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<blockquote data-quote="FloSof" data-source="post: 746171" data-attributes="member: 5836"><p><span style="color: DarkSlateBlue"><u><em>En Estados Unidos </em></u></span></p><p>[media]http://www.youtube.com/watch?v=uEKW4jq4ESY&feature=related[/media]</p><p>Los bombardeos masivos y la crueldad de la guerra retransmitida por vez primera por los medios de comunicación terminaron de cambiar la imagen que aún había en muchos países de EE.UU. y especialmente la que tenían los estadounidenses de sí mismos. La imagen de un país enorme aplastando a otro pequeño y la de sus soldados cometiendo matanzas fuera y dentro resultaron demoledoras, dejando aplastado (pero no muerto) el espíritu del Destino Manifiesto. En las elecciones de 1968 un presidente dedicado a las reformas sociales como Lyndon Johnson se enfrentó a fuertes desafíos por parte de dos demócratas opuestos a la guerra: los senadores Eugene McCarthy y Robert Kennedy (hermano del asesinado presidente Kennedy y asesinado también al final de la campaña). El 31 de marzo, en vista de una humillante derrota en las encuestas de opinión pública y de la incesante prolongación del conflicto en Vietnam, Johnson se retiró de la contienda presidencial y ofreció negociar el fin de la guerra. La reelección de Nixon en 1972 provocó un éxodo masivo de ciudadanos descontentos a países como Canadá.</p><p>La oposición a la guerra se extendió dentro y fuera de Estados Unidos entre la juventud, siendo una de las causas de los movimientos contra el sistema, como el movimiento hippie. Las universidades estadounidenses fueron escenario de manifestaciones de protesta contra la implicación de Estados Unidos en esta guerra no declarada y, en opinión de muchos, injustificada. Hubo encuentros violentos entre los estudiantes y la policía con masacres. En octubre de 1967, 200.000 manifestantes marcharon frente al Pentágono, en Washington DC, exigiendo la paz, siendo uno de los puntos más álgidos del movimiento pacifista. También es cierto que dicha situación coincidió con uno de los momentos de máxima prosperidad económica con una gran demanda de empleo, lo que confería mucha seguridad a la juventud y posibilidades de cambiar modas y costumbres.</p><p></p><p>Manifestante ofreciendo una flor a un policía militar durante una protesta anti-Vietnam en Arlington, Virginia, en 1967. National Archive.</p><p>La firma de los acuerdos de paz en París no fue una salida con honor, como pretendía Nixon, como demostró después la sensibilidad de la sociedad estadounidense hacia los desaparecidos en combate y, en décadas posteriores, a todos los que evitaron el conflicto por uno u otro camino. Además la contienda dejó centenares de miles de soldados con una amplia adicción a las drogas y afectados por los efectos del agente naranja usado durante la guerra, que lograron décadas después la prestación sanitaria gratuita o la supresión de barreras arquitectónicas.</p><p>El ejército estadounidense afirmó siempre que había luchado como debía, y si no logró la victoria fue por tener las manos atadas a la espalda, teniendo que llevar a los periodistas al mismo frente, no pudiendo emplearse como deseaba, etc. Pero el trauma de Vietnam duró mucho más a los militares que a la sociedad en general. Así las referencias a esta contienda en cualquier guión de cine que requiera ayuda del Pentágono son discutidas hasta la saciedad incluso con amenaza de romper la colaboración si no se atiende a sus demandas[35]o fue el caso de Oficial y Caballero sobre las canciones que cantaban los cadetes sobre los niños y el napalm, o T.A.P.S. Más allá del honor donde hubo que cambiar los diálogos, el final y la actitud del capitán de la Guardia Nacional porque se estrenaba diez años después de la matanza de Kent State y podía recordar al hecho (los productores necesitaban los carros y los helicópteros), o en el mismísimo James Bond, unos treinta años después de terminar el conflicto, los guionistas tuvieron que suprimir una frase sobre la posibilidad de comenzar otra guerra contra Vietnam si era descubierto y "puede que esta vez ganemos".[35]</p><p><em>COLOR="DarkSlateBlue"]Para Vietnam[/COLOR][/U]</em></p><p>La victoria frente al capitalismo no trajo la paz a Vietnam, como el cambio de nombre de su fiesta nacional por Día de la Paz pudiera hacernos creer. Pocos años después la nación invadía Camboya y los hombres de las balsas (refugiados) siguieron aumentando sin que ningún país quisiera hacerse cargo de ellos. Aunque la invasión de su vecino trajo la liberación de los camboyanos de su régimen maoísta, una de los más sanguinarios del planeta sino el que más, no logró la paz. Las luchas contra lo que quedaba de los Jemeres Rojos se prolongaron durante más de una década, con continuos anuncios de retirada que se aplazaban o no se cumplían, hasta que en los años 90 se celebraron elecciones en aquel país (ver Historia de Camboya).