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Area Militar General
Malvinas 1982
Personal Argentino en zona de combate
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<blockquote data-quote="ulugali" data-source="post: 792204" data-attributes="member: 6204"><p><strong>Ejercicio artillería en Olean en 1961</strong></p><p></p><p></p><p></p><p>Estimado MWAA</p><p>Completando informe sobre el los ejercicios de artillería que el BIAC realizó con el Ejército agrego más información:</p><p></p><p>Obús OM 105 M-56</p><p></p><p>Para la Operación ROSARIO se emplearon cuatro Obuses OM 105mm que fueron precargados en cuatro VAR (Vehículo Anfibio a Rueda) que iban en la cubierta del BDT ARA “CABO SAN ANTONIO” (Cte CF José Luciano ACUÑA). Pertenecían a la Batería “A (TNIM Mario Francisco PEREZ) del BIAC (Batallón Artillería de Campaña (Cte: CFIM Jorge Alberto MONTI) y ningún Mor 106,6.</p><p>El BIAC en 1957 ó 1958 recibió material moderno de artillería: obuses 105 mm NA, cuatro obuses de 155 mm y una batería de Morteros Pesados 106,6 N.A( mortero con ánima rayada) proviniendo de EE.UU. Para 1978 (más ó menos 1 año, si la memoria no me falla) se reemplazaron los 105 americanos por OM 105 (18 piezas, o sea 3 Baterías).</p><p>Para esa fecha se transfirieron al BIM 5 (asiento en Río Grande) los Mor 106,6 y una batería de los viejos obuses 105 mm NA.</p><p>Para 1982 el BIAC tenía 18 obuses OM 105 y 4 obuses 155 mm.</p><p>Un dato anecdótico.</p><p>En 1961 el Ejército Argentino realizó en la Pampa de Olaen (Prov. Cba- está a unos 20 Km al oeste de La Falda- campos que pertenecieron en el Siglo XVIII a la estancia de este nombre y más tarde a la Orden de los Bethlemitas.- tiene una antigua Capilla con la imagen de Santa-Bárbara que es la patrona de los artilleros) unas maniobras con distintas Unidades de Artillería con la ejecución de tiros de combate por todas las unidades participantes y a la que fuera invitada a participar el BIAC que concurrió con dos baterías de 105 NA. En el concurso el BIAC obtuvo el primer puesto; el año pasado (2009) el CLIM (RE) VGM Luis Alberto CARBAJAL publicó un recordatorio de estas maniobras en la Revista” Desembarco” ya que en esa ejercitación el GUIM CARBAJAL fue el OAA (Oficial Adelantado de Artillería).</p><p></p><p>Del álbum de los recuerdos</p><p>¡Misión Cumplida!</p><p>Operativo “SANTABARBARA”: </p><p> “El BAIM/BIAC en Pampa de Olaen – Córdoba”</p><p> Por el Contraalmirante de IM (RE) VGM Luis Alberto Carbajal.</p><p>Corría el año 1961 y con el grado de Guardiamarina en el segundo año y en mi condición de Infante de Marina de futura orientación Infantería, me desempeñaba en el Batallón de Vehículos Anfibios Nº1. Para mí era todo novedad. El año anterior había prestado servicios en el Batallón de IM Nº 3 con asiento en la Base Naval de Río Santiago, año en que el Comandante había dispuesto, en coordinación con la superioridad, la mudanza de la Unidad a las instalaciones del Astillero Río Santiago y al asiento del cargo Tracción Terrestre en proximidades del Hospital Naval de Río Santiago. De un día para otro habíamos cambiado el asiento de la unidad y se nos había trastocado toda la rutina.</p><p>Traigo a colación esta anécdota, porque en mi nuevo destino entre los vehículos anfibios, con los que tomaba contacto por primera vez, también tuve sorpresas, porque pese a mi condición de potencial Infante, un día el señor Comandante Capitán de Corbeta de IM D. Francisco Toribio Fernández, me hace saber que había sido designado por el Comando Superior para cumplir una comisión en el Batallón de Artillería de Campaña Nº 1 como observador adelantado de Artillería durante la ejecución de un ejercicio de tiro con el Ejército.</p><p>En ese momento mi reacción fue la de recordar las horas de instrucción de morteros de 81mm en la Escuela Naval y si bien habíamos visto de pasada el viejo cañón de 75 mm de la escuela, no recordaba haber disparado un solo tiro. Solo me vino a la memoria las veces que debí hacer la observación de algún tiro de mortero, pero de artillería, Nada.