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Mensaje: <blockquote data-quote="Barbanegra" data-source="post: 1883592" data-attributes="member: 10064">Yemen, al alcance de Al QaedaLa guerra civil que está asolando el Yemen es todo un arabesco político, social y étnico en el que no parece aclararse -y menos aún, triunfar- nadie. Bueno, nadie excepto la rama arábica de Al Qaeda (AQAP), hoy en día la más poderosa de las ramas de esta organización.Esto es doblemente alarmante. Por una parte, porque la creciente fuerza de esta agrupación terrorista en el sur de la Península Arábica va camino de transformar Yemen en un nuevo Afganistán, en el nuevo bastión del terrorismo musulmán anti occidental. Y Yemen está mucho más próximo a centros y rutas vitales occidentales que el Afganistán.Por otra parte, ese ascenso militar de AQAP resulta sumamente alarmante por cuanto es un calco meridional del otro gran brazo terrorista musulmán: el Estado Islámico (EI), que domina gran parte de Siria e Irak. Cómo el EI, el AQAP crece mucho más por defectos ajenos que por méritos propios. El Al Qaeda árabe tiene menos militantes, armas y dinero de los que tuvo EI en sus comienzos. Pero se beneficia, al igual que este, del creciente descontento de la población con todos sus dirigentes políticos; de la rivalidad enconada entre saudíes (sunitas) y los iraníes (chiítas) que apoyan a los rebeldes hutíes; del pasmo político estadounidense que no sabe por quién apostar en este conflicto; y todo ello, sazonado con estallidos de orgullo y ambición personal de los principales protagonistas sauditas, yemenitas (el clan dirigente de los hutíes, chiítas) y las ansias de venganza personal del depuesto presidente Ali Abdalah Salih, otrora aliado de Washington y Riad.La situación resulta aún más inquietante si se recuerda que AQAP fue casi aniquilado en los años 2012 y 2014 por las grandes ofensivas del ejército yemenita, ayudado por los estadounidenses. Si la organización terrorista se ha rehecho tanto y tan deprisa, es porque la actual ofensiva militar saudí -llevada a cabo esencialmente por la aviación- contra los hutíes ha causado muchas más víctimas entre la población civil que entre esa tribu chiíta, que se refugia preferentemente en las zonas montañosas. Y en una guerra de guerrillas, el factor más importante es siempre el apoyo de la población indígena; la ayuda logística e informativa que reciben los guerrilleros de la población civil es decisiva. En el caso yemení, los ciudadanos que padecen la guerra civil sin intervenir en ella tienen que simpatizar casi a la fuerza con los guerrilleros ya que la miseria del país no la ha menguado nadie durante lustros y lustros -ni Gobiernos propios, ni los ricos aliados saudí y estadounidense-, pero todos los combatientes añadieron al hambre de los ciudadanos la muerte y la destrucción. Hutíes, saudíes y aliados de estos, y el ejército regular se han combatido con saña, cómo si el país estuviera despoblado, cómo si los daños colaterales no pasasen de cráteres de bombas en los caminos cuando en realidad son civiles muertos, heridos y abocados a la hambruna al ser destruidas cosechas y rebaños. En este panorama, los menos malos son por ahora los de la rama arábica de Al Qaeda…<a href="http://www.deia.com/2015/09/27/opinion/columnistas/ese-mundo-nuestro/yemen-al-alcance-de-al-qaeda">http://www.deia.com/2015/09/27/opinion/columnistas/ese-mundo-nuestro/yemen-al-alcance-de-al-qaeda</a></blockquote>

Verificación: Libertador de Argentina