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Presupuestos militares en la mira por la crisis económica mundial
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<blockquote data-quote="HernanF" data-source="post: 1102229" data-attributes="member: 7964"><p>Compartir gastos y aumentar la cooperación, parece que hasta en lo más básico no se llega a un acuerdo mientras la crisis sigue golpeando los presupuestos militares europeos.</p><p>Por estos días y muy similar a lo realizado en Alemania, Polonia está llevando a cabo un proceso de restructuración de defensa muy importante. Saludos</p><p>Hernán.</p><p></p><p></p><p><span style="font-size: 18px"><strong>Defensa: los europeos se desarman pero aún tienen reparos en cooperar entre ellos.</strong></span></p><p></p><p><em><strong>Los presupuestos militares europeos han retrocedido el 7% desde el 2006. Los Estados miembros están frente a un voluntarismo político: cooperar más entre ellos. Pero los resultados no se condicen. La parte de las compras de equipo militar realizada en cooperación no supera el 22% del total.</strong></em></p><p></p><p>Europa se desarma. El informe no es nuevo, sino que acaba de adquirir un particular relieve con las últimas estadísticas de la Agencia Europea de Defensa (AED). En el 2006, los 26 Estados miembros de la Agencia, son veintisiete estados menos Dinamarca, habían consagrado 209.000 millones de euros a sus gastos militares. Es decir el 1,77% de su PIB de la época. En el 2010, el esfuerzo presupuestario cayó a 194.000 millones, es decir, el 1,61%. Sobre este período y en el acumulado, el retroceso supera el 7%. Las cifras del 2011 todavía no son conocidas, pero es evidente que la tendencia continuó, el Reino Unido, primera potencia militar europea, realizó recortes muy severos en su presupuesto. Luego de las elecciones, Francia muy ciertamente también debería hacerlo.</p><p>De paso en Bruselas en junio, poco tiempo antes de dejar sus funciones, Robert Gates, por entonces secretario de Defensa norteamericano, había criticado la irresponsabilidad colectiva de los países del Viejo Continente. Sus intereses estratégicos están cada vez más ligados a Asia y al Pacífico y el tío Sam ya no demuestra el mismo apetito cuando se trata de asumir la defensa colectiva de sus aliados europeos, había explicado por entonces de manera educada pero firme. Más aún cuando en Washington, la nueva generación de generales al mando no vivió la guerra fría. A sus ojos, la OTAN no tiene la misma importancia estratégica que en el pasado.</p><p>La operación Harmattan llevada adelante en el frente libio llegó para confirmar esta mudanza estratégica. Excepto unos ataques masivos durante el comienzo de las operaciones, el Pentágono se mantuvo en un segundo plano, dejando a los franceses y británicos asegurar lo esencial de las misiones ofensivas. Paradójicamente, esta «liderazgo desde retaguardia», según los términos de Barack Obama, hizo surgir a plena luz del día las debilidades recurrentes de los europeos en el plano militar. Como ejemplo, el Pentágono debió asegurar el 80% del reabastecimiento en vuelo de los aviones aliados. Sin ellos, la operación no habría podido realizarse.</p><p></p><p><strong>Compartir la miseria.</strong></p><p></p><p>La preocupación, y las cifras de la AED lo confirman, resta que los europeos no tengan los medios para asumir verdaderamente su rango de gran potencia. París y Londres representan siempre la mitad de los presupuestos de defensa, y dos tercios de los gastos de investigación. Detrás, el desparramo es patente, y la crisis actual no deja ningún margen de maniobra. En estas condiciones, los veintisiete estados no tienen otra elección que compartir la miseria. Según la expresión de moda en el ámbito militar, llegó la hora del «pooling and sharing» como dicen los anglosajones.</p><p>Es el espíritu del tratado franco-británico de Lancaster House firmado hace ya un año. Para permanecer como potencias globales, capaces de intervenir en cualquier parte del mundo, Francia y el Reino Unido quieren armar una fuerza de intervención común, y compartir el costo de numerosos equipos militares.</p><p>A pedido de sus Estados miembros, la Agencia Europea de Defensa, también, accedió al "pooling and sharing", proponiendo una decena de proyectos de cooperación. Su directora general, Claude-France Arnould, es optimista sobre el resultado (Leer también la entrevista a Claude-France Arnould (AED): «Los Estados europeos están dispuestos a compartir sus medios militares»). Los hechos incitan, sin embargo, a la prudencia. En el 2007, estos mismos Estados miembros se habían fijado un objetivo ambicioso: hacer llegar, en plazos, del 19% al 35% las compras de equipo militar realizadas en cooperación. Cinco años más tarde, estamos apenas en el 22%.