cawan 5
Forista Sancionado o Expulsado
Fuente: REVISTA " HEROES DE MALVINAS"
Puesta en escena (del Thread): CAWAN 5.
transcripcion : PILOCO.
Grytviken – A.R.A. Guerrico
El 15 de Enero de este año 2008, “Héroes de Malvinas” nuestra revista, llega a la localidad de Cerritos, ubicada muy cerca de la capital salteña. Allí fuimos a encontrarnos con los padres de un héroe de Malvinas fallecido en acto heroico, nos referimos al Cabo Primero de Mar Patricio Alfredo Guanca.
Nos recibió su señora madre Doña Carmen Camila Suárez que amablemente nos cuenta que junto a su esposo, construyeron una familia compuesta de cinco hijos, su esposo Don Sixto Egilio Walter Guanca al igual que ella cuentan a la fecha con 78 años de edad. Siendo los abuelos paternos de Patricio Alfredo Don Isidoro Walter Guanca y Doña Rosa Torres, también oriundos de Cerrillos (Salta). Luego del nacimiento de dos niñas, el matrimonio Guanca recibe con inmensa alegría a Patricio Alfredo, quien nace a la una de la madrugada de un 28 de Junio de 1957, en la Finca San Miguel de Cerrillos.
El padre de patricio Alfredo prestaba servicios en el Ferrocarril Belgrano, en consecuencia estaba destinado en la Estación Caipe y luego en Tolar Grande poblados que pertenecen al Departamento de Los Andres. Doña Carmen nos cuenta que para dar a luz a Patricio, viajó desde la Estación Caipe en estado de gravidez, con el único deseo que su hijo naciera en tierra cerrillada. Regresando luego junto a su familia con su preciosa carga, viendo luego crecer a sus hijos en aquellos lejanos y fríos parajes, la niñez de Patricio fue feliz y sin sobresaltos, cursó en Tolar Grande y Estación Caipe sus primeros años escolares. Pasó algo mas de diez años y la familia Guanca regresa a su amado terruño, Patricio Alfredo continua sus estudios primarios en la Escuela Nacional nº 382 Maria Magdalena de Güemes. Renuente a seguir estudiando un día le dice a su madres “voy a entrar a trabajar en la finca” tal vez como una forma de aportar su esfuerzo en el bienestar de la familia “yo le respondí -nos dice Carmen- bueno hijo vos sabés lo que tenes que hacer, y es a donde te guste” Pero pasado un tiempo cuando el ya tenía 16 años, “muy pensativo me dijo “Voy a ingresar a la Armada” yo no quería saber nada, tenía solo 16 años, Buenos Aires quedaba muy lejos, allí no teníamos familia ni conocidos, yo no quería que se alejara” nos dice Carmen, reviviendo las angustias de aquellos momentos. Sin embargo de nada sirvieron todos sus argumentos, Patricio tenía una decisión tomada e insistió hasta que un día diciendo, “tengo que ir y probar todo eso…” viajó al encuentro con su destino. El 23 de Enero de 1974, con sus 17 años Patricio transpone los portones de la Escuela de Mecánica de la Armada, iniciando su carrera militar, De la enorme masa de personal con que cuenta nuestra Armada, cada año a través de una rigurosa selección, destaca los hombres que por su profesionalidad, sus méritos en estudios, y muchos otros factores, serán los tripulantes de la Fragata Libertad, y esos hombres se convierten en los embajadores, en los representantes de éste, nuestro Pueblo ante el mundo. Aún siendo pocos los años de servicio, estos fueron suficientes para que el 24 de Abril del año 1981 Patricio Guanca zarpara llevando el espíritu argentino, salteño y cerrillado a remotos lugares del mundo, amaba a su madre y se lo manifestaba en cada carta que ávidamente Carmen leía, cartas que traían sellos de Bermudas, Londres, Hamburgo, Túnez, Palmas de Mallorca y otras tantas importantes ciudades.
Recuerdo aquellos dias cuando llegaba de licencia, lloraba de contenta, verlo con su traje de marinero”, húmedos sus hojos, nos cuenta Carmen “pero aquella alegría duraba tan poco, porque esos dias pasaban muy rápidos, y con todo mi dolor siempre le preguntaba ¿Por qué no te quedás?, siempre debía pasar una de las fiestas de fin de año lejos y yo le pedía que se quedara y el me respondía “no mamá, aquí no hay vida, allá estoy bien” Asi pasaron los años, y siempre lo vi partir contento, sin pesar, yo nomás siempre le decía en cada despedida ¡Hay hijito! Yo ye extraño mucho,… mucho. Y el respondía “no te aflijas mamá, yo estaré bien”.
