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Relaciones: Israel - Palestina
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<blockquote data-quote="HernanF" data-source="post: 668117" data-attributes="member: 7964"><p><strong>Palestina: el año cero del proceso de paz.</strong></p><p></p><p><strong><span style="font-size: 15px">Palestina: el año cero del proceso de paz. / Palestine: l’an zéro du processus de paix.</span></strong></p><p></p><p>Un año perdido: es el sentimiento dejado por el emisario americano para el Próximo Oriente, George Mitchell, después de su última gira por Jerusalén y Ramallah. En realidad, el balance es más sombrío, ya que el desencanto de 2010 reemplazó la esperanza de 2009, y no son las "ideas" de microgestión dejadas por el emisario americano antes de su partida (transferencias limitadas de soberanía en provecho de los palestinos, liberaciones de presos palestinos) que parecen natural que reanimen el proceso de paz.</p><p>Frente a este fracaso y cuando las instituciones palestinas son teóricamente todas "ilegales" (la presidencia de Mahmoud Abbas desde el 9 de enero de 2009 y el Consejo legislativo desde el 25 de enero), Stephen Walt, en el sitio Foreign Policy, hace cuña por una dimisión del emisario americano. A decir verdad, el mea culpa del presidente Barack Obama a la revista Time supone que las enseñanzas son descartadas.</p><p>Porque sobre este expediente, la nueva administración americana no iba, en apariencia, a lo desconocido. El secretario general de la Casa Blanca, Rahm Emanuel, era famoso por su conocimiento del juego político israelí, y el consejero de seguridad nacional, James Jones, acababa de pasar largos meses en los territorios palestinos.</p><p>En el diario Le Monde fechado el 25 de enero, Robert Malley, director del programa <em>Grupo internacional de crisis para Próximo Oriente </em>(ICG) y antiguo consejero del presidente Bill Clinton para los asuntos israelí-árabes, planteó que se haga tabula rasa del pasado: “Que Barack Obama haya pasado el año I de su presidencia verificando la pertinencia de concepciones caducas no tiene nada sorprendente. No nos deshacemos fácilmente de una herencia política o ideológica. Ahora bien, mientras la administración tropieza con realidades diferentes con su visión, comienza la prueba de la verdad”.</p><p>Desde los acuerdos de Oslo, el proceso de paz descansó en negociaciones bilaterales entre Israel y la OLP con vistas a un estatuto final, en el marco de la solución de dos Estados. ¿Esta visión es todavía pertinente? Robert Malley, como otros, cree que no.</p><p>El fracaso actual sólo puede aportar crédito a las críticas que, como Giora Eiland, pleitean por una aproximación regionalizada. Ya habíamos hablado de eso en septiembre de 2008: este antiguo responsable de la planificación del ejército israelí, antiguo consejero para la seguridad nacional de Ariel Sharon, estima que la cuestión palestina no puede ser más ajustada en el marco de las fronteras post 1967 ni en el formato vigente desde el 1993.</p><p>Él defiende de nuevo, en un informe publicado por Besa Center for Strategic Studies, los intercambios de tierras entre Israel, Egipto y los territorios palestinos, en coordinación con Jordania. ¿Simple ejercicio de diplomacia virtual? ¿O principio de replanteamiento radical?</p><p></p><p><em>Fuente</em>: Guerre ou paix de Gilles París.</p><p>Traducción propia.</p><p></p><p><img src="http://i890.photobucket.com/albums/ac103/hernupeto/Palestina/EscenarioTrilateral.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p></p><p></p><p><strong><span style="font-size: 12px">Palestine: l’an zéro du processus de paix.</span></strong></p><p></p><p>Un an pour rien: c’est le sentiment laissé par l’émissaire américain pour le Proche Orient George Mitchell après sa dernière tournée à Jérusalem et à Ramallah. En vérité, le bilan est même plus sombre puisque le désenchantement de 2010 a remplacé l’espoir de 2009, et ce ne sont pas les “idées” de micro-gestion laissées par l’émissaire américain avant son départ (transferts limités de souveraineté au profit des Palestiniens, libérations de prisonniers palestiniens) qui semblent de nature à ranimer le processus de paix.