</p><p>Salí catapultado a mi nueva experiencia. Me otorgaron el tiempo mínimo para preparar el equipo y presentarme al día siguiente a mi nuevo destino. El Batallón de Artillería de Campaña era un hervidero. Me recibió el Comandante Capitán de Corbeta IM D. Aldo Alberto Peyronel; alcancé a entender algo de lo que ocurría y me senté al costado de la mesa de tiro por largas horas, no más de 2 o 3 días, y de inmediato a revalidar la teoría con la práctica en IBSEN y CORNAGO. O por lo menos eso recuerdo hoy. Debí sumergirme en el uso de términos nuevos, donde prevalecían la orientación inicial, el rumbo al blanco, el tiro de registro, el reglaje, la Pieza base, etc. Supongo que debo haber hecho un buen aprendizaje porque me otorgaron la confianza para calificarme como observador adelantado. O tal vez la urgencia del caso lo hacía necesario. (Después tuve la percepción de que como en mi promoción había un solo candidato para la orientación artillería, tal vez alguien había previsto convencerme para que me cambiase de infante a artillero. De esto tuve la casi certeza dado que tanto durante el ejercicio, como luego del regreso, algunos intentaron hacerme cambiar la decisión).</p><p>De allí en más, cuando regresé del terreno, además de avisarle a mi esposa de que se trataba y suponer mi futuro inmediato, me avoqué a integrarme al movimiento de la Unidad. Veía que día a día la Plana Mayor crecía hasta constituir en efectivos, el sueño de todo Comandante. Un Estado Mayor por demás bien cubierto y disponibilidad de medios y personal a su necesidad. La unidad había sido motorizada totalmente y contaba con equipamiento de comunicaciones de desarrollo moderno. ¡Es decir, funcionaba y bien¡</p><p>Corría el mes de octubre y el Batallón debía estar alistado para embarcar en un tren con una parte integrada por vagones tipo flota y otra parte por vagones de carga algunos abiertos y otros cubiertos, el que se estacionó frente a la guardia del entonces Cuartel del Regimiento de Artillería Antiaérea Nº 1. La actividad era febril y día a día se recibía personal en comisión, equipamiento y munición.</p><p>Finalmente el día 13 de octubre de 1961 el tren había finalizado su carga y estaba en condiciones de partir. Llevaba a bordo en 43 vagones la siguiente carga:</p><p>• 51 Vehículos entre Camiones, Carriers y Jeeps.</p><p>• Equipo, materiales de campaña, armamento y munición, incluyendo 12 obuses de 105 mm.</p><p>• 400 hombres de la Plana mayor y Dotación de la Unidad.</p><p>En total la carga ascendía a 1.700 toneladas y la distancia a recorrer era de 1.400 kilómetros desde Puerto Belgrano hasta La Falda en la Provincia de Córdoba y destino final: “La Pampa de Olaen”. En el camino y debido a la diferencia de trocha entre el Ferrocarril de Puerto Belgrano a Córdoba y de Córdoba a la Falda, debía efectuarse transbordo de tren y traslado terrestre de la columna motorizada.</p><p>La operación era compleja y para mí, novato en la materia, mucho más. La ausencia duraría del orden de 17 días y la logística debía ser trasladada en su gran mayoría o prever reaprovisionamiento de víveres en el camino o en el destino final.</p><p>Yo había sido asignado como Observador Adelantado a la Segunda Batería cuyo Jefe era el entonces TFIM D. José María Cier y el Oficial de Batería el GUIM D. Oscar Arroyo. La Primera Batería estaba a cargo del entonces TFIM D. Roberto Pireñack, cuyo Oficial de Batería era el GUIM D. Jorge Alberto Monti, compañero mío y el Observador Adelantado era el GUIM D. Humberto José Pegolo.</p><p>Recuerdo que el Segundo Comandante era el CCIM D. Héctor Mosqueda y el Estado Mayor incluía a los siguientes oficiales:</p><p>Enlace ante el Comando de Artillería CCIM D Augusto E. Pérez.</p><p>S-1 y Oficial de Comunicaciones: TNIM D. David A.F. Acosta.</p><p>S-2 TNIM D. José Casimiro Fernández.</p><p>S-3 TNIM D Santiago Oyhamburu.</p><p>Jefe de Central Tiro de Batallón TNIM D. Oscar Van Thienen.</p><p>Jefe del Grupo Topográfico TCIM D. Nicolás Viejobueno.</p><p>Jefe de Sección Comunicaciones GUIM D. Gerardo Pazos.</p><p>S-4 TFIM D. Carlos Oscar Italiano.</p><p>Oficial de Transporte Motor TFIM D. Carlos A. Bouvet.</p><p>Ayudante del Oficial de Transporte Motor TFIM D. Jorge Brusa.</p><p>Oficial de Abastecimientos TFCO D. Adolfo Pérez Ciccone.</p><p>Oficial de Sanidad TNMD D. Federico Osvaldo Aleandro.</p><p>El viaje fue monótono e interminable. Habiendo zarpado de Puerto Belgrano a las 1200 horas del día 13, llegamos a la estación de Córdoba aproximadamente a las 0100 horas del 15, con casi 5 horas de adelanto. Esto facilitó el transbordo y nos permitió ganar tiempo para llegar a horario al destino. No obstante las lógicas complicaciones de un movimiento de tal magnitud, pudimos arribar a La Falda sin mayores inconvenientes aunque bajo una fuerte lluvia, circunstancia que nos obligó a buscar refugio hasta que logramos finalizar el armado del vivac en la tarde del día 16.</p><p>De ahí en más entramos en situación y comenzaron a llegar órdenes desde la dirección del ejercicio a cargo del Coronel D. Héctor Ramón Vélez. Se vivía una situación en la que el BAIM (Batallón de Artillería de Infantería de Marina), nombre con el que fuimos designados a partir de ese momento, integraba una unidad de artillería divisional en apoyo de una posición defensiva.