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<blockquote data-quote="cawan 5" data-source="post: 774042" data-attributes="member: 7736"><p>fabricaciones militares "al servicio de la comunidad"</p><p>Por punto/doc - Tuesday, Mar. 18, 2003 at 9:38 AM</p><p><a href="http://puntodoc.com/informes/informes.php?cod=378">http://puntodoc.com/informes/informes.php?cod=378</a></p><p>De fabricaciones ilegales al narcotráfico.</p><p>Brasil es un país que todos quieren visitar. Sus playas cálidas y cristalinas, las coloridas batucadas, las “garotas” bonitas y el fútbol vistoso, atraen año a año a miles de turistas. Pero si uno se sumerge en las calles de Río de Janeiro se da cuenta que no todo es alegría. De la mano del narcotráfico, la violencia urbana creció tanto que este año hasta el carnaval más famoso del mundo estuvo en jaque. </p><p>En algún lugar de la cuidad, que por medidas de seguridad no puede develarse, está el depósito de la Policía Civil de Río de Janeiro donde se guardan las armas incautadas en procedimientos contra delincuentes comunes o narcotraficantes. Este es un sitio secreto al que muy poca gente tiene acceso. Puntodoc pudo ingresar, recorrer cada uno de sus rincones y llevarse algunas sorpresas. </p><p>Pablo Dreyfuss es miembro de “Viva Río” una Organización No Gubernamental que nació en 1993 para luchar contra el auge de la violencia en la ciudad. Según Dreyfuss, el incremento de la demanda de armas ilegales argentinas se debe en gran parte a que en Brasil los narcotraficantes cada vez son más poderosos: “la competencia entre los traficantes es cada vez más fuerte. Ellos necesitan aumentar su poder de fuego, entonces buscan armas con alto poder de fuego, además para defenderse de la policía”. </p><p>El avance del narcotráfico hizo que en los últimos tiempos los habitantes de Río de Janeiro vivan aterrorizados. Los asesinatos se suceden a diario. Para frenar la ola de violencia, el Gobierno brasilero dispuso que los militares salgan a la calle. </p><p>Para el periodista Antonio Bernek del Diario “O Globo”, la salida del ejército a la calle no disuadió al delito; sino todo lo contrario. Con los militares en las calles, este año en época de carnaval, las comparsas se mezclaron con los uniformes de “guerra” y las ametralladoras. De esta manera, Río vivió el primer carnaval “militarizado” de su historia. </p><p>Los narcotraficantes tienen su refugio en los morros y en las favelas. La Rocinha es una de las favelas más antiguas de Río y la mayor de Latinoamérica; además es el territorio de uno de los narcotraficantes más poderosos y sanguinarios: Fernandinho Beira Mar, líder del Comando Bermelho. Hoy Beira Mar está detenido en una cárcel de máxima seguridad. A pesar de su detención, muchos aseguran que Beira Mar sigue manejando el negocio sucio desde las sombras. Y, en muchas ocasiones, las armas que utilizan sus emisarios para cometer los asesinatos son argentinas. </p><p>Rubén Fernández es sociólogo y también es miembro de “Viva Río”. El año pasado, junto a Dreyfuss elaboró un informe que “rastrea la ruta de las armas argentinas incautadas en Río de Janeiro”. El trabajo plantea tres hipótesis. La primera dice que son armas que el Estado Argentino vendió a países vecinos en los años 80 y que ahora están siendo revendidas ilegalmente. Las otras dos son mucho más preocupantes. Según el investigador Dreyfus “son armas que en grupitos o en grandes embarcos están saliendo de unidades militares argentinas activas; mientras que la tercera hipótesis, concuerda con la fecha en la que empiezan a aparecer en grandes cantidades las armas argentinas, que es después de 1994, cuando se abolió el servicio militar obligatorio. Esas armas no tuvieron destino legal final, no fueron a destrucción y se están fugando de depósitos militares hacia Río de Janeiro”. </p><p>Según Josías Quintal, secretario de Seguridad en Río de Janeiro, el armamento argentino representa aproximadamente el 30 por ciento en el mercado ilegal brasilero. Ante el incremento de las armas ilegales argentinas en Brasil, el Gobierno del Estado de Río de Janeiro le pidió explicaciones al Gobierno argentino. Diana Conti, senadora nacional y secretaria de la Comisión de Seguridad Interior, alertada por las noticias que llegan de Río de Janeiro, elaboró un dictamen “solicitando informes acerca de la utilización de armas de fuego argentinas por parte de la criminalidad organizada en Brasil.” Pero ella tampoco encontró respuestas.<span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"><span style="font-size: 9px">---------- Post added at 06:55 ---------- Previous post was at 06:54 ----------</span></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span>INFORME ESPECIAL / TRAFICO DE ARMAS | LA ARGENTINA, TERCER PROVEEDOR DE ARMAS DE LOS NARCOS BRASILEÑOS</p><p>Cómo llegan a los narcos de Río las armas argentinas</p><p></p><p></p><p></p><p></p><p></p><p></p><p>Más de 3 mil armas argentinas, incluyendo granadas elaboradas en Fabricaciones Militares, fueron traficadas a las favelas vía Paraguay. En algun caso fueron ventas trianguladas, y en otros, contrabando directo.</p><p></p><p></p><p></p><p></p><p></p><p>________________________________________</p><p>Eleonora Gosman</p><p>El jueves 10 de abril, agentes federales brasileños detuvieron en la avenida Brasil, en los suburbios de Río de Janeiro, un camión con chapa del estado de Paraná. El acoplado transportaba bolsas de plástico para supermercados. Pero debajo de la mercadería, en un compartimiento doble, había una carga letal: 50 granadas defensivas FMK2, las respectivas cajas de espoletas y 20 mil cartuchos para fusiles automáticos. Las municiones venían de Alemania, pero las granadas eran de Argentina. </p><p></p><p>El "lote", como lo llaman en la jerga policial, pasó a engrosar los cargamentos incautados desde 1995. El total de granadas FMK2 secuestradas por los agentes brasileños, que fueron producidas por Fabricaciones Militares y contrabandeadas a Brasil, llega ahora a 338. Pero es apenas la punta del iceberg. </p><p></p><p>El 23 de mayo último, dos días después de asumir la Secretaría de Seguridad de Río de Janeiro, Anthony Garotinho, ex gobernador del estado y marido de la actual gobernadora, Rosinha Matheu, envió una nota a la cónsul general argentina en la capital carioca, Nora Borja, pidiendo que se abra una investigación sobre el caso. </p><p></p><p>En el documento, al que Clarín accedió en forma exclusiva —y que integra un acervo de 40 informes sobre las armas argentinas—, Garotinho expresa: "Propongo una colaboración más estrecha y sistemática entre nuestros organismos de seguridad pública en la represión y prevención del desvío y tráfico de armas de fuego". </p><p></p><p>Garotinho recuerda que en dos oportunidades: mayo de 2001, cuando era gobernador del estado, y julio de 2002, cuando lo sucedió en el cargo Benedita da Silva, el gobierno del estado de Río de Janeiro solicitó "cooperación" a la Argentina para "el rastreo de más de 3.000 armas de fuego de fabricación argentina incautadas" desde 1951. Con inocultable ironía, el ex gobernador y actual secretario de Seguridad afirma en la carta: "Para mi satisfacción, el Registro Nacional de Armas (RENAR) de vuestro gobierno, nos proveyó oportunamente información sobre 222 pistolas fabricadas por Bersa S.A.". Sugiere, entonces, que nunca tuvo respuesta por las 2.800 restantes. </p><p></p><p>En una entrevista con este diario, el subsecretario de Seguridad de Río de Janeiro, Marcelo Itagiba , reconfirmó que "la ruta de las armas es idéntica a la de las drogas. Ofreció entonces un detalle interesante: no solo las armas argentinas pasan por territorio paraguayo; también las armas que vienen de Estados Unidos y Europa entran por la misma vía. Itagiba era inspector de la Policía Federal de Río de Janeiro cuando se produjo el secuestro de las granadas del 11 de abril último y fue uno de los jefes que se encargó de "supervisar" las operaciones de inteligencia que le permitirían comprobar la existencia de una red con raíces en la Argentina y ramas en Paraguay y Brasil.