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Area Militar General
Malvinas 1982
Relatos de nuestros heroes y sus familias
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<blockquote data-quote="cawan 5" data-source="post: 790996" data-attributes="member: 7736"><p>Fuente: REVISTA " HEROES DE MALVINAS"</p><p>Puesta en escena (del Thread): CAWAN 5.</p><p>transcripcion : PILOCO.</p><p></p><p>“Donde tu quieras estar”</p><p>El miércoles 16 de Enero de este año 2008, con prisa y sin pausa nuestra Revista “Héroes de Malvinas” desembarcó en el norte de nuestro inmenso país, recibiendo esa calidez que hace único a nuestros hermanos salteños, y con densos nubarrones llegamos al hogar de la Sra. Nora del Valle Juárez de Blas.</p><p>Nunca será suficiente resaltar la amabilidad, la sencillez de nuestros compatriotas norteños, Nora nació un 22 de Abril del año 1957 en la ciudad de Tucumán, siendo su padre Don Jorge Juárez y su señora madre Donña Yolanda Carranza de Juárez y completando ese hogar con su único hermano Jorge Juárez.</p><p>Ella amablemente nos cuenta que: “corría el mes de Enero en el año 1978, cuando a través de un amigo que cumplía con el Servicio Militar Obligatorio, conoció a quien a posterior sería su esposo y padre de sus hijos”. Nora cambia el tono de su voz y su rostro deja entrever otras épocas, los tiempos felices y con emoción nos recuerda que su esposo nació en Salta el 8 de Agosto de 1949, Oscar Humberto Blas hijo de Don Julio Alejandro Blas y de Doña Lindaura Sajama de Blas, viviendo la familia en calle Los Tarcos en Barrio Tres Cerritos, Oscar era parte de una numerosa familia, compuesta de nueve hermanos, de los cuales seis fallecieron, viviendo en la actualidad dos en Salta y uno en Santiago del Estero. Oscar era el benjamín de la familia, por ser el mas pequeño de los hermanos. Aquel Enero de 1978 Oscar prestaba servicios en Tucumán en la Compañía de Inteligencia, como guardaespaldas del Gobernador Bussi. “Al frente de su lugar de trabajo, en un enorme supermercado, yo promocionaba café Nestlé”, nos cuenta Nora, “no faltándome nada en mi hogar, sentí sin embargo la necesidad de darle utilidad a mi vida, y trabajaba chocando con la voluntad de mis padres”. Era tanto el amor de sus padres, que el cuidado llegaba al extremo de llegaba al extremo de llevarla y traerla cada día al trabajo. Nora nos cuenta que conocerse con Oscar, y ver florecer una amistad creciente día a día, hasta hoy le resulta inexplicable, ambos aún aprovechando los escasos minutos del refrigerio para contarse sus vidas, les resultaba poco, sin embargo la amistad se fue haciendo romance, y al llegar el mes de Febrero Oscar tomó su licencia, diciéndole que viajaría a Salta a visitar a sus padres. Y así fue nomás, “pero grande fue mi sorpresa cuando lo vi regresar muchos días antes, -“Te extrañaba muchísimo”- Me dijo”, nos confía Nora, “y a partir de allí lo nuestro fue casi un noviazgo, digo casi porque mis padres en extremo estrictos, nada sabían, y este secreto nos impedía disfrutar a pleno, y seguir creciendo en la construcción de algo tan hermoso. Al llegar el mes de Marzo, Oscar me dijo “Nora, nuestra relación así no va” El me lleva nueve años y apelando a esa diferencia me decía “Yo quiero conocer a tu familia, a tu mamá y a tu papá, quiero que nos casemos, tengo 29 años, salí de mi hogar a los 14 años para estudiar, y es hora de formar mi propia familia”. Nora recuerda que aún Marzo no se había ido, cuando Oscar llegó a su casa, todavía parece ver en aquel papá celoso de sus hijos, su enorme sorpresa primero y luego su dolor, mas como buen padre en un aparte le dijo “vos sos quien debe decidir que hacer” “Y con Oscar decidimos fijar la fecha de nuestro casamiento, la fecha elegida fue el día de la Virgen de Fátima, y así el día 11 de Mayo nos casamos por civil en Tucumán y el 13 en la Iglesia de Salta” Solo cuatro meses habían pasado, el futuro se presentaba luminoso e interminable…</p><p>“vivíamos en la casa de sus padres en Salta, su papá ya había fallecido, recuerdo a mi suegra, una señora de 73 años muy elegante, siempre estaba muy arreglada, era bajita”, Nora se retrotrae al 22 de Abril de 1979 cuando nace Alejandra del Valle, y el joven matrimonio tiene ahora su hogar lleno de vida, otra alegría se suma cuando al poco tiempo Oscar consigue traslado a Salta. Que rápido pasa la vida cuando uno es feliz, en 1981 nacen los mellizos Walter Oscar y Jorge Alfredo. Oscar su esposo es un militar, sumamente apegado a su profesión, tiene aprobado todos los cursos de comando, paracaidismo, supervivencia y otros tantos, y su destino es le Batallón de Inteligencia 142 de Salta.