelder Toti.</strong></p><p></p><p></p><p>El análisis estratégico del General Pérez Jiménez es que los colombianos nos superaban en el mar y tierra. En el mar Venezuela solo disponía de cuatro viejas corbetas, sin armamento adecuado y mal manejadas por marinos que no habían alcanzado los niveles suficientes para conducir esos barcos con eficiencia. Y en tierra los colombianos nos superaban, por la sencilla razón de que tenían mucho mayor número de reserva entrenada y el ejército en sí era más numeroso. Lo único que nos favorecía con respecto al Ejército de Colombia era que nosotros habíamos adquirido el fusil semiautomático FN, con el cual las unidades venezolanas tenían un mayor poder de fuego, es decir que podían lanzar más proyectiles sobre el enemigo (7). En lo que respecta a la Fuerza Aérea, Venezuela superaba a Colombia porque tenía aviones a reacción. Por eso no se dio el paso firme de la ocupación de Los Monjes. Sabíamos que se podía resistir en tierra, por mejor dotación de armamento y que en el aire podíamos superar a los colombianos. Los colombianos se dieron cuenta de esa situación y quizás –especula Marcos Pérez Jiménez-, en consulta con sus militares resolvieron transarse. (8) Si Colombia hubiera tratado de usar la fuerza para desalojar a las fuerzas venezolanas de los islotes, seguramente hubieran sido derrotadas, al tener Venezuela una aviación y fuerza terrestre superior, pero si Colombia hubiera invadido a Venezuela con su mayor infantería hubiera logrado la victoria, pero tendría dos frentes abierto el interno por la naciente guerrilla y el externo al sostener una invasión a Venezuela, eh indirectamente tendría del dominio de la entrada del Golfo. Los elementos decisores colombianos prefirieron evitar una guerra en dos frentes.</p><p>Las medidas que se tomaron, ante la asonada de Hugo Trejo del 1 de Enero de 1958, fueron de carácter militar. En primer lugar, se alertó a la Guarnición de San Juan de Los Morros y Valencia, para que avancen sobre Maracay. De Caracas partió un contingente hacia allá. Se mandó un batallón de infantes de marina para que desembarcara en Ocumare de la Costa y cayera sobre Maracay, por el parque Humboldt, rodeando a los insurrectos de la Fuerza Aérea el 1 de Enero de 1958.</p><p>El Golpe de Estado del 23 de enero de 1958, fue un acontecimiento histórico ocurrido en Venezuela, por medio del cual se derrocó al General Marcos Pérez Jiménez - presidente para la fecha -, quien fue se vio forzado a abandonar el país con rumbo a República Dominicana a bordo del avión presidencial la «Vaca Sagrada». Pérez Jiménez venía ocupando el cargo de presidente de Venezuela desde principios de la década del 50, con el fin de su régimen se dio inicio al proceso "democrático" en Venezuela, sin bien antes de esa fecha ya se habían tenido algunas cortas experiencias o ensayos democráticos como los de 1947.</p><p>El jueves 23 de enero de 1958, Pérez Jiménez entrega el poder a una Junta Militar escogida por él, antes de abandonar Miraflores. El antecedente más cercano de dicho acontecimiento se produjo el primero de Enero del mismo año, cuando aviones de guerra surcaron los cielos despertando a toda Caracas. El asombro fue mayúsculo, incluso para los propios partidarios del gobierno, ya que hacía exactamente un mes que se había efectuado un plebiscito para prolongar el mandato de Pérez Jiménez, para darle cierta solidez a su régimen y legitimidad ante las Fuerzas Armadas. Sin embargo, a pesar de que el alzamiento fue develado, a medida que la oposición convirtió el derrocamiento de la dictadura en una causa nacional.</p><p>Profundizando un poco en las causas que derivaron en la caída del General Marcos Pérez Jiménez, hay que señalar fundamentalmente dos aspectos. En primer lugar, la crisis militar, originada a partir de los mencionados sucesos del miércoles 1 de enero de 1958, los cuales trastocaron el poder absoluto que hasta entonces tenía el primer mandatario en el seno de las Fuerzas Armadas. En tal sentido, el alzamiento de los oficiales de la Fuerza Aérea en la Base de Boca de Río, cercana a la ciudad de Maracay y del cuerpo de blindados del cuartel Urdaneta de Caracas al mando del teniente coronel Hugo Trejo, produjo o evidenció una crisis de liderazgo en la institución castrense.</p><p>Las medidas que se tomaron para contrarrestar la asonada de Hugo Trejo, fueron de carácter militar. En primer lugar, se alertó a la Guarnición de San Juan de Los Morros y Valencia, para que avancen sobre Maracay. De Caracas partió un contingente hacia allá. Se mandó un batallón de infantes de marina para que desembarcara en Ocumare de la Costa y cayera sobre Maracay, por el parque Humboldt, rodeando a los insurrectos de la Fuerza Aérea el 1 de Enero de 1958.</p><p>En segundo lugar, la crisis política en el propio seno del gobierno producto de la descomposición y fraccionamiento del mismo a raíz del plebiscito de diciembre de 1957 y que originó dos cambios de gabinete sucesivos, los días viernes 10 y lunes 13 de enero de 1958 respectivamente y la salida hacia el exterior de los personeros más cercanos a Pérez Jiménez vetados por las Fuerzas Armadas: Laureano Vallenilla Lanz, Ministro hasta entonces del Interior, y Pedro Estrada, jefe de la policía política del régimen: la Seguridad Nacional.</p><p>A partir de los sucesos del miércoles 1 de enero y ante la manifiesta crisis política y militar del régimen PereJimenista, comenzaron a publicarse diversos manifiestos en contra del gobierno tambaleante, firmados por hombres y mujeres representativos de diferentes campos de la actividad económica, profesional y cultural, así como pronunciamientos públicos de instituciones nacionales como el Colegio de Ingenieros, la Asociación Venezolana de Periodistas, federaciones obreras y sectores empresariales que hasta ese momento no habían manifestado abiertamente su repudio a la dictadura. Todas las acciones de calle en contra del régimen, tendrán su momento cumbre en la huelga general del martes 21 de enero, movilizada por la Junta Patriótica (unión de los diversos partidos políticos), junto a los estudiantes, empresarios y las masas populares, la cual tomó un carácter unitario que prestó el apoyo necesario a los oficiales alzados.</p><p>En la madrugada del jueves 23 de enero, pese a contar con el apoyo de un importante sector de las Fuerzas Armadas, Pérez Jiménez decide abandonar el Palacio de Miraflores y trasladarse al aeropuerto de La Carlota (situado en plena ciudad de Caracas), para tomar el avión que lo conduciría a la República Dominicana. Al conocerse la noticia del derrocamiento, el pueblo se lanzó a la calle, saqueando las casas de los adeptos al régimen; atacando la sede de la Seguridad Nacional y linchando a algunos funcionarios.</p><p>Asimismo, destruyeron la sede y los equipos del periódico oficialista El Heraldo. Por otra parte, en pocas horas el Palacio de Miraflores se convirtió en el sitio de reunión de los sublevados y de innumerables dirigentes políticos y personalidades, quienes procedieron a nombrar una Junta de Gobierno Provisional que reemplazara al régimen derrocado. La Junta la constituyeron el contralmirante Wolfgang Larrazábal como presidente y los coroneles Carlos Luis Araque, Pedro José Quevedo, Roberto Casanova y Abel Romero Villate. Al amanecer del día jueves 23, los venezolanos celebran la caída de Pérez Jiménez, a la vez que protestan por la presencia en la Junta de Gobierno de Casanova y Romero Villate, reconocidos miembros del perejimenismo; los cuales finalmente fueron obligados a renunciar y reemplazados el día 24 de enero por los empresarios Eugenio Mendoza y Blas Lamberti.