</p><p></p><p>En esa operación fueron detenidos dos hermanos, Alessandro y Nelson Siton. El operativo se completó ese día con la detención, en el barrio Vila Isabel, de la zona norte de la capital carioca, de Oswaldo Ferreira de Oliveira, el hombre que recibiría las granadas y municiones. Ferreira fue el eslabón que permitió a la Policía Federal brasileña probar la existencia de la red internacional. A través de él, la Policía Federal cercó los contactos cariocas, y de los interrogatorios surgieron los nombres de argentinos sospechados, que Brasil nunca entregó oficialmente al Gobierno argentino, según fuentes judiciales argentinas. </p><p></p><p>Un hombre de la más alta jerarquía policial, Getulio Bezerra Santos, jefe de Coordinación General de Prevención y Represión de Estupefacientes (CGPRE/GCP) de la Policía Federal brasileña, fue quién formuló públicamente la sospecha punzante sobre la participación de "militares argentinos y militares paraguayos de alta graduación" en esa red. </p><p></p><p>Bezerra Santos relató que las granadas habían sido "acondicionadas para el transporte" del lado argentino, en un camión de doble fondo. El vehículo pasó sin dificultades a Paraguay y de allí atravesó por balsa el río Paraná hasta ingresar en Brasil por la ciudad de Guaíra (estado de Paraná). El vehículo siguió viaje a Curitiba y luego, San Pablo. Fue en la capital paulista donde ingresó en el tramo final: la autopista Dutra que conduce a Río de Janeiro. La intercepción policial del camión, en los suburbios cariocas, impidió que esta carga llegara a manos de sus destinatarios finales: la banda de narcotraficantes de la favela Complejo de la Maré, mentada como una de las más peligrosas de Río.</p><p></p><p>Pero éste no es más que el último episodio de una historia que envuelve despachos periódicos y que, según todo indica, son cada vez más voluminosos. </p><p></p><p>El año pasado fueron capturadas 114 granadas FMK2, contra 99 secuestradas en el 2001 y 12 en 1995. Esto indicaría, cuanto menos, un aumento en los últimos 7 años, de 950% en el contrabando de granadas argentinas a Río de Janeiro. </p><p></p><p>En la carta del 23 de mayo último firmada por el secretario Garotinho, éste menciona una investigación previa iniciada a su pedido en 2001 por la Argentina. </p><p></p><p>Clarín accedió a la totalidad de ese dossier, mantenido en secreto hasta ahora. Empieza, efectivamente, en mayo del 2001, cuando Carlos Becerra asumía la jefatura de la SIDE. El 14 de junio ingresaba al Ministerio de Economía un pedido de investigación que provenía de la Secretaría de Inteligencia de Estado. El expediente, número 001-001923/2001, se iniciaba así con un memorando de Becerra. </p><p></p><p>El memo remarcaba que, efectivamente, "armas y granadas confiscadas, según informe del gobierno de Río de Janeiro, se encontraron en poder de narcotraficantes". Becerra revelaba un apremio. Temía que el escándalo explotara en las manos del ex presidente Fernando de la Rúa, justo cuando comenzaba a su caída.</p><p></p><p>Fue entonces cuando la Comisión Nacional de Control de Exportaciones Sensitivas y Material Bélico tomó cartas en el asunto. El organismo argentino encargado de fiscalizar el comercio de armas de guerra, pidió informaciones a la fábrica santafesina Fray Luis Beltrán del hólding estatal Fabricaciones Militares. </p><p></p><p>La primera respuesta no dejó lugar a dudas sobre el origen de las granadas: efectivamente se habían fabricado en esa planta. En una nota del interventor general de FM, Marcelo Bellesi, se mencionaba también que desde 1972, la empresa proveía de granadas a "la totalidad de las FF.AA. y de Seguridad". Destacaba que numerosos lotes habían sido "exportados a diversos países", pero no a Brasil. </p><p></p><p>En otro memorando, esta vez del 6 de junio del 2001, Bellesi, comunicaba que al menos "dos lotes" de espoletas (el detonador de las granadas) secuestrados en los morros de Río se habían vendido originalmente "a la Dirección de Arsenales del Ejército Argentino". </p><p></p><p>Esto planteó un interrogante. ¿Cómo habían salido esas espoletas de la Dirección de Arsenales del Ejército? </p><p></p><p>Según Fabricaciones Militares, las espoletas (trenes de fuego en la jerga técnica) habían sido "fabricadas por la Fábrica Militar Pilar en 1990, 1997 y 1999". El material estaba vencido.</p><p></p><p>Cuando Clarín preguntó al subsecretario de Seguridad de Río de Janeiro la razón por la que los narcotraficantes habrían adquirido, con anterioridad, material vencido, éste respondió: "En el mercado negro de armas se compra lo que hay". Un perito explicó a este diario que las granadas tienen una duración de 15 años y los "trenes de fuego" alcanzan una vigencia de, como máximo, 2 años. "Pero eso no implica que no exploten una vez pasado el vencimiento", aclaró.</p><p></p><p>Pero la lista de las 50 granadas capturadas en abril revelaron que son de reciente fabricación y están en condiciones de uso. El 19 de diciembre del 2001, el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Eusebio Jurozyszyn, había explicado que no era "posible determinar si dichos efectos pertenecieron a esta Fuerza". </p><p></p><p>Una razón movilizó, en julio del 2002, a la entonces gobernadora fluminense Benedita da Silva. La actual ministra de Acción Social del gobierno de Lula da Silva, pretendía quebrar la columna vertebral de las principales facciones delictivas que disputaban el control de los morros de Río. Y una de las herramientas era, precisamente, parar el flujo de armas largas que abastecían a los soldados de la droga. Benedita previó que debería enfrentar una enconada resistencia de los narcotraficantes. Y de hecho, a fines de setiembre, sufrió la primera gran rebelión comandada, desde la cárcel, por el mafioso Fernando de la Costa (alias Fernadinho Beira Mar). Por esos días, la capital carioca fue un infierno.</p><p></p><p>Con Benedita en el gobierno, la Dirección de Fiscalización de Armas y Explosivos de la Policía Civil de Río de Janeiro, publicó en julio del año pasado un informe concluyente, con la colaboración de la ONG "Viva Río". Revela la participación de Argentina como proveedor de armas a los capos de las favelas cariocas. En primer lugar estaban los propios fabricantes brasileños, con el 72%. Luego venían en orden: Estados Unidos (6,62%), España (5,27%), Bélgica (2,77%), seguidos por las armas argentinas (1,67%). Pero el análisis de la década del 90, demostró que en los últimos 12 años Argentina había pasado a ocupar el tercer puesto como abastecedora de armas de los narcotraficantes, detrás de EE.UU. y de España, pero delante de Bélgica y Alemania. Hubo sin embargo un dato más alarmante: Argentina pasó a dominar el 23% del mercado de granadas, superada sólo por Brasil. El informe de la Dirección de Fiscalización de la policía federal también llamó la atención del diputado radical, Carlos Iparraguirre. El legislador le escribió al interventor de Fabricaciones Militares, Marcelo Bellesi.