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Malvinas 1982
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<blockquote data-quote="Tronador II" data-source="post: 2127937" data-attributes="member: 5499"><p>No se si va acá exactamente esta nota.....pero hay cosa interesantes en la misma.</p><p></p><p><a href="http://www.lanacion.com.ar/1954380-pablo-mana-el-combatiente-de-la-foto-con-la-bandera-inglesa-que-hace-20-anos-trabaja-con-adolfo-cambiaso">http://www.lanacion.com.ar/1954380-pablo-mana-el-combatiente-de-la-foto-con-la-bandera-inglesa-que-hace-20-anos-trabaja-con-adolfo-cambiaso</a></p><p></p><p><span style="font-size: 22px"><strong>Pablo Mana, "el combatiente de la foto con la bandera inglesa" que trabaja con Adolfo Cambiaso</strong></span></p><p>Estuvo en el desembarco en Malvinas, el 2 de abril de 1982, y quedó inmortalizado con una imagen de la revista Gente</p><p></p><p>SEGUIR</p><p><a href="http://www.lanacion.com.ar/autor/claudio-cervino-205"><u>Claudio Cerviño</u></a>LA NACION</p><p>Miércoles 09 de noviembre de 2016</p><p><img src="http://bucket1.glanacion.com/anexos/fotos/39/entrevista-deportes-ln-2298439w620.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p>La foto que recorrió el mundo: Pablo Mana con la bandera inglesa el día del desembarco argentino en Malvinas.</p><p>269 <a href="http://www.lanacion.com.ar/adolfo-cambiaso-t50000"><u>Adolfo Cambiaso</u></a> , que tenía apenas 6 años cuando se produjo la toma de Malvinas. Se conocieron hace casi 20 años en Córdoba, donde el crack tiene su campo, en Washington. Hasta que un día recibió la invitación de Adolfito: "Quiero que me organices todo el polo en La Dolfina durante la temporada de alto handicap". Desde entonces, allá por 2011, entre septiembre y diciembre Mana vive en Cañuelas. Arma las prácticas, distribuye jugadores, reparte camisetas, toma los tiempos en los partidos. Todo lo que se refiere al organigrama de polo pasa por sus dominios. "La idea es que todos se diviertan y la pasen bien", explica. Se lo suele ver en un carrito de golf, al costado de las canchas, muchas veces tomando mate con Cambiaso. "Somos los que más polo vemos en el año en La Dolfina", cuenta. No sólo ven prácticas: también siguen de cerca la evolución de los caballos. Los nuevos, los intermedios. ¿Y cuando se juegan los Abiertos de la Triple Corona? "Voy a los palenques y desde ahí miro los partidos. Pero no trabajo con los petiseros. Eso sí, si necesitan una mano en algo, al primero que recurren es a mí, y yo encantado de colaborar con ellos", aclara.</p><p></p><p></p><p></p><p>Muchos son los que conocen a Mana, pero no todos saben de su otra historia, la de ex combatiente que participó del desembarco. "No soy de chapear con eso. El que supone que me la paso hablando de la guerra, se equivoca", dice. Y menos que menos pueden relacionarlo con aquel adolescente de la foto con la bandera británica. ¿Y Cambiaso cómo lo toma? "Adolfito sabe que estuve en Malvinas, pero no hablamos del tema. Mirá que a veces hacemos viajes de 600 kilómetros en auto, solos y tomando mate, y ni sale la palabra Malvinas", señala Mana, que el resto del año vive en Vicuña Mackenna, ciudad del sur de Córdoba con unos 12.000 habitantes. Casado con Paola Casanova, tiene 4 hijos: Augusto (22 años), Mateo (17), Pilar (16) y Santos (11). ¿La curiosidad? Los tres varones se dedican al fútbol: Augusto y Santos juegan en San Martín de Vicuña Mackenna, mientras que Mateo está en las inferiores de Talleres y vive en Córdoba. "Vaya a saber porqué juegan todos al fútbol, qué habrá en la genética. Lo que sí, no tienen ni idea de lo que es una cola de caballo. Menos mal que no me salieron poleros: con la plata que cuesta? ¡Zafé!", admite, risueño.</p><p></p><p><img src="http://bucket1.glanacion.com/anexos/fotos/43/entrevista-deportes-ln-2298443w640.