Menú
Inicio
Visitar el Sitio Zona Militar
Foros
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Qué hay de nuevo
Nuevos mensajes
Última actividad
Miembros
Visitantes actuales
Entrar
Registrarse
Novedades
Buscar
Buscar
Buscar sólo en títulos
Por:
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Menú
Entrar
Registrarse
Inicio
Foros
Area Militar General
Conflictos Contemporáneos
Relaciones: Israel - Palestina
JavaScript is disabled. For a better experience, please enable JavaScript in your browser before proceeding.
Estás usando un navegador obsoleto. No se pueden mostrar estos u otros sitios web correctamente.
Se debe actualizar o usar un
navegador alternativo
.
Responder al tema
Mensaje
<blockquote data-quote="HernanF" data-source="post: 668272" data-attributes="member: 7964"><p><strong>Opiniones pesimistas del Financial Times y Le Monde sobre el proceso de paz.</strong></p><p></p><p><strong><span style="font-size: 15px">"Farsa" en Washington, o «Hagamos como si el tren avanzara».</span></strong></p><p></p><p>¿Quién cree todavía en el proceso de paz? El diario financiero británico, Financial Times, titulaba así un editorial del 23 de agosto de 2010 «One final act in the Middle East farce» («Acto final en la farsa de Medio Oriente»). El escepticismo es general, y estamos lejos de las ilusiones que acompañaron la cumbre de Annapolis en el 2007, que preveía la creación de un Estado palestino antes de que finalizara el año 2008. Sólo los protagonistas de la cumbre que se abrrió el 2 de septiembre en Washington quieren fingir en creer eso y todos tienen buenas razones, como las siguientes:</p><p></p><p>— El rey Abdallah II de Jordania y el presidente egipcio Hosni Moubarak, porque ellos necesitan hacer creer que se avanza hacia la paz aunque sus opiniones sean escépticas, en el mismo momento en que su práctica autoritaria pretende impedir todo debate y todo emergente de la oposición en los escrutinios que se celebrarán en Egipto y Jordania en noviembre.</p><p></p><p>— El presidente Obama, que no mantuvo las promesas de su discurso en El Cairo del 4 de junio de 2009 y que, comprometido en un difícil conflicto en el Próximo Oriente, quiere calmar a sus aliados árabes sin desagradar a su aliado israelí.</p><p></p><p>— La Unión Europea, demasiado cobarde para definir una política innovadora, que quiere hacer creer simplemente que los cientos de millones de euros vertidos sobre la Autoridad Palestina sólo sirven para otra cosa más que para financiar a la ocupación.</p><p></p><p>— El presidente Mahmoud Abbas, cuya legitimidad está cada vez más discutida, incluso entre los suyos, y que quiere mostrar que su elección de mantener negociaciones puede llegar a buen puerto. Más aun cuando él no tiene verdaderamente la elección, ya que todo el aparato de la Autoridad Palestina depende de la asistencia internacional: decenas de miles de funcionarios viven gracias a este dinero. Y tanto peor para los palestinos que critican la reanudación de las negociaciones: ellos hasta no tienen el derecho de expresarse, como lo confirma Benjamín Barthe en el diario Le Monde del 27 de agosto («La autoridad palestina censura a los opositores de las negociaciones con Israel», artículo que no es de libre acceso en el sitio LeMonde.fr). No hay nadie más que Hamas para tener prácticas autoritarias, las de "nuestros" aliados no nos molestan.</p><p></p><p>— El primer ministro israelí Nétanyahou, que obtuvo lo que quería, negociaciones sin condiciones previas, es decir, continuar con la colonización, particularmente en Jerusalén Oriental (y en otra parte, como prueban todos los estudios sobre el terreno), con la demolición de las casas palestinas. Donde, dicho de otro modo, con las palabras de Akiva Eldar en el diario Haaretz del 23 de agosto «Con una victoria como ésta», estas negociaciones se abren con condiciones previas: las dictadas por Israel.