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Mensaje: <blockquote data-quote="Barbanegra" data-source="post: 1612594" data-attributes="member: 10064"><img src="http://estaticos03.elmundo.es/assets/multimedia/imagenes/2014/07/26/14063914603474.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /> Salvando vidas, recogiendo muerteMás de 150 cadáveres de palestinos fueron recuperados ayer de debajo de los escombros por los equipos de rescate de la Franja de Gaza durante las 10 primeras horas de alto el fuego humanitario acordado entre Israel y Hamas. La minitregua sirvió precisamente para localizar los cuerpos de algunas de las víctimas que habían quedado enterradas y forzosamente olvidadas bajo los edificios derrumbados. En el decimonoveno día de la 'operación Margen Protector', el balance de muertos palestinos superó la escalofriante cifra de 1.000 muertos -1.030, al cierre de esta edición- y 6.000 heridos, datos que a muchos les llevan a recordar la guerra de 2008. Aunque esta vez no termina de atisbarse el final de la violencia. De ahí que muchas familias volvieran ayer a sus casas aprovechando el alto el fuego con la sensación de que será la última vez que vean una pared de su hogar levantada.Poco antes de la minitregua, a las 12 en punto de la noche del viernes al sábado, médicos, enfermeros, pacientes, vecinos desplazados de sus casas y varios activistas internacionales se encontraban rodeados por las tropas israelíes en el hospital de Beit Hanun. "Aquí estamos entre 70 y 80 personas en un cuarto. No paran de bombardearnos todo el tiempo. Creo que no veremos la luz del sol", contaba nervioso Charlie al teléfono para EL MUNDO. Tanques y comandos especiales de infantería dispararon obuses durante 14 horas seguidas contra el hospital.'Escudos humanos' en el hospitalA Charlie y a los demás les tocaba su turno de ejercer como 'escudo humano' para intentar evacuar a la gente de un lugar que iba a ser objetivo de ataque; sin embargo, el tiempo, las circunstancias y la noche se les echaron encima y vivieron junto a los palestinos una de las peores noches de su vida. "Fue todo muy intenso -cuenta Charlie-. Sólo pararon de bombardearnos 10 minutos antes del comienzo del cese al fuego, a las 07:50 de la mañana. Lo más importante es que pudimos sacar a la gente del hospital".Durante los primeros días de guerra en la Franja de Gaza, el grupo de activistas internacionales que decidió quedarse se organizó y repartió tareas de protección de población civil y servicios médicos. Manu, un malagueño miembro de las Brigadas UNADIKUM, monta cada noche en las ambulancias junto a otros activistas. "Vamos dentro de las ambulancias para que Israel sepa que hay internacionales y que no disparen. Nuestra función es esa, pero al final también aportamos una ayuda muy básica en el rescate de heridos o cadáveres."Beit Hanun, Shujaiya y Khuza'a son demarcaciones que casi han desaparecido del mapa. Aprovechando las 12 horas de cese al fuego humanitario (prolongadas después al menos otras cuatro) que comenzaron ayer a las ocho de la mañana, las ambulancias y los camiones de bomberos y defensa civil corrieron de un lado a otro buscando heridos o cadáveres. Acudían inmediatamente al origen de los gritos y llantos que exclaman "Hasbi Allah wane'ama al wakil" ('Dios es suficiente y es el mejor representante'), frase que se repite en cada montón de escombros cuando aparece un palestino muerto, refiriéndose al destino de aquellos que han asesinado en el día del juicio final.Un final de Ramadán dramático"Hasta el momento hemos sacado a más de 30 personas", explicaba al mediodía un paramédico de la Media Luna Roja cuyas ambulancias han sido bombardeadas en más de una ocasión. "No dormimos, estamos ayunando porque es Ramadán. Llevamos más de 24 horas de pie trabajando o esperando para poder recoger cuerpos. ¿Qué puedo decir? Si no tengo ya palabras", continúaba el joven paramédico.La avalancha de gente saliendo de sus casas destruidas con colchones, mantas, bombonas de gas y algunas pertenencias envueltas en sábanas recuerda las instantáneas tomadas en 1948 por las Naciones Unidas: los días de la 'Nakba', cuando milicias de sionistas armados expulsaron y asesinaron a centenares de palestinos."Llevadnos con vosotros, traednos coches... no hay taxis. ¿Cómo vamos a salir de aquí?", suplicaba una mujer a los jóvenes palestinos que acudían a ayudarles.En el hospital Shifa, donde cada vez son más los palestinos refugiados, los jóvenes del Frente Popular para la Liberación de Palestina repartían bolsas con comida, agua y fruta antes de la llegada de la hora de romper el ayuno de Ramadán, a las 19:30h. "Ellos no ayunan, pero nos traen comida", dice un palestino sonriendo refiriéndose a los jóvenes del partido marxista en Palestina.Voluntarios palestinos portando los chalecos con las insignias de sus asociaciones de caridad y los 'scouts' con sus pañuelos enrollados en el cuello trabajan principalmente dentro de los hospitales y las mezquitas. "Nosotros damos ropa a la gente que no tiene un techo, utensilios higiénicos, comida e incluso buscamos el medicamento que necesitan si en el hospital ya no lo tienen", explica Basem, miembro de una asociación caritativa de la Franja. "La situación en Gaza es catastrófica, la gente no tiene dinero para comprar nada. Personalmente me siento muy afectado cuando veo que los que sufren son mis vecinos, mis amigos o mi familia. Yo no quiero pedir ayuda a los gobiernos árabes, no quiero pedir ayuda a nadie, sólo pido ayuda a Dios."<a href="http://www.elmundo.es/internacional/2014/07/26/53d3d413ca4741e2048b457f.html">http://www.elmundo.es/internacional/2014/07/26/53d3d413ca4741e2048b457f.html</a></blockquote>

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