</p><p>Comenzaron los reconocimientos, las marchas motorizadas hasta las posiciones en plena Pampa de Olaen y por supuesto, iniciamos el fuego, simulando que pertenecíamos a la artillería en apoyo de las Posiciones Adelantadas. ¡Vivíamos la situación! y alojábamos en vivac de combate. Estábamos orgullosos porque nos salía todo bien. Hasta cuando llovió tuvimos la suerte de que nuestra posición, pese a estar en una pendiente, soportó la embestida tal vez con un poco de ayuda del Altísimo.</p><p>Cuando comenzaron las misiones de fuego sin restricciones, todos comentaban que nunca se había visto disparar a la artillería con semejante volumen de fuego. El Grupo Óptico (integrante del Grupo Topográfico), un lujo para la artillería que nos acompañaba, se lució en repetidas oportunidades con resultados que nos facilitaban la tarea y nos aseguraban confianza.</p><p>El día 21 a la noche nos dimos el gusto de ejecutar un cambio de posición nocturno en sigilosa en pleno camino de sierras, sin que se produjeran accidentes y ocupar la posición definitiva en la que nos transformamos en una unidad de artillería de apoyo directo del Campo Principal de Combate. Esta fue la posición definitiva.</p><p>Al día siguiente domingo 23, la Dirección del Ejercicio lo dedicó al descanso y recreación, tanto en las posiciones como en reuniones de camaradería de carácter conjunto, con participación de integrantes de las tres fuerzas (Ejército, Armada y Fuerza Aérea). La Fuerza Aérea participaría al día siguiente ejecutando misiones de Apoyo Aéreo a la posición defensiva.</p><p>Finalmente el 24, llegó el día señalado para que el BAIM y todas las restantes unidades participaran en el tiro final. A las 0630 horas comenzaron a escucharse los primeros Tiros de Registro y luego las diferentes misiones de fuego que imponía la Dirección del Ejercicio. Esta actividad finalizó a 1330 horas. Posteriormente los Comandantes fueron reunidos por el Comandante de la Artillería en el observatorio principal y les fueron asignados los blancos para el tiro de demostración del día siguiente. </p><p>Por supuesto cuando llegó el 25 a la mañana se vivía una sensación de nervios y expectativa entre las distintas posiciones. Ese día presenciaría el tiro el Presidente de la Nación Dr. Arturo Frondizi y las más altas autoridades del país. Nosotros estábamos tranquilos, las cosas nos venían saliendo muy bien y el Batallón estaba muy afilado. El personal y el material nos estaban dando muchas satisfacciones y habíamos recibido reiteradas felicitaciones. Estábamos realmente orgullosos y confiados.</p><p>La ejecución de los fuegos programados fue muy exitosa tanto para el BAIM como para todas las restantes unidades. Había entre los espectadores exclamaciones de sorpresa y júbilo poco comunes en ejercicios militares. </p><p>Antes del final, el Inspector de Artillería del Ejército Coronel D. Melitón Díaz de Vivar, ofreció al Presidente un jalón con una banderola para que éste lo ubique en el lugar que desee. El Presidente trepó a un helicóptero y ubicó el jalón en la zona de blancos. De inmediato el Grupo Óptico del BAIM, designado para la tarea, determinó la posición del blanco y lo transmitió al Comando de Artillería en un tiempo de 1 minuto y 35 segundos. Retransmitidos estos datos a todas las unidades, transcurridos 5 minutos las 68 piezas abrieron fuego y ejecutaron 7 ráfagas, haciendo desaparecer la banderola. ¡Muchos espectadores dijeron que nunca habían visto nada igual!</p><p>Llegaron las consabidas felicitaciones del señor Presidente y las autoridades presentes y a las 1300 horas había finalizado el ejercicio.</p><p>A partir de ese momento comenzaron las actividades para el repliegue y el regreso, desandando el camino recorrido. Pero no todo sería tan fácil; el país soportaba una huelga ferroviaria y por lo tanto cuando llegamos a Córdoba, si bien pudimos alojarnos a bordo de los vagones y cargar el tren, nos vimos obligados a permanecer los días 26 y 27 conociendo la ciudad. </p><p>Esta situación había motivado que por el hecho de ser yo uno de los oficiales más modernos y sin responsabilidades de personal ni material, el día 25 en horas de la mañana el señor Comandante me impusiese una comisión especial. La misma consistió en retirarme de la zona del ejercicio y trasladarme a la ciudad de Córdoba en un vehículo liviano, con la misión de asegurar que el tren que deberíamos utilizar en el viaje de regreso, estuviese alistado en condiciones de zarpar el día y hora previsto. El cumplimiento de esta orden me impidió participar en el tiro final y por otra parte constituía una misión difícil de cumplir, por no decir imposible. Logré con mis gestiones que el tren estuviese listo a ser cargado en la estación Córdoba en fecha y hora, pero el movimiento se inició solamente cuando lo dispusieron las autoridades del ferrocarril y con la seguridad y responsabilidad del movimiento a cargo nuestro.