</p><p></p><p><em>Fuente</em>: Les Echos por Alain Ruello 02.01.2012</p><p>Traducción propia.</p><p></p><p></p><p>.</p><p></p><p></p><p></p><p><span style="font-size: 15px"><strong>Défense: les Européens désarment mais peinent encore à coopérer entre eux.</strong></span></p><p></p><p><em><strong><span style="font-size: 12px">Les budgets militaires européens ont reculé de 7% depuis 2006. Les Etats membres affichent une volonté politique: coopérer davantage entre eux. Mais les résultats ne suivent pas. La part des achats d'équipement militaire réalisée en coopération ne dépasse pas 22 % du total.</span></strong></em></p><p></p><p><span style="font-size: 12px">L'Europe désarme. Le constat n'est pas nouveau, mais il vient de prendre un relief particulier avec les dernières statistiques de l'Agence européenne de défense (AED). En 2006, les 26 Etats membres de l'agence - soit les Vingt-Sept moins le Danemark -avaient consacré 209 milliards d'euros à leurs dépenses militaires. Soit 1,77% de leur PIB de l'époque. En 2010, l</span><span style="font-size: 12px">'effort budgétaire est tombé à 194 milliards, soit 1,61%. Sur cette période et en cumulé, le recul dépasse les 7%. Les chiffres de 2011 ne sont pas encore connus, mais il est évident que la tendance s'est poursuivie, le Royaume-Uni, première puissance militaire européenne, ayant opéré des coupes très sévères dans ses budgets. Après les élections, la France</span><span style="font-size: 12px"> devrait très certainement en faire de même.</span></p><p><span style="font-size: 12px">De passage à Bruxelles en juin, peu de temps avant de quitter ses fonctions, Robert Gates, alors secrétaire d'Etat américain à la Défense</span><span style="font-size: 12px">, avait critiqué l'irresponsabilité collective des pays du Vieux Continent. Ses intérêts stratégiques étant de plus en plus liés à l'Asie et au bassin Pacifique, l'Oncle Sam ne fait plus preuve du même appétit lorsqu'il s'agit d'assumer la défense collective de ses alliés européens, avait-il expliqué, poliment, mais fermement. D'autant qu'à Washington, la nouvelle génération de généraux aux commandes n'a pas vécu la guerre froide. A leurs yeux, l'Otan n'a visiblement pas la même importance stratégique que par le passé.</span></p><p><span style="font-size: 12px">L'opération Harmattan menée sur le front libyen est venue confirmer ce revirement stratégique. Hormis quelques frappes massives au tout début des opérations, le Pentagone est resté en arrière-plan, laissant Français et Britanniques assurer l'essentiel des missions offensives. Paradoxalement, ce «leadership from behind» - selon les termes de Barack Obama -a fait surgir au grand jour les faiblesses récurrentes des Européens sur le plan militaire. A titre d'exemple, le Pentagone a dû assurer 80% du ravitaillement en vol des avions alliés. Sans eux, l'opération n'aurait pas pu se faire.</span></p><p></p><p><span style="font-size: 12px">Partager la misère.</span></p><p></p><p><span style="font-size: 12px">Le souci, et les chiffres de l'AED le confirment, reste que les Européens ne se donnent pas les moyens d'assumer véritablement leur rang de grande puissance. Paris et Londres représentent toujours la moitié des budgets de défense, et les deux tiers des dépenses de recherche. Derrière, le décrochage est patent, et la crise actuelle ne laisse aucune marge de manoeuvre. Dans ces conditions, les Vingt-Sept n'ont d'autres choix que de partager la misère. Selon l'expression à la mode dans le landerneau militaire, l'heure est au «pooling & sharing» comme disent les anglo-saxons. </span></p><p><span style="font-size: 12px">C'est tout l'esprit du traité franco-britannique de Lancaster House signé il y a un an. Pour demeurer des puissances globales, capables d'intervenir partout dans le monde, la France </span><span style="font-size: 12px">et le Royaume-Uni veulent mettre sur pied une force d'intervention commune, et partager le coût de nombreux équipements militaires.</span></p><p><span style="font-size: 12px">A la demande de ses Etats membres, l'Agence européenne de défense, elle aussi, s'est mise au «pooling and sharing», en proposant une dizaine de projets de coopération. Sa directrice générale, Claude-France Arnould, est optimiste sur le résultat (Lire aussi l'interview de Claude-France Arnould (AED): «Les Etats européens sont prêts à partager leurs moyens militaires»). Les faits incitent néanmoins à la prudence. En 2007, ces mêmes Etats membres s'étaient fixé un objectif ambitieux: faire passer, à terme, de 19% à 35% la part des achats d'équipement militaire réalisés en coopération. Cinq ans plus tard, on en est à peine à 22 %.