</p><p></p><p>En un pedido de informes, planteó "si (el gobierno nacional) ha recibido de las autoridades brasileñas un informe con detalles sobre 50 granadas FMK2 de origen argentino secuestradas por la Policía Federal de Río de Janeiro en abril del presente año". Fuentes de la SIDE confirmaron a Clarín, el 17 de junio último, durante la cumbre del Mercosur que se efectuó en el hotel Yacht Golf de Asunción, que el pedido del secretario de Seguridad carioca, Anthony Garotinho, ya estaba en manos de la SIDE.</p><p></p><p>Hay algunas pistas que demuestran la existencia de conexiones paraguayas, aunque legales. El RENAR menciona, por ejemplo, que de 435 armas de la Dirección General de Fabricaciones Militares, incautadas en Río, "sólo se poseen antecedentes de exportación de 19 pistolas calibre 9 mm a la firma Tradición Export—Import de Paraguay". </p><p></p><p>En un lote de 222 armas Bersa capturadas por la policía carioca, el RENAR informa: 28% fueron exportadas a la firma "Perfecta S.A" de Paraguay, otro 28% fue para la firma "Rossi Imports" de Brasil. En investigaciones posteriores efectuadas por el RENAR se detectó, también, que algunos elementos bélicos como fusiles FAL y pistolas ametralladoras, pertenecían a las policías provinciales de Entre Ríos y de La Pampa.<span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"><span style="font-size: 9px">---------- Post added at 07:01 ---------- Previous post was at 06:55 ----------</span></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span>Investigación en Brasil: fusiles y granadas argentinos en Río de Janeiro </p><p>Militares acusados de tráfico de armas</p><p>Son dos miembros del Ejército Argentino; la organización abastecería a delincuentes cariocas</p><p>• No trascendieron la identidad ni el grado de los sospechosos </p><p>• Las armas argentinas están entre las preferidas por los narcotraficantes </p><p>• Cómo trabaja la conexión paraguaya </p><p>Noticias de Información general: anterior | siguiente </p><p>Lunes 28 de abril de 2003 | Publicado en edición impresa </p><p>PABLO.- Una investigación de la Policía Federal brasileña descubrió que dos militares argentinos forman parte de una organización para traficar armas de las Fuerzas Armadas argentinas hasta las manos de los narcotraficantes cariocas. </p><p>El hallazgo de fusiles FAL, granadas de Fabricaciones Militares (FMK2) y revólveres de la marca Bersa es frecuente en operativos de la Policía Militar de Río de Janeiro en los morros tomados por las favelas. </p><p>Pero según informó ayer el diario carioca O Globo, durante una investigación realizada desde comienzos de este año y concluida esta semana, agentes del Grupo de Investigaciones Sensibles (GISE) y de la Coordinación General de Prevención y Represión de Drogas de la Policía Federal descubrieron que las armas y municiones argentinas llegaban a Brasil gracias a una organización integrada por dos militares argentinos, supuestamente en funciones. </p><p>Los nombres de los militares permanecen en secreto, y ya fueron informados a las autoridades argentinas, según dijo ayer el informe publicado por O Globo. </p><p>La organización incluye también la participación de militares paraguayos, que recibirían el armamento de los militares argentinos y lo harían llegar hasta Río de Janeiro. </p><p>Esa conexión es común para todo tipo de hechos ilícitos -incluyendo robo de automóviles particulares y transportes de carga- debido a que las fronteras entre Paraguay y Brasil son menos custodiadas que las de Brasil con la Argentina. </p><p>Según la organización no gubernamental Viva Río, el armamento argentino ya se encuentra en cuarto lugar en la preferencia de los narcotraficantes de Río de Janeiro. </p><p>Estados Unidos, España y Bélgica ocupan los primeros puestos. Fusiles como el M-16, el AR-15 y el HK son algunos de los preferidos, pero son levemente más caros que los fusiles automáticos livianos (FAL) de la industria militar argentina. </p><p>Según las informaciones policiales, pistolas Bersa y granadas de Fabricaciones Militares también circulan por las manos de los narcotraficantes brasileños. Cuestan 1300 y 200 dólares, respectivamente. </p><p>Una vieja investigación </p><p>Viva Río descubrió que el tráfico de armamento militar argentino siempre existió, pero se intensificó a partir de 1995. </p><p>En los últimos seis años fueron secuestradas por las policías Federal y Militar poco más de 3000 piezas de armamento militar de las Fuerzas Armadas argentinas en manos de narcotraficantes de los morros cariocas. Las pistolas Bersa, según un informe de Viva Río, serían de las preferidas por los traficantes, y en 1995 llegaron a ser secuestrados 55 fusiles y ametralladoras argentinos tan sólo en un allanamiento. </p><p>"Lo único que puedo adelantar es que los nombres de los militares argentinos sospechosos de estar involucrados en el contrabando de armas fueron enviados a las autoridades argentinas", dijo el comisario Getulio Becerra, jefe de la Unidad Central de Represión al Narcotráfico de Brasil, que ahora espera una respuesta de Buenos Aires. </p><p>Fronteras permeables </p><p>Según la investigación, las armas pasan con facilidad las fronteras paraguayas desde la Argentina. Según la investigación, en Paraguay el armamento es depositado en camiones que atraviesan el río Paraná en una barca, hasta el Estado brasileño de Paraná. </p><p>El cargamento llega en esos mismos camiones desde Paraná hasta Río de Janeiro, por la misma ruta que los paulistas viajan a la "cidade maravilhosa". </p><p>Los agentes brasileños llegaron hasta los militares argentinos a través de la detención de un traficante de armas brasileño llamado Osvaldo Ferreira de Oliveira, más conocido en el mundo del hampa por su alias, Vavá. </p><p>Cuando anunciaron la prisión y desbarataron la organización, Vavá estaba entregando una encomienda de 50 granadas argentinas FMK2 y 20.000 cartuchos de fusil FAL para narcotraficantes de Río de Janeiro. </p><p>Los traficantes que recibirían el armamento estaban siendo seguidos por haber participado el año pasado en atentados contra el transporte, edificios y hasta la sede de la Municipalidad de Río de Janeiro. </p><p>Por Luis Esnal </p><p>Corresponsal en Brasil<span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"><span style="font-size: 9px">---------- Post added at 07:03 ---------- Previous post was at 07:01 ----------</span></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span>Brasil: denuncian que militares de Argentina venden armas a narcos</p><p></p><p></p><p></p><p></p><p></p><p></p><p>La Policía Federal brasileña asegura que hay dos oficiales argentinos identificados. Y que integrarían un esquema internacional de contrabando de fusiles automáticos, pistolas y granadas.</p><p></p><p></p><p></p><p></p><p></p><p>________________________________________</p><p>Eleonora Gosman</p><p>La Policía Federal de Brasil denunció que un grupo de militares argentinos estaría involucrado en un esquema internacional de contrabando de armas —desde fusiles ametralladoras hasta granadas— con destino a los narcotraficantes de Río de Janeiro. La institución reveló que militares paraguayos intervendrían, también, en esa actividad ilegal. De acuerdo con agentes federales brasileños, dos oficiales argentinos —no se sabe de qué fuerza— estarían identificados con nombre y jerarquía. Aseguraron, también, que los datos ya fueron transmitidos a Buenos Aires por los canales gubernamentales.