El 2 de Abril de 1982, la patria despierta, y llena las plazas a lo largo y a lo ancho del país, la euforia incontenible, luego de 150 años de vanos intentos de negociar civilizadamente con el usurpador inglés, nuestras Islas Malvinas se reintegra a sus legítimos dueños, a costa de nuestra propia sangre, y cumpliendo a rajatabla la orden de no causar bajas al enemigo. En un mar enbravecido navega la Corbeta Guerrico, esta unidad de origen francés desplaza 1200 toneladas, en sus 80 metros de eslora (largo) lleva un grupo de Infantes de Marina, ellos tienen la misión de reconquistar las Islas Georgias, entre su armamento cuenta con cuatro modernos misiles Exocet MM38, aquellos hombres son los que escribirán páginas de gloria en nuestra historia, al tomar parte de los episodios que allí acontecieron. En las Isla San Pedro, mas precisamente en su puerto de Grytviken, ya se encuentra el Bahía Paraíso, éste buque cuenta a bordo con un helicóptero Puma del Ejercito y un pequeño Allouette de la Aramda. Tanto el buque como las aeronaves no están artilladas, ni preparadas para combate alguno, estos elementos fueron convocados a ese lugar desde la Antártida, donde cumplían la campaña anual de reabastecimiento de nuestras Bases, que estan ubicadas en el Continente Blanco, por eso la Guerrico tiene que llegar, con la gente y el armamento necesario.
Luego de soportar un mar violento durante una larga travesía, el sábado 3 de Abril de 1983 llega a las Georgias la Corbeta Guerrico. Entre los tripulantes del pequeño y bravo navío, el Cabo Primero Patricio Alfredo Guanca es uno de ellos, rápidamente toma posición el buque y los Infantes de Marina del Batallón nº1, apenas repuestos de tan larga navegación son transportados al Bahía Paraíso, entre estos van el Conscripto Almoacid y el Conscripto Águila. Muy pronto los Infantes vuelan hacia el Puerto de Grytviken, donde lucharan por su recuperación, parte raudo el primer grupo en el helicóptero Puma, escoltado por el pequeño helicóptero Alluette y los deposita en tierra, y luego cunado regresa con el segundo grupo e inicia su descenso, son recibidos por un nutrido fuego enemigo. Se producen allí las primeras bajas, al caer en combate los Conscriptos Almoacid y Águila, los heridos son numerosos, dentro del helicóptero es un caos, la enorme nave se bambolea seriamente herida, y en su interior cubierto de aceite y sangre, lleva a los bravos Infantes. Sin embargo consigue su piloto posarse y salvar al resto de la sección transportada. Ante esta situación la Corbeta Guerrico abre fuego, a la vez desde la costa el enemigo dispara contra la nave, Patricio es parte de la dotación del cañón que dispara, éste deja de hacerlo al trabarse sus mecanismos, y en un intento de destrabe, Patricio es alcanzado por los proyectiles enemigos, que le causan su deceso, el nutrido fuego que reciben tambien impactan en el Guardiamarina Ricardo Pingitore y el Cabo Segundo José Monzón los cuales caen heridos. El jefe de pieza el Cabo Principal Artillero Francisco Solano Páez, ordena ponerse a cubierto al resto y asume individualmente la reparación del cañón a pesar de estar herido, y prontamente salen nuevos y certeros disparos de cañón los cuales, son suficientes para que los ingleses hagan flamear la bandera blanca de rendición. Con este hecho se reincorpora otro pedazo de Patria arrancadas al invasor inglés, las Islas Georgias vuelven a sus legítimos dueños, el costo también a sido alto. La sangre patria derramada como supremo sacrificio de los jóvenes héroes, mas allá del dolor, no será en vano si el pueblo al cual está destinado, nunca los olvida.
Tampoco en este combate a pesar de la dureza se le causó bajas al enemigo, a costa de pagar un alto precio, nuestra lucha fue para el inglés incruenta, al igual que en la recuperación de nuestras Malvinas.
