Menú
Inicio
Visitar el Sitio Zona Militar
Foros
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Qué hay de nuevo
Nuevos mensajes
Última actividad
Miembros
Visitantes actuales
Entrar
Registrarse
Novedades
Buscar
Buscar
Buscar sólo en títulos
Por:
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Menú
Entrar
Registrarse
Inicio
Foros
Area Militar General
Malvinas 1982
Programa Misión Malvinas-Descarga y Archivo 2009-2017
JavaScript is disabled. For a better experience, please enable JavaScript in your browser before proceeding.
Estás usando un navegador obsoleto. No se pueden mostrar estos u otros sitios web correctamente.
Se debe actualizar o usar un
navegador alternativo
.
Responder al tema
Mensaje
<blockquote data-quote="TORDO79" data-source="post: 2102500" data-attributes="member: 3802"><p>De lo mejor de MM!!!. Honor y Gloria a los UKA UKA y sus misilazos!!!. Les dejo el LINK, un aporte y un Abrazo Malvinero!!!</p><p></p><p>LINK: <a href="http://radiocut.fm/audiocut/mision-malvinas-banda-de-hermanos-849/">http://radiocut.fm/audiocut/mision-malvinas-banda-de-hermanos-849/</a></p><p></p><p><strong>OPERACION UKA UKA</strong></p><p></p><p><em><strong>"...La llegada del almirante Edgardo Otero a Puerto Argentino el 26 de abril no fue considerada importante en ese momento. Era el oficial naval de más alto rango en las islas, pero no había ningún buque de guerra que participara en la defensa del archipiélago. Sin embargo, cuando el 1° de Mayo experimentó el primer bombardeo de P. Argentino por los Buques Glamorgan, Alacrity y Arrow de la Royal Navy, notó la ausencia de respuesta, y se apresuró a comunicarse por radio cifrada a Bahía Blanca para exigir acción, y pidió dos lanchas torpederas para hostigar al enemigo y evitar nuevos cañoneos. Armadas con torpedos filo guiados SST4, las pequeñas naves habrían sido ideales para la tarea que tenía en mente, de ellas la Armada contaba con 4 PR71 de origen alemán. Otero sabía que no había nada más desmoralizador para las tropas sitiadas que verse sometidas a una andanada de artillería sin tener medios conque replicar del mismo modo. Aun cuando los artilleros del 3° Grupo de artillería habían respondido con obuses de 155 mm que lanzaban granadas a 20 km, los buques británicos simplemente se alejaron un poco y siguieron disparando. Para hacer más agraviante el insulto, la RN había hecho el ataque a plena luz del día, con fuego preciso de 4,5 pulgadas dirigidos por localizadores visuales en helicóptero, que también escaparon indemnes. Los buques se habían acercado a la costa sur de Puerto Argentino y batieron la zona donde estaban posicionadas las tropas argentinas en el cerro Sapper y el Monte Williams. Una atrevida demostración de fuerza, pero también una oportunidad que los defensores no debían dejar pasar por alto.</strong></em></p><p><em><strong>Aquellos que estuvieron presentes cuando Otero dio a conocer sus opiniones en el Estado Mayor Naval recuerdan que el equipo de comunicaciones casi se derrite por el explosivo lenguaje de Otero, sin embargo, su pedido fue rechazado. Sin darse por vencido, el diminuto almirante se comunicó con su viejo amigo, el Capitán Julio Pérez, ingeniero a cargo del taller de los Exocets en base Espora para hacerle una pregunta: ¿sería posible disparar desde tierra un Exocet MM40 de lanzamiento de superficie? si la Armada no estaba dispuesta a defender la isla con buques, ¿podrían transferirse algunos de los misiles de éstos a fin de instalarlos en un lugar de la costa? De profesión ingeniero, Pérez había recibido el enorme sistema de computación de los Exocets proveniente de Aerospatiale, y aunque tenía mínima experiencia con tales sistemas, la idea lo cautivó, por lo que se consagró a investigar la posibilidad y darle la información requerida con urgencia. Hasta entonces había estado ocupado en dominar las artes de instalar los AM 39 en los SUE, y junto con su equipo de seis hombres se había puesto a la altura del desafío, y ahora Otero lo ponía frete a otro.