</p><p>Los que creen que la paz es para mañana, que un Estado palestino está en construcción, deberían leer otro artículo de Benjamín Barthe, «En Ramallah, la reforma imposible del correo», en Le Monde del 1 de septiembre: habla de la imposibilidad de edificar un Estado bajo ocupación. Y también, echar una mirada a esta carta, hecha por Julien Bousac y publicada por Le Monde diplomátique, «El Archipiélago de Palestina oriental». ¿Un archipiélago puede ser un territorio continuo?</p><p>Para resumir el espíritu de la reunión de Washington, hay que recordar una anécdota que se contaba en la Unión Soviética en los últimos años del período de Breznev:</p><p>En 1918, un tren en el cual va Lenin está bloqueado por la nieve. Lenin se baja del tren, hace un discurso sobre el proletariado y la revolución mundial, moviliza a todos los viajeros, despejan la vía, y el tren se mueve nuevamente.</p><p>En 1936, un tren en el cual va Stalin está bloqueado por la nieve. Stalin se baja del tren, hace fusilar a quince personas al azar y todos los viajeros aterrorizados se movilizan y despejan la vía. El tren se mueve nuevamente.</p><p>En 1978, un tren en el cual va Breznev está bloqueado por la nieve. Breznev no se mueve. Sus consejeros lo ven sentado, moviéndose simplemente de adelante hacia atrás. Uno de ellos se atreve a preguntarle finalmente por qué. Y Breznev responde: «Hagamos como si el tren avanzara».</p><p>En Washington, los protagonistas harán igual. Como si la paz estuviera en marcha...</p><p></p><p><em>Fuente</em>: Le Monde Diplomatique, 1 de septiembre de 2010, por Alain Gresh.</p><p>Traducción propia.</p><p></p><p></p><p></p><p><strong><span style="font-size: 12px">«Farce» à Washington, ou «Faisons comme si le train avançait».</span></strong></p><p></p><p>Qui croit encore au processus de paix ? Le journal des milieux d’affaire britanniques, le Financial Times, intitulait un éditorial du 23 août 2010 «One final act in the Middle East farce » (« Dernier acte pour la farce du Proche-Orient »). Le scepticisme est général, et on est loin des illusions qui avaient accompagné le sommet d’Annapolis, en 2007, qui prévoyait la création d’un Etat palestinien avant la fin 2008. Seuls les protagonistes du sommet qui s’ouvre le 2 septembre à Washington veulent faire semblant d’y croire et ils ont tous de bonnes raisons pour cela:</p><p></p><p>— Le roi Abdallah II de Jordanie et le président égyptien Hosni Moubarak, parce qu’ils ont besoin de faire croire à leurs opinions sceptiques que l’on avance vers la paix, au moment même où leur pratique autoritaire vise à empêcher tout débat et toute avancée de l’opposition dans les deux scrutins qui se dérouleront en Egypte et en Jordanie en novembre.</p><p></p><p>— Le président Obama, qui n’a pas tenu les promesses de son discours du Caire du 4 juin 2009 et qui, engagé dans un conflit difficile au Proche-Orient, veut rassurer ses alliés arabes sans déplaire à son allié israélien.</p><p></p><p>— L’Union européenne, trop lâche pour définir une politique innovante, qui veut simplement faire croire que les centaines de millions d’euros déversés sur l’Autorité palestinienne servent à autre chose qu’à financer l’occupation.</p><p></p><p>— Le président Mahmoud Abbas, dont la légitimité est de plus en plus contestée, y compris parmi les siens, et qui veut montrer que son choix d’une négociation peut porter ses fruits. D’autant qu’il n’a pas vraiment le choix, puisque tout l’appareil de l’Autorité palestinienne dépend de la manne internationale: des dizaines de milliers de fonctionnaires vivent grâce à cet argent. Et tant pis pour les Palestiniens qui critiquent la reprise des négociations: ils n’ont même pas le droit de s’exprimer, comme le confirme Benjamin Barthe dans le quotidien Le Monde du 27 août («L’autorité palestinienne censure les opposants aux négociations avec Israël», article qui n’est pas en accès libre sur le site LeMonde.fr). Il n’y a pas que le Hamas pour avoir des pratiques autoritaires, mais celles de «nos» alliés ne nous gênent pas.