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Mensaje: <blockquote data-quote="fersar2006" data-source="post: 82743" data-attributes="member: 110">El plan BAnnan, la ONU, y una maniobra para doblegar a Hezbolá y al gobierno libanés  El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo este martes que presionaría para lograr una tregua en la "crisis de Oriente Medio" (en realidad la invasión y los bombardeos de Israel a Gaza y Líbano) mediante el despliegue de una "fuerza internacional" en Líbano, en la reunión que las potencias van a mantener en Roma esta semana con Condoleezza Rice como bastonera. La reunión "diplomática" será en realidad un "lobby de presión"  para imponer por la fuerza un plan de capitulación a Hezbolá y al gobierno libanés, que la secretaria de Estado no pudo lograr con la "diplomacia" en Beirut este lunes.Condoleezza Rice, se fue con las manos vacías de Beirut.Annan dijo que se necesitaban medidas a corto plazo para detener la "violencia" (así llama a la escalada militar israelí y a la respuesta defensiva de Hezbolá) seguidas de un plan que incluiría dar al Gobierno de Beirut autoridad sobre Hezbolá, la puesta en libertad de dos soldados israelíes secuestrados y delimitar las fronteras de Líbano.Hay que recordar que este lunes, en Beirut, el gobierno libanés y un portavoz de Hezbolá se negaron a acordar un alto el fuego en los términos propuestos por la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, quien no pudo imponer las duras condiciones de una "salida pacífica" que significaba una virtual rendición para la organización guerrillera y un sometimiento de la autoridad libanesa a una "fuerza de paz" controlada bajo cuerda por EEUU.Por supuesto que de acceder a esta petición, Hezbolá tanto como el gobierno libanés, certificarían la "victoria" (aunque parcial) del gobierno de Israel,  cuyo objetivo de máxima es destruir a esa organización y replegar sus fuerzas dejando a Líbano en control de una fuerza multinacional controlada embozadamente por EEUU..La dupla societaria EEUU-Israel creyó que con 380 muertos, doce días de bombardeos, en catástrofe humanitaria, con la economía e infraestructura destruida, Líbano estaba "maduro" para aceptar un alto el fuego en condiciones degradantes y con imposiciones durísimas como las que llevaba la secretaria de Estado norteamericana cuando aterrizó este lunes en Beirut, donde fue recibida como persona non grata. La halcona negra, después de su fracaso "diplomático", finalmente viajó a Israel sin la "capitulación", y un nuevo paréntesis se abrió en Líbano, donde este martes las fuerzas judías profundizaron su invasión terrestre y los bombardeos.En realidad, y como venían advirtiendo algunos analistas, la presencia de Rice en Beirut  obedecía al propósito de establecer un acuerdo con el gobierno libanés para un alto el fuego y la autorización para el  despliegue de una "fuerza internacional de paz" consensuada previamente entre Washington y Tel Aviv.Aunque la halcona negra norteamericana habló con el presidente del Parlamento, Nabih Berri, líder del movimiento chií Amal y aliado de Hezbolá, no buscaba un acuerdo con Hezbolá sino con el gobierno libanés.Y esto obedecía al objetivo de mantener un fachada "legalista" para imponer, mediante el acuerdo con el gobierno libanés, un plan de ocupación embozado donde Hezbolá hubiera sido el único derrotado.Para sorpresa de Rice y sus acompañantes, sus interlocutores le dijeron -según fuentes citadas por la agencia Associated Press- "no poder cumplir estas condiciones".De esta manera, la estrategia montada en las grandes cadenas mediáticas para mostrar una supuesta "división" entre Hezbolá y el gobierno libanés (y sobre la cual se montaba Rice para tratar de imponer sus condiciones) quedó hecha trizas y falló toda la operación.Ahora, con Israel metido en la "trampera" de una ofensiva terrestre en Líbano, llegó la hora de la "fase II" del plan, a instrumentar antes de que las fuerzas judías se desgasten en una guerra de