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p>Mana hoy, en los palenques de La Dolfina; es uno de los asistentes de Cambiaso. Foto: Facebook</p><p><span style="font-size: 18px"><strong>Cómo fueron aquellos días</strong></span></p><p></p><p></p><p>Malvinas forma parte de su vida. Fueron semanas y experiencias muy intensas. "Tenía 19 -relata- y estaba haciendo la conscripción en la Armada. Me quedaban seis meses. Era asistente del capitán Roberto Roscoe, que oficiaba de traductor en ese momento. Me llevaba a todas las reuniones y yo percibía que algo se estaba gestando. No sabía si era con los chilenos por el Beagle o qué. Un día lo agarré y le dije: ?Sé que algo va a pasar. Yo también quiero ir, sea lo que sea'. Roscoe me contestó: ?Quedate tranquilo que vas a ser el primero en acompañarme'. Y fue así nomás. Salimos de la base naval de Puerto Belgrano, cerca de Bahía Blanca, en el buque Cabo San Antonio. Éramos unos 800. Fueron 5 o 6 días de viaje, cerca de la costa, hasta enfilar hacia las islas. ¡Nunca la pasé tan mal! ¡Lo que se movía ese barco! No podíamos comer ni un caramelo. Hasta que el almirante Carlos Büsser nos juntó a todos antes de llegar y nos contó cuál era la misión que íbamos a cumplir. Fue una arenga muy especial, a tal punto que nos olvidamos de que el mar estaba picadísimo".</p><p></p><p><strong>-Y cuando te dicen qué es lo que van a hacer, ¿cuál fue tu sensación?</strong></p><p></p><p>-En esa época, a los 19 años, uno se cree que es inmortal. ¡Yo estaba feliz! En el momento no sentís absolutamente nada. Después tomás conciencia. Hoy, con 54 años, no sé si no estaría corriendo para que no me maten. No recuerdo haber sentido nada. Estaba contento, con ganas de bajar y cumplir la misión. Creo que nos pasaba lo mismo a los 800 que desembarcamos.</p><p></p><p>Mana recuerda cada instante de esa madrugada del 2 de abril. "Nos dividieron en dos grupos. Uno fue a tomar la casa del gobernador; el otro, el destacamento de los Roger Marines, que fue de fácil captura porque todos se habían ido a cuidar la casa. Fueron 3 horas de tiroteo. En esa acción es donde cae el capitán Pedro Giacchino. Llegamos a verlo vivo, antes de que lo trasladaran al hospital, donde falleció. Tomamos la casa. Los ingleses se rindieron y cesó el fuego. Y ahí viene toda la historia de la bandera".</p><p></p><p><strong>-¿Cómo fue? ¿Quién te sacó la foto?</strong></p><p></p><p>-Entramos en la casa junto con el teniente Tudury. Había una puerta, cerrada. Detrás se escuchaban voces. La abrimos de una patada y adentro nos encontramos con tres soldados ingleses comunicándose con Londres por un radio. Los tomamos prisioneros. Empecé a mirar más en detalle la oficina del gobernador y encontré en un cofre la bandera inglesa que iba a ser izada ese día. ¡No les dimos tiempo porque llegamos antes! Rompí el cofre y la saqué. Ahí fue cuando pensé "me la llevo de recuerdo". Cuando salí, y de esto me enteré después, había un fotógrafo argentino que me sacó esa foto desde lejos. Fue una foto histórica. Pero yo no tenía ni idea hasta que no volví a mi pueblo y la vi en aquel kiosko en Vicuña, de madrugada.</p><p></p><p>El fotógrafo era Rafael Wollmann. Trabajaba para varios medios argentinos. Nos encontramos mucho tiempo después, en Pinamar, durante unas vacaciones. Se acordaba de la foto, pero obvio que ni me reconocía. Me mandó el original. Fue un lindo reencuentro, con anécdotas de aquellos tiempos, de nuestras vidas.</p><p></p><p><strong>-Estuviste en el desembarco, en la toma, a los tres días volviste a Vicuña Mackenna. ¿Nunca regresaste a las Malvinas, al combate?</strong></p><p></p><p>-No, como infantes de marina, estuvimos el 2 de abril en la toma. Allá quedó el ejército. Volvimos a tierra en un Hércules. Semanas después nos llevaron de vuelta a Río Grande, pero ya no pudimos cruzar a Malvinas. Estaba todo bloqueado. Y ahí nos quedamos hasta el final.</p><p></p><p><strong>-Treinta y cuatro años después, ¿qué mirada tenés de la guerra?