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Mensaje: <blockquote data-quote="Leutnant" data-source="post: 486561" data-attributes="member: 45">Lo prometido es deuda. Acá les paso un breve relato sobre los combates de infanteria en Stalingrad. Se habla de la suerte de Vasily Zaitsev y de un sargento alemán llamado Esser:"Durante octubre (1942), la batalla por Stalingrad osciló entre fulminantes estallidos de potencia de fuego concentrada y reñidos combates entre pequeñas unidades. El 2 de octubre, por ejemplo, la artilleria alemana dirigió todos sus esfuerzos contra la acería Octubre Rojo. Enormes depósitos de petróleo volaron en una explosión que sacudió la ciudad; ardientes olas de combustible bajaron por la ladera hasta el Volga. Tres días más tarde, los Stuka realizaron más de 2.000 salidas contra el distrito industrial..., 700 unicamente contra la factoria Dzerzhinski. El mismo 5 de octubre, más de 300 cañones y morteros soviéticos emplazados en la orilla Este del Volga dispararon durante 40 minutos seguidos sobre los alemanes. Mientras tanto, el estallido del disparo del francotirador resonaba entre los escombros. Los tiradores soviéticos, agazapados tras las ruinas de los edificios, se cobraron un alto precio en vidas de la infanteria alemana. Un tirador certero, Vasily Zaitsev, ex pastor que habia perfeccionado sus habilidades cazando venados en las estribaciones de los montes Urales, se convirtió en héroe nacional. Llegó a Stalingrad el 20 de septiembre y diez días después ya habia dado muerte a 40 alemanes. Luego, Zaitsev empezó a entrenar hombres en una escuela establecida en la empresa quimica Lazur. Para contrarrestar a hombres como Zaitsev, los alemanes trajeron a su propio experto, el coronel de las SS Heinz Thorwald, que dirigía una escuela de tiro en Berlín. Recorriendo la tierra de nadie entre la fabrica y la colina Mamayev, Thorwald dio cuenta de dos de los experimentados colegas de Zaitsev. Luego, en una crispante cacería conducida através de las miras telescópicas de sus fusiles, los dos francotiradores de elite empezaron a acecharse mutuamente. Los adversarios se refugiaban entre los escombros antes del amanecer y permanecian allí todo el día, escrutando las ruinas en busca de su presa. Ocacionalmente, uno de ellos agitaba un casco o un guante, invitando a su adversario a revelar su posición. Al tercer día, Thorwald atacó. Estaba emboscado bajo una lámina de hierro cuando vió que alguien se levantaba descuidadamente sobre un parapeto. Era un compañero de Zaitsev, y Thorwald le alcanzó en el hombro. Pero ahora Zaitsev sabía donde se ocultaba el alemán. Al día siguiente, Zaitsev se colocó en posición con otro compañero y un plan. El hombre levantó levemente su casco. Thorwald disparó. El hombre gritó como si hubiese sido herido. Cuando Thorwald levantó ligeramente la cabeza para comprobarlo, Zaitsev disparó al alemán entre los ojos. Según el recuento soviético, Zaitsev se cobró 242 vidas alemanas durante la batalla de Stalingrad..., solo para perder su visión de lince cuando una mina hizo explosión y le dejó ciego.El 14 de octubre, Paulus montó su mayor ofensiva contra el norte de Stalingrad. Tras concentrar tres divisiones de infanteria  y 200 tanques de dos divisiones panzer, atacó el complejo de kilómetro y medio de extensión de talleres y cadenas de montaje de la fabrica de tractores. El bombardeo y el fuego de armas pequeñas fue tan intenso que el humo y el polvo levantado por los muros derribados taparon el sol y oscurecieron tanto el área que los combatientes apenas podían ver a más de cinco metros. Con los panzer y Stuka bombardeando los puestos fortificados soviéticos, los alemanes capturaron casi toda la planta. Esa noche, se abrieron paso hasta el Volga en un frente de más de un kilómetro y medio de ancho, dividiendo al Sexagésimo Segundo Ejército soviético en dos. Las unidades de asalto giraron hacia el Sur y se abrieron paso hasta la fábrica de artilleria Barricada Roja y la acería Octubre Rojo. Las bajas soviéticas durante los primeros tres días de la nueva ofensiva ascendieron a 13.000 muertos y heridos, cerca de un cuarto de las menguantes fuerzas del interior de la ciudad. Dentro del complejo Barricada Roja, la ofensiva perdió impulso. Los motociclistas apoyados por tanques de la 14va División Panzer no tomaron el primer edificio, una fábrica de pan del extremo sur del complejo, sino hasta el 24 de octubre. El asalto al segundo edificio se paralizó al día siguiente. Un sargento llamado Esser se agazapó detrás de un carro de combate inutilizado y observó la carnicería. Al otro lado de la calle yacía el cadáver del comandante de su compañía. Detrás estaba el comandante del pelotón..., tambien muerto. El lider de un escuadrón yacía muy cerca, herido en la cabeza y delirando de dolor. Fué demasiado para Esser. Como enloquecido, se puso de pie de un salto, gritó: <<¡Adelante!>> y condujo a una docena de los supervivientes de su pelotón através de 50 metros de patio abierto hasta el segundo edificio. Alcanzando el muro ilesos, abrieron un boquete con explosivos, pasaron al otro lado y sorprendieron a los defensores soviéticos que disparaban al patio desde las ventanas. Esser y sus hombres les abatieron con ametralladoras y luego hicieron lo propio con los soviéticos del segundo piso. La pequeña banda no descansó hasta que tomó 80 prisioneros, capturó un cañon antitanque y 16 ametralladoras pesadas y se hizo con el control de todo el edificio."Fuente: "El Tercer Reich Nro 27: Camino a Stalingrad (primera parte)". Ed. Time - Life. (pags: 86 - 88).Saludos!!!</blockquote>

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