</p><p>A las 1400 horas del 28 nos poníamos en marcha gracias a la experiencia de la Unidad en cargar y descargar vagones de ferrocarril.</p><p>La marcha se efectuaba pese al paro ferroviario y esta situación nos obligó a cubrir guardia en una máquina piloto que viajaba adelantada al tren y diversas actividades de verificación durante el movimiento, que incluía: control de la máquina, de las vías, de los ejes y frenos en las paradas, de las señales, cambios, etc. La Plana mayor se hizo experta en transporte ferroviario. No obstante, el espíritu no había decaído y el viaje, pese a lo largo y tedioso se transformó en un cumulo de anécdotas, cuentos, bromas y sentimientos de todo tipo que nos mantuvieron en vilo y nos hicieron olvidar del cansancio acumulado y del tiempo que llevábamos separados del hogar.</p><p>Llegamos de regreso frente a la guardia del Regimiento Antiaéreo, el día 30 de octubre a 2300 horas. Habían transcurrido 17 días de una aventura que enfrentó al batallón con una exigencia difícil de describir; donde habíamos pasado por situaciones límites y puesto a prueba no solo la capacidad profesional, sino que habíamos alcanzado en muchos casos también el límite del esfuerzo físico. No habíamos tenido problemas disciplinarios y pese al castigo que nos propinó la lluvia al llegar a la Falda y luego en las posiciones en Pampa de Olaen, todos regresamos en perfecto estado de salud. </p><p>¡La experiencia adquirida es imposible de contar! Habíamos compartido el Ejercicio Santabárbara con el Ejército Argentino, el cual había cursado una invitación especial a la Armada para que el Batallón de Artillería de Campaña Nº 1, participase en su prueba final anual. La Infantería de Marina aceptó el desafío y el Batallón cumplió. El Ejército nos brindó un gran apoyo, no solo logístico, sino que además nos trató de igual a igual, permitiendo que durante el desarrollo del ejercicio, pudiéramos integrarnos a su organización como una unidad más.</p><p>Podíamos decir con orgullo: ¡MISION CUMPLIDA!</p><p>A los pocos días yo me reintegré a mi unidad con la satisfacción del deber cumplido, con muchas anécdotas para contar y pese a la inigualable experiencia, continué siendo ¡Infante! ¡Infante!</p><p></p><p>Nota: El presente artículo está basado en experiencia personal, en la consulta con otros participantes y en la nota “Operación Santabárbara” publicada en La revista Desembarco en el año 1961 y cuyo autor fue el entonces Teniente de Corbeta IM D. Nicolás Viejobueno Jefe del Grupo Topográfico del Batallón.</p><p></p><p>ACLARACION: Donde dice que el tren estaba compuesto por vagones tipo Flota se refiere a un tren naval especial llamado “TREN DE ESCUADRA” (vieja denominación naval de la Flota de Mar que se llamaba Escuadra de Mar supongo que hasta mediados de la década del 50).</p><p>Estos vagones de origen EE.UU pintados de color verde, fueron empleados por los EEUU durante la WW II, luego de NORMANDIA, y se los empleaba para el traslado de personal herido hacia los puertos de Normandía para luego su traslado a Gran Bretaña para su recuperación; se dice no se si es cierto que en la parte superior de los vagones, había una estantería que iba de punta a punta del vagón que se la empleaba para el traslado de los muertos dentro de las fundas de cadaveres. La ARA adquirió una cantidad importante de estos vagones y los empleaba para sacar al personal de licencia de trozo al regreso de las etapas de mar (5 a 6 en el año de 15 a 20 días cada una o más) desde la Base Naval Pto Belgrano; en esa época el transporte terrestre (buses) de larga distancia era inexistente, creo a fines de la década del 50 o principios de la década del 60 aparecieron las empresas de larga distancia en la ruta Bahía Blanca-Punta Alta a Bs.As., hay que tener presente que el personal a salir por trozo eran entre 1.000 a 1.500 efectivos. Había dos trenes, uno Base Naval- Bs As y otro Base Naval-Rosario y Córdoba. Circularon hasta mediados de la década del 70. Se debe tener presente que en aquellas épocas los cruceros y acorazados tenían tripulaciones muy numerosas (entre 1.000 a 1500 efectivos). Había 5 cruceros y 2 acorazados, destructores y fragatas; además estaban los IM que también salían. Ver salir el Tren de Escuadra, fuera de la Zona Reservada, circulando por la Base por la llamada Zona Común, entre los barrios del personal naval, a baja velocidad con la locomotora tocando el pito era todo un espectáculo.