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Malvinas 1982
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<blockquote data-quote="Nicolas Kasanzew" data-source="post: 1300281" data-attributes="member: 6939"><p><span style="color: #444444">Brillante carta de Javier Llorens a Clarin</span><span style="color: #444444">. </span></p><p><strong><span style="color: #444444">Clarín, la "desinformatzia", y los misterios de la guerra de Malvinas</span></strong></p><p><strong><span style="color: #444444">Date: Thu, 3 Jan 2013 21:20:29 -0300</span></strong></p><p><span style="color: #444444">Sr secretario general de CLARIN Ricardo Kirchsbaum: leí la nota que</span></p><p><span style="color: #444444">lleva su firma referida a la guerra de Malvinas con título “Mas</span></p><p><span style="color: #444444">huellas de una certeza: las islas estuvieron cerca de ser argentinas”</span></p><p><span style="color: #444444">(29/12/12) basada en la reciente publicación por parte del Reino Unido</span></p><p><span style="color: #444444">de algunos documentos clasificados respecto dicha guerra. Pese que hay</span></p><p><span style="color: #444444">otros que permanecerán sellados por 60 años más, como si esa guerra</span></p><p><span style="color: #444444">encerrara misterios, que en manera alguna deben ser conocidos por la</span></p><p><span style="color: #444444">opinión pública. Al leer su contenido engañoso, me preguntaba cómo</span></p><p><span style="color: #444444">podía definirse con una sola palabra la secular impronta periodística</span></p><p><span style="color: #444444">del diario que Ud dirige. Que ha producido que amplios sectores de la</span></p><p><span style="color: #444444">opinión pública adhirieran al embate del actual gobierno contra el</span></p><p><span style="color: #444444">grupo CLARIN, sin ser muy conscientes porqué.</span></p><p><span style="color: #444444">Clarín y la “desinformatzia” Y la palabra que vino a mi mente con</span></p><p><span style="color: #444444">motivo de esa nota (y tantas otras de su diario) es “desinformatzia”.</span></p><p><span style="color: #444444">Palabra de origen ruso, creada por la revolución bolchevique para</span></p><p><span style="color: #444444">resistir los embates de toda índole que soportaba desde el exterior.</span></p><p><span style="color: #444444">Que en Occidente tiene como sinónimos “intoxicación”, “injerencia”,</span></p><p><span style="color: #444444">“engaño” o “timo”. Según algunos diccionarios ella expresa el</span></p><p><span style="color: #444444">“conjunto de técnicas utilizadas para manipular la información</span></p><p><span style="color: #444444">conservando su verosimilitud, con el fin de influenciar sobre la</span></p><p><span style="color: #444444">opinión pública y las reacciones de las gentes”. Y es obvio que el</span></p><p><span style="color: #444444">principal agente de ella son los grandes medios de comunicación.</span></p><p><span style="color: #444444">No otra cosa se puede decir de su nota, en la que a contrapelo de los</span></p><p><span style="color: #444444">datos que Ud. mismo esgrime en ella, insiste en sostener la “certeza”</span></p><p><span style="color: #444444">de que el conflicto bélico de Malvinas de 1982 podría haber tenido una</span></p><p><span style="color: #444444">resolución diplomática a favor de Argentina, sino fuera por la</span></p><p><span style="color: #444444">incompetencia de los liderazgos de ambos países. Y en especial del</span></p><p><span style="color: #444444">argentino. Tesis que se ve refrendada con la estólida nota de Federico</span></p><p><span style="color: #444444">Storani que acompaña la suya, con el poco periodístico título “Una</span></p><p><span style="color: #444444">síntesis de los mezquinos objetivos de dos perversos”.</span></p><p><span style="color: #444444">La guerra de dos pelados por un peine En ella Storani, con un prosa</span></p><p><span style="color: #444444">propia de un cuento infantil, achaca la culpa de la guerra a dos</span></p><p><span style="color: #444444">demonios: Thatcher y Galtieri. Y soslaya enteramente los enormes</span></p><p><span style="color: #444444">intereses que estaban en juego, que hoy se manifiestan con la</span></p><p><span style="color: #444444">explotación de las reservas de hidrocarburos en la zona en disputa. Y</span></p><p><span style="color: #444444">con la reciente denominación de “Tierra de la Reina Isabel”, al</span></p><p><span style="color: #444444">territorio antártico que reclaman Argentina y Chile. Al leerla uno se</span></p><p><span style="color: #444444">pregunta cómo este buen señor no solo llegó a diputado de la Nación,</span></p><p><span style="color: #444444">sino que además presidió la comisión de Relaciones Exteriores en dicha</span></p><p><span style="color: #444444">Cámara, dando así una clara muestra de la debacle intelectual de</span></p><p><span style="color: #444444">Argentina.</span></p><p><span style="color: #444444">Esta teoría de los dos demonios, es boba, pero nada cándida, porque en</span></p><p><span style="color: #444444">el fondo adhiere a la visión del escritor Jorge Luis Borges, que</span></p><p><span style="color: #444444">calificó a la guerra de Malvinas como una absurda pelea de dos pelados</span></p><p><span style="color: #444444">por un peine. Y en consecuencia con que los pelados reflexionen un</span></p><p><span style="color: #444444">poco, bien pueden amistarse de nuevo. Aunque uno de los pelados este</span></p><p><span style="color: #444444">ahora tratando de peinar el petróleo que hay en torno de Malvinas, a</span></p><p><span style="color: #444444">la par de aprovechar su proyección antártica.</span></p><p><span style="color: #444444">La maldita palabra “deseos” Cualquier conocedor del conflicto, Ud.</span></p><p><span style="color: #444444">entre ellos como autor de un libro al respecto, y conforme lo insinúa</span></p><p><span style="color: #444444">en su nota, sabe muy bien que el escollo insalvable que tuvieron las</span></p><p><span style="color: #444444">negociaciones diplomáticas previas a la guerra de 1982, y durante el</span></p><p><span style="color: #444444">transcurso de esta, fue la palabra “deseos”. Cuya articulación le</span></p><p><span style="color: #444444">había sido negada al Reino Unido en las reiteradas resoluciones de la</span></p><p><span style="color: #444444">ONU, que ordenan tener en cuenta solo los “intereses”, no los “deseos”</span></p><p><span style="color: #444444">de los kelpers.</span></p><p><span style="color: #444444">En consecuencia el factor determinante que impidió evitar la guerra de</span></p><p><span style="color: #444444">1982, fue el empeño tenaz puesto por el Reino Unido, con el apoyo de</span></p><p><span style="color: #444444">EEUU, de reimponer el término “deseos” con distintas variantes y</span></p><p><span style="color: #444444">disimulos, en reemplazo de “intereses”. Pese los enormes esfuerzos</span></p><p><span style="color: #444444">avenitivos que hicieron las cúpulas de las tres fuerzas armadas</span></p><p><span style="color: #444444">integrantes de la Junta Militar; que lo menos que querían hacer, era</span></p><p><span style="color: #444444">la guerra contra las potencias a quién consideraban aliadas</span></p><p><span style="color: #444444">estratégicas en la Guerra Fría. Y también en la “guerra sucia”, que</span></p><p><span style="color: #444444">habían practicado en nombre de los ideales “occidentales y</span></p><p><span style="color: #444444">cristianos”, mediante conculcar salvajemente los ideales “occidentales</span></p><p><span style="color: #444444">y cristianos”.</span></p><p><span style="color: #444444">El hundimiento del Belgrano versión inglesa Pero además tanto Ud. como</span></p><p><span style="color: #444444">Storani sostienen en sus notas la versión de origen inglés, que el</span></p><p><span style="color: #444444">crimen de guerra del crucero Gral. Belgrano fue efectuado por la</span></p><p><span style="color: #444444">Thatcher, a los efectos de hacer caer las negociaciones cursadas a</span></p><p><span style="color: #444444">través del presidente peruano Belaunde Terry, cuyas condiciones</span></p><p><span style="color: #444444">supuestamente ya habían sido aceptadas por el liderazgo argentino. Y</span></p><p><span style="color: #444444">así la Thatcher supuestamente pudo hacer su guerra personal.</span></p><p><span style="color: #444444">Curiosamente esta inusitada hipótesis fue echada a rodar por el ex</span></p><p><span style="color: #444444">presidente de la petrolera inglesa Shell, Desmond Rice, de larga</span></p><p><span style="color: #444444">actuación en Argentina, en su libro “Hundan al Belgrano”.</span></p><p><span style="color: #444444">No obstante, todas las evidencias señalan exactamente lo contrario.</span></p><p><span style="color: #444444">Apuntando que ese crimen de guerra innecesario y desproporcionado,</span></p><p><span style="color: #444444">tuvo en realidad por objeto impactar directamente en la mente de los</span></p><p><span style="color: #444444">integrantes de la Junta Militar. A los efectos que aceptaran el</span></p><p><span style="color: #444444">ultimátum cursado a través de Belaunde Terry por el mediador y</span></p><p><span style="color: #444444">secretario de Estado Alexander Haig, junto con el canciller inglés</span></p><p><span style="color: #444444">Pym; adonde habían cambiado la maldita palabra “deseos” de los</span></p><p><span style="color: #444444">isleños, por su sinónimo “puntos de vista” de estos. Acorde con lo</span></p><p><span style="color: #444444">expresado por Haig en los documentos que han aparecido, de que a los</span></p><p><span style="color: #444444">integrantes de la Junta Militar había “que asustarlos pero no</span></p><p><span style="color: #444444">enojarlos”.</span></p><p><span style="color: #444444">El crimen de guerra como variante del terrorismo de Estado El ataque</span></p><p><span style="color: #444444">al Belgrano sería así una variante del terrorismo de Estado, acorde</span></p><p><span style="color: #444444">con las teorías bélicas que dicen que las guerras tienen en realidad</span></p><p><span style="color: #444444">por objeto, golpear las mentes de quienes las lideran en el campo</span></p><p><span style="color: #444444">adversario, para forzarlos a su rendición. Explícita o implícita, como</span></p><p><span style="color: #444444">habría sido el caso si la Junta Militar aceptaba tener en cuenta los</span></p><p><span style="color: #444444">“deseos de los isleños”, que era el objetivo perentorio e</span></p><p><span style="color: #444444">irrenunciable “deseado” por el gobierno inglés de entonces.