paulo
Forista Sancionado o Expulsado
Novaer, la nueva industria aeronáutica brasileña
Empresa ya trabaja en el proyecto del sustituto del T-25 Universal
La Novaer Craft, un consorcio formado por las empresas Flight Technologies, Winnstal y Geometra, es la más nueva industria aeronáutica brasileña, creada para atender el segmento de aviación general. El primer producto de esa nueva empresa, el avión T-Xc, fue dibujado por Joseph Kovacs, el proyectista de la aeronave Tucán y del T-25 Universal, de la Embraer.
El modelo de demostración de concepto de la nueva aeronave, que tendrá una versión militar de entrenamiento primario y otra ejecutiva, ya fue testado en vuelo. El próximo paso es el desarrollo del prototipo, que será financiado con recursos de la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep). La versión militar, bautizada de T-Xc Pilgrin, está siendo hecha con el objetivo de volverse una alternativa competitiva de sustitución de la actual flota de las aeronaves T-25 Universal, utilizadas hay más de 40 años en el entrenamiento primario de los cadetes de la Academia de la Fuerza aérea Brasileña (AFA), en Pirassununga (SP).
Desarrollado en la década de 60, el T-25 ya viene mostrando problemas operacionales que limitan sus vuelos, además de la falta de piezas de reposición. La FAB tiene 87 aeronaves T-25 en su flota. En cambio, la versión civil del T-Xc, bautizada de Stardream, fue desarrollada para competir en el mercado de los utilitarios de transporte y su mayor rival es el modelo americano Cirrus SR 22, monomotor la pistão, que en 2007 vendió 700 unidades, al precio medio de US$ 600 mil cada.
En la primera fase de desarrollo de la aeronave, segundo uno de los directores de la Novaer, Luiz Paulo Junqueira, la inversión previsto es de R$ 12 millones, valor que será dividido entre la Finep y las socias de la Novaer. La segunda fase del proyecto, que es la certificación del producto y la tercera, envolviendo la industrialización propiamente dicha, deben demandar recursos totales de R$ 38 millones. Este valor, sin embargo, todavía no fue viabilizado.
Basado en el prototipo K-51 Peregrino, desarrollado por Kovács, el T-Xc, será totalmente concebido en fibra de carbono, material termoplástico mucho más ligero y resistente que el aluminio aeronáutico, además de ser indemne a la corrosión. “El peso vacío del T-25, por ejemplo, es de 1.150 kilos, mientras que el entrenador Pilgrin tendrá cerca de 870 kilos”. La aeronave volará con motor la pistão y, en el caso de la versión civil, con una altitud de 32 mil pies y la ventaja de ser pressurizado.
La Embraer no actúa en ese segmento de mercado y el único modelo de la empresa con motor la pistão es el Ipanema, empleado en la aviación agrícola. La empresa, aunque ya haya manifestado interés en aumentar la participación del material compuesto en sus aeronaves, utiliza hoy esa tecnología sobre todo en las carenagens de los jets y, en algunos casos, en las superficies de comando, que incluye los flaps y aileron.
“Los nuevos modelos de la Boeing (787) y Airbus (A.350) tiene aproximadamente 70% de material compuesto. La principal ventaja de ese material es que él permite un coste operacional más bajo para la aeronave, porque es más ligero y consume menos combustible”. Otro proyecto desarrollado por la Geometra en el área de material compuesto ya cuenta inclusive con recursos subvencionados por la Finep. Se trata de una rueda aeronáutica hecha en fibra de carbono, que alivia en 30% el peso de la rueda de la aeronave. El proyecto está valorado en R$ 1,4 millón y la Finep financió 60% de ese valor.
La versión civil Stardream, también tendrá en el mercado un competidor italiano, con el modelo SF 260, producido por la Aermacchi y por el alemán Grob. “El avión italiano, a pesar de haber sido modernizado recientemente, fue concebido en la década de 60. El alemán es un poco más moderno, pero también ya está hay más de 20 años en operación”, dijo. Otra ventaja del modelo brasileño, según Nei Brasil, director de la Flight Technologies, es que él tiene un riesgo tecnológico bajo debido al hecho de su performance ya haber sido comprobada en vuelo. “Vamos a emplear la misma aerodinámica y los mismos conceptos de vuelo. No estamos partiendo del cero”.
