Venezuela asume investigación en la Antártida como política oficial
Aunque más de 9.000 kilómetros separan a nuestro país del gélido continente, se creó por decreto de Gaceta Oficial la Comisión Presidencial Antártida, para proponer un cambio de estatus en la zona
Yakary Prado Diario El Nacional
Según decreto publicado en la Gaceta Oficial de este miércoles, el Gobierno venezolano creó una comisión presidencial de seis ministerios para asesorar al presidente Hugo Chávez en las decisiones y acciones para la investigación ecológica internacional de la Antártida.
"Es deber del Estado venezolano promover los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la Humanidad", refirió el decreto.
El texto expresa, además, que el Estado requiere involucrarse en el quehacer científico internacional, para responder a las necesidades de conocimiento dados los cambios climáticos globales.
Con el decreto, el Estado asume la elaboración de una política oficial en la materia, que pasa por propiciar con fines pacíficos investigaciones y trabajos técnicos sobre el tema Antártico. Además, Venezuela se propone como facilitador de los procesos de cooperación internacional para proponer el cambio de estatus necesario en la zona.
La comisión está integrada por los ministerios de Ambiente, Ciencia y Tecnología, Defensa, Energía y Petróleo, Relaciones Exteriores y Planificación y Desarrollo, así como también por las instituciones de educación superior dedicadas a la investigación en el área.
Naciones Unidas aceptará hasta mayo del 2009 reclamos de soberanía sobre la Antártida, un continente helado de más de 14.000.000 km2 que podría albergar grandes riquezas petroleras, gasíferas y ecológicas y cuya soberanía se disputan varias naciones.
Recientemente, Londres anunció su pretensión de anexarse más de un 1.000.000 Km2 de la Antártida. El anuncio incrementó las tensiones con Chile y Argentina, los únicos países que tienen bebés nacidos en el lugar y que pretenden fortalecer su presencia en la zona.
Según el Tratado Internacional de la Antártida, firmado en 1959, el Polo Sur se mantiene como el único continente en el que no puede haber armas de guerra, desechos tóxicos o explotación de minerales. Este acuerdo contempla que el uso de la Antártida debe limitarse exclusivamente a la ciencia y al turismo.
Los países que mantienen reclamos de soberanía sobre la Antártida son Argentina, Australia, Chile, Francia, Noruega, Nueva Zelanda y Reino Unido. Países como Estados Unidos y Rusia, firmantes originales del tratado, se reservaron el derecho a realizar reclamaciones en cualquier momento si otros países hacían valer las suyas.
El llamado continente blanco es el más elevado de la Tierra, está casi cubierto por hielo y contiene cerca del 90% de agua dulce de todo el mundo. La población vegetal se limita a 350 especies y no tiene animales vertebrados, sólo crustáceos pequeños (como el krill) y temporalmente osos marinos, focas y pingüinos. Los días de verano en la Antártida (en pleno enero) tienen luz casi las 24 horas, mientras que en el invierno, se apodera del ambiente una prolongada penumbra. Durante los meses de marzo y septiembre, el continente se congela provocando el llamado océano austral y duplicando su superficie.
La Antártida es una especie de regulador del clima mundial, y cualquier impacto significativo sobre su ecosistema podría alterar el patrón del clima mundial. De hecho, la Nasa reveló el año pasado que en 2002, el oeste de la Antártida (el polo Sur) vivió su peor deshielo en tres décadas como consecuencia del aumento sostenido de la temperatura mundial, que en la Antártida se ha hecho cinco veces más rápido. El fuerte retroceso de los hielos puede ocasionar que las capas se desprendan y fluyan al océano, y aumenten así los niveles de los mares.
Diversas bases de investigación científica se han establecido en territorio de la Antártida, siendo el primer asentamiento argentino. El turismo es también intensamente explotado en la zona, bien mediante cruceros o sobrevuelos que permiten conocer el continente.