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Mensaje: <blockquote data-quote="CHACAL" data-source="post: 1313912" data-attributes="member: 232">Me extraña araña!!!!!!!!! el A-501 estuvo desplegado en en la BAM Santa Cruz, luciendo un esquema en verde y un marrón anaranjado, muy feo por cierto. la última vez que lo vi así estaba en LMAASA, y nadie me supo decir que hacía allí, y poco después apareció con el esquema aeronaval.Para más datos, de los Pucará desplegados al sur, fue el último en regresar a Reconquista, por lo que copio el relato del Vcom (R) Tadeo Russo, extraído del libro "Pucará, 30 años en servicio 1975-2005" de Avialatina:“Un largo camino a casa....”                                                 Cuando terminó la guerra, estaba en la BAM Santa Cruz, no recuerdo porque fui el último que quedé, y tuve que volver en el A-501, junto al Cabo Principal Salinas.Ya estaba nevando cuando despegamos de Santa Cruz, de ahí fuimos a Comodoro Rivadavia y como no andaban los equipos de comunicación salvo una radio, con el actual Com. Ortiz lo empezamos a revisar, y dijimos “bueno, le cambiamos el equipo”, pero los equipos no eran compatibles con el de los demás. Tampoco andaba el ADF, el VOR ni la calefacción. Lo que pasaba era que el 501 originalmente había sido pensado como prototipo, por lo que difería en varios sistemas con los demás, lo que también complicaba el mantenimiento de los mismos. ¡Nosotros queríamos que lo manden a las islas para que se quede y no vuelva!Como hacía mucho frío, y los mecánicos que había allí no conocían este sistema de calefacción, llegamos a la conclusión de que la única forma de irnos era cerrando la cabina y poniéndole cinta para que no entre aire, porque tampoco se inflaba el burlete para el sellado del habitáculo, todas las entradas por más chiquitas que eran las tapamos con cinta y despegamos para un vuelo todo visual, y recuerdo el consejo de Ortiz, “cuando pases Buenos Aires, buscá el río a la izquierda que es el Paraná, y andá remontándolo que vas a llegar”. Por Bahía Blanca, empezó Salinas que no aguantaba más el frío, que no podía más, y yo le pedía que aguante porque sino no llegábamos más, y queríamos ir directo a Reconquista. Cerca de Rosario entramos en duda acerca de cuanto combustible quedaba, ya que tampoco andaban los indicadores de combustible, por lo que no sabíamos si habían trasvasado los tanques. Salinas ya no daba más, se había descalzado y se masajeaba los pies ya que no los sentía, cosa que me preocupaba. La humedad dentro del avión se había trasformado en hielo, pese a que no veníamos muy alto ( unos doce o quince mil pies) pero el día era muy frío y húmedo. Aterrizamos en Paraná, hicimos combustible, sin desatarme siquiera y aunque el tanque al final había trasvasado, pedimos que nos carguen, sin llegar a detener los motores por miedo de que no arranquen más, despegamos y a la mitad de la pista ya estábamos virando, pasamos sobre la plataforma y nos fuimos. Llegamos a Reconquista a la tarde y ¡no había NADIE!, el único que me recibió fue el My. De Martini. Me dieron dos o tres días de licencia y a trabajar de nuevo, ¡para que no me sintiera mal!.</blockquote>

Verificación: Libertador de Argentina