El Ministerio de Defensa firmó el contrato con la empresa rionegrina INVAP para desarrollar y poner en marcha 11 radares, que mejorarán el aprovechamiento del espacio aéreo y permitirán controlar hasta siete aeronaves consecutivas.
www.infobae.com 24/11
La ministra de Defensa, Nilda Garré, presidió hoy la firma del contrato con la empresa estatal INVAP para la adquisición de 11 radares, que había sido autorizada por un decreto presidencial el 8 de noviembre.
El secretario de Planeamiento, Oscar Cuattromo, en representación de la cartera, firmó el contrato con Héctor Oteguy, titular de la empresa rionegrina para la provisión de 11 radares secundarios del tipo monopulso, que serán diseñados, desarrollados y construidos en el país.
Con la inclusión de estos radares y alcanzado el grado suficiente de las habilidades y destrezas de los controladores, el aprovechamiento del espacio aéreo mejorará en un 350 por ciento, ya que se podrá controlar hasta siete aeronaves consecutivas, cuando en la actualidad sólo pueden hacerlo con dos.
Cuattromo, quien estuvo a cargo de la planificación de esta operatoria, señaló: “El contrato firmado hoy establece con mucha claridad las obligaciones de las partes, y del punto de vista económico, este contrato le significa al Estado argentino un ahorro de 17 millones de pesos, de los que estaban inicialmente previstos”.
Por su parte, Oteguy afirmó que “al concretar este trabajo se culmina un proceso que empezó hace varios años en la Argentina, este es un paso fundamental en el desarrollo tecnológico nacional y en la decisión del Gobierno de apostar a la ciencia y a la inteligencia argentina”.
El desarrollo se dividirá en un prototipo y diez radares de serie, con los cursos técnicos de mantenimiento, documentación, instrumental y soporte logístico (repuestos y asistencia técnica).
Estos radares serán usados esencialmente para los servicios de control de tránsito aéreo de la aviación civil, tanto en aplicaciones del control en ruta como en aplicaciones de área terminal y aproximación.
Su uso es de fundamental importancia a los fines de la vigilancia y control del tránsito aéreo, a los efectos de brindar seguridad, fluidez y agilidad, permitiendo en consecuencia una optimización del espacio aéreo al poder separar en distancia y no en razón de tiempos el apartamiento entre aeronaves.
www.infobae.com 24/11
La ministra de Defensa, Nilda Garré, presidió hoy la firma del contrato con la empresa estatal INVAP para la adquisición de 11 radares, que había sido autorizada por un decreto presidencial el 8 de noviembre.
El secretario de Planeamiento, Oscar Cuattromo, en representación de la cartera, firmó el contrato con Héctor Oteguy, titular de la empresa rionegrina para la provisión de 11 radares secundarios del tipo monopulso, que serán diseñados, desarrollados y construidos en el país.
Con la inclusión de estos radares y alcanzado el grado suficiente de las habilidades y destrezas de los controladores, el aprovechamiento del espacio aéreo mejorará en un 350 por ciento, ya que se podrá controlar hasta siete aeronaves consecutivas, cuando en la actualidad sólo pueden hacerlo con dos.
Cuattromo, quien estuvo a cargo de la planificación de esta operatoria, señaló: “El contrato firmado hoy establece con mucha claridad las obligaciones de las partes, y del punto de vista económico, este contrato le significa al Estado argentino un ahorro de 17 millones de pesos, de los que estaban inicialmente previstos”.
Por su parte, Oteguy afirmó que “al concretar este trabajo se culmina un proceso que empezó hace varios años en la Argentina, este es un paso fundamental en el desarrollo tecnológico nacional y en la decisión del Gobierno de apostar a la ciencia y a la inteligencia argentina”.
El desarrollo se dividirá en un prototipo y diez radares de serie, con los cursos técnicos de mantenimiento, documentación, instrumental y soporte logístico (repuestos y asistencia técnica).
Estos radares serán usados esencialmente para los servicios de control de tránsito aéreo de la aviación civil, tanto en aplicaciones del control en ruta como en aplicaciones de área terminal y aproximación.
Su uso es de fundamental importancia a los fines de la vigilancia y control del tránsito aéreo, a los efectos de brindar seguridad, fluidez y agilidad, permitiendo en consecuencia una optimización del espacio aéreo al poder separar en distancia y no en razón de tiempos el apartamiento entre aeronaves.