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<blockquote data-quote="argie" data-source="post: 368047" data-attributes="member: 141"><p><span style="font-size: 15px"><u>Diseñan una nueva generación de satélite</u></span></p><p></p><p><span style="font-size: 12px">Pesa sólo 5 kilos y deberá resistir un lanzamiento comparable al disparo de un cañón.</span> </p><p></p><p><em><strong>por Lucas Viano</strong></em></p><p></p><p>Cuando esté listo,<strong> el satélite que está diseñando un grupo de científicos cordobeses podrá tomarse con una mano. Pesará sólo cinco kilos</strong>, contra la tonelada y media que pesa el SAC-D, el próximo artefacto nacional que llegará al espacio este año.</p><p></p><p>Es tan pequeño que<strong> se ubica dentro de la categoría de nanosatélite. Pero también está diseñado para resistir un lanzamiento comparable al disparo de un cañón. Alcanzará más de 25 mil kilómetros por hora en 0,06 segundos</strong>.</p><p></p><p>El director del proyecto, Eduardo Zapico, y su codirector, Luis Murgio, formaron parte del proyecto Víctor I, el satélite cordobés que llegó al espacio en 1996. Ahora, desde la Instituto Universitario Aeronáutico (IUA) y la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), junto a otras 10 personas, desarrollan una nueva generación de satélite.</p><p></p><p>En 2005, un colega argentino que trabaja en el Instituto Alemán de Investigación Aeroespacial (DLR, su sigla en alemán) los convocó para construir una carga útil de cinco kilogramos para ser lanzada por un cañón electromagnético, conocido como rail-gun.</p><p></p><p>“El objetivo de los alemanes es hacer un cañón que en lugar de ser propulsado por pólvora u otro combustible químico, utilice energía electromagnética. La idea es audaz. Tiene requerimientos tecnológicos increíbles”, dice Zapico. El calentamiento durante el lanzamiento llega a cinco mil grados, por la alta velocidad que alcanza dentro de la atmósfera terrestre.</p><p></p><p>El nivel de aceleración es muy grande. “La estructura del satélite va a pesar 200 gramos, tendrá 25 centímetros de alto por 12 centímetros de diámetro, pero soportará dos contenedores de soja de 20 toneladas lanzados encima de él”, ejemplifica.</p><p></p><p><strong>Cañón electromagnético</strong>. El cañón electromagnético se probó sólo con fines militares. Ningún satélite se ha lanzado con este dispositivo. Utiliza una tecnología similar a los trenes súper veloces con potentes electroimanes. Aprovecha la atracción y repulsión que ellos generan.</p><p></p><p>“En este caso, el lanzador tiene que salir de golpe con mucha velocidad para alcanzar la órbita. Llega a siete mil metros por segundo (25.200 kilómetros por hora). Una bala de rifle alcanza los mil metros por segundo (3.600 kilómetros por hora)”, explica.</p><p></p><p>La aceleración es de 10 mil “g”, es decir, 10 mil veces más intensa que la atracción gravitatoria de la Tierra. Esto significa que el nanosatélite pasará de cero a 25 mil kilómetros por hora en 0,06 segundos.</p><p></p><p>El grupo comenzó a realizar los cálculos de algo que, a priori, parecía imposible, pero le fueron encontrando la vuelta. A nivel teórico, ya pudieron diseñar esta estructura resistente y ahora están en la etapa de construcción.</p><p></p><p>El nanosatélite tiene una cofia y siete módulos internos que resistirán el estrés del lanzamiento. “Estamos construyendo los primeros modelos. El material que predomina es la fibra de carbono porque soporta bien y es liviana”, comenta Zapico.</p><p></p><p>El nanosatélite irá dentro de un vector, una especie de misil que lo protegerá del calor extremo en la puesta en órbita.</p><p></p><p>La misión del aparato será recolectar datos sobre la hidrología de Córdoba de estaciones terrestres para luego mandarlos a un solo sitio. “La ventaja de recolectar la información de esta forma es que vía celular es más caro porque si son 100 estaciones que emiten información 10 veces por día, son mil llamados diarios”, argumenta.</p><p></p><p>Un nanosatélite tiene sus ventajas. Los grandes aparatos llevan muchos años de desarrollo (entre cinco y 10). Y son costosos: 500 millones de dólares construirlos y otros tanto ponerlos en órbita. Entonces, si fallan se pierde mucho tiempo y dinero.</p><p></p><p>“Los nanosatélites son proyectos de tres años, más económicos. Si fallan, se puede volver a construir rápidamente. Hay una tendencia a fabricar nanosatélites, sobre todo, en las universidades”, asegura Zapico.</p><p></p><p>El proyecto depende de los avances que logren los alemanes con su cañón. En 2011 estaría listo para realizar las primeras pruebas.</p><p></p><p>“Podemos aprovechar esos ensayos para ir probando partes de nuestro satélite, como las celdas solares, baterías y algún procesador”, se esperanza Zapico.</p><p></p><p>Mientras tanto realizarán algunos ensayos en Córdoba, para aproximarse lo más posible a ese momento extremo del lanzamiento.</p><p></p><p><strong><u>En órbita</u></strong></p><p></p><p><strong>Ranking mundial</strong>. Hasta 2008, Rusia (más la URSS) encabezaba la lista de países con más satélites en órbita: 1.398. Además, colocó el primero: el Sputnik 1, en 1958. Le siguen EE.UU. (1.042), Japón (123), China (83) y Francia (44). Argentina está entre los primeros 20, con 10 satélites en el espacio.</p><p></p><p><strong><u>Bien alto, en el espacio</u></strong></p><p></p><p>El único artefacto argentino que orbita la Tierra es el SAC-C. Fue puesto en órbita en 2000. Pesa cerca de 500 kilos. Sirve para el monitoreo de costas, riberas y campos.