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<blockquote data-quote="stalder" data-source="post: 40712" data-attributes="member: 73"><p>DeySeg n° 17, edición enero-febrero de 2004</p><p></p><p>Desde hace tiempo, se comenta acerca de la munición 5.56x45mm, y de los inconvenientes de su adopción por parte del Ejército Argentino, como arma destinada al combatiente individual. Las discusiones sobre las ventajas y desventajas de este calibre se han extendido por años. Sin embargo, el calibre se ha ido imponiendo tanto en aquellos países obligados a renovar por obsolescencia su armamento, como en otros necesitados de conformar grupos especiales de combatientes para tareas específicas.</p><p></p><p>En el Ejército Argentino, también las opiniones han evolucionado, llegándose al convencimiento de que el nuevo calibre ofrece importantes ventajas, en especial si se elige un fusil que aproveche al máximo las ventajas que reporta una munición significativamente más pequeña que la actual, de 7.62x51mm.</p><p></p><p>Siempre ha resultado atractivo a un hombre de armas, un fusil de bajo peso, de reducidas dimensiones y que ofrece la posibilidad de llevar menor peso de munición (o bien a igualdad de peso casi el doble de proyectiles).</p><p></p><p>No obstante, existen algunas dudas acerca del comportamiento de esta munición, algunas de las cuales son actualmente injustificadas y conviene aclararlas.</p><p></p><p>Respecto a la perforación del proyectil 5.56x45mm, en relación al 7.62x51mm, digamos que este inconveniente ha sido solucionado con los proyectiles actuales, con núcleo de acero SS-109. En cuanto a la posibilidad de desviación al atravesar blancos débiles (como ocurría en la guerra de VietNam, cuando el proyectil M-193 atravesaba el follaje y cambiaba de dirección) ha desaparecido con el uso de proyectiles más pesados, notoriamente más estables.</p><p></p><p>Una duda existente era el comportamiento de la munición con fuerte vientos laterales (importante en nuestro caso, teniendo en cuenta las características particulares de la Patagonia), por lo que se contempló la posibilidad de encarar una evaluación propia, ya que se carecía de información confiable.</p><p></p><p>Se suponía que los fuertes vientos laterales, habituales en el Teatro de Operaciones Sur, podrían producir un efecto de desviación y dispersión en la munición, de tal manera que llevaran al proyectil a una probabilidad tan baja de impacto en el blanco, que su utilización se hiciera inaceptable desde el punto de viste operacional y económico.</p><p></p><p>Para tal fin, se encomendó la tarea de evaluación a la Dirección de Tecnología Militar, sobre la base de la orden impartida por el Subjefe del Estado Mayor General del Ejército.</p><p></p><p>Dicha evaluación se concibió en cuatro etapas. En la primera de ellas, llevada a cabo en Buenos Aires, se efectuó la tarea de reglaje de los fusiles 5.56mm y 7.62mm, usándose fusiles nuevos provistos por los fabricantes. Luego se pasó a la segunda etapa que consistió en el tiro en el Polígono de Tiro de Campo de Mayo, donde se tiró sin viento lateral. Desde allí, y en cumplimiento de la tercera etapa, la comisión de evaluación se dirigió al sur del país, específicamente a la ciudad de Río Gallegos, donde a 14 Km de la misma se efectuó el tiro con fuertes vientos laterales. Finalmente, la cuarta etapa (nuevamente desarrollada en Buenos Aires) estuvo constituida por la evaluación de la información, la obtención de conclusiones y la elaboración del informe final, expuesto al Subjefe del Estado Mayor General del Ejército y los representantes de las distintas jefaturas, para los cuales el tema era de interés especial, como en el caso de Operaciones y Logística.</p><p></p><p>Para la evaluación fue preciso establecer, a priori, las condiciones de aceptación de la munición, teniendo presente que el estudio debía ser, además, comparativo con la munición 7.62x51mm que se consideraba apta.</p><p></p><p>Se definió, primeramente, el blanco a utilizar, constituido por la figura de un combatiente de frente de 50cm de ancho. </p><p></p><p>A partir de allí, se establecieron las condiciones principales que se debían cumplir:</p><p></p><p>Ø Que en las mismas circunstancias anteriores, la dispersión del 50% de los proyectiles no debía superar un radio a partir del centro de la rosa de tiro que superara los 25cm, lo que equivale a decir, que nunca más del 50% de los impactos podía quedar fuera del blanco.</p><p></p><p>Ø Que la energía remanente del proyectil fuera capaz de producir la puesta fuera de combate, en forma eficaz, de seres humanos y ganado.