“Cuando llegó la noticia de la recuperación de las Malvinas, todos estaban contentos pero yo estaba entristecida” la escucho decir a Doña Carmen Camila Suárez, mamá de Patricio Guanca “al escuchar la palabra “guerra”, empecé a clamar a Dios que no permitiera que lleven a mi hijo al frente de batalla. Luego vinieron días de angustia, llenos de malos presentimientos, a cada persona que llegaba a mi casa, lo primero que le preguntaba era que habia pasado. Cuando ocurrió lo de Patricio nadie me dijo nada, la Marina, lo supe después, so lo había dicho a mi otro hijo” continua Carmen “Pero un día frente a casa, en la calle había mucha gente y alguien llamó a mi esposo, y yo desde adentro escuché un gemido de dolor de él, y salí gritando ¡A mi hijo le pasó algo!... Por Dios les suplico que me digan que le pasó… y amargamente me fui enterando de su fallecimiento… no fue ese el dia final de tan larga espera, porque cada dia lo espero y lo esperaré cada dia de mi vida.”
“A todas las madres y esposas que saben lo que yo siento, les pido que traten de olvidar, aunque yo nunca podré olvidar a mi querido hijo”.
Querida Carmen, fui a tu hogar por una nota, y en tus lágrimas pude apreciar y sentir el enorme caudal de tu amor de madre, no quise ni pude preguntarte de tantas cosas que me había propuesto, porque en tu sencillez encierras todas las respuestas, y porque respeto tu inmenso dolor. Ustedes son mi gente, verdaderos argentinos, son los claros exponentes de una cultura de trabajo, de respeto, de vivir en la sencillez, disfrutando de la armonía que significa conservar los valores religiosos, humanos y de familia. Sin considerar la distancia estarás en mi alma, y también en la memoria de los argentinos de bien, aquellos que entienden y sienten que honrando a sus héroes, se honran a si mismo.
Ascenso post-mortem
Ocurrido su fallecimiento en acción de guerra, cuyo mérito extraordinario con carácter de acto heroico, se promueve al grado inmediato superior con fecha 3 de Abril de 1982 al Cabo Primero de Mar Patricio Alfredo Guanca.
Condecoración: “La Nación Argentina al Muerto en Combate”
Puesta en escena (del Thread): CAWAN 5.
transcripcion : PILOCO.
Grytviken – A.R.A. Guerrico
El 15 de Enero de este año 2008, “Héroes de Malvinas” nuestra revista, llega a la localidad de Cerritos, ubicada muy cerca de la capital salteña. Allí fuimos a encontrarnos con los padres de un héroe de Malvinas fallecido en acto heroico, nos referimos al Cabo Primero de Mar Patricio Alfredo Guanca.
Nos recibió su señora madre Doña Carmen Camila Suárez que amablemente nos cuenta que junto a su esposo, construyeron una familia compuesta de cinco hijos, su esposo Don Sixto Egilio Walter Guanca al igual que ella cuentan a la fecha con 78 años de edad. Siendo los abuelos paternos de Patricio Alfredo Don Isidoro Walter Guanca y Doña Rosa Torres, también oriundos de Cerrillos (Salta). Luego del nacimiento de dos niñas, el matrimonio Guanca recibe con inmensa alegría a Patricio Alfredo, quien nace a la una de la madrugada de un 28 de Junio de 1957, en la Finca San Miguel de Cerrillos.
