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<blockquote data-quote="EFDV" data-source="post: 2359706" data-attributes="member: 15609"><p>Elaborar hipótesis del tipo “supongamos qué...” generalmente no lleva a ninguna parte y no tiene sentido.</p><p>Hecha la aclaración:</p><p></p><p>Los A-4 de la FAA eran una versión algo más moderna y ligeramente diferente a los que operaba la ARA.</p><p>Desconozco si los A-4 de la FAA podían operar desde un portaaviones como el nuestro o habían perdido dicha capacidad. Suponiendo que fuera técnicamente posible, se plantean algunas dudas desde el punto de vista humano.</p><p>La primera duda esta dada en los pilotos. Los pilotos de la FAA se tendrían que quedar en tierra porque no tenían ningún tipo de formación en operación embarcada. Habilidades que llevarían años en incorporar. Entonces, ¿Había suficientes pilotos de la ARA en condiciones de operar estos A-4 de la FAA? De haberlos ¿cuánto tiempo y entrenamiento requerían para poder utilizar los A-4 de la FAA? Recordemos que para el momento de la guerra los pilotos de la FAA ya habían iniciado la transición desde los A-4 a los Super Standard, por lo que se había reducido la cantidad de pilotos disponibles para los A-4.</p><p>De encontrarsé pilotos suficientes ¿qué capacitación tendrían que haber recibido para operar los A-4 de la FAA? Por ejemplo, tengo entendido que el sistema de puntería era algo diferente. ¿Cuánto tiempo hubiesen necesitados para certificarse para estos cambios?</p><p></p><p>Suponiendo que hubiesen pilotos suficientes y el entrenamiento necesario fuera rápido. Cabe preguntarse exactamente lo mismo respecto al personal técnico que tiene que mantener estos aviones y ponerlos en condiciones de volar. Nuevamente, aquí tampoco se podría haber recurrido a los técnicos de la FAA, sino que habría que haber aprovechado los que ya estaban capacitados para operar en el portaaviones. Además de aprender las pequeñas diferencias entre los dos modelos de aviones, habría que haberles hecho llegar los repuestos específicos de los A-4 de la FAA.</p><p>Al igual que con los pilotos, una parte de los técnicos de la ARA también habían iniciado la transición hacia los nuevos Super Standard.</p><p></p><p>Creo recordar que se calcula un equipo de técnico cada dos aviones. En un portaaviones con 8 aviones de ataque A-4, cabe esperar entonces cuatro equipos técnicos. Si se aumenta la cantidad de aviones ¿De dónde se obtendrían los técnicos para operar los A-4 adicionales? Al igual que los pilotos, no es algo que se obtiene rápidamente.</p><p></p><p>Otro tema adicional es el grado de congestión del portaaviones. El ARA 25 de Mayo era un portaaviones ligero con una limitada capacidad portante. Si la memoría no me falla, lo normal eran 8 A-4, 4 Tracker, 4 Sea King y creo que quedaba espacio para un par de pequeños y livianos Alouettes. No hay espacio para nada más.</p><p>Si vas a transportar A-4 extras ¿qué dejas en tierra? ¿Los Tracker? Eran necesarios para detectar la flota enemiga ¿Los Sea King? Cuatro eran lo minímo imprescindible. Solo reduciendo en una unidad los Tracker y/o los Sea King es suficiente para dejar ambos sistemas de armas por debajo del minímo necesario para contar con una disponibilidad adecuada de los mismos.</p><p></p><p>La congestión del portaaviones no sólo se define por la cantidad de aviones que pueda transportar. También esta el interrogante de cuántos caben en cubierta para poderse lanzar en el portaaviones y, más tarde, cuántos pueden recibirse y estacionarse. Un punto sobre el que volveremos más adelante.</p><p></p><p>También habría que tener en cuenta la responsabilidad del Mando. Ser jefe implica poder manejar todo lo que esta bajo su responsabilidad. Implica establecer un plan de batalla y poder ponerlo en práctica.</p><p>En este caso, los jefes y sus asistentes hubiesen necesitado planificar y entrenar para conducir un grupo de ataque un 30% más grande. No es un cambio pequeño. Implicaba pasar de dos grupos de 4 aviones cada uno, a 3 grupos. Incluso los pilotos tendrían que tener la oportunidad de capacitarse y entrenar con estos cambios, ya que la buena coordinación entre tantos aviones es un requisito para que todos puedan volar juntos, llegar al mismo tiempo contra el buque enemigo, saturen sus defensas y, de este modo, tener mayor probabilidad de hundirlo y regresar vivos. También necesitan coordinar el reabastecerse de combustible en vuelo de sus A-4 hermanos y, finalmente, regresar todos estos aviones al mismo tiempo al pequeño portaaviones.