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<blockquote data-quote="TORDO79" data-source="post: 1533499" data-attributes="member: 3802"><p><strong>Continúa....</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>"...El Combate de Pueblo Viejo</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>El 10 de febrero, cuando ya había pasado las primeras veinticuatro horas del Operativo, el ERP hizo conocer, mediante volantes distribuidos en forma clandestina, su posición respecto del mismo y de la manera en que se desarrollaban los acontecimientos (4). En los dos comunicados, como se aprecia, el Ejército Revolucionario del Pueblo no solo apela a la molestia que supone para el conscripto hacer el servicio militar más allá de los plazos prestablecidos, sino que pone en tela de juicio la valentía de nuestros oficiales, tratando de crear en las madres y padres de los soldados una preocupación natural, y en la ciudadanía un clima de odio o, por lo menos, de animosidad contra las Fuerzas Armadas. Al margen de los argumentos efectistas y hasta pueriles -pues en última instancia a los soldados de la Vta. brigada no les preocupaba permanecer bajo bandera sabiendo que defenderían a la Patria con las armas en la mano-, el marxismo creía, verdaderamente, en la cobardía de los oficiales y suboficiales del Ejército Argentino. Esta afirmación no la hago basándome en los panfletos transcriptos, ya que en ellos debía mentirse casi necesariamente - la propaganda de guerra importa un buen grado de retórica, la cual, generalmente, no responde a la realidad de las cosas-, sino basándome en los documentos internos capturados al oponente en allanamientos y campamentos del monte. Santucho y su Estado Mayor sostenía la teoría del "Talón de Aquiles", es decir que el "Operativo" fracasaría debido a dos razones:</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>1) La ineficiencia e incapacidad de la tropa compuesta por conscriptos y</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>2) la incapacidad de los oficiales, quienes, según Santucho, no se atrevían a arrastrar al soldado al monte sino a empujarlos desde atrás, con pistola en la nuca.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>Cuatro días después de haber repartido estos panfletos, en el Río Pueblo Viejo comenzaría a comprobarse hasta donde el trotzkismo se había equivocado en su plan previo, en su evaluación de Fuerzas legales, indispensable para el éxito de una campaña militar.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong></strong></p><p><u><strong>Relato</strong></u></p><p><strong></strong></p><p><strong>Al iniciarse el OPERATIVO INDEPENDENCIA la fuerza de tarea "Chani", luego llamada FT Capitán CACERES, instaló su Base de Operaciones en la Escuela de LOS SOSA. Dicha FT estaba integrada por dos Equipos de combate formados por personal de RIM 20 y GAM 5 respectivamente. La primera actividad a la que se vió abocada fué la obtención de información fidedigna y el control de los pobladores de la zona.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>La información base era escasa. Se sabía que el 02Nov74, un grupo de guerrilleros había efectuado un desfile militar en Los SOSA e izado la bandera del ERP en la Escuela, aprovechando la inexistencia del control policial.</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>A pesar de que este hecho era conocido por la totalidad de los pobladores, los mismos, al ser interrogados, afirmaban "No recordar", "no estar bien seguros", o "no conocer en detalles lo sucedido". En realidad tenían temor de dar información. No se sentían protegidos por el EJERCITO y creían que el operativo duraría poco tiempo, dejándolo desamaparado ante las futuras represalias.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>Sin embargo, los sistemáticos interrogatorios fueron dando una idea de la situación del enemigo. En primer lugar se llegó a la certeza de que los efectivos armados eran superiores a lo pensado y el aparato logístico mucho mayor aún. Se comenzó un censo que dió lugar a la confección de un mapa que incluia todas las viviendas y el nombre de sus respectivas familias.