</p><p>Con el objeto de facilitar el trabajo de la Junta de Gobierno y restablecer la democracia en Venezuela, se designó también un gabinete provisional compuesto por juristas, empresarios y ejecutivos, reservándose un militar, el Coronel Jesús María Castro León, el Ministro de la Defensa. Posteriormente, la Junta de Gobierno convoca a elecciones para diciembre de ese mismo año; se liberan a los presos políticos en todo el país, se amplía la Junta Patriótica con representantes de sectores independientes, ratificándose en la presidencia de la misma al periodista Fabricio Ojeda; se abre el proceso de castigo a los personeros del gobierno Pérez Jimenista y regresan los exiliados.</p><p>Después del jueves 23 de enero de 1958 asumió el poder la Junta De Gobierno que dirigió el proceso político del país hacia el establecimiento de un régimen constitucional. Pérez-Jiménez estuvo en República Dominicana, hasta que se radicó en los Estados Unidos. Rómulo Betancourt, durante su Gobierno, logró la extradición del General Marcos Pérez Jiménez, y aquí se le siguió un prolongado juicio, que terminó con la sentencia condenatoria por un período menor que el que llevaba detenido, por lo que salió en libertad y voló a Madrid. En esta capital aceptó la postulación como candidato a Senador por el Distrito Federal en las elecciones de 1968, resultando electo por un número considerable de votos. En 1969 la Corte Suprema de Justicia anuló la elección de Pérez-Jiménez para el Senado, esgrimiendo como principal argumento que Pérez Jiménez no se inscribió en el Registro Electoral ni votó en las mismas elecciones.</p><p>El jueves 23 de enero de 1958, turbas enardecidas salieron a las calles, en todo el país, a celebrar la caída del régimen y a tratar de acabar con los funcionarios de la Seguridad Nacional, que se habían ensañado en la persecución política durante toda la década. Los miembros de la Seguridad Nacional fueron linchados; otros se escondieron por largo tiempo o escaparon al exterior. Venezuela ya no tuvo que padecer del régimen autoritario de Pérez-Jiménez que fue consagrado por el texto de la Constitución del 15 de abril de 1953 y, amparado en la arbitrariedad, que se hizo confirmar Presidente hasta 1963, pero su gesto exasperó los ánimos populares hasta la insurrección del el 23 de enero de 1958, el General Marcos Pérez Jiménez era depuesto, y en su lugar tomaba el poder una Junta presidida por el Contraalmirante Wolfgang Larrazábal. Lo que lo obligó a huir rumbo hacia República Dominicana protegido por el Dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo, para posteriormente trasladarse a los Estados Unidos junto a su familia.</p><p>Pocas veces se había dado en Venezuela un ambiente de euforia como el del jueves 23 de enero de 1958. Los periódicos dan rienda suelta a los titulares represados por diez años de censura: disfrutan a plenitud de la libertad de expresión y comienzan a contar la historia oculta de los diez años (9).</p><p></p><p><span style="color: rgb(204,204,204)"><span style="font-size: 10px">--- merged: Apr 9, 2012 8:26 PM ---</span></span></p><p><strong>Una Historia Militar de las Fuerzas Armadas (VII).</strong></p><p></p><p><strong> Por Kelder Toti.</strong></p><p></p><p></p><p><strong>El Jefe Decide (1).</strong></p><p></p><p>El “Capitán de Navío” Carlos Alberto Taylhardat se le encomendó la misión de coordinar una serie de viajes clandestino a la Sierra Maestra, Cuba desde Caracas, a fines de 1958, con el fin de abastecer la Revolución Cubana de armas; asumió el encargo con el mismo entusiasmo con que había participado en el derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, dirigida por un sector de la oficialidad de la Banda Armada.</p><p>La misión era el punto culminante, de una las operaciones militares de abastecimiento, que se iniciaron con el “Vicealmirante” Wolfgang Larrazábal, presidente provisional de Venezuela, que diera luz verde, para que los principales dirigentes cubanos decidieran, en el Hotel Tamanaco de Caracas, el futuro político de la isla: Camilo Cienfuego, Fidel Castro, Hubert Matos y Ernesto Guevara; sus delegados eligieron a Manuel Urrutia, como presidente de Cuba, una vez que fuese derrocado el gobierno de Fulgencio Batista.</p><p>La capital venezolana era una de las tres ciudades, donde el Movimiento 26 de Julio obtenía recursos para financiar a los barbudos de la Sierra Maestra. Las otras ciudades donde obtenía dinero eran: Ciudad de México y Miami. Se realizaron cinco puentes aéreos, donde viajaron varios expatriados cubanos para incorporarse a la lucha guerrillera, el traslado de los heridos de los diversos frentes guerrilleros, recibieron tratamiento médico en clínicas privadas de Caracas, por cuenta del gobierno venezolano; alimento enlatado, el envío de 11 cajas contentivas de 150 fusiles “Garand M-1”, con porta fusiles y tres cargadores cada uno; tres cajas con 20 fusiles asalto Browning calibre 30, con tres cargadores; 5 cajas con 10 ametralladora con soporte, 35 cajas con 99.950 balas calibre 30, y una caja con granadas fragmentaria. Que sería transportado en un avión C-46 bimotor, que se había adquirido por $ 10.000 a un amigo de Taylhardat, que lo había comprado con fines de carga (1), la operación de abastecimiento no derrotaría a las Fuerzas Armadas de Cuba, pero significaba el apoyo moral del gobierno de Miraflores a los insurrectos, que significaba un duro golpe psicológico a las fuerzas de Batista, dado el embargo de armas del Departamento de Estado de U.S.A.</p><p>Las armas se trasladaron desde los depósitos del ejército en Caracas, en cuatro camiones militares cubierto por - “una gruesa lona, para ocultar lo que había adentro”, se coordinó la operación a través de una red de radioaficionados voluntarios entre Venezuela y Cuba. Taylhardat recordaría posteriormente: “sobrevolamos la zona donde debíamos aterrizar, en medio de la noche oscura, y de repente vimos un rectángulo iluminado con fogatas hechas con bidones de aceite llenos de kerosén, para iluminar el área de aterrizaje. El avión Curtis C-4, bautizado como “El Libertador”, se detuvo en una pista improvisada, lanzó la rampa donde comenzaba a bajarse a toda marcha las provisiones y las municiones. Luego subían a los heridos, y se tardaban 20 minutos en el desembarco, que era el tiempo que se estimaba en que la aviación de Batista reaccionaría, despejando inmediatamente, poniendo rumbo a las costas de Venezuela (2).</p><p>El armamento era de fabricación norteamericana, que formaba parte del envío del gobierno norteamericano, al gobierno venezolano, mediante un contrato de “Préstamo y Arriendo”. Taylhardat dijo – “El gobierno americano nunca supo que las armas que había dado en préstamo y arriendo a Venezuela, iban a parar a mano de Fidel Castro”.