</p><p></p><p>Se sabía, desde hace algunos años, de la existencia de contrabandistas que operaban desde la Argentina para enviar armas y granadas a Brasil, a través de Paraguay. Pero, según los agentes federales brasileños, recién ahora se conoce cómo son los vínculos de los argentinos con las mafias cariocas y qué rutas sigue el armamento vendido en forma ilegal. </p><p></p><p>Fuentes de la Cancillería y el Ejército de Argentina consultadas por Clarín aseguraron que no tenían ninguna información sobre el tema.</p><p></p><p>En una entrevista concedida al diario O Globo de Río de Janeiro, el comisario Getulio Becerra, jefe de Coordinación General de Prevención y Represión de Estupefacientes —con sede en Brasilia— reveló los detalles del caso. </p><p></p><p>Contó, por ejemplo, que el grueso de las armas despachadas a Río está compuesto por fusiles automáticos FAL y granadas FMK2 —ambos producidos por Fabricaciones Militares de la Argentina—. Pero también hay pistolas semiautomáticas Bersa, revólveres Doberman y Pucará. </p><p></p><p>O Globo accedió a un informe confidencial de la Policía Federal. Allí se afirma que en la organización de contrabandistas intervendrían, también, militares paraguayos de alta graduación. </p><p></p><p>Más aún, el dossier confirma que la Argentina se ha convertido en una de las principales proveedoras de los narcotraficantes brasileños. Según estimaciones policiales, hay por lo menos unos 3.000 FAL salidos de Fabricaciones Militares en poder de los narcotraficantes que dominan los morros cariocas.</p><p></p><p>El documento de la Policía Federal menciona hasta los valores de negociación de las armas. El precio de un M-16, por ejemplo, llega a costar, en Río de Janeiro, 3.700 dólares. Un FAL de Fabricaciones Militares cuesta 3.000 dólares.</p><p></p><p>La Policía Federal pudo develar parte de la trama delictiva luego de una investigación que, después de meses, condujo a la detención del contrabandista brasileño Osvaldo Ferreira de Oliveira.</p><p></p><p>Las informaciones aportadas por este hombre permitieron a los agentes federales saber quiénes eran los contactos cariocas de los militares argentinos. De acuerdo con el relato del comisario Ronaldo Magalhaes, otro integrante del grupo policial brasileño que investigó el caso, los traficantes que recibían las armas en Río de Janeiro tienen su base en el "Complexo da Maré", una de las favelas cariocas. En el operativo para desnudar la red delictiva los agentes federales secuestraron 50 granadas argentinas FMK2 y unos 20.000 cartuchos de fusil. </p><p></p><p>La Policía Federal brasileña reveló que el material bélico es escondido, en territorio argentino, en camiones con carrocerías de doble fondo. Disimuladas de esta forma, las "encomiendas" pasan a Paraguay y de allí cruzan en balsa el río Paraná a Brasil. La primera ciudad brasileña es Guaíra, en el estado de Paraná. De allí, los acoplados siguen viaje por Curitiba y San Pablo hasta Río de Janeiro.</p><p></p><p>La provisión ilegal de armamento argentino es casi tan vieja como la instalación de las bandas de narcotraficantes en la capital carioca. Pero según las fuentes policiales, en 1995 se registró un enorme salto. De acuerdo con el informe, los soldados del narcotráfico están equipados, preferentemente, con pistolas Bersa. </p><p></p><p>Pero los fusiles automáticos y las subametralladoras de origen argentino recién comenzaron a entrar en ese mercado a partir de 1992. </p><p></p><p>El año pasado fueron capturadas 114 granadas FMK2, contra 99 secuestradas en el 2001 y 12 en 1995. Esto demuestra que en los últimos 7 años se produjo un aumento sustancial en la provisión argentina<span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"><span style="font-size: 9px">---------- Post added at 07:03 ---------- Previous post was at 07:03 ----------</span></span></p><p><span style="color: Silver"></span></p><p><span style="color: Silver"></span>Fusiles y municiones disfrazados de lanzaperfumes para el Carnaval</p><p>Uno de los miembros de la comisión parlamentaria que investiga el tráfico de armas que involucra a militares argentinos dice que las negociaciones están filmadas. Hoy se reunirá el embajador Juan Pablo Lohlé con los legisladores brasileños a cargo de la pesquisa.</p><p></p><p>La comisión investigadora no dará todavía los nombres de los seis militares argentinos involucrados.No hubo comunicado ni versión oficial. Pero el gobierno nacional espera con expectativa la reunión que tendrá hoy en Brasilia el embajador Juan Pablo Lohlé con los legisladores brasileños de la comisión parlamentaria que investiga el tráfico de armas –que abastece a las bandas narcos de ese país– y en el que estarían vinculados militares de Argentina, Uruguay, Paraguay y Surinam. Desde Brasil, voceros de la comisión investigadora aseguraron que no aportarán los nombres de los seis militares argentinos sospechados hasta que no concluya la investigación. Aunque uno de sus integrantes, el diputado Colbert Martins, reveló que existirían filmaciones de las negociaciones entre traficantes de ambos países, y que un cargamento ilegal de armas argentinas ingresó a Brasil por la Triple Frontera “en una camioneta que transportaba gran cantidad de lanzaperfumes para ser usados en el Carnaval”.</p><p></p><p>“Vamos a esperar a la reunión del embajador Lohlé con los integrantes de la comisión parlamentaria brasileña para conocer la denuncia específica y concreta”, fue la respuesta que dio a través de sus voceros el Ministerio de Defensa. Aunque también intentaron bajarle el tono al tema: “Hasta ahora no hubo una comunicación entre los gobiernos de ambos países, que mantienen una excelente relación. Sólo existió una versión periodística y una entrevista solicitada por miembros de una comisión investigadora del Parlamento brasileño, pero no es una declaración oficial del gobierno ni del Congreso de Brasil”, manifestaron los hombres de Defensa ante Página/12. No obstante, destacaron que se “está siguiendo el tema” y que se va a “escuchar con atención” lo que hoy transmitan los legisladores brasileños al diplomático argentino.</p><p></p><p>En tanto, desde Brasil, negaron que los dos diputados que participarán de la reunión con Lohlé revelen el nombre de los militares involucrados. “Ellos no darán al embajador los nombres de los seis oficiales argentinos mencionados en los informes de la Comisión Parlamentaria Investigadora (CPI) hasta que concluya la investigación, porque no es una denuncia consolidada”, dijo Luana Caarens, vocera del presidente de la CPI Moroni Torgan. La portavoz también confirmó que Torgan no participará de la reunión a la que sí concurrirán los diputados Laura Carneiro, vicepresidenta primera de la CPI, del Partido del Frente Liberal (PFL) y Colbert Martins, que integra la comisión investigadora por el Partido Popular Socialista (PPS).</p><p></p><p>Torgan declaró el lunes pasado al diario Jornal do Brasil que oficiales de alto rango de los ejércitos de Surinam, Paraguay, Uruguay y Argentina estaban involucrados en el tráfico de armas destinado al crimen organizado en San Pablo y Río de Janeiro. Allí Torgan dijo que –según los informes recabados por la comisión– oficiales argentinos de alto grado ayudan a abastecer el mercado clandestino brasileño con armas pesadas que incluyen granadas y lanzacohetes, y que algunas armas provendrían de fábricas militares argentinas. Que en Paraguay miembros del ejército abastecen de armas a traficantes de Brasil; desde Uruguay llegan a ese país armas nuevas y usadas; y que en Surinam, las armas son sacadas de los arsenales mediante falsos robos que luego envían a traficantes brasileños que cambian una parte de las armas por droga en Colombia.