</span></p><p><span style="color: #444444">Pero asesinar a 323 marinos innecesariamente, para imponer la</span></p><p><span style="color: #444444">autodeterminación de 1.600 habitantes en una isla remota del Atlántico</span></p><p><span style="color: #444444">Sur, suena algo descabellado. Máxime si detrás se mueven intereses</span></p><p><span style="color: #444444">petroleros, como los representados por el seudo historiador Rice.</span></p><p><span style="color: #444444">Imposible de sostener ante un tribunal internacional, y menos aún ante</span></p><p><span style="color: #444444">la opinión pública mundial. Por esa razón, para que la idea fuerza</span></p><p><span style="color: #444444">inglesa de la autodeterminación, no quedara definitivamente manchada</span></p><p><span style="color: #444444">con la sangre de los 323 marinos argentinos, el Reino Unido recurrió a</span></p><p><span style="color: #444444">la “desinformatzia” de procurar que no se conectaran de manera alguna</span></p><p><span style="color: #444444">ambos eventos.</span></p><p><span style="color: #444444">E incluso, con la intervención del petrolero y seudo historiador Rice,</span></p><p><span style="color: #444444">precavidamente dieron vuelta a la interpretación lógica de esos</span></p><p><span style="color: #444444">hechos. Llegando al extremo de sostener absurdamente, como Ud. y</span></p><p><span style="color: #444444">Storani hacen, que ese crimen de guerra no fue para imponer los deseos</span></p><p><span style="color: #444444">de los isleños, sino para imponer una guerra absurda. Y acá nuevamente</span></p><p><span style="color: #444444">nos encontramos con una postura que parece boba, pero no es para nada</span></p><p><span style="color: #444444">cándida. Porque casualmente ella preserva el argumento estratégico del</span></p><p><span style="color: #444444">Reino Unido para retener las Malvinas y explotar su petróleo, centrado</span></p><p><span style="color: #444444">exclusivamente en el derecho a la autodeterminación de los 1.600</span></p><p><span style="color: #444444">isleños oriundos de allí.</span></p><p><span style="color: #444444">La inquietante hipótesis que revierte toda la cuestión Claro está que</span></p><p><span style="color: #444444">esa férrea e implacable decisión por parte del RU, de explotar a fondo</span></p><p><span style="color: #444444">la oportunidad del inoportuno desembarco argentino en Malvinas, a los</span></p><p><span style="color: #444444">efectos de dar vuelta la derrota diplomática en la ONU, llegando</span></p><p><span style="color: #444444">incluso al hecho despiadado del Gral. Belgrano, lleva necesariamente a</span></p><p><span style="color: #444444">cualquier mente inquieta a plantear una reinterpretación total de los</span></p><p><span style="color: #444444">acontecimientos. Como en las novelas de crimen y misterio inglesas,</span></p><p><span style="color: #444444">donde sobre el final se revela que el mayordomo extranjero, que era el</span></p><p><span style="color: #444444">principal sospechoso, en realidad era inocente; y el autor del</span></p><p><span style="color: #444444">horrible crimen era el noble y elegante dueño de la aristocrática</span></p><p><span style="color: #444444">mansión en donde el crimen se perpetró.</span></p><p><span style="color: #444444">Esa inclaudicable determinación del Reino Unido, de imponer a toda</span></p><p><span style="color: #444444">costa los deseos de los isleños en sustitución de sus intereses, abre</span></p><p><span style="color: #444444">el grave e inquietante interrogante, si el Reino Unido no habría</span></p><p><span style="color: #444444">inducido de alguna manera a los integrantes de la Junta Militar a</span></p><p><span style="color: #444444">ocupar militarmente las islas; para así poner en re discusión esa</span></p><p><span style="color: #444444">cuestión esencial para poder retener las islas, que le había sido</span></p><p><span style="color: #444444">negada por la ONU. Acorde con la definición de que la guerra o la</span></p><p><span style="color: #444444">amenaza de hacerla, es la continuación de la diplomacia por otros</span></p><p><span style="color: #444444">medios. Pero en el mundo moderno la amenaza de hacerla solo es legal,</span></p><p><span style="color: #444444">cuando se ejerce en legítima defensa. Y para eso era indispensable</span></p><p><span style="color: #444444">como paso previo, que los militares argentinos desembarcaran en las</span></p><p><span style="color: #444444">islas.</span></p><p><span style="color: #444444">Curiosamente su mismo diario se encargó de insinuar esta inquietante</span></p><p><span style="color: #444444">hipótesis en la nota del día siguiente de su corresponsal en Londres,</span></p><p><span style="color: #444444">María Laura Avignolo, “Como una mujer engañó a la Junta con el apoyo</span></p><p><span style="color: #444444">de EE.UU. en la guerra” (30/12/12). En ella afirma que el embajador</span></p><p><span style="color: #444444">inglés en EEUU, Nicholas Henderson (que como buen inglés parece ser un</span></p><p><span style="color: #444444">zorro sembrando pistas falsas) tenía la sospecha de que EEUU había</span></p><p><span style="color: #444444">alentado a la Junta Militar argentina a ocupar las islas. A través de</span></p><p><span style="color: #444444">dos de sus altos funcionarios; la embajadora ante la ONU Jeane</span></p><p><span style="color: #444444">Kirkpatrick, y el subsecretario de Estado para asuntos</span></p><p><span style="color: #444444">Latinoamericanos, Thomas Enders.</span></p><p><span style="color: #444444">La consultora estratégica Kissinger Associates Inc en el centro de la</span></p><p><span style="color: #444444">trama Basaba sus sospechas en que casualmente Enders había visitado</span></p><p><span style="color: #444444">Buenos Aires en Marzo de 1982, dos semanas antes de la ocupación</span></p><p><span style="color: #444444">argentina. Oportunidad en la que habría hecho el famoso guiño del</span></p><p><span style="color: #444444">“hands off”, que dio a entender a Galtierí que EEUU consentiría con la</span></p><p><span style="color: #444444">recuperación de las islas. En trueque por los servicios prestados por</span></p><p><span style="color: #444444">el Ejército argentino en la guerra sucia que EE.UU. practicaba en</span></p><p><span style="color: #444444">Centro América.</span></p><p><span style="color: #444444">Si su diario se hubiese animado a profundizar esa información, se</span></p><p><span style="color: #444444">habría encontrado con unos datos elocuentes, públicos, y notorios, que</span></p><p><span style="color: #444444">no se le puede escapar a ningún buen periodista. Consistente en que</span></p><p><span style="color: #444444">Enders junto con Haig, eran socios en la “consultora estratégica”</span></p><p><span style="color: #444444">Kissinger Associates Inc, cuya cabeza era nada menos que el ex</span></p><p><span style="color: #444444">secretario de Estado Henry Kissinger.</span></p><p><span style="color: #444444">Quién casualmente también visitó a Argentina a fines de 1981, a la par</span></p><p><span style="color: #444444">que se producía la caída del Gral. Viola, y el encumbramiento del</span></p><p><span style="color: #444444">Gral. Galtieri. Durante la cual mantuvo sugestivas y discretas</span></p><p><span style="color: #444444">entrevistas con quienes iban a ser designados ministros poco después,</span></p><p><span style="color: #444444">Roberto Alemann y Nicanor Costa Méndez, como si Kissinger contara con</span></p><p><span style="color: #444444">información clarividente al respecto.</span></p><p><span style="color: #444444">En especial respecto Costa Méndez, que fue señalado en el informe</span></p><p><span style="color: #444444">Rattembach como el principal responsable de las erróneas decisiones</span></p><p><span style="color: #444444">bélico diplomáticas que tomó poco después la Junta Militar. En el que</span></p><p><span style="color: #444444">también se señalan los intereses petroleros que contaminaban a nuestro</span></p><p><span style="color: #444444">“canciller de hierro” como presidente de la CGC (Compañía General de</span></p><p><span style="color: #444444">Combustibles) vinculada con la Shell inglesa; e involucrada en al</span></p><p><span style="color: #444444">affaire de la “nafta adulterada” que se desarrolló en forma paralela</span></p><p><span style="color: #444444">al conflicto de Malvinas.</span></p><p><span style="color: #444444">El canciller Carrington, el “tercer hombre” de la consultora Kissinger</span></p><p><span style="color: #444444">La elocuencia de esos datos están lejos de acabar allí. Ya que el</span></p><p><span style="color: #444444">tercer socio conspicuo de esa “consultora estratégica”, era nada menos</span></p><p><span style="color: #444444">que el canciller Lord Carrington, ex secretario de Energía del Reino</span></p><p><span style="color: #444444">Unido, y ex ejecutivo de la Shell – Royal Ducth. Quién renunció</span></p><p><span style="color: #444444">inmediatamente después de la ocupación argentina de las islas, por</span></p><p><span style="color: #444444">supuestamente no haberla previsto.</span></p><p><span style="color: #444444">Pero no obstante poco después fue distinguido con las máximas</span></p><p><span style="color: #444444">condecoraciones del Reino Unido, por los altos servicios prestados al</span></p><p><span style="color: #444444">reino. Por esa razón no es gratuito el calificativo de “tercer</span></p><p><span style="color: #444444">hombre”, que alude a la clásica película de misterio y espionaje</span></p><p><span style="color: #444444">basada en un libro del inglés Grahan Greene, donde el personaje</span></p><p><span style="color: #444444">central, no es ni hace, lo que parece ser y hacer.