</strong></em></p><p><em><strong>Pérez, que había pasado casi diez meses en Francia estudiando las complejidades del misil francés, no subestimó la tarea por delante, y luego de 5 días de intensas consultas con sus colegas llegó a la conclusión de que desmantelar los lanzadores del MM40, tal vez de los destructores clase Sumner, el Seguí o comodoro Py, era posible, pero llevaría dos meses levantar la plataforma inercial que proporcionaban a las computadoras del misil los datos de orientación necesarios para el vuelo. Para hacer exitoso el lanzamiento, había que alimentar su sistema interno con una masa de datos de la computadora principal. Improvisar esta sincronización requería duplicar los procesadores de la plataforma que induciría al misil a creer que había recibido la información auténtica para seleccionar un blanco.</strong></em></p><p><em><strong>Una vez que Otero le explicó la situación de ser bombardeado sin poder responder, Pérez se sintió encantado de construir lo que equivalía a un sistema misilístico tierra-tierra, completamente nuevo, y comenzó a trabajar para sacar dos misiles del Seguí. Desmantelar los lanzadores resultó fácil, pero el desarrollo de una plataforma inercial demostró no serlo tanto. Había tres Obstáculos: el Primero, estaba la cuestión de la energía. El Exocet necesitaba una fuente eléctrica de 440 voltios a 60 ciclos, una combinación casi única. Justo cuando Pérez comenzaba a desesperar al no poder encontrar un sustituto, el capitán de corbeta Benjamín Dávila recordó un generador Siemens comprado a los alemanes en 1938, como parte de una batería de reflectores. Tras pasar 20 años en un depósito de la base, la enorme unidad, con seis toneladas de peso fue sacada de allí y se comprobó que funcionaba en condiciones óptimas, con la capacidad de producir la corriente necesaria.</strong></em></p><p><em><strong>El segundo problema era la plataforma física para los contenedores del Exocet. El semirremolque en que se habían instalado los lanzadores era incómodo y tenía 5 toneladas de peso. La base tenía que ser robusta para aguantar dos lanzamientos pero con la capacidad de ser llevada a su punto de lanzamiento sin tropiezos. Por último, estaba el tema del radar sustituto para que el misil localizara el blanco, pero Pérez confiaba en encontrar uno adecuado en las islas. Con una improvisada caja de control de madera para reproducir el diálogo digital entre el misil y el sistema inercial, Pérez logró simular al menos 10 lanzamientos exitosos.</strong></em></p><p><em><strong>Éste fue un progreso extraordinario, porque la situación militar se deterioraba rápidamente para ambos bandos, aunque ninguno de los dos comprendía la situación del otro. Los argentinos, estaban consternados por la aparente facilidad con que los británicos establecieron la cabeza de playa y calculaban que el lanzamiento del 25 de Mayo de dos misiles Exocet había puesto fuera de combate a un gran buque británico pero parecía que no había hecho mella en las fuerzas británicas. Para los británicos, el hundimiento del transporte Atlantic Conveyor, había acabado con los Chinook que debían trasladar a las tropas al campo de combate, municiones y carpas para las tropas, lo que puso a la logística en aprietos y el cronograma de avance estaba seriamente afectado, y podía llevar a la inmovilidad y la derrota si los argentinos se sostenían en sus posiciones más allá de un mes, pero la inteligencia argentina no se percató de la precaria situación de las fuerzas británicas y pese al alto precio de aviones derribados, la Task Force estaba dando sus últimos alientos en sostener el cerco sobre los también exhaustos defensores.</strong></em></p><p><em><strong>El mayor obstáculo, hacer concordar el sistema computadorizado con la memoria de orientación del misil, había sido superado, de modo que el generador y el semirremolque fueron embarcados en dos Hércules que harían un vuelo nocturno a Puerto Argentino el 1 de Junio. Según cuenta el propio Pérez, que viajaba en la segunda nave, retomó el malsano hábito de fumar cuando el avión tuvo que hacer cuatro acercamientos fallidos a la pista, tras recibir informes del radar de Malvinas que estaban siendo monitoreados por patrullas aéreas británicas.