</p><p>La justificación de tal proceder la confirma Enrique Tejera Paris, que era asesor de Miraflores: “Era una misión extremadamente importante. Era de vida o muerte la lucha contra las dictaduras, incluida la de Batista… Había una amenaza de las dictaduras como las de Trujillo y Batista contra la recién inaugurada democracia venezolana”- Venezuela fue el único Estado de América Latina que promovió y financió abiertamente al movimiento antibatistero como política exterior en el Caribe.</p><p>La colaboración del gobierno de Larrazabal, con el Movimiento 26 de Julio, precipitaría a Trujillo a intervenir en Venezuela, al detectar el armamento utilizado por Castro contra el régimen Trujillista en República Dominicana, donde participaron varios expedicionarios venezolanos, tras una confidencia de Carlos Sifontes, que hablará sobre la intervención del gobierno venezolano en los asuntos Dominicanos y Cubanos, cosa que el Jefe jamás aceptaría, ya que amenazaba abiertamente la estabilidad de su régimen.</p><p>El entusiasmo inicial por la lucha castrista, fue compartido por el gobierno de Rómulo Betancourt, que continuó el suministro bélico de Venezuela a Cuba, después de la entrada de Fidel a la Habana, - que “se vino abajo luego de los fusilamientos en masa por los Tribunales Populares de la Habana”, en 1959. Taylhardat se lamenta: “Sin quererlo, ayudamos a crear un monstruo” (5), que posteriormente invadiría las costas venezolanas.</p><p>Leonidas Trujillo decide intervenir en Venezuela usando a los grupos perezjimenistas, planifica a través de Johnny Abbes el jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), financia y entrena a los complotado en el magnicidio, que se realizó en los Próceres, ante los desplantes y amenazas de Rómulo Betancourt, volando su carro presidencial, salvándose milagrosamente, muriendo dos escolta y el jefe de la Casa Militar, no contento con los resultados, Trujillo ordena a su servicio de inteligencia el SIM que se haga cargo personalmente de Betancourt, en un próximo atentado, dada la ineptitud de los complotados criollos, cosa que fracasa, al ser asesinado por el General Maza en la Ciudad de Trujillo, bajo asesoría y ayuda de la CIA , la administración de John F. Kennedy no podía permitir que Trujillo derrocara a las nacientes democracias del continente, tanto en Venezuela, Costa Rica como en Colombia.</p><p>El General Pedro Sanoja Aguilar, su hijo Pedro era amigo intimo del Generalisimo Trujillo, logrando conseguir el entrenamiento del SIM, dada por las provocaciones de Betancourt y Castro al financiar y armar a los disidentes, haciendo una demostración del atentado en una hacienda de Trujillo en las a fuera de Ciudad Trujillo, la operación fue coordinada por Cabrera Sifonte en Caracas, ingeniero químico de profesión, perseguido por el SIFA por sus lazos con el perezjimenismo, el magnicidio se produciría al paso de la caravana presidencial, el 24 de Junio de 1960, al quitarse el sombrero Cabrera Sifonte al pasar la caravana presidencial se detona la bomba por onda microonda, que estaba colocado en un auto en la Avenida Los Próceres, en el atentado murió el jefe de la Casa Militar, y que sería ascendido a General de Brigada post morten,: Ramón Armas Pérez, también murió el chofer y el Ministro de Defensa salió herido: Josué López Henríquez, conocido como el As de copa por su afición a la bebida; el error de los complotados estuvo en que le quitaron explosivo a la carga detonante. A Cabrera Sifonte lo agarraron de campesino en un burro, en Barquisimeto, intentó evadirse de la cárcel, y posteriormente huyó a Perú, donde lo agarraron y lo deportaron a Venezuela, donde morirían los 27 implicados de cáncer, posiblemente inoculado en la sangre (6).</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Walther Muller, post: 1156254, member: 15663"] [B]Una Historia Militar de las Fuerzas Armadas (V).[/B] [B] [/B] [B] Por Kelder Toti.[/B] [FONT=Times New Roman]La gran mayoría de los marineros y oficiales, vivieron el resto de sus días como ciudadanos venezolanos y adoptaron este país como el suyo. Algunos ya habían contraído matrimonio con mujeres de Puerto Cabello como el capitán de la nave italiana “[I]Jole Fassio”[/I] el señor Amleto Rovelli quien fundó una importante compañía aduanera en La Guaira.[/FONT] [FONT=Times New Roman]El capitán del “[I]Sesostris”[/I] único barco alemán involucrado en el hecho, el señor Karl Ueding también se quedó en Venezuela y se casó.[/FONT] [FONT=Times New Roman]Los barcos incendiados “[I]Jole Fassio”[/I], “[I]Trottiera”[/I] y “[I]Teresa Odero”[/I] fueron reflotados. Mas tarde todos excepto el “[I]Teresa Odero”[/I] fueron vendidos a los americanos por 2.000.000 U$, junto a los otros tres barcos italianos que se encontraban en la bahía, el “[I]Bacicin Padre”[/I], el “[I]Alabama”[/I] y el “[I]Dentice”[/I]; el “[I]Teresa Odero”[/I] sería adquirido por Argentina. El buque alemán [I]Sesostris[/I] quedo tan destruido que fue imposible su reconstrucción, y por orden del presidente Isaias Medina Angarita fue desguazado, remolcado y abandonado en una isla cercana a Puerto Cabello llamada la Isla Larga, donde aun permanece hundido, siendo el paraíso de los buceadores de naufragios y una de las principales atracciones turísticas del lugar (3).[/FONT] [B][COLOR=#444444]El Capitán que perdió la guerra[/COLOR][/B] [COLOR=#444444]Ante la amenaza de los U-Boot, The Departament State de los U.S.A; decide dotar a la Marina de Guerra de Venezuela de lanchas Bucaneras PT, Cañoneras y aviones de reconocimiento aéreo Texan-6; el fracaso en contener la arremetida de los submarinos de la Kriegmarine de la Clase VII-C. Los barcos petroleros eran hundidos ante de ser escoltado por la Séptima Flota de Barlovento en Curazao, dada la incapacidad de la Armada de escoltarlos a la Islas de Aruba y Curazao, pasaban a las Isla de las Aves y seguía por el Estrecho de San Juan hasta llegar a los puertos de Texas y el Misisippi.[/COLOR] [COLOR=#444444]The U.S. Navy, se vio obligada a colocar bases aeronavales en Puerto Cabello (base que ampliaron), Margarita, Isla de San Rafael, Isla de Patos, Maiquetía (construyeron el aeropuerto) y Los Roques, bajo supervisión del Teniente General Phillip Swarkoff, que se encargó hacerle frente a la red de espías germano-venezolana conocida por la Red Bolívar, compuesta de agentes venezolanos, espías y saboteadores alemanes, dirigidos por Lisa Ellner y Hans Weisman, que informó sobre el tráfico marítimo y saboteaban las instalaciones petroleras, volaron oleoductos y colaboraban activamente con la Abwher sede Hamburgo, lograron mandar a pique a 34 barcos salidos de puerto venezolanos.[/COLOR] [COLOR=#444444]La intervención americana se debió a la ineptitud de la Marina de Guerra Venezolana, en un episodio tragicómico un submarino alemán, que los esperaba frente a la barra de Maracaibo, el 3 de Diciembre de 1942, hundió los petroleros que eran escoltados por el Capitán de Navío Wolfang Larrazábal, que debes de enfrentarlo con valor, con la Cañonera Rafael Urdaneta al emerger el submarino al torpedear y cañonear con el cañón de 88 milímetros los petroleros, huyó en desbandada, después de ser torpedeados volvió la cañonera a recoger los náufragos, y en vez de hacerle frente, salió corriendo como un conejo, perdiendo la paciencia el agregado naval y el embajador americano, quienes disgustados por su pobre actuación, se fueron a conversar con el Presidente, el General Isaías Medina Angarita, a la esquina de Gobernador encontrándolo en un bar, obligándolo a aceptar las bases americanas.