</strong></p><p></p><p>-Soy feliz por haber vivido parte de la historia. Pasaron muchas cosas después. Se mezcló todo lo que había sido Malvinas con la represión, con los desaparecidos. ¡Nada que ver! La guerra nunca es buena, eso está claro. Y es tremendo lo que viene a continuación: murieron muchos más después de la guerra, por factores psicológicos, que en las islas durante el combate. Además del rechazo y de la discriminación que se sufre. Ir a buscar un trabajo aclarando que estuviste en la guerra era un factor determinante para que te bocharan. ¡Un disparate! Hoy, en estos últimos años, noto un mayor respeto y acercamiento al ex combatiente en los actos patrios. En cada desfile por las ciudades y los pueblos sentimos el afecto de la gente.</p><p></p><p><img src="http://bucket1.glanacion.com/anexos/fotos/49/entrevista-deportes-ln-2298449w280.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p>A Cambiaso lo conoció hace 20 años. Foto: Facebook</p><p><span style="font-size: 18px"><strong>Su relación con Cambiaso</strong></span></p><p>Aunque no estuvo relacionado directamente con los caballos, Pablo Mana sabía bien de qué se trataba el tema. Su padre, Enrique, comercializaba equinos. Estaba conectado con el reconocido jugador, criador y exportador Eduardo Moore. Pero antes de vincularse de lleno con esta actividad, Pablo probó con los estudios. "Volví de la colimba -dice- y me puse a estudiar Ciencias Económicas, en Río Cuarto. Por mi personalidad, siempre fui bastante querido y de relacionarme fácil con la gente. No me fue muy bien en la carrera porque tenía más amigos de la calle y de la noche que de los libros (risas). Así que pegué la vuelta. Y un día lo conocí a Adolfito".</p><p></p><p>Por consejo de Gonzalo Pieres, su mentor en el ingreso en el polo de alta competencia y quien ya tenía un campo en la zona, Cambiaso adquirió un predio en el pueblo de Washington, a unos 30 kilómetros de Vicuña Mackenna. Es el lugar donde está el club que, desde el año pasado, tiene un equipo participando en la Triple Corona, liderado por Facundo Sola. Fue en 1997. "Le vendí un mulo para su campo y ahí empezó la relación. Lo veía más en el verano, ya que Cambiaso ama Washington. Es, te diría, su lugar en el mundo, allí donde pasa las fiestas con su familia y tiene la cría de caballos. Yo organizaba sus prácticas en el club, algunas exhibiciones, hasta que me ofreció venir para Cañuelas. Ahí paso entre tres y cuatro meses que son muy lindos. Estar en el día a día con estos jugadores que no paran de ganar títulos es algo impresionante".</p><p></p><p><strong>-Viviste la mejor era de La Dolfina, justo cuando se formó este equipo con Cambiaso, Stirling, Mac Donough y Nero.</strong></p><p></p><p>-Sí, y la verdad es que no dejan de sorprenderme. Mirá, con Cambiaso hablamos hace un tiempo de que iba a clonar caballos y todos pensábamos que estaba loco. Nos decía:"Yo les voy a demostrar que se puede y mi sueño sería tener un palenque de Cuarteteras". Y resulta que hoy lo logró. Ves jugar a La Dolfina y uno cree que con todo lo que han ganado los últimos años, van a aflojar. Y resulta que van y ganan el Abierto del Jockey Club con una mujer (Lía Salvo) en la formación. El flaco sigue haciendo historia. Después va y gana Tortugas con un nivel que parecía que tuviera 30 años en vez de 41. ¿Qué se puede decir?</p><p></p><p><strong>-¿Y cuándo largue Adolfito, qué? Te volvés al pueblo, se supone.</strong></p><p></p><p>-En algún momento se va a retirar, es así. Vamos a tratar de estirarlo lo más que se pueda para acercarlo a que juegue con Poroto (NdR: Adolfo, el hijo varón de Cambiaso), que ya está por cumplir 11 años. Por ahí seguimos teniendo laburo todos con Poroto (risas).</p><p></p><p><strong>-¿Y Poroto qué proyección tiene?</strong></p><p></p><p>-¿Vos sabés que tengo miedo de que sea un clon? Es crack. En serio. ¡Es tan parecido a él! Está jugando la Bruma, la tordilla famosa que usaba el papá, la original, que está sana y con 18 años.</p><p></p><p><strong>-Cambiaso no habla mucho de su hijo para no cargarlo de presión?