El padre de patricio Alfredo prestaba servicios en el Ferrocarril Belgrano, en consecuencia estaba destinado en la Estación Caipe y luego en Tolar Grande poblados que pertenecen al Departamento de Los Andres. Doña Carmen nos cuenta que para dar a luz a Patricio, viajó desde la Estación Caipe en estado de gravidez, con el único deseo que su hijo naciera en tierra cerrillada. Regresando luego junto a su familia con su preciosa carga, viendo luego crecer a sus hijos en aquellos lejanos y fríos parajes, la niñez de Patricio fue feliz y sin sobresaltos, cursó en Tolar Grande y Estación Caipe sus primeros años escolares. Pasó algo mas de diez años y la familia Guanca regresa a su amado terruño, Patricio Alfredo continua sus estudios primarios en la Escuela Nacional nº 382 Maria Magdalena de Güemes. Renuente a seguir estudiando un día le dice a su madres “voy a entrar a trabajar en la finca” tal vez como una forma de aportar su esfuerzo en el bienestar de la familia “yo le respondí -nos dice Carmen- bueno hijo vos sabés lo que tenes que hacer, y es a donde te guste” Pero pasado un tiempo cuando el ya tenía 16 años, “muy pensativo me dijo “Voy a ingresar a la Armada” yo no quería saber nada, tenía solo 16 años, Buenos Aires quedaba muy lejos, allí no teníamos familia ni conocidos, yo no quería que se alejara” nos dice Carmen, reviviendo las angustias de aquellos momentos. Sin embargo de nada sirvieron todos sus argumentos, Patricio tenía una decisión tomada e insistió hasta que un día diciendo, “tengo que ir y probar todo eso…” viajó al encuentro con su destino. El 23 de Enero de 1974, con sus 17 años Patricio transpone los portones de la Escuela de Mecánica de la Armada, iniciando su carrera militar, De la enorme masa de personal con que cuenta nuestra Armada, cada año a través de una rigurosa selección, destaca los hombres que por su profesionalidad, sus méritos en estudios, y muchos otros factores, serán los tripulantes de la Fragata Libertad, y esos hombres se convierten en los embajadores, en los representantes de éste, nuestro Pueblo ante el mundo. Aún siendo pocos los años de servicio, estos fueron suficientes para que el 24 de Abril del año 1981 Patricio Guanca zarpara llevando el espíritu argentino, salteño y cerrillado a remotos lugares del mundo, amaba a su madre y se lo manifestaba en cada carta que ávidamente Carmen leía, cartas que traían sellos de Bermudas, Londres, Hamburgo, Túnez, Palmas de Mallorca y otras tantas importantes ciudades.
Recuerdo aquellos dias cuando llegaba de licencia, lloraba de contenta, verlo con su traje de marinero”, húmedos sus hojos, nos cuenta Carmen “pero aquella alegría duraba tan poco, porque esos dias pasaban muy rápidos, y con todo mi dolor siempre le preguntaba ¿Por qué no te quedás?, siempre debía pasar una de las fiestas de fin de año lejos y yo le pedía que se quedara y el me respondía “no mamá, aquí no hay vida, allá estoy bien” Asi pasaron los años, y siempre lo vi partir contento, sin pesar, yo nomás siempre le decía en cada despedida ¡Hay hijito! Yo ye extraño mucho,… mucho. Y el respondía “no te aflijas mamá, yo estaré bien”.
El 2 de Abril de 1982, la patria despierta, y llena las plazas a lo largo y a lo ancho del país, la euforia incontenible, luego de 150 años de vanos intentos de negociar civilizadamente con el usurpador inglés, nuestras Islas Malvinas se reintegra a sus legítimos dueños, a costa de nuestra propia sangre, y cumpliendo a rajatabla la orden de no causar bajas al enemigo. En un mar enbravecido navega la Corbeta Guerrico, esta unidad de origen francés desplaza 1200 toneladas, en sus 80 metros de eslora (largo) lleva un grupo de Infantes de Marina, ellos tienen la misión de reconquistar las Islas Georgias, entre su armamento cuenta con cuatro modernos misiles Exocet MM38, aquellos hombres son los que escribirán páginas de gloria en nuestra historia, al tomar parte de los episodios que allí acontecieron. En las Isla San Pedro, mas precisamente en su puerto de Grytviken, ya se encuentra el Bahía Paraíso, éste buque cuenta a bordo con un helicóptero Puma del Ejercito y un pequeño Allouette de la Aramda. Tanto el buque como las aeronaves no están artilladas, ni preparadas para combate alguno, estos elementos fueron convocados a ese lugar desde la Antártida, donde cumplían la campaña anual de reabastecimiento de nuestras Bases, que estan ubicadas en el Continente Blanco, por eso la Guerrico tiene que llegar, con la gente y el armamento necesario.