La Novaer todavía no definió el precio del nuevo avión, pero, según Junqueira, debe practicar una política con valor hasta 10% más barata en relación al que se cobra en el mercado. Un avión en esa categoría cuesta alrededor de US$ 550 mil.
Según Junqueira, la Novaer va a rellenar un vacuo que existe hoy en mercado de aviación general en Brasil. Además de Embraer - empresa de grande porte -, las únicas industrias fabricantes de aeronaves brasileñas son la Helibrás (helicópteros) y la gaucha Aeromot (planeador y motoplanador). “La creación de la Novaer viabiliza otra cadena aeronáutica en el país, con nuevas opciones de abastecimiento, lo que contribuye para la manutención de las industrias del sector, hoy altamente dependientes de la Embraer”.
En la estructura organizacional de la Novaer, cada empresa consorciada tendrá una función estratégica. En el proyecto del T-XcC, por ejemplo, la Winnstall quedará responsable por toda la parte de fabricación, incluyendo montaje y ferramental; la Geometra hará el proyecto de ingeniería de los nuevos aviones, la gestión y lo proceso de certificación de las aeronaves. La Flight Technologies desarrolla una nueva generación de instrumentos de vuelo para el T-Xc, con displays integrados a varios sistemas aviônicos. Creada hace tres años, esta empresa es la única 100% brasileña en el área de aviônicos integrados (sistemas eletroeletrônicos utilizados para el control de la aeronave).
Además de Flight, la Aeroeletrônica, de Porto Alegre, también actúa en el área de aviônicos, pero es controlada por capital israelí y actualmente suministra el programa de modernización de casi todas los jets de la FAB. La Flight, según Nei Brasil, tiene la alemana Becker Avionics como compañera comercial en el exterior y fornecedora de componentes de los sistemas de radios de navegación y comunicación del T-Xc. Becker factura US$ 80 millones y actúa hace 50 años en ese mercado.
FUENTE: Valor Económico, vía NOTIMP
FOTO: Airliners/Mario Maia
NOTA DEL BLOG: LA foto arriba es del K-51 Peregrino, citado en el texto. Lea también las siguientes noticias relacionadas:
Empresa ya trabaja en el proyecto del sustituto del T-25 Universal
La Novaer Craft, un consorcio formado por las empresas Flight Technologies, Winnstal y Geometra, es la más nueva industria aeronáutica brasileña, creada para atender el segmento de aviación general. El primer producto de esa nueva empresa, el avión T-Xc, fue dibujado por Joseph Kovacs, el proyectista de la aeronave Tucán y del T-25 Universal, de la Embraer.
El modelo de demostración de concepto de la nueva aeronave, que tendrá una versión militar de entrenamiento primario y otra ejecutiva, ya fue testado en vuelo. El próximo paso es el desarrollo del prototipo, que será financiado con recursos de la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep). La versión militar, bautizada de T-Xc Pilgrin, está siendo hecha con el objetivo de volverse una alternativa competitiva de sustitución de la actual flota de las aeronaves T-25 Universal, utilizadas hay más de 40 años en el entrenamiento primario de los cadetes de la Academia de la Fuerza aérea Brasileña (AFA), en Pirassununga (SP).
Desarrollado en la década de 60, el T-25 ya viene mostrando problemas operacionales que limitan sus vuelos, además de la falta de piezas de reposición. La FAB tiene 87 aeronaves T-25 en su flota. En cambio, la versión civil del T-Xc, bautizada de Stardream, fue desarrollada para competir en el mercado de los utilitarios de transporte y su mayor rival es el modelo americano Cirrus SR 22, monomotor la pistão, que en 2007 vendió 700 unidades, al precio medio de US$ 600 mil cada.
En la primera fase de desarrollo de la aeronave, segundo uno de los directores de la Novaer, Luiz Paulo Junqueira, la inversión previsto es de R$ 12 millones, valor que será dividido entre la Finep y las socias de la Novaer. La segunda fase del proyecto, que es la certificación del producto y la tercera, envolviendo la industrialización propiamente dicha, deben demandar recursos totales de R$ 38 millones. Este valor, sin embargo, todavía no fue viabilizado.