</p><p>Sin embargo ya estamos en 1982, la guerra de Malvinas a comenzado, Nora lleva en su vientre un nuevo ser, es el mes de Mayo y las acciones bélicas recrudecen día a día, ella nos dice “Oscar no paraba de decir cosas como “¡Me siento un parástio!, todos mis compañeros están luchando y yo estoy aquí” Otras veces decía “Para que estudié tanto ¿Para estar acá?” O frases como “Yo tengo que estar defendiendo mi Patria, ¿Qué estoy haciendo aquí?” El 22 de Mayo Oscar es convocado, y el hogar ahora cobra una inusitada actividad, mientras Oscar llena papeles y formularios, su hermano le corta el cabello, al mismo tiempo Nora prepara su equipo y luego Oscar con uno de los mellizos en sus brazos, espera embarcar el avión que lo llevará a la Escuela de Infantería en Campo de Mayo, Nora dice “nunca olvidaré su rostro, tan lleno de felicidad, nuestro otro hijo mellizo estaba internado en el hospital, pero a él lo veía feliz, amaba a su Ejército”. A Buenos Aires que es el punto de reunión de los Comandos, van llegando de todos los rincones de nuestra Patria los que fueron convocados. En ese mismo lugar mucho tiempo antes, habían llegado otros Comandos que formaron la Compañía 601, y que a la fecha estaban escribiendo páginas de gloria para nuestra Patria, a costa de sangre y valor en nuestras Islas Malvinas. El 23 de Mayo de 1982 se formaba la Compañía 602 de Comandos siendo su jefe el entonces Mayor Aldo Rico, el dia 24 reciben su equipo, el 25 de mayo forman con el uniforme de combate para conmemorar la fecha Patria, el miércoles 26 el Mayor Rico recibe la orden de destacarse a Comodoro Rivadavia, por la mañana hizo celebrar una misa y entregó a cada uno un rosario, a las 14.30 partían en un Focker hacia el sur. Al llegar fueron alojados en un mugroso depósito, y esa misma noche se intentó el cruce a Malvinas, pero el Hércules C-130 luego de cuatro horas de viaje tuvo que regresar por desperfectos, y a su regreso alojaron en el mismo galpón, donde algunos apenas pudieron dormir. El 27 de Mayo a medio día se inicia el cruce, cuando esto se anunció provocó risas y gritos de alegría en los Comandos. Pegado al mar el enorme avión tragaba distancia llevando en su vientre a los 50 Comandos de la Compañía 602. A las 18.00 hs pisaban por primera vez el suelo Patrio, el Teniente Márquez besó la tierra nuestra con profundo respeto. Mientras se descargaba frenéticamente lo transportado, a la misma vez se introducían camillas con los heridos, cumpliendo esto con los motores en marcha, en muy poco tiempo el enorme C-130 levantaba vuelo, perdiéndose en la noche. Instalados en un acogedor gimnasio se encuentran allí con los Comandos de la fogueada Compañía 601, ocurren toda clases de manifestaciones, bromas, preguntas, y lo mas precioso, pudieron intercambiar y absorber las vivencias y experiencias de sus colegas. Pronto el cansancio y el sueño los venció pero un tremendo cañoneo que parecía desarmar todo, los mantuvo en vilo, pasando el mismo, los Comandos de la Compañía 602 ya con su bautismo de fuego, volvieron a recuperar el sueño.- El 28 de Mato llegó nuevamente el avión Hércules, junto al material logístico transportado venía también dos suboficiales y dos oficiales uno de ellos el Teniente Primero Enrique Stel, mientras esto ocurría el resto de la Compañía realizaba reconocimiento de terreno e intensas prácticas con el armamento. El sábado 29 de Mayo a la mañana concurren a misa y comulgan. El plan de Operaciones para los Comandos ya está determinado y para su cumplimiento la Compañía 602 se apresta a partir. La misión está en marcha y al efecto la primera sección vuela hacia el objetivo propuesto, que son las elevaciones que rodean Puerto Argentino, luego embarca hacia el mismo destino la segunda sección, ésta va fraccionada en dos helicópteros y está al mando el Capitán Fernández Tomas, por último sale a cumplir con su misión el Capitán Andrés Ferrero al mando de la tercera sección.</p><p>La primera sección desembarca en Monte Simmons, la secciones segunda y tercera descienden en las cercanías de Monte Kent, se estimaba que los ingleses no podían encontrarse todavía en esa zona, pese a las precauciones, el Capitán Ferrero cae en una emboscada con su tercera sección, la noche magnifica el fragor del combate, no lejos el Capitán Fernandez junto a su segunda sección piensa “si no es con los ingleses nos, estamos agarrando a tiros entre nosotros” Sin embargo los ingleses estaba allí, Vilte herido en el talón, es llevado casi alzado por Lauría en medio de la noche y en un terreno muy dificil, ahora sin dudas la tercera sección, tiene como única prioridad buscar la forma de eludir al enemigo. El domingo 30 de Mayo apenas aclaró el Capitán Fernández, al carecer de noticias, pues todas sus comunicaciones son anuladas por los equipos ingleses, reúne a su segunda sección y señalando un enorme peñasco, lugar de la refriega de la noche anterior, da las directivas a sus hombres, el Sargento Primero Véliz iría como enlace, lo seguiría una pareja compuesta por el teniente primero Márquez y el Sargento Oscar Blas, el objetivo es ubicar a la tercera sección o lo que quedó de ella, y por supuesto comprobar la seguridad para el avance de la segunda sección. Con determinación arrancó Véliz abriendo camino, tras él, Márquez y Blas lo siguen, los tres se fueron desplazando por los enormes peñascos, hasta que