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Mensaje: <blockquote data-quote="Gargara" data-source="post: 642592" data-attributes="member: 5013">Relatos y vivencias de la Regata del Bicentenario.Jueves 29 de abril de 2010.Séptima entrega, de www.lanación.com.arLas once naves que integran la Flota del Bicentenario llegaron el 28 de abril al puerto peruano del Callao, cumpliendo así una etapa más de su periplo. El Bergantín Goleta Esmeralda, que tan dignamente guió a los veleros durante su navegación por aguas chilenas, ha cedido su lugar y el próximo en tomar la posta será el Guayas, cuando dejen las aguas peruanas para navegar las de Ecuador y llegar a Guayaquil.Los navíos permanecerán en el Callao, desde el 28 de abril hasta el 2 de mayo, mostrando como ya es costumbre, la magnificencia de sus imponentes velámenes, la alegría de sus tripulaciones y el fraterno espíritu que los une. Nuestra Fragata Libertad, declarada formalmente "Embajadora del Mar" como distinción honorífica por decreto Nº 727 del 20 de marzo de 2001, continuará acompañándolos y haciendo honor a su distinción.El Puerto del Callao, uno de los más antiguos de la costa occidental de Hispanoamérica, fue fundado en 1537 por la Corona Española y pasaría a ser el puerto principal del Virreinato del Perú, distando a sólo 14 kilómetros de Lima. Anteriormente ya existían en ese lugar, antiquísimas poblaciones del Imperio Incaico.Dada su importancia estratégica y la riqueza que desde él se embarcaba, fue asediado por piratas y corsarios en innumerables oportunidades. Se recuerdan, especialmente, el violento ataque del corsario inglés Francis Drake en 1579 y el del corsario holandés Jacobo Clerck en 1624. La necesidad de proteger el puerto llevó a la construcción de murallas defensivas entre los años 1634 y 1647 hasta que, finalmente en 1747, se inicia la construcción de la Fortaleza del Real Felipe (sobre tierra arrasada), que se terminó parcialmente en 1773 y se constituyó en un obstáculo impenetrable, por sus murallas y baterías, para cualquiera que intentase atacarla.<img src="http://bucketar.lanacion.com.ar/anexos/fotos/06/1196006.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" />¿Por qué se comenzó a construir "sobre tierra arrasada" ? Porque un año antes, el 28 de octubre de 1746, uno de los más terribles terremotos de los que se tenga memoria, arrasó la ciudad portuaria del Callao destruyéndola en su totalidad. Seguidamente, un gigantesco maremoto terminó de diezmar la población, a tal punto que de sus 5000 habitantes, solo sobrevivieron 200.La Fortaleza del Real Felipe se mantuvo inexpugnable desde su construcción, inclusive impidiendo que la Flota Libertadora del Perú entrase a Lima por el Puerto del Callao. No obstante, el general San Martín desembarcó en un punto más al sur y después se instaló en "Huacho" y desde allí, por tierra, atacó y tomó Lima declarando la independencia del Perú el 28 de Julio de 1821. Luego también, por tierra, decidió sitiar la fortaleza hasta conseguir su dominio, instalándose allí en 1823 el primer Congreso Constituyente del Perú, ya liberado.Y como si este periplo fuese también una viaje a la historia de nuestras benditas tierras de América, la flota que hoy nos une ha navegado en estos días frente a Iquique, en aguas que en otros tiempos fueron testigos de combates navales entre países hermanos, como los ocurridos durante la triste Guerra del Pacífico que enfrentó a Chile contra Perú y Bolivia, entre los años 1879 y 1883. Hubo allí heroicas y memorables acciones, como el sangriento Combate Naval de Iquique, del 21 de mayo de 1879, donde el monitor acorazado peruano "Huáscar", se enfrentó a cañonazos con la corbeta "Esmeralda" de Chile a no más de 200 metros de los muelles de la ciudad. Allí murió el comandante, capitán de Fragata Arturo Prat y la mayoría de la tripulación que, despedazada, se fue a pique cuando la "Esmeralda", de casco de madera y ya herida de muerte, comenzó a hundirse por proa. Sonó entonces un último cañonazo desde la aún emergente popa, que comenzaba a ser devorada por las aguas. Lo último que pudieron ver los atónitos habitantes de Iquique, que desde la costa presenciaban el combate, fue la bandera despedazada que aún se mantenía izada y que nunca se había rendido. Al hundimiento, lo siguió un silencio sepulcral. La gente acongojada ante tanto valor enmudeció. Habían visto morir, delante de sus ojos, a hombres que combatieron con heroísmo, fiereza y dignidad.A más de 120 años de aquellas acciones entre países hermanos, por tradición, cultura y lazos de sangre, el encuentro fraterno de los grandes veleros de once naciones que hoy visitan las costas de Sudamérica, debe servirnos de ejemplo.Porque no olvidar el pasado y mantener vivo el recuerdo de acontecimientos trágicos, con secuelas que aún hoy perduran, será la mejor contribución para evitar que se repitan. Para que ningún gobernante de Latinoamérica, en aras de un ideal excéntrico o un interés mezquino, arrastre a su nación a una guerra donde nadie gana, porque las muertes e incapacidades de sus hijos y los esfuerzos económicos puestos en ella, hacen que todos la pierdan. <img src="http://bucketar.lanacion.com.ar/anexos/fotos/04/1196004.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" />Nota e imágenes en este link: <a href="http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1259519">http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1259519</a>Saludos, Gargara.-</blockquote>

Verificación: Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982