</p><p>El antiguo Vietnam del Norte perdió el 70% de su infraestructura industrial y de transportes, además de 3 000 escuelas, 15 centros universitarios y 10 hospitales.[9]</p><p>El mediobiente vietnamita quedó profundamente dañado por la utilización del Agente Naranja que desfolió grandes extensiones de selva que no han vuelto a recuperarse por la invasión del bambú y otras plantas. Pero peor aún fueron los efectos en la población de esas sustancias, aparentemente inocuas para los humanos, con miles de abortos prematuros, esterilidad (especialmente dolorosa para las mujeres de medios rurales)[1] y nacimientcon malformaciones, a lo que debe añadirse todos los hijos ilegítimos de rasgos caucasicos y africanos dejados en la pobreza y marginación por los soldados de Estados Unidos.</p><p>Así mismo han causado muchos daños a la agricultura, muertes entre los campesinos y amputaciones (especialmente a niños) los miles de explosivos, municiones y minas sin estallar ni retirar en los bosques y arrozales. Estos efectos provocaron la bajada de producción en las explotaciones agrícolas y el aumento de la población urbana que huía del campo, convertido en campo de batalla. Se han contabilizado 10 500 000 refugiados; creando unas pérdidas de 200 000 millones de dólares.[9]</p><p>También es ver que, aún acallados por la censura oficial, muchos vietnamitas echaban de menos los tiempos de los "yankis" y su dinero.[1] Pero con la apertura de relaciones diplomáticas en los años 90 y la ayuda económica estadounidense se han producido situaciones de cierto desconcierto ante tanta generosidad.</p><p>Las enormes infraestructuras de túneles excavados por todo Vietnam ahora forman parte de las atracciones que visitan los turistas. Se pueden ver las entradas camufladas, recorrer sus galerías, sentarse en las selvas de reuniones e incluso disparar las Ak-47.[16] Este turismo de ra ha contribuido a levantar la economía del país, muy debilitada tras la caída de la URSS.</p><p>Para el resto del mundo </p><p>La impresión de que un pueblo pobre, pero muy motivado podía derrotar a la mayor potencia mundial empleando la guerra de guerrillas caló muy hondo en la mayoría de los países. Hasta el punto de considerarse el medio definitivo de lucha de las naciones pobres contra las ricas, cosa de la que se han apartado después movimientos como el de los Sin tierra latinoamericanos.</p><p></p><p></p><p>Helicópteros como el Black Hawk con sus dos pares de aspas y blindaje, o la implantación definitiva de los chalecos antibalas y antifragmentos se deben en parte a las experiencias obtenidas en Vietnam. Del mismo modo, muy pocos gobiernos apoyados por Estados Unidos perdieron una guerra de guerrillas.[36]</p><p>Una nefasta consecue de aquella guerra fue la falta de atención prestada por Occidente al genocidio camboyano por ser un pueblo subdesarrollado que había logrado derrotar también a un aliado de Estados Unidos; por lo tanto, en la mentalidad izquierdista/revolucionaria, no podía ser malo o si lo fuera las informaciones aportadas por organizaciones como Amnistía Internacional se calificaban de falsas o manipuladas por los servicios de inteligencia estadounidenses.</p><p>Se puede decir que el Ejército de Estados Unidos aprendió muchísimo de lo vivido en Vietnam. Aunque los políticos de aquel país tuvieron cuidado después en no hacer combatir a sus asesores al lado de las fuerzas locales en regiones como Centroamérica, la experiencia obtenida en el sudeste asiático sirvió para formar a las fuerzas de países como El Salvador, Guatemala, Honduras, etc y ser una de las causas para lograr detener los movimientos guerrilleros de ideología comunista en Centroamérica que preocupaban a Estados Unidos décadas posteriores.[37] En esa región sólo Nicar venció en su revolución.[36]</p><p>Dentro del continente africas en Etiopía venció una revolución marxista en 1977.[36] La famosa e ineficaz línea McNamare puesta en práctica nuevamente en Sahara Occidental para frenar los ataques del Frente Polisario que a punto estuvieron de derrotar por completo a Marruecos. Estos muros de separación entre el llamado Sahara Útil y el resto del desierto emplean la misma tecnología de sensores de movimiento, detectores de personal y baterías tras las barreras físicas que la utilizada en la Zona Desmilitarizada; pero la experiencia obtenida permitió mejorar acertadamente la táctica empleada en la selva y supusieron una de las razones para que Marruecos lograra contener al Polisario.[38]</p><p>En Europa ni ELA en Grecia ni el Dev Sn Turquía lograron imponerse.[36]</p><p>Por último, en Asia y Oceanía ningún movimo marxista alcanzó el éxito de los vietnamitas.