</span></p><p><span style="color: #444444">Entre esos servicios de hacer o no hacer, parece destacarse esa fatal</span></p><p><span style="color: #444444">imprevisión de Carrington. Que no obstante le permitió al Reino Unido</span></p><p><span style="color: #444444">cambiar el statu quo de la región, al instalar en ella la Fortaleza</span></p><p><span style="color: #444444">Malvinas. Y pasar a esgrimir decididamente el supuesto derecho a la</span></p><p><span style="color: #444444">autodeterminación de los isleños, que había comenzado a insinuar</span></p><p><span style="color: #444444">tímidamente a mediados de la década de los ´70, pese a las</span></p><p><span style="color: #444444">resoluciones adversas de la ONU. A la par que ponía en explotación los</span></p><p><span style="color: #444444">yacimientos petrolíferos del Mar del Norte, mediante efectuar la</span></p><p><span style="color: #444444">inversión industrial más grande en su historia, lo que posibilitó al</span></p><p><span style="color: #444444">Reino Unido detener su debacle como nación. Y simultáneamente que en</span></p><p><span style="color: #444444">círculos especializados se comentaba que en Malvinas podían existir</span></p><p><span style="color: #444444">reservas de petróleo nueve veces superiores a las del Mar del Norte.</span></p><p><span style="color: #444444">Otro tanto sucedió con el embajador inglés en Argentina Anthony</span></p><p><span style="color: #444444">Williams, que tampoco se percató de la inminencia de una ocupación</span></p><p><span style="color: #444444">militar de las islas por parte de Argentina. Y no obstante poco</span></p><p><span style="color: #444444">después fue honrado con el título de Sir, por los altos servicios</span></p><p><span style="color: #444444">prestados ¿o no prestados? a su país. Pese que desde meses atrás el</span></p><p><span style="color: #444444">diario La Prensa de Buenos Aires venía instando públicamente a dicha</span></p><p><span style="color: #444444">recuperación, a través de las columnas del periodista español Iglesias</span></p><p><span style="color: #444444">Rouco. A la par que el diario La Nación nos desayunaba el 2 de abril,</span></p><p><span style="color: #444444">que a fines de febrero ya habían desembarcado en Argentina periodistas</span></p><p><span style="color: #444444">ingleses, para cubrir esa “histórica” recuperación.</span></p><p><span style="color: #444444">Las engañosas señales provenientes de Londres Como si esa trama</span></p><p><span style="color: #444444">conspirativa no fuera suficiente para que Shakespeare escribiera una</span></p><p><span style="color: #444444">tragedia, a ella se suman las falsas creencias que trajeron desde</span></p><p><span style="color: #444444">Londres, el entonces comandante en Jefe de la Armada e integrante de</span></p><p><span style="color: #444444">la Junta Militar, Jorge Anaya. Y su segundo, el jefe de Inteligencia</span></p><p><span style="color: #444444">de la Armada y Comandante de la Flota de Mar, Walter Allara.</span></p><p><span style="color: #444444">Ambos se habían desempeñado como agregados navales en Londres, y</span></p><p><span style="color: #444444">habían admirado el desarrollo de la explotación hidrocarburífera en el</span></p><p><span style="color: #444444">Mar del Norte. Y vuelto con el convencimiento de que el Reino Unido no</span></p><p><span style="color: #444444">reaccionaría militarmente, si Argentina recuperaba por ese medio las</span></p><p><span style="color: #444444">islas. Ya que solo le interesaba el petróleo, no la soberanía sobre</span></p><p><span style="color: #444444">ellas. Y en consecuencia todo se podía arreglar con un módico canje,</span></p><p><span style="color: #444444">de entrega de la explotación del petróleo, a cambio del reconocimiento</span></p><p><span style="color: #444444">de la soberanía a favor de Argentina. Por eso junto con los</span></p><p><span style="color: #444444">preparativos militares para ocupar las islas, comenzó a circular</span></p><p><span style="color: #444444">públicamente una nueva ley de hidrocarburos que implícitamente</span></p><p><span style="color: #444444">posibilitaba ese canje, de la que dio cuenta su diario por aquellos</span></p><p><span style="color: #444444">días.</span></p><p><span style="color: #444444">La creencia en este posible canje de petróleo por soberanía, se vio</span></p><p><span style="color: #444444">oportunamente reforzada por el salvaje desguace de la flota de Su</span></p><p><span style="color: #444444">Majestad, que anunció el ministro de Defensa inglés John Nott en 1981,</span></p><p><span style="color: #444444">que preveía incluso el retiro del rompehielos Endurance de las islas</span></p><p><span style="color: #444444">Malvinas. Lo cual fue discutido y confirmado públicamente en el</span></p><p><span style="color: #444444">Parlamento inglés a principios de 1982. Al mismo tiempo que como en</span></p><p><span style="color: #444444">una deliberada comedia de enredos, en Argentina se comenzaba a</span></p><p><span style="color: #444444">desarrollar la planificación militar para recuperar las islas,</span></p><p><span style="color: #444444">alentada por esa señal proveniente de Londres.</span></p><p><span style="color: #444444">Ese plan de desguace nunca se llevó a cabo. Y acá de nuevo aparece la</span></p><p><span style="color: #444444">explicación boba pero no cándida, de que el mismo se dejó de lado con</span></p><p><span style="color: #444444">motivo de la agresión argentina. Deslizando incluso algunos analistas</span></p><p><span style="color: #444444">la hipótesis de que marinos británicos habrían inducido a los marinos</span></p><p><span style="color: #444444">argentinos encabezados por Anaya a invadir las islas, a los efectos de</span></p><p><span style="color: #444444">tener un argumento para impedir ese desguace.</span></p><p><span style="color: #444444">Como si el Reino Unido no fuera una potencia nuclear experta en</span></p><p><span style="color: #444444">disuasión estratégica, que cuenta con una diplomacia con mil años de</span></p><p><span style="color: #444444">historia, considerada la mejor del mundo. Y se tratara de una</span></p><p><span style="color: #444444">república bananera parecida a la Argentina, donde cada fuerza armada o</span></p><p><span style="color: #444444">corporación explota su quintita, sin consideración alguna por la de</span></p><p><span style="color: #444444">los otros.</span></p><p><span style="color: #444444">El incidente de las Georgias, el “Sarajevo del Atlántico Sur” Al plan</span></p><p><span style="color: #444444">militar argentino de recuperación de las islas, hubo que anticiparlo y</span></p><p><span style="color: #444444">ejecutarlo en forma absolutamente precipitada, con motivo del</span></p><p><span style="color: #444444">incidente de los chatarreros en las islas Georgias. Generado por el</span></p><p><span style="color: #444444">intransigente rechazo por parte del Reino Unido, a aceptar las</span></p><p><span style="color: #444444">“tarjetas blancas” que les había entregado la cancillería, validas</span></p><p><span style="color: #444444">para viajar a las Malvinas. Por ello el informe Rattembach denominó a</span></p><p><span style="color: #444444">dicho incidente el “Sarajevo del Atlántico Sur”, aludiendo a los</span></p><p><span style="color: #444444">acontecimientos en dicha ciudad balcánica que dieron origen a la</span></p><p><span style="color: #444444">Primera Guerra Mundial.</span></p><p><span style="color: #444444">Frente al cual, profundizando la comedia de enredos, el Reino Unido</span></p><p><span style="color: #444444">hizo correr el trascendido del envió de submarinos nucleares y otras</span></p><p><span style="color: #444444">fuerzas a Malvinas. Lo cual puso a la Junta Militar ante el dilema de</span></p><p><span style="color: #444444">abandonar definitivamente sus planes de recuperación, o adelantarlos</span></p><p><span style="color: #444444">apresuradamente.</span></p><p><span style="color: #444444">Se generó así una sofisticada situación, propia de la inteligencia</span></p><p><span style="color: #444444">moderna, en que primero se predispone al adversario con miras a que</span></p><p><span style="color: #444444">tome una decisión. Y luego se crea una situación, para que esa</span></p><p><span style="color: #444444">decisión se acometa y se haga irreversible, y se la lleve a cabo</span></p><p><span style="color: #444444">improvisadamente en las peores circunstancias. Concretándose en el</span></p><p><span style="color: #444444">caso de Malvinas en una oportunidad, que como lo expresó el informe</span></p><p><span style="color: #444444">Rattembach, favoreció fundamentalmente al enemigo inglés.</span></p><p><span style="color: #444444">Este rol de “agent provocateur” lo desempeñó el contrato firmado por</span></p><p><span style="color: #444444">el chatarrero Davidoff con una firma de Edimburgo en 1979. Y cuya</span></p><p><span style="color: #444444">ejecución en el terreno, nuevamente como una deliberada comedia de</span></p><p><span style="color: #444444">enredos, se puso en marcha junto con los planes militares para</span></p><p><span style="color: #444444">recuperar las islas en 1982.</span></p><p><span style="color: #444444">La “desinformatzia” en la guerra de Malvinas En consecuencia diversos</span></p><p><span style="color: #444444">analistas sostienen que el Reino Unido no recibió sorpresa estratégica</span></p><p><span style="color: #444444">alguna, por la recuperación de las islas Malvinas por parte de</span></p><p><span style="color: #444444">Argentina el 2 de abril de 1982. Sino que por contrario, los grandes</span></p><p><span style="color: #444444">sorprendidos fueron los integrantes de la Junta Militar, ante la veloz</span></p><p><span style="color: #444444">reacción militar y diplomática inglesa. Con el inmediato envío de la</span></p><p><span style="color: #444444">Task Force, que parecía estar a la espera de la ocupación argentina. Y</span></p><p><span style="color: #444444">con la resolución 502 que condenó a Argentina como país agresor,</span></p><p><span style="color: #444444">legitimando así dicha reacción militar, a la que los integrantes de la</span></p><p><span style="color: #444444">Junta Militar habían descartado totalmente.