[/COLOR] [COLOR=#444444] El libro Kelshall. «La Guerra Submarina en el Caribe» hace énfasis interrelaciones complejas y sus efectos, especialmente en la seguridad de los Estados Unidos y de la Gran Bretaña; un ejemplo de ello fue en 1943 dada la incapacidad de los vigías de la Guardia Nacional de informar la emersión de los submarino alemanes, lleva a la Royal Army al tomar las guarniciones de la Guardia Nacional en la Guayana Esequiba, y ocupar el territorio, dando en compensación la Isla de Patos. Quizás en primer lugar la guerra submarina en el Caribe repercutió sobre la política de seguridad de los Estados Unidos y las medidas tomadas como consecuencia de ella, perjudicaron a nuestro país. Esta política siempre era fuertemente orientada hacia el Canal de Panamá como un ojo de aguja altamente sensible, pero también era determinada por la protección de las rutas de transporte marítimo con el fin de asegurar suministros estratégicamente importantes de materiales vitales (véase Sandner 1990). [/COLOR] [COLOR=#444444]Con la agudización de la Guerra Fría, ante todo después de la revolución en Cuba en 1959 y el revolcón en Nicaragua en 1979, la "SLOC interdiction-capacity" (SLOC =Sea Lanes of Ocean Communication) jugó un papel importante en el pensar estratégico a gran escala. Después de 1959 y sobre todo después de 1979, el lado norteamericano se refirió repetidamente a la especial importancia del Mar Caribe para el abastecimiento estratégico de los Estados Unidos y de la OTAN en caso de conflictos bélicos (también Europa), por ello el equipamiento en los setenta de las fragatas de guerra antisubmarina Clase Lupo y de los cazas F-16. [/COLOR] [COLOR=#444444]A este respecto, se aludió varias veces a la amenaza de este suministro por parte de submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, es la razón de la intervención de la U.S Army, aunque generalmente se expone de manera muy imprecisa. Enders (1982) habla de un «puñado de submarinos alemanes», sin embargo fueron casi cien los que llegaron operar en el Caribe de forma rotatoria, por lo general en oleadas de 5 a 12 submarinos entre 1942-Febrero de 1944, ya que debido a la posible invasión de Francia tuvieron que ser retirados, para proteger el canal de la Mancha del asalto Angloamericano (David Irving, La Guerra de Hitler). [/COLOR] [COLOR=#444444]La dimensión de la casi completa interrupción de los transportes vitales de petróleo y gasolina hacia Inglaterra y de los transportes de bauxita para la industria de aviación en Estados Unidos en 1942, que partía del Estado Bolívar, generalmente no son mencionados, como tampoco la vulnerabilidad del sistema de transporte marítimo, concentrado en específicos focos estratégicos, los cuales fueron calificados por Donitz como «nudos de transporte marítimo" (véase Donitz 1958, pág. 196) y por los americanos como «killing areas» o zona de muerte.[/COLOR] [COLOR=#444444]La experiencia norteamericana a la cual pertenecieron también los errores, en combatir a los U-Boot en el Atlántico, y las debilidades propias en 1942 y el shock que causaron las operaciones de naves de guerra enemigas en la desembocadura del Mississipi y en el alcance visual del Canal de Panamá, Guantánamo y la costa de Florida, contribuyeron a que el potencial de las amenazas marítimas se convirtiera en un punto focal de la política de seguridad norteamericana. [/COLOR] [COLOR=#444444]El 8 de diciembre de 1941, un día después del ataque aéreo masivo de los japoneses contra Pearl Harbor.[/COLOR] [COLOR=#444444]Las «Potencias del Eje» declararon la guerra a los Estados Unidos el 9 de diciembre el Comando alemán de la Guerra Marítima (OKM) levantó las restricciones existentes hasta entonces en cuanto al uso de submarinos frente a la costa oriental norteamericana y el mismo día Donitz pidió el permiso para enviar 12 naves de la clase mayor a la costa de los Estados Unidos (véase Donitz 1958, pág. 195). Sin embargo, en la primera ola de ataques, denominada «Operación Golpe de Tambor», sólo pudieron participar 6 submarinos desde sus bases francesas en Vizcaya. Ellos atacaron el 12 de enero en el sector de la costa entre el río St. Lawrence y el Cabo Hatteras y hundieron en el lapso de tres semanas, a veces dentro del alcance visual de la costa, un total 11 buques petroleros y otros 28 barcos de distintos calados.[/COLOR] [COLOR=#444444]Al mismo tiempo el Comando alemán de la Marina de Guerra preparó la «Operación Tierra Nueva» concentrada en el área del Caribe. En la noche del 15 al 16 de febrero de 1942 tres submarinos alemanes atacaron en el lapso de tres horas en el Golfo de Venezuela, Aruba y Curazao, hundiendo barcos y haciendo fuego de artillería sobre las refinerías de Curazao En la tarde del 18 de febrero otro submarino atacó enfrente de la base de la marina estadounidense de Chaguaramas en Trinidad y en los días siguientes otros dos submarinos hundieron barcos al este de Trinidad y en la región Bahamas/ Cuba, complementado por acciones de submarinos italianos al norte y oriente del arco isleño del Caribe. [/COLOR] [COLOR=#444444]La primera ola provocó la interrupción inmediata de los transportes marítimos, inclusive los viajes pendulares de buques petroleros pandos especiales entre el Lago de Maracaibo y las refinerías en Aruba y Curazao. La operación duró 28 días y produjo además del bombardeo de refinerías el hundimiento de 18 buques petroleros y otros 23 barcos comerciales, además de averiar otros 7 buques petroleros y 4 barcos, ya que el petróleo enviado era para la industria americana, ya que la producción petrolera americana era para abastecer el esfuerzo de guerra.[/COLOR] [COLOR=#444444]La «Operación Tierra Nueva» tomó a los aliados por sorpresa, a pesar de que era conocido la gran necesidad británica de abastecimiento con petróleo, gasolina y aceite para motores diesel (2-4 buques petroleros diarios), tenía que basarse sobre todo en el Caribe y por lo mismo tenía que ser protegida masivamente. Después de la firma del «Acuerdo sobre Destructores» en marzo de 1941, con el cual los Estados Unidos entregaron 44 destructores a la flota británica y seis a la marina canadiense en compensación por el derecho de construir bases militares en Great Exuma /Bahamas, Antigua, St. Lucia, Trinidad y la Guayana Británica, empezó una ampliación de las bases militares orientada inicialmente a la defensa aérea (véase Langer 1952; Langer/Gleason 1964). [/COLOR] [COLOR=#444444]Los precursores del «Acuerdo sobre Destructores» fueron los convenios entre Estados Unidos y Gran Bretaña a finales de 1939 sobre la cesión de bases de la marina en Trinidad, St. Lucia y Bermuda. Dentro de este marco también estaba prevista una base como punto de apoyo para hidroaviones cerca de la posterior base de Chaguaramas en Trinidad (Mucurapo Pasture, 7 ha), pero quedó vacante como las otras bases (véase Baptiste 1976 a). La «US/Caribbean Sea Frontier»; que protegería