</strong></p><p></p><p>-Con Adolfito lo seguimos de cerca en cada práctica. Hemos tenido muchas charlas sobre el futuro de Poroto. Él sabe que el hijo es bueno. Pero es lógico que piense y te diga: "Yo no puedo meterle presión porque no sé si va a tener la cabeza de crack". Y es real: hay una gran cantidad de jugadores que lo tienen todo, pero después no llegan. Pero que le tiene fichas puestas, le tiene. Poroto es bueno en serio.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Tronador II, post: 2127937, member: 5499"] No se si va acá exactamente esta nota.....pero hay cosa interesantes en la misma. [URL]http://www.lanacion.com.ar/1954380-pablo-mana-el-combatiente-de-la-foto-con-la-bandera-inglesa-que-hace-20-anos-trabaja-con-adolfo-cambiaso[/URL] [SIZE=6][B]Pablo Mana, "el combatiente de la foto con la bandera inglesa" que trabaja con Adolfo Cambiaso[/B][/SIZE] Estuvo en el desembarco en Malvinas, el 2 de abril de 1982, y quedó inmortalizado con una imagen de la revista Gente SEGUIR [URL='http://www.lanacion.com.ar/autor/claudio-cervino-205'][U]Claudio Cerviño[/U][/URL]LA NACION Miércoles 09 de noviembre de 2016 [IMG]http://bucket1.glanacion.com/anexos/fotos/39/entrevista-deportes-ln-2298439w620.jpg[/IMG] La foto que recorrió el mundo: Pablo Mana con la bandera inglesa el día del desembarco argentino en Malvinas. 269 [URL='http://www.lanacion.com.ar/adolfo-cambiaso-t50000'][U]Adolfo Cambiaso[/U][/URL] , que tenía apenas 6 años cuando se produjo la toma de Malvinas. Se conocieron hace casi 20 años en Córdoba, donde el crack tiene su campo, en Washington. Hasta que un día recibió la invitación de Adolfito: "Quiero que me organices todo el polo en La Dolfina durante la temporada de alto handicap". Desde entonces, allá por 2011, entre septiembre y diciembre Mana vive en Cañuelas. Arma las prácticas, distribuye jugadores, reparte camisetas, toma los tiempos en los partidos. Todo lo que se refiere al organigrama de polo pasa por sus dominios. "La idea es que todos se diviertan y la pasen bien", explica. Se lo suele ver en un carrito de golf, al costado de las canchas, muchas veces tomando mate con Cambiaso. "Somos los que más polo vemos en el año en La Dolfina", cuenta. No sólo ven prácticas: también siguen de cerca la evolución de los caballos. Los nuevos, los intermedios. ¿Y cuando se juegan los Abiertos de la Triple Corona? "Voy a los palenques y desde ahí miro los partidos. Pero no trabajo con los petiseros. Eso sí, si necesitan una mano en algo, al primero que recurren es a mí, y yo encantado de colaborar con ellos", aclara. Muchos son los que conocen a Mana, pero no todos saben de su otra historia, la de ex combatiente que participó del desembarco. "No soy de chapear con eso. El que supone que me la paso hablando de la guerra, se equivoca", dice. Y menos que menos pueden relacionarlo con aquel adolescente de la foto con la bandera británica. ¿Y Cambiaso cómo lo toma? "Adolfito sabe que estuve en Malvinas, pero no hablamos del tema. Mirá que a veces hacemos viajes de 600 kilómetros en auto, solos y tomando mate, y ni sale la palabra Malvinas", señala Mana, que el resto del año vive en Vicuña Mackenna, ciudad del sur de Córdoba con unos 12.000 habitantes. Casado con Paola Casanova, tiene 4 hijos: Augusto (22 años), Mateo (17), Pilar (16) y Santos (11). ¿La curiosidad? Los tres varones se dedican al fútbol: Augusto y Santos juegan en San Martín de Vicuña Mackenna, mientras que Mateo está en las inferiores de Talleres y vive en Córdoba. "Vaya a saber porqué juegan todos al fútbol, qué habrá en la genética. Lo que sí, no tienen ni idea de lo que es una cola de caballo. Menos mal que no me salieron poleros: con la plata que cuesta? ¡Zafé!", admite, risueño. [IMG]http://bucket1.glanacion.com/anexos/fotos/43/entrevista-deportes-ln-2298443w640.jpg[/IMG] Mana hoy, en los palenques de La Dolfina; es uno de los asistentes de Cambiaso. Foto: Facebook [SIZE=5][B]Cómo fueron aquellos días[/B][/SIZE] Malvinas forma parte de su vida. Fueron semanas y experiencias muy intensas. "Tenía 19 -relata- y estaba haciendo la conscripción en la Armada. Me quedaban seis meses. Era asistente del capitán Roberto Roscoe, que oficiaba de traductor en ese momento. Me llevaba a todas las reuniones y yo percibía que algo se estaba gestando. No sabía si era con los chilenos por el Beagle o qué. Un día lo agarré y le dije: ?Sé que algo va a pasar. Yo también quiero ir, sea lo que sea'. Roscoe me contestó: ?Quedate tranquilo que vas a ser el primero en acompañarme'. Y fue así nomás. Salimos de la base naval de Puerto Belgrano, cerca de Bahía Blanca, en el buque Cabo San Antonio. Éramos unos 800. Fueron 5 o 6 días de viaje, cerca de la costa, hasta enfilar hacia las islas. ¡Nunca la pasé tan mal! ¡Lo que se movía ese barco! No podíamos comer ni un caramelo. Hasta que el almirante Carlos Büsser nos juntó a todos antes de llegar y nos contó cuál era la misión que íbamos a cumplir. Fue una arenga muy especial, a tal punto que nos olvidamos de que el mar estaba picadísimo". [B]-Y cuando te dicen qué es lo que van a hacer, ¿cuál fue tu sensación?[/B] -En esa época, a los 19 años, uno se cree que es inmortal. ¡Yo estaba feliz! En el momento no sentís absolutamente nada. Después tomás conciencia. Hoy, con 54 años, no sé si no estaría corriendo para que no me maten. No recuerdo haber sentido nada. Estaba contento, con ganas de bajar y cumplir la misión. Creo que nos pasaba lo mismo a los 800 que desembarcamos. Mana recuerda cada instante de esa madrugada del 2 de abril. "Nos dividieron en dos grupos. Uno fue a tomar la casa del gobernador; el otro, el destacamento de los Roger Marines, que fue de fácil captura porque todos se habían ido a cuidar la casa. Fueron 3 horas de tiroteo. En esa acción es donde cae el capitán Pedro Giacchino. Llegamos a verlo vivo, antes de que lo trasladaran al hospital, donde falleció. Tomamos la casa. Los ingleses se rindieron y cesó el fuego. Y ahí viene toda la historia de la bandera". [B]-¿Cómo fue? ¿Quién te sacó la foto?[/B] -Entramos en la casa junto con el teniente Tudury. Había una puerta, cerrada. Detrás se escuchaban voces. La abrimos de una patada y adentro nos encontramos con tres soldados ingleses comunicándose con Londres por un radio. Los tomamos prisioneros. Empecé a mirar más en detalle la oficina del gobernador y encontré en un cofre la bandera inglesa que iba a ser izada ese día. ¡No les dimos tiempo porque llegamos antes! Rompí el cofre y la saqué. Ahí fue cuando pensé "me la llevo de recuerdo". Cuando salí, y de esto me enteré después, había un fotógrafo argentino que me sacó esa foto desde lejos. Fue una foto histórica. Pero yo no tenía ni idea hasta que no volví a mi pueblo y la vi en aquel kiosko en Vicuña, de madrugada. El fotógrafo era Rafael Wollmann. Trabajaba para varios medios argentinos. Nos encontramos mucho tiempo después, en Pinamar, durante unas vacaciones. Se acordaba de la foto, pero obvio que ni me reconocía. Me mandó el original. Fue un lindo reencuentro, con anécdotas de aquellos tiempos, de nuestras vidas. [B]-Estuviste en el desembarco, en la toma, a los tres días volviste a Vicuña Mackenna. ¿Nunca regresaste a las Malvinas, al combate?[/B] -No, como infantes de marina, estuvimos el 2 de abril en la toma. Allá quedó el ejército. Volvimos a tierra en un Hércules. Semanas después nos llevaron de vuelta a Río Grande, pero ya no pudimos cruzar a Malvinas. Estaba todo bloqueado. Y ahí nos quedamos hasta el final. [B]-Treinta y cuatro años después, ¿qué mirada tenés de la guerra?