</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>Existían numerosos almacenes pequeños, algunos solo llegaban a ser insignificantes depósitos de víveres que los pobladores tenían como un medio de recurso más, y que las bandas irregulares marxistas utilizaban para proveerse pagando a buen precio lo que llevaban.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>Se sacaron inventarios de las existencias efectuándose controles cada 2 días y prohibiéndose las ventas al por mayor o fuera de las horas de luz. La mercadería más controlada por la FT, eran los comestibles enlatados y el calzado (alpargatas). A los pocos días se vió la necesidad de extender su zona de control ordenándose al Equipo de Combate del GAM 5, que efectuara un reconocimiento para la posterior instalación de una BO (Base Operativa). Para el reconocimiento se eligió la zona del RIO PUEBLO VIEJO, FINCA SARMIENTO, LA FLORIDA y alrededores, denominada "ZONA CALIENTE", pues se tenía la seguridad -debida a los informes de inteligencia- que los delincuentes subversivos se desplazaban por ella periódicamente.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>El pueblo había sido dividido en sectores teniendo cada oficial uno de éllos para su control. En dicho trabajo, los almacenes eran controlados a diario, pero quedaban todavía muchos que, mas alejados, podían seguir proveyendo a los miembros de la Compañía del Monte. El día anterior al Combate de Pueblo Viejo, se recibe de unos pobladores la información de que se han visto carpas entre el camino que va al dique y el Río Pueblo Viejo, en proximidades a la línea de alta tensión que del dique corre en dirección general NO-SE. De ser cierto, esto confirmaba un informe emanado de la Policía Federal en el año 74 sobre un probable camino utilizado por las bandas para sus desplazamientos. La información podía ser correcta, teniendo en cuenta que la línea de alta tensión proporciona un inmejorable objeto de referencia para marchas nocturnas directas y a cubierto.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>Pero partiendo del principio de que no hay mejor seguridad que la movilidad, el campamento guerrillero no iba a permanecer estacionado por mucho tiempo. Se envió entonces con toda rapidez a una patrulla, llevando como hombre guía a un poblador con uniforme de combate y casco para que no pudiese ser identificado.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>Se efectuó un cerco-rastrillaje que duró unas horas pero los resultados fueron negativos. El informe en cuanto al lugar no había sido muy preciso y la premura del tiempo no dió lugar a mayores detalles.</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>La FT, que pertenecía a Unidades de montaña y que hacía pocos días que se encontraba en el monte, contó a su favor con la gran capacidad de adaptación de nuestros soldados. Poco a poco los desplazamientos se efectuaban en mayor silencio, las fraciones se acostumbraban a las órdenes visuales aceleradamente y el fusil permanecía en las manos del hombre las 24 horas del día.</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>Durante el período de crepúsculo vespertino y matutino, la base se mantenía en alistamiento inmediato, suspendiéndose los movimientos y la entrada o salida de cualquier personal o vehículo. Las enseñanzas de la instrucción individual se iban recalcando diariamente con la práctica, de esta manera se acentuaba la confianza y la convicción de que se vivía una verdadera guerra. Los toldos de los vehículos fueron sacados, los jefes de facción nunca viajaban en la cabina y el casco, tan molesto a veces, se lo mantenía colocado constantemente. La seguridad iba adquiriendo la importancia que la situación imponía.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>El 14 de febrero a la mañana, un équipo de Combate inicia la marcha vehicular hacia la zona de reconocimiento. Se desplazó hacia Monteros y desde esa localidad por la ruta 38 hacia el sur hasta cruzar el Río Pueblo Viejo para tomar luego la dirección E-O a la Florida hasta que se acababa el camino. De allí en más fue a pie, llevándose como hombre guía a un poblador. El orden de marcha era el siguiente: Primero la punta de infantería al mando del Tte. R. con el guía, y como hombre punta el Cabo 1ro. O., a continuación el Grupo Comando con su Jefe el Cap. J. y el Tte 1ro. C. (Oficial Comando que lo asesoraba en las operaciones de monte). Próximo a ello, el My. B. segundo Jefe de las Fuerzas de Tarea, atrás, la primera Sección del Subteniente M.S. y luego la 2da. del Subteniente A.