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="ulugali, post: 792204, member: 6204"] [b]Ejercicio artillería en Olean en 1961[/b] Estimado MWAA Completando informe sobre el los ejercicios de artillería que el BIAC realizó con el Ejército agrego más información: Obús OM 105 M-56 Para la Operación ROSARIO se emplearon cuatro Obuses OM 105mm que fueron precargados en cuatro VAR (Vehículo Anfibio a Rueda) que iban en la cubierta del BDT ARA “CABO SAN ANTONIO” (Cte CF José Luciano ACUÑA). Pertenecían a la Batería “A (TNIM Mario Francisco PEREZ) del BIAC (Batallón Artillería de Campaña (Cte: CFIM Jorge Alberto MONTI) y ningún Mor 106,6. El BIAC en 1957 ó 1958 recibió material moderno de artillería: obuses 105 mm NA, cuatro obuses de 155 mm y una batería de Morteros Pesados 106,6 N.A( mortero con ánima rayada) proviniendo de EE.UU. Para 1978 (más ó menos 1 año, si la memoria no me falla) se reemplazaron los 105 americanos por OM 105 (18 piezas, o sea 3 Baterías). Para esa fecha se transfirieron al BIM 5 (asiento en Río Grande) los Mor 106,6 y una batería de los viejos obuses 105 mm NA. Para 1982 el BIAC tenía 18 obuses OM 105 y 4 obuses 155 mm. Un dato anecdótico. En 1961 el Ejército Argentino realizó en la Pampa de Olaen (Prov. Cba- está a unos 20 Km al oeste de La Falda- campos que pertenecieron en el Siglo XVIII a la estancia de este nombre y más tarde a la Orden de los Bethlemitas.- tiene una antigua Capilla con la imagen de Santa-Bárbara que es la patrona de los artilleros) unas maniobras con distintas Unidades de Artillería con la ejecución de tiros de combate por todas las unidades participantes y a la que fuera invitada a participar el BIAC que concurrió con dos baterías de 105 NA. En el concurso el BIAC obtuvo el primer puesto; el año pasado (2009) el CLIM (RE) VGM Luis Alberto CARBAJAL publicó un recordatorio de estas maniobras en la Revista” Desembarco” ya que en esa ejercitación el GUIM CARBAJAL fue el OAA (Oficial Adelantado de Artillería). Del álbum de los recuerdos ¡Misión Cumplida! Operativo “SANTABARBARA”: “El BAIM/BIAC en Pampa de Olaen – Córdoba” Por el Contraalmirante de IM (RE) VGM Luis Alberto Carbajal. Corría el año 1961 y con el grado de Guardiamarina en el segundo año y en mi condición de Infante de Marina de futura orientación Infantería, me desempeñaba en el Batallón de Vehículos Anfibios Nº1. Para mí era todo novedad. El año anterior había prestado servicios en el Batallón de IM Nº 3 con asiento en la Base Naval de Río Santiago, año en que el Comandante había dispuesto, en coordinación con la superioridad, la mudanza de la Unidad a las instalaciones del Astillero Río Santiago y al asiento del cargo Tracción Terrestre en proximidades del Hospital Naval de Río Santiago. De un día para otro habíamos cambiado el asiento de la unidad y se nos había trastocado toda la rutina. Traigo a colación esta anécdota, porque en mi nuevo destino entre los vehículos anfibios, con los que tomaba contacto por primera vez, también tuve sorpresas, porque pese a mi condición de potencial Infante, un día el señor Comandante Capitán de Corbeta de IM D. Francisco Toribio Fernández, me hace saber que había sido designado por el Comando Superior para cumplir una comisión en el Batallón de Artillería de Campaña Nº 1 como observador adelantado de Artillería durante la ejecución de un ejercicio de tiro con el Ejército. En ese momento mi reacción fue la de recordar las horas de instrucción de morteros de 81mm en la Escuela Naval y si bien habíamos visto de pasada el viejo cañón de 75 mm de la escuela, no recordaba haber disparado un solo tiro. Solo me vino a la memoria las veces que debí hacer la observación de algún tiro de mortero, pero de artillería, Nada. Salí catapultado a mi nueva experiencia. Me otorgaron el tiempo mínimo para preparar el equipo y presentarme al día siguiente a mi nuevo destino. El Batallón de Artillería de Campaña era un hervidero. Me recibió el Comandante Capitán de Corbeta IM D. Aldo Alberto Peyronel; alcancé a entender algo de lo que ocurría y me senté al costado de la mesa de tiro por largas horas, no más de 2 o 3 días, y de inmediato a revalidar la teoría con la práctica en IBSEN y CORNAGO. O por lo menos eso recuerdo hoy. Debí sumergirme en el uso de términos nuevos, donde prevalecían la orientación inicial, el rumbo al blanco, el