</strong></em></p><p><em><strong>El secreto de su arribo a las islas no terminó. El semirremolque y el generador fueron transportados fuera del pueblo y escondidos en un cobertizo para evitar miradas indiscretas, mientras que se trataba de desarrollar un sistema de radar capaz de proporcionar al misil los datos necesarios. La única unidad adecuada era el RASIT Francés, concebido para uso de combate para la infantería, que podía detectar movimientos a 30 kilómetros de distancia, y había sido sometido a experimentos por Carlos Ries, un periodista de la “Aventura del Hombre” de Canal 13 de Buenos Aires, más acostumbrado a perseguir animales que chapucear con un radar. No obstante, era Radioaficionado y había compartido las sensaciones frustrantes del bombardeo inglés. Había sido infante de Marina y dado de baja luego de un accidente automovilístico en 1973, se había acercado a las autoridades argentinas y se ofreció como operador del RASIT. Se lo escuchó con cortesía, pero el Cinético Otero le pidió que colaborara con Pérez. Juntos con Pérez comprobaron que el principal problema era que el RASIT leía datos en metros y mili pulgadas, que requería una compleja conversión de datos al Exocet, que tomaba datos en azimut y kilómetros. Mediante una tabla de conversiones y una calculadora de bolsillo, uno de los subordinados de Pérez, Mario Abadal, logró meter los datos del RASIT a la computadora de comando del Exocet. Convencidos que el sistema podía funcionar, Pérez indicó que estaban listos para el lanzamiento, y se trasladaron en la noche del 5 de Junio hasta a una posición de lanzamiento adecuada para emboscar a los buques británicos y esperar que la primera presa se pusiera a tiro.</strong></em></p><p><em><strong>Pocas horas antes del amanecer, el Gran Radar Westinghouse del Ejército informó la presencia de un buque de superficie alejándose hacia el Atlántico, luego de una noche de labores de bombardeo, el RASIT enclavó el objetivo y se pulso el botón de lanzamiento, pero el misil funcionó mal. Desilusionado, Pérez activo el segundo contenedor, pero omitió tomar en cuenta que el primitivo condensador necesitaba 20 minutos para calentarse y operar para adquirir los datos telemétricos, y en su entusiasmo, disparó luego de 8 minutos. El segundo misil fue lanzado pero no le dio al blanco, que siguió su marcha sin percatarse del peligro que lo amenazaba.</strong></em></p><p><em><strong>Fue una enorme decepción porque Pérez probó que era posible disparar un MM40 desde tierra, pero ninguno de los misiles funcionó como se lo esperaba. Sin embargo, el efecto sorpresa no se había perdido, pues los británicos no se percataron del lanzamiento y el conocimiento técnico conocido había sido impresionante, y el premio era suficientemente atractivo como para que se esperase otro vuelo con dos misiles más.</strong></em></p><p><em><strong>Se llevó a cabo otro intento en la noche madrugada del 7-8 de Junio, reemplazándose el condensador que motivó el disgusto. Casi por accidente, el video de Ries que documentaba la operación de disparo quedó en evidencia que había dos cables estaban conectados de manera invertida, y se había dado cuenta luego de estudiar la secuencia de lanzamiento que mostraba que el ajuste de vuelo del Exocet hecho por Pérez, se había inclinado 8 grados hacia la derecha, cuando el video mostraba que en realidad lo había hecho hacia la izquierda. Una vez conectado correctamente los cables, los hombres esperaron pacientemente otra oportunidad, y esta paciencia tuvo su recompensa en la noche del 11 al 12 de Junio.Luego de una curiosa danza de la lluvia hecha por el Cabo Edgardo Rodríguez.</strong></em></p><p><em><strong>Esa noche, la Yarmouth, el Avenger y el Glamorgan habían operado cerca de la costa en lo que se conocía como Línea de Tiro, haciendo fuego sobre las posiciones argentinas de Dos Hermanas, justo antes del amanecer, el Glamorgan se adelantó para realizar un atajo hacia mar abierto luego de un bombardeo, y entro en el radio de alcance de 24000 metros del Exocet, pasando a 180° de éste. El misil fue disparado exitosamente y la alerta del buque permitió al Capitán realizar una maniobra desesperada y poner su perfil más estrecho al artilugio en vuelo. Se disparó un Sea Cat, pero el Exocet alcanzó su objetivo, se hundió en la popa de la nave y detonó en el hangar de los Helicópteros, matando a 8 hombres, el incendio posterior destruyo parte de la cubierta y la cocina, donde murieron por las quemaduras un camarero y cuatro cocineros.</strong></em></p><p><em><strong>Fue el último Exocet disparado en la guerra, Pérez y Ries fueron tomados prisioneros luego de la rendición del 14 de Junio y retornaron luego al continente, siendo protagonistas de una increíble historia de guerra, improvisación y capacidad Técnica..."