</span></p><p><span style="color: #444444">De esa manera, tras la tardía llamada del presidente Reagan a</span></p><p><span style="color: #444444">Galtieri, pidiéndole que desistiera de la ocupación, cuando la</span></p><p><span style="color: #444444">operación ya era irreversible por haberse establecido el silencio de</span></p><p><span style="color: #444444">radio previo a ella, comenzó desintegrarse el “cuadro de situación</span></p><p><span style="color: #444444">absolutamente falso” que llevó a la Junta Militar a recuperar las</span></p><p><span style="color: #444444">islas. En cuya creación no fueron ajenos los dos grandes diarios</span></p><p><span style="color: #444444">argentinos, Clarín y La Nación, ayudados por su agencia DYN, que</span></p><p><span style="color: #444444">casualmente habían puesto en funcionamiento pocos días antes.</span></p><p><span style="color: #444444">Los cuales el 2 de abril y subsiguientes, se encargaron de euforizar a</span></p><p><span style="color: #444444">la opinión pública interna por el logro de la recuperación. Obligando</span></p><p><span style="color: #444444">así a la Junta Militar a cambiar su plan militar inicial de “ocupar</span></p><p><span style="color: #444444">para negociar”, dejando para ello una mínima guarnición en las islas;</span></p><p><span style="color: #444444">por el de “reforzar para defender y obligar a negociar”. Transformando</span></p><p><span style="color: #444444">así el plan original en una “aventura militar”, tal como lo señaló el</span></p><p><span style="color: #444444">informe Rattembach.</span></p><p><span style="color: #444444">Es lamentable que entonces su diario Clarín no haya ejercido su</span></p><p><span style="color: #444444">sentido crítico, y su función de contrapoder que ahora se arroja; para</span></p><p><span style="color: #444444">impedir, o al menos hacer razonar respecto esa aventura militar. Y por</span></p><p><span style="color: #444444">contrario lo que hizo objetivamente, fue instarla para que se</span></p><p><span style="color: #444444">concretara.</span></p><p><span style="color: #444444">La inesperada sorpresa estratégica en el curso de la guerra En</span></p><p><span style="color: #444444">consecuencia los integrantes de la Junta Militar se vieron obligados a</span></p><p><span style="color: #444444">improvisar planes de defensa de las islas, que nunca habían estado</span></p><p><span style="color: #444444">dentro de sus cálculos de probabilidades. De esa manera la sorpresa</span></p><p><span style="color: #444444">táctica o estratégica que entorpeció duramente los planes de</span></p><p><span style="color: #444444">recuperación ingleses, no la dio el desembarco argentino en las islas,</span></p><p><span style="color: #444444">sino la aviación argentina que intentó impedir el desembarco inglés en</span></p><p><span style="color: #444444">las islas, jugándose al límite de sus posibilidades, con gran</span></p><p><span style="color: #444444">sacrificio de vidas y máquinas. Gesta que es más reconocida en el</span></p><p><span style="color: #444444">mundo entero que en Argentina, por la acción de los grandes medios que</span></p><p><span style="color: #444444">como Clarín, la silenciaron obstinadamente.</span></p><p><span style="color: #444444">Y en esa gesta, nuevamente brilló la previsora astucia británica, cuya</span></p><p><span style="color: #444444">industria bélica nos proveyó de artilugios de dudosa calibración. Que</span></p><p><span style="color: #444444">en vez de funcionar como bombas, lo hacían como cascotes lanzados por</span></p><p><span style="color: #444444">catapultas, propios de guerras medievales. Lo mismo pasó con los</span></p><p><span style="color: #444444">modernos torpedos filoguiados que iban para cualquier lado, porque sus</span></p><p><span style="color: #444444">hilos se cortaban. Los cuales sugestivamente fueron desechados por el</span></p><p><span style="color: #444444">capitán del submarino atómico Conqueror para hundir al Belgrano, por</span></p><p><span style="color: #444444">su baja fiabilidad.</span></p><p><span style="color: #444444">Según algunos analistas, si esos artilugios hubiesen funcionado como</span></p><p><span style="color: #444444">debían, podrían haber cambiado el curso de la guerra, u obligado a una</span></p><p><span style="color: #444444">salida diplomática que no estaba dentro de las previsiones del Reino</span></p><p><span style="color: #444444">Unido. Pero a muy pocos países se le ocurre hacer la guerra, fiándose</span></p><p><span style="color: #444444">de las armas provistas por el enemigo.</span></p><p><span style="color: #444444">La mediación de Haig, el socio de Enders, Carrington, y Kissinger La</span></p><p><span style="color: #444444">desintegración de los planes originales llevó también a la Junta</span></p><p><span style="color: #444444">Militar a arrojarse a los brazos de la mediación de Haig, el socio de</span></p><p><span style="color: #444444">Kissinger, Carrington, y Enders, como única tabla de salvación. Quién</span></p><p><span style="color: #444444">a ultranza de una u otra manera, exigió el reconocimiento de los</span></p><p><span style="color: #444444">deseos de los isleños, para ponerle un THE END definitivo al conflicto</span></p><p><span style="color: #444444">a favor del Reino Unido. En su total extravío, debe reconocerse que</span></p><p><span style="color: #444444">los integrantes de la Junta Militar tuvieron la entereza de no</span></p><p><span style="color: #444444">reconocer esos “deseos”, a costa de su fracaso personal y profesional;</span></p><p><span style="color: #444444">cuando hoy hay varios políticos, comunicadores sociales, y fuerzas</span></p><p><span style="color: #444444">vivas, estarían deseosos de hacerlo.</span></p><p><span style="color: #444444">Se impuso así nuevamente el aserto del estratega chino Sun Tzu, que</span></p><p><span style="color: #444444">hace 2.500 años dijo que la guerra es el arte del engaño. O en</span></p><p><span style="color: #444444">términos modernos, el arte de la “desinformatzia”. La misma que usted</span></p><p><span style="color: #444444">y su diario practican a diario respecto temas cruciales de los</span></p><p><span style="color: #444444">argentinos. Entre ellos el conflicto de Malvinas, con una permanente</span></p><p><span style="color: #444444">cobertura pedestre y ramplona del mismo, sin dar lugar a otras</span></p><p><span style="color: #444444">visiones alternativas más profundas e inquisitivas.</span></p><p><span style="color: #444444">Y en su caso personal, Sr. secretario de Redacción, esto no es una</span></p><p><span style="color: #444444">ninguna novedad, ya que es la misma “desinfortmatzia” que practicó en</span></p><p><span style="color: #444444">su libro “Malvinas, la trama secreta”, de coautoría con Eduardo Van</span></p><p><span style="color: #444444">der Koy y Oscar Cardoso. Con el cual hace treinta años, inmediatamente</span></p><p><span style="color: #444444">después del conflicto bélico de 1982, descargaron una feroz avalancha</span></p><p><span style="color: #444444">de mugre carente de matices, en contra de la postura argentina, dando</span></p><p><span style="color: #444444">origen a la campaña de desinformatzia y desmalvinización que hasta hoy</span></p><p><span style="color: #444444">se puede ver en su diario. Cuya primera edición en 1983, suscitó la</span></p><p><span style="color: #444444">observación por parte de algunos críticos, tanto favorables como</span></p><p><span style="color: #444444">desfavorables, que parecía sugestivamente haber sido escrito en</span></p><p><span style="color: #444444">inglés, y traducido luego al español.</span></p><p><span style="color: #444444">Un toque de confusión ante los problemas argentinos De tal manera, el</span></p><p><span style="color: #444444">lema que acompaña al logo del grupo CLARIN “un toque de atención para</span></p><p><span style="color: #444444">la solución argentina de los problemas argentinos”, debería ser</span></p><p><span style="color: #444444">sustituido por el de “un toque de confusión para la solución no</span></p><p><span style="color: #444444">argentina de los problemas argentinos”. Y no solamente el de Malvinas,</span></p><p><span style="color: #444444">dado que lo mismo puede decirse con solo recorrer las anteriores</span></p><p><span style="color: #444444">ediciones de su diario, respecto otros graves problemas que afligieron</span></p><p><span style="color: #444444">al país.</span></p><p><span style="color: #444444">Como la guerra sucia, el conato de guerra con Chile, la cuestión</span></p><p><span style="color: #444444">minera, energética, y financiera, la deuda externa, la</span></p><p><span style="color: #444444">convertibilidad, las privatizaciones, la desindustrialización, la</span></p><p><span style="color: #444444">corrupción, etc. En los que no solo fue cómplice, sino incluso</span></p><p><span style="color: #444444">beneficiario en algunos de esos asuntos que tanto daño hicieron al</span></p><p><span style="color: #444444">país. Como por ejemplo, los casos de Papel Prensa, la privatización de</span></p><p><span style="color: #444444">los canales radiotelevisivos, o el traspaso de la tenencia de acciones</span></p><p><span style="color: #444444">de CLARIN que detentaba Goldmand Sachs a las AFJP, fraudulentamente</span></p><p><span style="color: #444444">sobrevaluadas en directo perjuicio de los fondos jubilatorios.</span></p><p><span style="color: #444444">Solo recientemente, con motivo de la pelea a matar o morir entablada</span></p><p><span style="color: #444444">con el kirchnerismo, ha dejado de lado esa patina de confusión en</span></p><p><span style="color: #444444">relación a algunos temas, como es el de la corrupción del gobierno.</span></p><p><span style="color: #444444">Luego del largo connubio que mantuvo con este, que le permitió ganar</span></p><p><span style="color: #444444">las elecciones del 2003 hasta el 2007. A cambio de sucesivos favores</span></p><p><span style="color: #444444">gubernamentales, como la ley de protección de industrias culturales en</span></p><p><span style="color: #444444">el 2003; la prórroga de las licencias de radiotelevisión, y la</span></p><p><span style="color: #444444">fraudulenta emisión accionaria que absorbieron las AFJP en el 2005; la</span></p><p><span style="color: #444444">fusión de Multicanal y Cablevisión en el 2007, etc.