al tráfico marítimo, se organizó alrededor de los tres centros principales, Panamá, Puerto Rico y Trinidad; más tarde se agregó Guantánamo. En Trinidad se crearon en otoño de 1941 las grandes bases Fort Reid y Waller; a principios de 1942 se amplió la base combinada de marina e hidroaviones de Chaguaramas cerca de Puerto España y poco después siguieron los aeropuertos militares en Aruba ("Dakota") y Curazao ("Hato"). [/COLOR] [COLOR=#444444]El objeto principal era la lucha contra los esperados ataques y aterrizajes de los bombardeos a larga distancia, lo cual correspondió a la orientación norteamericana en la amenaza primaria de una invasión alemana con la ayuda de los colonos alemanes en América Latina, idea fomentada por Brasil, de tono opuesto a la visión británica, en el caso venezolano los habitantes de la Colonia Tovar se presentaron como voluntarios para luchar por el Reich, siendo la población por orden de la embajada americana deportado al Táchira, Municipio Junín. [/COLOR] [COLOR=#444444]Para el 7 de diciembre de 1941, cuando Japón lanzó el ataque a Pearl Harbor, la situación en el Atlántico Norte estaba complicándose para el arma submarina alemana por las nuevas tácticas de viajar en convoy, el uso del radar, el sonar y el empleo de portaaviones de escolta por parte de Gran Bretaña. Debido a eso, el Almirante Doenitz planificó dar un golpe espectacular en las propias costas de Estados Unidos. Sin embargo, el numero de sumergibles disponibles era escaso. [/COLOR] [COLOR=#444444]De la flota de 91 U-Boots 23 estaban en el Mediterráneo, 6 en los alrededores de Gibraltar y 4 en Noruega. La mitad de los restantes estaban en reparaciones o mantenimiento y de los que restaban la mitad estaban en operaciones en el Atlántico. Para atacar las costas de EEUU, entre el Cabo Hatteras y el Golfo de San Lorenzo, Doenitz apenas pudo contar con cinco submarinos. La operación denominada Paukenschlag (Redoble de Tambor), fue concebida con el fin de paralizar el tráfico a lo largo de las costas, reduciendo así la navegación mercante que transportaba petróleo y otras materias primas rumbo a las zonas industriales de las costas de EEUU. Cinco submarinos no era una cantidad suficiente, pero la experiencia de los comandantes multiplicaba el daño que podían causar de manera considerable.[/COLOR] [COLOR=#444444]Mediante una gradual penetración dentro del Golfo de México, entre el 16 y el 25 de diciembre de 1941, Doenitz esperaba debilitar las escoltas aliadas hasta el punto del colapso, eso es lo que esperaba el Almirante debido a lo poco protegidas que eran las rutas del comercio marítimo en el Atlántico Occidental. [/COLOR] [COLOR=#444444]Lo que esperaba el Alto Mando alemán era cuando menos hundir 700,000 toneladas mensuales. La operación de submarinos en aguas estadounidenses tomó por sorpresa a las fuerzas de defensa de los EEUU y Canadá. El poderoso grupo Paukenschlag, seguido de cerca por seis barcos de 740 toneladas, cruzó el Atlántico en medio de una feroz tormenta que los siguió hasta llegar a las costas americanas cerca a Terranova. A mediados de 1942, los barcos de abastecimiento eran vitales para los pequeños submarinos clase VIIC dada la distancia que los separaba de los puertos franceses y por eso fueron estacionados a 1000 kilómetros de Nueva York.[/COLOR] [COLOR=#444444]En esa época, los mercantes estadounidenses y sudamericanos navegaban libremente con luces encendidas de noche y utilizando libremente la banda de radio de 600 metros con comunicándose acerca de temas triviales o vitales concernientes a sus posiciones de navegación, el curso de los destructores y en cuanto a las ciudades costeras, la vida se desenvolvían normalmente como en tiempos de paz, con plena iluminación en las noches y con las estaciones de radio operando normalmente, una ayuda incalculable para la navegación, no sólo para los mercantes sino también para los submarinos. En circunstancias como esas fue fácil para los U-Boot lograr su primer hundimiento cuando el buque cisterna SS Norness recibió el primer torpedo. Mientras se iba a pique, el operador de radio informó haber tocado una mina, cuando en realidad fue víctima del primer torpedo alemán[/COLOR] [COLOR=#444444]El grupo Paukenschlag, pasaba el día en el fondo del mar y emergían en la oscuridad buscando víctimas. Así, debidamente emboscado, pronto se adjudicó el hundimiento de varios buques entre Cabo Hatteras y la isla de Cabo Bretón. Desde el principio estos submarinos encontraron muchos blancos frente a las costas de Carolina Capes, descubriendo muchos mercantes desarmados. En ausencia de convoyes, la llamada "Rudeltaktik" (Manadas de Lobos acechando a sus presas) era innecesaria. Operando individualmente, los U-Boots con sus cubiertas a flor de agua despachaban a sus víctimas con fuego de artillería o torpedos. Las pérdidas globales en tonelaje mercante fueron en ascenso debido a esta operación. La cifra de 124.070 toneladas hundidas por submarinos en diciembre, ascendió a 327.357 toneladas en enero, 467.451 toneladas en febrero y 537.980 toneladas en marzo. En ese último mes 28 buques, con 159.340 toneladas, fueron hundidos en la frontera marítima occidental, solamente. Más de la mitad eran buques-tanque. [/COLOR] [COLOR=#444444]El U-123 había hundido 8 barcos (53.000 ton), el U-66 hundió 5 barcos (50.000 tn), y el U-130 hundió 4 barcos (31.000 ton).[/COLOR] [COLOR=#444444]Contra esa oleada de hundimientos, las medidas estadounidenses para defender la navegación fueron ineficaces, a pesar del hecho notable de que Doenitz nunca mantuvo más de una docena de submarinos en el Atlántico Occidental. Por las necesidades surgidas en el Pacífico y los continuos traspasos de destructores de los convoyes del Atlántico del Norte a otras comisiones, el comandante de la frontera marítima occidental de EEUU, vicealmirante Adolphus Andrews, contaba con muy escasas fuerzas de superficie y tan sólo con nueve aviones Catalina de patrulla al finalizar 1941. [/COLOR] [COLOR=#444444]A pesar de que para finales de marzo de 1942 tenía 170 aviones del ejército y la marina para patrullar la costa, Andrews consideraba que sus cien naves, contando destructores, guardacostas, yates adaptados y buques de pesca de altura armados, eran insuficientes para proteger a los convoyes costeros. Andrews estaba convencido de que "un convoy sin protección adecuada era peor que un convoy sin ninguna protección", opinión contraria a la experiencia bélica británica, la frontera marítima occidental recurrió a una serie de medidas de emergencia, incluyendo grupos de caza, patrullas "ofensivas", barcos disfrazados ("Barcos Q") con artillería oculta para hacer que los submarinos emerjan e intenten hundirlos a cañonazos. El escaso valor de esas medidas se hizo evidente pues durante los primeros tres meses de la Operación Paukenschlag ni un solo submarino alemán fue hundido. [/COLOR] [COLOR=#444444]Las tripulaciones de los submarinos llamaban a esta época "El segundo tiempo feliz" de los submarinos U Boot. El mando naval estadounidense debió tomar medidas drásticas para evitar una catástrofe en la navegación, ya que en marzo las pérdidas totales de mercantes aliados habían aumentado hasta 800,000 toneladas por primera vez en la guerra. En febrero los británicos habían dado a los Estados Unidos 24 dragaminas y 10 corbetas, todos provistos con el más moderno equipo asdic (sonar). El primer paso en firme para proteger a los convoyes costeros fue el establecimiento de las llamadas "Bucket Brigades", que consistían en pequeños convoyes que navegaban escoltados durante el día y por la noche anclaban en bahías y caletas protegidas. [/COLOR] [COLOR=#444444]A mediados de abril, el Almirantazgo disminuyó la frecuencia de los viajes de sus convoyes de cinco a siete días, aumentando el número de mercantes en los convoyes que zarpaban de Halifax y transfiriendo dos grupos de barcos escolta a aguas americanas. Pero, al aumentar el número de mercantes en los convoyes reducía la eficacia de la escolta que debía ser más numerosa para brindar una protección adecuada.