</span></p><p></p><p><strong><span style="font-size: 12px">Les Echos par Alain Ruello 02/01/2012</span></strong></p><p></p><p><span style="font-size: 12px">.</span></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="HernanF, post: 1102229, member: 7964"] Compartir gastos y aumentar la cooperación, parece que hasta en lo más básico no se llega a un acuerdo mientras la crisis sigue golpeando los presupuestos militares europeos. Por estos días y muy similar a lo realizado en Alemania, Polonia está llevando a cabo un proceso de restructuración de defensa muy importante. Saludos Hernán. [SIZE=5][B]Defensa: los europeos se desarman pero aún tienen reparos en cooperar entre ellos.[/B][/SIZE] [I][B]Los presupuestos militares europeos han retrocedido el 7% desde el 2006. Los Estados miembros están frente a un voluntarismo político: cooperar más entre ellos. Pero los resultados no se condicen. La parte de las compras de equipo militar realizada en cooperación no supera el 22% del total.[/B][/I] Europa se desarma. El informe no es nuevo, sino que acaba de adquirir un particular relieve con las últimas estadísticas de la Agencia Europea de Defensa (AED). En el 2006, los 26 Estados miembros de la Agencia, son veintisiete estados menos Dinamarca, habían consagrado 209.000 millones de euros a sus gastos militares. Es decir el 1,77% de su PIB de la época. En el 2010, el esfuerzo presupuestario cayó a 194.000 millones, es decir, el 1,61%. Sobre este período y en el acumulado, el retroceso supera el 7%. Las cifras del 2011 todavía no son conocidas, pero es evidente que la tendencia continuó, el Reino Unido, primera potencia militar europea, realizó recortes muy severos en su presupuesto. Luego de las elecciones, Francia muy ciertamente también debería hacerlo. De paso en Bruselas en junio, poco tiempo antes de dejar sus funciones, Robert Gates, por entonces secretario de Defensa norteamericano, había criticado la irresponsabilidad colectiva de los países del Viejo Continente. Sus intereses estratégicos están cada vez más ligados a Asia y al Pacífico y el tío Sam ya no demuestra el mismo apetito cuando se trata de asumir la defensa colectiva de sus aliados europeos, había explicado por entonces de manera educada pero firme. Más aún cuando en Washington, la nueva generación de generales al mando no vivió la guerra fría. A sus ojos, la OTAN no tiene la misma importancia estratégica que en el pasado. La operación Harmattan llevada adelante en el frente libio llegó para confirmar esta mudanza estratégica. Excepto unos ataques masivos durante el comienzo de las operaciones, el Pentágono se mantuvo en un segundo plano, dejando a los franceses y británicos asegurar lo esencial de las misiones ofensivas. Paradójicamente, esta «liderazgo desde retaguardia», según los términos de Barack Obama, hizo surgir a plena luz del día las debilidades recurrentes de los europeos en el plano militar. Como ejemplo, el Pentágono debió asegurar el 80% del reabastecimiento en vuelo de los aviones aliados. Sin ellos, la operación no habría podido realizarse. [B]Compartir la miseria.[/B] La preocupación, y las cifras de la AED lo confirman, resta que los europeos no tengan los medios para asumir verdaderamente su rango de gran potencia. París y Londres representan siempre la mitad de los presupuestos de defensa, y dos tercios de los gastos de investigación. Detrás, el desparramo es patente, y la crisis actual no deja ningún margen de maniobra. En estas condiciones, los veintisiete estados no tienen otra elección que compartir la miseria. Según la expresión de moda en el ámbito militar, llegó la hora del «pooling and sharing» como dicen los anglosajones. Es el espíritu del tratado franco-británico de Lancaster House firmado hace ya un año. Para permanecer como potencias globales, capaces de intervenir en cualquier parte del mundo, Francia y el Reino Unido quieren armar una fuerza de intervención común, y compartir el costo de numerosos equipos militares. A pedido de sus Estados miembros, la Agencia Europea de Defensa, también, accedió al "pooling and sharing", proponiendo una decena de proyectos de cooperación. Su directora general, Claude-France Arnould, es optimista sobre el resultado (Leer también la entrevista a Claude-France Arnould (AED): «Los Estados europeos están dispuestos a compartir sus medios militares»). Los hechos incitan, sin embargo, a la prudencia. En el 2007, estos mismos Estados miembros se habían fijado un objetivo ambicioso: hacer llegar, en plazos, del 19% al 35% las compras de equipo militar realizadas en cooperación. Cinco años más tarde, estamos apenas en el 22%. [I]Fuente[/I]: Les Echos por Alain Ruello 02.01.2012 Traducción propia. . [SIZE=4][B]Défense: les Européens désarment mais peinent encore à coopérer entre eux.