</span></p><p><span style="color: #444444">Durante todo ese periplo el grupo CLARIN ignoró enteramente su función</span></p><p><span style="color: #444444">de contrapoder, al que ahora trata de levantar como emblema poco</span></p><p><span style="color: #444444">creíble a la luz de la historia reciente. Como si recién descubriera</span></p><p><span style="color: #444444">la pólvora, aunque la sigue usando como si estuviera mojada en</span></p><p><span style="color: #444444">relación a determinados asuntos críticos.</span></p><p><span style="color: #444444">Clarín, el azote de Dios, y el nuevo “relato” Ante esta</span></p><p><span style="color: #444444">“desinformatzia” inveterada practicada por el grupo CLARIN, el</span></p><p><span style="color: #444444">kirchnerismo parece ser el Atila moderno, o azote de Dios. O sea el</span></p><p><span style="color: #444444">instrumento destinado a castigarlo con su disolución, conforme parece</span></p><p><span style="color: #444444">avizorase con la ley de medios, y los fallos de la justicia referidos</span></p><p><span style="color: #444444">a ella. Aunque es claro que no lo hace para erradicar la</span></p><p><span style="color: #444444">desinformatzia en Argentina, sino solo para instalar la suya. Para</span></p><p><span style="color: #444444">cambiar la “desinformatzia” Kirsch-baum, por la Kirch-ners, que en el</span></p><p><span style="color: #444444">imaginario de estos se llama “el relato”.</span></p><p><span style="color: #444444">El que seguramente también impedirá que se discuta una visión</span></p><p><span style="color: #444444">alternativa respecto Malvinas como la que expongo, dado que está</span></p><p><span style="color: #444444">tratando de hacer el mismo canje espurio que intentó la Junta Militar,</span></p><p><span style="color: #444444">solo que en un nivel aún más rebajado. En vez de trocar petróleo por</span></p><p><span style="color: #444444">soberanía, solo pretende ahora trocar petróleo por conversaciones</span></p><p><span style="color: #444444">sobre soberanía. Habiendo acomodado la legislación a ese efecto, con</span></p><p><span style="color: #444444">la fijación de los límites de la provincia de Tierra del Fuego, que</span></p><p><span style="color: #444444">abarca ahora desde el Polo Sur hasta la zona en disputa. Y la cesión a</span></p><p><span style="color: #444444">esta provincia con el fideicomiso Austral, de las regalías</span></p><p><span style="color: #444444">petrolíferas en la zona en disputa, en forma parecida al intento de</span></p><p><span style="color: #444444">la Junta Militar.</span></p><p><span style="color: #444444">Y casualmente el grupo CLARIN, pese ejercer el contrapoder del que se</span></p><p><span style="color: #444444">jacta, no dijo una palabra respecto este espurio envite del gobierno</span></p><p><span style="color: #444444">con el Reino Unido, pese la existencia de documentos públicos que lo</span></p><p><span style="color: #444444">acreditan. Mostrando así que entre la “desinformatzia” Kirsch-baun y</span></p><p><span style="color: #444444">el “relato” Kirch-ner, existen zonas comunes compartidas, en las que</span></p><p><span style="color: #444444">de algunos temas no se habla para nada.</span></p><p><span style="color: #444444">Pero la historia de la humanidad enseña que las exageraciones,</span></p><p><span style="color: #444444">ambiciones, y pugnas de los poderosos que detentan el poder</span></p><p><span style="color: #444444">constituido -que hoy vemos entre la “desinformatzia” Kirsch-baun, y el</span></p><p><span style="color: #444444">“relato” Kirch-ner- muchas veces abre paso dialécticamente a nuevos</span></p><p><span style="color: #444444">poderes a constituirse, modificándose así las estructuras enquistadas.</span></p><p><span style="color: #444444">Ojalá que sea así para el bien de Argentina en este nuevo año que</span></p><p><span style="color: #444444">recién comienza, haciendo votos para que se extingan las</span></p><p><span style="color: #444444">“desinfortmazias” y los “relatos”, y comience a brillar la verdad,</span></p><p><span style="color: #444444">aunque sea en minúsculas.</span></p><p><span style="color: #444444">Lo saludo</span></p><p><span style="color: #444444">Javier Llorens</span></p><p><span style="color: #444444">3-1-13 al cumplirse 180 años de la ocupación inglesa de Malvinas</span></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Nicolas Kasanzew, post: 1300281, member: 6939"] [COLOR=#444444]Brillante carta de Javier Llorens a Clarin[/COLOR][COLOR=#444444]. [/COLOR] [B][COLOR=#444444]Clarín, la "desinformatzia", y los misterios de la guerra de Malvinas[/COLOR][/B] [B][COLOR=#444444]Date: Thu, 3 Jan 2013 21:20:29 -0300[/COLOR][/B] [COLOR=#444444]Sr secretario general de CLARIN Ricardo Kirchsbaum: leí la nota que[/COLOR] [COLOR=#444444]lleva su firma referida a la guerra de Malvinas con título “Mas[/COLOR] [COLOR=#444444]huellas de una certeza: las islas estuvieron cerca de ser argentinas”[/COLOR] [COLOR=#444444](29/12/12) basada en la reciente publicación por parte del Reino Unido[/COLOR] [COLOR=#444444]de algunos documentos clasificados respecto dicha guerra. Pese que hay[/COLOR] [COLOR=#444444]otros que permanecerán sellados por 60 años más, como si esa guerra[/COLOR] [COLOR=#444444]encerrara misterios, que en manera alguna deben ser conocidos por la[/COLOR] [COLOR=#444444]opinión pública. Al leer su contenido engañoso, me preguntaba cómo[/COLOR] [COLOR=#444444]podía definirse con una sola palabra la secular impronta periodística[/COLOR] [COLOR=#444444]del diario que Ud dirige. Que ha producido que amplios sectores de la[/COLOR] [COLOR=#444444]opinión pública adhirieran al embate del actual gobierno contra el[/COLOR] [COLOR=#444444]grupo CLARIN, sin ser muy conscientes porqué.[/COLOR] [COLOR=#444444]Clarín y la “desinformatzia” Y la palabra que vino a mi mente con[/COLOR] [COLOR=#444444]motivo de esa nota (y tantas otras de su diario) es “desinformatzia”.[/COLOR] [COLOR=#444444]Palabra de origen ruso, creada por la revolución bolchevique para[/COLOR] [COLOR=#444444]resistir los embates de toda índole que soportaba desde el exterior.[/COLOR] [COLOR=#444444]Que en Occidente tiene como sinónimos “intoxicación”, “injerencia”,[/COLOR] [COLOR=#444444]“engaño” o “timo”. Según algunos diccionarios ella expresa el[/COLOR] [COLOR=#444444]“conjunto de técnicas utilizadas para manipular la información[/COLOR] [COLOR=#444444]conservando su verosimilitud, con el fin de influenciar sobre la[/COLOR] [COLOR=#444444]opinión pública y las reacciones de las gentes”. Y es obvio que el[/COLOR] [COLOR=#444444]principal agente de ella son los grandes medios de comunicación.[/COLOR] [COLOR=#444444]No otra cosa se puede decir de su nota, en la que a contrapelo de los[/COLOR] [COLOR=#444444]datos que Ud. mismo esgrime en ella, insiste en sostener la “certeza”[/COLOR] [COLOR=#444444]de que el conflicto bélico de Malvinas de 1982 podría haber tenido una[/COLOR] [COLOR=#444444]resolución diplomática a favor de Argentina, sino fuera por la[/COLOR] [COLOR=#444444]incompetencia de los liderazgos de ambos países. Y en especial del[/COLOR] [COLOR=#444444]argentino. Tesis que se ve refrendada con la estólida nota de Federico[/COLOR] [COLOR=#444444]Storani que acompaña la suya, con el poco periodístico título “Una[/COLOR] [COLOR=#444444]síntesis de los mezquinos objetivos de dos perversos”.[/COLOR] [COLOR=#444444]La guerra de dos pelados por un peine En ella Storani, con un prosa[/COLOR] [COLOR=#444444]propia de un cuento infantil, achaca la culpa de la guerra a dos[/COLOR] [COLOR=#444444]demonios: Thatcher y Galtieri. Y soslaya enteramente los enormes[/COLOR] [COLOR=#444444]intereses que estaban en juego, que hoy se manifiestan con la[/COLOR] [COLOR=#444444]explotación de las reservas de hidrocarburos en la zona en disputa. Y[/COLOR] [COLOR=#444444]con la reciente denominación de “Tierra de la Reina Isabel”, al[/COLOR] [COLOR=#444444]territorio antártico que reclaman Argentina y Chile. Al leerla uno se[/COLOR] [COLOR=#444444]pregunta cómo este buen señor no solo llegó a diputado de la Nación,[/COLOR] [COLOR=#444444]sino que además presidió la comisión de Relaciones Exteriores en dicha[/COLOR] [COLOR=#444444]Cámara, dando así una clara muestra de la debacle intelectual de[/COLOR] [COLOR=#444444]Argentina.[/COLOR] [COLOR=#444444]Esta teoría de los dos demonios, es boba, pero nada cándida, porque en[/COLOR] [COLOR=#444444]el fondo adhiere a la visión del escritor Jorge Luis Borges, que[/COLOR] [COLOR=#444444]calificó a la guerra de Malvinas como una absurda pelea de dos pelados[/COLOR] [COLOR=#444444]por un peine. Y en consecuencia con que los pelados reflexionen un[/COLOR] [COLOR=#444444]poco, bien pueden amistarse de nuevo. Aunque uno de los pelados este[/COLOR] [COLOR=#444444]ahora tratando de peinar el petróleo que hay en torno de Malvinas, a[/COLOR] [COLOR=#444444]la par de aprovechar su proyección antártica.[/COLOR] [COLOR=#444444]La maldita palabra “deseos” Cualquier conocedor del conflicto, Ud.[/COLOR] [COLOR=#444444]entre ellos como autor de un libro al respecto, y conforme lo insinúa[/COLOR] [COLOR=#444444]en su nota, sabe muy bien que el escollo insalvable que tuvieron las[/COLOR] [COLOR=#444444]negociaciones diplomáticas previas a la guerra de 1982, y durante el[/COLOR] [COLOR=#444444]transcurso de esta, fue la palabra “deseos”. Cuya articulación le[/COLOR] [COLOR=#444444]había sido negada al Reino Unido en las reiteradas resoluciones de la[/COLOR] [COLOR=#444444]ONU, que ordenan tener en cuenta solo los “intereses”, no los “deseos”[/COLOR] [COLOR=#444444]de los kelpers.[/COLOR] [COLOR=#444444]En consecuencia el factor determinante que impidió evitar la guerra de[/COLOR] [COLOR=#444444]1982, fue el empeño tenaz puesto por el Reino Unido, con el apoyo de[/COLOR] [COLOR=#444444]EEUU, de reimponer el término “deseos” con distintas variantes y[/COLOR] [COLOR=#444444]disimulos, en reemplazo de “intereses”. Pese los enormes esfuerzos[/COLOR] [COLOR=#444444]avenitivos que hicieron las cúpulas de las tres fuerzas armadas[/COLOR] [COLOR=#444444]integrantes de la Junta Militar; que lo menos que querían hacer, era[/COLOR] [COLOR=#444444]la guerra contra las potencias a quién consideraban aliadas[/COLOR] [COLOR=#444444]estratégicas en la Guerra Fría. Y también en la “guerra sucia”, que[/COLOR] [COLOR=#444444]habían practicado en nombre de los ideales “occidentales y[/COLOR] [COLOR=#444444]cristianos”, mediante conculcar salvajemente los ideales “occidentales[/COLOR] [COLOR=#444444]y cristianos”.