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<blockquote data-quote="JULIO LUNA" data-source="post: 395663"><p>¿ Como sabés Licastro si los agentes del SIDE mantienen su identidad oculta y realizan operaciones encubiertas ? enterate ...</p><p></p><p>Corresponsal en Londres.</p><p>- Un solo punto en común tienen los Servicios Secretos británicos y la Secretaría de Inteligencia del Estado argentino: más del 30 por ciento de sus espías son mujeres y un alto porcentaje está destinado en el exterior.</p><p></p><p>Hay nueve Mata Haris argentinas por el mundo: dos en Londres, una en Tel Aviv, dos en Alemania, una en Madrid y otras tres estudiando árabe en Alemania, Gran Bretaña y Francia, que cumplen las mismas funciones que sus compañeros hombres. La ex espía en París fue "tan buena" que la trasladaron a Buenos Aires como subdirectora de la SIDE. </p><p></p><p>Entre el tailleur y el chador oriental </p><p>"Son muy eficientes. Su metodología de análisis es un lujo y en su mayor parte, las heredé de la administración radical. Muchas son militantes de la UCR. Es el área tres y es lo mejor que tengo. Las mujeres operativas son excelentes también", contó a Clarín Hugo Anzorreguy, el Señor Cinco en la jerga de inteligencia y jefe de la SIDE durante la mayor parte de la administración menemista.</p><p></p><p>De las 2.500 personas que trabajan en la SIDE, el 30 por ciento son mujeres que ingresaron masivamente durante el gobierno militar, entre 1976 y 1977. Pero las Mata Haris agradecen a la gestión de Anzorreguy las promociones, la igualdad de condiciones con el "machista" personal masculino, los destinos en el exterior y el hecho de que existan tres subdirectoras, una directora y una secretaria general de la SIDE del otrora sexo débil.</p><p></p><p>Cuando la SIDE estaba a cargo de militares durante el último gobierno de facto, el personal femenino tenía que adoptar un look similar al de la María Julia Alsogaray pre menemista: riguroso rodete, polleras debajo de la rodilla, nada de pantalones, ausencia absoluta de glamour y un alienante guardapolvo. Han recorrido un largo camino en los últimos 12 años.</p><p></p><p>De todas formas, las Mata Haris tienen una crítica muy femenina que hacerle a la Secretaría: necesitan un supermercado para hacer las compras porque no les alcanza el tiempo y una peluquería con manicura y depilación. Los espías se colocan su corbata, un traje bien planchado y listo. Pero ellas deben "tener el pelo, las uñas y las piernas perfectas, la bijouterie lista y no trabajar con blue jeans", confiesa una agente coqueta.</p><p></p><p>"Aquí no hay día femenino, nadie se queja porque llegamos tarde a hacer la comida a casa o porque nuestro chiquito esta enfermo", contó S., una espía "senior".</p><p></p><p>Las argentinas que llegaron a la SIDE en Londres despertaron la curiosidad de los siempre desconfiados funcionarios del Foreign Office británico, que preguntaron a la Embajada argentina las razones que los llevaban a acreditar más personal. La respuesta de los diplomáticos argentinos fue obvia: "Pertenecen a la oficina del señor M.O.". En el argot interno significa que estaban acreditadas en la oficina de la SIDE, que funciona en un "Mews" (caballeriza reciclada) en los fondos de las nuevas oficinas argentinas en la paquetísima Brook St.</p><p></p><p>Están "legalizadas" frente a la Cancillería británica y su función es conversar y compartir información con sus pares del MI6 (el Servicio Exterior), hasta hace poco dirigido por la sovietóloga Stella Remington y el MI5, la inteligencia doméstica que depende del ministro del Interior.</p><p></p><p>Las nuevas espías reemplazan a la primera Mata Hari argentina en Londres, que regresó "sin que su misión fuera exitosa", según el juicio de sus propias pares.</p><p></p><p>Los tres funcionarios elegidos por la SIDE tienen un perfil ideal para Gran Bretaña: dos son "políticos del menemismo" y una es una profesional con toda una carrera de inteligencia en la Secretaría.</p><p></p><p>La espía "política" -ex esposa de un altísimo funcionario menemista con muchas aspiraciones futuras- comparte con los británicos la pasión por los caballos al ser una buena jugadora de polo y su debilidad por la sangre azul -pertenece a una de las familias tradicionales argentinas-. Además, habla un inglés perfecto gracias a la institutriz inglesa que la educó en sus años juveniles. Sus cócteles son tan famosos como la platería que exhibe en su departamento de Belgravia, el barrio más paquete de Londres. La búsqueda de inteligencia no tiene límites y uno puede "recoger información" en los campos de polo de Windsor, con una copa de champán o en Annabelle, el exclusivo club nocturno de Chelsea.