</p><p></p><p>Pero fue el propio Martins quien reveló otros detalles. “En noviembre pasado se detuvo a una camioneta en la Triple Frontera que transportaba una gran cantidad de lanzaperfumes fabricados en Argentina y que iba a ser utilizado aquí (Brasil) en el Carnaval”, pero que en su interior “había fusiles grandes y muchas municiones”, dijo el legislador a Radio Continental. Según Martins, también existirían filmaciones de negociadores argentinos y brasileños así como de vehículos y material utilizado en el tráfico de armas a Brasil. El legislador también afirmó que en la comisión –que reanudará su trabajo el 15 de febrero– “investigamos la asociación que podría haber entre el tráfico de drogas y el tráfico de armas, así como el movimiento de policías y militares en torno de eso”.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="cawan 5, post: 774042, member: 7736"] fabricaciones militares "al servicio de la comunidad" Por punto/doc - Tuesday, Mar. 18, 2003 at 9:38 AM [url]http://puntodoc.com/informes/informes.php?cod=378[/url] De fabricaciones ilegales al narcotráfico. Brasil es un país que todos quieren visitar. Sus playas cálidas y cristalinas, las coloridas batucadas, las “garotas” bonitas y el fútbol vistoso, atraen año a año a miles de turistas. Pero si uno se sumerge en las calles de Río de Janeiro se da cuenta que no todo es alegría. De la mano del narcotráfico, la violencia urbana creció tanto que este año hasta el carnaval más famoso del mundo estuvo en jaque. En algún lugar de la cuidad, que por medidas de seguridad no puede develarse, está el depósito de la Policía Civil de Río de Janeiro donde se guardan las armas incautadas en procedimientos contra delincuentes comunes o narcotraficantes. Este es un sitio secreto al que muy poca gente tiene acceso. Puntodoc pudo ingresar, recorrer cada uno de sus rincones y llevarse algunas sorpresas. Pablo Dreyfuss es miembro de “Viva Río” una Organización No Gubernamental que nació en 1993 para luchar contra el auge de la violencia en la ciudad. Según Dreyfuss, el incremento de la demanda de armas ilegales argentinas se debe en gran parte a que en Brasil los narcotraficantes cada vez son más poderosos: “la competencia entre los traficantes es cada vez más fuerte. Ellos necesitan aumentar su poder de fuego, entonces buscan armas con alto poder de fuego, además para defenderse de la policía”. El avance del narcotráfico hizo que en los últimos tiempos los habitantes de Río de Janeiro vivan aterrorizados. Los asesinatos se suceden a diario. Para frenar la ola de violencia, el Gobierno brasilero dispuso que los militares salgan a la calle. Para el periodista Antonio Bernek del Diario “O Globo”, la salida del ejército a la calle no disuadió al delito; sino todo lo contrario. Con los militares en las calles, este año en época de carnaval, las comparsas se mezclaron con los uniformes de “guerra” y las ametralladoras. De esta manera, Río vivió el primer carnaval “militarizado” de su historia. Los narcotraficantes tienen su refugio en los morros y en las favelas. La Rocinha es una de las favelas más antiguas de Río y la mayor de Latinoamérica; además es el territorio de uno de los narcotraficantes más poderosos y sanguinarios: Fernandinho Beira Mar, líder del Comando Bermelho. Hoy Beira Mar está detenido en una cárcel de máxima seguridad. A pesar de su detención, muchos aseguran que Beira Mar sigue manejando el negocio sucio desde las sombras. Y, en muchas ocasiones, las armas que utilizan sus emisarios para cometer los asesinatos son argentinas. Rubén Fernández es sociólogo y también es miembro de “Viva Río”. El año pasado, junto a Dreyfuss elaboró un informe que “rastrea la ruta de las armas argentinas incautadas en Río de Janeiro”. El trabajo plantea tres hipótesis. La primera dice que son armas que el Estado Argentino vendió a países vecinos en los años 80 y que ahora están siendo revendidas ilegalmente. Las otras dos son mucho más preocupantes. Según el investigador Dreyfus “son armas que en grupitos o en grandes embarcos están saliendo de unidades militares argentinas activas; mientras que la tercera hipótesis, concuerda con la fecha en la que empiezan a aparecer en grandes cantidades las armas argentinas, que es después de 1994, cuando se abolió el servicio militar obligatorio. Esas armas no tuvieron destino legal final, no fueron a destrucción y se están fugando de depósitos militares hacia Río de Janeiro”. Según Josías Quintal, secretario de Seguridad en Río de Janeiro, el armamento argentino representa aproximadamente el 30 por ciento en el mercado ilegal brasilero. Ante el incremento de las armas ilegales argentinas en Brasil, el Gobierno del Estado de Río de Janeiro le pidió explicaciones al Gobierno argentino. Diana Conti, senadora nacional y secretaria de la Comisión de Seguridad Interior, alertada por las noticias que llegan de Río de Janeiro, elaboró un dictamen “solicitando informes acerca de la utilización de armas de fuego argentinas por parte de la criminalidad organizada en Brasil.” Pero ella tampoco encontró respuestas.[COLOR="Silver"] [SIZE=1]---------- Post added at 06:55 ---------- Previous post was at 06:54 ----------[/SIZE] [/COLOR]INFORME ESPECIAL / TRAFICO DE ARMAS | LA ARGENTINA, TERCER PROVEEDOR DE ARMAS DE LOS NARCOS BRASILEÑOS Cómo llegan a los narcos de Río las armas argentinas Más de 3 mil armas argentinas, incluyendo granadas elaboradas en Fabricaciones Militares, fueron traficadas a las favelas vía Paraguay. En algun caso fueron ventas trianguladas, y en otros, contrabando directo. ________________________________________ Eleonora Gosman El jueves 10 de abril, agentes federales brasileños detuvieron en la avenida Brasil, en los suburbios de Río de Janeiro, un camión con chapa del estado de Paraná. El acoplado transportaba bolsas de plástico para supermercados. Pero debajo de la mercadería, en un compartimiento doble, había una carga letal: 50 granadas defensivas FMK2, las respectivas cajas de espoletas y 20 mil cartuchos para fusiles automáticos. Las municiones venían de Alemania, pero las granadas eran de Argentina. El "lote", como lo llaman en la jerga policial, pasó a engrosar los cargamentos incautados desde 1995. El total de granadas FMK2 secuestradas por los agentes brasileños, que fueron producidas por Fabricaciones Militares y contrabandeadas a Brasil, llega ahora a 338. Pero es apenas la punta del iceberg. El 23 de mayo último, dos días después de asumir la Secretaría de Seguridad de Río de Janeiro, Anthony Garotinho, ex gobernador del estado y marido de la actual gobernadora, Rosinha Matheu, envió una nota a la cónsul general argentina en la capital carioca, Nora Borja, pidiendo que se abra una investigación sobre el caso. En el documento, al que Clarín accedió en forma exclusiva —y que integra un acervo de 40 informes sobre las armas argentinas—, Garotinho expresa: "Propongo una colaboración más estrecha y sistemática entre nuestros organismos de seguridad pública en la represión y prevención del desvío y tráfico de armas de fuego". Garotinho recuerda que en dos oportunidades: mayo de 2001, cuando era gobernador del estado, y julio de 2002, cuando lo sucedió en el cargo Benedita da Silva, el gobierno del estado de Río de Janeiro solicitó "cooperación" a la Argentina para "el rastreo de más de 3.000 armas de fuego de fabricación argentina incautadas" desde 1951. Con inocultable ironía, el ex gobernador y actual secretario de Seguridad afirma en la carta: "Para mi satisfacción, el Registro Nacional de Armas (RENAR) de vuestro