</p><p></p><p>Estos requisitos debían complementarse con las siguientes condiciones:</p><p></p><p>Ø Referida al carácter de evaluación comparativa: Que la dispersión de la munición 5.56x45mm, aún cumpliendo las condiciones anteriores, no debía superar en más del 50%, las de la munición 7.62x51mm.</p><p></p><p>Ø Referida a la distancia de evaluación: Que la misma debía ser del 66% de la distancia de uso reglamentario del arma individual, que es de 300m. Por ello el tiro se efectuó a los 200m con posibilidad de extrapolación de los resultados, a las distancias de 100 a 600m.</p><p></p><p>Ø Referida a la velocidad del viento: Que la velocidad máxima para la evaluación debía ser de 40km/h, de velocidad media, ya que a valores mayores los inconvenientes para el tiro que afectan al tirador, al arma, a la munición, al blanco y al medio en el cual se utiliza el sistema son tantos, que la desviación y la dispersión pasan a un segundo plano de importancia y afectan por igual a la munición de cualquier tipo y calibre.</p><p></p><p>Luego de realizar 60 series de 12 disparos cada una, con tres fusiles 5.56mm AUG de la fábrica Steyr y tres fusiles FAL de 7.62mm, tirando con municiones 7.62mm NATO del año 1994 y con munición 5.56mm M-193 y SS-109, y utilizando la forma de apoyo que se recomienda internacionalmente para este tipo de evaluación, se arribó a las siguientes conclusiones:</p><p></p><p>1) Que a la distancia del uso del arma individual, hasta los 300m, en el Teatro de Operaciones Sur, con fuertes vientos laterales, pueden usarse indistintamente, armas de 5.56mm o 7.62mm, ya que ambas cumplen todas las exigencias impuestas.</p><p></p><p>Para fundamentar los expresado, se agregan los gráficos 3 y 4, en los que se puede observar las rosas de tiros resultantes con munición 5.56mm y 7.62mm. Asimismo, puede verse cómo la dispersión de la munición 7.62mm es mayor que la de 5.56mm, y que el centro de la rosa de tiro de la munición 5.56mm se ha desviado más que el centro de la rosa de tiro de la munición 7.62mm. Para destacar lo dicho, se han superpuesto ambos gráficos, en el gráfico 5, en el que las cruces representan los centros de rosa, y los óvalos la zona de dispersión del 50%. En el mismo gráfico, puede apreciarse también, cómo el proyectil de 5.56 cae más que el de 7.62, pero en todos los casos dentro de los límites aceptables.</p><p></p><p>2) Que a distancias entre los 300 a 600m que son los correspondientes a la utilización exclusiva del fusil automático pesado (FAP), ambos proyectiles cumplen la condición impuesta de energía remanente necesarias para producir una baja en forma eficaz, pero que ninguno de los proyectiles cumple la condición de desviación impuesta. Al respecto, la condición de dispersión es sólo cumplida por la munición de 5.56mm. Por ello se concluye que, en estos alcances, es indistinto el uso de un arma 5.56 o 7.62mm.</p><p></p><p>Para fundamentar lo expresado, se agrega el gráfico 6, en el que se puede observar la desviación a 20 y 40km/h de viento medio del proyectil de 5.56mm y 7.62mm, en distancias entre 0 a 600m. La recta horizontal en línea de trazos representa el ancho normalizado del blanco. Dos tablas de valores complementan este gráfico: la 1 y 2, con las cuales se ha elaborado el gráfico 5.</p><p></p><p>3) Para distancias superiores a los 600m (que son las que corresponden con exclusividad a la ametralladora liviana) ningún proyectil cumple la condición de desviación. El proyectil de 5.56mm, no cumple la condición de dispersión a partir de los 850m, mientras que la munición 7.62 deja de hacerlo a partir de los 450m. En lo que hace a la energía remanente, la munición 5.56mm no cumple la condición impuesta más allá de los 740m, y la munición de 7.62mm lo hace hasta los 2000m. Teniendo en cuenta la importancia que tiene la energía cinética remanente en el tiro con ametralladora, se concluye que la munición de 5.56mm no es conveniente para el uso en este tipo de arma. Es recomendable, entonces, continuar con la utilización de armas 7.62mm.</p><p></p><p>Asimismo, y para ratificar lo consignado, se agrega el gráfico 7 en el que se ha representado la energía remanente de ambos proyectiles en Joules. Se debe tener en cuenta, como se explica en el gráfico, que se requiere un mínimo de 160 J para producir una baja segura en combatientes y ganado.</p><p></p><p>Todo lo dicho en los puntos 1 al 3 se puede resumir en la tabla 3.