[36]</p><p>Tras el descalabro de Vietnam las distintas adstraciones estadounidenses trataron de evitar la participación directa en cualquier conflicto, especialmente en América. Así mismo, cuando estas se llevaron a cabo los distintos gobiernos reaccionaron con cierta rapidez; la Administración Clinton retiró a tiempo a las fuerzas enviadas a Somalia para evitar que aquella intervención se sintiera como una nueva derrota. En la década anterior, el presidente Ronald Reagan retiró del Líbano a sus fuerzas tras el atentado suicida en Beirut.</p><p>La utilización masiva del helicóptero en una guerra asimétrica se demostró correcta, pese a la derrota final. Tanto es así que en los conflictos posteriores de los años 80 y especialmente en siglo XXI se han empleado masivamente. En las Invasiones de Irak y Afganistán se han demostrado como el mejor método para combatir a un enemigo disperso y extremadamente móvil en la llamada Guerra contra el Terrorismo. Así la mayoría de los ejércitos de principios del siglo XXI tendieron a reforzar y diversificar sus flotas de helicópteros frente a los llamativos, pero menos eficaces cazas y bombarderos.</p><p>Influencia en el cine </p><p>Aunque inicialmente la guerra de Vietnam no llamó excesivamente la atención de la industria cinemetográfica, en los años ochenta la producción de películas sobre el tema floreció con títulos muy destacados como Apocalypse Now o Platoon. Esta atención de Hollywood contrasta con el escaso interés mostrado por el cine francés hacia su derrota una generación antes.[9]</p><p>Al contrario que los análisis históricos e incluso propia sociedad estadounidense, el cine sí supo asimilar la derrota estadounidense, en opinión de Marc Leppson. De esta manera se pasó de la patriótica y poco creíble Boinas verdes, donde se muestra a unos entregados miembros de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos en su lucha contra los malvados comunistas, soslayando las terribles torturas que el libro original relataba, a una más crítica Apocalypse Now, que prefirió alcanzar presupuestos astronómicos antes que rendirse a la censura del Pentágono a cambio de sus helicópteros. Por su parte, Oliver Stone realizó entre 1986 y 1993 tres obras sobre estos sucesos: "Platoon", "Nacido el 4 de julio" y "Cielo y Tierra". Platoon recibió cuatro premios Oscar y dejó algo descolocados a los veteranos estadounidenses porque no los retrataba ni como héroes (aparece el fragging, las violaciones a niñas, los asesinatos, el incendio de aldeas), pero también los muestra en situaciones muy duras que se ven obligados aceptar por su condición de pobres, además de que no son todos iguales y también hay héroes como el sargento Elias Grodin, interpretado por Willem Dafoe. "Nacido el 4 de julio" solo obtuvo dos premios "Oscar", uno al mejor director, pero arrasó en los Globos de Oro. En Cielo y Tierra, basada en los libros de Le Ly Hayslip, intentó acercarse a la visión vietnamita del conflicto enfatizando las penurias sufridas por una joven vietnamita a la que, a su vez, convertía en narradora del film en una versión que busca el punto de vista neutral, narrando los horrores y atrocidades cometidas por ambos bandos.</p><p>Otro clásico sobre el tema es "Full Metal Jacket" (conocida en España como La chaqueta metálica y en Latinoamérica como "Cara de guerra" o "Nacido para matar") de Stanley Kubrick. También se produjo La Colina de la Hamburguesa de John Irvin.</p><p>Ciertamente los distintos estudios han creado cintas de todo tipo. De esta forma quizá la visión cinematográfica más ficticia de este conflicto sea la dada por Rambo; un héroe que, en palabras de Marc Leppson, se parece tanto a un veterano de Vietnam como Superman a un policía por su gran irrealidad. No obstante otros títulos ofrecen análisis más próximos a la realidad como el mostrado por Francis Ford Coppola en Jardines de Piedra, donde los maduros veteranos le dicen al impulsivo muchacho que aquella guerra no la pueden ganar y él les responde que olvidan su potencia de fuego y su alta tecnología contra los arcos y flechas de los vietnamitas, una clara metáfora de una de las causas de la derrota, el pensar que se puede vencer a un pueblo subdesarrollado sólo a base de bombas.[9]</p><p>Una ausencia en muchos de estos largometrajes es la pora vietnamita, con pocas excepciones como Vietnam Vietnam mostrando la participación australiana y las acciones vietnamitas en los poblados. Hay que esperar casi al siglo XXI para ver Cuando éramos soldados y adentrarnos un poco más en la vida en los túneles con los soldados del norte.</p><p>Información sobre uniformes </p><p>Estadounidenses: Como ropa de campo o de faena, el soldado que se acababa de instalar en el Ejército de EE. UU. recibía 4 pantalones de algodón de color verde olivo o verde boreal, confeccionados con un bolsillo por cadera y 2 bolsillos traseros con solapas abotonadas.</p><p>Recibía 4 camisas de faena de algodón de color verde oliva, con un solo bolsillo colocado en la pechera. Los galones de rango y grado se llevaban en estas camisas de faena.Los uniformes del Ejército estadounidense posiblemente fueran los más sofisticados, aunque en ocasiones eran bastante incómodos, debido a que, en parte, estaban hechos de material sintético. Los EE.UU llegaron a producir casi 30.000.000 de pantalones y camisas, casi el triple que soldados.</p><p>Huelga decir, que, a pesar de ser fabricados en cantidades ingentes, los uniformes militares estadounidenses eran de mayor calidad que los artesanales del Viet Cong. Hubo controversia en el debate referente a si la ropa interior debía ser de color de camuflaje también, en caso de que los soldados estadounidenses destinados a primera línea de fuego tuvieran problemas de camuflaje al tener que hacer sus necesidades. La idea se desechó y, a los partidarios de que al final no se pintaran, un hecho curioso les dio la razón: Un grupo de soldados estadounidenses habían quedado perdidos en la selva, y, para atraer la atención de algún piloto, colocaron en el verde suelo la ropa interior mostrando las siglas SOS. Al final, consiguieron salvarse gracias a este recurrente método y a sus ágiles mentes.</p><p>Referencias </p><p>La guerra de Vietnam fue uno de los conflictos más documentados por no ser una guerra declarada y, por tanto, no poder aplicar la censura militar. Sin embargo, en países como España se produjo un olvido interesado, según palabras de María Teresa Largo Alongo,[9] durante los años ochenta, siendo muy escasa la producciónstórica. En ocasiones se tiene la sensación, comenta la misma autora, de encontrarse ante un conflicto muy difícil de analizar por la enorme cantidad de material existente (traducciones, reportajes, crónicas...). Frente a este fenómeno aparece en contraposición lo poco tratada que ha sido la visión vietnamita para Occidente, creándose así, según Tad Szulc, una visión mitificada ante la falta de análisis más profundos.[9]</p><p>Buena parte de la información para confeccionar este artículespecialmente las citas textuales, se ha obtenido de la monografía Nam, Crónica de la guerra de Vietnam.</p><p></p><p></p><p><span style="font-size: 9px">Nam, Crónica de la guerra de Vietnam, 1988, Editorial Planeta-De Agostini, Barcelonase puede escribir en minúsculas pues nunca fue declarada como la Historia, Arlanza Ediciones, Madrid, abril de 2001</span></p><p><span style="font-size: 9px">Garibaldi, Luciano, Ulo de guerras, Librería Universitaria de Barcelona, S.L, Barcelona, 2002</span></p><p><span style="font-size: 9px">Segúnnoi con ocasión 20º aniversario, Agence France Presse, 4 de abril de 1995 (http://www.rjsmith.com/kia_tbl.html[/url Carrascal, Es mi héroe, La aventura de la Historia, Arlanza Ediciones, Madrid, julio de 2006 Peter Arnett, Vietnam la guerra de los 10 000 dí1975), Editorial Planeta-De Agostini, Barcelona, 1993, Depósito Legal NA-212/1993 David Solar, Ocaso Francés ea Historia, Madrid, Arlanza Ediciones, diciembre de 2003. María Teresa Largo Alonso, La guerra de Vietnam, Ediciones Akal, MadrCarl Sagan, Un punto azul pálido, Editorial Planeta, Barcelona, 1996 Capítulo 13 de Soldados, Londres, BBC, 1984 Peter Arnett, Bombardeos aéreo - Vietnam lEditorial Planeta-De Agostini, Barcelona, 1993, Depósito Legal NA-212/1993 José María Saenz, De todo y pnº 275 de Avion Revue, Motor Press Ibérica, Madrid, mayo de 2005 1º de Caballería: Vietnam, nº 9 de Cuerpos de Élite, El carro de combate, capítulo 4 de Soldados, BBC, Londres. 1984 Noticias con Historia, La aventura de la Hista Ediciones, julio de 2006 Capítulo 1 de Soldados, Londres, BBC, 1984 «Revelan que unos 1o soviético combatieron en Vietnam», Agencia EFE vía La Segunda, 15-02-2008. Consultado el . Max Walmer, Guía Ilustrada de Fuerzas de Élite 2, Tecnología Militar, Ediciones Orbis, Barcelo86, ISBN 84-7634-926-2 John Williams Mañana sería maravilloso, capítulo 14 de El mundo en guerra, Thames Television Int. Ltd, Londres Alfredo Bosque, Lucha o revienta, un español en Indochina de La aventura de la Historia, Madrid, Arlanza Ediciones, diciembre de 2003 Irregulares,ados, Londres, BBC Guía ilustrada de guerra aérea sobre Vietnam (I) - Tecnología militar, Ediciones Orbys, Barcelona, 1986, Nugus/Martin Productinos, Cuerpos de élite, BBC, Londres, 2005, del Libro-DVD, Cuerpos de élite Misión Imposible Pet de la guerra. La batalla de Dien Bien Fu, editor Margaret Harris, Pamplona,l Video Sistemas), D.L., 1990 de Indochina a Vietnam, nº 10 de Grandes Batallas de la Historia, Ediciones D4-96193-46-2 Julio Martín Alarcón, Tribulaciones de un vendedor, La aventura de la