sus compañeros los perdieron de vista, no pasó luego, mas de media hora cuando el silencio se quebró, llenándose de explosiones y gritos, el tableteo de ametralladoras no lograba tapar los gritos en idioma inglés, el atronador ruido de las turbinas de un helicóptero, dio la pauta que los ingleses eran dueños de las alturas, a pesar de los cálculos que se manejaban en Puerto Argentino. Luego el silencio volvió a cubrirlo todo. Para poder tener algo de ventaja evitando ser detectados, los Comandos solo tienen movimientos nocturnos, por eso el Capitán Fernández decidió esperar en la zona hasta la noche, y también porque abrigaba la esperanza de que si Márquez o Blas hubieran podido escapar o esconderse regresarían a esa posición, sin embargo nunca regresaron.</p><p>“Bueno, mi amor te pido que cuides a nuestros hijos y no te aflijas por mi, porque estoy cumpliendo con la patria y como buen argentino tengo que defender lo que es nuestro y sacar de estas tierras a toda la gente foránea que desee usurparla…” 25 de Mayo de 1982, Nora recibió cada palabra como enormes perlas de dolor, que le llegó en esta carta y luego en otra cuyo contenido en partes decía “…estas pocas líneas son para hacerte saber que me encuentro muy bien y orgulloso de ser uno mas, de toda esta gente que se encuentra defendiendo nuestras queridas Islas Malvinas…” Su remitente rezaba: Sargento Blas Oscar Compañía de Comandos 602 -Puerto Argentino- Islas Malvinas Argentina C.P. 9401y y no llegaron mas cartas, sin embargo Oscar el mismo día 29 antes de salir a cumplir su misión, hace llegar a su esposa a través del telegrama 0126 Pto Argentino, una última frase “…Estoy bien, cariños- Oscar”.</p><p>Nora no tuvo mas comunicación ni información, su lucha diaria consistía en la atención constante de uno de los mellizos que sobrellevaba una grave complicación de asma, a pesar de ello con su embarazo a cuesta caminaba a los centros de la Cruz Roja, y a los lugares donde llegaban los listados de sobrevivientes y prisioneros de guerra, cada día intentaba empezarlo con nuevos bríos y esperanzas, pero en su transcurso la fe daba lugar a la desesperanza y al dolor. Terminó la guerra y nadie sabía nada, Nora se aferraba a verlo aparecer en los listados de prisioneros, con vida, sano, otras veces ponía sus pensamientos intentando descubrirlo en algún lugar herido sin posibilidad de comunicarse, y se abocaba de lleno en una búsqueda por todos los centros de salud, todo inútilmente, a veces, muy pocas veces, y aún contra su voluntad que rechazaba de plano toda posibilidad, aparecía como una sombra el dolor inmenso de no verlo nunca mas.</p><p>“Nora, madre, esposa, mujer con mayúsculas, me duelen tus sollozos y ver caer tus lágrimas, comparto tu dolor y te admiro por tu entereza cuando continúas…” “Un día el jefe de destacamento llegó a casa para hablar conmigo, en casa encontró a mi suegra, una señora de edad muy avanzada, yo con mis pequeños hijos uno de ellos enfermo y con mi embarazo, este cuadro hizo reflexionar y sin decir nada se fue, posteriormente llamó a mi cuñado que es militar y habló con él. Mi cuñado a través del teléfono pidió reunirse con toda la familia, pues tenía que dar noticias de Oscar. La noticia, la mala noticia decía solamente que Oscar estaba desaparecido, sin posibilidades de vida, es decir que estaba fallecido, con la única diferencia que no hubo forma de rescatar su cuerpo. Allí se cerró un capítulo, comenzó o continuó otro, donde Nora entabló una lucha por sobrevivir cada día, luchar con sus ganas de no vivir. Con sus pequeños hijos, su pancita y ella misma empequeñecida por el enorme drama, formaban un minúsculo montoncito. pero como un pequeño corazón fue latiendo, con un latido joven, fuerte para no parar nunca de crecer.</p><p>“Me enojé con todos” nos dice “con el mundo, con el Ejército, por quitarme a mi marido, con mi suegra y hasta con Dios por no concederme la muerte, estaba tan mal… tan deteriorada… me sentía abandonada de todo y por todos, y sin embargo el gran Dios me ayudó, me dio fuerzas, y lentamente fue cerrando mis heridas.</p><p>Careciendo de vivienda, porfió hasta que le fue adjudicada una, sin que ello signifique algún privilegio. “Mi techo lo pagué hasta el último centavo, y solo Dios sabe los sacrificios que me costó” nos cuenta Nora, “en medio de todo, el tiempo sigue, nació mi niña Lucía, mi madre venía de Tucumán unos días cada tanto, un compañero de mi esposo junto a su esposa vivieron en casa, y en ellos pude tener al menos compañía. Del sueldo de mi esposo percibí solo el mes de Junio y hasta diciembre mes en que finalizó el trámite de la pensión, no tenía ingresos, sin embargo tengo que rescatar la actitud de sus compañeros de trabajo, quienes cada mes hacían una colecta y me acercaban dinero para mantener viva a mi familia. Gracias a la buena educación que recibí de mis padres, entre otras cosas sabía tejer, con esta máquina que aún conservo, una vez dormidos mis hijos cada noche tejía y luego al día siguiente los ponía en un cochecito a mis hijos y salía a vender ropa. Tocaba timbre casa por casa mis hijos todavía se acuerdan cuando salía a vender bollos caseros en una enorme canasta, ni un centavo entraba fácil, cada uno me costaba el doble, de manera tal que el dinero del seguro de vida se esfumó, puesto que estaba a nombre de otra persona”.