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Mensaje: <blockquote data-quote="Diego75" data-source="post: 642596" data-attributes="member: 3228">Relatos y Vivencias de la RegataPor Eduardo Olmos Especial para lanacion.com <a href="mailto:eolmos@fibertel.com.ar">eolmos@fibertel.com.ar</a>El 29 de mayo, la Flota llegaba al puerto de La Guaira en Venezuela, guiada por el Simón Bolivar. En la Fragata Libertad, a las 9 de la mañana se había efectuado una ceremonia por el día del Ejército Argentino, que nació con la patria y cumplía sus 200 años.Durante cinco días, los navíos permanecieron amarrados a los muelles de La Guaira y visitados por autoridades y público que, en cantidad, se acercó para saludarlos.El 2 de junio pasado se despidieron de Venezuela con una Revista Naval, poniendo proa a Santo Domingo, en República Dominicana, donde permanecerán amarrados entre el 6 y el 9, como paso previo al arribo a la meta final el próximo 23 de junio en Veracruz - México.Ya lejos de la costa, comenzaba a desarrollarse una inusual ceremonia que calaba muy hondo en los espíritus de todas las tripulaciones. Comenzaban a despedir a nuestra emblemática Fragata Libertad, anfitriona junto con Esmeralda de Chile, de este memorable "Encuentro y Regata del Bicentenario".<img src="http://bucket.ak.lanacion.com.ar/anexos/fotos/60/1215360.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" />Desde hacía 115 días, los "buques escuela" de las Armadas de Latinoamérica navegaban juntos a vela. Enfrentaron los vientos y marejadas del Atlántico Sur, danzaron frente al Cabo de Hornos, ayudaron en la reconstrucción de Chile y visitaron puertos y países con su mensaje festivo y de amistad, recibiendo saludos y condecoraciones.Pero ese día, en cumplimiento de órdenes impartidas con anterioridad por el Ministerio de Defensa por razones presupuestarias, la Fragata Libertad debía continuar su viaje de instrucción de los Guardiamarinas en Comisión, regresando a la patria desde La Guaira por el Atlántico, tocando los puertos de Fortaleza en Brasil y el de Montevideo, para arribar al de Buenos Aires aproximadamente el día 6 de julio. Las órdenes son órdenes y como tales se cumplieron.En pleno mar, la Fragata Libertad formó a su tripulación en cubierta sobre la banda de babor, mientras los demás navíos se fueron colocando en fila para pasar junto a ella, con sus respectivas tripulaciones firmes en cubierta. Despedían a tan digna anfitriona, que tiene navegadas más de 800 mil millas náuticas y que ha pasado, fuera de su apostadero, el equivalente a 17 años en el mar, formando a más de 11 mil marinos de nuestra Armada.El primero en pasar, con su tripulación en cubierta, rindiendo honores y disparando cañonazos de salva fue el Esmeralda, nada más y nada menos que el otro anfitrión. Las banderas de ambos países flameaban al viento mientras el humo de los cañonazos se perdía en el mar. Los cantos se fueron alternando y, de las impecables formaciones de ambos navíos, empezaron a levantarse brazos que se agitaban en señal de despedida, hasta que todos fueron un solo brazo. Fue entonces que juntos, comenzaron a entonar la canción "amigos para siempre", tema con el que los despidió Cartagena de Indias un tiempo atrás. Pocos metros separaban ambas naves surcando las aguas a la par, sin embargo, las dos tripulaciones se sintieron navegando en un mismo barco, porque gestas como la que han vivido en estos cuatro meses, reafirmaron en ellas la enormidad de afectos que las une.Después fueron desfilando, uno a uno, los demás navíos y el ritual se repitió con el segundo barco, el Cuauhtemoc de México, esos marinos que regresan a la patria para festejar, finalmente, su propio Bicentenario. Las muestras de estima y reconocimiento, las salvas y la despedida, continuaron con el Cisne Branco, luego el Gloria de Colombia y el Guayas de Ecuador. En todos ellos el espíritu del adiós fue idéntico al que había iniciado el Esmeralda.Cerrando la despedida, pasaron junto a nuestro "buque escuela" el Capitán Miranda de Uruguay, que con su "presente" durante todo el recorrido, han demostrado sobradamente sus condiciones de excelentes marinos, intrépidos y alegres, pero por sobre todo hermanos. El último en rendir los honores de la despedida fue el hasta ahora guía de la flota, el Simón Bolivar, digno representante de su nación. El último cañonazo quedo congelado en el aire, como si nada pudiese borrar aquellos momentos vividos en altamar.Los navíos comenzaron a alejarse y sus proas enfilaron hacia Santo Domingo,mientras la Fragata Libertad puso rumbo a Fortaleza en Brasil y sus hombres se fueron sobreponiendo a la despedida. La vida abordo retomó su ritmo habitual, seguían las horas de instrucción, los horarios y la rutina. La templanza de sus espíritus, tan inculcada en las enseñanzas recibidas, se manifestó entonces en toda su intensidad.Cisne Branco, Esmeralda y Capitán Miranda representarán en México a Brasil, Chile y Uruguay. Guayas, Gloria y Simón Bolivar lo harán por Ecuador, Colombia y Venezuela. Cuauhtemoc y sus marinos de México comprobarán así, que pese a la sentida ausencia de la Fragata Libertad, las naciones de América del Sur les retribuirán con su presencia en Veracruz, lo que ellos tanto dieron durante ésta histórica travesía.(*) El autor es navegante, socio del Yacht Club Argentino y miembro de la Asociación de Amigos de la Fragata Libertad.Fuente:<a href="http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1273067">http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1273067</a></blockquote>

Verificación: Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982