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>A mediodía, se hace un alto racional. Se envían patrullas a los 360° y hasta unos 200 metros del lugar para asegurar la inexistencia de enemigos. Mientras esta actividad se cumplió los hombres racionaron en parejas por turnos.</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>Una hora después se enterraron las latas y los desperdicios, se revisa el lugar y se prosigue la marcha. Los últimos soldados llevaban ramas para borrar las huellas. Este procedimiento no es totalmente eficaz; la lluvia del día anterior había dejado un suelo blando donde las pisadas quedaban muy marcadas, pero al menos se ocultaba el número de los efectivos haciendo inclusive dificultoso el seguimiento del rastro que pudiera determinar el lugar hacia donde marchaba la patrulla.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>A medida que se avanzaba notaron los hombres de la patrulla que no había revoloteos precipitados de pájaros. Esto se debía a lo silencioso del desplazamiento. La presencia de Equipo de Combate, por lo tanto, sólo podía ser detectado visualmente. Ciertos conocimientos básicos de instrucción se habían cimentado.</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>A las 1600 horas aproximadamente, se alcanzan las compuertas del Río Pueblo Viejo haciéndose otro alto de marcha. En los 15 minutos de descanso los jefes de fracción controlaron la seguridad y el grupo comando fijó su ubicación geográfica en la carta.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>El baqueano, un hombre de unos 50 años, le hizo conocer al Jefe que estaba cansado y quería regresar. No se le prestó atención a su pedido pero como más al Oeste no era necesario patrullar se decidió regresar por una senda distinta, que corría paralela al río.</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>Es fácil que ante un esfuerzo considerable el cansancio condicione las medidas a adoptar. Se elige un camino diferente para evitar cualquier emboscada que el enemigo pudiera montar sobre la senda de ida, esperando el regreso de la patrulla, pero reiniciada la marcha, se descubrieron huellas frescas en la senda. El guía afirmaba que quien las hizo estaba a una hora o minutos del Equipo de Combate. Más tarde se comprobó que no pertenecían al enemigo con el cual se combatió, pero sirvió para aumentar el celo y la atención.</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>Aproximadamente a las 17 hs., el Cabo 1ro. O. tomó por una senda paralela que corre a metros del camino original. Como jefe de la punta el Tte. R envía atrás al soldado que lo precedía para su relevo, quedando entonces por esta circunstancia como primer hombre. Así marchaba, cuando R. advierte a 20 metros al frente a un guerrillero de pie sobre senda. De inmediato abrió un nutrido fuego, obligándolo a esconderse porque avanzaba sin dejar de tirar, sobre los matorrales a la altura de un hombre cuerpo a tierra tratando de eliminarlo. Con toda seguridad sobrepasó a alguien que lo batió. De repente sintió un fuerte golpe y dolor en la espalda y cayó perdiendo el fusil y sin poder mover las piernas.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>Se produjo una pausa; ambos bandos a cubierto, no tenía una noción de lo que sucedía con certeza. Los disparos arreciaron nuevamente. Desprotegido, R. le grita al Tte. 1ro. C. que estaba herido. Este abandonó su posición y se lanzó a la carrera hasta donde estaba R.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>Echado a su lado, preparó su Itaka y trató de tranquilizar al herido "quedate tranquilo, te voy a sacar". Esas fueron sus últimas palabras. Inmediatamente abrieron fuego los guerrilleros y C. quedó inmóvil. R. levantó la vista y se encontró con un guerrillero a 10 metros, que lo observaba. No lo remata por no delatar su posición u otra causa.