</p><p></p><p>Los profesionales oficialmente no tienen una pública antipatía por los "espías ñoquis", nominados por el gobierno de turno. "Trabajan como nosotros" dijo B., una abogada que lleva 12 años en la SIDE y ejerce al mismo tiempo su profesión de penalista.</p><p></p><p>"No pinchamos teléfonos si no es por orden del juez" agrega luego, con voz cómplice, recitando la mayor mentira de la entrevista con seriedad de abogada.</p><p></p><p>Algunas veces las Mata Haris han tenido mala suerte en la innoble tarea: la directora de un Departamento fue condenada a un corto ostracismo después de que tuvo la mala suerte de que le encomendaran la tarea de escuchar el teléfono de la mujer de un político argentino y así, él descubrió que era un marido engañado.</p><p></p><p>Las operativas</p><p></p><p>¿Pueden hacer interrogatorios? ¿Salen al terreno? Son las preguntas míticas y aterradoras. La respuesta es "sí" . La tarea está en manos de las "mujeres operativas", que reúnen condiciones de sangre fría, vocación, capacidad de seducción y de inspirar confianza.</p><p></p><p>La captura de Enrique Gorriarán Merlo en octubre de 1995, en México, se logró con el trabajo de las "mujeres operativas" de la SIDE. Cuatro meses antes, su esposa había sido capturada en Rosario utilizando a las Mata Haris de Anzorreguy. No pueden entregar más detalles "hasta que no se produzca el juicio oral", según una de las participantes.</p><p></p><p>"No hay límites para el trabajo de las mujeres: narcotráfico, terrorismo, fundamentalismo islámico o análisis de inteligencia estratégica. Estamos en todas las áreas y sabemos trabajar en equipo con los hombres. Sólo hay algunos casos de machismo pero es atávico" explicó B., que, además, pretende escribir un libro de memorias cuando se retire de la SIDE.</p><p></p><p></p><p></p><p></p><p>MARIA LAURA AVIGNOLO </p><p></p><p><a href="http://edant.clarin.com/diario/1997/06/08/i-02201e.htm">Clarín Digital:Las chicas de la SIDE</a></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="JULIO LUNA, post: 395663"] ¿ Como sabés Licastro si los agentes del SIDE mantienen su identidad oculta y realizan operaciones encubiertas ? enterate ... Corresponsal en Londres. - Un solo punto en común tienen los Servicios Secretos británicos y la Secretaría de Inteligencia del Estado argentino: más del 30 por ciento de sus espías son mujeres y un alto porcentaje está destinado en el exterior. Hay nueve Mata Haris argentinas por el mundo: dos en Londres, una en Tel Aviv, dos en Alemania, una en Madrid y otras tres estudiando árabe en Alemania, Gran Bretaña y Francia, que cumplen las mismas funciones que sus compañeros hombres. La ex espía en París fue "tan buena" que la trasladaron a Buenos Aires como subdirectora de la SIDE. Entre el tailleur y el chador oriental "Son muy eficientes. Su metodología de análisis es un lujo y en su mayor parte, las heredé de la administración radical. Muchas son militantes de la UCR. Es el área tres y es lo mejor que tengo. Las mujeres operativas son excelentes también", contó a Clarín Hugo Anzorreguy, el Señor Cinco en la jerga de inteligencia y jefe de la SIDE durante la mayor parte de la administración menemista. De las 2.500 personas que trabajan en la SIDE, el 30 por ciento son mujeres que ingresaron masivamente durante el gobierno militar, entre 1976 y 1977. Pero las Mata Haris agradecen a la gestión de Anzorreguy las promociones, la igualdad de condiciones con el "machista" personal masculino, los destinos en el exterior y el hecho de que existan tres subdirectoras, una directora y una secretaria general de la SIDE del otrora sexo débil. Cuando la SIDE estaba a cargo de militares durante el último gobierno de facto, el personal femenino tenía que adoptar un look similar al de la María Julia Alsogaray pre menemista: riguroso rodete, polleras debajo de la rodilla, nada de pantalones, ausencia absoluta de glamour y un alienante guardapolvo. Han recorrido un largo camino en los últimos 12 años. De todas formas, las Mata Haris tienen una crítica muy femenina que hacerle a la Secretaría: