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Mensaje: <blockquote data-quote="Barbanegra" data-source="post: 1643966" data-attributes="member: 10064"><img src="http://estaticos03.elmundo.es/assets/multimedia/imagenes/2014/09/15/14107893531215.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /> Primer juicio contra un miembro del Estado Islámico en AlemaniaKreshnik Berisha ha acudido a la vista en chándal y ha escuchado cómo el fiscal leía el pliego de la acusación con indolencia y con una sonrisa en los labios. El juez Thomas Sagebiel ha dejado entrever que desea "cooperación" del acusado y que en buena parte la sentencia "depende de él", lo que podría leerse como una invitación a colaborar con la Fiscalía en la detención de otros yihadistas peligrosos en suelo alemán a cambio de un trato más benévolo.Así comenzaba hoy el primer juicio en Alemania contra un miembro del Estado Islámico (IS), en la Audiencia provincial de Fráncfort. El acusado, Kreshnik Berisha, es un ciudadano alemán de 20 años que fue detenido en diciembre, tras regresar de Siria. La Fiscalía federal le acusa de pertenencia a una organización terrorista extranjera y de haber participado en la preparación de un acto contra la seguridad del Estado en el extranjero.La historia de Berisha es un camino de meandros hasta la fe salafista. Nacido en el seno de una familia de origen kosovar en la localidad de Bad Homburg, cerca de Fráncfort, creció como un chico más al que le gustaba el deporte y que llegó a jugar en la categoría sub 21 para un club de fútbol judío, el TuS Makkabi. "Era un chaval estupendo, con espíritu de equipo y cierto afán de protagonismo muy normal a esa edad. No había indicios de lo que vendría después", ha dicho el que fuera entonces su entrenador, Alon Meyer.Rumbo a la ciudad siria de AlepoA partir de 2011, sin embargo, su fe musulmana se radicalizó en extremo y de forma muy rápida. Junto a otros asistentes a su mezquita, viajó a Estambul en julio de 2013 para desde allí trasladarse a la provincia siria de Alepo, donde se unió a los combatientes del Estado Islámico.Durante el medio año que pasó en Siria recibió entrenamiento en el manejo de armas y llegó a entrar en combate. Presuntamente colaboró en las filas del IS como sanitario y como vigilante hasta que su entrenamiento le permitió participar en misiones militares de varios días de duración.El presidente del tribunal ha avanzado su intención de ser indulgente si el joven confesaba los hechos, con lo que, según los medios locales, podría ser condenado a entre tres y cuatro años de prisión. De lo contrario podría obtener una sentencia de hasta 10 años de cárcel.El próximo viernes, en la segunda sesión del juicio, el acusado tomará la palabra, pero el tribunal ha advertido que no consentirá que convierta la sala de vistas en un púlpito desde el que predicar la yihad. Las medidas de seguridad en torno al juzgado han sido redobladas con motivo de este proceso, que podría fácilmente durar hasta el mes de noviembre.<a href="http://www.elmundo.es/internacional/2014/09/15/5416ec6d22601ddc258b4576.html">http://www.elmundo.es/internacional/2014/09/15/5416ec6d22601ddc258b4576.html</a></blockquote>

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