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>En tanto, O, alertando al My. B., sobre la proximidad de un subversivo, cayó herido en la espalda. Quien lo hizo trató de rematarlo pero se le trabó el arma y volvió a su posición a solucionar el desperfecto. El Cabo 1ro. con su brazo útil apoyó el fusil en el suelo y apuntó a lo único que veía, un casquete. Cuando la cabeza se asomó abrió el fuego dándole en la frente. M.S., a su vez, se adelantó hasta el jefe del equipo del Combate. Este le ordenó que abriera fuego sobre la segunda orilla donde se divisaban movimientos enemigos. El subteniente A. y un grupo de hombres comenzó un movimiento envolvente por la derecha. Cuando intentaba saltar le abrieron fuego, hiriéndolo en la cara y en el cuello con una Itaka. Sin embargo se volvió a levantar pudiendo efectuar disparos certeros y así siguió avanzando.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>A pesar de que era dificultoso observar los blancos, el volúmen del fuego se hizo más intenso. R., herido, tardó unos minutos en sacar la chaveta de su granada y ya no tenía otra alternativa que deshacerse de ella en la primera oportunidad. Por suerte, el enemigo que tenía en frente comenzó a arrastrarse sin mirar hacia su sector. Arrojó la granada y tiró el casco sobre su cara todo lo que pudo. Sintió a la explosión y el simbrón de la tierra. Cuando levantó la vista, la brisa disipaba un humo negro descubriendo un cuerpo tirado en una posición extraña, como desarticulado. Fué llevado a un lugar de reunión de heridos; el combate continuaba con el fuego de la Sección M.S. hacia la segunda orilla. La resistencia subversiva en la margen del Tte. R. había cesado. En ese momento llegaron 2 helicópteros que fueron recibidos a balazos. Dieron una vuelta y regresaron atacando con todas sus armas. Escuchamos el ruido característico de los cohetes y a continuación las explosiones. J., haciendo malabarismos para ordenar, controlar y establecer contacto radial con los helicópteros llegó hasta donde se hallaba R. quien le dijo que ya no aguantaba más que lo sacaban por aire, o no lo sacaban más. J., ordenó que pusieran a R. boca abajo sobre un poncho impermeable y tres soldados le llevaron a 200 metros río arriba al punto de rescate. En el Pueblo Viejo, la Sección del Subteniente MS., cruzó el río crecido. Varios soldados fueron arrastrados por la correntada pero volvieron a reunirse aunque perdiendo un FAP. Imposibilitados de tomar contacto nuevamente con el enemigo, no hubo persecución, por lo que el Equipo de Combate inició la reorganización para regresar a la base. La marcha con las últimas luces continuó luego, de noche. En cierto momento se escucharon movimientos reiterados sobre flanco derecho. Se abrió un nutrido fuego con todas las armas. Pareció que algo más pesado que una rama caía al suelo, pero la situación no permitía hacer un rastrillaje nocturno. La patrulla continuó entonces avanzando sin otra novedad.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>Así terminó el combate de Pueblo Viejo. Las bajas de propia tropa fueron: un oficial muerto y dos oficiales y un suboficial herido. El enemigo en su revista de propaganda acusó dos muertos, en poder de propia tropa y cuatro desaparecidos; de estos últimos, uno es el que fue abatido en el río y los otros tres, probablemente desertaron o heridos murieron alejados de su gente.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>El combate se produjo al sur de la zona de acción de la Brigada, confirmando las directivas que tenía la compañía de Monte de dejar pequeños grupos de distracción en la faja donde operaban los efectivos de propia tropa, llevando el grueso a la periferia para de esa manera accionar cuando la oportunidad lo permitiera, a la vez que se mantenían a resguardo las eventuales bases de operaciones.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>El Comando de la Brigada quedó alertado de esta intención por lo que inmediatamente comenzaron a operar patrullas en la zona de la Florida.