</p><p>El tiempo inexorablemente pasa, y con él los malos tiempos parecen alejarse, mi niños, hijos excelentes, crecían, llegó un reconocimiento económico y con él se saldaron cuentas atrasadas, porque los servicios se pagaban alternados ya que pagarlos juntos era imposible. Hoy Nora, mira a su alrededor y tiene a su hija mayor Nora Alejandra profesora de matemáticas, a sus mellizos, dos hombres de 27 años Walter Oscar, militar como su padre y Jorge Alfredo, vendedor y por supuesto la pancita de aquellos días es hoy una joven y hermosa muchachita nacida el 3 de Enero de 1983, Lucía, tal es su nombre, es Psicopedagoga y estudiante de la licenciatura de Psicología, ellos hijos ejemplares aportaron mas alegría a Nora, la “abu”, que adora a sus nietos Agustín (10), Rocío (6), Joaquín (2) y Genaro de 1 año y 8 meses.</p><p>“Pedí perdón a Dios y lo amo por sobre todas las cosas, hoy dispongo te tiempo para congregarme junto a un grupo de fieles en la iglesia, disfruto a mis hijos y a mis nietos, en mi hogar tengo un pequeño altar con la Virgen y un cuadro de mi esposo quienes iluminan y protegen a cada uno de nosotros”, nos dice Nora.</p><p>“Viajé a Malvinas en el año 1991 la primera vez, con mis mellizos pues sólo podíamos viajar tres y solo estuvimos un día, pero en el año 2000 participé de este último viaje y estuve una semana. Pude llegar al lugar donde murió Oscar, trepé por aquellos laberintos de grandes rocas y en aquella soledad me ocurrió algo tan asombroso, pude sentir que él estaba allí, al ver ese lugar pude comprenderlo, pude entender su porfía en venir… podía sentirlo cerca, y perdonarlo, cruzaron por mi mente tantas vivencias nuestras, aquellos días cuando me decías “yo tengo que estar defendiendo mi Patria” y loca de rabia le contesté ¿Y tus hijos, y yo? Recuerdo que me dijiste “el 90% de mi vida es para el Ejército y el 10 restante es para vos y mis hijos” Ya quebrada mi voz respondía ¿Entonces a tus hijos no los veras crecer, tampoco conocerás a éste que viene en camino? Cientos de sentimientos y vivencias, se esos cortos cuatro años que estuvimos juntos, pasaban atropelladamente por mi mente- el viento hacía volar mis lágrimas, y sin embargo yo te seguía hablando -¡No se donde estás!- Pero estás aquí, donde vos querías estar… y ahora estamos juntos… te amo… yo te comprendo… y te perdono.</p><p>El Sargento Ay de Infantería Oscar Humberto Blas, nació en Salta Capital, el 18 de Agosto de 1949, la provincia de Salta envió a la Guerra de Malvinas 513 hombres de los cuales regresaron 480, Oscar fue el único militar del Ejército Argentino convocado de esta provincia. Por su desempeño le fue otorgada la siguiente condecoración: “La Nación Argentina al Valor en Combate” Sargento 1ro de Infantería Oscar Humberto Blas de la Compañía de Comandos 602 por: “oponerse a una fracción enemiga superior en número, en ocasión en que integraba una patrulla de exploración que operaba en una zona ocupada por el enemigo. Alertar con su acción a sus camaradas y combatir hasta lograr que estos se replegaran, ofrendando su vida en esta acción”.</p><p>-El Gobierno de la Provincia de Salta impone el nombre de Veterano de Guerra Oscar Humberto Blas a una Escuela en el “Charcal” Departamento Molinos.</p><p>-En la capital salteña, una de las calles principales del Barrio Limache lleva también el nombre de este héroe salteño Oscar Humberto Blas.</p><p>Nora reflexiona, “a veces pienso que los verdaderos héroes, son los que volvieron, los que desfilan, no los que murieron defendiendo la patria, yo veo en los actos del 2 de Abril que a los muertos se los honra menos y en contrapartida los ex combatientes tienen palabras para su amigo el Gobernador, o se los ve luciendo las Malvinas en el pecho promocionando las campañas políticas, y eso duele, causa dolor a los deudos y también a los verdaderos patriotas.</p><p>Con mucho sacrificio e criado a mis hijos, pero el gobernante debe entender que aparte de mi caso, los héroes fallecidos han dejado huérfanos, muchos son víctimas de adicciones, comparto la preocupación para con el ex combatiente, pero debe soslayarse que aquellos que ofrendaron su vida por la patria, dejaron en el abandono total a su familia. Han pasado 25 años y cuanto e cambiado, pedí a Dios fuerza y vida para ver crecer a mis hijos y ahora pido cada día, uno mas… para ver crecer a mis nietos”.</p><p>“A todas las madres y esposas de los Veteranos de Guerra que no volvieron, ellas como yo saben por lo que pasamos y sufrimos, les pido que sigan adelante por nuestros hijos, por nuestros nietos y por esta patria bendita, tenemos un ser querido que no está pero que nos cuida, y quiera Dios que algún día nuestras Islas Malvinas estén en nuestras manos, como es el deseo de todos los Argentinos.