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<blockquote data-quote="Derruido" data-source="post: 122609" data-attributes="member: 30">El periodista que sobrevivió al accidente aéreo en Brasil narró la experiencia en el New York Times Es una de las siete personas que viajaban en el menor de los aviones. El otro cayó causando la muerte de sus 149 pasajeros y seis tripulantes. &quot;Sentí una sacudida terrorífica y una fuerte explosión seguida de un espeluznante silencio. Y, después, las palabras que no olvidaré: 'fuimos chocados'&quot;.Sentí una sacudida terrorífica y una fuerte explosión, seguida de un silencio espeluznante, salvo por el ruido de los motores. Y, después, las palabras que nunca olvidaré: 'fuimos chocados'&quot;. Así vivió el periodista Joe Sharkey la colisión entre el pequeño avión en el que viajaba y el Boeing 737 que cayó el viernes a la selva del Mato Grosso causando la muerte de sus 149 pasajeros y seis tripulantes y protagonizando la peor tragedia aérea de la historia de Brasil. El periodista, que al igual que las siete personas que volaban en el pequeño Legacy 600 pudo llegar a tierra sano y salvo, se sabe afortunado. En los días siguientes al accidente, escribió en el New York Times, escuchó varias veces que &quot;nadie sobrevive a un choque en el aire&quot; y aunque tuvo &quot;la suerte de estar vivo&quot; luego se enteró de la desgracia de los 155 pasajeros del Boeing de la aerolínea Gol. Sharkey comienza su relato comentando que, hasta el momento del impacto, había sido &quot;un vuelo confortable y sin incidentes&quot;. Pero, señala, después del choque y al ver que sólo quedaba una parte pequeña de una de las alas comenzaron &quot;los 30 minutos más espantosos&quot; de su vida. El periodista aseguró que &quot;sorprendentemente, nadie entró en pánico&quot; pese a que, mientras los pilotos buscaban el aeropuerto o el lugar apropiado más cercano para aterrizar &quot;pasaban los minutos y el avión seguía perdiendo velocidad&quot;. &quot;Pensé en mi familia. No había forma de intentar un llamado por el celular&quot;, añadió. Luego, narró, los pilotos pudieron hacer contacto con el control aéreo y lograron aterrizar con gran parte de los comandos fuera de funcionamiento. A la llegada a tierra, le siguieron momentos de distensión y hasta bromas, hasta que, escribió Sharkey, un ejecutivo de la constructora Embrear que era el único que hablaba portugués les informó sobre la caída del Boeing. &quot;Las risas, tal como eran, se acabaron por el momento mientras pensamos, una y otra vez, en los cuerpos aún no recuperados en la selva, y en como sus vidas y las nuestras se cruzaron, literal y metafóricamente, por una horrible fracción de segundo&quot;.</blockquote>

[QUOTE="Derruido, post: 122609, member: 30"] El periodista que sobrevivió al accidente aéreo en Brasil narró la experiencia en el New York Times Es una de las siete personas que viajaban en el menor de los aviones. El otro cayó causando la muerte de sus 149 pasajeros y seis tripulantes. "Sentí una sacudida terrorífica y una fuerte explosión seguida de un espeluznante silencio. Y, después, las palabras que no olvidaré: 'fuimos chocados'". Sentí una sacudida terrorífica y una fuerte explosión, seguida de un silencio espeluznante, salvo por el ruido de los motores. Y, después, las palabras que nunca olvidaré: 'fuimos chocados'". Así vivió el periodista Joe Sharkey la colisión entre el pequeño avión en el que viajaba y el Boeing 737 que cayó el viernes a la selva del Mato Grosso causando la muerte de sus 149 pasajeros y seis tripulantes y protagonizando la peor tragedia aérea de la historia de Brasil. El periodista, que al igual que las siete personas que volaban en el pequeño Legacy 600 pudo llegar a tierra sano y salvo, se sabe afortunado. En los días siguientes al accidente, escribió en el New York Times, escuchó varias veces que "nadie sobrevive a un choque en el aire" y aunque tuvo "la suerte de estar vivo" luego se enteró de la desgracia de los 155 pasajeros del Boeing de la aerolínea Gol. Sharkey comienza su relato comentando que, hasta el momento del impacto, había sido "un vuelo confortable y sin incidentes". Pero, señala, después del choque y al ver que sólo quedaba una parte pequeña de una de las alas comenzaron "los 30 minutos más espantosos" de su vida. El periodista aseguró que "sorprendentemente, nadie entró en pánico" pese a que, mientras los pilotos buscaban el aeropuerto o el lugar apropiado más cercano para aterrizar "pasaban los minutos y el avión seguía perdiendo velocidad". "Pensé en mi familia. No había forma de intentar un llamado por el celular", añadió. Luego, narró, los pilotos pudieron hacer contacto con el control aéreo y lograron aterrizar con gran parte de los comandos fuera de funcionamiento. A la llegada a tierra, le siguieron momentos de distensión y hasta bromas, hasta que, escribió Sharkey, un ejecutivo de la constructora Embrear que era el único que hablaba portugués les informó sobre la caída del Boeing. "Las risas, tal como eran, se acabaron por el momento mientras pensamos, una y otra vez, en los cuerpos aún no recuperados en la selva, y en como sus vidas y las nuestras se cruzaron, literal y metafóricamente, por una horrible fracción de segundo". [/QUOTE]

Verificación

Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982