[/B][/SIZE] [I][B][SIZE=3]Les budgets militaires européens ont reculé de 7% depuis 2006. Les Etats membres affichent une volonté politique: coopérer davantage entre eux. Mais les résultats ne suivent pas. La part des achats d'équipement militaire réalisée en coopération ne dépasse pas 22 % du total.[/SIZE][/B][/I] [SIZE=3]L'Europe désarme. Le constat n'est pas nouveau, mais il vient de prendre un relief particulier avec les dernières statistiques de l'Agence européenne de défense (AED). En 2006, les 26 Etats membres de l'agence - soit les Vingt-Sept moins le Danemark -avaient consacré 209 milliards d'euros à leurs dépenses militaires. Soit 1,77% de leur PIB de l'époque. En 2010, l[/SIZE][SIZE=3]'effort budgétaire est tombé à 194 milliards, soit 1,61%. Sur cette période et en cumulé, le recul dépasse les 7%. Les chiffres de 2011 ne sont pas encore connus, mais il est évident que la tendance s'est poursuivie, le Royaume-Uni, première puissance militaire européenne, ayant opéré des coupes très sévères dans ses budgets. Après les élections, la France[/SIZE][SIZE=3] devrait très certainement en faire de même.[/SIZE] [SIZE=3]De passage à Bruxelles en juin, peu de temps avant de quitter ses fonctions, Robert Gates, alors secrétaire d'Etat américain à la Défense[/SIZE][SIZE=3], avait critiqué l'irresponsabilité collective des pays du Vieux Continent. Ses intérêts stratégiques étant de plus en plus liés à l'Asie et au bassin Pacifique, l'Oncle Sam ne fait plus preuve du même appétit lorsqu'il s'agit d'assumer la défense collective de ses alliés européens, avait-il expliqué, poliment, mais fermement. D'autant qu'à Washington, la nouvelle génération de généraux aux commandes n'a pas vécu la guerre froide. A leurs yeux, l'Otan n'a visiblement pas la même importance stratégique que par le passé.[/SIZE] [SIZE=3]L'opération Harmattan menée sur le front libyen est venue confirmer ce revirement stratégique. Hormis quelques frappes massives au tout début des opérations, le Pentagone est resté en arrière-plan, laissant Français et Britanniques assurer l'essentiel des missions offensives. Paradoxalement, ce «leadership from behind» - selon les termes de Barack Obama -a fait surgir au grand jour les faiblesses récurrentes des Européens sur le plan militaire. A titre d'exemple, le Pentagone a dû assurer 80% du ravitaillement en vol des avions alliés. Sans eux, l'opération n'aurait pas pu se faire.[/SIZE] [SIZE=3]Partager la misère.[/SIZE] [SIZE=3]Le souci, et les chiffres de l'AED le confirment, reste que les Européens ne se donnent pas les moyens d'assumer véritablement leur rang de grande puissance. Paris et Londres représentent toujours la moitié des budgets de défense, et les deux tiers des dépenses de recherche. Derrière, le décrochage est patent, et la crise actuelle ne laisse aucune marge de manoeuvre. Dans ces conditions, les Vingt-Sept n'ont d'autres choix que de partager la misère. Selon l'expression à la mode dans le landerneau militaire, l'heure est au «pooling & sharing» comme disent les anglo-saxons. [/SIZE] [SIZE=3]C'est tout l'esprit du traité franco-britannique de Lancaster House signé il y a un an. Pour demeurer des puissances globales, capables d'intervenir partout dans le monde, la France [/SIZE][SIZE=3]et le Royaume-Uni veulent mettre sur pied une force d'intervention commune, et partager le coût de nombreux équipements militaires.[/SIZE] [SIZE=3]A la demande de ses Etats membres, l'Agence européenne de défense, elle aussi, s'est mise au «pooling and sharing», en proposant une dizaine de projets de coopération. Sa directrice générale, Claude-France Arnould, est optimiste sur le résultat (Lire aussi l'interview de Claude-France Arnould (AED): «Les Etats européens sont prêts à partager leurs moyens militaires»). Les faits incitent néanmoins à la prudence. En 2007, ces mêmes Etats membres s'étaient fixé un objectif ambitieux: faire passer, à terme, de 19% à 35% la part des achats d'équipement militaire réalisés en coopération. Cinq ans plus tard, on en est à peine à 22 %.[/SIZE] [B][SIZE=3]Les Echos par Alain Ruello 02/01/2012[/SIZE][/B] [SIZE=3].[/SIZE] [/QUOTE]
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