</p><p>En pocas palabras, los cambios doctrinales también tienen que entrenarse. Para quién comanda el grupo aéreo, no es lo mismo tener que liderar, comandar, etc. un 30% más de aviones implica entrenar para ello.</p><p></p><p>Suponiendo que todos estos detalles pudieran salvarse, las complejidades necesarias requerían que algo así tendría que formar parte de la planificación estratégica previa a la guerra. No puede improvisarse o difícilmente el resultado pudiera ser positivo.</p><p>No es un cambio que se pueda hacer con el portaaviones en alta mar a cientos de kilómetros de distancia de la Argentina continental. El portaaviones necesitaría regresar a una base segura para esta compleja operación de modificación del grupo aéreo embarcado, pilotos, técnicos, repuestos y accesorios.</p><p>El portaaviones se tendría que haber acercado a un puerto para proceder a la recepción de los aviones adicionales y sus repuestos, pilotos y técnicos y, simultáneamente, bajar los aviones y helicópteros que se decidiera dejar en tierra con sus repuestos, pilotos y técnicos.</p><p>No tendría sentido improvisar esto en las semanas y días previos al inminente 2 de Mayo.</p><p>Hacerlo bien hubiese requerido meses de planificación. Es una decisión que se tendría que haber tomado meses previos a la guerra y proceder a preparar el portaaviones con su grupo aéreo embarcado reforzado antes de salir del puerto.</p><p>Luego, todos debieran haber podido entrenar con esta nueva composición. </p><p></p><p>Cuando se comienzan a poner todas las variables en consideración surgen dos respuestas a esta alternativa.</p><p>La primera, este tipo de “grupo aéreo reforzado” tendría que haber formado parte de una doctrina que se debiera haber podido entrenar durante años o décadas previas. Hubiese sido la única forma de que tuviera alguna posibilidad de implementación realista.</p><p>La segunda y probablemente más importante, para esta época la ARA ya había iniciado la transición desde los viejos A-4 (que iban de salida) y los nuevos SUE con sus Exocet. Lo lógico es que hubiesen acelerado y reforzado estos planes todo lo que hubiesen podido.</p><p></p><p>Dezconosco la respuesta. Muy difícil saber la respuesta.</p><p></p><p>El 2 de Mayo no sólo lanzaba los A-4 de ataque, también tenía un A-4 previsto para hacer de cisterna de los restantes. Además, se habían estado lanzando Tracker para la búsqueda y designación de la flota enemiga. Sabemos que al menos dos Tracker se lanzaron y recuperaron ese día.</p><p>Si hubiese habido algunos A-4 extras, seguramente se hubiese necesitado un segundo A-4 para hacer de cisternas.</p><p></p><p>Una solución al lanzamiento de un mayor número de aviones, es reducir el peso de cada uno en bombas y/o combustible.</p><p>Otra solución hubiese sido lanzar todos los A-4 que se pudiera, esperar a que se voviera a cargar de vapor la catapulta y lanzar los restantes (una oeración que puede tardar, estimo, una hora, también depende mucho de la potencia que puedan entregar los motores). Obviamente, la consecuencia es el lanzamiento de aviones en dos o más oleadas pequeñas.</p><p></p><p>Pero aquí también entra en juego el tema de la congesión del portaaviones que mencionábamos al principio.</p><p>Al momento de lanzar un ataque, todos los aviones completamente cargados tienen que estar sobre cubierta estacionados en la parte trasera del buque, detrás de la catapulta. Todo el frente del portaaviones queda libre para que los aviones se puedan lanzar con seguridad. Todos los aviones en la parte posterior. Los ascensores no se usan durante la operación. </p><p>Cada uno de estos aviones esta esperando su turno para ser lanzados rápidamente. ¿Había espacio en la cubierta posterior para tantos aviones? Suponiendo que la respuesta es negativa, es una razón más para lanzar los aviones en dos oleadas más pequeñas. Pero a la separación de la misma no sólo se suma el tiempo que tarda la catapulta en estar en condiciones, sino también el tiempo que tardan los ascensores y el personal en mover los aviones desde hangar hasta la pista.