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Mensaje: <blockquote data-quote="Shandor" data-source="post: 145439" data-attributes="member: 50">La ministra de Defensa, Nilda Garré, anunció ayer el pase a retiro del jefe de la Fuerza Aérea, brigadier general Eduardo Schiaffino, y su reemplazo por el hasta ahora jefe de personal, brigadier mayor Normando Costantino. La funcionaria informó el cambio sin dar detalles sobre los motivos de la decisión. El jefe aeronáutico, que nunca gozó de la simpatía de Garré, llegó al despacho de la ministra a las 16 sin saber que poco después saldría de allí desplazado de su cargo. Schiaffino había sido citado para evaluar los ascensos y pases a retiro dispuestos en la fuerza. La reunión terminó abruptamente con el despido del jefe militar. Inmediatamente, Garré cruzó los 150 metros que separan el Edificio Libertador de la Casa Rosada y fue recibida por el presidente Kirchner, que aprobó la decisión y dispuso el pase a retiro. Minutos después, la ministra dio a conocer la novedad ante los periodistas, pero no aceptó que se le preguntara sobre las razones del cambio. El silencio se mantuvo en la cartera de Defensa. Según fuentes de la Fuerza Aérea, la ministra nunca se sintió cómoda con Schiaffino y en las últimas semanas las diferencias se habían vuelto insalvables. El nombramiento de Costantino, cuarto en la línea de sucesión, obliga a la salida –por ser más antiguos– de los brigadieres mayores Eduardo Bianco, subjefe, y Carlos Matiak, comandante de Regiones Aéreas. Anoche, entre los mandos de la Fuerza Aérea no se sabía cómo quedaría conformada la nueva cúpula. Tampoco estaba claro cuándo se hará el traspaso de mandos. El desplazamiento de Schiaffino es el sexto que decide el Presidente en la cúpula de las Fuerzas Armadas. Cuando Kirchner asumió en 2003 echó al teniente gener al Ricardo Brinzoni (Ejército), al almirante Joaquín Stella (Armada), al brigadier Walter Barbero (Fuerza Aérea) y al jefe del Estado Mayor Conjunto, José Mugnolo. En 2005, tras el escándalo de contrabando de drogas de Southern Winds, desplazó al brigadier Carlos Rodhe (Fuerza Aérea). Schiaffino no estaba en una posición fuerte: afrontaba varios cuestionamientos internos, que arrastró desde su designación en marzo de 2005 en medio del escándalo de Southern Winds. Varios oficiales que conocen muy bien los pasillos del Edificio Cóndor señalaron que Schiaffino no tenía buena relación con su superior inmediato, el jefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier general Jorge Chevalier, y tampoco con el segundo de su propia fuerza, el brigadier Bianco. Las luchas dentro de la Fuerza Aérea fueron fuertes en los últimos dos años. Schiaffino se sostenía en pie por su relación directa con la Casa Rosada, pero ese contacto habría precipitado su final, comentan los aviadores. Quienes sostienen esa teoría, afirman que Schiaffino habría querido aprovechar la ausencia de dos semanas de Garré, por el viaje de la ministra a Francia, Rusia, Ucrania y Chipre, para aceitar su puente directo con el Presidente. Así habría esperado a Kirchner en la sala VIP de la base militar hace 15 días para tener una improvisada audiencia especial. El Presidente no lo habría recibido y la ministra se habría enterado de ese intento de hacerla a un lado. El desplazado jefe aeronáutico intentó dos maniobras para congraciarse más con el presidente Kirchner. Una fue llevar a El Calafate un viejo avión DC3 para ser expuesto en el centro de descanso presidencial y la otra fue la idea de construir allí una casa oficial de la Fuerza Aérea para ser usada por el jefe. Schiaffino es un oficinal formado en el nacionalismo católico que siempre fue un ala fuerte de la Fuerza Aérea. Esa línea de pensamiento no es justamente la que comparten los funcionarios del Ministerio de Defensa. Réplicas En su despacho también tenían un lugar especial las réplicas a escala de los aviones de transporte de la empresa sueca Saab, con los que Schiaffino soñaba poner en funcionamiento su Plan Patria para revitalizar las rutas de vuelo de LADE. Ese proyecto iba bien encaminado durante la gestión del ministro José Pampuro, pero la dirección de Garré apunta más a obtener aviones de transporte Antonov, fábrica a la que visitó en Ucrania. Jaqueado entre sus pares, Schiaffino arrastraba además como lastre la forma en la cual llegó a la Jefatura de la Fuerza Aérea. Mientras el brigadier general Carlos Rohde lideraba una reunión de mandos para analizar la situación provocada por el caso del contrabando de drogas en una línea aérea subsidiada por el Estado, Schiaffino llegaba de la mano del ministro de Planificación, Julio De Vido, al despacho presidencial para aceptar la propuesta de ser el nuevo jefe. Apareció con ese cargo a la reunión de brigadieres y, aseguran que se vivió una fuerte tensión porque su designación ocasionaba el pase a retiro de una docena de altos oficiales. Aquellos que no mostraban mayor agrado por el ahora ex jefe comentan que Schiaffino debía haber pedido su pase a retiro cuando la Fuerza Aérea quedó involucrada en otro escándalo, esta vez por la película de Enrique Piñeyro Fuerza Aérea Sociedad Anónima , que mostraba mediante cámaras ocultas fallas en la seguridad aerocomercial. El Ministerio de Defensa, en cambio, dejó trascender su conformidad por las explicaciones que dio la Fuerza Aérea, en un sumario, a las denuncias marcadas en el filme. Ayer, Schiaffino dejó su puesto. Sin apoyo entre las autoridades nacionales y con el respaldo interno quebrado, su posición era difícil de sostener.</blockquote>

Verificación: Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982