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="cawan 5, post: 790996, member: 7736"] Fuente: REVISTA " HEROES DE MALVINAS" Puesta en escena (del Thread): CAWAN 5. transcripcion : PILOCO. “Donde tu quieras estar” El miércoles 16 de Enero de este año 2008, con prisa y sin pausa nuestra Revista “Héroes de Malvinas” desembarcó en el norte de nuestro inmenso país, recibiendo esa calidez que hace único a nuestros hermanos salteños, y con densos nubarrones llegamos al hogar de la Sra. Nora del Valle Juárez de Blas. Nunca será suficiente resaltar la amabilidad, la sencillez de nuestros compatriotas norteños, Nora nació un 22 de Abril del año 1957 en la ciudad de Tucumán, siendo su padre Don Jorge Juárez y su señora madre Donña Yolanda Carranza de Juárez y completando ese hogar con su único hermano Jorge Juárez. Ella amablemente nos cuenta que: “corría el mes de Enero en el año 1978, cuando a través de un amigo que cumplía con el Servicio Militar Obligatorio, conoció a quien a posterior sería su esposo y padre de sus hijos”. Nora cambia el tono de su voz y su rostro deja entrever otras épocas, los tiempos felices y con emoción nos recuerda que su esposo nació en Salta el 8 de Agosto de 1949, Oscar Humberto Blas hijo de Don Julio Alejandro Blas y de Doña Lindaura Sajama de Blas, viviendo la familia en calle Los Tarcos en Barrio Tres Cerritos, Oscar era parte de una numerosa familia, compuesta de nueve hermanos, de los cuales seis fallecieron, viviendo en la actualidad dos en Salta y uno en Santiago del Estero. Oscar era el benjamín de la familia, por ser el mas pequeño de los hermanos. Aquel Enero de 1978 Oscar prestaba servicios en Tucumán en la Compañía de Inteligencia, como guardaespaldas del Gobernador Bussi. “Al frente de su lugar de trabajo, en un enorme supermercado, yo promocionaba café Nestlé”, nos cuenta Nora, “no faltándome nada en mi hogar, sentí sin embargo la necesidad de darle utilidad a mi vida, y trabajaba chocando con la voluntad de mis padres”. Era tanto el amor de sus padres, que el cuidado llegaba al extremo de llegaba al extremo de llevarla y traerla cada día al trabajo. Nora nos cuenta que conocerse con Oscar, y ver florecer una amistad creciente día a día, hasta hoy le resulta inexplicable, ambos aún aprovechando los escasos minutos del refrigerio para contarse sus vidas, les resultaba poco, sin embargo la amistad se fue haciendo romance, y al llegar el mes de Febrero Oscar tomó su licencia, diciéndole que viajaría a Salta a visitar a sus padres. Y así fue nomás, “pero grande fue mi sorpresa cuando lo vi regresar muchos días antes, -“Te extrañaba muchísimo”- Me dijo”, nos confía Nora, “y a partir de allí lo nuestro fue casi un noviazgo, digo casi porque mis padres en extremo estrictos, nada sabían, y este secreto nos impedía disfrutar a pleno, y seguir creciendo en la construcción de algo tan hermoso. Al llegar el mes de Marzo, Oscar me dijo “Nora, nuestra relación así no va” El me lleva nueve años y apelando a esa diferencia me decía “Yo quiero conocer a tu familia, a tu mamá y a tu papá, quiero que nos casemos, tengo 29 años, salí de mi hogar a los 14 años para estudiar, y es hora de formar mi propia familia”. Nora recuerda que aún Marzo no se había ido, cuando Oscar llegó a su casa, todavía parece ver en aquel papá celoso de sus hijos, su enorme sorpresa primero y luego su dolor, mas como buen padre en un aparte le dijo “vos sos quien debe decidir que hacer” “Y con Oscar decidimos fijar la fecha de nuestro casamiento, la fecha elegida fue el día de la Virgen de Fátima, y así el día 11 de Mayo nos casamos por civil en Tucumán y el 13 en la Iglesia de Salta” Solo cuatro meses habían pasado, el futuro se presentaba luminoso e interminable… “vivíamos en la casa de sus padres en Salta, su papá ya había fallecido, recuerdo a mi suegra, una señora de 73 años muy elegante, siempre estaba muy arreglada, era bajita”, Nora se retrotrae al 22 de Abril de 1979 cuando nace Alejandra del Valle, y el joven matrimonio tiene ahora su hogar lleno de vida, otra alegría se suma cuando al poco tiempo Oscar consigue traslado a Salta. Que rápido pasa la vida cuando uno es feliz, en 1981 nacen los mellizos Walter Oscar y Jorge Alfredo. Oscar su esposo es un militar, sumamente apegado a su profesión, tiene aprobado todos los cursos de comando, paracaidismo, supervivencia y otros tantos, y su destino es le Batallón de Inteligencia 142 de Salta. Sin embargo ya estamos en 1982, la guerra de Malvinas a comenzado, Nora lleva en su vientre un nuevo ser, es el mes de Mayo y las acciones bélicas recrudecen día a día, ella nos dice “Oscar no paraba de decir cosas como “¡Me siento un parástio!, todos mis compañeros están luchando y yo estoy aquí” Otras veces decía “Para que estudié tanto ¿Para estar acá?” O frases como “Yo tengo que estar defendiendo mi Patria, ¿Qué estoy haciendo aquí?” El 22 de Mayo Oscar es convocado, y el hogar ahora cobra una inusitada