Derruido
Colaborador
Reestructuración de las FF.AA.
Garré cumplirá el sueño del "Pentagonito" propio
Desde marzo, las cúpulas militares estarán todas juntas
Con diez años de retraso y sin la pomposidad anunciada por Carlos Menem en noviembre de 1996, el 1° de marzo próximo el Ministerio de Defensa finalmente inaugurará en el Edificio Libertador el "Pentagonito", la versión autóctona del edificio de los Estados Unidos donde conviven todas las cúpulas militares.
A partir de esa fecha, los jefes de la Armada y de la Fuerza Aérea también tendrán sus despachos en el original edificio del Ejército, que progresivamente desde abril de 1997 fue sumando a la cartera de Defensa y al Estado Mayor Conjunto, que compartían sus funciones en instalaciones ubicadas a pocos metros.
El almirante Jorge Godoy (Armada) y el brigadier mayor Normando Costantino (Fuerza Aérea) ocuparán el quinto piso. Estarán dos pisos por encima de la oficina del teniente general Roberto Bendini (Ejército), seis pisos debajo de la ministra Garré y a ocho pisos de distancia de la jefatura del Estado Mayor Conjunto, encabezada por el brigadier general Jorge Chevalier. Pero, en definitiva, a tiro de ascensor para cualquier reunión o consulta que se requiera.
Así, al menos desde lo formal se completará la idea de la "conjuntez", que consiste en que toda la cúpula militar esté instalada en el mismo edificio, lo más cerca posible de las oficinas de la ministra, y que puedan aprovecharse al máximo los recursos presupuestarios para operar de manera combinada.
La ministra Garré firmó la resolución del traslado de las oficinas del almirante Jorge Godoy y del brigadier general Normando Costantino el 28 de diciembre último y fijó el debut del "Pentagonito" para el próximo 1° de marzo.
En el documento oficial, se argumentan razones de "racionalidad económica", de readecuación de "las estructuras orgánico-funcionales de las Fuerzas Armadas" y de "lograr eficiencia-eficacia en el eventual empleo del instrumento militar".
Sin embargo, la mudanza de los despachos de los jefes naval y aeronáutico no implicará la desactivación de los edificios Libertad y Cóndor, como sí lo preveía en los 90 el proyecto menemista.
Es más, fuentes militares pusieron énfasis en aclarar a LA NACION que el traslado de ambas jefaturas no será total ni implicará la desaparición en esas sedes de las dependencias previstas para las autoridades más importantes. Es que por aquellos días menemistas, se pensaba usar ambas estructuras para conformar la "Ciudad Judicial", que también quedó reducida a un grandilocuente anuncio político.
"Erogaciones superfluas"
"Se estima que se sumarán al Edificio Libertador una veintena de oficiales y suboficiales que comparten tareas inmediatas con los jefes, que no permanecerían allí todo el día, sino que se instalarían durante varias horas, según lo requiera la relación con la ministra", deslizó uno de los militares que por estas horas evalúa qué alcance real tendrá la mudanza.
En su resolución, Garré advirtió que "la dispersión física de los asientos" de las cúpulas militares "contribuye a efectuar erogaciones superfluas" y que "es anacrónica en un proceso de integración y articulación de los mandos", ya que "perjudica la necesaria inmediatez que requiere la conducción de los asuntos relativos a la defensa nacional en general y a la política militar en particular".
La resolución no hace referencia a cuánto costará la mudanza, pero establece que los gastos se solventarán con "fondos de las partidas presupuestarias de las subjurisdicciones afectadas".
De todos modos, se descarta que esta versión del "Pentagonito" saldrá mucho más barata que la anunciada hace una década. Es que Menem y su ministro de Defensa Jorge Domínguez hablaban de construir un edificio inteligente en lo que fue el Batallón 601 de Villa Martelli, tristemente célebre por haber sido el lugar donde el coronel Mohamed Alí Seineldín efectuó el primer levantamiento carapintada, durante la gestión de Raúl Alfonsín.
La idea de los 90 era concentrar en ese predio, de 50 hectáreas, toda la actividad militar y del Ministerio de Defensa. La inversión en instalaciones y traslados había oscilado ampliamente y sin demasiadas precisiones entre 70 millones de dólares y 390 millones de dólares, según a quién se consultase.
Los desencuentros que generó la iniciativa, en el gobierno nacional y con el jefe del Ejército de aquel momento y actual embajador en Colombia, Martín Balza, redujo el sueño del "Pentagonito" de Villa Martelli al Plan 700 [cada fuerza podía tener hasta 700 oficiales y suboficiales] en el Edificio Libertador, que tampoco se cumplió en forma total.
Del viejo sueño del "Pentagonito" queda en el señorial Edificio Libertador el casi cotidiano agradecimiento a Domínguez por la modernización de los ascensores que, para 1997, prácticamente estaban fuera de servicio y obligaban a todo el mundo a transitar infatigablemente las escaleras.
Por María Elena Polack
De la Redacción de LA NACION
Con hijos
El Ministerio de Defensa eliminó el requisito excluyente de no tener hijos para aspirar a ingresar en los establecimientos educativos militares. La decisión, que comenzará a aplicarse a partir de este año educativo, implica, además, que los estudiantes podrán tener hijos durante la permanencia en los institutos militares. Así, la cartera a cargo de Nilda Garré eliminó una restricción casi centenaria.
Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/874297
Garré cumplirá el sueño del "Pentagonito" propio
Desde marzo, las cúpulas militares estarán todas juntas
Con diez años de retraso y sin la pomposidad anunciada por Carlos Menem en noviembre de 1996, el 1° de marzo próximo el Ministerio de Defensa finalmente inaugurará en el Edificio Libertador el "Pentagonito", la versión autóctona del edificio de los Estados Unidos donde conviven todas las cúpulas militares.
A partir de esa fecha, los jefes de la Armada y de la Fuerza Aérea también tendrán sus despachos en el original edificio del Ejército, que progresivamente desde abril de 1997 fue sumando a la cartera de Defensa y al Estado Mayor Conjunto, que compartían sus funciones en instalaciones ubicadas a pocos metros.
El almirante Jorge Godoy (Armada) y el brigadier mayor Normando Costantino (Fuerza Aérea) ocuparán el quinto piso. Estarán dos pisos por encima de la oficina del teniente general Roberto Bendini (Ejército), seis pisos debajo de la ministra Garré y a ocho pisos de distancia de la jefatura del Estado Mayor Conjunto, encabezada por el brigadier general Jorge Chevalier. Pero, en definitiva, a tiro de ascensor para cualquier reunión o consulta que se requiera.
Así, al menos desde lo formal se completará la idea de la "conjuntez", que consiste en que toda la cúpula militar esté instalada en el mismo edificio, lo más cerca posible de las oficinas de la ministra, y que puedan aprovecharse al máximo los recursos presupuestarios para operar de manera combinada.
La ministra Garré firmó la resolución del traslado de las oficinas del almirante Jorge Godoy y del brigadier general Normando Costantino el 28 de diciembre último y fijó el debut del "Pentagonito" para el próximo 1° de marzo.
En el documento oficial, se argumentan razones de "racionalidad económica", de readecuación de "las estructuras orgánico-funcionales de las Fuerzas Armadas" y de "lograr eficiencia-eficacia en el eventual empleo del instrumento militar".
Sin embargo, la mudanza de los despachos de los jefes naval y aeronáutico no implicará la desactivación de los edificios Libertad y Cóndor, como sí lo preveía en los 90 el proyecto menemista.
Es más, fuentes militares pusieron énfasis en aclarar a LA NACION que el traslado de ambas jefaturas no será total ni implicará la desaparición en esas sedes de las dependencias previstas para las autoridades más importantes. Es que por aquellos días menemistas, se pensaba usar ambas estructuras para conformar la "Ciudad Judicial", que también quedó reducida a un grandilocuente anuncio político.
"Erogaciones superfluas"
"Se estima que se sumarán al Edificio Libertador una veintena de oficiales y suboficiales que comparten tareas inmediatas con los jefes, que no permanecerían allí todo el día, sino que se instalarían durante varias horas, según lo requiera la relación con la ministra", deslizó uno de los militares que por estas horas evalúa qué alcance real tendrá la mudanza.
En su resolución, Garré advirtió que "la dispersión física de los asientos" de las cúpulas militares "contribuye a efectuar erogaciones superfluas" y que "es anacrónica en un proceso de integración y articulación de los mandos", ya que "perjudica la necesaria inmediatez que requiere la conducción de los asuntos relativos a la defensa nacional en general y a la política militar en particular".
La resolución no hace referencia a cuánto costará la mudanza, pero establece que los gastos se solventarán con "fondos de las partidas presupuestarias de las subjurisdicciones afectadas".
De todos modos, se descarta que esta versión del "Pentagonito" saldrá mucho más barata que la anunciada hace una década. Es que Menem y su ministro de Defensa Jorge Domínguez hablaban de construir un edificio inteligente en lo que fue el Batallón 601 de Villa Martelli, tristemente célebre por haber sido el lugar donde el coronel Mohamed Alí Seineldín efectuó el primer levantamiento carapintada, durante la gestión de Raúl Alfonsín.
La idea de los 90 era concentrar en ese predio, de 50 hectáreas, toda la actividad militar y del Ministerio de Defensa. La inversión en instalaciones y traslados había oscilado ampliamente y sin demasiadas precisiones entre 70 millones de dólares y 390 millones de dólares, según a quién se consultase.
Los desencuentros que generó la iniciativa, en el gobierno nacional y con el jefe del Ejército de aquel momento y actual embajador en Colombia, Martín Balza, redujo el sueño del "Pentagonito" de Villa Martelli al Plan 700 [cada fuerza podía tener hasta 700 oficiales y suboficiales] en el Edificio Libertador, que tampoco se cumplió en forma total.
Del viejo sueño del "Pentagonito" queda en el señorial Edificio Libertador el casi cotidiano agradecimiento a Domínguez por la modernización de los ascensores que, para 1997, prácticamente estaban fuera de servicio y obligaban a todo el mundo a transitar infatigablemente las escaleras.
Por María Elena Polack
De la Redacción de LA NACION
Con hijos
El Ministerio de Defensa eliminó el requisito excluyente de no tener hijos para aspirar a ingresar en los establecimientos educativos militares. La decisión, que comenzará a aplicarse a partir de este año educativo, implica, además, que los estudiantes podrán tener hijos durante la permanencia en los institutos militares. Así, la cartera a cargo de Nilda Garré eliminó una restricción casi centenaria.
Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/874297