guerrillas con Hezbolá, como lo hicieron las tropas norteamericanas en Irak.Y aquí Washington va a echar mano de su clásico "recurso diplomático" con la ONU y su secretario general, Kofi Annan, un títere disciplinado de las operaciones de EEUU y Gran Bretaña en ese organismo.El miércoles en Roma, la ONU y un grupo de países leales al trío EEUU-Israel-Gran Bretaña, con la presencia de Rice, van intentar aggiornar el mismo plan que le fuera rechazado a la secretaria de Estado en Beirut."Lo que es importante es que nos vayamos de Roma con una estrategia concreta sobre cómo vamos a abordar esto, y no nos vayamos con las manos vacías y trunquemos una vez más las esperanzas de los que están atrapados en este conflicto", dijo Annan a periodistas.El secretario general, acompañado por el enviado a Oriente Medio, Terje Roed-Larsen, participará el miércoles en la conferencia convocada por la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice.Asistirán al encuentro los representantes diplomáticos de Gran Bretaña, Italia, Alemania, Canadá, Rusia, Finlandia, Arabia Saudí, la Unión Europea, el Banco Mundial, la ONU y Líbano, entre otros,  dijeron el lunes fuentes de la ONU.Según Annan, no está claro si la "fuerza internacional" propuesta intentará desarmar a Hezbolá o se desplegará sólo después de que Israel ponga fin a sus ataques aéreos y a su invasión terrestre en Líbano.Annan dijo que inicialmente pensaba que la fuerza "complementaría" a las tropas de la ONU presentes en la zona, pero que otros países querían una operación multinacional en la frontera libanesa-israelí autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU.Los "otros países" se tratan obviamente de EEUU y Gran Bretaña, aliados principales de Israel, que impulsan el plan para destruir a Hezbolá y poner bajo control al gobierno libanés, ocupando todo su territorio con una fuerza multinacional que garantice a Israel la neutralización operativa de Hezbolá."La ventaja de ir con una fuerza que no sea de la ONU es que a veces los gobiernos pueden desplegarse mucho más rápido", dijo Annan. "Sin embargo, otros se sienten más cómodos con una fuerza de la ONU", añadió.Aludía a que la fuerza multinacional propuesta por Rice (esto es, por EEUU y por Israel) debería ser provista por la OTAN, un organismo, como se sabe, totalmente sometido al Pentágono.La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (UNIFIL) tiene unos 2.000 efectivos pero su mandato es débil. Rice quiere una fuerza "robusta" -según dijo en Beirut el lunes- que la sustituya y los jefes militares de Israel, así como su primer ministro, han señalado que sólo aceptaría una fuerza compuesta por países de la OTAN.El primer ministro israelí Ehud Olmert afirmó el domingo que su país es favorable a que se despliegue en Líbano una fuerza multilateral "formada por países de la UE"."Israel está de acuerdo en el despliegue de una fuerza que tenga capacidades militares y experiencia en combates que estaría formada por estados de la Unión Europea", afirmó en un un encuentro con el jefe de la diplomacia alemana, Frank-Walter Steinmeier."Apoyamos el despliegue de una fuerza multinacional con una amplia autoridad", dijo por su parte el ministro de Defensa de Israel, Amir Peretz, en alusión a que la actual Fuerza Provisional  de las Naciones Unidas en Líbano no la tiene.La nueva fuerza, debería ser de la OTAN, debería desplazar a Hezbolá de la frontera de Líbano con Israel y prevenir el contrabando de armas desde Siria, añadió halcón militar de Tel Aviv.Como fracasó la maniobra de Rice del lunes en Beirut, la dupla judeo-norteamericana acude su "brazo diplomático" , la ONU, para imponerla. Esto otorga a la reunión del miércoles en Roma, con Rice como bastonera, una característica de "lobby de presión"  para imponer por la fuerza un plan de capitulación a Hezbolá y al gobierno libanés, que la secretaria de Estado no pudo lograr con la "diplomacia" en Beirut este lunes.</blockquote>

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