</p><p>Face à cet échec et alors que les institutions palestiniennes sont désormais toutes théoriquement “illégales” (la présidence de Mahmoud Abbas depuis le 9 janvier 2009 et le Conseil législatif depuis le 25 janvier), Stephen Walt, sur le site de Foreign Policy , plaide pour une démission de l’émissaire américain. A dire vrai, le mea culpa du président Barack Obama à Time suppose que des enseignements soient tirés. Car sur ce dossier, la nouvelle administration américaine ne partait pas, en apparence, dans l’inconnu. Le secrétaire général de la Maison Blanche, Rahm Emanuel , était réputé pour sa connaissance du jeu politique israélien, et le conseiller à la sécurité nationale, James Jones , venait de passer de longs mois dans les territoires palestiniens.</p><p>Dans le Monde daté du 25 janvier, Robert Malley, directeur du programme Moyen-Orient de l’International Crisis Group (ICG) et ancien conseiller du président Bill Clinton pour les affaires israélo-arabes a plaidé pour qu’il soit fait table rase du passé : “Que Barack Obama ait passé l’an I de sa présidence à vérifier la pertinence de conceptions périmées n’a rien de surprenant. On ne se défait pas facilement d’un héritage politique ou idéologique. C’est maintenant, alors que l’administration achoppe sur des réalités en décalage avec sa vision, que commence l’épreuve de vérité.”</p><p>Depuis les accords d’Oslo, le processus de paix a reposé sur des négociations bilatérales entre Israël et l’OLP en vue d’un statut final, dans le cadre de la solution des deux Etats. Cette vision est-elle encore pertinente? Robert Malley, comme d’autres, pense que non.</p><p>L’échec actuel ne peut qu’apporter du crédit aux critiques qui, comme Giora Eiland, plaident pour une approche régionalisée. On en avait déjà parlé en septembre 2008 : cet ancien responsable du planning de l’armée israélienne, ancien conseiller à la sécurité nationale d’Ariel Sharon, estime que la question palestinienne ne peut plus être réglée dans le cadre des frontières de la Palestine mandataire ni dans le format en vigueur depuis 1993.</p><p>Il plaide à nouveau, dans un rapport publié par le Besa Center for Strategic Studies , pour des échanges de terres entre Israël, l’Egypte et les territoires palestiniens, en coordination avec la Jordanie. Simple exercice de diplomatie virtuelle? Ou début de remise en cause radicale?</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="HernanF, post: 668117, member: 7964"] [b]Palestina: el año cero del proceso de paz.[/b] [B][SIZE="4"]Palestina: el año cero del proceso de paz. / Palestine: l’an zéro du processus de paix.[/SIZE][/B] Un año perdido: es el sentimiento dejado por el emisario americano para el Próximo Oriente, George Mitchell, después de su última gira por Jerusalén y Ramallah. En realidad, el balance es más sombrío, ya que el desencanto de 2010 reemplazó la esperanza de 2009, y no son las "ideas" de microgestión dejadas por el emisario americano antes de su partida (transferencias limitadas de soberanía en provecho de los palestinos, liberaciones de presos palestinos) que parecen natural que reanimen el proceso de paz. Frente a este fracaso y cuando las instituciones palestinas son teóricamente todas "ilegales" (la presidencia de Mahmoud Abbas desde el 9 de enero de 2009 y el Consejo legislativo desde el 25 de enero), Stephen Walt, en el sitio Foreign Policy, hace cuña por una dimisión del emisario americano. A decir verdad, el mea culpa del presidente Barack Obama a la revista Time supone que las enseñanzas son descartadas. Porque sobre este expediente, la nueva administración americana no iba, en apariencia, a lo desconocido. El secretario general de la Casa Blanca, Rahm Emanuel, era famoso por su conocimiento del juego político israelí, y el consejero de seguridad nacional, James Jones, acababa de pasar largos meses en los territorios palestinos. En el diario Le Monde fechado el 25 de enero, Robert Malley, director del programa [I]Grupo internacional de crisis para Próximo Oriente [/I](ICG) y antiguo consejero del presidente Bill Clinton para los asuntos israelí-árabes, planteó que se haga tabula rasa del pasado: “Que Barack Obama haya pasado el año I de su presidencia verificando la pertinencia de concepciones caducas no tiene nada sorprendente. No nos deshacemos fácilmente de una herencia