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Mensaje: <blockquote data-quote="EFDV" data-source="post: 2770565" data-attributes="member: 15609">Un paracaidista tiene que portar el volumen y peso normal de un soldado, más el volumen y peso del paracaídas principal y del paracaídas secundario. Como el paracaídas principal va sobre la espalda, el equipamiento normal se pone en el pecho. Es decir, un paracaidista es más voluminoso y pesado que un soldado común. Con todo ese volumen y peso el paracaidista tiene que prepararse, caminar hasta la aeronave, sentarse, pasar mucho tiempo en el vuelo hasta alcanzar el destino y, finalmente, lanzarse. En este caso, el paracaídas esta montado en la aeronave por lo que el soldado reduce el peso y volumen que transporta sobre sus espaldas. Es más, en este diseño el paracaídas descansa sobre la cabeza del soldado, colgado del techo. El paracaidista, por tanto, no tiene que soportar ese peso durante todo el vuelo. Esto representa un soldado más liviano, prácticamente transportando el mismo peso que un soldado común durante toda la operación. Fin del sobrepeso. Un par de años atrás leía que un artículo de paracaidistas estadounidenses sobre el enorme peso que tienen que transportar. Como la mochila del paracaídas va en la espalda, todo el equipamiento normal va en el frente, sobre las piernas. Eso los afectaba durante largos vuelos. Sus piernas se entumecen y, si el vuelo es largo, les cuesta volver a pararse y caminar. Quedan agotados por el solo hecho de volar. Al llegar al suelo necesitan bastante tiempo, no sólo para organizarse y reagruparse, sino también para recuperar fuerzas.El artículo trataba justamente sobre algunas técnicas innovadoras que estarían desarrollando destinadas a dar soporte al equipamiento para que el paracaidista vuele más cómodo.Todo comenzó con un paracaidista al que le ocurrió cortar un palo de una escoba, ponerlo entre sus piernas y apoyar el peso de la mochila de combate sobre el mismo.Pues bien, esta propuesta se elimina la mochila del paracaídas principal. Me parece que eso dejaría el espacio libre para que el equipamiento de combate común pueda ir sobre las espaldas, como cualquier otro soldado. Así que promete que el rendimiento del paracaidista sea más parecido al de un soldado común y corriente desde el primer momento. Los paracaidistas ocupan más espacio que un soldado común. Son “voluminosos”. Un avión, como un C-130, puede transportar una cierta cantidad de soldados y, aproximadamente, un 30% menos si se trata de paracaidistas. En esta propuesta el volumen del paracaídas principal cuelga sobre la cabeza del soldado. Eso reducía el volumen que ocupa el paracaidista en profundidad y, sospecho, ancho también. Pregunto entonces ¿permite aumentar la cantidad de paracaidistas que puede lanzar la aeronave? Sospecho que sí. Como indica la noticia, los paracaidistas, dependiendo de la situación táctica, pueden rápidamente cambiar de la opción de lanzarse en paracaídas a la opción de bajar a pie o, por qué no, rapel. Y viceversa. En el mismo vuelo pueden cambiar de táctica de filtración si la dinámica situación táctica lo amerita. Lo cual puede ser especialmente útil si se trata de asaltos aéreos en helicópteros (y la noticia menciona específicamente su uso desde helicopteros). La noticia estima que los paracaidistas se pueden lanzar desde sólo 70 metros de altura y que eso sería una ventaja respecto a otros tipos de lanzamiento. Permitiría lanzarse más cerca del objetivo.En pocas palabras, un volumen y peso que dejaría de ir en la espaldas del paracaidistas para pasar a estar colgado del techo, sobre su cabeza, promete un paracaidista con una configuración y rendimiento equiparable al del resto de los soldados, por un lado; y la flexibilidad de adaptarse a distintas situaciones rápidamente, por otro lado.Esta en etapa experimental por lo que habrá que ver cómo termina. Pero yo le veo mucho potencial. De hecho, me parece ese tipo de innovaciones que parecen obvias una vez que se las descubre, por lo que uno no puede más que pensar ¿Cómo no se le ocurrió a nadie antes?.</blockquote>

Verificación: Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982