[/COLOR] [COLOR=#444444]El hundimiento del Belgrano versión inglesa Pero además tanto Ud. como[/COLOR] [COLOR=#444444]Storani sostienen en sus notas la versión de origen inglés, que el[/COLOR] [COLOR=#444444]crimen de guerra del crucero Gral. Belgrano fue efectuado por la[/COLOR] [COLOR=#444444]Thatcher, a los efectos de hacer caer las negociaciones cursadas a[/COLOR] [COLOR=#444444]través del presidente peruano Belaunde Terry, cuyas condiciones[/COLOR] [COLOR=#444444]supuestamente ya habían sido aceptadas por el liderazgo argentino. Y[/COLOR] [COLOR=#444444]así la Thatcher supuestamente pudo hacer su guerra personal.[/COLOR] [COLOR=#444444]Curiosamente esta inusitada hipótesis fue echada a rodar por el ex[/COLOR] [COLOR=#444444]presidente de la petrolera inglesa Shell, Desmond Rice, de larga[/COLOR] [COLOR=#444444]actuación en Argentina, en su libro “Hundan al Belgrano”.[/COLOR] [COLOR=#444444]No obstante, todas las evidencias señalan exactamente lo contrario.[/COLOR] [COLOR=#444444]Apuntando que ese crimen de guerra innecesario y desproporcionado,[/COLOR] [COLOR=#444444]tuvo en realidad por objeto impactar directamente en la mente de los[/COLOR] [COLOR=#444444]integrantes de la Junta Militar. A los efectos que aceptaran el[/COLOR] [COLOR=#444444]ultimátum cursado a través de Belaunde Terry por el mediador y[/COLOR] [COLOR=#444444]secretario de Estado Alexander Haig, junto con el canciller inglés[/COLOR] [COLOR=#444444]Pym; adonde habían cambiado la maldita palabra “deseos” de los[/COLOR] [COLOR=#444444]isleños, por su sinónimo “puntos de vista” de estos. Acorde con lo[/COLOR] [COLOR=#444444]expresado por Haig en los documentos que han aparecido, de que a los[/COLOR] [COLOR=#444444]integrantes de la Junta Militar había “que asustarlos pero no[/COLOR] [COLOR=#444444]enojarlos”.[/COLOR] [COLOR=#444444]El crimen de guerra como variante del terrorismo de Estado El ataque[/COLOR] [COLOR=#444444]al Belgrano sería así una variante del terrorismo de Estado, acorde[/COLOR] [COLOR=#444444]con las teorías bélicas que dicen que las guerras tienen en realidad[/COLOR] [COLOR=#444444]por objeto, golpear las mentes de quienes las lideran en el campo[/COLOR] [COLOR=#444444]adversario, para forzarlos a su rendición. Explícita o implícita, como[/COLOR] [COLOR=#444444]habría sido el caso si la Junta Militar aceptaba tener en cuenta los[/COLOR] [COLOR=#444444]“deseos de los isleños”, que era el objetivo perentorio e[/COLOR] [COLOR=#444444]irrenunciable “deseado” por el gobierno inglés de entonces.[/COLOR] [COLOR=#444444]Pero asesinar a 323 marinos innecesariamente, para imponer la[/COLOR] [COLOR=#444444]autodeterminación de 1.600 habitantes en una isla remota del Atlántico[/COLOR] [COLOR=#444444]Sur, suena algo descabellado. Máxime si detrás se mueven intereses[/COLOR] [COLOR=#444444]petroleros, como los representados por el seudo historiador Rice.[/COLOR] [COLOR=#444444]Imposible de sostener ante un tribunal internacional, y menos aún ante[/COLOR] [COLOR=#444444]la opinión pública mundial. Por esa razón, para que la idea fuerza[/COLOR] [COLOR=#444444]inglesa de la autodeterminación, no quedara definitivamente manchada[/COLOR] [COLOR=#444444]con la sangre de los 323 marinos argentinos, el Reino Unido recurrió a[/COLOR] [COLOR=#444444]la “desinformatzia” de procurar que no se conectaran de manera alguna[/COLOR] [COLOR=#444444]ambos eventos.[/COLOR] [COLOR=#444444]E incluso, con la intervención del petrolero y seudo historiador Rice,[/COLOR] [COLOR=#444444]precavidamente dieron vuelta a la interpretación lógica de esos[/COLOR] [COLOR=#444444]hechos. Llegando al extremo de sostener absurdamente, como Ud. y[/COLOR] [COLOR=#444444]Storani hacen, que ese crimen de guerra no fue para imponer los deseos[/COLOR] [COLOR=#444444]de los isleños, sino para imponer una guerra absurda. Y acá nuevamente[/COLOR] [COLOR=#444444]nos encontramos con una postura que parece boba, pero no es para nada[/COLOR] [COLOR=#444444]cándida. Porque casualmente ella preserva el argumento estratégico del[/COLOR] [COLOR=#444444]Reino Unido para retener las Malvinas y explotar su petróleo, centrado[/COLOR] [COLOR=#444444]exclusivamente en el derecho a la autodeterminación de los 1.600[/COLOR] [COLOR=#444444]isleños oriundos de allí.[/COLOR] [COLOR=#444444]La inquietante hipótesis que revierte toda la cuestión Claro está que[/COLOR] [COLOR=#444444]esa férrea e implacable decisión por parte del RU, de explotar a fondo[/COLOR] [COLOR=#444444]la oportunidad del inoportuno desembarco argentino en Malvinas, a los[/COLOR] [COLOR=#444444]efectos de dar vuelta la derrota diplomática en la ONU, llegando[/COLOR] [COLOR=#444444]incluso al hecho despiadado del Gral. Belgrano, lleva necesariamente a[/COLOR] [COLOR=#444444]cualquier mente inquieta a plantear una reinterpretación total de los[/COLOR] [COLOR=#444444]acontecimientos. Como en las novelas de crimen y misterio inglesas,[/COLOR] [COLOR=#444444]donde sobre el final se revela que el mayordomo extranjero, que era el[/COLOR] [COLOR=#444444]principal sospechoso, en realidad era inocente; y el autor del[/COLOR] [COLOR=#444444]horrible crimen era el noble y elegante dueño de la aristocrática[/COLOR] [COLOR=#444444]mansión en donde el crimen se perpetró.[/COLOR] [COLOR=#444444]Esa inclaudicable determinación del Reino Unido, de imponer a toda[/COLOR] [COLOR=#444444]costa los deseos de los isleños en sustitución de sus intereses, abre[/COLOR] [COLOR=#444444]el grave e inquietante interrogante, si el Reino Unido no habría[/COLOR] [COLOR=#444444]inducido de alguna manera a los integrantes de la Junta Militar a[/COLOR] [COLOR=#444444]ocupar militarmente las islas; para así poner en re discusión esa[/COLOR] [COLOR=#444444]cuestión esencial para poder retener las islas, que le había sido[/COLOR] [COLOR=#444444]negada por la ONU. Acorde con la definición de que la guerra o la[/COLOR] [COLOR=#444444]amenaza de hacerla, es la continuación de la diplomacia por otros[/COLOR] [COLOR=#444444]medios. Pero en el mundo moderno la amenaza de hacerla solo es legal,[/COLOR] [COLOR=#444444]cuando se ejerce en legítima defensa. Y para eso era indispensable[/COLOR] [COLOR=#444444]como paso previo, que los militares argentinos desembarcaran en las[/COLOR] [COLOR=#444444]islas.[/COLOR] [COLOR=#444444]Curiosamente su mismo diario se encargó de insinuar esta inquietante[/COLOR] [COLOR=#444444]hipótesis en la nota del día siguiente de su corresponsal en Londres,[/COLOR] [COLOR=#444444]María Laura Avignolo, “Como una mujer engañó a la Junta con el apoyo[/COLOR] [COLOR=#444444]de EE.UU. en la guerra” (30/12/12). En ella afirma que el embajador[/COLOR] [COLOR=#444444]inglés en EEUU, Nicholas Henderson (que como buen inglés parece ser un[/COLOR] [COLOR=#444444]zorro sembrando pistas falsas) tenía la sospecha de que EEUU había[/COLOR] [COLOR=#444444]alentado a la Junta Militar argentina a ocupar las islas. A través de[/COLOR] [COLOR=#444444]dos de sus altos funcionarios; la embajadora ante la ONU Jeane[/COLOR] [COLOR=#444444]Kirkpatrick, y el subsecretario de Estado para asuntos[/COLOR] [COLOR=#444444]Latinoamericanos, Thomas Enders.[/COLOR] [COLOR=#444444]La consultora estratégica Kissinger Associates Inc en el centro de la[/COLOR] [COLOR=#444444]trama Basaba sus sospechas en que casualmente Enders había visitado[/COLOR] [COLOR=#444444]Buenos Aires en Marzo de 1982, dos semanas antes de la ocupación[/COLOR] [COLOR=#444444]argentina. Oportunidad en la que habría hecho el famoso guiño del[/COLOR] [COLOR=#444444]“hands off”, que dio a entender a Galtierí que EEUU consentiría con la[/COLOR] [COLOR=#444444]recuperación de las islas. En trueque por los servicios prestados por[/COLOR] [COLOR=#444444]el Ejército argentino en la guerra sucia que EE.UU. practicaba en[/COLOR] [COLOR=#444444]Centro América.[/COLOR] [COLOR=#444444]Si su diario se hubiese animado a profundizar esa información, se[/COLOR] [COLOR=#444444]habría encontrado con unos datos elocuentes, públicos, y notorios, que[/COLOR] [COLOR=#444444]no se le puede escapar a ningún buen periodista. Consistente en que[/COLOR] [COLOR=#444444]Enders junto con Haig, eran socios en la “consultora estratégica”[/COLOR] [COLOR=#444444]Kissinger Associates Inc, cuya cabeza era nada menos que el ex[/COLOR] [COLOR=#444444]secretario de Estado Henry Kissinger.[/COLOR] [COLOR=#444444]Quién casualmente también visitó a Argentina a fines de 1981, a la par[/COLOR] [COLOR=#444444]que se producía la caída del Gral. Viola, y el encumbramiento del[/COLOR] [COLOR=#444444]Gral. Galtieri. Durante la cual mantuvo sugestivas y discretas[/COLOR] [COLOR=#444444]entrevistas con quienes iban a ser designados ministros poco después,[/COLOR] [COLOR=#444444]Roberto Alemann y Nicanor Costa Méndez, como si Kissinger contara con[/COLOR] [COLOR=#444444]información clarividente al respecto.[/COLOR] [COLOR=#444444]En especial respecto Costa Méndez, que fue señalado en el informe[/COLOR] [COLOR=#444444]Rattembach como el principal responsable de las erróneas decisiones[/COLOR] [COLOR=#444444]bélico diplomáticas que tomó poco después la Junta Militar. En el que[/COLOR] [COLOR=#444444]también se señalan los intereses petroleros que contaminaban a nuestro[/COLOR] [COLOR=#444444]“canciller de hierro” como presidente de la CGC (Compañía General de[/COLOR] [COLOR=#444444]Combustibles) vinculada con la Shell inglesa; e involucrada en al[/COLOR] [COLOR=#444444]affaire de la “nafta adulterada” que se desarrolló en forma paralela[/COLOR] [COLOR=#444444]al conflicto de Malvinas.[/COLOR] [COLOR=#444444]El canciller Carrington, el “tercer hombre” de la consultora Kissinger[/COLOR] [COLOR=#444444]La elocuencia de esos datos están lejos de acabar allí. Ya que el[/COLOR] [COLOR=#444444]tercer socio conspicuo de esa “consultora estratégica”, era nada menos[/COLOR] [COLOR=#444444]que el canciller Lord Carrington, ex secretario de Energía del Reino[/COLOR] [COLOR=#444444]Unido, y ex ejecutivo de la Shell – Royal Ducth. Quién renunció[/COLOR] [COLOR=#444444]inmediatamente después de la ocupación argentina de las islas, por[/COLOR] [COLOR=#444444]supuestamente no haberla previsto.[/COLOR] [COLOR=#444444]Pero no obstante poco después fue distinguido con las máximas[/COLOR] [COLOR=#444444]condecoraciones del Reino Unido, por los altos servicios prestados al[/COLOR] [COLOR=#444444]reino. Por esa razón no es gratuito el calificativo de “tercer[/COLOR] [COLOR=#444444]hombre”, que alude a la clásica película de misterio y espionaje[/COLOR] [COLOR=#444444]basada en un libro del inglés Grahan Greene, donde el personaje[/COLOR] [COLOR=#444444]central, no es ni hace, lo que parece ser y hacer.