Historia Madrid, Arlanza Ediciones, julio de 2006 s de los Récords, Ediciones MAEVA, Estella, 1987, ISBN 84-86478-04-9 Varios, Guía Ilustrada de Cazas Modernos, Tecnología Militar, Ediciones Orbis, Barcelona, 1-579-8 Phantom contra MiG, nº 2 de Cuerpos de Elite, Editorial Delta, Barcelona, nº 279 de Avion Revue, Motor-Press Ibérica, Madrid, septiembre de 2005 Arturo Arnalte, El Vietnam soviético, nº 37 de La aventuraia, Arlanza Ediciones, Madrid, noviembre de 2001 DaviEditorial Océano, Barcelona, 2006 Historia de la Guerra - Thde los libros, Madrid, El patio Trasero, nº 90 de Cuerpos de Elite, Planeta-Agostini, Baa, 1986, ISBN 84-7598-185-2 David Solar, Sin Solución. Sáhara, 30 años de conflicto, nº 89 de La aventura de la Historia, Arlad, marzo de 2006 José Mª Sainz, El día que cambió el poder aéreo, nº 291</span></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="FloSof, post: 746171, member: 5836"] [COLOR="DarkSlateBlue"][U][I]En Estados Unidos [/I][/U][/COLOR] [media]http://www.youtube.com/watch?v=uEKW4jq4ESY&feature=related[/media] Los bombardeos masivos y la crueldad de la guerra retransmitida por vez primera por los medios de comunicación terminaron de cambiar la imagen que aún había en muchos países de EE.UU. y especialmente la que tenían los estadounidenses de sí mismos. La imagen de un país enorme aplastando a otro pequeño y la de sus soldados cometiendo matanzas fuera y dentro resultaron demoledoras, dejando aplastado (pero no muerto) el espíritu del Destino Manifiesto. En las elecciones de 1968 un presidente dedicado a las reformas sociales como Lyndon Johnson se enfrentó a fuertes desafíos por parte de dos demócratas opuestos a la guerra: los senadores Eugene McCarthy y Robert Kennedy (hermano del asesinado presidente Kennedy y asesinado también al final de la campaña). El 31 de marzo, en vista de una humillante derrota en las encuestas de opinión pública y de la incesante prolongación del conflicto en Vietnam, Johnson se retiró de la contienda presidencial y ofreció negociar el fin de la guerra. La reelección de Nixon en 1972 provocó un éxodo masivo de ciudadanos descontentos a países como Canadá. La oposición a la guerra se extendió dentro y fuera de Estados Unidos entre la juventud, siendo una de las causas de los movimientos contra el sistema, como el movimiento hippie. Las universidades estadounidenses fueron escenario de manifestaciones de protesta contra la implicación de Estados Unidos en esta guerra no declarada y, en opinión de muchos, injustificada. Hubo encuentros violentos entre los estudiantes y la policía con masacres. En octubre de 1967, 200.000 manifestantes marcharon frente al Pentágono, en Washington DC, exigiendo la paz, siendo uno de los puntos más álgidos del movimiento pacifista. También es cierto que dicha situación coincidió con uno de los momentos de máxima prosperidad económica con una gran demanda de empleo, lo que confería mucha seguridad a la juventud y posibilidades de cambiar modas y costumbres. Manifestante ofreciendo una flor a un policía militar durante una protesta anti-Vietnam en Arlington, Virginia, en 1967. National Archive. La firma de los acuerdos de paz en París no fue una salida con honor, como pretendía Nixon, como demostró después la sensibilidad de la sociedad estadounidense hacia los desaparecidos en combate y, en décadas posteriores, a todos los que evitaron el conflicto por uno u otro camino. Además la contienda dejó centenares de miles de soldados con una amplia adicción a las drogas y afectados por los efectos del agente naranja usado durante la guerra, que lograron décadas después la prestación sanitaria gratuita o la supresión de barreras arquitectónicas. El ejército estadounidense afirmó siempre que había luchado como debía, y si no logró la victoria fue por tener las manos atadas a la espalda, teniendo que llevar a los periodistas al mismo frente, no pudiendo emplearse como deseaba, etc. Pero el trauma de Vietnam duró mucho más a los militares que a la sociedad en general. Así las referencias a esta contienda en cualquier guión de cine que requiera ayuda del Pentágono son discutidas hasta la saciedad incluso con amenaza de romper la colaboración si no se atiende a sus demandas[35]o fue el caso de Oficial y Caballero sobre las canciones que cantaban los cadetes sobre los niños y el napalm, o T.A.P.S. Más allá del honor donde hubo que cambiar los diálogos, el final y la actitud del capitán de la Guardia Nacional porque se estrenaba diez años después de la matanza de Kent State y podía recordar al hecho (los productores necesitaban los carros y los helicópteros), o en el mismísimo James Bond, unos treinta años después de terminar el conflicto, los guionistas tuvieron que suprimir una frase sobre la posibilidad de comenzar otra guerra contra Vietnam si era descubierto y "puede que esta vez ganemos".