gobierno, nos proveyó oportunamente información sobre 222 pistolas fabricadas por Bersa S.A.". Sugiere, entonces, que nunca tuvo respuesta por las 2.800 restantes. En una entrevista con este diario, el subsecretario de Seguridad de Río de Janeiro, Marcelo Itagiba , reconfirmó que "la ruta de las armas es idéntica a la de las drogas. Ofreció entonces un detalle interesante: no solo las armas argentinas pasan por territorio paraguayo; también las armas que vienen de Estados Unidos y Europa entran por la misma vía. Itagiba era inspector de la Policía Federal de Río de Janeiro cuando se produjo el secuestro de las granadas del 11 de abril último y fue uno de los jefes que se encargó de "supervisar" las operaciones de inteligencia que le permitirían comprobar la existencia de una red con raíces en la Argentina y ramas en Paraguay y Brasil. En esa operación fueron detenidos dos hermanos, Alessandro y Nelson Siton. El operativo se completó ese día con la detención, en el barrio Vila Isabel, de la zona norte de la capital carioca, de Oswaldo Ferreira de Oliveira, el hombre que recibiría las granadas y municiones. Ferreira fue el eslabón que permitió a la Policía Federal brasileña probar la existencia de la red internacional. A través de él, la Policía Federal cercó los contactos cariocas, y de los interrogatorios surgieron los nombres de argentinos sospechados, que Brasil nunca entregó oficialmente al Gobierno argentino, según fuentes judiciales argentinas. Un hombre de la más alta jerarquía policial, Getulio Bezerra Santos, jefe de Coordinación General de Prevención y Represión de Estupefacientes (CGPRE/GCP) de la Policía Federal brasileña, fue quién formuló públicamente la sospecha punzante sobre la participación de "militares argentinos y militares paraguayos de alta graduación" en esa red. Bezerra Santos relató que las granadas habían sido "acondicionadas para el transporte" del lado argentino, en un camión de doble fondo. El vehículo pasó sin dificultades a Paraguay y de allí atravesó por balsa el río Paraná hasta ingresar en Brasil por la ciudad de Guaíra (estado de Paraná). El vehículo siguió viaje a Curitiba y luego, San Pablo. Fue en la capital paulista donde ingresó en el tramo final: la autopista Dutra que conduce a Río de Janeiro. La intercepción policial del camión, en los suburbios cariocas, impidió que esta carga llegara a manos de sus destinatarios finales: la banda de narcotraficantes de la favela Complejo de la Maré, mentada como una de las más peligrosas de Río. Pero éste no es más que el último episodio de una historia que envuelve despachos periódicos y que, según todo indica, son cada vez más voluminosos. El año pasado fueron capturadas 114 granadas FMK2, contra 99 secuestradas en el 2001 y 12 en 1995. Esto indicaría, cuanto menos, un aumento en los últimos 7 años, de 950% en el contrabando de granadas argentinas a Río de Janeiro. En la carta del 23 de mayo último firmada por el secretario Garotinho, éste menciona una investigación previa iniciada a su pedido en 2001 por la Argentina. Clarín accedió a la totalidad de ese dossier, mantenido en secreto hasta ahora. Empieza, efectivamente, en mayo del 2001, cuando Carlos Becerra asumía la jefatura de la SIDE. El 14 de junio ingresaba al Ministerio de Economía un pedido de investigación que provenía de la Secretaría de Inteligencia de Estado. El expediente, número 001-001923/2001, se iniciaba así con un memorando de Becerra. El memo remarcaba que, efectivamente, "armas y granadas confiscadas, según informe del gobierno de Río de Janeiro, se encontraron en poder de narcotraficantes". Becerra revelaba un apremio. Temía que el escándalo explotara en las manos del ex presidente Fernando de la Rúa, justo cuando comenzaba a su caída. Fue entonces cuando la Comisión Nacional de Control de Exportaciones Sensitivas y Material Bélico tomó cartas en el asunto. El organismo argentino encargado de fiscalizar el comercio de armas de guerra, pidió informaciones a la fábrica santafesina Fray Luis Beltrán del hólding estatal Fabricaciones Militares. La primera respuesta no dejó lugar a dudas sobre el origen de las granadas: efectivamente se habían fabricado en esa planta. En una nota del interventor general de FM, Marcelo Bellesi, se mencionaba también que desde 1972, la empresa proveía de granadas a "la totalidad de las FF.AA. y de Seguridad". Destacaba que numerosos lotes habían sido "exportados a diversos países", pero no a Brasil. En otro memorando, esta vez del 6 de junio del 2001, Bellesi, comunicaba que al menos "dos lotes" de espoletas (el detonador de las granadas) secuestrados en los morros de Río se habían vendido originalmente "a la Dirección de Arsenales del Ejército Argentino". Esto planteó un interrogante. ¿Cómo habían salido esas espoletas de la Dirección de Arsenales del Ejército? Según Fabricaciones Militares, las espoletas (trenes de fuego en la jerga técnica) habían sido "fabricadas por la Fábrica Militar Pilar en 1990, 1997 y 1999". El material estaba vencido. Cuando Clarín preguntó al subsecretario de Seguridad de Río de Janeiro la razón por la que los narcotraficantes habrían adquirido, con anterioridad, material vencido, éste respondió: "En el mercado negro de armas se compra lo que hay". Un perito explicó a este diario que las granadas tienen una duración de 15 años y los "trenes de fuego" alcanzan una vigencia de, como máximo, 2 años. "Pero eso no implica que no exploten una vez pasado el vencimiento", aclaró. Pero la lista de las 50 granadas capturadas en abril revelaron que son de reciente fabricación y están en condiciones de uso. El 19 de diciembre del 2001, el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Eusebio Jurozyszyn, había explicado que no era "posible determinar si dichos efectos pertenecieron a esta Fuerza". Una razón movilizó, en julio del 2002, a la entonces gobernadora fluminense Benedita da Silva. La actual ministra de Acción Social del gobierno de Lula da Silva, pretendía quebrar la columna vertebral de las principales facciones delictivas que disputaban el control de los morros de Río. Y una de las herramientas era, precisamente, parar el flujo de armas largas que abastecían a los soldados de la droga. Benedita previó que debería enfrentar una enconada resistencia de los narcotraficantes. Y de hecho, a fines de setiembre, sufrió la primera gran rebelión comandada, desde la cárcel, por el mafioso Fernando de la Costa (alias Fernadinho Beira Mar). Por esos días, la capital carioca fue un infierno. Con Benedita en el gobierno, la Dirección de Fiscalización de Armas y Explosivos de la Policía Civil de Río de Janeiro, publicó en julio del año pasado un informe concluyente, con la colaboración de la ONG "Viva Río". Revela la participación de Argentina como proveedor de armas a los capos de las favelas cariocas. En primer lugar estaban los propios fabricantes brasileños, con el 72%. Luego venían en orden: Estados Unidos (6,62%), España (5,27%), Bélgica (2,77%), seguidos por las armas argentinas (1,67%). Pero el análisis de la década del 90, demostró que en los últimos 12 años Argentina había pasado a ocupar el tercer puesto como abastecedora de armas de los narcotraficantes, detrás de EE.UU. y de España, pero delante de Bélgica y Alemania. Hubo sin embargo un dato más alarmante: Argentina pasó a dominar el 23% del mercado de granadas, superada sólo por Brasil. El informe de la Dirección de Fiscalización de la policía federal también llamó la atención del diputado radical, Carlos Iparraguirre. El legislador le escribió al interventor de