-</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>El ERP, en comunicados internos (5), se vanaglorió de obtener un importante triunfo contra las tropas de la Vta Br I, pero en realidad había quedado demostrado que el valor de nuestros oficiales y su capacidad de lucha estaba fuera de duda. Además, el oponente -que no pudo distribuir sus panfletos en Tucumán, debido al cerco represivo, sino en Rosario- perdió en Pueblo Viejo a tres de sus efectivos, dejando en su vertiginosa retirada, importantes documentos de inteligencia. El 14 de febrero de 1975, el Ejército Argentino, volvía a enfrentar, después de casi cien años de paz, a un enemigo de la Patria: el más peligroso, si bien se lo juzga, ya que el marxismo ponía en tela de juicio las raíces fundacionales de nuestra cultura, además de nuestra independencia...."</strong></p><p><strong></strong></p><p><strong>Continuará...</strong></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="TORDO79, post: 1533499, member: 3802"] [B]Continúa.... "...El Combate de Pueblo Viejo El 10 de febrero, cuando ya había pasado las primeras veinticuatro horas del Operativo, el ERP hizo conocer, mediante volantes distribuidos en forma clandestina, su posición respecto del mismo y de la manera en que se desarrollaban los acontecimientos (4). En los dos comunicados, como se aprecia, el Ejército Revolucionario del Pueblo no solo apela a la molestia que supone para el conscripto hacer el servicio militar más allá de los plazos prestablecidos, sino que pone en tela de juicio la valentía de nuestros oficiales, tratando de crear en las madres y padres de los soldados una preocupación natural, y en la ciudadanía un clima de odio o, por lo menos, de animosidad contra las Fuerzas Armadas. Al margen de los argumentos efectistas y hasta pueriles -pues en última instancia a los soldados de la Vta. brigada no les preocupaba permanecer bajo bandera sabiendo que defenderían a la Patria con las armas en la mano-, el marxismo creía, verdaderamente, en la cobardía de los oficiales y suboficiales del Ejército Argentino. Esta afirmación no la hago basándome en los panfletos transcriptos, ya que en ellos debía mentirse casi necesariamente - la propaganda de guerra importa un buen grado de retórica, la cual, generalmente, no responde a la realidad de las cosas-, sino basándome en los documentos internos capturados al oponente en allanamientos y campamentos del monte. Santucho y su Estado Mayor sostenía la teoría del "Talón de Aquiles", es decir que el "Operativo" fracasaría debido a dos razones: 1) La ineficiencia e incapacidad de la tropa compuesta por conscriptos y 2) la incapacidad de los oficiales, quienes, según Santucho, no se atrevían a arrastrar al soldado al monte sino a empujarlos desde atrás, con pistola en la nuca.- Cuatro días después de haber repartido estos panfletos, en el Río Pueblo Viejo comenzaría a comprobarse hasta donde el trotzkismo se había equivocado en su plan previo, en su evaluación de Fuerzas legales, indispensable para el éxito de una campaña militar.- [/B] [U][B]Relato[/B][/U] [B] Al iniciarse el OPERATIVO INDEPENDENCIA la fuerza de tarea "Chani", luego llamada FT Capitán CACERES, instaló su Base de Operaciones en la Escuela de LOS SOSA. Dicha FT estaba integrada por dos Equipos de combate formados por personal de RIM 20 y GAM 5 respectivamente. La primera actividad a la que se vió abocada fué la obtención de información fidedigna y el control de los pobladores de la zona.- La información base era escasa. Se sabía que el 02Nov74, un grupo de guerrilleros había efectuado un desfile militar en Los SOSA e izado la bandera del ERP en la Escuela, aprovechando la inexistencia del control policial. A pesar de que este hecho era conocido por la totalidad de los pobladores, los mismos, al ser interrogados, afirmaban "No recordar", "no estar bien seguros", o "no conocer en detalles lo sucedido". En realidad tenían temor de dar información. No se sentían protegidos por el EJERCITO y creían que el operativo duraría poco tiempo, dejándolo desamaparado ante las futuras represalias.