</p><p></p><p>La congesión del espacio en cubierta no sólo tiene implicancias en el momento de despegar, sino también al aterrizar. Todos los aviones regresan al portaaviones al mismo tiempo.</p><p>Es una de las razones por la que la pista de aterrizaje es oblicua. El primer avión aterriza y se estaciona en la popa, la parte delantera del buque. Así deja espacio para el siguiente.</p><p>El procedimiento se repite con cada aterrizaje. A medida que avanza, el frente del portaaviones se va atestando de aviones mientras la pista trasera continúa limpia para recibir a los últimos aviones. No se utilizan los ascensores en todo este procedimiento.</p><p>Nuevamente ¿Hay espacio para recibir un 30% adicional de aviones regresando simultáneamente?</p><p>Los tracker operaron con otro plan de vuelo, por lo que no eran lanzado junto a los A-4, ni regresaban junto a los A-4. Un problema menos. Pero todos los A-4 que eran lanzados a un ataque cabría esperar que regresaran al mismo tiempo y con las últimas gotas de combustible.</p><p>De la éxitosa recepción de tantos aviones depende la supervivencia de sus aviones y pilotos y la capacidad de volverlos a armas para lanzar un segundo ataque o defender la flota del eventual contraataque.</p><p>No hay que perder de vista que siempre hay un lugarcito previsto para que un helicóptero de búsqueda y rescate de rápida respuesta. Así que la congestión de un portaaviones tan pequeño es extrema. </p><p></p><p>Negativo. El portaaviones se encontraba al este de las islas, muy lejos del continente desde el que despegaban los C-130.</p><p>Una operación así hubiese requerido una coordinación extrema y condiciones climáticas excelentes tanto en el continente como en la zona donde operaba el portaaviones.</p><p></p><p>El portaaviones operaba con el máximo sigilo posible. Incluso suponiendo que los C-130 pudieran haberse acercado, su sola presencia podría haber alertado a los ingleses. Además, la necesarias comunicaciones por radio, radares, etc. Habrían aumentado los riesgos de ser detectados por la flota británica.</p><p>Mientras tanto, el C-130, atrapado en la necesidad de coordinar su plan de vuelo con un lento portaaviones (probablemente, dando vueltas en círculos durante horas) también queda vulnerable.</p><p></p><p>Tamaña coordinación aumenta el riesgo de perder un elemento esencial en todo ataque: la máxima sorpresa posible. Muchos “quizás” tienen que darse para que pudiera tener éxito.</p><p></p><p>Una alternativa más realista es que esta gran plan de batalla de la ARA se lo hubiese intentado reforzar con un ataque adicional desde el continente con los SUE y/o los A-4 de la FAA.</p><p>Es decir, al mientras el portaaviones atacaba con su grupo aéreo embarcado, desde el continente partían un ataque adicional y confluían todos estos ataques más o menos en simultáneo sobre la flota británica.</p><p>Lamentablemente, entiendo que ni siquiera era una opción porque toda la operación hubiese sido demasiado lejana de las bases continentales y, simplemente, fuera del alcance de todos los C-130, SUE, A-4 y Mirages que podrían haber despegado desde aquí.</p><p></p><p>No conozco este caso en particular pero, escencialmente, hubieran estado tratando de poner en práctica exactamente aquello para lo que fueron diseñado estos barcos y se había entrenado su tripulación. Tratar de poner en práctica la doctrina para con la que te preparaste es un excelente punto de partida.</p><p></p><p>Dada la tecnología que existía en ese tiempo. No hubiese sido una misión suicida. Pero tampoco con garantía de éxito. Difícil saber que hubiese pasado.</p><p>Indudablemente, como estás A-69 operaban en el marco de un plan más amplio que también incluía al portaaviones y otras unidades, el mayor o menor grado de éxito también dependía de la capacidad de poner en práctica la totalidad del plan de ataque.</p><p>Cuando el ARA Belgrano es hundido y el ARA 25 de Mayo desiste de su ataque, las probabilidades de éxito de estas A-69 caen estrepitosamente.</p><p></p><p>Destacó en negritas dos errores. Primero ¿por qué pone “<strong>11 Exocet</strong>”? En Malvinas se contaba con dos A-69, así que el máximo de misiles de que disponían eran 8 MM-38.