[/COLOR] [COLOR=#444444]Le tomó a EEUU otro mes establecer un sistema adecuado de convoyes en la costa este. Los submarinos ya habían hundido 87 barcos con 514.366 toneladas frente a estas costas durante los primeros cuatro meses. Pero Doenitz prontamente comenzó a mover sus submarinos enviándolos al Sur, cuando aparecieron los convoyes, sin hacer ningún esfuerzo para atacarlos en manada. [/COLOR] [COLOR=#444444]Los alemanes aumentaron los hundimientos en el Golfo de México y el Caribe, donde aún no se implantaba el sistema de convoyes, hundiendo en mayo 41 barcos, con un total de 219.867 toneladas. Casi la mitad de éstos eran buques-tanque torpedeados frente a las Bocas del Mississippi. Este número de hundimientos se redujo al establecerse el sistema entrelazado de convoy, que permitía que los convoyes fueran entregados en el mar con una escolta de buques de la flota de barlovento (3).[/COLOR] [COLOR=#444444]Los alemanes detenidos fueron confinados sin juicio por tiempo indefinido en el Distrito Junín del Estado Táchira, las actividades del grupo se limitaron a preparar explosivos en contra de los barcos mercantes aliados, medidas propuestas por la sucursal Abwech de Hamburgo, medida que no se realizaron por “las medidas de precaución…qué sería inútil intentar actos de sabotaje”. Kart Rogggerman recluta un número de agentes de la comunidad germano-venezolana, que eran perseguidos para ser recluidos en el campo de concentración para espiar el tráfico mercante de Guanta, La Guaira, Puerto Cabello y Maracaibo. Roggerman sacó “planos en perspectivas y vistas fotográficas de los puntos clave para el sabotaje, especialmente de los puertos marítimos” (4), Roggerman tenía la cubierta de Gerente del Banco Alemán Antioqueño de Caracas, viajó a Bogotá a sostener una entrevista con el Doctor George Blass, el masterman (el espía maestro encargado por la sede de Hamburgo en dar las instrucciones para recibir instrucciones), darle tinta invisible y una clave especial para su AFU, que se comunicará con Buenos Aires o con las manadas de lobo(5).[/COLOR] [COLOR=#444444]Unos de los principales personajes en detener y perseguir a los agentes alemanes, y en hacer amistad con los americanos e ingleses, sería Pedro Estrada, Jefe de la Policía de Caracas, quien era el encargado en coordinar las actividades de las policías municipales con El Servicio Secreto de los Estados Unidos y Gran Bretaña (OSS y M.I.5) bajo supervisión de Arturo Uslar Pietri, que era ficha del M.I.5 en Caracas, en coordinación con el F.B.I. y el OSS, que le sería de mucha utilidad al formar la temible Seguridad Nacional, posteriormente al huir de Caracas en 1958, lo protegerían, dándole asilo político(6).[/COLOR] [COLOR=rgb(204,204,204)][SIZE=2]--- merged: Apr 9, 2012 8:23 PM ---[/SIZE][/COLOR] [B]Una Historia Militar de las Fuerzas Armadas (VI).[/B] [B] [/B] [B] Por Kelder Toti.[/B] El análisis estratégico del General Pérez Jiménez es que los colombianos nos superaban en el mar y tierra. En el mar Venezuela solo disponía de cuatro viejas corbetas, sin armamento adecuado y mal manejadas por marinos que no habían alcanzado los niveles suficientes para conducir esos barcos con eficiencia. Y en tierra los colombianos nos superaban, por la sencilla razón de que tenían mucho mayor número de reserva entrenada y el ejército en sí era más numeroso. Lo único que nos favorecía con respecto al Ejército de Colombia era que nosotros habíamos adquirido el fusil semiautomático FN, con el cual las unidades venezolanas tenían un mayor poder de fuego, es decir que podían lanzar más proyectiles sobre el enemigo (7). En lo que respecta a la Fuerza Aérea, Venezuela superaba a Colombia porque tenía aviones a reacción. Por eso no se dio el paso firme de la ocupación de Los Monjes. Sabíamos que se podía resistir en tierra, por mejor dotación de armamento y que en el aire podíamos superar a los colombianos. Los colombianos se dieron cuenta de esa situación y quizás –especula Marcos Pérez Jiménez-, en consulta con sus militares resolvieron transarse. (8) Si Colombia hubiera tratado de usar la fuerza para desalojar a las fuerzas venezolanas de los islotes, seguramente hubieran sido derrotadas, al tener Venezuela una aviación y fuerza terrestre superior, pero si Colombia hubiera invadido a Venezuela con su mayor infantería hubiera logrado la victoria, pero tendría dos frentes abierto el interno por la naciente guerrilla y el externo al sostener una invasión a Venezuela, eh indirectamente tendría del dominio de la entrada del Golfo. Los elementos decisores colombianos prefirieron evitar una guerra en dos frentes. Las medidas que se tomaron, ante la asonada de Hugo Trejo del 1 de Enero de 1958, fueron de carácter militar. En primer lugar, se alertó a la Guarnición de San Juan de Los Morros y Valencia, para que avancen sobre Maracay. De Caracas partió un contingente hacia allá. Se mandó un batallón de infantes de marina para que desembarcara en Ocumare de la Costa y cayera sobre Maracay, por el parque Humboldt, rodeando a los insurrectos de la Fuerza Aérea el 1 de Enero de 1958. El Golpe de Estado del 23 de enero de 1958, fue un acontecimiento histórico ocurrido en Venezuela, por medio del cual se derrocó al General Marcos Pérez Jiménez - presidente para la fecha -, quien fue se vio forzado a abandonar el país con rumbo a República Dominicana a bordo del avión presidencial la «Vaca Sagrada». Pérez Jiménez venía ocupando el cargo de presidente de Venezuela desde principios de la década del 50, con el fin de su régimen se dio inicio al proceso "democrático" en Venezuela, sin bien antes de esa fecha ya se habían tenido algunas cortas experiencias o ensayos democráticos como los de 1947. El jueves 23 de enero de 1958, Pérez Jiménez entrega el poder a una Junta Militar escogida por él, antes de abandonar Miraflores. El antecedente más cercano de dicho acontecimiento se produjo el primero de Enero del mismo año, cuando aviones de guerra surcaron los cielos despertando a toda Caracas. El asombro fue mayúsculo, incluso para los propios partidarios del gobierno, ya que hacía exactamente un mes que se había efectuado un plebiscito para prolongar el mandato de Pérez Jiménez, para darle cierta solidez a su régimen y legitimidad ante las Fuerzas Armadas. Sin embargo, a pesar de que el alzamiento fue develado, a medida que la oposición convirtió el