Basado en el prototipo K-51 Peregrino, desarrollado por Kovács, el T-Xc, será totalmente concebido en fibra de carbono, material termoplástico mucho más ligero y resistente que el aluminio aeronáutico, además de ser indemne a la corrosión. “El peso vacío del T-25, por ejemplo, es de 1.150 kilos, mientras que el entrenador Pilgrin tendrá cerca de 870 kilos”. La aeronave volará con motor la pistão y, en el caso de la versión civil, con una altitud de 32 mil pies y la ventaja de ser pressurizado.
La Embraer no actúa en ese segmento de mercado y el único modelo de la empresa con motor la pistão es el Ipanema, empleado en la aviación agrícola. La empresa, aunque ya haya manifestado interés en aumentar la participación del material compuesto en sus aeronaves, utiliza hoy esa tecnología sobre todo en las carenagens de los jets y, en algunos casos, en las superficies de comando, que incluye los flaps y aileron.
“Los nuevos modelos de la Boeing (787) y Airbus (A.350) tiene aproximadamente 70% de material compuesto. La principal ventaja de ese material es que él permite un coste operacional más bajo para la aeronave, porque es más ligero y consume menos combustible”. Otro proyecto desarrollado por la Geometra en el área de material compuesto ya cuenta inclusive con recursos subvencionados por la Finep. Se trata de una rueda aeronáutica hecha en fibra de carbono, que alivia en 30% el peso de la rueda de la aeronave. El proyecto está valorado en R$ 1,4 millón y la Finep financió 60% de ese valor.
La versión civil Stardream, también tendrá en el mercado un competidor italiano, con el modelo SF 260, producido por la Aermacchi y por el alemán Grob. “El avión italiano, a pesar de haber sido modernizado recientemente, fue concebido en la década de 60. El alemán es un poco más moderno, pero también ya está hay más de 20 años en operación”, dijo. Otra ventaja del modelo brasileño, según Nei Brasil, director de la Flight Technologies, es que él tiene un riesgo tecnológico bajo debido al hecho de su performance ya haber sido comprobada en vuelo. “Vamos a emplear la misma aerodinámica y los mismos conceptos de vuelo. No estamos partiendo del cero”.
La Novaer todavía no definió el precio del nuevo avión, pero, según Junqueira, debe practicar una política con valor hasta 10% más barata en relación al que se cobra en el mercado. Un avión en esa categoría cuesta alrededor de US$ 550 mil.
Según Junqueira, la Novaer va a rellenar un vacuo que existe hoy en mercado de aviación general en Brasil. Además de Embraer - empresa de grande porte -, las únicas industrias fabricantes de aeronaves brasileñas son la Helibrás (helicópteros) y la gaucha Aeromot (planeador y motoplanador). “La creación de la Novaer viabiliza otra cadena aeronáutica en el país, con nuevas opciones de abastecimiento, lo que contribuye para la manutención de las industrias del sector, hoy altamente dependientes de la Embraer”.
En la estructura organizacional de la Novaer, cada empresa consorciada tendrá una función estratégica. En el proyecto del T-XcC, por ejemplo, la Winnstall quedará responsable por toda la parte de fabricación, incluyendo montaje y ferramental; la Geometra hará el proyecto de ingeniería de los nuevos aviones, la gestión y lo proceso de certificación de las aeronaves. La Flight Technologies desarrolla una nueva generación de instrumentos de vuelo para el T-Xc, con displays integrados a varios sistemas aviônicos. Creada hace tres años, esta empresa es la única 100% brasileña en el área de aviônicos integrados (sistemas eletroeletrônicos utilizados para el control de la aeronave).
Además de Flight, la Aeroeletrônica, de Porto Alegre, también actúa en el área de aviônicos, pero es controlada por capital israelí y actualmente suministra el programa de modernización de casi todas los jets de la FAB. La Flight, según Nei Brasil, tiene la alemana Becker Avionics como compañera comercial en el exterior y fornecedora de componentes de los sistemas de radios de navegación y comunicación del T-Xc. Becker factura US$ 80 millones y actúa hace 50 años en ese mercado.
FUENTE: Valor Económico, vía NOTIMP
FOTO: Airliners/Mario Maia
NOTA DEL BLOG: LA foto arriba es del K-51 Peregrino, citado en el texto. Lea también las siguientes noticias relacionadas: