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Mensaje: <blockquote data-quote="nippur_1967" data-source="post: 791927" data-attributes="member: 1952">LA ESCUADRILLA AERONAVAL ANTISUBMARINALA ESCUADRILLA AERONAVAL ANTISUBMARINA EN EL CONFLICTO DEL ATLÁNTICO SUR.Esta Unidad de la Armada, con asiento en la Base Aeronaval Comandante Espora, estaba constituida por seis aeronaves S2-E “Tracker”; su Plana Mayor y dotación era, a comienzos del año 1982, unos setenta efectivos. Durante la última quincena del mes de marzo de ese año recalificó sus Pilotos veteranos en portaviones y calificó a los nuevos como copilotos, actividades estas normales propias de la rutina operativa de la Unidad, para esa época del año.El 29 de marzo se embarcó con cuatro aeronaves en el portaviones A.R.A “25 de  Mayo”, integrando la Fuerza de Tareas que participó en la “Operación Rosario”.  Abordo se tuvo conocimiento de la Misión a cumplir y que objetivo se procuraba. Ello sólo fue de conocimiento de Pilotos y Operadores. Comenzando a realizar vuelos de exploración de superficie, básicamente en el área al N-NE de las islas Malvinas, a partir del día 30 de marzo. El 1 de abril a la tarde se hizo pública la Misión de la Fuerza de Tareas Anfibia, ello si bien conmovió a quienes no la conocían, no alteró la rutina de la Unidad. El día 2 de abril la espesa niebla hizo anular un vuelo que debía realizarse con las primeras luces del día. Ese mismo día se alistan dos aeronaves con su Grupo de Apoyo, para destacarse a las Islas. Hecho que ocurre en la mañana del día 3 de abril, con un total de 23 hombres y el poyo de tres vuelos de helicópteros “Sea King”. Los medios humanos y materiales de la Escuadrilla permanecieron en las islas hasta el 13 de abril.Durante su presencia en las Islas esta Unidad realizó vuelos de reconocimiento de las mismas, exploración antisuperficie, apoyo a unidades que ingresaban al Área de Exclusión decretada por el gobierno Inglés, planificación de defensa antisubmarina ,etc.Las aeronaves destacadas en ese tiempo en  su base de asiento, Base Aeronaval Comandante Espora, continuaron con el alistamiento y adiestramiento, para lo cual se recibieron de pase pilotos y operadores calificados o a recalificar y se puso particular empeño en mejorar la capacidad de Guerra Electrónica de las aeronaves.Entre los días  18 y 25  de abril se embarcó nuevamente en el portaviones A.R.A. 25 de Mayo para llevar a la Unidad a un mejor grado de adiestramiento, en particular se evaluaron los nuevos Sistemas de Guerra electrónica, que permitían detectar la emisión de los radares ingleses, principalmente de las Unidades tipo 42, y se adiestraron tripulaciones para el guiado de aviones de ataque.Evaluada la futura presencia de Unidades inglesas en el área de Malvinas se conformó una Fuerza de Tareas con el portaviones A.R.A. “25 DE Mayo” y su “Grupo Aeronaval Embarcado”,constituido por aviones “Tracker S-2”, “Skyhawk A-4” y helicópteros “Sea King H-3” y unidades navales. A partir del día 29 de abril se materializaron vuelos de exploración en el sector N-NE de las Islas Malvinas.El día 30 de abril en distintos vuelos  se obtienen contactos de emisiones británicas con receptores de interceptación radioeléctrica (MAE) (es decir se conocen emisiones radioeléctricas, sin poder especificarse con precisión a que blancos pertenecían). A 20: 23 horas  se materializan en contactos radar, que no eran otra cosa que la Fuerza de Tareas británica acercándose a  las islas por el NE. A partir de entonces se realizaron vuelos en forma tal de mantener la situación antisuperficie lo más actualizada posible.En la noche del 1 de mayo, cuando se controlaba el regreso de una aeronave al portaviones, se detecta que es seguido por aeronaves desconocidas, ello hizo que se llamara a puestos de combate a toda la Fuerza de Tareas, y es a partir de entonces que se detectaron  repetidos vuelos de “Sea Harrier” británicos, los cuales llegaban hasta el alcance de los misiles de defensa aérea propios. Los Destructores A.R.A. “Hércules” y “Santísima Trinidad”, estuvieron a punto de efectuar un lanzamiento de sus misiles Sea Dart, pero las aeronaves se retiraron fuera de su distancia de lanzamiento, al advertir que habían sido enganchadas por los radares antimisiles de ambas naves. Esa noche las Fuerzas de Tareas, británica y argentina estuvieron a tan sólo 200 millas de distancia entre sí.Es así que el Comandante de la Fuerza de Tareas argentina planifica realizar un ataque con seis aviones A4Q de la “Tercera Escuadrilla Aeronaval de Ataque”. Para lo cual se prevé que un avión “Tracker” localice