</p><p></p><p>Como puede verse, la evaluación permitió disipar la última duda que quedaba acerca de la munición 5.56x45mm. De tal manera, desde el punto de vista técnico, puedo definirse claramente su ámbito de aplicación. </p><p></p><p></p><p></p><p>que opinan de esto</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="stalder, post: 40712, member: 73"] DeySeg n° 17, edición enero-febrero de 2004 Desde hace tiempo, se comenta acerca de la munición 5.56x45mm, y de los inconvenientes de su adopción por parte del Ejército Argentino, como arma destinada al combatiente individual. Las discusiones sobre las ventajas y desventajas de este calibre se han extendido por años. Sin embargo, el calibre se ha ido imponiendo tanto en aquellos países obligados a renovar por obsolescencia su armamento, como en otros necesitados de conformar grupos especiales de combatientes para tareas específicas. En el Ejército Argentino, también las opiniones han evolucionado, llegándose al convencimiento de que el nuevo calibre ofrece importantes ventajas, en especial si se elige un fusil que aproveche al máximo las ventajas que reporta una munición significativamente más pequeña que la actual, de 7.62x51mm. Siempre ha resultado atractivo a un hombre de armas, un fusil de bajo peso, de reducidas dimensiones y que ofrece la posibilidad de llevar menor peso de munición (o bien a igualdad de peso casi el doble de proyectiles). No obstante, existen algunas dudas acerca del comportamiento de esta munición, algunas de las cuales son actualmente injustificadas y conviene aclararlas. Respecto a la perforación del proyectil 5.56x45mm, en relación al 7.62x51mm, digamos que este inconveniente ha sido solucionado con los proyectiles actuales, con núcleo de acero SS-109. En cuanto a la posibilidad de desviación al atravesar blancos débiles (como ocurría en la guerra de VietNam, cuando el proyectil M-193 atravesaba el follaje y cambiaba de dirección) ha desaparecido con el uso de proyectiles más pesados, notoriamente más estables. Una duda existente era el comportamiento de la munición con fuerte vientos laterales (importante en nuestro caso, teniendo en cuenta las características particulares de la Patagonia), por lo que se contempló la posibilidad de encarar una evaluación propia, ya que se carecía de información confiable. Se suponía que los fuertes vientos laterales, habituales en el Teatro de Operaciones Sur, podrían producir un efecto de desviación y dispersión en la munición, de tal manera que llevaran al proyectil a una probabilidad tan baja de impacto en el blanco, que su utilización se hiciera inaceptable desde el punto de viste operacional y económico. Para tal fin, se encomendó la tarea de evaluación a la Dirección de Tecnología Militar, sobre la base de la orden impartida por el Subjefe del Estado Mayor General del Ejército. Dicha evaluación se concibió en cuatro etapas. En la primera de ellas, llevada a cabo en Buenos Aires, se efectuó la tarea de reglaje de los fusiles 5.56mm y 7.62mm, usándose fusiles nuevos provistos por los fabricantes. Luego se pasó a la segunda etapa que consistió en el tiro en el Polígono de Tiro de Campo de Mayo, donde se tiró sin viento lateral. Desde allí, y en cumplimiento de la tercera etapa, la comisión de evaluación se dirigió al sur del país, específicamente a la ciudad de Río Gallegos, donde a 14 Km de la misma se efectuó el tiro con fuertes vientos laterales. Finalmente, la cuarta etapa (nuevamente desarrollada en Buenos Aires) estuvo constituida por la evaluación de la información, la obtención de conclusiones y la elaboración del informe final, expuesto al Subjefe del Estado Mayor General del Ejército y los representantes de las distintas jefaturas, para los cuales el tema era de interés especial, como en el caso de Operaciones y Logística. Para la evaluación fue preciso establecer, a priori, las condiciones de aceptación de la munición, teniendo presente que el estudio debía ser, además, comparativo con la munición 7.62x51mm que se consideraba apta. Se definió, primeramente, el blanco a utilizar, constituido por la figura de un combatiente de frente de 50cm de ancho. A partir de allí, se establecieron las condiciones principales que se debían cumplir: Ø Que en las mismas circunstancias anteriores, la dispersión del 50% de los proyectiles no debía superar un radio a partir del centro de la rosa de tiro que superara los 25cm, lo que equivale a decir, que nunca más del 50% de los impactos podía quedar fuera del blanco. Ø Que la energía remanente del proyectil fuera capaz de producir la puesta fuera de combate, en forma eficaz, de seres humanos y