[35] [I]COLOR="DarkSlateBlue"]Para Vietnam[/COLOR][/U][/I] La victoria frente al capitalismo no trajo la paz a Vietnam, como el cambio de nombre de su fiesta nacional por Día de la Paz pudiera hacernos creer. Pocos años después la nación invadía Camboya y los hombres de las balsas (refugiados) siguieron aumentando sin que ningún país quisiera hacerse cargo de ellos. Aunque la invasión de su vecino trajo la liberación de los camboyanos de su régimen maoísta, una de los más sanguinarios del planeta sino el que más, no logró la paz. Las luchas contra lo que quedaba de los Jemeres Rojos se prolongaron durante más de una década, con continuos anuncios de retirada que se aplazaban o no se cumplían, hasta que en los años 90 se celebraron elecciones en aquel país (ver Historia de Camboya). El antiguo Vietnam del Norte perdió el 70% de su infraestructura industrial y de transportes, además de 3 000 escuelas, 15 centros universitarios y 10 hospitales.[9] El mediobiente vietnamita quedó profundamente dañado por la utilización del Agente Naranja que desfolió grandes extensiones de selva que no han vuelto a recuperarse por la invasión del bambú y otras plantas. Pero peor aún fueron los efectos en la población de esas sustancias, aparentemente inocuas para los humanos, con miles de abortos prematuros, esterilidad (especialmente dolorosa para las mujeres de medios rurales)[1] y nacimientcon malformaciones, a lo que debe añadirse todos los hijos ilegítimos de rasgos caucasicos y africanos dejados en la pobreza y marginación por los soldados de Estados Unidos. Así mismo han causado muchos daños a la agricultura, muertes entre los campesinos y amputaciones (especialmente a niños) los miles de explosivos, municiones y minas sin estallar ni retirar en los bosques y arrozales. Estos efectos provocaron la bajada de producción en las explotaciones agrícolas y el aumento de la población urbana que huía del campo, convertido en campo de batalla. Se han contabilizado 10 500 000 refugiados; creando unas pérdidas de 200 000 millones de dólares.[9] También es ver que, aún acallados por la censura oficial, muchos vietnamitas echaban de menos los tiempos de los "yankis" y su dinero.[1] Pero con la apertura de relaciones diplomáticas en los años 90 y la ayuda económica estadounidense se han producido situaciones de cierto desconcierto ante tanta generosidad. Las enormes infraestructuras de túneles excavados por todo Vietnam ahora forman parte de las atracciones que visitan los turistas. Se pueden ver las entradas camufladas, recorrer sus galerías, sentarse en las selvas de reuniones e incluso disparar las Ak-47.[16] Este turismo de ra ha contribuido a levantar la economía del país, muy debilitada tras la caída de la URSS. Para el resto del mundo La impresión de que un pueblo pobre, pero muy motivado podía derrotar a la mayor potencia mundial empleando la guerra de guerrillas caló muy hondo en la mayoría de los países. Hasta el punto de considerarse el medio definitivo de lucha de las naciones pobres contra las ricas, cosa de la que se han apartado después movimientos como el de los Sin tierra latinoamericanos. Helicópteros como el Black Hawk con sus dos pares de aspas y blindaje, o la implantación definitiva de los chalecos antibalas y antifragmentos se deben en parte a las experiencias obtenidas en Vietnam. Del mismo modo, muy pocos gobiernos apoyados por Estados Unidos perdieron una guerra de guerrillas.[36] Una nefasta consecue de aquella guerra fue la falta de atención prestada por Occidente al genocidio camboyano por ser un pueblo subdesarrollado que había logrado derrotar también a un aliado de Estados Unidos; por lo tanto, en la mentalidad izquierdista/revolucionaria, no podía ser malo o si lo fuera las informaciones aportadas por organizaciones como Amnistía Internacional se calificaban de falsas o manipuladas por los servicios de inteligencia estadounidenses. Se puede decir que el Ejército de Estados Unidos aprendió muchísimo de lo vivido en Vietnam. Aunque los políticos de aquel país tuvieron cuidado después en no hacer combatir a sus asesores al lado de las fuerzas locales en regiones como Centroamérica, la experiencia obtenida en el sudeste asiático sirvió para formar a las fuerzas de países como El Salvador, Guatemala, Honduras, etc y ser una de las causas para lograr detener los movimientos guerrilleros de ideología comunista en Centroamérica que preocupaban a Estados Unidos décadas posteriores.[37] En esa región sólo Nicar venció en su revolución.[36] Dentro del continente africas en Etiopía venció una revolución marxista en 1977.