</p><p></p><p>El segundo error es sobre los misiles antibuques británicos. Los británicos no tenían <strong>Harpoon</strong>. Utilizaban los mismos MM-38 que las A-69 y no todas las fragatas y destructores brtánicos estaban equipados con este tipo de misiles.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="EFDV, post: 2359706, member: 15609"] Elaborar hipótesis del tipo “supongamos qué...” generalmente no lleva a ninguna parte y no tiene sentido. Hecha la aclaración: Los A-4 de la FAA eran una versión algo más moderna y ligeramente diferente a los que operaba la ARA. Desconozco si los A-4 de la FAA podían operar desde un portaaviones como el nuestro o habían perdido dicha capacidad. Suponiendo que fuera técnicamente posible, se plantean algunas dudas desde el punto de vista humano. La primera duda esta dada en los pilotos. Los pilotos de la FAA se tendrían que quedar en tierra porque no tenían ningún tipo de formación en operación embarcada. Habilidades que llevarían años en incorporar. Entonces, ¿Había suficientes pilotos de la ARA en condiciones de operar estos A-4 de la FAA? De haberlos ¿cuánto tiempo y entrenamiento requerían para poder utilizar los A-4 de la FAA? Recordemos que para el momento de la guerra los pilotos de la FAA ya habían iniciado la transición desde los A-4 a los Super Standard, por lo que se había reducido la cantidad de pilotos disponibles para los A-4. De encontrarsé pilotos suficientes ¿qué capacitación tendrían que haber recibido para operar los A-4 de la FAA? Por ejemplo, tengo entendido que el sistema de puntería era algo diferente. ¿Cuánto tiempo hubiesen necesitados para certificarse para estos cambios? Suponiendo que hubiesen pilotos suficientes y el entrenamiento necesario fuera rápido. Cabe preguntarse exactamente lo mismo respecto al personal técnico que tiene que mantener estos aviones y ponerlos en condiciones de volar. Nuevamente, aquí tampoco se podría haber recurrido a los técnicos de la FAA, sino que habría que haber aprovechado los que ya estaban capacitados para operar en el portaaviones. Además de aprender las pequeñas diferencias entre los dos modelos de aviones, habría que haberles hecho llegar los repuestos específicos de los A-4 de la FAA. Al igual que con los pilotos, una parte de los técnicos de la ARA también habían iniciado la transición hacia los nuevos Super Standard. Creo recordar que se calcula un equipo de técnico cada dos aviones. En un portaaviones con 8 aviones de ataque A-4, cabe esperar entonces cuatro equipos técnicos. Si se aumenta la cantidad de aviones ¿De dónde se obtendrían los técnicos para operar los A-4 adicionales? Al igual que los pilotos, no es algo que se obtiene rápidamente. Otro tema adicional es el grado de congestión del portaaviones. El ARA 25 de Mayo era un portaaviones ligero con una limitada capacidad portante. Si la memoría no me falla, lo normal eran 8 A-4, 4 Tracker, 4 Sea King y creo que quedaba espacio para un par de pequeños y livianos Alouettes. No hay espacio para nada más. Si vas a transportar A-4 extras ¿qué dejas en tierra? ¿Los Tracker? Eran necesarios para detectar la flota enemiga ¿Los Sea King? Cuatro eran lo minímo imprescindible. Solo reduciendo en una unidad los Tracker y/o los Sea King es suficiente para dejar ambos sistemas de armas por debajo del minímo necesario para contar con una disponibilidad adecuada de los mismos. La congestión del portaaviones no sólo se define por la cantidad de aviones que pueda transportar. También esta el interrogante de cuántos caben en cubierta para poderse lanzar en el portaaviones y, más tarde, cuántos pueden recibirse y estacionarse. Un punto sobre el que volveremos más adelante. También habría que tener en cuenta la responsabilidad del Mando. Ser jefe implica poder manejar todo lo que esta bajo su responsabilidad. Implica establecer un plan de batalla y poder ponerlo en práctica. En este caso, los jefes y sus asistentes hubiesen necesitado planificar y entrenar para conducir un grupo de ataque un 30% más grande. No es un cambio pequeño. Implicaba pasar de dos grupos de 4 aviones cada uno, a 3 grupos. Incluso los pilotos tendrían que tener la oportunidad de capacitarse y entrenar con estos cambios, ya que la buena coordinación entre tantos aviones es un requisito para que todos puedan volar juntos, llegar al mismo tiempo contra el buque enemigo, saturen