</strong></em></p><p><em><strong></strong></em></p><p style="text-align: center"><em><strong>[MEDIA=youtube]1IKmT6p5x38[/MEDIA]</strong></em></p> <p style="text-align: center"><em><strong></strong></em></p><p><em><strong>Documental realizado por el TCIM (R) VGM D. Carlos F. Ries Centeno, con el Equipo del programa "La Aventura del Hombre" de Canal 13 de Buenos Aires, año 1983.</strong></em></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="TORDO79, post: 2102500, member: 3802"] De lo mejor de MM!!!. Honor y Gloria a los UKA UKA y sus misilazos!!!. Les dejo el LINK, un aporte y un Abrazo Malvinero!!! LINK: [URL]http://radiocut.fm/audiocut/mision-malvinas-banda-de-hermanos-849/[/URL] [B]OPERACION UKA UKA[/B] [I][B]"...La llegada del almirante Edgardo Otero a Puerto Argentino el 26 de abril no fue considerada importante en ese momento. Era el oficial naval de más alto rango en las islas, pero no había ningún buque de guerra que participara en la defensa del archipiélago. Sin embargo, cuando el 1° de Mayo experimentó el primer bombardeo de P. Argentino por los Buques Glamorgan, Alacrity y Arrow de la Royal Navy, notó la ausencia de respuesta, y se apresuró a comunicarse por radio cifrada a Bahía Blanca para exigir acción, y pidió dos lanchas torpederas para hostigar al enemigo y evitar nuevos cañoneos. Armadas con torpedos filo guiados SST4, las pequeñas naves habrían sido ideales para la tarea que tenía en mente, de ellas la Armada contaba con 4 PR71 de origen alemán. Otero sabía que no había nada más desmoralizador para las tropas sitiadas que verse sometidas a una andanada de artillería sin tener medios conque replicar del mismo modo. Aun cuando los artilleros del 3° Grupo de artillería habían respondido con obuses de 155 mm que lanzaban granadas a 20 km, los buques británicos simplemente se alejaron un poco y siguieron disparando. Para hacer más agraviante el insulto, la RN había hecho el ataque a plena luz del día, con fuego preciso de 4,5 pulgadas dirigidos por localizadores visuales en helicóptero, que también escaparon indemnes. Los buques se habían acercado a la costa sur de Puerto Argentino y batieron la zona donde estaban posicionadas las tropas argentinas en el cerro Sapper y el Monte Williams. Una atrevida demostración de fuerza, pero también una oportunidad que los defensores no debían dejar pasar por alto. Aquellos que estuvieron presentes cuando Otero dio a conocer sus opiniones en el Estado Mayor Naval recuerdan que el equipo de comunicaciones casi se derrite por el explosivo lenguaje de Otero, sin embargo, su pedido fue rechazado. Sin darse por vencido, el diminuto almirante se comunicó con su viejo amigo, el Capitán Julio Pérez, ingeniero a cargo del taller de los Exocets en base Espora para hacerle una pregunta: ¿sería posible disparar desde tierra un Exocet MM40 de lanzamiento de superficie? si la Armada no estaba dispuesta a defender la isla con buques, ¿podrían transferirse algunos de los misiles de éstos a fin de instalarlos en un lugar de la costa? De profesión ingeniero, Pérez había recibido el enorme sistema de computación de los Exocets proveniente de Aerospatiale, y aunque tenía mínima experiencia con tales sistemas, la idea lo cautivó, por lo que se consagró a investigar la posibilidad y darle la información requerida con urgencia. Hasta entonces había estado ocupado en dominar las artes de instalar los AM 39 en los SUE, y junto con su equipo de seis hombres se había puesto a la altura del desafío, y ahora Otero lo ponía frete a otro. Pérez, que había pasado casi diez meses en Francia estudiando las complejidades del misil francés, no subestimó la tarea por delante, y luego de 5 días de intensas consultas con sus colegas llegó a la conclusión de que desmantelar los lanzadores del MM40, tal vez de los destructores clase Sumner, el Seguí o comodoro Py, era posible, pero llevaría dos meses levantar la plataforma inercial que proporcionaban a las computadoras del misil los datos de orientación necesarios para el vuelo. Para hacer exitoso el lanzamiento, había que alimentar su sistema interno con una masa de datos de la computadora principal. Improvisar esta sincronización requería