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Mensaje: <blockquote data-quote="Shandor" data-source="post: 1209817" data-attributes="member: 50">LAN, Copa y BQB se disputan a los codiciados pilotos desempleadosLas empresas extranjeras ya hicieron ofertas a varios aviadoresLa quiebra de la empresa Pluna generó la oportunidad para distintas aerolíneas de la región que, ante la escasez de profesionales aviadores en el mercado, ya comenzaron a seducir a los pilotos uruguayos que hasta la semana pasada estaban encargados de comandar los vuelos de la excompañía estatal. Tanto la aerolínea LAN, como Copa Airlines y BQB Líneas Aéreas pretenden contratar a parte de los 120 pilotos que se quedaron sin trabajo tras el cierre de Pluna el jueves pasado. La empresa panameña Copa Airlines realizará esta semana en Montevideo entrevistas de trabajo a los expilotos de Pluna interesados en ser tomados por una de las compañías que domina la distribución de pasajeros en Centroamérica, dijeron a El Observador integrantes del sindicato de pilotos. Copa convocó vía e-mail para viernes y sábado a los aviadores para que se presenten a un work shop que tendrá lugar en el Radisson Victoria Plaza. “La empresa Copa necesita 60 pilotos antes de fin de año y va a venir a llevarse todo lo que pueda”, dijo a El Observador el expiloto de Pluna, Aníbal Perera. El aviador tiene 13.000 horas de vuelo y fue la persona que comandó el último viaje que la aerolínea estatal realizó desde Madrid a Montevideo en el año 2007 (ver nota inferior). Los pilotos son codiciados por su experiencia en un empleo considerado de alta calificación. En Pluna hay profesionales que superan las 10.000 horas de vuelo y que nunca tuvieron un accidente de gravedad. En cambio, Copa, por ejemplo, permitía hasta el año pasado el ingreso al entrenamiento para trabajar en la compañía a pilotos panameños con solo haber cumplido 200 horas de vuelo. Tras el cierre de Pluna, la empresa de bandera chilena LAN también comenzó a contactar por correo electrónico a pilotos de Pluna para contratarlos. Según supo El Observador, la compañía solicitó a aviadores uruguayos interesados que envíen sus curriciculums a la brevedad. Además, el lunes tres expilotos de Pluna anunciaron al sindicato que comenzarían a trabajar en BQB Líneas Aéreas, una empresa que pretende aumentar las frecuencias de vuelos directos entre Montevideo y Buenos Aires tras la quiebra de Pluna. La mayoría de los pilotos uruguayos son formados en la Fuerza Aérea. El costo promedio para instruir un aviador era de US$ 250 mil en el año 2008, según dijo el entonces comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, Enrique Bonelli. Si bien el gobierno pretendía frenar la sangría de pilotos desde las Fuerzas Armadas hacia las aerolíneas privadas, la quiebra de Pluna y el interés de las empresas se convierte en una oportunidad para que los trabajadores enviados al seguro de paro puedan asegurarse su fuente laboral. Los sueldos y la demanda Copa pretende contratar comandantes y primeros aviadores, que corresponden a distintos rangos de jerarquía pero ambos son pilotos. Según dijo Perera, el sueldo promedio mensual de un comandante de Pluna oscilaba entre $ 60.000 y $ 70.000. El salario de un trabajador del mismo grado de Copa ronda US$ 7.000, alrededor de $ 150.000, dijeron a El Observador otros pilotos de Pluna. Sin embargo, trabajar en el extranjero implica trasladar las familias y no todos los trabajadores están dispuestos a hacerlo. Copa ya tiene en sus filas a 40 pilotos uruguayos pero necesita abastecer el personal de su flota por la expansión de su mercado en la zona del Caribe. Las fuentes indicaron que la empresa panameña cuenta al momento en su plantilla con cinco aviadores que eran de Pluna. Copa Airlines tiene 76 aviones, según consigna en su sitio web. Por ejemplo, Pluna tenía 13 aviones y funcionaba con 120 pilotos, entre los cuáles había extranjeros porque en Uruguay también escaseaban. El sindicato de pilotos de la empresa quebrada asegura que para volar los siete aviones de Pluna que serán rematados por el Estado serán necesarios 90 aviadores.La vida entre aviones y el último vuelo de Pluna desde Madrid Aníbal Perera nació el 28 de setiembre de 1955 en el aeropuerto de Laguna del Sauce, en Maldonado. La madre del niño rompió bolsa mientras acompañaba a su esposo, que trabajaba como radio operador en esa terminal aérea. No hubo tiempo para traslados y por eso la mujer dio a luz a metros de una pista de aterrizaje, el lugar que marcaría la vida del recién nacido. Es que 52 años después Perera comandó el último vuelo que la aerolínea estatal Pluna –ahora en bancarrota– realizó desde Madrid a Montevideo, tras la decisión de su por entonces gerente, Matías Campiani, de suprimir la frecuencia con el trayecto más largo que tenía la compañía. “Ese día marcó mi vida, y a veces prefiero ni recordarlo”, dijo el comandante de ese vuelo a El Observador, mientras se tomaba el rostro con las dos manos. Antes de asumir, en enero de 2007, Campiani había prometido que la línea Montevideo-Madrid sería uno de los pilares de su gestión, tanto en el transporte de pasajeros como de carga. Pluna dejó de volar a Madrid en setiembre de ese año. Pero a pesar de la suspensión del servicio, según dijo Perera, en ese momento no se imaginaba que su historia como piloto podría terminar con la quiebra de la empresa que lo acompañó desde que tenía un año (ver foto). Casi cinco años después de suprimir la línea a Madrid, Campiani dejó la empresa y el gobierno liquidó la compañía. “Te movés entre la bronca y la incertidumbre. La impotencia es muy fuerte. Además hasta la salida de Leadgate a nosotros nadie nos decía nada y te enterabas por la prensa”, afirmó el hombre de 56 años. Con la aerolínea donde realizó más de 13.000 horas de vuelo fundida, Perera todavía se siente piloto. El hombre era de los funcionarios más experimentados de la empresa. El sueldo promedio de un comandante de la aerolínea estaba entre $ 60.000 y $ 70.000 mensuales. En el mercado aeronáutico escasean los pilotos (ver nota superior), al punto que Pluna tenía en su plantilla comandantes extranjeros. Además los pilotos pierden la calificación si dejan de volar. Los encargados de manejar los aviones tienen entrenamientos periódicos y cada seis meses deben rendir pruebas físicas y psicológicas para continuar. Ahora, tras el cierre de Pluna y firmar el lunes el pasaje al seguro de paro en las oficinas del Aeropuerto Internacional de Carrasco, Perera no sabe si quedarse en su casa en el balneario Piriápolis o buscar ofertas laborales para seguir volando. “Tengo la posibilidad de pasarme al Estado y tener un trabajo ahí pero haciendo algo que no es lo mío”, dijo. Además confesó que tras el cierre de Pluna analiza la posibilidad de jubilarse. “Estoy viendo los trámites y qué posibilidades tengo (de jubilarme) porque la verdad que esto te deja con muy pocas fuerzas”, lamentó. “En 76 años Pluna nunca mató a un pasajero. Eso nunca se recuerda y es todo por el profesionalismo de los pilotos uruguayos”, concluyó Perera. lel observador</blockquote>

Verificación: Libertador de Argentina