Fabricaciones Militares, Marcelo Bellesi. En un pedido de informes, planteó "si (el gobierno nacional) ha recibido de las autoridades brasileñas un informe con detalles sobre 50 granadas FMK2 de origen argentino secuestradas por la Policía Federal de Río de Janeiro en abril del presente año". Fuentes de la SIDE confirmaron a Clarín, el 17 de junio último, durante la cumbre del Mercosur que se efectuó en el hotel Yacht Golf de Asunción, que el pedido del secretario de Seguridad carioca, Anthony Garotinho, ya estaba en manos de la SIDE. Hay algunas pistas que demuestran la existencia de conexiones paraguayas, aunque legales. El RENAR menciona, por ejemplo, que de 435 armas de la Dirección General de Fabricaciones Militares, incautadas en Río, "sólo se poseen antecedentes de exportación de 19 pistolas calibre 9 mm a la firma Tradición Export—Import de Paraguay". En un lote de 222 armas Bersa capturadas por la policía carioca, el RENAR informa: 28% fueron exportadas a la firma "Perfecta S.A" de Paraguay, otro 28% fue para la firma "Rossi Imports" de Brasil. En investigaciones posteriores efectuadas por el RENAR se detectó, también, que algunos elementos bélicos como fusiles FAL y pistolas ametralladoras, pertenecían a las policías provinciales de Entre Ríos y de La Pampa.[COLOR="Silver"] [SIZE=1]---------- Post added at 07:01 ---------- Previous post was at 06:55 ----------[/SIZE] [/COLOR]Investigación en Brasil: fusiles y granadas argentinos en Río de Janeiro Militares acusados de tráfico de armas Son dos miembros del Ejército Argentino; la organización abastecería a delincuentes cariocas • No trascendieron la identidad ni el grado de los sospechosos • Las armas argentinas están entre las preferidas por los narcotraficantes • Cómo trabaja la conexión paraguaya Noticias de Información general: anterior | siguiente Lunes 28 de abril de 2003 | Publicado en edición impresa PABLO.- Una investigación de la Policía Federal brasileña descubrió que dos militares argentinos forman parte de una organización para traficar armas de las Fuerzas Armadas argentinas hasta las manos de los narcotraficantes cariocas. El hallazgo de fusiles FAL, granadas de Fabricaciones Militares (FMK2) y revólveres de la marca Bersa es frecuente en operativos de la Policía Militar de Río de Janeiro en los morros tomados por las favelas. Pero según informó ayer el diario carioca O Globo, durante una investigación realizada desde comienzos de este año y concluida esta semana, agentes del Grupo de Investigaciones Sensibles (GISE) y de la Coordinación General de Prevención y Represión de Drogas de la Policía Federal descubrieron que las armas y municiones argentinas llegaban a Brasil gracias a una organización integrada por dos militares argentinos, supuestamente en funciones. Los nombres de los militares permanecen en secreto, y ya fueron informados a las autoridades argentinas, según dijo ayer el informe publicado por O Globo. La organización incluye también la participación de militares paraguayos, que recibirían el armamento de los militares argentinos y lo harían llegar hasta Río de Janeiro. Esa conexión es común para todo tipo de hechos ilícitos -incluyendo robo de automóviles particulares y transportes de carga- debido a que las fronteras entre Paraguay y Brasil son menos custodiadas que las de Brasil con la Argentina. Según la organización no gubernamental Viva Río, el armamento argentino ya se encuentra en cuarto lugar en la preferencia de los narcotraficantes de Río de Janeiro. Estados Unidos, España y Bélgica ocupan los primeros puestos. Fusiles como el M-16, el AR-15 y el HK son algunos de los preferidos, pero son levemente más caros que los fusiles automáticos livianos (FAL) de la industria militar argentina. Según las informaciones policiales, pistolas Bersa y granadas de Fabricaciones Militares también circulan por las manos de los narcotraficantes brasileños. Cuestan 1300 y 200 dólares, respectivamente. Una vieja investigación Viva Río descubrió que el tráfico de armamento militar argentino siempre existió, pero se intensificó a partir de 1995. En los últimos seis años fueron secuestradas por las policías Federal y Militar poco más de 3000 piezas de armamento militar de las Fuerzas Armadas argentinas en manos de narcotraficantes de los morros cariocas. Las pistolas Bersa, según un informe de Viva Río, serían de las preferidas por los traficantes, y en 1995 llegaron a ser secuestrados 55 fusiles y ametralladoras argentinos tan sólo en un allanamiento. "Lo único que puedo adelantar es que los nombres de los militares argentinos sospechosos de estar involucrados en el contrabando de armas fueron enviados a las autoridades argentinas", dijo el comisario Getulio Becerra, jefe de la Unidad Central de Represión al Narcotráfico de Brasil, que ahora espera una respuesta de Buenos Aires. Fronteras permeables Según la investigación, las armas pasan con facilidad las fronteras paraguayas desde la Argentina. Según la investigación, en Paraguay el armamento es depositado en camiones que atraviesan el río Paraná en una barca, hasta el Estado brasileño de Paraná. El cargamento llega en esos mismos camiones desde Paraná hasta Río de Janeiro, por la misma ruta que los paulistas viajan a la "cidade maravilhosa". Los agentes brasileños llegaron hasta los militares argentinos a través de la detención de un traficante de armas brasileño llamado Osvaldo Ferreira de Oliveira, más conocido en el mundo del hampa por su alias, Vavá. Cuando anunciaron la prisión y desbarataron la organización, Vavá estaba entregando una encomienda de 50 granadas argentinas FMK2 y 20.000 cartuchos de fusil FAL para narcotraficantes de Río de Janeiro. Los traficantes que recibirían el armamento estaban siendo seguidos por haber participado el año pasado en atentados contra el transporte, edificios y hasta la sede de la Municipalidad de Río de Janeiro. Por Luis Esnal Corresponsal en Brasil[COLOR="Silver"] [SIZE=1]---------- Post added at 07:03 ---------- Previous post was at 07:01 ----------[/SIZE] [/COLOR]Brasil: denuncian que militares de Argentina venden armas a narcos La Policía Federal brasileña asegura que hay dos oficiales argentinos identificados. Y que integrarían un esquema internacional de contrabando de fusiles automáticos, pistolas y granadas. ________________________________________ Eleonora Gosman La Policía Federal de Brasil denunció que un grupo de militares argentinos estaría involucrado en un esquema internacional de contrabando de armas —desde fusiles ametralladoras hasta granadas— con destino a los narcotraficantes de Río de Janeiro. La institución reveló que militares paraguayos intervendrían, también, en esa actividad ilegal. De acuerdo con agentes federales brasileños, dos oficiales argentinos —no se sabe de qué fuerza— estarían identificados con nombre y jerarquía. Aseguraron, también, que los datos ya fueron transmitidos a Buenos Aires por los canales gubernamentales. Se sabía, desde hace algunos años, de la existencia de contrabandistas que operaban desde la Argentina para enviar armas y granadas a Brasil, a través de Paraguay. Pero, según los agentes federales brasileños, recién ahora se conoce cómo son los vínculos de los argentinos con las mafias cariocas y qué rutas sigue el armamento vendido en forma ilegal. Fuentes de la Cancillería y el Ejército de Argentina consultadas por Clarín aseguraron que no tenían ninguna información sobre el tema. En una entrevista concedida al diario O Globo de Río de Janeiro, el comisario Getulio Becerra, jefe de Coordinación General de