derrocamiento de la dictadura en una causa nacional. Profundizando un poco en las causas que derivaron en la caída del General Marcos Pérez Jiménez, hay que señalar fundamentalmente dos aspectos. En primer lugar, la crisis militar, originada a partir de los mencionados sucesos del miércoles 1 de enero de 1958, los cuales trastocaron el poder absoluto que hasta entonces tenía el primer mandatario en el seno de las Fuerzas Armadas. En tal sentido, el alzamiento de los oficiales de la Fuerza Aérea en la Base de Boca de Río, cercana a la ciudad de Maracay y del cuerpo de blindados del cuartel Urdaneta de Caracas al mando del teniente coronel Hugo Trejo, produjo o evidenció una crisis de liderazgo en la institución castrense. Las medidas que se tomaron para contrarrestar la asonada de Hugo Trejo, fueron de carácter militar. En primer lugar, se alertó a la Guarnición de San Juan de Los Morros y Valencia, para que avancen sobre Maracay. De Caracas partió un contingente hacia allá. Se mandó un batallón de infantes de marina para que desembarcara en Ocumare de la Costa y cayera sobre Maracay, por el parque Humboldt, rodeando a los insurrectos de la Fuerza Aérea el 1 de Enero de 1958. En segundo lugar, la crisis política en el propio seno del gobierno producto de la descomposición y fraccionamiento del mismo a raíz del plebiscito de diciembre de 1957 y que originó dos cambios de gabinete sucesivos, los días viernes 10 y lunes 13 de enero de 1958 respectivamente y la salida hacia el exterior de los personeros más cercanos a Pérez Jiménez vetados por las Fuerzas Armadas: Laureano Vallenilla Lanz, Ministro hasta entonces del Interior, y Pedro Estrada, jefe de la policía política del régimen: la Seguridad Nacional. A partir de los sucesos del miércoles 1 de enero y ante la manifiesta crisis política y militar del régimen PereJimenista, comenzaron a publicarse diversos manifiestos en contra del gobierno tambaleante, firmados por hombres y mujeres representativos de diferentes campos de la actividad económica, profesional y cultural, así como pronunciamientos públicos de instituciones nacionales como el Colegio de Ingenieros, la Asociación Venezolana de Periodistas, federaciones obreras y sectores empresariales que hasta ese momento no habían manifestado abiertamente su repudio a la dictadura. Todas las acciones de calle en contra del régimen, tendrán su momento cumbre en la huelga general del martes 21 de enero, movilizada por la Junta Patriótica (unión de los diversos partidos políticos), junto a los estudiantes, empresarios y las masas populares, la cual tomó un carácter unitario que prestó el apoyo necesario a los oficiales alzados. En la madrugada del jueves 23 de enero, pese a contar con el apoyo de un importante sector de las Fuerzas Armadas, Pérez Jiménez decide abandonar el Palacio de Miraflores y trasladarse al aeropuerto de La Carlota (situado en plena ciudad de Caracas), para tomar el avión que lo conduciría a la República Dominicana. Al conocerse la noticia del derrocamiento, el pueblo se lanzó a la calle, saqueando las casas de los adeptos al régimen; atacando la sede de la Seguridad Nacional y linchando a algunos funcionarios. Asimismo, destruyeron la sede y los equipos del periódico oficialista El Heraldo. Por otra parte, en pocas horas el Palacio de Miraflores se convirtió en el sitio de reunión de los sublevados y de innumerables dirigentes políticos y personalidades, quienes procedieron a nombrar una Junta de Gobierno Provisional que reemplazara al régimen derrocado. La Junta la constituyeron el contralmirante Wolfgang Larrazábal como presidente y los coroneles Carlos Luis Araque, Pedro José Quevedo, Roberto Casanova y Abel Romero Villate. Al amanecer del día jueves 23, los venezolanos celebran la caída de Pérez Jiménez, a la vez que protestan por la presencia en la Junta de Gobierno de Casanova y Romero Villate, reconocidos miembros del perejimenismo; los cuales finalmente fueron obligados a renunciar y reemplazados el día 24 de enero por los empresarios Eugenio Mendoza y Blas Lamberti. Con el objeto de facilitar el trabajo de la Junta de Gobierno y restablecer la democracia en Venezuela, se designó también un gabinete provisional compuesto por juristas, empresarios y ejecutivos, reservándose un militar, el Coronel Jesús María Castro León, el Ministro de la Defensa. Posteriormente, la Junta de Gobierno convoca a elecciones para diciembre de ese mismo año; se liberan a los presos políticos en todo el país, se amplía la Junta Patriótica con representantes de sectores independientes, ratificándose en la presidencia de la misma al periodista Fabricio Ojeda; se abre el proceso de castigo a los personeros del gobierno Pérez Jimenista y regresan los exiliados. Después del jueves 23 de enero de 1958 asumió el poder la Junta De Gobierno que dirigió el proceso político del país hacia el establecimiento de un régimen constitucional. Pérez-Jiménez estuvo en República Dominicana, hasta que se radicó en los Estados Unidos. Rómulo Betancourt, durante su Gobierno, logró la extradición del General Marcos Pérez Jiménez, y aquí se le siguió un prolongado juicio, que terminó con la sentencia condenatoria por un período menor que el que llevaba detenido, por lo que salió en libertad y voló a Madrid. En esta capital aceptó la postulación como candidato a Senador por el Distrito Federal en las elecciones de 1968, resultando electo por un número considerable de votos. En 1969 la Corte Suprema de Justicia anuló la elección de Pérez-Jiménez para el Senado, esgrimiendo como principal argumento que Pérez Jiménez no se inscribió en el Registro Electoral ni votó en las mismas elecciones. El jueves 23 de enero de 1958, turbas enardecidas salieron a las calles, en todo el país, a celebrar la caída del régimen y a tratar de acabar con los funcionarios de la Seguridad Nacional, que se habían ensañado en la persecución política durante toda la década. Los miembros de la Seguridad Nacional fueron linchados; otros se escondieron por largo tiempo o escaparon al exterior. Venezuela ya no tuvo que padecer del régimen autoritario de Pérez-Jiménez que fue consagrado por el texto de la Constitución del 15 de abril de 1953 y, amparado en la arbitrariedad, que se hizo confirmar Presidente hasta 1963, pero su gesto exasperó los ánimos populares hasta la insurrección del el 23 de enero de 1958, el General Marcos Pérez Jiménez era depuesto, y en su lugar tomaba el poder una Junta presidida por el Contraalmirante Wolfgang Larrazábal. Lo que lo obligó a huir rumbo hacia República Dominicana protegido por el Dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo, para posteriormente trasladarse a los Estados Unidos junto a su familia. Pocas veces se había dado en Venezuela un ambiente de euforia como el del jueves 23 de enero de 1958. Los periódicos dan rienda suelta a los titulares represados por diez años de censura: disfrutan a plenitud de la libertad de expresión y comienzan a contar la historia oculta de los diez años (9). [B] [/B] [COLOR=rgb(204,204,204)][SIZE=2]--- merged: Apr 9, 2012 8:26 PM ---[/SIZE][/COLOR] [B]Una Historia Militar de las Fuerzas Armadas (VII).[/B] [B] [/B] [B] Por Kelder Toti.[/B] [B]El Jefe Decide (1).