- Sin embargo, los sistemáticos interrogatorios fueron dando una idea de la situación del enemigo. En primer lugar se llegó a la certeza de que los efectivos armados eran superiores a lo pensado y el aparato logístico mucho mayor aún. Se comenzó un censo que dió lugar a la confección de un mapa que incluia todas las viviendas y el nombre de sus respectivas familias. Existían numerosos almacenes pequeños, algunos solo llegaban a ser insignificantes depósitos de víveres que los pobladores tenían como un medio de recurso más, y que las bandas irregulares marxistas utilizaban para proveerse pagando a buen precio lo que llevaban.- Se sacaron inventarios de las existencias efectuándose controles cada 2 días y prohibiéndose las ventas al por mayor o fuera de las horas de luz. La mercadería más controlada por la FT, eran los comestibles enlatados y el calzado (alpargatas). A los pocos días se vió la necesidad de extender su zona de control ordenándose al Equipo de Combate del GAM 5, que efectuara un reconocimiento para la posterior instalación de una BO (Base Operativa). Para el reconocimiento se eligió la zona del RIO PUEBLO VIEJO, FINCA SARMIENTO, LA FLORIDA y alrededores, denominada "ZONA CALIENTE", pues se tenía la seguridad -debida a los informes de inteligencia- que los delincuentes subversivos se desplazaban por ella periódicamente.- El pueblo había sido dividido en sectores teniendo cada oficial uno de éllos para su control. En dicho trabajo, los almacenes eran controlados a diario, pero quedaban todavía muchos que, mas alejados, podían seguir proveyendo a los miembros de la Compañía del Monte. El día anterior al Combate de Pueblo Viejo, se recibe de unos pobladores la información de que se han visto carpas entre el camino que va al dique y el Río Pueblo Viejo, en proximidades a la línea de alta tensión que del dique corre en dirección general NO-SE. De ser cierto, esto confirmaba un informe emanado de la Policía Federal en el año 74 sobre un probable camino utilizado por las bandas para sus desplazamientos. La información podía ser correcta, teniendo en cuenta que la línea de alta tensión proporciona un inmejorable objeto de referencia para marchas nocturnas directas y a cubierto.- Pero partiendo del principio de que no hay mejor seguridad que la movilidad, el campamento guerrillero no iba a permanecer estacionado por mucho tiempo. Se envió entonces con toda rapidez a una patrulla, llevando como hombre guía a un poblador con uniforme de combate y casco para que no pudiese ser identificado.- Se efectuó un cerco-rastrillaje que duró unas horas pero los resultados fueron negativos. El informe en cuanto al lugar no había sido muy preciso y la premura del tiempo no dió lugar a mayores detalles. La FT, que pertenecía a Unidades de montaña y que hacía pocos días que se encontraba en el monte, contó a su favor con la gran capacidad de adaptación de nuestros soldados. Poco a poco los desplazamientos se efectuaban en mayor silencio, las fraciones se acostumbraban a las órdenes visuales aceleradamente y el fusil permanecía en las manos del hombre las 24 horas del día. Durante el período de crepúsculo vespertino y matutino, la base se mantenía en alistamiento inmediato, suspendiéndose los movimientos y la entrada o salida de cualquier personal o vehículo. Las enseñanzas de la instrucción individual se iban recalcando diariamente con la práctica, de esta manera se acentuaba la confianza y la convicción de que se vivía una verdadera guerra. Los toldos de los vehículos fueron sacados, los jefes de facción nunca viajaban en la cabina y el casco, tan molesto a veces, se lo mantenía colocado constantemente. La seguridad iba adquiriendo la importancia que la situación imponía.- El 14 de febrero a la mañana, un équipo de Combate inicia la marcha vehicular hacia la zona de reconocimiento. Se desplazó hacia Monteros y desde esa localidad por la ruta 38 hacia el sur hasta cruzar el Río Pueblo Viejo para tomar luego la dirección E-O a la Florida hasta que se acababa el camino. De allí en más fue a pie, llevándose como hombre guía a un poblador. El orden de marcha era el siguiente: Primero la punta de infantería al mando del Tte. R. con el guía, y como hombre punta el Cabo 1ro. O., a continuación el Grupo Comando con su Jefe el Cap. J. y el Tte 1ro. C. (Oficial Comando que lo asesoraba en las operaciones de monte). Próximo a ello, el My. B. segundo Jefe de las Fuerzas de Tarea, atrás, la primera Sección del Subteniente M.S. y luego la 2da. del Subteniente A.