Prevención y Represión de Estupefacientes —con sede en Brasilia— reveló los detalles del caso. Contó, por ejemplo, que el grueso de las armas despachadas a Río está compuesto por fusiles automáticos FAL y granadas FMK2 —ambos producidos por Fabricaciones Militares de la Argentina—. Pero también hay pistolas semiautomáticas Bersa, revólveres Doberman y Pucará. O Globo accedió a un informe confidencial de la Policía Federal. Allí se afirma que en la organización de contrabandistas intervendrían, también, militares paraguayos de alta graduación. Más aún, el dossier confirma que la Argentina se ha convertido en una de las principales proveedoras de los narcotraficantes brasileños. Según estimaciones policiales, hay por lo menos unos 3.000 FAL salidos de Fabricaciones Militares en poder de los narcotraficantes que dominan los morros cariocas. El documento de la Policía Federal menciona hasta los valores de negociación de las armas. El precio de un M-16, por ejemplo, llega a costar, en Río de Janeiro, 3.700 dólares. Un FAL de Fabricaciones Militares cuesta 3.000 dólares. La Policía Federal pudo develar parte de la trama delictiva luego de una investigación que, después de meses, condujo a la detención del contrabandista brasileño Osvaldo Ferreira de Oliveira. Las informaciones aportadas por este hombre permitieron a los agentes federales saber quiénes eran los contactos cariocas de los militares argentinos. De acuerdo con el relato del comisario Ronaldo Magalhaes, otro integrante del grupo policial brasileño que investigó el caso, los traficantes que recibían las armas en Río de Janeiro tienen su base en el "Complexo da Maré", una de las favelas cariocas. En el operativo para desnudar la red delictiva los agentes federales secuestraron 50 granadas argentinas FMK2 y unos 20.000 cartuchos de fusil. La Policía Federal brasileña reveló que el material bélico es escondido, en territorio argentino, en camiones con carrocerías de doble fondo. Disimuladas de esta forma, las "encomiendas" pasan a Paraguay y de allí cruzan en balsa el río Paraná a Brasil. La primera ciudad brasileña es Guaíra, en el estado de Paraná. De allí, los acoplados siguen viaje por Curitiba y San Pablo hasta Río de Janeiro. La provisión ilegal de armamento argentino es casi tan vieja como la instalación de las bandas de narcotraficantes en la capital carioca. Pero según las fuentes policiales, en 1995 se registró un enorme salto. De acuerdo con el informe, los soldados del narcotráfico están equipados, preferentemente, con pistolas Bersa. Pero los fusiles automáticos y las subametralladoras de origen argentino recién comenzaron a entrar en ese mercado a partir de 1992. El año pasado fueron capturadas 114 granadas FMK2, contra 99 secuestradas en el 2001 y 12 en 1995. Esto demuestra que en los últimos 7 años se produjo un aumento sustancial en la provisión argentina[COLOR="Silver"] [SIZE=1]---------- Post added at 07:03 ---------- Previous post was at 07:03 ----------[/SIZE] [/COLOR]Fusiles y municiones disfrazados de lanzaperfumes para el Carnaval Uno de los miembros de la comisión parlamentaria que investiga el tráfico de armas que involucra a militares argentinos dice que las negociaciones están filmadas. Hoy se reunirá el embajador Juan Pablo Lohlé con los legisladores brasileños a cargo de la pesquisa. La comisión investigadora no dará todavía los nombres de los seis militares argentinos involucrados.No hubo comunicado ni versión oficial. Pero el gobierno nacional espera con expectativa la reunión que tendrá hoy en Brasilia el embajador Juan Pablo Lohlé con los legisladores brasileños de la comisión parlamentaria que investiga el tráfico de armas –que abastece a las bandas narcos de ese país– y en el que estarían vinculados militares de Argentina, Uruguay, Paraguay y Surinam. Desde Brasil, voceros de la comisión investigadora aseguraron que no aportarán los nombres de los seis militares argentinos sospechados hasta que no concluya la investigación. Aunque uno de sus integrantes, el diputado Colbert Martins, reveló que existirían filmaciones de las negociaciones entre traficantes de ambos países, y que un cargamento ilegal de armas argentinas ingresó a Brasil por la Triple Frontera “en una camioneta que transportaba gran cantidad de lanzaperfumes para ser usados en el Carnaval”. “Vamos a esperar a la reunión del embajador Lohlé con los integrantes de la comisión parlamentaria brasileña para conocer la denuncia específica y concreta”, fue la respuesta que dio a través de sus voceros el Ministerio de Defensa. Aunque también intentaron bajarle el tono al tema: “Hasta ahora no hubo una comunicación entre los gobiernos de ambos países, que mantienen una excelente relación. Sólo existió una versión periodística y una entrevista solicitada por miembros de una comisión investigadora del Parlamento brasileño, pero no es una declaración oficial del gobierno ni del Congreso de Brasil”, manifestaron los hombres de Defensa ante Página/12. No obstante, destacaron que se “está siguiendo el tema” y que se va a “escuchar con atención” lo que hoy transmitan los legisladores brasileños al diplomático argentino. En tanto, desde Brasil, negaron que los dos diputados que participarán de la reunión con Lohlé revelen el nombre de los militares involucrados. “Ellos no darán al embajador los nombres de los seis oficiales argentinos mencionados en los informes de la Comisión Parlamentaria Investigadora (CPI) hasta que concluya la investigación, porque no es una denuncia consolidada”, dijo Luana Caarens, vocera del presidente de la CPI Moroni Torgan. La portavoz también confirmó que Torgan no participará de la reunión a la que sí concurrirán los diputados Laura Carneiro, vicepresidenta primera de la CPI, del Partido del Frente Liberal (PFL) y Colbert Martins, que integra la comisión investigadora por el Partido Popular Socialista (PPS). Torgan declaró el lunes pasado al diario Jornal do Brasil que oficiales de alto rango de los ejércitos de Surinam, Paraguay, Uruguay y Argentina estaban involucrados en el tráfico de armas destinado al crimen organizado en San Pablo y Río de Janeiro. Allí Torgan dijo que –según los informes recabados por la comisión– oficiales argentinos de alto grado ayudan a abastecer el mercado clandestino brasileño con armas pesadas que incluyen granadas y lanzacohetes, y que algunas armas provendrían de fábricas militares argentinas. Que en Paraguay miembros del ejército abastecen de armas a traficantes de Brasil; desde Uruguay llegan a ese país armas nuevas y usadas; y que en Surinam, las armas son sacadas de los arsenales mediante falsos robos que luego envían a traficantes brasileños que cambian una parte de las armas por droga en Colombia. Pero fue el propio Martins quien reveló otros detalles. “En noviembre pasado se detuvo a una camioneta en la Triple Frontera que transportaba una gran cantidad de lanzaperfumes fabricados en Argentina y que iba a ser utilizado aquí (Brasil) en el Carnaval”, pero que en su interior “había fusiles grandes y muchas municiones”, dijo el legislador a Radio Continental. Según Martins, también existirían filmaciones de negociadores argentinos y brasileños así como de vehículos y material utilizado en el tráfico de armas a Brasil. El legislador también afirmó que en la comisión –que reanudará su trabajo el 15 de febrero– “investigamos la asociación que podría haber entre el tráfico de drogas y el tráfico de armas, así como el movimiento de policías y militares en torno de eso”. [/QUOTE]
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