sus defensas y, de este modo, tener mayor probabilidad de hundirlo y regresar vivos. También necesitan coordinar el reabastecerse de combustible en vuelo de sus A-4 hermanos y, finalmente, regresar todos estos aviones al mismo tiempo al pequeño portaaviones. En pocas palabras, los cambios doctrinales también tienen que entrenarse. Para quién comanda el grupo aéreo, no es lo mismo tener que liderar, comandar, etc. un 30% más de aviones implica entrenar para ello. Suponiendo que todos estos detalles pudieran salvarse, las complejidades necesarias requerían que algo así tendría que formar parte de la planificación estratégica previa a la guerra. No puede improvisarse o difícilmente el resultado pudiera ser positivo. No es un cambio que se pueda hacer con el portaaviones en alta mar a cientos de kilómetros de distancia de la Argentina continental. El portaaviones necesitaría regresar a una base segura para esta compleja operación de modificación del grupo aéreo embarcado, pilotos, técnicos, repuestos y accesorios. El portaaviones se tendría que haber acercado a un puerto para proceder a la recepción de los aviones adicionales y sus repuestos, pilotos y técnicos y, simultáneamente, bajar los aviones y helicópteros que se decidiera dejar en tierra con sus repuestos, pilotos y técnicos. No tendría sentido improvisar esto en las semanas y días previos al inminente 2 de Mayo. Hacerlo bien hubiese requerido meses de planificación. Es una decisión que se tendría que haber tomado meses previos a la guerra y proceder a preparar el portaaviones con su grupo aéreo embarcado reforzado antes de salir del puerto. Luego, todos debieran haber podido entrenar con esta nueva composición. Cuando se comienzan a poner todas las variables en consideración surgen dos respuestas a esta alternativa. La primera, este tipo de “grupo aéreo reforzado” tendría que haber formado parte de una doctrina que se debiera haber podido entrenar durante años o décadas previas. Hubiese sido la única forma de que tuviera alguna posibilidad de implementación realista. La segunda y probablemente más importante, para esta época la ARA ya había iniciado la transición desde los viejos A-4 (que iban de salida) y los nuevos SUE con sus Exocet. Lo lógico es que hubiesen acelerado y reforzado estos planes todo lo que hubiesen podido. Dezconosco la respuesta. Muy difícil saber la respuesta. El 2 de Mayo no sólo lanzaba los A-4 de ataque, también tenía un A-4 previsto para hacer de cisterna de los restantes. Además, se habían estado lanzando Tracker para la búsqueda y designación de la flota enemiga. Sabemos que al menos dos Tracker se lanzaron y recuperaron ese día. Si hubiese habido algunos A-4 extras, seguramente se hubiese necesitado un segundo A-4 para hacer de cisternas. Una solución al lanzamiento de un mayor número de aviones, es reducir el peso de cada uno en bombas y/o combustible. Otra solución hubiese sido lanzar todos los A-4 que se pudiera, esperar a que se voviera a cargar de vapor la catapulta y lanzar los restantes (una oeración que puede tardar, estimo, una hora, también depende mucho de la potencia que puedan entregar los motores). Obviamente, la consecuencia es el lanzamiento de aviones en dos o más oleadas pequeñas. Pero aquí también entra en juego el tema de la congesión del portaaviones que mencionábamos al principio. Al momento de lanzar un ataque, todos los aviones completamente cargados tienen que estar sobre cubierta estacionados en la parte trasera del buque, detrás de la catapulta. Todo el frente del portaaviones queda libre para que los aviones se puedan lanzar con seguridad. Todos los aviones en la parte posterior. Los ascensores no se usan durante la operación. Cada uno de estos aviones esta esperando su turno para ser lanzados rápidamente. ¿Había espacio en la cubierta posterior para tantos aviones? Suponiendo que la respuesta es negativa, es una razón más para lanzar los aviones en dos oleadas más pequeñas. Pero a la separación de la misma no sólo se suma el tiempo que tarda la catapulta en estar en condiciones, sino también el tiempo que tardan los ascensores y el personal en mover los aviones desde hangar hasta la pista. La congesión del espacio en cubierta no sólo tiene implicancias en el momento de despegar, sino también al aterrizar. Todos