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Mensaje: <blockquote data-quote="njl56" data-source="post: 1532741" data-attributes="member: 966">... mientras tanto, encerrado en mi oficina, perdido tras enormes pilas de manuales que muy bien conocía sobre despiece de repuestos yo trataba con entusiasmo de completar los listados de herramientas y accesorios necesarios para poder cumplir la misión que se me estaba encomendando.Pusimos desde un primer momento el acento en el cumplimiento de procesos de trabajo apuntalados a su vez por instrucciones particulares siempre pensando en lo que podíamos encontrar por que aún, no sabíamos que era lo que nos esperaba.Todo era teórico, así, si había que desmontar, reparar y volver a montar una rueda de apoyo, necesitaríamos un torquímetro que nos permitiese alcanzar con certeza y precisión los 42 kilográmetros.Así se acumularon enormes listas de herramientas, contenedores para su preservación, listados de consumibles: sabíamos que los vehículos debían ser puestos en la mejor condición por cuanto se realizaría el recambio de todos los fluidos, y por cierto la lista de fluidos de estos vehículos no es menor. Era necesario estimar, calcula, obtener y por fin transportar todo cuanto fuera necesario, claro, aquello que nuestra imaginación en ese momento nos sugiriese como necesario...El movimiento de las unidades al taller central y la vuelta implicaba además del traslado de los elementos, el nuestro, el personal.Trate de abarcar todas las posibilidades concebibles, estaba solo con esto, debíamos vivir de lunes a viernes en las unidades militares donde se encontraran los vehículos a recorrer... debía hacerme responsable por el bienestar del personal a mi cargo, su saludo física y anímica, debía pensar en todo.El 08 de marzo de 1998 dispuse en la calle interna de la planta de Martelli, en ordenadas plataformas de maderas cuanto había completado mis listados. Veintiséis bultos con poca uniformidad aparente habían sido acondicionados, lista en mano repasaba yo el contenido de cada uno de ellos, eran casi las 19 horas, se aproximó mi jefe, ninguno de los dos dijo una palabra pero ambos sabíamos lo que estábamos pensando: al día siguiente despertaríamos un león dormido, nos metíamos en su madriguera, dormiríamos y comeríamos con él, debíamos seducirlo y ponerlo de nuestro lado y en esa tarea, mi actitud sería fundamental...</blockquote>

Verificación: Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982