actividad, mientras Oscar llena papeles y formularios, su hermano le corta el cabello, al mismo tiempo Nora prepara su equipo y luego Oscar con uno de los mellizos en sus brazos, espera embarcar el avión que lo llevará a la Escuela de Infantería en Campo de Mayo, Nora dice “nunca olvidaré su rostro, tan lleno de felicidad, nuestro otro hijo mellizo estaba internado en el hospital, pero a él lo veía feliz, amaba a su Ejército”. A Buenos Aires que es el punto de reunión de los Comandos, van llegando de todos los rincones de nuestra Patria los que fueron convocados. En ese mismo lugar mucho tiempo antes, habían llegado otros Comandos que formaron la Compañía 601, y que a la fecha estaban escribiendo páginas de gloria para nuestra Patria, a costa de sangre y valor en nuestras Islas Malvinas. El 23 de Mayo de 1982 se formaba la Compañía 602 de Comandos siendo su jefe el entonces Mayor Aldo Rico, el dia 24 reciben su equipo, el 25 de mayo forman con el uniforme de combate para conmemorar la fecha Patria, el miércoles 26 el Mayor Rico recibe la orden de destacarse a Comodoro Rivadavia, por la mañana hizo celebrar una misa y entregó a cada uno un rosario, a las 14.30 partían en un Focker hacia el sur. Al llegar fueron alojados en un mugroso depósito, y esa misma noche se intentó el cruce a Malvinas, pero el Hércules C-130 luego de cuatro horas de viaje tuvo que regresar por desperfectos, y a su regreso alojaron en el mismo galpón, donde algunos apenas pudieron dormir. El 27 de Mayo a medio día se inicia el cruce, cuando esto se anunció provocó risas y gritos de alegría en los Comandos. Pegado al mar el enorme avión tragaba distancia llevando en su vientre a los 50 Comandos de la Compañía 602. A las 18.00 hs pisaban por primera vez el suelo Patrio, el Teniente Márquez besó la tierra nuestra con profundo respeto. Mientras se descargaba frenéticamente lo transportado, a la misma vez se introducían camillas con los heridos, cumpliendo esto con los motores en marcha, en muy poco tiempo el enorme C-130 levantaba vuelo, perdiéndose en la noche. Instalados en un acogedor gimnasio se encuentran allí con los Comandos de la fogueada Compañía 601, ocurren toda clases de manifestaciones, bromas, preguntas, y lo mas precioso, pudieron intercambiar y absorber las vivencias y experiencias de sus colegas. Pronto el cansancio y el sueño los venció pero un tremendo cañoneo que parecía desarmar todo, los mantuvo en vilo, pasando el mismo, los Comandos de la Compañía 602 ya con su bautismo de fuego, volvieron a recuperar el sueño.- El 28 de Mato llegó nuevamente el avión Hércules, junto al material logístico transportado venía también dos suboficiales y dos oficiales uno de ellos el Teniente Primero Enrique Stel, mientras esto ocurría el resto de la Compañía realizaba reconocimiento de terreno e intensas prácticas con el armamento. El sábado 29 de Mayo a la mañana concurren a misa y comulgan. El plan de Operaciones para los Comandos ya está determinado y para su cumplimiento la Compañía 602 se apresta a partir. La misión está en marcha y al efecto la primera sección vuela hacia el objetivo propuesto, que son las elevaciones que rodean Puerto Argentino, luego embarca hacia el mismo destino la segunda sección, ésta va fraccionada en dos helicópteros y está al mando el Capitán Fernández Tomas, por último sale a cumplir con su misión el Capitán Andrés Ferrero al mando de la tercera sección. La primera sección desembarca en Monte Simmons, la secciones segunda y tercera descienden en las cercanías de Monte Kent, se estimaba que los ingleses no podían encontrarse todavía en esa zona, pese a las precauciones, el Capitán Ferrero cae en una emboscada con su tercera sección, la noche magnifica el fragor del combate, no lejos el Capitán Fernandez junto a su segunda sección piensa “si no es con los ingleses nos, estamos agarrando a tiros entre nosotros” Sin embargo los ingleses estaba allí, Vilte herido en el talón, es llevado casi alzado por Lauría en medio de la noche y en un terreno muy dificil, ahora sin dudas la tercera sección, tiene como única prioridad buscar la forma de eludir al enemigo. El domingo 30 de Mayo apenas aclaró el Capitán Fernández, al carecer de noticias, pues todas sus comunicaciones son anuladas por los equipos ingleses, reúne a su segunda sección y señalando un enorme peñasco, lugar de la refriega de la noche anterior, da las directivas a sus hombres, el Sargento Primero Véliz iría como enlace, lo seguiría una pareja compuesta por el teniente primero Márquez y el Sargento Oscar Blas, el objetivo es ubicar a la tercera sección o lo que quedó de ella, y por supuesto comprobar la seguridad para el avance de la segunda sección. Con determinación arrancó Véliz abriendo camino, tras él, Márquez y Blas lo siguen, los tres se fueron desplazando por los enormes peñascos, hasta que sus compañeros los perdieron de vista, no pasó luego, mas de media hora cuando el silencio se quebró, llenándose de explosiones y gritos, el tableteo de ametralladoras