[/COLOR] [COLOR=#444444]Entre esos servicios de hacer o no hacer, parece destacarse esa fatal[/COLOR] [COLOR=#444444]imprevisión de Carrington. Que no obstante le permitió al Reino Unido[/COLOR] [COLOR=#444444]cambiar el statu quo de la región, al instalar en ella la Fortaleza[/COLOR] [COLOR=#444444]Malvinas. Y pasar a esgrimir decididamente el supuesto derecho a la[/COLOR] [COLOR=#444444]autodeterminación de los isleños, que había comenzado a insinuar[/COLOR] [COLOR=#444444]tímidamente a mediados de la década de los ´70, pese a las[/COLOR] [COLOR=#444444]resoluciones adversas de la ONU. A la par que ponía en explotación los[/COLOR] [COLOR=#444444]yacimientos petrolíferos del Mar del Norte, mediante efectuar la[/COLOR] [COLOR=#444444]inversión industrial más grande en su historia, lo que posibilitó al[/COLOR] [COLOR=#444444]Reino Unido detener su debacle como nación. Y simultáneamente que en[/COLOR] [COLOR=#444444]círculos especializados se comentaba que en Malvinas podían existir[/COLOR] [COLOR=#444444]reservas de petróleo nueve veces superiores a las del Mar del Norte.[/COLOR] [COLOR=#444444]Otro tanto sucedió con el embajador inglés en Argentina Anthony[/COLOR] [COLOR=#444444]Williams, que tampoco se percató de la inminencia de una ocupación[/COLOR] [COLOR=#444444]militar de las islas por parte de Argentina. Y no obstante poco[/COLOR] [COLOR=#444444]después fue honrado con el título de Sir, por los altos servicios[/COLOR] [COLOR=#444444]prestados ¿o no prestados? a su país. Pese que desde meses atrás el[/COLOR] [COLOR=#444444]diario La Prensa de Buenos Aires venía instando públicamente a dicha[/COLOR] [COLOR=#444444]recuperación, a través de las columnas del periodista español Iglesias[/COLOR] [COLOR=#444444]Rouco. A la par que el diario La Nación nos desayunaba el 2 de abril,[/COLOR] [COLOR=#444444]que a fines de febrero ya habían desembarcado en Argentina periodistas[/COLOR] [COLOR=#444444]ingleses, para cubrir esa “histórica” recuperación.[/COLOR] [COLOR=#444444]Las engañosas señales provenientes de Londres Como si esa trama[/COLOR] [COLOR=#444444]conspirativa no fuera suficiente para que Shakespeare escribiera una[/COLOR] [COLOR=#444444]tragedia, a ella se suman las falsas creencias que trajeron desde[/COLOR] [COLOR=#444444]Londres, el entonces comandante en Jefe de la Armada e integrante de[/COLOR] [COLOR=#444444]la Junta Militar, Jorge Anaya. Y su segundo, el jefe de Inteligencia[/COLOR] [COLOR=#444444]de la Armada y Comandante de la Flota de Mar, Walter Allara.[/COLOR] [COLOR=#444444]Ambos se habían desempeñado como agregados navales en Londres, y[/COLOR] [COLOR=#444444]habían admirado el desarrollo de la explotación hidrocarburífera en el[/COLOR] [COLOR=#444444]Mar del Norte. Y vuelto con el convencimiento de que el Reino Unido no[/COLOR] [COLOR=#444444]reaccionaría militarmente, si Argentina recuperaba por ese medio las[/COLOR] [COLOR=#444444]islas. Ya que solo le interesaba el petróleo, no la soberanía sobre[/COLOR] [COLOR=#444444]ellas. Y en consecuencia todo se podía arreglar con un módico canje,[/COLOR] [COLOR=#444444]de entrega de la explotación del petróleo, a cambio del reconocimiento[/COLOR] [COLOR=#444444]de la soberanía a favor de Argentina. Por eso junto con los[/COLOR] [COLOR=#444444]preparativos militares para ocupar las islas, comenzó a circular[/COLOR] [COLOR=#444444]públicamente una nueva ley de hidrocarburos que implícitamente[/COLOR] [COLOR=#444444]posibilitaba ese canje, de la que dio cuenta su diario por aquellos[/COLOR] [COLOR=#444444]días.[/COLOR] [COLOR=#444444]La creencia en este posible canje de petróleo por soberanía, se vio[/COLOR] [COLOR=#444444]oportunamente reforzada por el salvaje desguace de la flota de Su[/COLOR] [COLOR=#444444]Majestad, que anunció el ministro de Defensa inglés John Nott en 1981,[/COLOR] [COLOR=#444444]que preveía incluso el retiro del rompehielos Endurance de las islas[/COLOR] [COLOR=#444444]Malvinas. Lo cual fue discutido y confirmado públicamente en el[/COLOR] [COLOR=#444444]Parlamento inglés a principios de 1982. Al mismo tiempo que como en[/COLOR] [COLOR=#444444]una deliberada comedia de enredos, en Argentina se comenzaba a[/COLOR] [COLOR=#444444]desarrollar la planificación militar para recuperar las islas,[/COLOR] [COLOR=#444444]alentada por esa señal proveniente de Londres.[/COLOR] [COLOR=#444444]Ese plan de desguace nunca se llevó a cabo. Y acá de nuevo aparece la[/COLOR] [COLOR=#444444]explicación boba pero no cándida, de que el mismo se dejó de lado con[/COLOR] [COLOR=#444444]motivo de la agresión argentina. Deslizando incluso algunos analistas[/COLOR] [COLOR=#444444]la hipótesis de que marinos británicos habrían inducido a los marinos[/COLOR] [COLOR=#444444]argentinos encabezados por Anaya a invadir las islas, a los efectos de[/COLOR] [COLOR=#444444]tener un argumento para impedir ese desguace.[/COLOR] [COLOR=#444444]Como si el Reino Unido no fuera una potencia nuclear experta en[/COLOR] [COLOR=#444444]disuasión estratégica, que cuenta con una diplomacia con mil años de[/COLOR] [COLOR=#444444]historia, considerada la mejor del mundo. Y se tratara de una[/COLOR] [COLOR=#444444]república bananera parecida a la Argentina, donde cada fuerza armada o[/COLOR] [COLOR=#444444]corporación explota su quintita, sin consideración alguna por la de[/COLOR] [COLOR=#444444]los otros.[/COLOR] [COLOR=#444444]El incidente de las Georgias, el “Sarajevo del Atlántico Sur” Al plan[/COLOR] [COLOR=#444444]militar argentino de recuperación de las islas, hubo que anticiparlo y[/COLOR] [COLOR=#444444]ejecutarlo en forma absolutamente precipitada, con motivo del[/COLOR] [COLOR=#444444]incidente de los chatarreros en las islas Georgias. Generado por el[/COLOR] [COLOR=#444444]intransigente rechazo por parte del Reino Unido, a aceptar las[/COLOR] [COLOR=#444444]“tarjetas blancas” que les había entregado la cancillería, validas[/COLOR] [COLOR=#444444]para viajar a las Malvinas. Por ello el informe Rattembach denominó a[/COLOR] [COLOR=#444444]dicho incidente el “Sarajevo del Atlántico Sur”, aludiendo a los[/COLOR] [COLOR=#444444]acontecimientos en dicha ciudad balcánica que dieron origen a la[/COLOR] [COLOR=#444444]Primera Guerra Mundial.[/COLOR] [COLOR=#444444]Frente al cual, profundizando la comedia de enredos, el Reino Unido[/COLOR] [COLOR=#444444]hizo correr el trascendido del envió de submarinos nucleares y otras[/COLOR] [COLOR=#444444]fuerzas a Malvinas. Lo cual puso a la Junta Militar ante el dilema de[/COLOR] [COLOR=#444444]abandonar definitivamente sus planes de recuperación, o adelantarlos[/COLOR] [COLOR=#444444]apresuradamente.[/COLOR] [COLOR=#444444]Se generó así una sofisticada situación, propia de la inteligencia[/COLOR] [COLOR=#444444]moderna, en que primero se predispone al adversario con miras a que[/COLOR] [COLOR=#444444]tome una decisión. Y luego se crea una situación, para que esa[/COLOR] [COLOR=#444444]decisión se acometa y se haga irreversible, y se la lleve a cabo[/COLOR] [COLOR=#444444]improvisadamente en las peores circunstancias. Concretándose en el[/COLOR] [COLOR=#444444]caso de Malvinas en una oportunidad, que como lo expresó el informe[/COLOR] [COLOR=#444444]Rattembach, favoreció fundamentalmente al enemigo inglés.[/COLOR] [COLOR=#444444]Este rol de “agent provocateur” lo desempeñó el contrato firmado por[/COLOR] [COLOR=#444444]el chatarrero Davidoff con una firma de Edimburgo en 1979. Y cuya[/COLOR] [COLOR=#444444]ejecución en el terreno, nuevamente como una deliberada comedia de[/COLOR] [COLOR=#444444]enredos, se puso en marcha junto con los planes militares para[/COLOR] [COLOR=#444444]recuperar las islas en 1982.[/COLOR] [COLOR=#444444]La “desinformatzia” en la guerra de Malvinas En consecuencia diversos[/COLOR] [COLOR=#444444]analistas sostienen que el Reino Unido no recibió sorpresa estratégica[/COLOR] [COLOR=#444444]alguna, por la recuperación de las islas Malvinas por parte de[/COLOR] [COLOR=#444444]Argentina el 2 de abril de 1982. Sino que por contrario, los grandes[/COLOR] [COLOR=#444444]sorprendidos fueron los integrantes de la Junta Militar, ante la veloz[/COLOR] [COLOR=#444444]reacción militar y diplomática inglesa. Con el inmediato envío de la[/COLOR] [COLOR=#444444]Task Force, que parecía estar a la espera de la ocupación argentina. Y[/COLOR] [COLOR=#444444]con la resolución 502 que condenó a Argentina como país agresor,[/COLOR] [COLOR=#444444]legitimando así dicha reacción militar, a la que los integrantes de la[/COLOR] [COLOR=#444444]Junta Militar habían descartado totalmente.[/COLOR] [COLOR=#444444]De esa manera, tras la tardía llamada del presidente Reagan a[/COLOR] [COLOR=#444444]Galtieri, pidiéndole que desistiera de la ocupación, cuando la[/COLOR] [COLOR=#444444]operación ya era irreversible por haberse establecido el silencio de[/COLOR] [COLOR=#444444]radio previo a ella, comenzó desintegrarse el “cuadro de situación[/COLOR] [COLOR=#444444]absolutamente falso” que llevó a la Junta Militar a recuperar las[/COLOR] [COLOR=#444444]islas. En cuya creación no fueron ajenos los dos grandes diarios[/COLOR] [COLOR=#444444]argentinos, Clarín y La Nación, ayudados por su agencia DYN, que[/COLOR] [COLOR=#444444]casualmente habían puesto en funcionamiento pocos días antes.[/COLOR] [COLOR=#444444]Los cuales el 2 de abril y subsiguientes, se encargaron de euforizar a[/COLOR] [COLOR=#444444]la opinión pública interna por el logro de la recuperación. Obligando[/COLOR] [COLOR=#444444]así a la Junta Militar a cambiar su plan militar inicial de “ocupar[/COLOR] [COLOR=#444444]para negociar”, dejando para ello una mínima guarnición en las islas;[/COLOR] [COLOR=#444444]por el de “reforzar para defender y obligar a negociar”. Transformando[/COLOR] [COLOR=#444444]así el plan original en una “aventura militar”, tal como lo señaló el[/COLOR] [COLOR=#444444]informe Rattembach.[/COLOR] [COLOR=#444444]Es lamentable que entonces su diario Clarín no haya ejercido su[/COLOR] [COLOR=#444444]sentido crítico, y su función de contrapoder que ahora se arroja; para[/COLOR] [COLOR=#444444]impedir, o al menos hacer razonar respecto esa aventura militar. Y por[/COLOR] [COLOR=#444444]contrario lo que hizo objetivamente, fue instarla para que se[/COLOR] [COLOR=#444444]concretara.