</p><p></p><p>— Le premier ministre israélien Nétanyahou, qui a obtenu ce qu’il voulait, des négociations sans conditions préalables, c’est-à-dire avec la poursuite de la colonisation, notamment à Jérusalem-Est (et ailleurs, comme le prouvent toutes les études sur le terrain), avec la démolition des maisons palestiniennes. Ou, dit autrement, avec les mots d’Akiva Eldar dans le quotidien Haaretz du 23 août («With a victory like this... »), ces négociations s’ouvrent avec des conditions préalables: celles dictées par Israël.</p><p>Ceux qui pensent que la paix est pour demain, qu’un Etat palestinien est en construction, devraient lire un autre article de Benjamin Barthe, «A Ramallah, l’impossible réforme de la poste», dans Le Monde daté du 1er septembre: de l’impossibilité de bâtir un Etat sous occupation. Et aussi, jeter un regard sur cette carte, conçue par Julien Bousac et publiée par Le Monde diplomatique, «L’Archipel de la Palestine orientale». Un archipel peut-il être un territoire continu?</p><p>Pour résumer l’esprit de la réunion de Washington, il faut rappeler une anecdote que l’on racontait en Union soviétique dans les dernières années de la période de Brejnev:</p><p>En 1918, un train dans lequel Lénine est installé est bloqué par la neige. Lénine descend du train, fait un discours sur le prolétariat et la révolution mondiale, mobilise tous les voyageurs qui dégagent la voie, et le train repart.</p><p>En 1936, un train dans lequel Staline est installé est bloqué par la neige. Staline descend du train, fait fusiller quinze personnes au hasard et tous les voyageurs terrifiés se mobilisent et dégagent la voie. Le train repart.</p><p>En 1978, un train dans lequel Brejnev est installé est bloqué par la neige. Brejnev ne bouge pas. Ses conseillers le voient assis, bougeant simplement d’avant en arrière. L’un d’entre eux ose enfin lui demander pourquoi. Et Brejnev répond: «Faisons comme si le train avançait».</p><p>A Washington, les protagonistes feront pareil. Comme si la paix était en marche...</p><p></p><p><strong>Le Monde diplomatique, mercredi 1er septembre 2010, par Alain Gresh.</strong></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="HernanF, post: 668272, member: 7964"] [b]Opiniones pesimistas del Financial Times y Le Monde sobre el proceso de paz.[/b] [B][SIZE="4"]"Farsa" en Washington, o «Hagamos como si el tren avanzara».[/SIZE][/B] ¿Quién cree todavía en el proceso de paz? El diario financiero británico, Financial Times, titulaba así un editorial del 23 de agosto de 2010 «One final act in the Middle East farce» («Acto final en la farsa de Medio Oriente»). El escepticismo es general, y estamos lejos de las ilusiones que acompañaron la cumbre de Annapolis en el 2007, que preveía la creación de un Estado palestino antes de que finalizara el año 2008. Sólo los protagonistas de la cumbre que se abrrió el 2 de septiembre en Washington quieren fingir en creer eso y todos tienen buenas razones, como las siguientes: — El rey Abdallah II de Jordania y el presidente egipcio Hosni Moubarak, porque ellos necesitan hacer creer que se avanza hacia la paz aunque sus opiniones sean escépticas, en el mismo momento en que su práctica autoritaria pretende impedir todo debate y todo emergente de la oposición en los escrutinios que se celebrarán en Egipto y Jordania en noviembre. — El presidente Obama, que no mantuvo las promesas de su discurso en El Cairo del 4 de junio de 2009 y que, comprometido en un difícil conflicto en el Próximo Oriente, quiere calmar a sus aliados árabes sin desagradar a su aliado israelí. — La Unión Europea, demasiado cobarde para definir una política innovadora, que quiere