Luego de soportar un mar violento durante una larga travesía, el sábado 3 de Abril de 1983 llega a las Georgias la Corbeta Guerrico. Entre los tripulantes del pequeño y bravo navío, el Cabo Primero Patricio Alfredo Guanca es uno de ellos, rápidamente toma posición el buque y los Infantes de Marina del Batallón nº1, apenas repuestos de tan larga navegación son transportados al Bahía Paraíso, entre estos van el Conscripto Almoacid y el Conscripto Águila. Muy pronto los Infantes vuelan hacia el Puerto de Grytviken, donde lucharan por su recuperación, parte raudo el primer grupo en el helicóptero Puma, escoltado por el pequeño helicóptero Alluette y los deposita en tierra, y luego cunado regresa con el segundo grupo e inicia su descenso, son recibidos por un nutrido fuego enemigo. Se producen allí las primeras bajas, al caer en combate los Conscriptos Almoacid y Águila, los heridos son numerosos, dentro del helicóptero es un caos, la enorme nave se bambolea seriamente herida, y en su interior cubierto de aceite y sangre, lleva a los bravos Infantes. Sin embargo consigue su piloto posarse y salvar al resto de la sección transportada. Ante esta situación la Corbeta Guerrico abre fuego, a la vez desde la costa el enemigo dispara contra la nave, Patricio es parte de la dotación del cañón que dispara, éste deja de hacerlo al trabarse sus mecanismos, y en un intento de destrabe, Patricio es alcanzado por los proyectiles enemigos, que le causan su deceso, el nutrido fuego que reciben tambien impactan en el Guardiamarina Ricardo Pingitore y el Cabo Segundo José Monzón los cuales caen heridos. El jefe de pieza el Cabo Principal Artillero Francisco Solano Páez, ordena ponerse a cubierto al resto y asume individualmente la reparación del cañón a pesar de estar herido, y prontamente salen nuevos y certeros disparos de cañón los cuales, son suficientes para que los ingleses hagan flamear la bandera blanca de rendición. Con este hecho se reincorpora otro pedazo de Patria arrancadas al invasor inglés, las Islas Georgias vuelven a sus legítimos dueños, el costo también a sido alto. La sangre patria derramada como supremo sacrificio de los jóvenes héroes, mas allá del dolor, no será en vano si el pueblo al cual está destinado, nunca los olvida.
Tampoco en este combate a pesar de la dureza se le causó bajas al enemigo, a costa de pagar un alto precio, nuestra lucha fue para el inglés incruenta, al igual que en la recuperación de nuestras Malvinas.
“Cuando llegó la noticia de la recuperación de las Malvinas, todos estaban contentos pero yo estaba entristecida” la escucho decir a Doña Carmen Camila Suárez, mamá de Patricio Guanca “al escuchar la palabra “guerra”, empecé a clamar a Dios que no permitiera que lleven a mi hijo al frente de batalla. Luego vinieron días de angustia, llenos de malos presentimientos, a cada persona que llegaba a mi casa, lo primero que le preguntaba era que habia pasado. Cuando ocurrió lo de Patricio nadie me dijo nada, la Marina, lo supe después, so lo había dicho a mi otro hijo” continua Carmen “Pero un día frente a casa, en la calle había mucha gente y alguien llamó a mi esposo, y yo desde adentro escuché un gemido de dolor de él, y salí gritando ¡A mi hijo le pasó algo!... Por Dios les suplico que me digan que le pasó… y amargamente me fui enterando de su fallecimiento… no fue ese el dia final de tan larga espera, porque cada dia lo espero y lo esperaré cada dia de mi vida.”
“A todas las madres y esposas que saben lo que yo siento, les pido que traten de olvidar, aunque yo nunca podré olvidar a mi querido hijo”.
Querida Carmen, fui a tu hogar por una nota, y en tus lágrimas pude apreciar y sentir el enorme caudal de tu amor de madre, no quise ni pude preguntarte de tantas cosas que me había propuesto, porque en tu sencillez encierras todas las respuestas, y porque respeto tu inmenso dolor. Ustedes son mi gente, verdaderos argentinos, son los claros exponentes de una cultura de trabajo, de respeto, de vivir en la sencillez, disfrutando de la armonía que significa conservar los valores religiosos, humanos y de familia. Sin considerar la distancia estarás en mi alma, y también en la memoria de los argentinos de bien, aquellos que entienden y sienten que honrando a sus héroes, se honran a si mismo.
Ascenso post-mortem
Ocurrido su fallecimiento en acción de guerra, cuyo mérito extraordinario con carácter de acto heroico, se promueve al grado inmediato superior con fecha 3 de Abril de 1982 al Cabo Primero de Mar Patricio Alfredo Guanca.
Condecoración: “La Nación Argentina al Muerto en Combate”