[36] La famosa e ineficaz línea McNamare puesta en práctica nuevamente en Sahara Occidental para frenar los ataques del Frente Polisario que a punto estuvieron de derrotar por completo a Marruecos. Estos muros de separación entre el llamado Sahara Útil y el resto del desierto emplean la misma tecnología de sensores de movimiento, detectores de personal y baterías tras las barreras físicas que la utilizada en la Zona Desmilitarizada; pero la experiencia obtenida permitió mejorar acertadamente la táctica empleada en la selva y supusieron una de las razones para que Marruecos lograra contener al Polisario.[38] En Europa ni ELA en Grecia ni el Dev Sn Turquía lograron imponerse.[36] Por último, en Asia y Oceanía ningún movimo marxista alcanzó el éxito de los vietnamitas.[36] Tras el descalabro de Vietnam las distintas adstraciones estadounidenses trataron de evitar la participación directa en cualquier conflicto, especialmente en América. Así mismo, cuando estas se llevaron a cabo los distintos gobiernos reaccionaron con cierta rapidez; la Administración Clinton retiró a tiempo a las fuerzas enviadas a Somalia para evitar que aquella intervención se sintiera como una nueva derrota. En la década anterior, el presidente Ronald Reagan retiró del Líbano a sus fuerzas tras el atentado suicida en Beirut. La utilización masiva del helicóptero en una guerra asimétrica se demostró correcta, pese a la derrota final. Tanto es así que en los conflictos posteriores de los años 80 y especialmente en siglo XXI se han empleado masivamente. En las Invasiones de Irak y Afganistán se han demostrado como el mejor método para combatir a un enemigo disperso y extremadamente móvil en la llamada Guerra contra el Terrorismo. Así la mayoría de los ejércitos de principios del siglo XXI tendieron a reforzar y diversificar sus flotas de helicópteros frente a los llamativos, pero menos eficaces cazas y bombarderos. Influencia en el cine Aunque inicialmente la guerra de Vietnam no llamó excesivamente la atención de la industria cinemetográfica, en los años ochenta la producción de películas sobre el tema floreció con títulos muy destacados como Apocalypse Now o Platoon. Esta atención de Hollywood contrasta con el escaso interés mostrado por el cine francés hacia su derrota una generación antes.[9] Al contrario que los análisis históricos e incluso propia sociedad estadounidense, el cine sí supo asimilar la derrota estadounidense, en opinión de Marc Leppson. De esta manera se pasó de la patriótica y poco creíble Boinas verdes, donde se muestra a unos entregados miembros de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos en su lucha contra los malvados comunistas, soslayando las terribles torturas que el libro original relataba, a una más crítica Apocalypse Now, que prefirió alcanzar presupuestos astronómicos antes que rendirse a la censura del Pentágono a cambio de sus helicópteros. Por su parte, Oliver Stone realizó entre 1986 y 1993 tres obras sobre estos sucesos: "Platoon", "Nacido el 4 de julio" y "Cielo y Tierra". Platoon recibió cuatro premios Oscar y dejó algo descolocados a los veteranos estadounidenses porque no los retrataba ni como héroes (aparece el fragging, las violaciones a niñas, los asesinatos, el incendio de aldeas), pero también los muestra en situaciones muy duras que se ven obligados aceptar por su condición de pobres, además de que no son todos iguales y también hay héroes como el sargento Elias Grodin, interpretado por Willem Dafoe. "Nacido el 4 de julio" solo obtuvo dos premios "Oscar", uno al mejor director, pero arrasó en los Globos de Oro. En Cielo y Tierra, basada en los libros de Le Ly Hayslip, intentó acercarse a la visión vietnamita del conflicto enfatizando las penurias sufridas por una joven vietnamita a la que, a su vez, convertía en narradora del film en una versión que busca el punto de vista neutral, narrando los horrores y atrocidades cometidas por ambos bandos. Otro clásico sobre el tema es "Full Metal Jacket" (conocida en España como La chaqueta metálica y en Latinoamérica como "Cara de guerra" o "Nacido para matar") de Stanley Kubrick. También se produjo La Colina de la Hamburguesa de John Irvin. Ciertamente los distintos estudios han creado cintas de todo tipo. De esta forma quizá la visión cinematográfica más ficticia de este conflicto sea la dada por Rambo; un héroe que, en palabras de Marc Leppson, se parece tanto a un veterano de Vietnam como Superman a un policía por su gran irrealidad. No obstante otros títulos ofrecen análisis más próximos a la realidad como el mostrado por Francis Ford Coppola en Jardines de Piedra, donde los maduros veteranos le dicen al impulsivo muchacho que aquella guerra no la pueden ganar y él les responde que olvidan su potencia de fuego y su alta tecnología contra los arcos y flechas de los vietnamitas, una clara metáfora de una de las causas de la derrota, el pensar que se puede vencer a un pueblo subdesarrollado sólo a base de bombas.