la FT británica, mantenga exploración en contacto y guíe el mismo. La falta de viento, algo absolutamente inusual en nuestro mar austral,  hizo poco redituable el ataque, atento a la capacidad portante de bombas de los aviones A4Q en esas condiciones meteorológicas, obligando a anular el mismo.Durante el día 3 de mayo continuaron los vuelos de exploración antisuperficie, a los que se sumaron vuelos de protección antisubmarina, dado que  el día 2 de mayo se había materializado la presencia de submarinos británicos en el área, y vuelos de búsqueda del Aviso A.R.A Sobral, a esa altura averiado seriamente por helicópteros ingleses. El día 5 de mayo, al Sur de Puerto Deseado, se realizaron dos ataques sobre contactos submarinos con torpedos, a los que se sumó un tercero el día 6, con bombas antisubmarinas.El día 10 de mayo se desembarcó  del Portaaviones y el 11 comenzó el desplazamiento de la unidad a la “Estación Aeronaval Río Gallegos” para operar desde esta, realizándose el primer vuelo de exploración desde la misma el día 13 de mayo.El alistamiento de la misma merece otra nota, se trataba de una ex-Base aeronaval desactiva  a principios de la década de los setenta. En 1982 era asiento del Batallón de Apoyo Logístico de la Infantería de Marina y la pista estaba sin mantenimiento. Con Personal de la Unidad, de  la Fuerza Aeronaval Nº 1, de la Infantería de Marina y otros, se realizaron entre otras cosas: marcado e iluminación de pista, instalación de una radioayuda, reacondicionamiento de hangar y locales, diagramado de una entrada instrumental, instalación de una torre de control y equipo abastecedor de combustible, descontaminación de la pista etc.Así fue que, principalmente, unidades aeronavales y de la P.N.A. operaron en condiciones diurnas y nocturnas hasta día 23 de junio, fecha en que la Escuadrilla volvió a su Base de asiento.  La necesidad de mantener la actividad de vuelo sostenida en todas sus facetas, con hasta 5/ 6 vuelos diarios, en particular a partir de la incorporación de dos aviones “EMB-111 Bandeirantes”sumados a los cinco “Tracker”, hizo necesaria la incorporación de Personal Militar y Civil. Este último principalmente de los Arsenales Aeronavales Nº 1 y 2, de la Base Aeronaval Punta Indio, del Taller Aeronaval Central, de la Flota de Mar, etc. Desde Río Gallegos se materializó una rutina que pretendió mantener la situación de superficie de la zona de Malvinas, operando al límite de alcance y autonomía de las aeronaves, las cuales no pocas veces llegaron con las alarmas de bajo nivel combustible y sin posibilidad de ir a una alternativa. El mantenimiento se realizaba a toda hora y había un régimen de trabajo continuo al cual no estaba ajeno el Personal del Batallón de Apoyo Logístico, que proveía principalmente servicios de apoyo y seguridad, esenciales para  la operación eficiente de la Escuadrilla.En varios vuelos se tuvo contacto con el enemigo y se voló siempre en áreas donde este mantuvo la superioridad aérea. Las condiciones meteorológicas nunca fueron las mejores, en especial por la formación de hielo en las alas, atento los niveles de vuelo. Se operó en oportunidades en conjunto con la Fuerza Aérea Argentina, proveyéndole información de contactos y se intentó al menos un guiado de aviones de ataque de la misma que no se pudo concretar finalmente.Al realizarse los vuelos en zonas de superioridad aérea enemiga se estaba obligado, en condiciones de vuelo diurnas y nocturnas, a volar rasante 50/ 100 pies (15/ 30 metros) ascender en puntos prefijados y realizar el mínimo de emisión radar, compatible con la obtención de contactos, tratando de evitar ser detectado por los sensores de guerra electrónica enemigos. En total se realizaron 146 vuelos operativos que significaron 734 horas de vuelo La Escuadrilla recibió la condecoración “Honor al Valor en Combate” por: “Ejecutar en forma destacada sucesivas misiones de exploración, proveyendo importante información, bajo condiciones meteorológicas adversas y excediendo los límites operativos normales”.De regreso a Espora continuó su operación normal participó en al menos tres etapas de mar, adiestró a sus nuevos copilotos como tripulantes antisubmarinos y los calificó como pilotos de portaviones. Sin duda el año 1982 fue para la Unidad un año muy intenso, con la particularidad de haber ido a una guerra, pero no mucho más intenso que otros de por entonces. La Escuadrilla demostró ante exigencias extremas, que un adecuado adiestramiento permite operar en máximas condiciones de riesgo. AS  DE  PIQUE</blockquote>

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