hacer creer simplemente que los cientos de millones de euros vertidos sobre la Autoridad Palestina sólo sirven para otra cosa más que para financiar a la ocupación. — El presidente Mahmoud Abbas, cuya legitimidad está cada vez más discutida, incluso entre los suyos, y que quiere mostrar que su elección de mantener negociaciones puede llegar a buen puerto. Más aun cuando él no tiene verdaderamente la elección, ya que todo el aparato de la Autoridad Palestina depende de la asistencia internacional: decenas de miles de funcionarios viven gracias a este dinero. Y tanto peor para los palestinos que critican la reanudación de las negociaciones: ellos hasta no tienen el derecho de expresarse, como lo confirma Benjamín Barthe en el diario Le Monde del 27 de agosto («La autoridad palestina censura a los opositores de las negociaciones con Israel», artículo que no es de libre acceso en el sitio LeMonde.fr). No hay nadie más que Hamas para tener prácticas autoritarias, las de "nuestros" aliados no nos molestan. — El primer ministro israelí Nétanyahou, que obtuvo lo que quería, negociaciones sin condiciones previas, es decir, continuar con la colonización, particularmente en Jerusalén Oriental (y en otra parte, como prueban todos los estudios sobre el terreno), con la demolición de las casas palestinas. Donde, dicho de otro modo, con las palabras de Akiva Eldar en el diario Haaretz del 23 de agosto «Con una victoria como ésta», estas negociaciones se abren con condiciones previas: las dictadas por Israel. Los que creen que la paz es para mañana, que un Estado palestino está en construcción, deberían leer otro artículo de Benjamín Barthe, «En Ramallah, la reforma imposible del correo», en Le Monde del 1 de septiembre: habla de la imposibilidad de edificar un Estado bajo ocupación. Y también, echar una mirada a esta carta, hecha por Julien Bousac y publicada por Le Monde diplomátique, «El Archipiélago de Palestina oriental». ¿Un archipiélago puede ser un territorio continuo? Para resumir el espíritu de la reunión de Washington, hay que recordar una anécdota que se contaba en la Unión Soviética en los últimos años del período de Breznev: En 1918, un tren en el cual va Lenin está bloqueado por la nieve. Lenin se baja del tren, hace un discurso sobre el proletariado y la revolución mundial, moviliza a todos los viajeros, despejan la vía, y el tren se mueve nuevamente. En 1936, un tren en el cual va Stalin está bloqueado por la nieve. Stalin se baja del tren, hace fusilar a quince personas al azar y todos los viajeros aterrorizados se movilizan y despejan la vía. El tren se mueve nuevamente. En 1978, un tren en el cual va Breznev está bloqueado por la nieve. Breznev no se mueve. Sus consejeros lo ven sentado, moviéndose simplemente de adelante hacia atrás. Uno de ellos se atreve a preguntarle finalmente por qué. Y Breznev responde: «Hagamos como si el tren avanzara». En Washington, los protagonistas harán igual. Como si la paz estuviera en marcha... [I]Fuente[/I]: Le Monde Diplomatique, 1 de septiembre de 2010, por Alain Gresh. Traducción propia. [B][SIZE="3"]«Farce» à Washington, ou «Faisons comme si le train avançait».[/SIZE][/B] Qui croit encore au processus de paix ? Le journal des milieux d’affaire britanniques, le Financial Times, intitulait un éditorial du 23 août 2010 «One final act in the Middle East farce » (« Dernier acte pour la farce du Proche-Orient »). Le scepticisme est général, et on est loin des illusions qui avaient accompagné le sommet d’Annapolis, en 2007, qui prévoyait la création d’un Etat palestinien avant la fin 2008. Seuls les protagonistes du sommet qui s’ouvre le 2 septembre à Washington veulent faire semblant d’y croire et ils ont tous de bonnes raisons pour cela: — Le roi Abdallah II de Jordanie et le président égyptien Hosni Moubarak, parce qu’ils ont besoin de faire croire à leurs