no lograba tapar los gritos en idioma inglés, el atronador ruido de las turbinas de un helicóptero, dio la pauta que los ingleses eran dueños de las alturas, a pesar de los cálculos que se manejaban en Puerto Argentino. Luego el silencio volvió a cubrirlo todo. Para poder tener algo de ventaja evitando ser detectados, los Comandos solo tienen movimientos nocturnos, por eso el Capitán Fernández decidió esperar en la zona hasta la noche, y también porque abrigaba la esperanza de que si Márquez o Blas hubieran podido escapar o esconderse regresarían a esa posición, sin embargo nunca regresaron. “Bueno, mi amor te pido que cuides a nuestros hijos y no te aflijas por mi, porque estoy cumpliendo con la patria y como buen argentino tengo que defender lo que es nuestro y sacar de estas tierras a toda la gente foránea que desee usurparla…” 25 de Mayo de 1982, Nora recibió cada palabra como enormes perlas de dolor, que le llegó en esta carta y luego en otra cuyo contenido en partes decía “…estas pocas líneas son para hacerte saber que me encuentro muy bien y orgulloso de ser uno mas, de toda esta gente que se encuentra defendiendo nuestras queridas Islas Malvinas…” Su remitente rezaba: Sargento Blas Oscar Compañía de Comandos 602 -Puerto Argentino- Islas Malvinas Argentina C.P. 9401y y no llegaron mas cartas, sin embargo Oscar el mismo día 29 antes de salir a cumplir su misión, hace llegar a su esposa a través del telegrama 0126 Pto Argentino, una última frase “…Estoy bien, cariños- Oscar”. Nora no tuvo mas comunicación ni información, su lucha diaria consistía en la atención constante de uno de los mellizos que sobrellevaba una grave complicación de asma, a pesar de ello con su embarazo a cuesta caminaba a los centros de la Cruz Roja, y a los lugares donde llegaban los listados de sobrevivientes y prisioneros de guerra, cada día intentaba empezarlo con nuevos bríos y esperanzas, pero en su transcurso la fe daba lugar a la desesperanza y al dolor. Terminó la guerra y nadie sabía nada, Nora se aferraba a verlo aparecer en los listados de prisioneros, con vida, sano, otras veces ponía sus pensamientos intentando descubrirlo en algún lugar herido sin posibilidad de comunicarse, y se abocaba de lleno en una búsqueda por todos los centros de salud, todo inútilmente, a veces, muy pocas veces, y aún contra su voluntad que rechazaba de plano toda posibilidad, aparecía como una sombra el dolor inmenso de no verlo nunca mas. “Nora, madre, esposa, mujer con mayúsculas, me duelen tus sollozos y ver caer tus lágrimas, comparto tu dolor y te admiro por tu entereza cuando continúas…” “Un día el jefe de destacamento llegó a casa para hablar conmigo, en casa encontró a mi suegra, una señora de edad muy avanzada, yo con mis pequeños hijos uno de ellos enfermo y con mi embarazo, este cuadro hizo reflexionar y sin decir nada se fue, posteriormente llamó a mi cuñado que es militar y habló con él. Mi cuñado a través del teléfono pidió reunirse con toda la familia, pues tenía que dar noticias de Oscar. La noticia, la mala noticia decía solamente que Oscar estaba desaparecido, sin posibilidades de vida, es decir que estaba fallecido, con la única diferencia que no hubo forma de rescatar su cuerpo. Allí se cerró un capítulo, comenzó o continuó otro, donde Nora entabló una lucha por sobrevivir cada día, luchar con sus ganas de no vivir. Con sus pequeños hijos, su pancita y ella misma empequeñecida por el enorme drama, formaban un minúsculo montoncito. pero como un pequeño corazón fue latiendo, con un latido joven, fuerte para no parar nunca de crecer. “Me enojé con todos” nos dice “con el mundo, con el Ejército, por quitarme a mi marido, con mi suegra y hasta con Dios por no concederme la muerte, estaba tan mal… tan deteriorada… me sentía abandonada de todo y por todos, y sin embargo el gran Dios me ayudó, me dio fuerzas, y lentamente fue cerrando mis heridas. Careciendo de vivienda, porfió hasta que le fue adjudicada una, sin que ello signifique algún privilegio. “Mi techo lo pagué hasta el último centavo, y solo Dios sabe los sacrificios que me costó” nos cuenta Nora, “en medio de todo, el tiempo sigue, nació mi niña Lucía, mi madre venía de Tucumán unos días cada tanto, un compañero de mi esposo junto a su esposa vivieron en casa, y en ellos pude tener al menos compañía. Del sueldo de mi esposo percibí solo el mes de Junio y hasta diciembre mes en que finalizó el trámite de la pensión, no tenía ingresos, sin embargo tengo que rescatar la actitud de sus compañeros de trabajo, quienes cada mes hacían una colecta y me acercaban dinero para mantener viva a mi familia. Gracias a la buena educación que recibí de mis padres, entre otras cosas sabía tejer, con esta máquina que aún conservo, una vez dormidos mis hijos cada noche tejía y luego al día siguiente los ponía en un cochecito a mis hijos y salía a vender ropa. Tocaba timbre casa por casa mis hijos todavía se acuerdan cuando salía a vender bollos caseros en una enorme canasta, ni un centavo entraba