política o ideológica. Ahora bien, mientras la administración tropieza con realidades diferentes con su visión, comienza la prueba de la verdad”. Desde los acuerdos de Oslo, el proceso de paz descansó en negociaciones bilaterales entre Israel y la OLP con vistas a un estatuto final, en el marco de la solución de dos Estados. ¿Esta visión es todavía pertinente? Robert Malley, como otros, cree que no. El fracaso actual sólo puede aportar crédito a las críticas que, como Giora Eiland, pleitean por una aproximación regionalizada. Ya habíamos hablado de eso en septiembre de 2008: este antiguo responsable de la planificación del ejército israelí, antiguo consejero para la seguridad nacional de Ariel Sharon, estima que la cuestión palestina no puede ser más ajustada en el marco de las fronteras post 1967 ni en el formato vigente desde el 1993. Él defiende de nuevo, en un informe publicado por Besa Center for Strategic Studies, los intercambios de tierras entre Israel, Egipto y los territorios palestinos, en coordinación con Jordania. ¿Simple ejercicio de diplomacia virtual? ¿O principio de replanteamiento radical? [I]Fuente[/I]: Guerre ou paix de Gilles París. Traducción propia. [IMG]http://i890.photobucket.com/albums/ac103/hernupeto/Palestina/EscenarioTrilateral.jpg[/IMG] [B][SIZE="3"]Palestine: l’an zéro du processus de paix.[/SIZE][/B] Un an pour rien: c’est le sentiment laissé par l’émissaire américain pour le Proche Orient George Mitchell après sa dernière tournée à Jérusalem et à Ramallah. En vérité, le bilan est même plus sombre puisque le désenchantement de 2010 a remplacé l’espoir de 2009, et ce ne sont pas les “idées” de micro-gestion laissées par l’émissaire américain avant son départ (transferts limités de souveraineté au profit des Palestiniens, libérations de prisonniers palestiniens) qui semblent de nature à ranimer le processus de paix. Face à cet échec et alors que les institutions palestiniennes sont désormais toutes théoriquement “illégales” (la présidence de Mahmoud Abbas depuis le 9 janvier 2009 et le Conseil législatif depuis le 25 janvier), Stephen Walt, sur le site de Foreign Policy , plaide pour une démission de l’émissaire américain. A dire vrai, le mea culpa du président Barack Obama à Time suppose que des enseignements soient tirés. Car sur ce dossier, la nouvelle administration américaine ne partait pas, en apparence, dans l’inconnu. Le secrétaire général de la Maison Blanche, Rahm Emanuel , était réputé pour sa connaissance du jeu politique israélien, et le conseiller à la sécurité nationale, James Jones , venait de passer de longs mois dans les territoires palestiniens. Dans le Monde daté du 25 janvier, Robert Malley, directeur du programme Moyen-Orient de l’International Crisis Group (ICG) et ancien conseiller du président Bill Clinton pour les affaires israélo-arabes a plaidé pour qu’il soit fait table rase du passé : “Que Barack Obama ait passé l’an I de sa présidence à vérifier la pertinence de conceptions périmées n’a rien de surprenant. On ne se défait pas facilement d’un héritage politique ou idéologique. C’est maintenant, alors que l’administration achoppe sur des réalités en décalage avec sa vision, que commence l’épreuve de vérité.” Depuis les accords d’Oslo, le processus de paix a reposé sur des négociations bilatérales entre Israël et l’OLP en vue d’un statut final, dans le cadre de la solution des deux Etats. Cette vision est-elle encore pertinente? Robert Malley, comme d’autres, pense que non. L’échec actuel ne peut qu’apporter du crédit aux critiques qui, comme Giora Eiland, plaident pour une approche régionalisée. On en avait déjà parlé en septembre 2008 : cet ancien responsable du planning de l’armée israélienne, ancien conseiller à la sécurité nationale d’Ariel Sharon, estime que la question palestinienne ne peut plus être réglée dans le cadre des frontières de la Palestine mandataire ni dans le format en vigueur depuis 1993. Il plaide à nouveau, dans un rapport publié par le Besa Center for Strategic Studies , pour des échanges de terres entre Israël, l’Egypte et les territoires palestiniens, en coordination avec la Jordanie. Simple exercice de diplomatie virtuelle? Ou début de remise en cause radicale? [/QUOTE]
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