tiro de registro, el reglaje, la Pieza base, etc. Supongo que debo haber hecho un buen aprendizaje porque me otorgaron la confianza para calificarme como observador adelantado. O tal vez la urgencia del caso lo hacía necesario. (Después tuve la percepción de que como en mi promoción había un solo candidato para la orientación artillería, tal vez alguien había previsto convencerme para que me cambiase de infante a artillero. De esto tuve la casi certeza dado que tanto durante el ejercicio, como luego del regreso, algunos intentaron hacerme cambiar la decisión). De allí en más, cuando regresé del terreno, además de avisarle a mi esposa de que se trataba y suponer mi futuro inmediato, me avoqué a integrarme al movimiento de la Unidad. Veía que día a día la Plana Mayor crecía hasta constituir en efectivos, el sueño de todo Comandante. Un Estado Mayor por demás bien cubierto y disponibilidad de medios y personal a su necesidad. La unidad había sido motorizada totalmente y contaba con equipamiento de comunicaciones de desarrollo moderno. ¡Es decir, funcionaba y bien¡ Corría el mes de octubre y el Batallón debía estar alistado para embarcar en un tren con una parte integrada por vagones tipo flota y otra parte por vagones de carga algunos abiertos y otros cubiertos, el que se estacionó frente a la guardia del entonces Cuartel del Regimiento de Artillería Antiaérea Nº 1. La actividad era febril y día a día se recibía personal en comisión, equipamiento y munición. Finalmente el día 13 de octubre de 1961 el tren había finalizado su carga y estaba en condiciones de partir. Llevaba a bordo en 43 vagones la siguiente carga: • 51 Vehículos entre Camiones, Carriers y Jeeps. • Equipo, materiales de campaña, armamento y munición, incluyendo 12 obuses de 105 mm. • 400 hombres de la Plana mayor y Dotación de la Unidad. En total la carga ascendía a 1.700 toneladas y la distancia a recorrer era de 1.400 kilómetros desde Puerto Belgrano hasta La Falda en la Provincia de Córdoba y destino final: “La Pampa de Olaen”. En el camino y debido a la diferencia de trocha entre el Ferrocarril de Puerto Belgrano a Córdoba y de Córdoba a la Falda, debía efectuarse transbordo de tren y traslado terrestre de la columna motorizada. La operación era compleja y para mí, novato en la materia, mucho más. La ausencia duraría del orden de 17 días y la logística debía ser trasladada en su gran mayoría o prever reaprovisionamiento de víveres en el camino o en el destino final. Yo había sido asignado como Observador Adelantado a la Segunda Batería cuyo Jefe era el entonces TFIM D. José María Cier y el Oficial de Batería el GUIM D. Oscar Arroyo. La Primera Batería estaba a cargo del entonces TFIM D. Roberto Pireñack, cuyo Oficial de Batería era el GUIM D. Jorge Alberto Monti, compañero mío y el Observador Adelantado era el GUIM D. Humberto José Pegolo. Recuerdo que el Segundo Comandante era el CCIM D. Héctor Mosqueda y el Estado Mayor incluía a los siguientes oficiales: Enlace ante el Comando de Artillería CCIM D Augusto E. Pérez. S-1 y Oficial de Comunicaciones: TNIM D. David A.F. Acosta. S-2 TNIM D. José Casimiro Fernández. S-3 TNIM D Santiago Oyhamburu. Jefe de Central Tiro de Batallón TNIM D. Oscar Van Thienen. Jefe del Grupo Topográfico TCIM D. Nicolás Viejobueno. Jefe de Sección Comunicaciones GUIM D. Gerardo Pazos. S-4 TFIM D. Carlos Oscar Italiano. Oficial de Transporte Motor TFIM D. Carlos A. Bouvet. Ayudante del Oficial de Transporte Motor TFIM D. Jorge Brusa. Oficial de Abastecimientos TFCO D. Adolfo Pérez Ciccone. Oficial de Sanidad TNMD D. Federico Osvaldo Aleandro. El viaje fue monótono e interminable. Habiendo zarpado de Puerto Belgrano a las 1200 horas del día 13, llegamos a la estación de Córdoba aproximadamente a las 0100 horas del 15, con casi 5 horas de adelanto. Esto facilitó el transbordo y nos permitió ganar tiempo para llegar a horario al destino. No obstante las lógicas complicaciones de un movimiento de tal magnitud, pudimos arribar a La Falda sin mayores inconvenientes aunque bajo una fuerte lluvia, circunstancia que nos obligó a buscar refugio hasta que logramos finalizar el armado del vivac en la tarde del día 16. De ahí en más entramos en situación y comenzaron a llegar órdenes desde la dirección del ejercicio a cargo del Coronel D. Héctor Ramón Vélez. Se vivía una situación en la que el BAIM (Batallón de Artillería de Infantería de Marina), nombre con el que fuimos designados a partir de ese momento, integraba una unidad de artillería divisional en apoyo de una posición defensiva. Comenzaron los reconocimientos, las marchas motorizadas hasta