- A mediodía, se hace un alto racional. Se envían patrullas a los 360° y hasta unos 200 metros del lugar para asegurar la inexistencia de enemigos. Mientras esta actividad se cumplió los hombres racionaron en parejas por turnos. Una hora después se enterraron las latas y los desperdicios, se revisa el lugar y se prosigue la marcha. Los últimos soldados llevaban ramas para borrar las huellas. Este procedimiento no es totalmente eficaz; la lluvia del día anterior había dejado un suelo blando donde las pisadas quedaban muy marcadas, pero al menos se ocultaba el número de los efectivos haciendo inclusive dificultoso el seguimiento del rastro que pudiera determinar el lugar hacia donde marchaba la patrulla.- A medida que se avanzaba notaron los hombres de la patrulla que no había revoloteos precipitados de pájaros. Esto se debía a lo silencioso del desplazamiento. La presencia de Equipo de Combate, por lo tanto, sólo podía ser detectado visualmente. Ciertos conocimientos básicos de instrucción se habían cimentado. A las 1600 horas aproximadamente, se alcanzan las compuertas del Río Pueblo Viejo haciéndose otro alto de marcha. En los 15 minutos de descanso los jefes de fracción controlaron la seguridad y el grupo comando fijó su ubicación geográfica en la carta.- El baqueano, un hombre de unos 50 años, le hizo conocer al Jefe que estaba cansado y quería regresar. No se le prestó atención a su pedido pero como más al Oeste no era necesario patrullar se decidió regresar por una senda distinta, que corría paralela al río. Es fácil que ante un esfuerzo considerable el cansancio condicione las medidas a adoptar. Se elige un camino diferente para evitar cualquier emboscada que el enemigo pudiera montar sobre la senda de ida, esperando el regreso de la patrulla, pero reiniciada la marcha, se descubrieron huellas frescas en la senda. El guía afirmaba que quien las hizo estaba a una hora o minutos del Equipo de Combate. Más tarde se comprobó que no pertenecían al enemigo con el cual se combatió, pero sirvió para aumentar el celo y la atención. Aproximadamente a las 17 hs., el Cabo 1ro. O. tomó por una senda paralela que corre a metros del camino original. Como jefe de la punta el Tte. R envía atrás al soldado que lo precedía para su relevo, quedando entonces por esta circunstancia como primer hombre. Así marchaba, cuando R. advierte a 20 metros al frente a un guerrillero de pie sobre senda. De inmediato abrió un nutrido fuego, obligándolo a esconderse porque avanzaba sin dejar de tirar, sobre los matorrales a la altura de un hombre cuerpo a tierra tratando de eliminarlo. Con toda seguridad sobrepasó a alguien que lo batió. De repente sintió un fuerte golpe y dolor en la espalda y cayó perdiendo el fusil y sin poder mover las piernas.- Se produjo una pausa; ambos bandos a cubierto, no tenía una noción de lo que sucedía con certeza. Los disparos arreciaron nuevamente. Desprotegido, R. le grita al Tte. 1ro. C. que estaba herido. Este abandonó su posición y se lanzó a la carrera hasta donde estaba R.- Echado a su lado, preparó su Itaka y trató de tranquilizar al herido "quedate tranquilo, te voy a sacar". Esas fueron sus últimas palabras. Inmediatamente abrieron fuego los guerrilleros y C. quedó inmóvil. R. levantó la vista y se encontró con un guerrillero a 10 metros, que lo observaba. No lo remata por no delatar su posición u otra causa.- En tanto, O, alertando al My. B., sobre la proximidad de un subversivo, cayó herido en la espalda. Quien lo hizo trató de rematarlo pero se le trabó el arma y volvió a su posición a solucionar el desperfecto. El Cabo 1ro. con su brazo útil apoyó el fusil en el suelo y apuntó a lo único que veía, un casquete. Cuando la cabeza se asomó abrió el fuego dándole en la frente. M.S., a su vez, se adelantó hasta el jefe del equipo del Combate. Este le ordenó que abriera fuego sobre la segunda orilla donde se divisaban movimientos enemigos. El subteniente A. y un grupo de hombres comenzó un movimiento envolvente por la derecha. Cuando intentaba saltar le abrieron fuego, hiriéndolo en la cara y en el cuello con una Itaka. Sin embargo se volvió a levantar pudiendo efectuar disparos certeros y así siguió avanzando.