necesitan un supermercado para hacer las compras porque no les alcanza el tiempo y una peluquería con manicura y depilación. Los espías se colocan su corbata, un traje bien planchado y listo. Pero ellas deben "tener el pelo, las uñas y las piernas perfectas, la bijouterie lista y no trabajar con blue jeans", confiesa una agente coqueta. "Aquí no hay día femenino, nadie se queja porque llegamos tarde a hacer la comida a casa o porque nuestro chiquito esta enfermo", contó S., una espía "senior". Las argentinas que llegaron a la SIDE en Londres despertaron la curiosidad de los siempre desconfiados funcionarios del Foreign Office británico, que preguntaron a la Embajada argentina las razones que los llevaban a acreditar más personal. La respuesta de los diplomáticos argentinos fue obvia: "Pertenecen a la oficina del señor M.O.". En el argot interno significa que estaban acreditadas en la oficina de la SIDE, que funciona en un "Mews" (caballeriza reciclada) en los fondos de las nuevas oficinas argentinas en la paquetísima Brook St. Están "legalizadas" frente a la Cancillería británica y su función es conversar y compartir información con sus pares del MI6 (el Servicio Exterior), hasta hace poco dirigido por la sovietóloga Stella Remington y el MI5, la inteligencia doméstica que depende del ministro del Interior. Las nuevas espías reemplazan a la primera Mata Hari argentina en Londres, que regresó "sin que su misión fuera exitosa", según el juicio de sus propias pares. Los tres funcionarios elegidos por la SIDE tienen un perfil ideal para Gran Bretaña: dos son "políticos del menemismo" y una es una profesional con toda una carrera de inteligencia en la Secretaría. La espía "política" -ex esposa de un altísimo funcionario menemista con muchas aspiraciones futuras- comparte con los británicos la pasión por los caballos al ser una buena jugadora de polo y su debilidad por la sangre azul -pertenece a una de las familias tradicionales argentinas-. Además, habla un inglés perfecto gracias a la institutriz inglesa que la educó en sus años juveniles. Sus cócteles son tan famosos como la platería que exhibe en su departamento de Belgravia, el barrio más paquete de Londres. La búsqueda de inteligencia no tiene límites y uno puede "recoger información" en los campos de polo de Windsor, con una copa de champán o en Annabelle, el exclusivo club nocturno de Chelsea. Los profesionales oficialmente no tienen una pública antipatía por los "espías ñoquis", nominados por el gobierno de turno. "Trabajan como nosotros" dijo B., una abogada que lleva 12 años en la SIDE y ejerce al mismo tiempo su profesión de penalista. "No pinchamos teléfonos si no es por orden del juez" agrega luego, con voz cómplice, recitando la mayor mentira de la entrevista con seriedad de abogada. Algunas veces las Mata Haris han tenido mala suerte en la innoble tarea: la directora de un Departamento fue condenada a un corto ostracismo después de que tuvo la mala suerte de que le encomendaran la tarea de escuchar el teléfono de la mujer de un político argentino y así, él descubrió que era un marido engañado. Las operativas ¿Pueden hacer interrogatorios? ¿Salen al terreno? Son las preguntas míticas y aterradoras. La respuesta es "sí" . La tarea está en manos de las "mujeres operativas", que reúnen condiciones de sangre fría, vocación, capacidad de seducción y de inspirar confianza. La captura de Enrique Gorriarán Merlo en octubre de 1995, en México, se logró con el trabajo de las "mujeres operativas" de la SIDE. Cuatro meses antes, su esposa había sido capturada en Rosario utilizando a las Mata Haris de Anzorreguy. No pueden entregar más detalles "hasta que no se produzca el juicio oral", según una de las participantes. "No hay límites para el trabajo de las mujeres: narcotráfico, terrorismo, fundamentalismo islámico o análisis de inteligencia estratégica. Estamos en todas las áreas y sabemos trabajar en equipo con los hombres. Sólo hay algunos casos de machismo pero es atávico" explicó B., que, además, pretende escribir un libro de memorias cuando se retire de la SIDE. MARIA LAURA AVIGNOLO [url=http://edant.clarin.com/diario/1997/06/08/i-02201e.htm]Clarín Digital:Las chicas de la SIDE[/url] [/QUOTE]
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Verificación
Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
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