las posiciones en plena Pampa de Olaen y por supuesto, iniciamos el fuego, simulando que pertenecíamos a la artillería en apoyo de las Posiciones Adelantadas. ¡Vivíamos la situación! y alojábamos en vivac de combate. Estábamos orgullosos porque nos salía todo bien. Hasta cuando llovió tuvimos la suerte de que nuestra posición, pese a estar en una pendiente, soportó la embestida tal vez con un poco de ayuda del Altísimo. Cuando comenzaron las misiones de fuego sin restricciones, todos comentaban que nunca se había visto disparar a la artillería con semejante volumen de fuego. El Grupo Óptico (integrante del Grupo Topográfico), un lujo para la artillería que nos acompañaba, se lució en repetidas oportunidades con resultados que nos facilitaban la tarea y nos aseguraban confianza. El día 21 a la noche nos dimos el gusto de ejecutar un cambio de posición nocturno en sigilosa en pleno camino de sierras, sin que se produjeran accidentes y ocupar la posición definitiva en la que nos transformamos en una unidad de artillería de apoyo directo del Campo Principal de Combate. Esta fue la posición definitiva. Al día siguiente domingo 23, la Dirección del Ejercicio lo dedicó al descanso y recreación, tanto en las posiciones como en reuniones de camaradería de carácter conjunto, con participación de integrantes de las tres fuerzas (Ejército, Armada y Fuerza Aérea). La Fuerza Aérea participaría al día siguiente ejecutando misiones de Apoyo Aéreo a la posición defensiva. Finalmente el 24, llegó el día señalado para que el BAIM y todas las restantes unidades participaran en el tiro final. A las 0630 horas comenzaron a escucharse los primeros Tiros de Registro y luego las diferentes misiones de fuego que imponía la Dirección del Ejercicio. Esta actividad finalizó a 1330 horas. Posteriormente los Comandantes fueron reunidos por el Comandante de la Artillería en el observatorio principal y les fueron asignados los blancos para el tiro de demostración del día siguiente. Por supuesto cuando llegó el 25 a la mañana se vivía una sensación de nervios y expectativa entre las distintas posiciones. Ese día presenciaría el tiro el Presidente de la Nación Dr. Arturo Frondizi y las más altas autoridades del país. Nosotros estábamos tranquilos, las cosas nos venían saliendo muy bien y el Batallón estaba muy afilado. El personal y el material nos estaban dando muchas satisfacciones y habíamos recibido reiteradas felicitaciones. Estábamos realmente orgullosos y confiados. La ejecución de los fuegos programados fue muy exitosa tanto para el BAIM como para todas las restantes unidades. Había entre los espectadores exclamaciones de sorpresa y júbilo poco comunes en ejercicios militares. Antes del final, el Inspector de Artillería del Ejército Coronel D. Melitón Díaz de Vivar, ofreció al Presidente un jalón con una banderola para que éste lo ubique en el lugar que desee. El Presidente trepó a un helicóptero y ubicó el jalón en la zona de blancos. De inmediato el Grupo Óptico del BAIM, designado para la tarea, determinó la posición del blanco y lo transmitió al Comando de Artillería en un tiempo de 1 minuto y 35 segundos. Retransmitidos estos datos a todas las unidades, transcurridos 5 minutos las 68 piezas abrieron fuego y ejecutaron 7 ráfagas, haciendo desaparecer la banderola. ¡Muchos espectadores dijeron que nunca habían visto nada igual! Llegaron las consabidas felicitaciones del señor Presidente y las autoridades presentes y a las 1300 horas había finalizado el ejercicio. A partir de ese momento comenzaron las actividades para el repliegue y el regreso, desandando el camino recorrido. Pero no todo sería tan fácil; el país soportaba una huelga ferroviaria y por lo tanto cuando llegamos a Córdoba, si bien pudimos alojarnos a bordo de los vagones y cargar el tren, nos vimos obligados a permanecer los días 26 y 27 conociendo la ciudad. Esta situación había motivado que por el hecho de ser yo uno de los oficiales más modernos y sin responsabilidades de personal ni material, el día 25 en horas de la mañana el señor Comandante me impusiese una comisión especial. La misma consistió en retirarme de la zona del ejercicio y trasladarme a la ciudad de Córdoba en un vehículo liviano, con la misión de asegurar que el tren que deberíamos utilizar en el viaje de regreso, estuviese alistado en condiciones de zarpar el día y hora previsto. El cumplimiento de esta orden me impidió participar en el tiro final y por otra parte constituía una misión difícil de cumplir, por no decir imposible. Logré con mis gestiones que el tren estuviese listo a ser cargado en la estación Córdoba