</p><p></p><p><a href="http://www.lavoz.com.ar/content/disenan-una-nueva-generacion-de-satelite">http://www.lavoz.com.ar/content/disenan-una-nueva-generacion-de-satelite</a></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="argie, post: 368047, member: 141"] [SIZE="4"][U]Diseñan una nueva generación de satélite[/U][/SIZE] [SIZE="3"]Pesa sólo 5 kilos y deberá resistir un lanzamiento comparable al disparo de un cañón.[/SIZE] [I][B]por Lucas Viano[/B][/I] Cuando esté listo,[B] el satélite que está diseñando un grupo de científicos cordobeses podrá tomarse con una mano. Pesará sólo cinco kilos[/B], contra la tonelada y media que pesa el SAC-D, el próximo artefacto nacional que llegará al espacio este año. Es tan pequeño que[B] se ubica dentro de la categoría de nanosatélite. Pero también está diseñado para resistir un lanzamiento comparable al disparo de un cañón. Alcanzará más de 25 mil kilómetros por hora en 0,06 segundos[/B]. El director del proyecto, Eduardo Zapico, y su codirector, Luis Murgio, formaron parte del proyecto Víctor I, el satélite cordobés que llegó al espacio en 1996. Ahora, desde la Instituto Universitario Aeronáutico (IUA) y la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), junto a otras 10 personas, desarrollan una nueva generación de satélite. En 2005, un colega argentino que trabaja en el Instituto Alemán de Investigación Aeroespacial (DLR, su sigla en alemán) los convocó para construir una carga útil de cinco kilogramos para ser lanzada por un cañón electromagnético, conocido como rail-gun. “El objetivo de los alemanes es hacer un cañón que en lugar de ser propulsado por pólvora u otro combustible químico, utilice energía electromagnética. La idea es audaz. Tiene requerimientos tecnológicos increíbles”, dice Zapico. El calentamiento durante el lanzamiento llega a cinco mil grados, por la alta velocidad que alcanza dentro de la atmósfera terrestre. El nivel de aceleración es muy grande. “La estructura del satélite va a pesar 200 gramos, tendrá 25 centímetros de alto por 12 centímetros de diámetro, pero soportará dos contenedores de soja de 20 toneladas lanzados encima de él”, ejemplifica. [B]Cañón electromagnético[/B]. El cañón electromagnético se probó sólo con fines militares. Ningún satélite se ha lanzado con este dispositivo. Utiliza una tecnología similar a los trenes súper veloces con potentes electroimanes. Aprovecha la atracción y repulsión que ellos generan. “En este caso, el lanzador tiene que salir de golpe con mucha velocidad para alcanzar la órbita. Llega a siete mil metros por segundo (25.200 kilómetros por hora). Una bala de rifle alcanza los mil metros por segundo (3.600 kilómetros por hora)”, explica. La aceleración es de 10 mil “g”, es decir, 10 mil veces más intensa que la atracción gravitatoria de la Tierra. Esto significa que el nanosatélite pasará de cero a 25 mil kilómetros por hora en 0,06 segundos. El grupo comenzó a realizar los cálculos de algo que, a priori, parecía imposible, pero le fueron encontrando la vuelta. A nivel teórico, ya pudieron diseñar esta estructura resistente y ahora están en la etapa de construcción. El nanosatélite tiene una cofia y siete módulos internos que resistirán el estrés del lanzamiento. “Estamos construyendo los primeros modelos. El material que predomina es la fibra de carbono porque soporta bien y es liviana”, comenta Zapico. El nanosatélite irá dentro de un vector, una especie de misil que lo protegerá del calor extremo en la puesta en órbita. La misión del aparato será recolectar datos sobre la hidrología de Córdoba de estaciones terrestres para luego mandarlos a un solo sitio. “La ventaja de recolectar la información de esta forma es que vía celular es más caro porque si son 100 estaciones que emiten información 10 veces por día, son mil llamados diarios”, argumenta. Un nanosatélite tiene sus ventajas. Los grandes aparatos llevan muchos años de desarrollo (entre cinco y 10). Y son costosos: 500 millones de dólares construirlos y otros tanto ponerlos en órbita. Entonces, si fallan se pierde mucho tiempo y dinero. “Los nanosatélites son proyectos de tres años, más económicos. Si fallan, se puede volver a construir rápidamente. Hay una tendencia a fabricar nanosatélites, sobre todo, en las universidades”, asegura Zapico. El proyecto depende de los avances que logren los alemanes con su cañón. En 2011 estaría listo para realizar las primeras pruebas. “Podemos aprovechar esos ensayos para ir probando partes de nuestro satélite, como las celdas solares, baterías y algún procesador”, se esperanza Zapico. Mientras tanto realizarán algunos ensayos en Córdoba, para aproximarse lo más posible a ese momento extremo del lanzamiento. [B][U]En órbita[/U][/B] [B]Ranking mundial[/B]. Hasta 2008, Rusia (más la URSS) encabezaba la lista de países con más satélites en órbita: 1.398. Además, colocó el primero: el Sputnik 1, en 1958. Le siguen EE.UU. (1.042), Japón (123), China (83) y Francia (44). Argentina está entre los primeros 20, con 10 satélites en el espacio. [B][U]Bien alto, en el espacio[/U][/B] El único artefacto argentino que orbita la Tierra es el SAC-C. Fue puesto en órbita en 2000. Pesa cerca de 500 kilos. Sirve para el monitoreo de costas, riberas y campos. [url]http://www.lavoz.com.ar/content/disenan-una-nueva-generacion-de-satelite[/url] [/QUOTE]
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Verificación
Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
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