los aviones regresan al portaaviones al mismo tiempo. Es una de las razones por la que la pista de aterrizaje es oblicua. El primer avión aterriza y se estaciona en la popa, la parte delantera del buque. Así deja espacio para el siguiente. El procedimiento se repite con cada aterrizaje. A medida que avanza, el frente del portaaviones se va atestando de aviones mientras la pista trasera continúa limpia para recibir a los últimos aviones. No se utilizan los ascensores en todo este procedimiento. Nuevamente ¿Hay espacio para recibir un 30% adicional de aviones regresando simultáneamente? Los tracker operaron con otro plan de vuelo, por lo que no eran lanzado junto a los A-4, ni regresaban junto a los A-4. Un problema menos. Pero todos los A-4 que eran lanzados a un ataque cabría esperar que regresaran al mismo tiempo y con las últimas gotas de combustible. De la éxitosa recepción de tantos aviones depende la supervivencia de sus aviones y pilotos y la capacidad de volverlos a armas para lanzar un segundo ataque o defender la flota del eventual contraataque. No hay que perder de vista que siempre hay un lugarcito previsto para que un helicóptero de búsqueda y rescate de rápida respuesta. Así que la congestión de un portaaviones tan pequeño es extrema. Negativo. El portaaviones se encontraba al este de las islas, muy lejos del continente desde el que despegaban los C-130. Una operación así hubiese requerido una coordinación extrema y condiciones climáticas excelentes tanto en el continente como en la zona donde operaba el portaaviones. El portaaviones operaba con el máximo sigilo posible. Incluso suponiendo que los C-130 pudieran haberse acercado, su sola presencia podría haber alertado a los ingleses. Además, la necesarias comunicaciones por radio, radares, etc. Habrían aumentado los riesgos de ser detectados por la flota británica. Mientras tanto, el C-130, atrapado en la necesidad de coordinar su plan de vuelo con un lento portaaviones (probablemente, dando vueltas en círculos durante horas) también queda vulnerable. Tamaña coordinación aumenta el riesgo de perder un elemento esencial en todo ataque: la máxima sorpresa posible. Muchos “quizás” tienen que darse para que pudiera tener éxito. Una alternativa más realista es que esta gran plan de batalla de la ARA se lo hubiese intentado reforzar con un ataque adicional desde el continente con los SUE y/o los A-4 de la FAA. Es decir, al mientras el portaaviones atacaba con su grupo aéreo embarcado, desde el continente partían un ataque adicional y confluían todos estos ataques más o menos en simultáneo sobre la flota británica. Lamentablemente, entiendo que ni siquiera era una opción porque toda la operación hubiese sido demasiado lejana de las bases continentales y, simplemente, fuera del alcance de todos los C-130, SUE, A-4 y Mirages que podrían haber despegado desde aquí. No conozco este caso en particular pero, escencialmente, hubieran estado tratando de poner en práctica exactamente aquello para lo que fueron diseñado estos barcos y se había entrenado su tripulación. Tratar de poner en práctica la doctrina para con la que te preparaste es un excelente punto de partida. Dada la tecnología que existía en ese tiempo. No hubiese sido una misión suicida. Pero tampoco con garantía de éxito. Difícil saber que hubiese pasado. Indudablemente, como estás A-69 operaban en el marco de un plan más amplio que también incluía al portaaviones y otras unidades, el mayor o menor grado de éxito también dependía de la capacidad de poner en práctica la totalidad del plan de ataque. Cuando el ARA Belgrano es hundido y el ARA 25 de Mayo desiste de su ataque, las probabilidades de éxito de estas A-69 caen estrepitosamente. Destacó en negritas dos errores. Primero ¿por qué pone “[B]11 Exocet[/B]”? En Malvinas se contaba con dos A-69, así que el máximo de misiles de que disponían eran 8 MM-38. El segundo error es sobre los misiles antibuques británicos. Los británicos no tenían [B]Harpoon[/B]. Utilizaban los mismos MM-38 que las A-69 y no todas las fragatas y destructores brtánicos estaban equipados con este tipo de misiles. [/QUOTE]
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Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
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