[/B] [B] [/B] El “Capitán de Navío” Carlos Alberto Taylhardat se le encomendó la misión de coordinar una serie de viajes clandestino a la Sierra Maestra, Cuba desde Caracas, a fines de 1958, con el fin de abastecer la Revolución Cubana de armas; asumió el encargo con el mismo entusiasmo con que había participado en el derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, dirigida por un sector de la oficialidad de la Banda Armada. La misión era el punto culminante, de una las operaciones militares de abastecimiento, que se iniciaron con el “Vicealmirante” Wolfgang Larrazábal, presidente provisional de Venezuela, que diera luz verde, para que los principales dirigentes cubanos decidieran, en el Hotel Tamanaco de Caracas, el futuro político de la isla: Camilo Cienfuego, Fidel Castro, Hubert Matos y Ernesto Guevara; sus delegados eligieron a Manuel Urrutia, como presidente de Cuba, una vez que fuese derrocado el gobierno de Fulgencio Batista. La capital venezolana era una de las tres ciudades, donde el Movimiento 26 de Julio obtenía recursos para financiar a los barbudos de la Sierra Maestra. Las otras ciudades donde obtenía dinero eran: Ciudad de México y Miami. Se realizaron cinco puentes aéreos, donde viajaron varios expatriados cubanos para incorporarse a la lucha guerrillera, el traslado de los heridos de los diversos frentes guerrilleros, recibieron tratamiento médico en clínicas privadas de Caracas, por cuenta del gobierno venezolano; alimento enlatado, el envío de 11 cajas contentivas de 150 fusiles “Garand M-1”, con porta fusiles y tres cargadores cada uno; tres cajas con 20 fusiles asalto Browning calibre 30, con tres cargadores; 5 cajas con 10 ametralladora con soporte, 35 cajas con 99.950 balas calibre 30, y una caja con granadas fragmentaria. Que sería transportado en un avión C-46 bimotor, que se había adquirido por $ 10.000 a un amigo de Taylhardat, que lo había comprado con fines de carga (1), la operación de abastecimiento no derrotaría a las Fuerzas Armadas de Cuba, pero significaba el apoyo moral del gobierno de Miraflores a los insurrectos, que significaba un duro golpe psicológico a las fuerzas de Batista, dado el embargo de armas del Departamento de Estado de U.S.A. Las armas se trasladaron desde los depósitos del ejército en Caracas, en cuatro camiones militares cubierto por - “una gruesa lona, para ocultar lo que había adentro”, se coordinó la operación a través de una red de radioaficionados voluntarios entre Venezuela y Cuba. Taylhardat recordaría posteriormente: “sobrevolamos la zona donde debíamos aterrizar, en medio de la noche oscura, y de repente vimos un rectángulo iluminado con fogatas hechas con bidones de aceite llenos de kerosén, para iluminar el área de aterrizaje. El avión Curtis C-4, bautizado como “El Libertador”, se detuvo en una pista improvisada, lanzó la rampa donde comenzaba a bajarse a toda marcha las provisiones y las municiones. Luego subían a los heridos, y se tardaban 20 minutos en el desembarco, que era el tiempo que se estimaba en que la aviación de Batista reaccionaría, despejando inmediatamente, poniendo rumbo a las costas de Venezuela (2). El armamento era de fabricación norteamericana, que formaba parte del envío del gobierno norteamericano, al gobierno venezolano, mediante un contrato de “Préstamo y Arriendo”. Taylhardat dijo – “El gobierno americano nunca supo que las armas que había dado en préstamo y arriendo a Venezuela, iban a parar a mano de Fidel Castro”. La justificación de tal proceder la confirma Enrique Tejera Paris, que era asesor de Miraflores: “Era una misión extremadamente importante. Era de vida o muerte la lucha contra las dictaduras, incluida la de Batista… Había una amenaza de las dictaduras como las de Trujillo y Batista contra la recién inaugurada democracia venezolana”- Venezuela fue el único Estado de América Latina que promovió y financió abiertamente al movimiento antibatistero como política exterior en el Caribe. La colaboración del gobierno de Larrazabal, con el Movimiento 26 de Julio, precipitaría a Trujillo a intervenir en Venezuela, al detectar el armamento utilizado por Castro contra el régimen Trujillista en República Dominicana, donde participaron varios expedicionarios venezolanos, tras una confidencia de Carlos Sifontes, que hablará sobre la intervención del gobierno venezolano en los asuntos Dominicanos y Cubanos, cosa que el Jefe jamás aceptaría, ya que amenazaba abiertamente la estabilidad de su régimen. El entusiasmo inicial por la lucha castrista, fue compartido por el gobierno de Rómulo Betancourt, que continuó el suministro bélico de Venezuela a Cuba, después de la entrada de Fidel a la Habana, - que “se vino abajo luego de los fusilamientos en masa por los Tribunales Populares de la Habana”, en 1959. Taylhardat se lamenta: “Sin quererlo, ayudamos a crear un monstruo” (5), que posteriormente invadiría las costas venezolanas. Leonidas Trujillo decide intervenir en Venezuela usando a los grupos perezjimenistas, planifica a través de Johnny Abbes el jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), financia y entrena a los complotado en el magnicidio, que se realizó en los Próceres, ante los desplantes y amenazas de Rómulo Betancourt, volando su carro presidencial, salvándose milagrosamente, muriendo dos escolta y el jefe de la Casa Militar, no contento con los resultados, Trujillo ordena a su servicio de inteligencia el SIM que se haga cargo personalmente de Betancourt, en un próximo atentado, dada la ineptitud de los complotados criollos, cosa que fracasa, al ser asesinado por el General Maza en la Ciudad de Trujillo, bajo asesoría y ayuda de la CIA , la administración de John F. Kennedy no podía permitir que Trujillo derrocara a las nacientes democracias del continente, tanto en Venezuela, Costa Rica como en Colombia. El General Pedro Sanoja Aguilar, su hijo Pedro era amigo intimo del Generalisimo Trujillo, logrando conseguir el entrenamiento del SIM, dada por las provocaciones de Betancourt y Castro al financiar y armar a los disidentes, haciendo una demostración del atentado en una hacienda de Trujillo en las a fuera de Ciudad Trujillo, la operación fue coordinada por Cabrera Sifonte en Caracas, ingeniero químico de profesión, perseguido por el SIFA por sus lazos con el perezjimenismo, el magnicidio se produciría al paso de la caravana presidencial, el 24 de Junio de 1960, al quitarse el sombrero Cabrera Sifonte al pasar la caravana presidencial se detona la bomba por onda microonda, que estaba colocado en un auto en la Avenida Los Próceres, en el atentado murió el jefe de la Casa Militar, y que sería ascendido a General de Brigada post morten,: Ramón Armas Pérez, también murió el chofer y el Ministro de Defensa salió herido: Josué López Henríquez, conocido como el As de copa por su afición a la bebida; el error de los complotados estuvo en que le quitaron explosivo a la carga detonante. A Cabrera Sifonte lo agarraron de campesino en un burro, en Barquisimeto, intentó evadirse de la cárcel, y posteriormente huyó a Perú, donde lo agarraron y lo deportaron a Venezuela, donde morirían los 27 implicados de cáncer, posiblemente inoculado en la sangre (6). [/QUOTE]
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