en fecha y hora, pero el movimiento se inició solamente cuando lo dispusieron las autoridades del ferrocarril y con la seguridad y responsabilidad del movimiento a cargo nuestro. A las 1400 horas del 28 nos poníamos en marcha gracias a la experiencia de la Unidad en cargar y descargar vagones de ferrocarril. La marcha se efectuaba pese al paro ferroviario y esta situación nos obligó a cubrir guardia en una máquina piloto que viajaba adelantada al tren y diversas actividades de verificación durante el movimiento, que incluía: control de la máquina, de las vías, de los ejes y frenos en las paradas, de las señales, cambios, etc. La Plana mayor se hizo experta en transporte ferroviario. No obstante, el espíritu no había decaído y el viaje, pese a lo largo y tedioso se transformó en un cumulo de anécdotas, cuentos, bromas y sentimientos de todo tipo que nos mantuvieron en vilo y nos hicieron olvidar del cansancio acumulado y del tiempo que llevábamos separados del hogar. Llegamos de regreso frente a la guardia del Regimiento Antiaéreo, el día 30 de octubre a 2300 horas. Habían transcurrido 17 días de una aventura que enfrentó al batallón con una exigencia difícil de describir; donde habíamos pasado por situaciones límites y puesto a prueba no solo la capacidad profesional, sino que habíamos alcanzado en muchos casos también el límite del esfuerzo físico. No habíamos tenido problemas disciplinarios y pese al castigo que nos propinó la lluvia al llegar a la Falda y luego en las posiciones en Pampa de Olaen, todos regresamos en perfecto estado de salud. ¡La experiencia adquirida es imposible de contar! Habíamos compartido el Ejercicio Santabárbara con el Ejército Argentino, el cual había cursado una invitación especial a la Armada para que el Batallón de Artillería de Campaña Nº 1, participase en su prueba final anual. La Infantería de Marina aceptó el desafío y el Batallón cumplió. El Ejército nos brindó un gran apoyo, no solo logístico, sino que además nos trató de igual a igual, permitiendo que durante el desarrollo del ejercicio, pudiéramos integrarnos a su organización como una unidad más. Podíamos decir con orgullo: ¡MISION CUMPLIDA! A los pocos días yo me reintegré a mi unidad con la satisfacción del deber cumplido, con muchas anécdotas para contar y pese a la inigualable experiencia, continué siendo ¡Infante! ¡Infante! Nota: El presente artículo está basado en experiencia personal, en la consulta con otros participantes y en la nota “Operación Santabárbara” publicada en La revista Desembarco en el año 1961 y cuyo autor fue el entonces Teniente de Corbeta IM D. Nicolás Viejobueno Jefe del Grupo Topográfico del Batallón. ACLARACION: Donde dice que el tren estaba compuesto por vagones tipo Flota se refiere a un tren naval especial llamado “TREN DE ESCUADRA” (vieja denominación naval de la Flota de Mar que se llamaba Escuadra de Mar supongo que hasta mediados de la década del 50). Estos vagones de origen EE.UU pintados de color verde, fueron empleados por los EEUU durante la WW II, luego de NORMANDIA, y se los empleaba para el traslado de personal herido hacia los puertos de Normandía para luego su traslado a Gran Bretaña para su recuperación; se dice no se si es cierto que en la parte superior de los vagones, había una estantería que iba de punta a punta del vagón que se la empleaba para el traslado de los muertos dentro de las fundas de cadaveres. La ARA adquirió una cantidad importante de estos vagones y los empleaba para sacar al personal de licencia de trozo al regreso de las etapas de mar (5 a 6 en el año de 15 a 20 días cada una o más) desde la Base Naval Pto Belgrano; en esa época el transporte terrestre (buses) de larga distancia era inexistente, creo a fines de la década del 50 o principios de la década del 60 aparecieron las empresas de larga distancia en la ruta Bahía Blanca-Punta Alta a Bs.As., hay que tener presente que el personal a salir por trozo eran entre 1.000 a 1.500 efectivos. Había dos trenes, uno Base Naval- Bs As y otro Base Naval-Rosario y Córdoba. Circularon hasta mediados de la década del 70. Se debe tener presente que en aquellas épocas los cruceros y acorazados tenían tripulaciones muy numerosas (entre 1.000 a 1500 efectivos). Había 5 cruceros y 2 acorazados, destructores y fragatas; además estaban los IM que también salían. Ver salir el Tren de Escuadra, fuera de la Zona Reservada, circulando por la Base por la llamada Zona Común, entre los barrios del personal naval, a baja velocidad con la locomotora tocando el pito era todo un espectáculo. [/QUOTE]
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