[/B] -Soy feliz por haber vivido parte de la historia. Pasaron muchas cosas después. Se mezcló todo lo que había sido Malvinas con la represión, con los desaparecidos. ¡Nada que ver! La guerra nunca es buena, eso está claro. Y es tremendo lo que viene a continuación: murieron muchos más después de la guerra, por factores psicológicos, que en las islas durante el combate. Además del rechazo y de la discriminación que se sufre. Ir a buscar un trabajo aclarando que estuviste en la guerra era un factor determinante para que te bocharan. ¡Un disparate! Hoy, en estos últimos años, noto un mayor respeto y acercamiento al ex combatiente en los actos patrios. En cada desfile por las ciudades y los pueblos sentimos el afecto de la gente. [IMG]http://bucket1.glanacion.com/anexos/fotos/49/entrevista-deportes-ln-2298449w280.jpg[/IMG] A Cambiaso lo conoció hace 20 años. Foto: Facebook [SIZE=5][B]Su relación con Cambiaso[/B][/SIZE] Aunque no estuvo relacionado directamente con los caballos, Pablo Mana sabía bien de qué se trataba el tema. Su padre, Enrique, comercializaba equinos. Estaba conectado con el reconocido jugador, criador y exportador Eduardo Moore. Pero antes de vincularse de lleno con esta actividad, Pablo probó con los estudios. "Volví de la colimba -dice- y me puse a estudiar Ciencias Económicas, en Río Cuarto. Por mi personalidad, siempre fui bastante querido y de relacionarme fácil con la gente. No me fue muy bien en la carrera porque tenía más amigos de la calle y de la noche que de los libros (risas). Así que pegué la vuelta. Y un día lo conocí a Adolfito". Por consejo de Gonzalo Pieres, su mentor en el ingreso en el polo de alta competencia y quien ya tenía un campo en la zona, Cambiaso adquirió un predio en el pueblo de Washington, a unos 30 kilómetros de Vicuña Mackenna. Es el lugar donde está el club que, desde el año pasado, tiene un equipo participando en la Triple Corona, liderado por Facundo Sola. Fue en 1997. "Le vendí un mulo para su campo y ahí empezó la relación. Lo veía más en el verano, ya que Cambiaso ama Washington. Es, te diría, su lugar en el mundo, allí donde pasa las fiestas con su familia y tiene la cría de caballos. Yo organizaba sus prácticas en el club, algunas exhibiciones, hasta que me ofreció venir para Cañuelas. Ahí paso entre tres y cuatro meses que son muy lindos. Estar en el día a día con estos jugadores que no paran de ganar títulos es algo impresionante". [B]-Viviste la mejor era de La Dolfina, justo cuando se formó este equipo con Cambiaso, Stirling, Mac Donough y Nero.[/B] -Sí, y la verdad es que no dejan de sorprenderme. Mirá, con Cambiaso hablamos hace un tiempo de que iba a clonar caballos y todos pensábamos que estaba loco. Nos decía:"Yo les voy a demostrar que se puede y mi sueño sería tener un palenque de Cuarteteras". Y resulta que hoy lo logró. Ves jugar a La Dolfina y uno cree que con todo lo que han ganado los últimos años, van a aflojar. Y resulta que van y ganan el Abierto del Jockey Club con una mujer (Lía Salvo) en la formación. El flaco sigue haciendo historia. Después va y gana Tortugas con un nivel que parecía que tuviera 30 años en vez de 41. ¿Qué se puede decir? [B]-¿Y cuándo largue Adolfito, qué? Te volvés al pueblo, se supone.[/B] -En algún momento se va a retirar, es así. Vamos a tratar de estirarlo lo más que se pueda para acercarlo a que juegue con Poroto (NdR: Adolfo, el hijo varón de Cambiaso), que ya está por cumplir 11 años. Por ahí seguimos teniendo laburo todos con Poroto (risas). [B]-¿Y Poroto qué proyección tiene?[/B] -¿Vos sabés que tengo miedo de que sea un clon? Es crack. En serio. ¡Es tan parecido a él! Está jugando la Bruma, la tordilla famosa que usaba el papá, la original, que está sana y con 18 años. [B]-Cambiaso no habla mucho de su hijo para no cargarlo de presión?[/B] -Con Adolfito lo seguimos de cerca en cada práctica. Hemos tenido muchas charlas sobre el futuro de Poroto. Él sabe que el hijo es bueno. Pero es lógico que piense y te diga: "Yo no puedo meterle presión porque no sé si va a tener la cabeza de crack". Y es real: hay una gran cantidad de jugadores que lo tienen todo, pero después no llegan. Pero que le tiene fichas puestas, le tiene. Poroto es bueno en serio. [/QUOTE]
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