- A pesar de que era dificultoso observar los blancos, el volúmen del fuego se hizo más intenso. R., herido, tardó unos minutos en sacar la chaveta de su granada y ya no tenía otra alternativa que deshacerse de ella en la primera oportunidad. Por suerte, el enemigo que tenía en frente comenzó a arrastrarse sin mirar hacia su sector. Arrojó la granada y tiró el casco sobre su cara todo lo que pudo. Sintió a la explosión y el simbrón de la tierra. Cuando levantó la vista, la brisa disipaba un humo negro descubriendo un cuerpo tirado en una posición extraña, como desarticulado. Fué llevado a un lugar de reunión de heridos; el combate continuaba con el fuego de la Sección M.S. hacia la segunda orilla. La resistencia subversiva en la margen del Tte. R. había cesado. En ese momento llegaron 2 helicópteros que fueron recibidos a balazos. Dieron una vuelta y regresaron atacando con todas sus armas. Escuchamos el ruido característico de los cohetes y a continuación las explosiones. J., haciendo malabarismos para ordenar, controlar y establecer contacto radial con los helicópteros llegó hasta donde se hallaba R. quien le dijo que ya no aguantaba más que lo sacaban por aire, o no lo sacaban más. J., ordenó que pusieran a R. boca abajo sobre un poncho impermeable y tres soldados le llevaron a 200 metros río arriba al punto de rescate. En el Pueblo Viejo, la Sección del Subteniente MS., cruzó el río crecido. Varios soldados fueron arrastrados por la correntada pero volvieron a reunirse aunque perdiendo un FAP. Imposibilitados de tomar contacto nuevamente con el enemigo, no hubo persecución, por lo que el Equipo de Combate inició la reorganización para regresar a la base. La marcha con las últimas luces continuó luego, de noche. En cierto momento se escucharon movimientos reiterados sobre flanco derecho. Se abrió un nutrido fuego con todas las armas. Pareció que algo más pesado que una rama caía al suelo, pero la situación no permitía hacer un rastrillaje nocturno. La patrulla continuó entonces avanzando sin otra novedad.- Así terminó el combate de Pueblo Viejo. Las bajas de propia tropa fueron: un oficial muerto y dos oficiales y un suboficial herido. El enemigo en su revista de propaganda acusó dos muertos, en poder de propia tropa y cuatro desaparecidos; de estos últimos, uno es el que fue abatido en el río y los otros tres, probablemente desertaron o heridos murieron alejados de su gente.- El combate se produjo al sur de la zona de acción de la Brigada, confirmando las directivas que tenía la compañía de Monte de dejar pequeños grupos de distracción en la faja donde operaban los efectivos de propia tropa, llevando el grueso a la periferia para de esa manera accionar cuando la oportunidad lo permitiera, a la vez que se mantenían a resguardo las eventuales bases de operaciones.- El Comando de la Brigada quedó alertado de esta intención por lo que inmediatamente comenzaron a operar patrullas en la zona de la Florida.- El ERP, en comunicados internos (5), se vanaglorió de obtener un importante triunfo contra las tropas de la Vta Br I, pero en realidad había quedado demostrado que el valor de nuestros oficiales y su capacidad de lucha estaba fuera de duda. Además, el oponente -que no pudo distribuir sus panfletos en Tucumán, debido al cerco represivo, sino en Rosario- perdió en Pueblo Viejo a tres de sus efectivos, dejando en su vertiginosa retirada, importantes documentos de inteligencia. El 14 de febrero de 1975, el Ejército Argentino, volvía a enfrentar, después de casi cien años de paz, a un enemigo de la Patria: el más peligroso, si bien se lo juzga, ya que el marxismo ponía en tela de juicio las raíces fundacionales de nuestra cultura, además de nuestra independencia...." Continuará...[/B] [/QUOTE]
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