ganado. Estos requisitos debían complementarse con las siguientes condiciones: Ø Referida al carácter de evaluación comparativa: Que la dispersión de la munición 5.56x45mm, aún cumpliendo las condiciones anteriores, no debía superar en más del 50%, las de la munición 7.62x51mm. Ø Referida a la distancia de evaluación: Que la misma debía ser del 66% de la distancia de uso reglamentario del arma individual, que es de 300m. Por ello el tiro se efectuó a los 200m con posibilidad de extrapolación de los resultados, a las distancias de 100 a 600m. Ø Referida a la velocidad del viento: Que la velocidad máxima para la evaluación debía ser de 40km/h, de velocidad media, ya que a valores mayores los inconvenientes para el tiro que afectan al tirador, al arma, a la munición, al blanco y al medio en el cual se utiliza el sistema son tantos, que la desviación y la dispersión pasan a un segundo plano de importancia y afectan por igual a la munición de cualquier tipo y calibre. Luego de realizar 60 series de 12 disparos cada una, con tres fusiles 5.56mm AUG de la fábrica Steyr y tres fusiles FAL de 7.62mm, tirando con municiones 7.62mm NATO del año 1994 y con munición 5.56mm M-193 y SS-109, y utilizando la forma de apoyo que se recomienda internacionalmente para este tipo de evaluación, se arribó a las siguientes conclusiones: 1) Que a la distancia del uso del arma individual, hasta los 300m, en el Teatro de Operaciones Sur, con fuertes vientos laterales, pueden usarse indistintamente, armas de 5.56mm o 7.62mm, ya que ambas cumplen todas las exigencias impuestas. Para fundamentar los expresado, se agregan los gráficos 3 y 4, en los que se puede observar las rosas de tiros resultantes con munición 5.56mm y 7.62mm. Asimismo, puede verse cómo la dispersión de la munición 7.62mm es mayor que la de 5.56mm, y que el centro de la rosa de tiro de la munición 5.56mm se ha desviado más que el centro de la rosa de tiro de la munición 7.62mm. Para destacar lo dicho, se han superpuesto ambos gráficos, en el gráfico 5, en el que las cruces representan los centros de rosa, y los óvalos la zona de dispersión del 50%. En el mismo gráfico, puede apreciarse también, cómo el proyectil de 5.56 cae más que el de 7.62, pero en todos los casos dentro de los límites aceptables. 2) Que a distancias entre los 300 a 600m que son los correspondientes a la utilización exclusiva del fusil automático pesado (FAP), ambos proyectiles cumplen la condición impuesta de energía remanente necesarias para producir una baja en forma eficaz, pero que ninguno de los proyectiles cumple la condición de desviación impuesta. Al respecto, la condición de dispersión es sólo cumplida por la munición de 5.56mm. Por ello se concluye que, en estos alcances, es indistinto el uso de un arma 5.56 o 7.62mm. Para fundamentar lo expresado, se agrega el gráfico 6, en el que se puede observar la desviación a 20 y 40km/h de viento medio del proyectil de 5.56mm y 7.62mm, en distancias entre 0 a 600m. La recta horizontal en línea de trazos representa el ancho normalizado del blanco. Dos tablas de valores complementan este gráfico: la 1 y 2, con las cuales se ha elaborado el gráfico 5. 3) Para distancias superiores a los 600m (que son las que corresponden con exclusividad a la ametralladora liviana) ningún proyectil cumple la condición de desviación. El proyectil de 5.56mm, no cumple la condición de dispersión a partir de los 850m, mientras que la munición 7.62 deja de hacerlo a partir de los 450m. En lo que hace a la energía remanente, la munición 5.56mm no cumple la condición impuesta más allá de los 740m, y la munición de 7.62mm lo hace hasta los 2000m. Teniendo en cuenta la importancia que tiene la energía cinética remanente en el tiro con ametralladora, se concluye que la munición de 5.56mm no es conveniente para el uso en este tipo de arma. Es recomendable, entonces, continuar con la utilización de armas 7.62mm. Asimismo, y para ratificar lo consignado, se agrega el gráfico 7 en el que se ha representado la energía remanente de ambos proyectiles en Joules. Se debe tener en cuenta, como se explica en el gráfico, que se requiere un mínimo de 160 J para producir una baja segura en combatientes y ganado. Todo lo dicho en los puntos 1 al 3 se puede resumir en la tabla 3. Como puede verse, la evaluación permitió disipar la última duda que quedaba acerca de la munición 5.56x45mm. De tal manera, desde el punto de vista técnico, puedo definirse claramente su ámbito de aplicación. que opinan de esto [/QUOTE]
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