opinions sceptiques que l’on avance vers la paix, au moment même où leur pratique autoritaire vise à empêcher tout débat et toute avancée de l’opposition dans les deux scrutins qui se dérouleront en Egypte et en Jordanie en novembre. — Le président Obama, qui n’a pas tenu les promesses de son discours du Caire du 4 juin 2009 et qui, engagé dans un conflit difficile au Proche-Orient, veut rassurer ses alliés arabes sans déplaire à son allié israélien. — L’Union européenne, trop lâche pour définir une politique innovante, qui veut simplement faire croire que les centaines de millions d’euros déversés sur l’Autorité palestinienne servent à autre chose qu’à financer l’occupation. — Le président Mahmoud Abbas, dont la légitimité est de plus en plus contestée, y compris parmi les siens, et qui veut montrer que son choix d’une négociation peut porter ses fruits. D’autant qu’il n’a pas vraiment le choix, puisque tout l’appareil de l’Autorité palestinienne dépend de la manne internationale: des dizaines de milliers de fonctionnaires vivent grâce à cet argent. Et tant pis pour les Palestiniens qui critiquent la reprise des négociations: ils n’ont même pas le droit de s’exprimer, comme le confirme Benjamin Barthe dans le quotidien Le Monde du 27 août («L’autorité palestinienne censure les opposants aux négociations avec Israël», article qui n’est pas en accès libre sur le site LeMonde.fr). Il n’y a pas que le Hamas pour avoir des pratiques autoritaires, mais celles de «nos» alliés ne nous gênent pas. — Le premier ministre israélien Nétanyahou, qui a obtenu ce qu’il voulait, des négociations sans conditions préalables, c’est-à-dire avec la poursuite de la colonisation, notamment à Jérusalem-Est (et ailleurs, comme le prouvent toutes les études sur le terrain), avec la démolition des maisons palestiniennes. Ou, dit autrement, avec les mots d’Akiva Eldar dans le quotidien Haaretz du 23 août («With a victory like this... »), ces négociations s’ouvrent avec des conditions préalables: celles dictées par Israël. Ceux qui pensent que la paix est pour demain, qu’un Etat palestinien est en construction, devraient lire un autre article de Benjamin Barthe, «A Ramallah, l’impossible réforme de la poste», dans Le Monde daté du 1er septembre: de l’impossibilité de bâtir un Etat sous occupation. Et aussi, jeter un regard sur cette carte, conçue par Julien Bousac et publiée par Le Monde diplomatique, «L’Archipel de la Palestine orientale». Un archipel peut-il être un territoire continu? Pour résumer l’esprit de la réunion de Washington, il faut rappeler une anecdote que l’on racontait en Union soviétique dans les dernières années de la période de Brejnev: En 1918, un train dans lequel Lénine est installé est bloqué par la neige. Lénine descend du train, fait un discours sur le prolétariat et la révolution mondiale, mobilise tous les voyageurs qui dégagent la voie, et le train repart. En 1936, un train dans lequel Staline est installé est bloqué par la neige. Staline descend du train, fait fusiller quinze personnes au hasard et tous les voyageurs terrifiés se mobilisent et dégagent la voie. Le train repart. En 1978, un train dans lequel Brejnev est installé est bloqué par la neige. Brejnev ne bouge pas. Ses conseillers le voient assis, bougeant simplement d’avant en arrière. L’un d’entre eux ose enfin lui demander pourquoi. Et Brejnev répond: «Faisons comme si le train avançait». A Washington, les protagonistes feront pareil. Comme si la paix était en marche... [B]Le Monde diplomatique, mercredi 1er septembre 2010, par Alain Gresh.[/B] [/QUOTE]
Insertar citas…
Verificación
Libertador de Argentina
Responder
Inicio
Foros
Area Militar General
Conflictos Contemporáneos
Relaciones: Israel - Palestina
Este sitio usa cookies. Para continuar usando este sitio, se debe aceptar nuestro uso de cookies.
Aceptar
Más información.…
Arriba