duplicar los procesadores de la plataforma que induciría al misil a creer que había recibido la información auténtica para seleccionar un blanco. Una vez que Otero le explicó la situación de ser bombardeado sin poder responder, Pérez se sintió encantado de construir lo que equivalía a un sistema misilístico tierra-tierra, completamente nuevo, y comenzó a trabajar para sacar dos misiles del Seguí. Desmantelar los lanzadores resultó fácil, pero el desarrollo de una plataforma inercial demostró no serlo tanto. Había tres Obstáculos: el Primero, estaba la cuestión de la energía. El Exocet necesitaba una fuente eléctrica de 440 voltios a 60 ciclos, una combinación casi única. Justo cuando Pérez comenzaba a desesperar al no poder encontrar un sustituto, el capitán de corbeta Benjamín Dávila recordó un generador Siemens comprado a los alemanes en 1938, como parte de una batería de reflectores. Tras pasar 20 años en un depósito de la base, la enorme unidad, con seis toneladas de peso fue sacada de allí y se comprobó que funcionaba en condiciones óptimas, con la capacidad de producir la corriente necesaria. El segundo problema era la plataforma física para los contenedores del Exocet. El semirremolque en que se habían instalado los lanzadores era incómodo y tenía 5 toneladas de peso. La base tenía que ser robusta para aguantar dos lanzamientos pero con la capacidad de ser llevada a su punto de lanzamiento sin tropiezos. Por último, estaba el tema del radar sustituto para que el misil localizara el blanco, pero Pérez confiaba en encontrar uno adecuado en las islas. Con una improvisada caja de control de madera para reproducir el diálogo digital entre el misil y el sistema inercial, Pérez logró simular al menos 10 lanzamientos exitosos. Éste fue un progreso extraordinario, porque la situación militar se deterioraba rápidamente para ambos bandos, aunque ninguno de los dos comprendía la situación del otro. Los argentinos, estaban consternados por la aparente facilidad con que los británicos establecieron la cabeza de playa y calculaban que el lanzamiento del 25 de Mayo de dos misiles Exocet había puesto fuera de combate a un gran buque británico pero parecía que no había hecho mella en las fuerzas británicas. Para los británicos, el hundimiento del transporte Atlantic Conveyor, había acabado con los Chinook que debían trasladar a las tropas al campo de combate, municiones y carpas para las tropas, lo que puso a la logística en aprietos y el cronograma de avance estaba seriamente afectado, y podía llevar a la inmovilidad y la derrota si los argentinos se sostenían en sus posiciones más allá de un mes, pero la inteligencia argentina no se percató de la precaria situación de las fuerzas británicas y pese al alto precio de aviones derribados, la Task Force estaba dando sus últimos alientos en sostener el cerco sobre los también exhaustos defensores. El mayor obstáculo, hacer concordar el sistema computadorizado con la memoria de orientación del misil, había sido superado, de modo que el generador y el semirremolque fueron embarcados en dos Hércules que harían un vuelo nocturno a Puerto Argentino el 1 de Junio. Según cuenta el propio Pérez, que viajaba en la segunda nave, retomó el malsano hábito de fumar cuando el avión tuvo que hacer cuatro acercamientos fallidos a la pista, tras recibir informes del radar de Malvinas que estaban siendo monitoreados por patrullas aéreas británicas. El secreto de su arribo a las islas no terminó. El semirremolque y el generador fueron transportados fuera del pueblo y escondidos en un cobertizo para evitar miradas indiscretas, mientras que se trataba de desarrollar un sistema de radar capaz de proporcionar al misil los datos necesarios. La única unidad adecuada era el RASIT Francés, concebido para uso de combate para la infantería, que podía detectar movimientos a 30 kilómetros de distancia, y había sido sometido a experimentos por Carlos Ries, un periodista de la “Aventura del Hombre” de Canal 13 de Buenos Aires, más acostumbrado a perseguir animales que chapucear con un radar. No obstante, era Radioaficionado y había compartido las sensaciones frustrantes del bombardeo inglés. Había sido infante de Marina y dado de baja luego de un accidente automovilístico en 1973, se había acercado a las autoridades argentinas