fácil, cada uno me costaba el doble, de manera tal que el dinero del seguro de vida se esfumó, puesto que estaba a nombre de otra persona”. El tiempo inexorablemente pasa, y con él los malos tiempos parecen alejarse, mi niños, hijos excelentes, crecían, llegó un reconocimiento económico y con él se saldaron cuentas atrasadas, porque los servicios se pagaban alternados ya que pagarlos juntos era imposible. Hoy Nora, mira a su alrededor y tiene a su hija mayor Nora Alejandra profesora de matemáticas, a sus mellizos, dos hombres de 27 años Walter Oscar, militar como su padre y Jorge Alfredo, vendedor y por supuesto la pancita de aquellos días es hoy una joven y hermosa muchachita nacida el 3 de Enero de 1983, Lucía, tal es su nombre, es Psicopedagoga y estudiante de la licenciatura de Psicología, ellos hijos ejemplares aportaron mas alegría a Nora, la “abu”, que adora a sus nietos Agustín (10), Rocío (6), Joaquín (2) y Genaro de 1 año y 8 meses. “Pedí perdón a Dios y lo amo por sobre todas las cosas, hoy dispongo te tiempo para congregarme junto a un grupo de fieles en la iglesia, disfruto a mis hijos y a mis nietos, en mi hogar tengo un pequeño altar con la Virgen y un cuadro de mi esposo quienes iluminan y protegen a cada uno de nosotros”, nos dice Nora. “Viajé a Malvinas en el año 1991 la primera vez, con mis mellizos pues sólo podíamos viajar tres y solo estuvimos un día, pero en el año 2000 participé de este último viaje y estuve una semana. Pude llegar al lugar donde murió Oscar, trepé por aquellos laberintos de grandes rocas y en aquella soledad me ocurrió algo tan asombroso, pude sentir que él estaba allí, al ver ese lugar pude comprenderlo, pude entender su porfía en venir… podía sentirlo cerca, y perdonarlo, cruzaron por mi mente tantas vivencias nuestras, aquellos días cuando me decías “yo tengo que estar defendiendo mi Patria” y loca de rabia le contesté ¿Y tus hijos, y yo? Recuerdo que me dijiste “el 90% de mi vida es para el Ejército y el 10 restante es para vos y mis hijos” Ya quebrada mi voz respondía ¿Entonces a tus hijos no los veras crecer, tampoco conocerás a éste que viene en camino? Cientos de sentimientos y vivencias, se esos cortos cuatro años que estuvimos juntos, pasaban atropelladamente por mi mente- el viento hacía volar mis lágrimas, y sin embargo yo te seguía hablando -¡No se donde estás!- Pero estás aquí, donde vos querías estar… y ahora estamos juntos… te amo… yo te comprendo… y te perdono. El Sargento Ay de Infantería Oscar Humberto Blas, nació en Salta Capital, el 18 de Agosto de 1949, la provincia de Salta envió a la Guerra de Malvinas 513 hombres de los cuales regresaron 480, Oscar fue el único militar del Ejército Argentino convocado de esta provincia. Por su desempeño le fue otorgada la siguiente condecoración: “La Nación Argentina al Valor en Combate” Sargento 1ro de Infantería Oscar Humberto Blas de la Compañía de Comandos 602 por: “oponerse a una fracción enemiga superior en número, en ocasión en que integraba una patrulla de exploración que operaba en una zona ocupada por el enemigo. Alertar con su acción a sus camaradas y combatir hasta lograr que estos se replegaran, ofrendando su vida en esta acción”. -El Gobierno de la Provincia de Salta impone el nombre de Veterano de Guerra Oscar Humberto Blas a una Escuela en el “Charcal” Departamento Molinos. -En la capital salteña, una de las calles principales del Barrio Limache lleva también el nombre de este héroe salteño Oscar Humberto Blas. Nora reflexiona, “a veces pienso que los verdaderos héroes, son los que volvieron, los que desfilan, no los que murieron defendiendo la patria, yo veo en los actos del 2 de Abril que a los muertos se los honra menos y en contrapartida los ex combatientes tienen palabras para su amigo el Gobernador, o se los ve luciendo las Malvinas en el pecho promocionando las campañas políticas, y eso duele, causa dolor a los deudos y también a los verdaderos patriotas. Con mucho sacrificio e criado a mis hijos, pero el gobernante debe entender que aparte de mi caso, los héroes fallecidos han dejado huérfanos, muchos son víctimas de adicciones, comparto la preocupación para con el ex combatiente, pero debe soslayarse que aquellos que ofrendaron su vida por la patria, dejaron en el abandono total a su familia. Han pasado 25 años y cuanto e cambiado, pedí a Dios fuerza y vida para ver crecer a mis hijos y ahora pido cada día, uno mas… para ver crecer a mis nietos”. “A todas las madres y esposas de los Veteranos de Guerra que no volvieron, ellas como yo saben por lo que pasamos y sufrimos, les pido que sigan adelante por nuestros hijos, por nuestros nietos y por esta patria bendita, tenemos un ser querido que no está pero que nos cuida, y quiera Dios que algún día nuestras Islas Malvinas estén en nuestras manos, como es el deseo de todos los Argentinos. [/QUOTE]
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Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
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