[/COLOR] [COLOR=#444444]La inesperada sorpresa estratégica en el curso de la guerra En[/COLOR] [COLOR=#444444]consecuencia los integrantes de la Junta Militar se vieron obligados a[/COLOR] [COLOR=#444444]improvisar planes de defensa de las islas, que nunca habían estado[/COLOR] [COLOR=#444444]dentro de sus cálculos de probabilidades. De esa manera la sorpresa[/COLOR] [COLOR=#444444]táctica o estratégica que entorpeció duramente los planes de[/COLOR] [COLOR=#444444]recuperación ingleses, no la dio el desembarco argentino en las islas,[/COLOR] [COLOR=#444444]sino la aviación argentina que intentó impedir el desembarco inglés en[/COLOR] [COLOR=#444444]las islas, jugándose al límite de sus posibilidades, con gran[/COLOR] [COLOR=#444444]sacrificio de vidas y máquinas. Gesta que es más reconocida en el[/COLOR] [COLOR=#444444]mundo entero que en Argentina, por la acción de los grandes medios que[/COLOR] [COLOR=#444444]como Clarín, la silenciaron obstinadamente.[/COLOR] [COLOR=#444444]Y en esa gesta, nuevamente brilló la previsora astucia británica, cuya[/COLOR] [COLOR=#444444]industria bélica nos proveyó de artilugios de dudosa calibración. Que[/COLOR] [COLOR=#444444]en vez de funcionar como bombas, lo hacían como cascotes lanzados por[/COLOR] [COLOR=#444444]catapultas, propios de guerras medievales. Lo mismo pasó con los[/COLOR] [COLOR=#444444]modernos torpedos filoguiados que iban para cualquier lado, porque sus[/COLOR] [COLOR=#444444]hilos se cortaban. Los cuales sugestivamente fueron desechados por el[/COLOR] [COLOR=#444444]capitán del submarino atómico Conqueror para hundir al Belgrano, por[/COLOR] [COLOR=#444444]su baja fiabilidad.[/COLOR] [COLOR=#444444]Según algunos analistas, si esos artilugios hubiesen funcionado como[/COLOR] [COLOR=#444444]debían, podrían haber cambiado el curso de la guerra, u obligado a una[/COLOR] [COLOR=#444444]salida diplomática que no estaba dentro de las previsiones del Reino[/COLOR] [COLOR=#444444]Unido. Pero a muy pocos países se le ocurre hacer la guerra, fiándose[/COLOR] [COLOR=#444444]de las armas provistas por el enemigo.[/COLOR] [COLOR=#444444]La mediación de Haig, el socio de Enders, Carrington, y Kissinger La[/COLOR] [COLOR=#444444]desintegración de los planes originales llevó también a la Junta[/COLOR] [COLOR=#444444]Militar a arrojarse a los brazos de la mediación de Haig, el socio de[/COLOR] [COLOR=#444444]Kissinger, Carrington, y Enders, como única tabla de salvación. Quién[/COLOR] [COLOR=#444444]a ultranza de una u otra manera, exigió el reconocimiento de los[/COLOR] [COLOR=#444444]deseos de los isleños, para ponerle un THE END definitivo al conflicto[/COLOR] [COLOR=#444444]a favor del Reino Unido. En su total extravío, debe reconocerse que[/COLOR] [COLOR=#444444]los integrantes de la Junta Militar tuvieron la entereza de no[/COLOR] [COLOR=#444444]reconocer esos “deseos”, a costa de su fracaso personal y profesional;[/COLOR] [COLOR=#444444]cuando hoy hay varios políticos, comunicadores sociales, y fuerzas[/COLOR] [COLOR=#444444]vivas, estarían deseosos de hacerlo.[/COLOR] [COLOR=#444444]Se impuso así nuevamente el aserto del estratega chino Sun Tzu, que[/COLOR] [COLOR=#444444]hace 2.500 años dijo que la guerra es el arte del engaño. O en[/COLOR] [COLOR=#444444]términos modernos, el arte de la “desinformatzia”. La misma que usted[/COLOR] [COLOR=#444444]y su diario practican a diario respecto temas cruciales de los[/COLOR] [COLOR=#444444]argentinos. Entre ellos el conflicto de Malvinas, con una permanente[/COLOR] [COLOR=#444444]cobertura pedestre y ramplona del mismo, sin dar lugar a otras[/COLOR] [COLOR=#444444]visiones alternativas más profundas e inquisitivas.[/COLOR] [COLOR=#444444]Y en su caso personal, Sr. secretario de Redacción, esto no es una[/COLOR] [COLOR=#444444]ninguna novedad, ya que es la misma “desinfortmatzia” que practicó en[/COLOR] [COLOR=#444444]su libro “Malvinas, la trama secreta”, de coautoría con Eduardo Van[/COLOR] [COLOR=#444444]der Koy y Oscar Cardoso. Con el cual hace treinta años, inmediatamente[/COLOR] [COLOR=#444444]después del conflicto bélico de 1982, descargaron una feroz avalancha[/COLOR] [COLOR=#444444]de mugre carente de matices, en contra de la postura argentina, dando[/COLOR] [COLOR=#444444]origen a la campaña de desinformatzia y desmalvinización que hasta hoy[/COLOR] [COLOR=#444444]se puede ver en su diario. Cuya primera edición en 1983, suscitó la[/COLOR] [COLOR=#444444]observación por parte de algunos críticos, tanto favorables como[/COLOR] [COLOR=#444444]desfavorables, que parecía sugestivamente haber sido escrito en[/COLOR] [COLOR=#444444]inglés, y traducido luego al español.[/COLOR] [COLOR=#444444]Un toque de confusión ante los problemas argentinos De tal manera, el[/COLOR] [COLOR=#444444]lema que acompaña al logo del grupo CLARIN “un toque de atención para[/COLOR] [COLOR=#444444]la solución argentina de los problemas argentinos”, debería ser[/COLOR] [COLOR=#444444]sustituido por el de “un toque de confusión para la solución no[/COLOR] [COLOR=#444444]argentina de los problemas argentinos”. Y no solamente el de Malvinas,[/COLOR] [COLOR=#444444]dado que lo mismo puede decirse con solo recorrer las anteriores[/COLOR] [COLOR=#444444]ediciones de su diario, respecto otros graves problemas que afligieron[/COLOR] [COLOR=#444444]al país.[/COLOR] [COLOR=#444444]Como la guerra sucia, el conato de guerra con Chile, la cuestión[/COLOR] [COLOR=#444444]minera, energética, y financiera, la deuda externa, la[/COLOR] [COLOR=#444444]convertibilidad, las privatizaciones, la desindustrialización, la[/COLOR] [COLOR=#444444]corrupción, etc. En los que no solo fue cómplice, sino incluso[/COLOR] [COLOR=#444444]beneficiario en algunos de esos asuntos que tanto daño hicieron al[/COLOR] [COLOR=#444444]país. Como por ejemplo, los casos de Papel Prensa, la privatización de[/COLOR] [COLOR=#444444]los canales radiotelevisivos, o el traspaso de la tenencia de acciones[/COLOR] [COLOR=#444444]de CLARIN que detentaba Goldmand Sachs a las AFJP, fraudulentamente[/COLOR] [COLOR=#444444]sobrevaluadas en directo perjuicio de los fondos jubilatorios.[/COLOR] [COLOR=#444444]Solo recientemente, con motivo de la pelea a matar o morir entablada[/COLOR] [COLOR=#444444]con el kirchnerismo, ha dejado de lado esa patina de confusión en[/COLOR] [COLOR=#444444]relación a algunos temas, como es el de la corrupción del gobierno.[/COLOR] [COLOR=#444444]Luego del largo connubio que mantuvo con este, que le permitió ganar[/COLOR] [COLOR=#444444]las elecciones del 2003 hasta el 2007. A cambio de sucesivos favores[/COLOR] [COLOR=#444444]gubernamentales, como la ley de protección de industrias culturales en[/COLOR] [COLOR=#444444]el 2003; la prórroga de las licencias de radiotelevisión, y la[/COLOR] [COLOR=#444444]fraudulenta emisión accionaria que absorbieron las AFJP en el 2005; la[/COLOR] [COLOR=#444444]fusión de Multicanal y Cablevisión en el 2007, etc.[/COLOR] [COLOR=#444444]Durante todo ese periplo el grupo CLARIN ignoró enteramente su función[/COLOR] [COLOR=#444444]de contrapoder, al que ahora trata de levantar como emblema poco[/COLOR] [COLOR=#444444]creíble a la luz de la historia reciente. Como si recién descubriera[/COLOR] [COLOR=#444444]la pólvora, aunque la sigue usando como si estuviera mojada en[/COLOR] [COLOR=#444444]relación a determinados asuntos críticos.[/COLOR] [COLOR=#444444]Clarín, el azote de Dios, y el nuevo “relato” Ante esta[/COLOR] [COLOR=#444444]“desinformatzia” inveterada practicada por el grupo CLARIN, el[/COLOR] [COLOR=#444444]kirchnerismo parece ser el Atila moderno, o azote de Dios. O sea el[/COLOR] [COLOR=#444444]instrumento destinado a castigarlo con su disolución, conforme parece[/COLOR] [COLOR=#444444]avizorase con la ley de medios, y los fallos de la justicia referidos[/COLOR] [COLOR=#444444]a ella. Aunque es claro que no lo hace para erradicar la[/COLOR] [COLOR=#444444]desinformatzia en Argentina, sino solo para instalar la suya. Para[/COLOR] [COLOR=#444444]cambiar la “desinformatzia” Kirsch-baum, por la Kirch-ners, que en el[/COLOR] [COLOR=#444444]imaginario de estos se llama “el relato”.[/COLOR] [COLOR=#444444]El que seguramente también impedirá que se discuta una visión[/COLOR] [COLOR=#444444]alternativa respecto Malvinas como la que expongo, dado que está[/COLOR] [COLOR=#444444]tratando de hacer el mismo canje espurio que intentó la Junta Militar,[/COLOR] [COLOR=#444444]solo que en un nivel aún más rebajado. En vez de trocar petróleo por[/COLOR] [COLOR=#444444]soberanía, solo pretende ahora trocar petróleo por conversaciones[/COLOR] [COLOR=#444444]sobre soberanía. Habiendo acomodado la legislación a ese efecto, con[/COLOR] [COLOR=#444444]la fijación de los límites de la provincia de Tierra del Fuego, que[/COLOR] [COLOR=#444444]abarca ahora desde el Polo Sur hasta la zona en disputa. Y la cesión a[/COLOR] [COLOR=#444444]esta provincia con el fideicomiso Austral, de las regalías[/COLOR] [COLOR=#444444]petrolíferas en la zona en disputa, en forma parecida al intento de[/COLOR] [COLOR=#444444]la Junta Militar.[/COLOR] [COLOR=#444444]Y casualmente el grupo CLARIN, pese ejercer el contrapoder del que se[/COLOR] [COLOR=#444444]jacta, no dijo una palabra respecto este espurio envite del gobierno[/COLOR] [COLOR=#444444]con el Reino Unido, pese la existencia de documentos públicos que lo[/COLOR] [COLOR=#444444]acreditan. Mostrando así que entre la “desinformatzia” Kirsch-baun y[/COLOR] [COLOR=#444444]el “relato” Kirch-ner, existen zonas comunes compartidas, en las que[/COLOR] [COLOR=#444444]de algunos temas no se habla para nada.[/COLOR] [COLOR=#444444]Pero la historia de la humanidad enseña que las exageraciones,[/COLOR] [COLOR=#444444]ambiciones, y pugnas de los poderosos que detentan el poder[/COLOR] [COLOR=#444444]constituido -que hoy vemos entre la “desinformatzia” Kirsch-baun, y el[/COLOR] [COLOR=#444444]“relato” Kirch-ner- muchas veces abre paso dialécticamente a nuevos[/COLOR] [COLOR=#444444]poderes a constituirse, modificándose así las estructuras enquistadas.[/COLOR] [COLOR=#444444]Ojalá que sea así para el bien de Argentina en este nuevo año que[/COLOR] [COLOR=#444444]recién comienza, haciendo votos para que se extingan las[/COLOR] [COLOR=#444444]“desinfortmazias” y los “relatos”, y comience a brillar la verdad,[/COLOR] [COLOR=#444444]aunque sea en minúsculas.[/COLOR] [COLOR=#444444]Lo saludo[/COLOR] [COLOR=#444444]Javier Llorens[/COLOR] [COLOR=#444444]3-1-13 al cumplirse 180 años de la ocupación inglesa de Malvinas[/COLOR] [/QUOTE]
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