[9] Una ausencia en muchos de estos largometrajes es la pora vietnamita, con pocas excepciones como Vietnam Vietnam mostrando la participación australiana y las acciones vietnamitas en los poblados. Hay que esperar casi al siglo XXI para ver Cuando éramos soldados y adentrarnos un poco más en la vida en los túneles con los soldados del norte. Información sobre uniformes Estadounidenses: Como ropa de campo o de faena, el soldado que se acababa de instalar en el Ejército de EE. UU. recibía 4 pantalones de algodón de color verde olivo o verde boreal, confeccionados con un bolsillo por cadera y 2 bolsillos traseros con solapas abotonadas. Recibía 4 camisas de faena de algodón de color verde oliva, con un solo bolsillo colocado en la pechera. Los galones de rango y grado se llevaban en estas camisas de faena.Los uniformes del Ejército estadounidense posiblemente fueran los más sofisticados, aunque en ocasiones eran bastante incómodos, debido a que, en parte, estaban hechos de material sintético. Los EE.UU llegaron a producir casi 30.000.000 de pantalones y camisas, casi el triple que soldados. Huelga decir, que, a pesar de ser fabricados en cantidades ingentes, los uniformes militares estadounidenses eran de mayor calidad que los artesanales del Viet Cong. Hubo controversia en el debate referente a si la ropa interior debía ser de color de camuflaje también, en caso de que los soldados estadounidenses destinados a primera línea de fuego tuvieran problemas de camuflaje al tener que hacer sus necesidades. La idea se desechó y, a los partidarios de que al final no se pintaran, un hecho curioso les dio la razón: Un grupo de soldados estadounidenses habían quedado perdidos en la selva, y, para atraer la atención de algún piloto, colocaron en el verde suelo la ropa interior mostrando las siglas SOS. Al final, consiguieron salvarse gracias a este recurrente método y a sus ágiles mentes. Referencias La guerra de Vietnam fue uno de los conflictos más documentados por no ser una guerra declarada y, por tanto, no poder aplicar la censura militar. Sin embargo, en países como España se produjo un olvido interesado, según palabras de María Teresa Largo Alongo,[9] durante los años ochenta, siendo muy escasa la producciónstórica. En ocasiones se tiene la sensación, comenta la misma autora, de encontrarse ante un conflicto muy difícil de analizar por la enorme cantidad de material existente (traducciones, reportajes, crónicas...). Frente a este fenómeno aparece en contraposición lo poco tratada que ha sido la visión vietnamita para Occidente, creándose así, según Tad Szulc, una visión mitificada ante la falta de análisis más profundos.[9] Buena parte de la información para confeccionar este artículespecialmente las citas textuales, se ha obtenido de la monografía Nam, Crónica de la guerra de Vietnam. [SIZE="1"]Nam, Crónica de la guerra de Vietnam, 1988, Editorial Planeta-De Agostini, Barcelonase puede escribir en minúsculas pues nunca fue declarada como la Historia, Arlanza Ediciones, Madrid, abril de 2001 Garibaldi, Luciano, Ulo de guerras, Librería Universitaria de Barcelona, S.L, Barcelona, 2002 Segúnnoi con ocasión 20º aniversario, Agence France Presse, 4 de abril de 1995 ([url]http://www.rjsmith.com/kia_tbl.html[/url Carrascal, Es mi héroe, La aventura de la Historia, Arlanza Ediciones, Madrid, julio de 2006 Peter Arnett, Vietnam la guerra de los 10 000 dí1975), Editorial Planeta-De Agostini, Barcelona, 1993, Depósito Legal NA-212/1993 David Solar, Ocaso Francés ea Historia, Madrid, Arlanza Ediciones, diciembre de 2003. María Teresa Largo Alonso, La guerra de Vietnam, Ediciones Akal, MadrCarl Sagan, Un punto azul pálido, Editorial Planeta, Barcelona, 1996 Capítulo 13 de Soldados, Londres, BBC, 1984 Peter Arnett, Bombardeos aéreo - Vietnam lEditorial Planeta-De Agostini, Barcelona, 1993, Depósito Legal NA-212/1993 José María Saenz, De todo y pnº 275 de Avion Revue, Motor Press Ibérica, Madrid, mayo de 2005 1º de Caballería: Vietnam, nº 9 de Cuerpos de Élite, El carro de combate, capítulo 4 de Soldados, BBC, Londres. 1984 Noticias con Historia, La aventura de la Hista Ediciones, julio de 2006 Capítulo 1 de Soldados, Londres, BBC, 1984 «Revelan que unos 1o soviético combatieron en Vietnam», Agencia EFE vía La Segunda, 15-02-2008. Consultado el . Max Walmer, Guía Ilustrada de Fuerzas de Élite 2, Tecnología Militar, Ediciones Orbis, Barcelo86, ISBN 84-7634-926-2 John Williams Mañana sería maravilloso, capítulo 14 de El mundo en guerra, Thames Television Int. 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Sáhara, 30 años de conflicto, nº 89 de La aventura de la Historia, Arlad, marzo de 2006 José Mª Sainz, El día que cambió el poder aéreo, nº 291[/url][/SIZE] [/QUOTE]
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