y se ofreció como operador del RASIT. Se lo escuchó con cortesía, pero el Cinético Otero le pidió que colaborara con Pérez. Juntos con Pérez comprobaron que el principal problema era que el RASIT leía datos en metros y mili pulgadas, que requería una compleja conversión de datos al Exocet, que tomaba datos en azimut y kilómetros. Mediante una tabla de conversiones y una calculadora de bolsillo, uno de los subordinados de Pérez, Mario Abadal, logró meter los datos del RASIT a la computadora de comando del Exocet. Convencidos que el sistema podía funcionar, Pérez indicó que estaban listos para el lanzamiento, y se trasladaron en la noche del 5 de Junio hasta a una posición de lanzamiento adecuada para emboscar a los buques británicos y esperar que la primera presa se pusiera a tiro. Pocas horas antes del amanecer, el Gran Radar Westinghouse del Ejército informó la presencia de un buque de superficie alejándose hacia el Atlántico, luego de una noche de labores de bombardeo, el RASIT enclavó el objetivo y se pulso el botón de lanzamiento, pero el misil funcionó mal. Desilusionado, Pérez activo el segundo contenedor, pero omitió tomar en cuenta que el primitivo condensador necesitaba 20 minutos para calentarse y operar para adquirir los datos telemétricos, y en su entusiasmo, disparó luego de 8 minutos. El segundo misil fue lanzado pero no le dio al blanco, que siguió su marcha sin percatarse del peligro que lo amenazaba. Fue una enorme decepción porque Pérez probó que era posible disparar un MM40 desde tierra, pero ninguno de los misiles funcionó como se lo esperaba. Sin embargo, el efecto sorpresa no se había perdido, pues los británicos no se percataron del lanzamiento y el conocimiento técnico conocido había sido impresionante, y el premio era suficientemente atractivo como para que se esperase otro vuelo con dos misiles más. Se llevó a cabo otro intento en la noche madrugada del 7-8 de Junio, reemplazándose el condensador que motivó el disgusto. Casi por accidente, el video de Ries que documentaba la operación de disparo quedó en evidencia que había dos cables estaban conectados de manera invertida, y se había dado cuenta luego de estudiar la secuencia de lanzamiento que mostraba que el ajuste de vuelo del Exocet hecho por Pérez, se había inclinado 8 grados hacia la derecha, cuando el video mostraba que en realidad lo había hecho hacia la izquierda. Una vez conectado correctamente los cables, los hombres esperaron pacientemente otra oportunidad, y esta paciencia tuvo su recompensa en la noche del 11 al 12 de Junio.Luego de una curiosa danza de la lluvia hecha por el Cabo Edgardo Rodríguez. Esa noche, la Yarmouth, el Avenger y el Glamorgan habían operado cerca de la costa en lo que se conocía como Línea de Tiro, haciendo fuego sobre las posiciones argentinas de Dos Hermanas, justo antes del amanecer, el Glamorgan se adelantó para realizar un atajo hacia mar abierto luego de un bombardeo, y entro en el radio de alcance de 24000 metros del Exocet, pasando a 180° de éste. El misil fue disparado exitosamente y la alerta del buque permitió al Capitán realizar una maniobra desesperada y poner su perfil más estrecho al artilugio en vuelo. Se disparó un Sea Cat, pero el Exocet alcanzó su objetivo, se hundió en la popa de la nave y detonó en el hangar de los Helicópteros, matando a 8 hombres, el incendio posterior destruyo parte de la cubierta y la cocina, donde murieron por las quemaduras un camarero y cuatro cocineros. Fue el último Exocet disparado en la guerra, Pérez y Ries fueron tomados prisioneros luego de la rendición del 14 de Junio y retornaron luego al continente, siendo protagonistas de una increíble historia de guerra, improvisación y capacidad Técnica..." [/B][/I] [CENTER][I][B][MEDIA=youtube]1IKmT6p5x38[/MEDIA] [/B][/I][/CENTER] [I][B]Documental realizado por el TCIM (R) VGM D. Carlos F. Ries Centeno, con el Equipo del programa "La Aventura del Hombre" de Canal 13 de Buenos Aires, año 1983.[/B][/I] [/QUOTE]
Insertar citas…
Verificación
Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
Responder
Inicio
Foros
Area Militar General
Malvinas 1982
Programa Misión Malvinas-Descarga y Archivo 2009-2017
Este sitio usa cookies. Para continuar usando este sitio, se debe aceptar nuestro uso de cookies.
Aceptar
Más información.…
Arriba